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Gracias por tu visita, los fics que se publican aquí son salidos de mi imaginación, con los personajes prestados de la gran Meyer… te agradecería que me avisaras si ves algún fic mío publicado por la web, eso se llama plagio y hay que combatirlo. Gracias!

Te toma muchos minutos leer un capitulo? Entonces puedes tomarte un minuto para comentar, no pido nada más. Escribe que algo dejas y lee que algo llevas.


El valor de tu vida. Capitulo 2



Dejo su casa presurosa  y  emocionada.  Como buena  hija  vestía decorosamente, eso pensaba  su madre pues,  bajo  la   gran  camisa  y el pantalón deportivo  vestía  un corto  short de tela  y  un top de tiras  que dejaba  ver las  curvas que la edad le regalaba. Justo al  llegar a  la playa   se deshizo de  la apariencia de  niña  obediente. Se aseguro de  guardarlo todo en la pequeña mochila que se  había  colgado a la espalda justo antes de salir. 

Corrió  por la playa  en busca de Sam,  y allí  estaba  él, tan alto  e imponente  y con esas sonrisa que le derretía.  Se permitió   saltar a   los brazos de aquel  joven  gallardo,  de  su  héroe. No le  importo estar en medio de  un sitio público, le beso, le beso como si  no hubiese mañana y para  su  regocijo  él correspondió con el mismo entusiasmo. 

—¡Wow!— susurro   contra sus labios— vamos—

 A  ella  le costó dejar  aquellos  dulces  labios.  Una  risita  tonta  abandono sus labios.  Caminaron  tomados de las manos, alejándose de  la playa y  los curiosos ojos.  A medida que se  alejaban  sus  nervios  aumentaban,  un  cosquilleo   a  todo  su cuerpo  recorría y  los latidos  de su corazón  no menguaban

¿Te  gustaría  ver  donde  me quedo?— pregunto Sam,  haciendo que su  tonto corazón  aleteara  con más  fuerza

—T-tú…  tú… casa— la sola  idea   le  seco la  garganta

—Sí,  mi  casa.  Ahora estoy  solo. Mamá está  en Seattle  trabajando—  los  rumores decían que  la  tía  Taysha  enviudo  tres años atrás—¿algún problema?— cuestiono mirándole  con detenimiento.

Humedeció  sus labios  a la  vez que  sacudía  la  cabeza, negando  silenciosamente,  de  hablar  estaba segura diría muchas cosas  comprometedoras  o  actuaria como la  niñita  que  no  quería  ser. En  muestra de su valentía respiro profundamente.

La casa  vista desde dentro no distaba  de  otras,   un poco más  modesta pero no por ello acogedora,  aislada  y  calma.  Todo el mobiliario podía contar  con días  mejores. 

Se   acomodo en un  cojín mullido  en el piso.  Sam, le dejo sola  unos minutos al  volver  traía  dos vasos  y  una enorme sonrisa.   Bebieron la limonada   en  un tenso silencio, unas miradas cargadas

— ¿Qué has  hecho estas vacaciones?—  su pregunta  sonó  tonta e  infantil, pero de  alguna manera tenía  que  acabar  el silencio

—Dormir…  dormir… dormir… pero  ahora— sin más  dejo su  sitio en el mueble   para hacerse a su lado— espero que   dormir  sea lo ultimo— anuncio antes de  tomar   sus   labios prisioneros,  ese  beso    no  fue parecido a ninguno compartido con  anterioridad,  y  no  es como si ella supiera de  besar a  chicos, no,  él  era la primera  persona a  quien besaba.

Prácticamente  se  devoraban los labios,  ya no era la torpe  niña que vacilaba a la  hora de   responder a los insinuantes  movimientos de  aquella  terciopelada lengua  o  los carnoso labios.  Ahora  disfrutaba de aquella   invasión.

Lejos  estaba  de  pensar que aquel  beso  llevaría  a  caricias  que de  lo tiernas podrían  partir  el alma,  o que   sus propias manos  imitaran  a las  grande  manos  de  Sam

 Su  respiración  y  la de él,  parecían luchar  para  no   colapsar.  Su corazón por  otra parte  ya  era caso perdido,  de lo  loco que  estaba  podía jurar que se le saldría por la boca, claro  si la  boca de Sam no  estaba  sobre ella  en ese momento. 

