Capitulo 2: Recordando

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Recordando

Terminé de leer “Mary y su caballo azul” a mi niña, que ya estaba dormida en su cama con su pequeño dedo pulgar en la boca, cerré el libro y lo dejé sobre su mesa de luz, me paré y me incliné a dejar un beso en su frente

_Duerme bien cariño_ susurré apagando la luz de su velador, acomodé su ropa de cama para que por la noche no se destapara y salí del cuarto dejando la puerta entreabierta para que entrara un haz de luz. Sentí ruidos en la cocina así que supuse que Edward estaba lavando la bajilla, habíamos comido el pastel de fresa que tanto le gustaba y luego habíamos pedido pizza para comer.

Habíamos salido del aeropuerto directo al hotel donde se hospedaría, el cuarto que había reservado era más grande que mi propio departamento y me avergoncé de haberle ofrecido en un primer momento el sofá de la sala para quedarse, estúpida… él era un hombre de mundo, tenía éxito en Paris y su familia era una de las familias mejor acomodadas de Seattle ¿cómo iba a querer pasar una noche en la incomodidad de un sofá de dos cuerpos en un pequeño apartamento teniendo la posibilidad de hospedarse en un lujoso cuarto de hotel?... por supuesto él se había negado apelando que no quería incomodar a Jake o a mi hija, pero sabía que él estaba acostumbrado a la comodidad, no lo culpaba.

Caminé hacia la cocina y tomé el paño para secar la vajilla

_¿Se durmió?_ preguntó colocando un último plato en el escurridor

_Si… estaba muy cansada_ tomé ese plato y comencé a secarlo _estuvo todo el día excitada, fuimos de compras temprano y anduvo con Alice hasta tarde, ya sabes… Alice cansa a cualquiera_ reímos juntos, Alice era un desastre de la naturaleza…

_ Mañana estamos invitados a almorzar en casa de mis padres, iras ¿verdad?_ preguntó secándose las manos con el paño que yo estaba utilizando, _Alice me llamó cuando el avión aterrizó…_

_Si, aunque por la tarde tengo el ensayo de la boda, igualmente Alice ya lo sabe, ella es como mi agenda personal…_ meneé la cabeza ante esa afirmación, si no fuera por ella yo me hubiera perdido varios sucesos de la vida.

_Compré esto en el freeshop del aeropuerto_ dijo tomando una pequeña bolsa de la heladera _hay que hacer una pequeña celebración ¿no crees?_ dijo sacando una botella de Chandon. Sonreí ante su gusto de vinos y champagne, él nunca desilusionaba…

_Eso te debe haber costado una fortuna_ dije recordando los precios del supermercado, mi trabajo de medio tiempo en el supermercado del centro me había dado lecciones de economía del hogar y ciertamente un Chandon era hablar mucho para mí…

_Nada en comparación de lo que vale compartirlo en tu compañía_ murmuró descorchando la botella, por supuesto Edward siempre encontraba lo indicado para decir.

_Me temo que no tengo copas de champagne_ dije sacando dos copas para vino, Alice me las había regalado en vista de las pijamadas que hacíamos en casa con una buena botella de vino y todo incluido. Él rió y caminó hacia el sofá, lo seguí y dejé las dos copas junto a la botella que él había dejado sobre la mesa baja

_Ven aquí_ dijo palmeando un lado del sofá junto a él _tengo algo más para ti_

_Edward, sabes que no me gustan los obsequios_ dije sentándome a su lado mientras él abría el pequeño bolso de mano que había llevado junto a él _suficiente con la muñeca francesa que le regalaste a Ali… suficiente con tu presencia_

_Nunca será suficiente para ti Bells_ murmuró sacando un pequeño paquete con papel dorado, _ esto es para la novia_ me tendió el paquete y lo tomé vacilante

_¿Qué es?_ pronuncié la pregunta tonta

_Ábrelo_ dijo él mientras vertía champagne en las copas.

Tomé la punta del lazo azul y abrí vacilante, el papel dejó al descubierto una cajita cuadrada pequeña de terciopelo negro y me estremecí. Toda mi vida había soñado con recibir esa pequeña cajita cuadrada de terciopelo… per Jacob me dio su anillo una tarde en su taller, lo encontré en la punta de mi cuchara ante de llevar a mi boca un trozo de pastel de limón que él mismo había hecho… esa fue su manera de pedirme en matrimonio.

