Miedo al amor, Salvándote

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Salvándote.

POV Edward.

Estaba dando una vuelta nocturna en mi Volvo plateado a una velocidad muy lenta para mí, que soy… bueno, en realidad no es de mucha importancia que soy, pero que para un verdadero humano seria exceso de velocidad.

Conduje por la calle que me llevaba a la preparatoria, ¡ja! Que poco importaba para mi entrar a una nueva escuela, pero Carslie me obligaba para guardar las apariencias, de nuevo aburridos humanos mirándome a mí, el nuevo estudiante, ¿que tenia de genial estar viendo a todas horas a un simple… digamos chico que se cambiaba de escuela para entrar a otra?, bueno, para ellos debe ser más que eso, lo sabré mañana que pise ese edificio para volver a tomar clases, que yo ya me las sabia más que de memoria, yo podría ser mejor maestro de los que se encontraban ahora enseñando a jóvenes humanos con la misma apariencia que yo, solo que yo estaba estancado en la misma edad, nunca avanzaría, nunca moriría, si me había ido de este mundo, pero regrese convertido en el monstruo que no deseaba ser, me olvide de ese tema aburrido, decidi concentrarme en otra cosa.

Todo estaba muy tranquilo, pero no en mi mente, oía demasiados pensamientos en mi cabeza, que si prestaba demasiada atención, eso podría arrastrarme como un terremoto que derrumba todo lo que se encuentra a su paso desbocadamente y para sin saber como oí a una niña rezándole a Dios y pidiendo la paz mundial, otro subconsciente que me dirigió a una madre arropando a su hijo y diciendo “buenas noches mi amor”, para terminar despidiéndose con un beso en su pequeña frente…luego me concentre en un solo pensamiento, un hombre con una mujer, no era una mujer, era una chica, estaba besándola pero…la chica parecía resistirse…en ese momento sentí que la golpeaba!, mientras la muchacha daba un grito desesperado que no fue “escuchado” solo en mi mente, me hizo notar que estaba cerca…

Busque a la débil humana que era maltrataba por otro ser de su misma especie que había “oído” en mi subconsciente, solo que hombre, aunque la palabra correcta seria canalla, no estaba lejos, llegue rápido al callejón y frene en seco, en ese instante con toda mi furia que deje ver en mi rostro baje de mi auto.

Me acerque y lo aleje de ella tomándolo por el cuello de su camiseta, como él lo había hecho minutos antes en mi cabeza; con mucho mas enojo lo golpee en el estomago y luego en la nuca para después quedar noqueado frente a mis pies, derramando sangre por la esquina de su labio inferior.

¡Eso no es lo único que te mereces imbécil!, pero no me rebajare a tu nivel.

Trate de calmarme para después ir hacia ella para no asustarla, estaba temblando en el frio suelo protegiéndose con su cuerpo en posición fetal. No sabía cómo manejar esta situación, nunca lo había hecho, pero quería ayudarla, no deseaba verla así, débil, frágil… tome su hombro despacio con mi mano y le dije con voz suave.

-No temas, estas a salvo.

Por un momento dejo de temblar, se desato de su pose defensiva para levantarse, reponerse y luego voltear a mirarme…y mire eso maravillosos ojos chocolates que me hicieron sentir algo extraño dentro de mi cuerpo sin vida…que hermosos ojos, en ellos se reflejaba el majestuoso brillo de la luna, nada comparada con el destello de su vista posada en mi… con solo verme la luna podía dejar de destellar y fundirse como un simple e insignificante bombillo.

Que belleza me vine a encontrar en estas circunstancias, pero agradezco ser yo el tonto que “oyó” lo pensamientos del que te lastimo hermosa, volvería hacerlo, no me importaría que me hirieran, pero no sería tan doloroso como lo que este estúpido te hizo.

No sé cómo logre quitar de mi vista esos ojos preciosos, era un mal lugar para contemplar nuestros rostros, claro, estar en un callejón a estas horas de la noche, mientras el acosador de esta belleza que seguía mirándome sin decir palabra despertara en cualquier momento y lo arruinara todo.

