Capitulo 34: No me olvides...

Tweet

 No me olvides...

Se que no merezco nada, sé que ni siquiera puedo esperar tener un alma, sé que no puedo pretender tener fe si no creo en que tu puedas tener un lugar para mí allí arriba, si sé que arruiné todo y que mucho menos puedo perdonarme a mí mismo, lo que hice…

… si me merezco algo a pesar de que sé que no soy digno de esperar nada de ti, solo pido que ella no me olvide… no borres de su mente que la amo.

_Bella…_ susurré acercándome a un paso de ella, alcé la mano y en ese instante ella se agazapó sobre la cama de manera defensiva, un profundo siseo salió por entre sus dientes apretados, ella pareció sorprendida un segundo después por el sonido que había hecho.

“Entraré Edward” pensó Jassper con la mano en el pomo de la puerta “ella está muy alterada, sorprendida y abrumada… dale tiempo…”

_No_ dije consternado, ¿darle tiempo?... no, no…. no podía pasar más de un segundo, necesitaba saber si ella en verdad no me recordaba. _Bella, mírame_ pedí dando un paso más a ella. 

En ese momento todo pasó muy rápido.

Ella se lanzó sobre mí.

Su pequeño cuerpo enfundado por ese vestido de raso blanco, saltó desde la cama con ferocidad y antes de que sus manos llegaran hasta mi rostro, oí que una puerta era sacada de sus goznes  y chocaba con un ruido atronador en uno de los laterales de la habitación, dos pares de manos, en menos de lo que dura un rayo, tomaron a Bella de los hombros y de la cintura.

_No!_ grité cuando ví a mis hermanos luchar contra una Bella descontrolada, ella tenía su mirada fija en la mía, pero no veía odio en ellos, no podía vislumbrar lo que ella me había gritado en medio de su agonía, solo vi dolor, desconcierto y miedo… un miedo abrumador que me indicó que ella no tenía noción de lo que le había sucedido, de lo que estaba sucediendo.

 _Déjenla!_ gruñí.

Ellos no lo hicieron…

“Te matará idiota!... ayúdanos!”, pensó Jassper con toda la furia, sentí un poderoso remanso de tranquilidad y calma que él había emitido por toda la sala, algo que apaciguó solo un poco la lucha de Bella. Pero no era suficiente… ella seguía retorciendo su cuerpo entre los fuertes brazos de Emmett que a penas podía sostenerla y Jassper contraía su rostro en concentración, dándole la paz que necesitaba mientras sus manos sostenían fuertemente ambos brazos de ella.

_Bella, cariño_ dije suavemente. Ella seguí retorciéndose y su rostro asustado miraba por toda la habitación en busca de un escape, no estaba utilizando la totalidad de su fuerza, porque si lo hubiese hecho estaba seguro que Emmett estaría derribado contra el suelo junto a Jassper, pero ella podía descubrir que gozaba de esas atribuciones y aprovecharlas, por lo que debía apresurarme.

Me aproximé a ella…

Alcé las manos a modos de rendición y lentamente, casi imperceptiblemente me acerqué unos centímetros a ella,

“Nos derribará idiota, solo ayúdanos y sostengámosla” pensó Emmett, lo miré tratando de hacerle entender con la mirada que esperara, que necesitaba más tiempo.  “Ella no entiende de paciencia Edward… no puedo creer su reacción, pero puede ser por la experiencia traumática que vivió antes de su transformación… debes llamar a Carlisle”

Maldición…

Miré a mi amor otra vez y cerré mis manos en puño, no podía creer que estuviera sucediendo esto… no cuando estábamos felices juntos, en nuestro mejor momento…

_Bella!... soy yo, recuérdame por favor_ gemí dolorosamente…

_No!_ gritó ella antes de tratar de zafarse de Emmett, el utilizó el máximo de sus fuerzas para sostenerla en su lugar y Jassper en un solo movimiento la tomó de la cintura y la azotó contera la pared, la espalda de Bella chocó estrepitosamente contra la mampostería… las ventanas temblaron. _No puedo… no sé…_ masculló ella confundida y enojada consigo misma.

_Soy yo cariño…_ susurré penosamente, mi alma rota y resquebrajada, mi corazón en sus manos y ella estrujándolo hasta sacar el último vestigio de vida… sin saberlo si quiera, ella me estaba destruyendo… _por favor…_

Jassper una vez más probó manipular el estado de ánimo de Bella y consiguió solo una leve relajación de sus músculos.