Dejé mis pensamientos detrás y abrí la cajita luego de la impresión inicial, un hermoso par de sarcillos de plata con una piedra pendiendo se acomodaba dentro de la mullida cajita

_Algo azul_ dijo el hombre a mi lado _son zafiros, espero que te gusten…_ abrí la boca y los ojos tratando de encontrar palabras para decir, pero… nada… _las novias siempre visten algo azul… como tradición, aunque si no te gustan podemos cambiarl…

_No!... ¿qué? ¿Estás bromeando?_ dije tocando con las yemas de mis dedos los hermosos pendientes _son hermosos… gracias_

Cerré la cajita y abracé a mi amigo envolviendo su cuello con mis brazos, él siempre sabía cómo sorprenderme…

_Hay algo más_ dijo deshaciendo mi abrazo, se inclinó hacia su pequeño bolso y sacó otro paquete, este no era pequeño como el otro…

_¿Qué es?... Edward… no puedo creer que te hayas tomado la molestia

_No es ninguna molestia, te hubiera traído la torre Eiffel si pudiera… lo sabes ¿no?_ dijo seriamente, asentí y tomé el paquete que me entregaba. _ábrelo_

Desgarré el papel entre mis dedos con cierto entusiasmo, hacia mucho que no había recibido un obsequio, y a pesar de que no me agradara la idea de que alguien gastara dinero en mí, era lindo recibir cosas de Edward, por supuesto nunca lo admitiría.

_Oh por dios…_ exclamé al descubrir la caja con chocolates parisinos frente a mí _esto… esto es pecaminoso Edward, no podría ni comer uno sin pensar en que cada uno de estos vale no sé cuantos euros…_

_Bella solo cómelo y deja de pensar en el precio…_ dijo divertido, abrí la cubierta de la caja y cada uno de los bombones estaba dispuesto prolijamente envueltos en papel delicado con azúcar extrafina a modo de protección, se veían deliciosos…

_Mañana los compartiré con Ali…_ dije tratando de disimular el agua que se había juntado en mi boca, parecía el maldito perro de Pavlov. Cerré la caja pero la mano de Edward me lo impidió

_También traje una caja para Alizzé_ murmuró abriendo la caja nuevamente, lo miré con el ceño fruncido

_¿Le trajiste dulces a la niña?_

_Hey! Déjala vivir Bells, la niña tiene edad de disfrutar los dulces… prometo que se los daré luego del almuerzo_

_Mas te vale_ dije amenazante. Él tomó un bombón de la caja y lo desenvolvió…

_¿Lo quieres?_ dijo poniendo el bombón delante de mis ojos, de repente me sentí como Jerry mientras Tom lo tentaba con el queso para cazarlo.

_Si…_ dije ignorando mi boca hecha agua

_Bien, abre la boca_ sostuvo el bombón a lo alto y abrí la boca, él acercó sus dedos y deposito el chocolate en mi lengua. _mmm…_ gemí al morder, una especie de licor y chocolate líquido había explotado en mi boca.

_Si… ese es el efecto esperado_ murmuró sonriente. Degusté lentamente y tomé la copa de champagne que él me acercaba, _ahora bebe_ demandó. Tomé la copa en mi mano y tomé un sorbo, el amargo del vino conjugaba a la perfección con el chocolate dándole un sabor especial… exquisito al paladar.

_ Y dime… ¿cómo es que lo conociste?_ murmuró sorbiendo de su copa

_Lo hablamos miles de veces, ya sabes la historia_ dije dando un sorbo más del Chandón

_Si… pero no de tus propios labios, siempre por mail o por carta, por cierto buena idea esa de mantener la vieja usanza_ levantó la copa a modo de brindis

_Si… ya sabes lo nostálgica que soy, sumado el hecho de que en casa mi modem es horriblemente viejo y funciona cuando quiere_

_Cierto, pero gracias a tus cartas me convertí en filatélico_ dijo riendo _colecciono estampillas ahora…_

_Y gracias a ti tengo mi pequeña colección de estampillas francesas, gracias_ murmuré eligiendo otro bombón.

_Cuéntame_ insistió acomodándose en el sofá, pensé en su pregunta y me pareció gracioso el hecho de estar contándoselo por enésima vez… ni Jacob estaba tan interesado en cómo nos habíamos conocido mi mejor amigo y yo y por qué era tan importante para mí.

