Capitulo 35: Y quien dice que la verdad no duele
_¿Estás segura que deseas estar aquí?_
Volteé a ver a mi amiga y le sonreí demostrándole mi decisión y valor, necesitaba estar allí.
_Sí, tengo que hacer unas cosas Rose. Te llamaré para que vengas por mí si te hace sentir bien_
Ella asintió y sonrió insegura, sabía lo que le costaba dejarme allí, donde ambas sabíamos que era el lugar donde menos quería estar. Pero aún debía averiguar tantas cosas.
_Está bien cariño, llámame y estaré aquí de vuelta_ ella bajó de su convertible y me ayudó a cargar con mi cuerpo fuera del auto. Era tan raro estar allí… luego de una semana de ausencia, me sentía ajena a ese lugar a pesar de que fue el único lugar al que pude llamar Hogar por mis últimos siete años.
Loise abrió la puerta para mí como si fuera una perfecta extraña, sin embargo se hizo a un lado para permitirme la entrada. Ella seguía tan distante como siempre, pero había un rastro de tristeza en sus ojos. Supongo que sabía que todo lo que ella había creído como un trabajo y un jefe perfecto se estaba viniendo abajo y era inminente su decadencia. Ella sabía de alguna manera que Benjamin Plath no pisaría nuevamente esta casa si no era solo para venir a morir aquí… algo sumamente improbable.
No había visto a mi marido desde la cena a beneficio, no había tenido el valor ni el ánimo de ir a verlo. De alguna manera retrasar lo inevitable estaba haciendo que todo esto se torne insoportable. Tenía esta gran… y pesada molestia en mi pecho que no dejaría de molestar hasta tratar de disipar a los fantasmas… él era uno de ellos.
Tampoco había visto a Edward…
No desde esa misma noche, a veces sentía su voz. A veces lo oía desde mi cuarto… distante, hablando con Emmett cuestiones que no comprendía y que no podía tratar de entender, simplemente porque en esos momentos mi mente trataba de comprender todo lo que me había perdido de él, se oía tan apagado, tan frío y metódico. Era como si las veces que lo escuchaba estuviera en su investidura profesional, objetivo y carente de sentimientos… simplemente haciendo su trabajo.
Varias veces mi amiga había venido a mi cuarto cuando él estaba presente, diciéndome que Edward había preguntado por mí y mi estado, preguntándome si yo estaba dispuesta a hablar con él… él lo deseaba, yo no.
No quería verlo, era demasiado dolor aún. Al menos él respetaba mi decisión.
Rosalie lo recibía en su casa… eso era lo que más me sorprendía, porque no había olvidado la cantidad infinita de veces que mi amiga había amenazado con golpear su hombría a penas lo tuviera en frente y creo saber que eso no ha pasado aún. No sabía por qué y tampoco preguntaría.
Noche a noche aún lo evocaba en mis sueños, palabras que me aturdían y estremecían hasta los huesos, que me ilusionaban, pero que al mismo tiempo herían tanto.
“Desde que te conocí, todo lo que hice lo hice por ti. Incluso lastimarte”
“En este pequeño cuarto está todo lo que amo… nadie tocará lo que amo, nunca más”
Palabras que me hacían pensar que tal vez, solo tal vez… a Edward le importaba y no estaba aquí para calmar su culpa. Pero solo, no quería ilusionarme.
A la mañana siguiente luego de escuchar toda su explicación, me desperté con la imperiosa necesidad de proteger a mi bebé. Estaba desesperada… lo estuve hasta que Rosalie me acompañó a visitar a una abogada amiga de ella para consultarla.
Mía Lewis era una de las más destacadas abogadas de casos de disputas familiares en Seattle. Ella me recibió con una sonrisa cálida y tranquilizadora y me despidió de igual manera. Ella no veía peligro donde yo veía, Benjamin ya no tenía con que llevar adelante sus planes si es que eran ciertos y Victoria había renunciado a la empresa días después en que toda la empresa se enteró que el FBI investigaba a Plath & Inc. Literalmente se lavó las manos desvinculándose de todo lo que significaba Benjamin Plath.
Esto daba aún más que sospechar al FBI, ellos la habían encontrado inocente, si bien sabían que era una amante de mi marido, pero no había aún pruebas contundentes para procesarla. Solo una seguidilla de hechos, acciones de alto valor a su nombre, cuantas en bancos extranjeros y manejos sospechosos de las finanzas de la empresa… Y eso me inquietaba. Debía haber algo.