Sus  ojos  permanecían más  tiempo entrecerrados que sobre el  duro y bello   rostro de Sam,  y lo que su boca podía  hacer  en su  menudo cuerpo.

—Hermosa— ronroneo roncamente  él— simplemente  hermosa—  reitero mirándole  fijamente con esos oscuros  ojos.

Una  tímida sonrisa se formo en su  pequeño rostro.  Un beso más y  aquellas  manos  volvieron a  tocarle como  nunca antes  otras manos le tocaron.  Bajaron por su cuello  lentamente, agitándole  aun más.   Sus  dedos ágilmente  desplazaron las  tiras del top  por  sus brazos dejándole  más  desnuda.  Una  risita  nerviosa  broto de sus entreabiertos labios.

—S-Sam— le llamo  vacilante al sentir  su húmeda  boca en  uno de sus  hombros

—Tranquila— susurro  él  alzando su  rostro y  regalándole  una  sonrisa— déjame  verte— 

Quizás  fuera el modo en que le  hablo, o el movimiento seguro de sus manos,  consintió que le  mirara, con ello  su  top  fue  sacado de su  cuerpo  dejándole  solo  con el pequeño  acostumbrados, si porque  para su vergüenza  sus pechos se negaban a  ser tan  grandes como los de su  hermana,  se  sonrojó furiosamente,  por instinto  trato de cubrirse con las manos
  Le— susurro  él  alejando sus pequeñas   manos de sus  pechos—  dejame  verte—

  Y…yo  creo— sacudió  la cabeza  avergonzada—  no—

— Ya se—  exclamo él, irguiéndose  un poco y alejándose. Con un muy  sugestivo  guiño  se  deshizo de su  camisa, dejándoles  en  igualdad de  condiciones, casi— no hay   nada de  que temer— le aseguro  dejando que sus manos  vagaran por  su plano abdomen  hasta  llegar a la  tela que  ocultaba sus  tierno senos.

Jadeo  sorprendida, en parte  nerviosa en parte  ansiosa.  Aquellas  manos, distaban de  la suya.  Donde las  suyas  eran chicas y  suaves, las de él  grandes y  ásperas, mas no su  tacto, su tacto  era como si  una  pluma le tocara,  haciendo que su cuerpo se retorciera por las  extrañas sensaciones  que aquel toque provocaba.

Inconscientemente  murmuraba   cosas que ni ella misma  entendía

—Déjame  besarte— musito  Sam aun mas  ronco y bajo.  Esta vez no  espero  respuesta.

 Lloriqueo cuando  esos labios se  cerraron sobre la  tela que cubría  sus senos, las manos   nunca dejaron de moverse. Y las  suyas, parecían  haber dejado la timidez  atrás   pues  también  tocaron aquella piel  tersa  y morena con avidez.  No  sabía  bien que hacer, como responder, solo se dejo llevar.

 Un largo y compungido gemido  lleno la habitación  cuando  las manos del  él  avanzaron   en sentido  contrario,  yendo al sur, aquella zona  de la que su madre decía  era pecado  imaginar  o tocar  Si  su madre  era  cerrada para muchas  cosas— pero  sin embargo ella  en su curiosidad  a veces, solo  a  veces  lo  hacía.

—Sam— lloriqueo  sin  saber  que  pedía o quería

  Tócame  Le,  tócame— ínsito  él  en un tono similar  al suyo

Con las manos  temblorosas  obedeció,  bien, en clases de bilogía  habían  visto  el aparato reproductivo pero, una cosa era  verlo en  una  pintura de un libro y otra   tener  una  experiencia cara a cara,  mano a mano en este caso

— N-no  c-reo que lo  haga….  b-bien— dijo con timidez

   No importa— le aseguro  entonces— aprenderemos  juntos—

Le miro a los ojos para tomar confianza,   y  con sus  miradas  enlazadas  prosiguieron  a  desabrochar los  botones de sus respectivos  pantalones,  y bajaron las  braguetas,  no  se  deshicieron de ellos como con sus camisas,  tampoco tocaron el puesto de su  ropa  interior. 