_Bella…_ susurró él en su oído, su cuerpo tembló cuando ella azotó para liberarse _oye cariño, somos nosotros… soy Jasper ¿recuerdas? _ ella miró el suelo con las pupilas perdidas, como pre visualizando algo, me recordaba al rictus de Alice cada vez que venía una visión.

Ni siquiera podía leer su misteriosa mente!... ¿Qué era lo que pasaba por su cabeza?...

_James…_ salió suavemente de sus labios, el rostro de ella se tornó en una mueca de odio inconmensurable, pero casi en seguida, casi con la rapidez de un microsegundo, su rostro cambió. Alzó la mirada asustada y buscó con sus ojos rubí por toda la habitación, vi el miedo, el pavor reflejado en sus ojos.

_No está_ dije con derrota, _lo maté…_ apreté los dientes y cerré las manos en puño. Mis palmas picaban para volver al bosque y encontrarlo vivo, solo para volver a destruirlo.

Ella jadeó y gimió mirándome nuevamente, sus ojos desenfocados me miraban con odio absoluto,

_Yo!!_ gritó ásperamente, su voz en un gruñido, jadeó y vi la cara de dolor y odio que se reflejaba en Jassper, él sentía lo que ella sentía y podía decir que nunca había visto a Jassper con tanto odio en el rostro. _Yo tenía que acabarlo!_ gruñó mi Bella, una Bella que ahora desconocida, lejos de ser la dulce niña de la que me enamoré, ahora era dominaba por su monstruo interior, el mismo que yo por tantos años, había tratado de dejar en mi interior.

Entonces mi teléfono vibró en mi bolsillo, sabía que podía ser Alice o Carlisle, ambos en ese momento eran inoportunos. Mis hermanos y yo luchábamos contra un neófito recién nacido, sediento de sangre y al parecer también, hambriento de venganza.

_Si…_ dije al teléfono sin dejar de mirar a mi amor, cuyos ojos me miraban desenfocados, como tratando de entender.

_Por favor escúchame…_ comenzó a hablar rápidamente mi hermana,

_Alice… ¿por qué no me dijiste que esto sucedería? ¿por qué no lo viste?_ dije entre dientes,

_Dios Edw… yo… yo no pude ver con claridad, no podíamos saber la reacción de Bella hasta que te viera al despertar, lo siento…_

_No!..._ gemí dolorosamente, llevé una mano a mi cabello y lo revolví con frustración. _¿Qué ves ahora Alice? ¿A caso aquí terminó todo? ¿Esto será permanente?_

_No lo sé… no he visto nada aún_ ella parecía dolida también. La línea quedó en silencio.

_Déjame hablar con Carlisle_ en seguida oí el intercambio de manos y a mi padre llegar al teléfono

_Hijo, lo importante es que no se asuste… traten de calmarla_

_No podemos, Emmett y Jassper la tienen que sujeta, ella está asustada ya_ aclaré…

_Lo sé, ella te tiene que reconocer hijo, háblale, hazle saber de alguna manera que eres el hombre que la ama…_ la voz de mi padre era desesperado,

_Eso será difícil, no me deja acercarme_ dije con la garganta cerrada y mi mirada fija en ella, se había tranquilizado mientras yo estaba hablando, sus ojos se habían suavizado y su cuerpo estaba al parecer relajado en los brazos de mis hermanos que ya no luchaban contra ella. _déjame ver que hago…_

_No la presiones hijo, ella pasó por mucho estrés antes de su transformación, nunca vi que sucediera antes, a excepción de Alice… solo, trae a nuestra Bella de vuelta_ murmuró antes de cortar la llamada, guardé el celular en mi bolsillo y solo me quedé allí parado frente al amor de mi existencia sin saber certeramente qué hacer.

Miré a Jassper buscando un consejo, una opción basándome en lo que recibe de ella,

“Estoy haciendo un esfuerzo aquí, su ansiedad es grande, pero su miedo aún mayor” pensó él interpretando mi pedido de ayuda silencioso.

Bien, debía ser cauto, ese era un primer paso.

_Bella…_ susurré despacio, ella fijó su mirada rubí en mí, vi cada músculo tensionarse en estado de alerta, ¿ella me temía? ¿ella realmente me odiaba?... _¿qué recuerdas Bella? ¿qué es cariño?_

Por favor háblame… háblame amor… te necesito de vuelta…

_Yo… yo no puedo_ sacudió su cabeza en frustración, sus puños se cerraron y sus ojos también _James… no hay más que James, él me mató, él tomó mi vida… él me dejó morir lentamente y luego… luego de agonizar frente a sus ojos, me mordió y ahora estoy aquí, solo… recuerdo el dolor_ su voz fuerte al mencionar a su asesino se transformó en un susurro lastimoso, ella lloraba y sus ojos escarlatas no emitían lágrimas, era extraño ver eso en ella. Iba a ser extraño verla como una como yo.