Mía también me aseguró que nada podía hacerse sin pruebas. No había manera de iniciar un divorcio alegando perjurios o adulterio, no hasta que Victoria o Benjamin confesaran el hecho. Ninguno de los dos confesaría.
Solo me quedaba en confiar en el buen criterio de Emmett y su equipo de trabajo al cual, Edward se le había unido. Emmett estaba feliz con la nueva adquisición a sus fuerzas, Edward estaba ensañado hasta las últimas consecuencias a hacer justicia con Benjamin. Eso era un condimento extra para la motivación de un hombre, según Emmett, y Edward no lo defraudaba. Él tanto como Emmett quería ver a Benjamin pagar por las cosas que hizo.
Estaba contenta por él. Tenía un nuevo trabajo en el cual su profesión era tan válida y útil como lo habría sido si continuaba como custodio personal. Sus certificaciones en la fuerza como miembro del ejercito real le daba un crédito extra y Emmett lo había posicionado en su departamento con un alto rango. Edward no se merecía menos.
Solo debía acostumbrarme a verlo, sentirlo cerca y tratar de soportar el hecho de que tendría estar allí para cuando mi hijo naciera. No podía tapar el sol con un dedo y pretender que él no tenía nada que ver con mi estado, él mismo señaló la noche pasada que no dejaría que nadie tocaría a nuestro hijo, pero simplemente no estaba preparada para su presencia constante en mi vida para responder por su paternidad, cuando yo no podía tenerlo cerca por lo mucho que dolía amarlo y no poder tenerlo. Pero no tenía otra opción, por alguna razón poderosa, no quería apartarlo.
Aún recordaba una de mis charlas con Emmett luego de su llegada, él me había contado cómo lo había ido a buscar, cómo lo encontró y en qué condiciones. Contrario a lo que yo pensaba, Edward había sido débil. Contrario a lo que él había dicho, él estaba solo, sin trabajo y dependiendo del alcohol para olvidar, para aplacar la culpa, para lograr una penitencia. Lloré toda la noche esa noche… lloré por mí, por él, lloré por no haber sido fuerte los dos y haber enfrentado esto juntos, lloré por la impotencia de saber que Benjamin nos había manejado a su antojo, lloré por haber sido tan débil y no haberlo ido a buscar yo misma, si lo amaba tendría que haberlo hecho… aunque él no sintiera lo mismo. Habíamos sido tan estúpidos.
No podía cambiar el pasado, pero podía hacer algo con el futuro…
_No estaré mucho tiempo en casa Loise_ murmuré dirigiéndome a las escaleras y tratar de sacar de mi mente pensamientos que me hacían tanto mal _solo buscaré un par de cosas en mi cuarto y… unos papeles de la empresa_
_Si señora_ murmuró ella antes de dar media vuelta y desaparecer por la cocina. Tenía que recordar saludar a Claire antes de salir nuevamente de esa casa… no tenía pensado volver, esa casa ya no me pertenecería.
La casa estaba silenciosa como nunca lo había estado. Era estremecedor pensar que el dueño y señor estaba en algún lugar en Seattle luchando por su vida. Era cruel pensar que yo, su esposa, era indiferente a ese tema.
Subí las escaleras despacio, mi vientre pesaba demasiado y estaba cerca a la fecha de parto, no podía arriesgarme a sufrir un parto prematuro, no le haría bien a mi niño por lo que mis movimientos eran graciosamente casi a paso tortuga. Mi vientre llegaba primero a donde fuera que íbamos.
Para cuando llegué a la puerta del despacho de Benjamin, mi respiración se había tornado pesada y dificultosa
_Ya bebé…_ susurré acariciando mi panza _llegamos, eres muy pesado…_
Abrí la puerta esperando que estuviera con llave, pero me alegré que no lo estuviera. El despacho de Benjamin estaba frío y oscuro, nadie pareció haber entrado desde hacía una semana. Ni siquiera Loise, seguramente porque Benjamin tenía órdenes de que nadie podía entrar sin su presencia en la casa.
Encendí la luz y caminé hasta su escritorio y me senté en la silla de cuero negro, desde allí miré a mi alrededor. Las dos paredes forradas de libros, el pequeño juego de sofás de cuero blanco rodeado por esa biblioteca, como una réplica exacta de su despacho en la oficina. Un enorme cuadro de Velázquez adornando la sala en una pared lateral detrás de su escritorio, el pequeño baño y la mesita de licores en una esquina, junto a una cafetera.