Sam, metió una de sus manos entre  sus pantis  y  su piel. Ella  queriendo conocerle de la misma  forma  le  imito,  y  siguió imitándole.  Tocando  con temor  y casi reverencia  su  sexo

—Así—  hablo  Sam, sacando  su mano de su  sexo y llevándola al suyo  mostrándole como quería ser tocado.

Ella  como  buena  estudiante siguió las  instrucciones.  Además   lo que hacia parecía  gustarle a su novio.  Sonrió,  o lo intento  porque  entonces sus dedos se movieron con  aspereza sobre  su intimidad haciéndole retorcerse, grito alto y  claro.  Él para  calmarle   le beso con pasión. 

 Así  se  fue olvidando de  todo  a su  alrededor, de lo único que no podía  deshacerse  era de su toque y sus labios, del calor  en la habitación  o  que aquel cojín  no  fuera  lo suficientemente cómodo  o que  Sam  estuviera  casi sobre  ella.

El sudor perlaba  sus  cuerpos,  y  aun así no se detuvieron, ni porque su  sexo  se sintiera  humedo.  Él,  galante y  caballero le  tomo brazos y le llevo a  una habitación  luego de  acomodarle  en  medio de la  pequeña  cama de  madera. 

  Te quiero—

 No supo  si  en verdad  Sam lo había dicho  o fue  su locamente  la que hablaba. Pero nada  más importaba, solo estar  con él, que le  tocara

—Sam—  Le llamo sintiendo todo su cuerpo revolucionado, lleno de  emociones encontradas

  Yo también lo siento— susurro, llevando sus manos hasta la pretina de su  short  para tirar de ellos   lentamente, aumentando sus  nervios  y su emoción. 

El roce de la  tela  con su piel  solo  aumentaba  la sensación de humedad  entre sus piernas.

Poco  segura estaba  si  lo que harían estaría  correcto  o no,  si  su madre  pudiera  hablar  seguro diría con rotundidad  que sí, que aquello no era más que   actos de personas mundanas y  que poco se valoraban,  y que las  niñas  decentes esperaban  a  cierta  edad y cierto  estado para hacer lo que ella  estaba por hacer.
Hacer  el amor. intimar, no era  tonta  como  todos quisieran pensar o imaginar, en clase de biología también  tocaron ese  tema, por supuesto  aquel conservador  colegio solo hablo  del acto como  proceso para  hacer familia,  como algo pecaminoso e impuro si  se hacia abajo ciertos parámetros

—Le— suspiro,  amaba  que le llamara Le,  solo él le llamaba  así,  haciéndole  sentir especial

  Tengo  miedo—  se a sincero por primera vez en la tarde

— Nada  te pasara— prometió

Convencida que  así  seria, lo dejo estar.    Bajo su atenta mirada  vio como le sacaba  los pantis de  algodón  con  figuritas.   Humedeció sus labios. Mientras Sam,  sacaba su pantalón y  calzoncillos, ella cerró  las piernas con fuerza.  La timidez  había  cobrado su cuota,  una   de sus manos ocultaba su  expuesto sexo.  La única prenda que aún conservaba  era el acostumbrado.

 Inseguro le  vio acercarse  a ella,  y sin estar  totalmente  sobre su cuerpo le  beso  con fuerza,  tomando lo que  podía  y ella pues  en su enamoramiento creía estar tocando el cielo con las manos.

No hubo  palabras,  mas si  hubo  caricias, toques  ligeros, toque profundo,  pequeñas actos que le llenaron de seguridad.  Vio como  su pequeño  acostumbrador era sacado.

Las manos  de   Sam  le separaron  las piernas. Otra ola de  calor   se tomo su  rostro canela,  una  ola provocada por la  oscura mirada que  él le dedicara. Gimió  angustiada por  aquella  corta  evaluación,  no tardo en olvidarse de él.  Sam  se  ubico entre  sus piernas, y  su mirada por fin se  centro en el sexo de  Sam  Aquel  órgano sí que le  asusto,  no porque  fuera u n monstruo pero si por el  tamaño y grosor.

  Relájate— susurro  él,  acercando  su  falo a  su  sexo.  

Poco a poco sus  sexos  se tocaron. Sam,  con toda la delicadeza del caso  comenzó a moverse,  introduciendo su sexo en ella,  al  sentir el primer avanza  grito, no lo pudo evitar.

