Capitulo 32: Reconciliaciones

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Reconciliaciones

_¿Y si no me puedo contener?_ pregunté ansioso mirando a la lejanía la casa de Carmen y Eleazar, Bella tomó mi mano impaciente y enojada…

_Lo harás, lo hiciste ya una vez, solo ten confianza en ti mismo amor… es Alice_ dijo tratando de infundirme confianza,

_Lo sé cariño, es solo que… hace un rato lo único que hice fue contener la respiración, eso ayudó… algo, pero esta vez tendré que hablar con ella y…_ callé abruptamente sin querer siquiera pensar en las posibilidades, tomé un respiro mientras Bella acariciaba mi mano en señal de apoyo _tengo miedo… no me lo perdonaría jamás_

Sentí a mi diosa moverse a mi alrededor, no pude despegar mi mirada de la casa de sus tíos, aquellos que tanto habían confiado en mí… entonces sentí los brazos de mi Bella alrededor de mi cintura y sus ojos mirando fijamente los míos cortando mi conexión visual con el refugio momentáneo de mi hermana,

_Sé que estará todo bien, lo sé… por última vez Edward, confía en ti mismo_ murmuró acercándose a mi rostro _a demás tendrás alrededor tres vampiros atentos que cuidarán a Alice_ dijo en tono de broma, no pude más que sonreír.

Olvidando por un momento mis tribulaciones me incliné hacia ella y rocé sus labios suavemente, era exquisita la sensación que Bella me regalaba al olvidar por momentos mi condición, mi sed, mis miedos… todo se esfumaba en cuanto ella posaba sus labios sobre los míos. Lentamente mis brazos se movieron aferrándose con fiereza a su cintura y profundizando el beso, ataqué su boca como un obseso y me regocijé en cuanto la sentí gemir en mi garganta, me separé de ella levemente… a esa paso no íbamos a llegar más a lo de mi hermana,

_Bella…_ gemí entrecortadamente _ no lo hagas más difícil_ sus labios adictivos estuvieron siempre dentro de mi campo visual, ella mordió su labio inferior y de mi pecho un gruñido se abrió paso,

_Está bien amor… lo siento, vamos… mejor_ dijo con su voz también entrecortada. Ella se separó de mi lo cual fue mi alivio, no quería llegar frente a mi hermana con una tremenda erección, suspiré y me dejé llevar por mi diosa.

Cruzamos el bosque que nos separaba de la casa de Carmen y Eleazar corriendo a toda velocidad, siempre tomados de la mano y lanzándonos miradas furtivas por el camino.

De un momento a otro, ya era reconocible para mi nariz… sabía como a lavanda y vainilla, paré en seco instintivamente llevándome las manos a la nariz, quemaba, realmente quemaba pero Bella estuvo en lo que dura un rayo en caer junto a mí.

_Bien amor, sé que es difícil…_ decía mi diosa tomándome las mejillas con sus manos… ¿cómo era que ella lo soportaba tan bien?, _solo, trata de reconocer el efluvio e inhala cuando estés listo… tu mente tiene que saber que ese es un efluvio prohibido_ murmuró infundiéndome ánimos, era irritante saber que muchas cosas en mi vida, las más deliciosas, eran precisamente cosas prohibidas. Asentí rendido, ella rodeó mi cintura con sus brazos, que de nada servía ya que mi fuerza era superior a la de ella y si me veía ciego por el frenesí de la sed, a Bella le iba a ser imposible retenerme, la miré con el seño fruncido y ella sonrió entendiendo

_Al menos haré el intento_ dijo levantando levemente los hombros,

_No quiero hacerte daño_ dije gastando un poco el aire de mis pulmones, Bella me miró negando con la cabeza

_Eso no importa, yo podré resistirlo… Alice tal vez no_ dijo despreocupada, cerré los ojos sabiendo que después de todo ella tenía razón. En esa misma posición lentamente me relajé, no había músculo en mi cuerpo que estuviera tensado más que los necesarios, sentí un suave beso en mi pecho y dejé que las fosas nasales absorbieran el aire a mi alrededor lentamente,

_Es Alice amor… es Alice_ me recordaba mi diosa dando suaves besos sobre mi pecho, recargué mi frente a la de ella mientras mi nariz inhalaba ese aroma tan tentador con mi mente tratando de ignorarlo,