_Ok…_ me acomodé en el sofá recostándome en su pecho, mis dedos jugaban con el botón de su camisa _lo conocí cuando fui a Forks, antes de que Ali naciera. ¿Recuerdas que decidí tenerla allí?_ él asintió rodeando mis hombros con su brazo y acariciando mi cabello, sabía que hablarle de mi embarazo lo ponía mal, _bueno… él y su padre visitaban a Charlie asiduamente así que mientras yo estuve allí él y yo nos hicimos buenos amigos._

_Si… recuerdo que cada vez que te llamaba estabas ocupada con tu nuevo amigo_ dijo en tono de reproche

_Si, al igual a cuando yo te llamaba… siempre había una “mon chéri” respondiendo por ti_ repliqué

_Si, pero yo hablaba contigo no importara quién estuviera conmigo._

_Hey! Yo igual!_ dije golpeando su pecho con una pequeña palmadita, él rió…

_Bueno, bueno… eso es discutible_ murmuró _siento todas esas veces que alguien más tomó la llamada_

_Lo sé_ murmuré levantando levemente la cabeza para verlo a los ojos _me pregunto ¿por qué una distinta cada vez?_ apoyé mi mentón en su pecho esperando la respuesta. Era sabido en Forks que Edward Cullen era un galán sin remedio, él había flirteado con cada chica del Instituto al que asistíamos juntos, lamentablemente tuve que sufrir amistades convenientes de ciertas chicas que, por querer estar cerca de él, hacer buenas migas con su mejor amiga o se acercaban a mí para pedir consejo de cómo conquistarlo, ciertamente tener la amistad incondicional con Edward Cullen traía sus pros y sus contras… esas eran las contras, sin contar el grupo de chicas celosas que me hacían la vida imposible por ser la afortunada que siempre estaba a su lado y los pro… bueno, eso si eran siempre lo mejor!... obtener la entrada fácil a cada bar y club que al que asistíamos, revisiones médicas gratis… Carlisle era un gran doctor!, sin contar los regalo de sus admiradores que compartía conmigo, como las entradas al cine que recibió para usarlas con quien las envió, pero que él lo creyó más entretenido si las utilizaba conmigo… Jurassic Park fue una película muy entretenida.

_Bueno, no tengo tu suerte de haber encontrado aún a la mujer de mi vida._ dijo sin más, salí de mi nebulosa y pestañeé

_Bueno… ¿es cuestión de suerte? ¿No es simplemente encontrar alguien con quien te sientas cómodo y compartan muchas cosas juntos y con quién no temas al futuro?_ pregunté incrédula al enterarme que Edward no había encontrado esas cosas aún con alguien.

_¿Eso es lo que tú sientes?_ preguntó separándose ligeramente de mí para verme bien, llevé una mano a su entrecejo y lo acaricié levemente para hacer desaparecer ese ceño fruncido _Isabella Swan, sé que tal vez es difícil para ti creer en el amor. La única vez que te enamoraste… bueno, nació… Ali, pero… de todas formas, ¿no amas a Jacob?_

_Primero que nada, lo de Alizzé fue un caso aislado… yo… pensé que eso que sentía por su… por James, era amor._ me detuve un momento al ver que no era doloroso como al principio decir su nombre _... eso fue alguna especie de fascinación. De todas maneras, yo a Jake lo quiero mucho, él me ayudó cuando estuve embarazada, si no hubiese sido por él Ali habría nacido en el piso de la cocina, ya sabes… Charlie estaba de guardia y … mi hija lo quiere, a él no le importó que la tuviera, él supo desde un principio que estar conmigo implicaba estar con mi hija también…_

Edward apretó su abrazo y lo sentí gemir levemente

_Bella, siento haberme perdido el parto, tendría que haber estado allí para ti, tendría que haber tomado el primer avión que estuviera disponible… yo debí…

_Estabas en medio de algo importante_ dije ya casi somnolienta, lamentarse a esa altura no era bueno para ninguno de los dos

_Lo sé, aunque no tan importante como mi mejor amiga dando a luz a su hija… eso era mucho más importante que un máster en arte y literatura_

_Hey… al menos tu cumpliste el sueño de ambos, valió la pena no tenerte ese día, a propósito ¿qué tal el trabajo?_ bostecé sobre su camisa y me acurruqué más hacia él, había extrañado ese calor que despedía su cuerpo y de solo sentirlo vinieron a mi cabeza las cientos de veces que me había acomodado en su pecho para mirar alguna película o simplemente charlar.