—Relájate— le repitió  alejándose un poco.  Permitiéndole   calmarse un poco y besándola.  Para  luego volver a arremeter lenta y  tortuosamente.  

Otro  grito   ronco y alto  se le escapo cuando   avanzara  un poco más en su  penetración,  sus ojos  que se habían  llenado de lagrimas  al primer  toque,  ahora  bajan.  Algo en su interior  había sido  roto, lo  supo cuando sintió mas  humedad en su unión. 

   Lo siento— se  disculpaba él,  dándole  tiempo para  acostumbraba—creo que es mejor  hacerlo  rápido—

 Y eso hizo,  le penetro de   una estocada haciéndole  gritar  aun más  fuerte y  que sus lágrimas bajaran más  rápido.  Unos segundos  estuvo quieto, antes de  empezar a moverse  de susurrarle  palabras bonitas y afectuosas,  antes de llenarle de calor pero, no  por   ello  se  olvidaba del  dolor que sentía  ahí abajo.

Sam,  le  ayudo a envolver  sus piernas en su cadera permitiéndole  más movilidad. Le pareció que una eternidad  transcurrió hasta  que un pequeño  grito  de parte de él  acompañara  sus  incontenibles sollozos,  y  cayera  sobre ella  aplastándole

Su llanto   fue creciendo  haciéndose  audible,  despertando a  Sam de su letargo. Él le miro con   cierta pena,   le  acuno en sus  brazos   consolándole

—Siento haberte  hecho  daño— le murmuro

Pero  aun  así  sus lágrimas no menguaban.  Un  sonido rompió el  silencio que  precedió  a  la  declaración de  Sam. Con una palabrota  le dejo  sola.  Le oyó  hablar  en susurros  con alguien, aprovecho para  levantarse al ver el desastre el cobertor  se  asusto. Modio sus labios.  Temblando como chamizo en  invierno,  y  sin prestar al  ardor  y el dolor entre sus  piernas se  las  arreglo para  ponerse  su ropa, por lo menos  hasta el acostumbrador, ya que la camisa  aun estaba  en la  sala, junto con su bolso.

Trato de limpiarse  las lagrimas  y no  mirar  el cobertor pero en las dos tareas fracaso,  sintiendo  que el dolor y  lo  que veía eran  castigo por ser desobediente.

—Leah—
 
—Me tengo que ir— se  apresuro a decir sin levantar  su  rostro o mirarle— es tarde, mamá  debe  estar  como loca  buscándome—

  Hermosa—  susurro  él,  tomando su pequeño mentón  y  elevándolo— no te alejes— pidió. Inclinándose  beso  sus labios  con delicadeza— deja te  acompaño  a la  playa—

 Sin  ganas de  hablar  se limito a asentir.  Le dejo para que se  vistiera y  ella aprovecho para  tomar  sus cosas  y   arreglarse adecuadamente— tal cual y había salido de su casa  Antes  de dejar la  casa  Sam le  abrazo  fuertemente arrancándole  otras  lagrimas.

Caminaron    en silencio  hasta la playa.  Allí y  antes de marcharse le dio  otro beso

  Mañana,  veamos mañana— pidió  

—Lo intentare—

Una  vez  estuvo sola   trata de calmarse, no podía llegar a  su  casa  llorosa y temblorosa , su mamá  querría  saber  que le tenia  así, y  como  le  explicaba lo sucedido.  Por  otra parte tampoco podía  tardar mucho, ya que  el sol prácticamente  se ocultaba y  su madre  debería estar con los pelos de punta  por su desaparición.

Trato de  recuperar  su compostura pero, los gritos de  su madre  le  hicieron vacilar

—Ya me  oirá esa muchachita.  Si no estaba  en la playa ¿dónde  estaba?—

  En la playa, puedes pregúntale a ese  chico de  rastas, él  me vio allí— respondió  cerrando la puerta con suavidad— me distraje, lo siento—  Y  también sentía  estar  de  mentiras con su mamá

Por más de media hora soporto los  regaños de su madre, y  las maliciosas  palabras de sus hermanaos que  parecía  hacer las cosas peores. Y lo único que ella  quería era un vaso de leche, algo  de comer, una ducha y  que se le pasara el dolor

—¡Estas castigada!— sentencio su madre al  final

  P-pero—

—Nada de peros— rugió su madre.