_Lo sé… pero duele tanto_ murmuré entre dientes aún con los ojos cerrados, el aire se colaba en mis fosas nasales llevando ese oxigeno innecesario a los pulmones con el solo objetivo de que mi mente se acostumbrara a ese olor y lo recordara siempre. Dolía, dolía demasiado, quemaba justo en la garganta como si fuera un desierto bajo el más abrazador de los soles, pero tragué en seco y reprimí los deseos inmensos de salir corriendo como un león enjaulado ante la libertad. Bella observaba cada una de mis reacciones haciéndome sentir de lo peor, como un vil demonio, lo era de alguna forma… ya había, matado, pero lo hice para un bien mayor y en cierta forma para acabar con el mal, pero estaba dispuesto a como dé lugar y con toda la fuera de mi alma, si es que aún la tenía, tratar de ser mejor, de ser como Bella.

_¿Listo?_ murmuró ella sacándome de mis desquiciados pensamientos, abrí los ojos para ver a preocupación en los suyos y respiré hondo tomando todo el riesgo, el olor quemante sulfuró mis sentidos pero a pesar de ello me mantuve firme en mi lugar perdiéndome en sus ojos topacios.

_Listo…_ dije con una sonrisa de suficiencia fingida bailando en las comisuras de mis labios, momentos después ya estábamos camino a casa de Eleazar tomados de la mano, yo seguía respirando temiendo por la reacción inesperada de mi hermana al verme, ansiaba tanto explicarle las cosas, deseaba tanto que comprendiera, que no me mirara con odio por lo que le hice pasar, que no me juzgara… aunque sabía muy en el fondo que eso no era muy propio de ella, no lo era para nada, ella siempre deseó verme feliz y ahora que lo era deseaba que ella compartiera esa felicidad conmigo.

Estábamos en el porche de la casa una vez más, pero ahora era otra persona, más bien la misma pero diferente y definitivamente estos eran otros los motivos que me habían llevado allí. Antes de que pudiésemos siquiera tocar a la puerta, Eleazar estaba parado bajo el marco de ésta mirándonos fijamente,

_Edward, Bella…_ dijo simplemente antes de recorrer mi semblante con sus ojos,

“Es extraordinario el control que tiene” dijo su voz en mi cabeza, nuevamente me sentí abrumado por esa extraña habilidad que tenía ahora, Eleazar cambió su semblante mirándome con sus ojos como platos…

_Sorprendente_ dijo antes de sonreír _puedes leer mi mente_ no fue una pregunta, más bien fue una confirmación, la constatación de un hecho que me abrumaba de sobremanera, asentí ante la mirada atónita de Bella, que parecía comprender las palabras de su tío,

_¿Cómo sabes?_ murmuré curioso, él meneaba la cabeza aún incrédulo…

_Supongo que fue de mucha ayuda a la hora de luchar con James ¿verdad?_ dijo largando una risotada _porque de hecho por algo están aquí… es decir, James ya no está!_ siguió riendo como desquiciado mientras nos miraba a una Bella incrédula y yo a su lado comenzando a molestarme,

_Tío…_ Bella le reprochó su actitud cuando notó mi ceño fruncido y mi mandíbula apretada, él enseguida me miró acallando su risa y nos miró a Bella y a mí algo avergonzado

_Lo, lo siento… es que nunca había visto algo así_ dijo haciéndose a un lado para dejarnos pasar dentro de la casa.

A primera vista, mi hermana no se encontraba en la sala así que Bella me miró con el seño fruncido y los brazos cruzados sobre su pecho

_¿Qué es eso que puedes leer mentes?_ dijo recriminándome, yo alcé los hombros fingiendo mi mejor sonrisa,

_Siento no habértelo dicho amor… pero, ni yo lo creí en un principio, pensé que finalmente era el primer vampiro que había enloquecido_ musité con parte de la verdad _Si puedo leer las mentes, si eso es lo que hago… pero por alguna extraña razón la tuya está entre sombras_ murmuré no muy convencido si en realidad eso era bueno o malo. Bella me miró extrañada y sonrió,

_Qué bien!... hubiese sido vergonzoso_ murmuró bajando la mirada, no quería que ocultase su bello rostro así que con mi dedo índice en la punta de su mentón hice que levantara su cabeza para volver a mirarme,

_¿Por qué?_ pregunté algo frustrado por no poder ver sus pensamientos, ella sonrió tímidamente,

_Porque la mayoría del tiempo… pienso… en nosotros, en ti_ dijo mi diosa levantado su mirada hacia mí,

_Eso no es nada malo, yo estoy orgulloso de pensar en ti día y noche_ dije acariciando su mejilla con el dorso de mi mano, su suavidad era adictiva y no quería dejar de sentirla.