_Bella lo siento…_ susurré, mis manos en puño temblaron a lado de mi cuerpo, podría haberlo matado una y otra vez más por hacerle eso a mi niña,

_Lo siento_ murmuró al abrir los ojos una vez más.

_Suéltenla_ dije a mis hermanos,

“Estás loco, ella se escapará… ella no nos recuerda, querrá irse” la mirada de Jassper era tan desesperada como sus pensamientos, “somos desconocidos y por ende el peligro, Edward…”

_Suéltala Jassper_ dije entre dientes. Ellos finalmente la soltaron aunque permanecieron atentos, Emmett me miraba consternado,

“¿Qué pretendes hermano, sé que tu no la dejarías ir así como así… pero…”

_Bella… ¿qué sientes? ¿Qué recuerdas además de eso?_ dije tratando de parecer tranquilo, ella tenía que confiar en mí y decirme algo que pudiera utilizar. Necesitaba encontrar algo… esto no podía terminar así.

Ella miró al suelo, su mirada consternada, sus ojos desenfocados como si tratara de recordar,

_¿No recuerdas nada más?_ pregunté con cautela _

Ella se esforzaba, podía ver que lo hacía, pero negaba con la cabeza frenéticamente y cerraba los ojos como queriendo deshacerse de recuerdos tormentosos,

_No… no, nada más_

Oh cielos…

_Por favor Bella… por favor mírame, debes recordarme, debes saber quién soy_ dije acercándome un paso a ella, no podía contenerme, no podía dejar que esto terminara así, no de esta manera. No podía dejar que James me quitara lo único más hermoso que me había sucedido en mi vida, no podía quitarle su niñez, su juventud junto a mí, el despertar de su amor por mí… oh dios, no podía.

_Por favor_ suplicó ella recostando su espalda en la pared,

“Edward la estas volviendo a asustar” Emmett crispaba sus manos preparándolas para tomarla nuevamente, negué con la cabeza, lo que menos quería era una Bella neófita asustada y enojada con nosotros.

_Tu niñez… ¿recuerdas algo?... nuestros viajes, la primera vez que vimos las estrellas juntos ¿recuerdas algo de eso? ¿recuerdas algo de nuestra vida juntos?_ murmuré con cautela, ella cerró los ojos y su rostro decayó, negó con la cabeza. Sentí que caía en un abismo, mi pecho oprimido y mi garganta reseca, mis rodillas parecían débiles y pronto me dejé caer en el suelo sobre ellas, me sostuve con las manos sobre el suelo,  _¿no… recuerdas nada?_ susurré cerrando los ojos, mi voz se convirtió en un jadeo desesperado…

Ella no me recordaba…

_Lo siento_ susurró.

Llevé mis manos a mi cabeza y deseaba poder arrancarme, ya nada valía la pena ahora.

Ella había perdido todo recuerdo de su vida conmigo, su amor, ella había olvidado que la amaba más que a nadie en este mundo, ya no había rastros en su mente de nuestro tiempo en Italia, de nuestras noches en el prado, de cada día de su vida que yo había cuidado como un tesoro… ella había reprimido todo eso por causa de James, él acaparaba sus únicos recuerdos, él la dejó agonizar y solo sus actos quedaron plasmados en el recuerdo de mi amor, el más angustioso sufrimiento era lo único que había traído de su humanidad. Sentí la mano de alguien en mi hombro y sus pensamientos remotamente,

“Dale tiempo… ella nos recordará, lo sé. Nada está dicho aún, sino Alice lo hubiese visto”

_Vamos hermano, Bella necesita cazar, ella es nueva y…_ murmuró Emmett aún cerca de ella, en seguida la miré, ella tenía una mano puesta alrededor de su garganta y sus ojos viajaron de mí a la ventana más cercana, las aletas de su nariz se movían ligeramente y cada uno de sus músculos se tensaron. Sabía lo que olía… lo que Jasper y Emmett habían sentido todo el tiempo y lo que ahora tomaba claridad para mí…

Osos.

Sin alcanzar a reaccionar, Bella corrió como una ráfaga de viento hacía la ventana y los vidrios saltaron por todo el cuarto, en seguida fui detrás, ella había caído de pie en el patio trasero desde el tercer piso de la casa. En cuanto tocó el suelo ella comenzó a correr llevada por ese olor, por ese efluvio que la llamaba como el canto de una sirena, sabía lo que sentía…

Salté por la ventana seguido de mis hermanos y fuimos corriendo a más no poder detrás de ella,

“Con cautela Edward, ella está sumida en su deseo de matar, sabes lo que es eso… solo sigámosla de cerca, pero lo suficientemente lejos como para que no se sienta amenazada”

Me costó seguirla unos pasos atrás y mucho más sabiendo que lo que le esperaba más adelante, eran osos mucho más grandes que el propio Emmett, pero Jasper tenía razón… era peligroso hasta para nosotros que un vampiro neófito sienta la amenaza de otro vampiro en su primera caza.