Miré el escritorio y abrí uno de los cajones, me sentía intrusa, pero él no estaba esta vez, él no iba a poder esconder nada de mí esta vez, porque estaba dispuesta a quedarme en ese cuarto hasta dar con lo que buscaba.
Abrí uno a uno los cajones de su escritorio. No había nada allí, más que informes de la empresa, objetos personales y algunos frascos con medicamentos… ¿desde cuándo estaba enfermo Benjamin? La leucemia lo había estado carcomiendo desde que Edward había comenzado a trabajar con nosotros, tal vez antes y él nunca fue capaz de decirme nada. ¿Qué clase de farsa había sido nuestro matrimonio? Años y años viviendo a ciegas.
Me rendí cuando tenía todos los cajones sobre el suelo y todo el contenido volcado en el escritorio. Nada que pudiera incriminarlo, nada que valiera la pena para la investigación de Emmett.
Miré detrás de mí, solo el cuadro llamaba mi atención…
Y ¿si…?
Me mordí el labio…
Me levanté de la silla y caminé entre los cajones hasta detrás del escritorio, el cuadro estaba enmarcado por un lindo marco dorado. Tomé un extremo y tiré hacia mí, el extremo del cuadro se separó de la pared y el frente de una caja fuerte quedó a la vista.
Nunca supe de esa caja fuerte en su despacho. De hecho no había visto una caja de seguridad de esta clase en toda la casa, al parecer esta era la única si es que no había otra en su dormitorio.
Su apertura era electrónica, no números, sino letras. Era como nuestra alarma de entrada de la puerta principal, solo que más pequeña y alfabética.
¿Qué sería Benjamin? ¿Tu nombre? ¿El de tu compañía? ¿El de tu amante? ¿Tal vez tu esposa? Probé con cada una de ellas pero ninguna resultó ser la combinación para abrirla. Probé con otras palabras más que pensé que la abrirían, pero nada resultaba.
Estaba a punto de llamar a Emmett para que me ayudara a descifrar la combinación cuando se me ocurrió probar con otra palabra. Improbable. Simple e increíblemente estúpida.
Tecleé una a una las letras contra el teclado y la luz roja se tornó verde.
_¿Bella?_ murmuré sorprendida, mi apodo era mi pasaje a pasar. _¿En serio Benjamin? ¿El apodo que me impuso mi amante?..._
Reí irónicamente, cada vez más cosas me sorprendían de mi propio marido, cosas que pensaba improbable.
Abrí la pequeña puerta de hierro y plomo y dentro encontré lo que buscaba. Expedientes. Carpetas de archivos, algunos otros documentos y otros artículos que no presté atención.
Saqué con cuidado las carpetas de archivos y los llevé al escritorio, eran muchos, me llevaría tiempo revisar todos. Pero el día recién comenzaba, había llamado al Instituto al inicio de semana para avisar que me quedaría en casa hasta sentirme mejor. Anímicamente era una derrota, aunque físicamente aún podía andar.
Abrí el primer expediente y me sorprendí al ver lo que era. En la primera hoja me encontré con la imagen de Edward y mía.
_Oh dios…_ gemí tapándome la boca con las manos _oh cielos… nos investigó_
Luego de la primera reacción me obligué a saber hasta dónde había llegado con eso. Pasé la primera página, un informe detallado de nuestras salidas, imágenes juntos o separados, subiendo al Cooper o al Mercedes, en una de ellas Edward sosteniéndome en contra de la puerta del auto, besándome…
Recordando me llevé los dedos a los labios. Me acordaba de ese beso, la tarde en que fuimos a nuestro refugio, la tarde de su cumpleaños. Edward… ese era mi Edward, se veía tan… enamorado.
Dios… lo que podía hacer una fotografía, crear una ilusión óptica increíblemente cierta, cuando la verdad, el trasfondo era otro.
Pasé las páginas buscando más, encontrando nuevas fotografías, algunas de ellas de nuestros últimos momentos juntos. Saliendo de la casa de los Cullen, saliendo de una heladería, imágenes de aquella vez que fui al club y Edward vino por mí.