Esos extraordinarios pozos achocolatados son lo mejor que veré en toda mi eternidad, no podre cambiar nunca de decisión, chocolate, mmm…ese color definitivamente iba a quedarse grabado en mi cabeza para siempre al lado de esta preciosura, el color café de ahora en adelante seria mi color favorito, me acordaría perfectamente de eso pozos tan relucientes, deslumbrantes, no me importaba si llegaba a marearme por ni dejar de pensar en otra cosa que en eso…sus esplendidos ojos mirándome de una forma única que nadie me había visto ni me verían, solo ella podría verme así, todo se centro en sus ojos, estaba loco por esos pozos, era demasiado bueno para ser verdad, un momento…!lo es, porque es verdad!

No sabía si tocarla o no, pero decidí ayudarla a levantarse, su piel con el pequeño contacto en que la levante del suelo y en el mismo instante en que evito mi contacto…la sentí rozar con la mía, sentí un toque eléctrico, peo su piel casi tan blanca como la mía era suave y el olor de su cabellera se desprendió hacia mí, un aroma a fresas…delicioso pero al mismo tiempo intocable porque no podía hacer eso, tocarla porque no estaba en su vida.

-Ven conmigo, te llevare a tu casa, no te hare daño, lo prometo-.Tal vez ella me diría “no” por estar aun asustada, pero no dejaría que se fuera sola a estas horas de la noche.

Me sorprendí, creí que tal vez lo dudaría, pero ni eso hizo, pero acepto, creyó en mis palabras ciegamente.

Le abrí la puerta del copiloto de mi auto, después de cerrarle la puerta educadamente, entrar en él, sentarme en el auto del piloto, encender el acelerador conduje una cuantas calles, pasando por unos semáforos que agradecía solo por esta vez, porque me hacían más eterna tenerla cerca de mi; llegamos a un edificio sencillo, baje del auto, le abrí la puerta de nuevo, esta vez para ayudarla a bajar cuidadosamente y otra vez me fui de este mundo y me sumergí en mi la sentir su piel en contacto con la mía.

Contrólate Edward, esta chica es muy interesante, tranquilízate o no tendrás oportunidad de volver a verla, pensara que eres un loco extraño, aunque lo eres, ¡ya!, ¡regresa al mundo real!

Entramos al edificio, ella fue directo al elevador y antes de que se me escapara me acerque y le dije –Deja que te ayude con tu mochila-. Me miro aun asustada ¿o no lo estaba? Y me respondió –No gracias, yo puedo sola-. Me dijo pero yo le insistí –Déjame hacer esto por ti, ¿sí?-. Otro momento más en que nuestras miradas se encontraron…

Presione el botón para entrar en el ascensor con ella, le indique cortésmente con mi mano que pasara ella primero, así lo hizo y después entre yo como un corderito detrás de su pastor, la acompañe cargando su mochila en mi hombro y otras veces en mi mano y colocándola de nuevo en mi hombro, hasta llegar a la habitación 116.

Me pare allí, coloque su mochila en la esquina de la puerta, di media vuelta y antes de tomar de nuevo el elevador, pero esta vez para bajar y alejarme de ella me detuvo su dulce voz que desde que paso todo no había hablado, cuando hablo fue algo mágico -¿Quieres pasar?-.

Acepte, su departamento era sencillo y contaba con lo necesario, las paredes eran blancas, a lo que pude apreciar sin llevar mi vista especial muy lejos.

Se condujo a la cocina de madera clara, cuando llego allí se volteo para mirarme y me dijo -¿Deseas tomar algo?-esa magnífica voz salía de su boca dulcemente.

-No, gracias-. Le conteste, entonces salió de la cocina para dirigirse al pequeño comedor y sentarse en una de las sillas, me invito a sentarme con sus ojos, a esos pozos no le podía decir “no”.

-Gracias…por salvarme-, contesto en el silencio de repente, ¡oh, esa voz!, esa muchacha tenía una majestuosa voz, pero no solo su voz al hablar me hacía sentir que en mi pecho, el lugar donde se suponía que debía estar mi corazón, volvía a bombear y a latir; su olor a fresas, su cabello, su piel suave que solo toque por un segundo varias insignificantes veces que para mi fueron mucho y muy importantes…

¿Qué estaba haciendo?, ¿Cómo podía pensar en ella de esa forma o solo permitirme alucinarla en mi cabeza?, ¿ qué me estaba pasando?, ¿porque ahora sucedía?