Me resigné a seguirla de cerca, pero me aseguré de actuar con rapidez ante cualquier eventualidad,

“Edward calma, estas más ansioso que ella… lo hará bien, confía en su instinto vampirico, ella debe aprender”

Asentí brevemente y continué corriendo a su paso detrás, podía oír su nariz… olfateando el aire y cambiando levemente de dirección hacia donde ella podía percibir el fuerte y dulzón olor a sangre, lo estaba haciendo bien, estaba concentrada y parecía haberse olvidado de nosotros. Eso era lo que debía ser, ella estaba concentrada en su caza.

Olfateé el aire y me di cuenta de que estábamos cerca de una familia de osos pardos en las llanuras del este de Inglaterra, cerca de Londres pero aún así en los bosques lejos de toda población humana. Al menos por lo que conocía del área.

Se oía el arrullo del agua cerca de donde estábamos, los osos estaban buscando su propio alimento allí, por lo que supuse que sería más fácil llegar a ellos, estaban con las defensas bajas y distraídos, eran fáciles de cazar. Bella fue deteniendo su paso, ella era rápida, aunque era una característica común en todos los neófitos, me dí cuenta cuando vi en los ojos de mis hermanos que ellos venían mucho más detrás que yo.

“Nos quedaremos cerca Edward…” pensó Emmett antes de desviarse unos metros entre los árboles.

Más adelante, en el linde del bosque, estaba la orilla de un río… podía sentir la presencia de tres osos adultos y dos pequeños, oía el sonido del zarpasos pegar contra el agua, por lo que supuse estaban cazando los peces de río. Los más pequeños gruñían llamando a los adultos por comida, Bella simplemente observaba en posición de caza, la actividad en la orilla del río. Los osos estaban ajenos a nosotros y podía sentir el dulzor concentrado de los oseznos, por supuesto con sangre más deliciosa que los adultos, sabía que Bella podía sentirlo también.

Entonces ella se agazapó, sus músculos más definidos levemente tensionados, su nariz olfateando obsesamente. Con movimientos aleonados fue caminando agazapada hasta donde el límite de las sombras la protegía, ella se veía hermosa… gloriosa aún tan salvaje.

Y entonces en un solo movimiento saltó cruzando el río y cayendo en el lomo de uno de los osos… oh Bella… ¿por qué tuviste que elegir el más grande?

Corrí hasta la orilla contraria alarmado, me carcomía la ansiedad al verla a ella luchar con esa bestia a comparación de su pequeño cuerpo, pero ella se mantuvo firme en su lomo tanteando el cuello con sus dedos entre el pelo del animal, seguramente buscando la yugular… ¡Solo muérdelo por dios santo!

Vi al oso de a lado pararse con un feroz rugido en cuanto percibió la alarma del animal atacado, vi lentamente como levantaba la zarpa hacia Bella, entonces ella concentrada en su presa clavó los dientes en la gruesa piel…

En seguida me acuclillé en el suelo y salté hacia el animal que estaba a punto de descargar su fuerza en la espada de Bella, sabía que no podía hacerle daño… pero era imposible dejar de verla como una frágil humana de la noche a la mañana, no podía. Caí sobre el animal y de un solo movimiento hundí mis dientes en su yogular mientras que con mis manos rompía su cuello, el gran oso cayó sin vida al suelo y gemí con el dulce sabor del animal estallando en mi boca. Levanté los ojos mientras traga en largos sorbos y vi a Bella sobre el oso que yacía en el suelo agonizando mientras ella sorbía su vida, ella levantó sus ojos también y trabamos nuestras miradas.

Ella parecía tan sensual… tan endemoniadamente seductora así tan cual estaba, el cabello revuelto, la mirada ardiente y roza como las brazas ardientes, un hilo de sangre corriendo por la comisura de sus labios mientras la sentía gemir mientras tragaba, sus piernas desnudas a cada lado del cuerpo del animal, sus manos pequeñas sujetas a cada lado de la gran cabeza. Entonces ella terminó y enderezó su espalda sin dejar de mirarme y con el dorso de su mano limpió el hilo de sangre que bajaba hasta su barbilla y relamió sus labios húmedos y rojizos para luego descansar sus manos en el pecho del animal y sostenerse allí mientras me miraba.  