Sin más por  hacer o decir y  sin ánimos para nada mas  se  escondió en la ducha por  largo tiempo , luego  en su cama  trato de   recordar lo sucedido y  tomar  lo  bonito de la tarde, a  pesar del   tenue  dolor  se durmió  con una sonrisa  en el rostro.




Aquí mis querid@s  un  capitulo más de  este capitulo,  espero  que les  guste.  Si,  se que fue  algo  doloroso pero  no todo es como lo pintan.  Un abrazo  y  feliz  semana  Ada








9 comentarios:

Laura dijo... [Responder]

Hay pobre Leah no la paso nada bien q lastima xq deberia de haberlo disfrutado x ser su primera vez,y Sam la cuido bien pero todavia hay algo q no me cuadra con el nose todavia no le tengo confiansa ojala me equivoque pero veremos q suceda mas adelante,xq ahora a la pobre de Leah la mamá la castigo y no va a poder ir a la playaq problema,gracias x el capitulo Ada!

Aliena Cullen dijo... [Responder]

Hola Ada ¿como estás? bueno he de decir primero que felicidades por esta historia que ya me ha enganchado.
Dos cosas: una creo que la primera vez aunque dolorosa no tiene porque serlo tanto si tu pareja es contigo dulce, paciente y cariñoso buscando tu placer ademas del suyo, pero anteponiendo el tuyo en ese momento.
Dos, creo que eso Sam no lo hace, creo que va a lo suyo, es decir a satisfacerse él mismo y no piensa en ella.
Conclusión pues todavía no tengo una definitiva pero no se que pensar de sam, de momento desconfió de él, no creo que de verdad la ame, no sé,. algo hay. Esa llamada y esos susurros mientras la otra esta viendo la prueba fehaciente de que ya no es virgen.

Veremos a ver por donde nos sales.

Un beso Ada.

paty dijo... [Responder]

Hola buenisimo el capi pobre leah tener que aguantar los regaños de su mamá no quiero ni pensar como se pondria si se diera cuenta de lo que paso yo tambien soy de la opinion que sam no es del todo sincero ojala yo este equivocada y él realmente la quiera a ver que pasa ahora cuando leah no llegue a la cita en espera del siguiente capi
saludos y abrazos desde México

Leticia dijo... [Responder]

Ada, que decirte... me llama la atención la historia porque algunas veces siento que Sam es el malo, a veces el bueno... Ash con la mamá de Leah me cae gorda jajaj

Lumy Cullen dijo... [Responder]

Adita el capítulo estuvo buenísimo. De verdad me sorprendio lo que paso entre ellos no lo esperaba tan pronto, pero me entristece que el se satisfiso, pero no penso como se sentiria ella. Por otro lado, esa llamada que tuvo fue sumamente sospechosa y ahora la mamá la castigo y no llegará a la cita. ¿Qué pensara Sam cuando vea que ella no llega? Ansiosa por el próximo!! Saludos. Deseo estes pasando una hermosa semana también!!!

usagui dijo... [Responder]

Hola Ada el capi me gusto gracias por la nueva historia se ve muy buena e interesante besos bye

nydia dijo... [Responder]

Hola cariño espero estas bien.me gusto el capitulo aunque pobre Leah no disfruto nada mas bien parecia aterrada pero la verdad no confio mucho en Sam...Besos nena y gracias por publicar....

Bell.mary dijo... [Responder]

Hola Ada me gusto el capitulo, no pense que tan pronto estuvieran juntos, pobre Leah sin duda fue muy doloroso para ella y siento que esta muy confundida con todo, y como dicen las demas es cierto tu primera vez es muy doloroso pero si tu pareja es dulce y amoroso puede ser algo muy hermoso, creo que Sam al principio fue dulce pero ya en el momento solo penso en disfrutar el y se olvido de ella, al igual desconfio un poco de el, pero veremos a ver que sucede como avance la historia,,, espero que despues no se arrepienta de esto........Besos y cuidate mucho

Paula B. dijo... [Responder]

Wooow que capitulo, lo sentí algo lamentable por lo que sufrio Leah. Y Sam como que va muy rapido yo tampoco creo que la ame de verdad, espero que Leah se recupere y que ya no la cege tanto el enamoramiento. Saludos a todas gracias x el capi Ada.