_Bien… sacando el hecho de que he estado lo bastante abocado a él durante todos estos años como para no tener ni tiempo para venir a verte… a verlos._ dijo con un tono sarcástico,

_Edward_ repliqué separándome de él para mirarlo _¿puedes dejar de condenarte a ti mismo?... estuviste creciendo en tu carrera, estuviste presente en todo momento, con tus llamadas, tus correos electrónicos, tus presentes… a demás Edward, no era tu obligación cuidar de mí, ya ves que me las supe arreglar solita. Tu familia siempre me acompañó y era como si estuvieras tú conmigo…_

_Bella_ dijo él poniendo sus codos en las rodillas y sus manos en su cabello, luego levantó la cabeza y me miró con la pena y la culpa en sus ojos… me imaginé que algo así iba a suceder, Edward solía cargar con los problemas como si fuera el mundo sobre sus hombros _odio haber estado lejos cuando eso sucedió… ya sabes, yo… tal vez no te hubiera dejado ir con él… siempre me dio mala espina y cuando hizo lo que hizo solo…

_Alice me contó, ella había ido a Europa ¿recuerdas?... ella te contó lo que sucedió._ solté una risita aunque la situación no era nada cómica, aunque sí lo era la reacción de Edward

_No sé por qué te ríes, no fue nada fácil enterarme y no poder hacer nada…_

_Si, lo sé. Alice me contó que lo primero que hiciste fue tomar un hermoso cuenco de cristal que te envió Esme para tu cumpleaños y lanzarlo a la pared con toda tu fuerza_ reí…_ y luego te pusiste rojo y te tomaste el cabello, Alice creyó que ibas a quedar calvo._ reí más fuerte al imaginármelo _... y luego… dijo que gritaste “Maldito hijo de perra que tocó a mi ángel! Malnacido profanador de ángeles!”_

_Bella…_ gimió escondiendo su rostro entre sus manos, _ si hubiese estado aquí le hubiera arrancado los huevos y se los hubiese atado a la garganta para que el hijo de puta no volviese a coger jamás._ abrí los ojos sorprendida y tratando de recordar la última vez que lo había oído decir tanta grosería junta, no recordé ninguna…

_Hey! lindo lenguaje para un Licenciado en arte y literatura medieval sin contar tu máster en literatura francesa y mi niña de cinco años durmiendo a unos metros nuestros_

_Disculpa…_ dijo fijando sus ojos a los míos _ pensar en eso no me ayuda mucho_

_Lo sé_ murmuré acercándome a él, llevé mi mano a su mejilla y la acaricié, él era un hombre tan noble… _quién te tenga será una maldita afortunada_ le susurré.

Él me atrajo a sus brazos y hundió su nariz en mi cabello aspirando fuertemente, un gemido ahogado resonó en su garganta mientras sus manos acariciaban mi cintura

_¿Puedo decirte algo?_ murmuró sobre mi cabello

_¿Qué?_

_Gracias por continuar incluyéndome en tu vida, soy un maldito afortunado… y…_ levantó la cabeza de mi hombro y recargó su frente contra la mía, una sonrisa gloriosa surcó su rostro _ gracias por haberle puesto Alizzé, cuando me preguntaste por un nombre francés nunca creí que se lo pondrías… gracias_

_No es nada, apenas me lo dijiste ya me había gustado_ me alcé de hombros. Él sonrió y se apartó de mí para ponerse de pié.

_Es tarde ya… mañana paso a recogerte para ir a casa de mis padres._ dijo caminando hacia la silla y tomando su abrigo, recogió su pequeño bolso y lo echó al hombro. Me paré del sofá y caminé hacia la puerta del departamento para abrir la puerta

_Gracias por los obsequios… y por las pizzas. Mañana estaremos preparadas._ él asintió acercándose, se veía agotado y me arrepentí haberlo estado reteniendo hasta tan tarde luego del un largo vuelo, Paris no quedaba a la vuelta de la esquina.

_Ok, cuídate… y pon seguro a la puerta_ murmuró, rodé los ojos, esa era la última cosa que decía cada vez que nos despedíamos luego de una llamada o un mail…

_Si señor_ respondí con voz dura, él rió y tomó mis mejillas para poner un beso en mi frente… y salió por la puerta.

_Au revoir_ escuché… y esa era la segunda frase que decía al momento de despedirse… y se oía tan bien saliendo de sus labios.

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Bien gente este el segundo capitulo de este Fic, enserio no saben lo felices que estamos por poder compartilo con uds.
Esparamos les guste.