Al momento Carmen salió de una de las habitaciones y nos vió en la sala, sonrió al vernos a salvo en la sala de su casa y luego su semblante se ensombreció

_¿Estás listo Edward?_ murmuró dejándome ver cuál era el motivo de su preocupación, yo asentí sabiendo que el próximo paso era ver a mi hermana,

_Bien, Alice los está esperando…

Miré a Bella antes de comenzar a caminar hacia el cuarto que Carmen nos había indicado, ella asintió con la cabeza y una sonrisa en su rostro, suspiré y avancé un paso por vez respirando normalmente aunque cada vez quemara más, mi mente se obligó a no hacerle caso al dulce efluvio y logré hacerlo hasta que me encontré frente a la puerta de la habitación, sentí la mano presionar mi hombro en señal de apoyo y decidí dar el primer paso para que ese calvario terminase, golpe suavemente primero antes de girar el pomo de la puerta, al entrar el efluvio exquisito de Alice era mucho más concentrado, la habitación era pequeña y las ventanas que dejaban pasar la luz del sol no dejaban pasar aire. Pasé la mirada por la habitación cuando la vi, mi hermana estaba recostada en la cama que daba a un lado de la ventana y sus ojos estaban fijos en mí,

_Alice_ susurré al verla, ella emitió una pequeña sonrisa y alzó su mano para invitarme a acercarme a ella. Entre completamente en la habitación con Bella detrás de mí aferrada de una de mis manos.

_Edward… mi hermanito_ dijo Alice con voz acongojada, caminé unos pasos más sintiendo sumamente seguro con respecto a su efluvio, mi garganta quemaba como nunca, pero verla allí tan delicada, frágil… humana, todo indicio de sed decayó. Me acerqué despacio a su lado, la mirada que mi hermana me dirigía era de sorpresa mezclada con admiración y… tristeza?. Llegué junto a la cama justo cuando ella palmeó a un lado de la cama para que me acomode frente a ella,

_Alice…_ dije con voz rota _siento mucho que las cosas hubiesen tomado este rumbo, no me siento digno de tu cariño pequeña_ ella sonrió aún en su tristeza, parecía cansada y la herida en el cuello, a pesar de estar vendada y sanando, despedía cierto olor a químicos y ya por eso no la hacía más apetecible,

_Siempre fuiste digno de mi amor y mi respeto Edward, porque siempre me diste tu mejor ejemplo_ esas palabras resonaron en mi mente como a traición, en verdad yo no era el mejor ejemplo, para nada lo era…

_No entiendo por qué lo dices. Siempre hice las cosas al revés, me inicié en el sacerdocio porque en verdad pensé que era mi pasión y luego descubrí que para mí era toda una farsa…_ ella me miró por un instante con sus ojos atentos y luego parpadeo negando y sonriendo,

_Te preparaste para una vida que no era tuya, pero tal vez adquiriste algunos conocimientos que en realidad te sirvan en la vida, como la entrega al otro y la moral, a demás de todas formas te enamoraste como era el objetivo, ¿no?_ reímos juntos,

_Exacto…_ miré alrededor de la habitación en busca del objeto de mi amor, Bella estaba de frente a una ventana viendo el horizonte nevado,

_¿Amor?_ murmuré, ella volteó y sonrió, vino a mí y nos tomamos de la mano

“Valla que se ven hermosos juntos, quisiera verme así de enamorada con alguien”

Reí entre dientes ante su confesión mental, sería mejor no decirle nada por ahora de la nueva habilidad que había adquirido,

_Yo sabía… que algo raro había_ dijo mi hermana, la miré expectante _mucho más con James, él siempre fue bueno conmigo pero nunca supe el por qué_ dijo ella pensativa, ella repasó algunos detalles en su mente, los ojos, la piel, la voz…