Pruebas…
Pruebas y más pruebas, de mi infidelidad, su póliza de seguro… las razones para denunciarme por adulterio. Su posibilidad para dejarme en la calle si quería y denunciar a Edward por deslealtad en el trabajo.
Las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas… ver esta hermosa historia de amor de esta manera, como si hubiese sido el peor de los engaños, como si hubiésemos sido delincuentes, no… no podía verlo. Cerré la carpeta con furia y la dejé lejos de mi alcance. Edward no era un tirano, yo tampoco lo era, solo era una mujer enamorada y feliz ¿cómo podían ver eso como una traición si Benjamín tuvo mil aventuras peores en el pasado?
Pasé a abrir la siguiente carpeta y retuve la respiración. Esta vez conocía la primera página. Era la anulación de nuestro acuerdo prematrimonial, la que una vez había firmado sin leer si quiera, confiando en Tayler, un abogado intachable que había acompañado a la familia Plath desde años…
Comencé a leer el contrato de anulación, era eso… simplemente parecía eso, el nuevo contrato decía que tanto hombre y mujer tenían los mismos derechos y compromisos, ambos acordarían el reparto de bienes si se presentaba un divorcio acordado, al igual que yo tenía los mismos derechos sobre los bienes de Benjamín como él sobre los míos. Continué leyendo hasta que llegue a la tercera hoja y leí una de las clausulas, mi aire se trabó en la garganta.
“El pedido de anulación del matrimonio por una de las partes, implica una justificación, tal justificación tiene que ser probada a través de hechos, ya sean pruebas de adulterio, malversación de fondos comunes o cualquier otro hecho que el demandante considere perjudicial para el matrimonio. De no llegar a un acuerdo con la parte demandada, el demandante tiene derecho a despojar de todos los bienes al demandado, incluso si llegaran a existir hijos de por medio, estos quedarían en custodia del demandante”
La idea de que Benjamin quería dejarme en la calle y sacarme a mi hijo fue cada vez más clara.
Llevé la mano a mi vientre y acaricié a la altura de mi ombligo, mi niño tranquilo se movió sintiendo la presión de mi mano
_Si algún día me faltas no seré nada…_ susurré ahogando un sollozo. _papá te protegerá bebé, esto no sucederá… ya no._
Cerré la carpeta y me quedaban dos más sobre el escritorio, una más dolorosa que la otra, casi ya no tenía fuerzas para abrirla y fijarme que tenía dentro. Qué otro arreglo enfermizo de mi marido había allí.
Pero tenía que hacerlo, tenía que ver con claridad las cosas para saber en qué lugar me encontraba.
Abrí el penúltimo folio…
Era un nuevo contrato… un contrato por el préstamo de una altísima suma de dinero. El beneficiario Edward Cullen. Respiré profundamente y llené mis pulmones de un oxigeno que parecía no estar allí, sentía la opresión en mi pecho.
Ese era el trato que Edward había hecho con Benjamín y me estremecía saber qué contenía. Allí estaba todo… todo lo que Edward me había contado.
Miré la ventana y vi al sol desaparecer tras el horizonte, había pasado toda la tarde aquí leyendo y aún faltaba esto, cerré los ojos para recibir el último resplandor del sol antes del crepúsculo y tomé aire profundamente… y me dispuse a leer.
En resumen el contrato decía que Benjamin Plath otorgaba una cantidad importante de dinero a consideración de los gastos impuestos por la cirugía cardiovascular que necesitaba la madre de Edward. Había estudios cardiovasculares que lo probaban todo, firmas de médicos que llevaban el caso y diferentes opiniones, todas llevaban a lo mismo, una muerte inminente por insuficiencia cardíaca.
El préstamo cubriría eso a demás de cubrir otros aspectos de la misma, como gastos anteriores y posteriores, traslado, período de recuperación, endeudamientos de la familia por dicha enfermedad y una indemnización por despido.
Despido…
Él había despedido a Edward. Recordé entonces su mirada vacilante y triste días anteriores de que él me dejara, que desapareciera. Eso era lo que sucedía, era inminente su despido…
Oh dios…
_Edward…_ gemí secando mis lágrimas de mis ojos llorosos. Continué leyendo tragando el nudo en mi garganta.