-De nada, no me lo agradezcas, mi intención solo fue ayudarte y que ese…al pronunciar esa palabras, hice bula uno de mis nudillos para tratar de no salir de allí, y buscar al desgraciado que la había lastimado para acabar de una vez con él, no solo golpearlo, ¡matarlo!; no pude terminar de responderle, decidid mejor cambiar de conversación.

-¿Estás bien?-, eso era lo único que me importaba, después de todo, por eso estaba aquí, ¿no?, en el departamento de una chica que no conocía, ni siquiera su nombre, ¡por Dios!, ¿Cómo se me puedo olvidar preguntarle su nombre a esta diosa?

-Si, estoy bien, gracias, no sé cómo agradecerte lo que hiciste por mí. Eso era fácil.

-Diciéndome tú nombre-. ¿Qué había hecho?, mi respuesta salió sin pedirla de mi boca, aunque mi cabeza interna tenía la culpa, no debía presionarla de esa manera, hace minutos que la había rescatado de las garras de otro humano loco, sin escrúpulos; pero no era del todo malo, porque claro que quería saber su nombre.

-Mmmm…ya es tarde, debo ir a la escuela mañana, y tú…tal vez vives lejos o tienes asuntos pendientes.

Evadiéndome, debí habérmelo imaginado, se retiro de su asiento para abrirme la puerta, hasta eso amablemente, creí que tal vez se enfurecería.

Avance hacia ella, antes de salir de allí, voltee a verla para reencontrarme con sus ojos divinos, preciosos, muy valiosos, más valiosos que cualquier gema que pudiera existir en este mundo, la seguí mirando mientras leía su mente…

…pero ¿Qué pasa?, no oigo nada, ¿Por qué?, tal vez no me estoy concentrando, volví a concentrarme…

-Buenas noches-, me dijo sacándome de mis pensamientos.

-Que descanses-, le respondí antes de salir de su habitación y cerrara la puerta.

Estando ya dentro del elevador seguí pensando en ella, en su voz…pero sobre todo pensando porque no pude adentrarme en su mente, fue lo más extraño y quería saber porque, ¡wow! Un humano que no puedo leer sus pensamientos, nunca me había pasado eso en mis largos y aburridos años de existencia conviviendo con los humanos sin darse cuenta de mi don especial, que algunas veces era repugnante oír lo que pensaban, sin ellos saber que yo podía escucharlos sin censura; pero la mayoría de las veces o siempre quería saber algo que no deseaban decirme verbalmente, y que no podría saber pero oírlo decir en la mente ajena.

Los humanos eran aburridos, hacían las mismas cosas aburridas todos los días, mismo horario, misma rutina, pero esta chica era muy especial para ser solo una humana mas del montón existente en este planeta, era diferente a los demás, alguna chispa había en ella que nadie al parecer conocía, pero la descubrí al verme por primera vez…una y otra vez…

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Twilightmaniaca: Chicas, ya volví, no me fui, perdón por hacerlas esperar en vano el miércoles pasado, discúlpenme, en serio, ya tenía el capitulo listo para entregárselo a Lullaby, pero por falta de tiempo no pude hacerlo, perdón por fallarles niñas, sobre tpdp a ti Lulla, en serio, perdónenme, me siento tan culpable, porque yo soy la responsable, espero que lo disfuten, me costó hacerlo, quería plasmar bien lo que pensaba Edward, espero que te guste Lullaby y claro a ustedes las lectoras del blog, nos vemos el siguiente miércoles con Cuando tu corazón deje de latir o Miedo al amor, besos y las quiero  mucho!

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 Gracias Pame como siempre. 

Chicas, siento mucho haber hecho esperar por el capi de Custodio, esta parte del año siempre me tiene loca. Mi hija está bien, ella tuvo unos problemas respiratorios, por lo que anduvimos en el hospital, con medicamentos y muchos cuidados, pero está ,mejor...  ella es mi debilidad, porque es la mas chiquita y la mimada de mamá y cada vez que se enferma dejo de pensar. A eso se le suma el hecho de que estamos a fin de año, últimos exámenes, ayudando a estudiar a mis peques y lidiando con los preparativos para los disfraces de los actos finales. 

Gracias por su comprensión, esta semana que viene vamos a retomar los capis que no pude publicar. Mañana habrá Robsten y el viernes y sábados los capis de los fics correspondientes, ahora sí.... nos vemos mañana, besotes!