No me importó nada… si tenía que luchar otra vez para ganarme su amor, si tenía que pasar el resto de mi existencia luchando por ella, lo haría, haría que me volviera a recordar, pero sobre todo, iba a hacer que me amara nuevamente.

Sus ojos se abrieron de la sorpresa mientras yo dejaba el cuello de mi oso, el cual estaba vacío, pero sus ojos no estaban dirigidos a mí, ella veía tras de mi espalda, una mueca de horror  se vislumbró en su cara y gritó mi nombre… mi maldito nombre.

Me quedé en shock, ella había gritado mi nombre…

Entonces un rugido retumbó en los árboles del bosque y rompió el silencio y no la vi más. Una ráfaga de viento pasó por mi lado y sentí cómo su cuerpo chocaba abruptamente con algo más… al voltear  la vi dejando caer el cuerpo sin vida de un oso, que estaba solo a menos de dos metros de mí. Ella había quebrado su cuello.

_Bella…_ susurré abrumado, ¿ella me había defendido de un oso?.. Ella había recordado mi maldito nombre!...

Corrí hasta ella y la tomé de los hombros y la volteé hacia mí, su rostro asustado miraba el suelo, su hermosa palidez manchada de sangre y con una mueca de miedo en su rostro. Ella ya no era caliente como antes, su piel no me sumía en las brazas como cuando la tocaba antes, ahora éramos iguales, ahora era cálida…

_Bella…_ repetí, ella miraba el suelo con sus brazos caídos al costado de su cuerpo, la sacudí ligeramente y fue cuando ella comenzó a estremecerse entre sollozos, sus manos se ciñeron en la tela de mi camisa, en mi cintura y su frente se recostó en mi pecho,

_Perdóname_ pidió,

_¿Por qué pequeña?..._  acaricié su cabello alborotado y ella sollozó en mi pecho,

_Por no haberte recordado…_

Oh cielos…

_Ese oso levantó su zarpa hacia ti, dios…_ gimió _iba directo a tu cabeza!. Edward! Oh cielos, Edward no me hagas algo así de nuevo, no lo soportaría!_ lloró.

No lo podía creer, sus brazos recorrieron mi cintura hasta mi espalda y me abrazó acercándome a ella, su abrazo era fuerte y firme, más fuerte de lo que podía soportar, pero era de mi Bella… ¿ella me había recordado?…

_Bella, cariño_ susurré besando el tope de su cabeza,

_Te amo tanto Edward, perdóname por haberte dicho tantas cosas horribles, lo recuerdo… recuerdo las cosas que te grité. Perdóname mi amor… verte en peligro fue lo que me sacudió, era como un sueño, como una horrible pesadilla, sabía que debía recordarte, pero no entendía por qué… cuando vi el oso detrás de ti, supe que era porque te amaba, te amo._ su voz era triste y contenía arrepentimiento. Pero yo tenía mi pecho como si no pudiera estar más feliz…

_Entonces… ¿estas de vuelta conmigo?_ murmuré sin poder contenerme, quería abrazarla, quería besarla, pero no deseaba que ella se alterara si todavía no me recordaba con claridad. Ella rió en mi pecho.

_Si mi amor._ levantó la cabeza e hizo algo inesperado, puso sus manos en mi pecho y me empujó con fuerza, volé hacia atrás y caí en medio del agua del río, cuando salí a la superficie la miré y ella reía feliz…

Dios… tan hermosa…

“Ahí está nuestra pequeña de vuelta” los pensamientos de Emmett venían de algún lado.

Si Emm, nuestra Bella estaba de vuelta….

Entonces ella de un saltó también cayó al agua y nadó hasta mí, me alcanzó y envolvió sus brazos en mi cuello y sus piernas en mi cintura, alcé mis manos solo para apartar el cabello mojado de su rostro y tomar sus mejillas, nuestros ojos se buscaron y a pesar de su color rubí, vi reflejado en ellos todo el amor que un día ella me había profesado,

_Te amo_ le dije con reverencia, ella sonrió y miró mis labios, acercó su boca a la mía y por primera vez, desde que había nacido a esta vida, pude besarla con todo lo que había en mí, sin privarme de nada, sin cuidados ni restricciones… la besé con tanta locura que gemimos en nuestras bocas palpando el amor finalmente… allí estaba mi Bella de vuelta.

__________________________

Bueno!!... si amores... nos queda solo un capitulo más y luego el epílogo... espero que hayan disfrutado esto, las amo y déjenme sus palabras! besotes!