_Tendría que haber sido más observadora, de esa manera te hubiese ayudado mejor_ le dijo a Bella _los hubiese ayudado…_

_Todo lo que hiciste por ayudarnos es suficiente_ dijo Bella tomado una de sus manos _gracias a ti estamos aquí, solo espero que…_ dejó de hablar repentinamente,

_¿Qué?_ murmuró Alice expectante

_Que me puedas perdonar…_ dijo bajando la mirada _por convertir a tu hermano a lo que yo soy_ Alice la miró con tristeza y luego a mí

_Sé que con lo que te ama hubiese intentado hasta dar con alguien que pudiera hacerlo, Edward no se hubiese quedado con los brazos cruzados_ murmuró a una Bella pensativa,

_Lo sé, alguna vez me lo dijo_ Bella sonrió ante su recuerdo

_Mi hermano puede ser muy persuasivo cuando así lo quiere_ dijo Alice sonriente…

_Hey!... estoy aquí_ murmuré a lo que ambas rieron. Ella siguió sostenidas de la mano mientras un profundo silencio se hizo presente en la habitación, después de lo que parecieron interminables segundos Alice habló

_¿Cuándo tendrás los ojos como los de Bella?..._ dijo dirigiéndose a mí

_No lo sé realmente_

Solo serán unos meses hasta que la sangre de animal los diluya_ murmuró Bella mirándome, Alice asintió

“Entonces allí recién nos podrá visitar… es mucho tiempo” pensó

_Seguramente encontraré la manera de visitarlos lo más pronto que pueda_ dije haciéndole saber, ella me miró inquieta con el ceño fruncido,

_¿Cómo…?_ preguntó sin saber de qué manera terminar su pregunta

_Esta nueva vida me trajo una habilidad que no sabía que podía tener_ dije sonriente _puedo leer las mentes_ ella se me quedó mirando boquiabierta por un momento antes de mirar a Bella buscando una confirmación, mi diosa solo asintió..

_Wau… qué… interesante_ dijo asintiendo aún mirándome. Ella siguió pensativa diciéndome cosas en su mente de vez en cuando, comprobando que era cierto lo que le había dicho,

_¿Dónde se quedarán?_ dijo mi hermana luego de unos minutos, parecía aún más triste que momentos antes

_Por ahora nos estableceremos aquí, Carmen y Eleazar nos ayudará hasta que Edward pueda ser capaz de convivir con los humanos_ dijo Bella reproduciendo la decisión que habíamos tomado en el camino,

_Entonces podré venir a visitarlos_ dijo mi hermana sonriente

_Supongo que si…_ dijo Bella, _será bueno verte de vez en cuando_ mi hermana sonriente nos miró a ambos agradecida.

Pasamos unos momentos más hablando con Alice sobre nimiedades, la llegada de Emmett y Rosalie a la casa luego de su luna de miel, el momento perfecto en que deberíamos ir a visitar, lo que le diríamos a nuestros padres como explicación a nuestra desaparición, los detalles mínimos que debíamos arreglar antes de desaparecer del mundo por unos meses… Alice nos ayudaría y nadie mejor para hacerlo, mantendría a mis padres tranquilos y yo colaboraría con llamadas por teléfono esporádicas.

Debíamos mantener el anonimato hasta que yo pudiera ser capaz de mostrarme sin caer en la tentación de matar a alguien y menos a mis padres y hermanos, ya había dado un buen paso logrando autocontrolarme con Alice, pero era solo una sola persona entre miles… debía ser capaz de tener la inmunidad que Bella tenía… y con su ayuda esperaba poder hacerlo. Esperaba poder hacer todo junto a ella…

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Amigas! Cortito lo sé, es que aún no me siento con muchos ánimos para escribir, estoy haciendo lo posible con Cuidando tu vida que está en pleno crecimiento, este fic ya está llegando a su fin, solo un par de capítulos más y ya, nos despedimos de Amor prohibido. Esos prometo que serán deliciosos, más que éste... sin más que decir que un enorme GRACIAS! por el apoyo con el nuevo fic, les cuento que está en proceso la Portada del fic, cuando la tenga comenzaré a publicar. Las amoooo y gracias por el constante cariño y soporte que me dan, besotes!

Merezco tus palabras?? gracias...