Llegué a la parte de condiciones, para que el trato se llevara a cabo era necesario una simple y formal condición. Me involucraba…
Un embarazo, un hijo…
Mis lágrimas caían sobre las hojas…
Respiré entre sollozos y continué leyendo, ese embarazo tenía que ser confirmado por un médico especialista a través de pruebas y análisis de sangre. Entonces recordé las extracciones de sangre que me había hecho Estefan, el médico de la familia y lo supe… ellos estaban esperando mi embarazo o confirmándolo.
¡Qué estúpida había sido! ¡Ciega! Jodidamente ciega…
_Maldito, maldito… te odio Benjamin_ dije entre dientes.
Solo faltaban unas cuantas hojas más. Solo unas cuantas. Traté de secar mis lágrimas y enfoque mis ojos en esos crueles documentos, solo había unas cuantas especificaciones del trato, el depósito del total del dinero en la cuanta del padre de Edward, detalles menores como números de cuentas, números de matrículas… Benjamin no dejaba ningún cabo suelto.
Había más, un último requisito…
“Terminar toda relación establecida con Isabella Swan en cuanto el depósito del dinero este realizado y el embarazo confirmado. Debiendo salir de su vida y su propiedad inmediatamente, respetando el perímetro mínimo de proximidad establecido”
Romper conmigo en una palabra, salir de mi vida, de mi espacio, de mi vista… pero ¡un maldito límite de proximidad! ¿Quién mierda se creía Benjamin para imponer este tipo de clausulas? ¿qué se creía que yo era?
La firma de Edward y Benjamin al final del contrato eran lo último que había. Una firma temblorosa de mi Edward… trazos que me decían que ese día había sido duro para él.
Sequé mis lágrimas y cerré la carpeta, la coloqué sobre mi pecho y la apreté contra mí. Allí estaba su sacrificio, mi dolor, el suyo… el daño entero. Edward dejando todo, negando todo, solo por el bienestar de los que amaba como había dicho. La mejoría de Esme, su vida precisamente… la salvación de Carlisle de entrar en quiebra, Alice y su sueño, el mío… mi hijo.
_Oh dios, oh dios… oh dios._ gemí partiéndome en dolor… mi cuerpo comenzó a balancearse de adelante hacia atrás mientras no podía dejar de llorar… tanto. Tanto dolor por esto. Tanto pasamos por este maldito contrato.
¿Cómo pasaste por todo esto solo mi amor?...
Oh cielos… aún recordaba su rostro cuando lo vi por última vez antes del desastre, aquella noche en mi estudio de música cuando tocó su nana para mí, él besó mi vientre… oh dios, él besó a su bebé, él ya lo sabía.
¿Por qué dejó que todo esto sucediera? ¿por qué dejó que ese maldito lo manejara a su antojo? Si me hubiese contado todo, no habría amenaza que nos hubiese separado, no hubiese habido un maldito contrato, no un préstamo. Yo le hubiese dado todo si él lo necesitaba, aunque dudaba que él lo hubiese aceptado.
Aún quedaba un archivo más… ¿qué sería esta vez?... ¿qué tan doloroso sería? ¿Por qué otra cosa había tenido que pasar Edward?
_Mi amor…_
Alcé la mano, estaba dispuesta a conocer toda la verdad. Abrí la carpeta y esta vez había una historia clínica. Era de Benjamin y había una parte marcada con un señalador, la abrí… allí se indicaba una serie de exámenes que reconocí de inmediato, los habíamos hecho hacía unos años cuando no habíamos podido concebir, en su momento nuestros exámenes había salido bien, los dos estábamos en condiciones perfectas para concebir. Pero ahora aquí vi la mentira de Benjamin, él era estéril. Siempre lo fue.
Pero este archivo era una copia del documento original… ¿por qué Benjamin tenía una copia? ¿El original tenía la misma información o había sido alterada? No me sorprendería que él lo hubiese hecho para hacer todas las cosas más reales. ¿Cómo un hombre estéril pudo haber concebido? Benjamin tendría la precaución de crear la mentira entera, sin cabos sueltos.
Luego había un manifiesto médico, solo una hoja con la firma de Edward. Y mi corazón dio un vuelco cuando lo leí.
“A parte de lo ya especificado, el señor Edward Cullen se compromete legalmente a renunciar a su paternidad con respecto al embarazo que lleva a cabo la Señora Isabella Swan. Denegando igualmente toda posibilidad de pruebas de ADN que quiera realizar en el futuro. Si tal clausula no se respeta, se realizaran acciones legales por incumplimiento del acuerdo realizado.”
Oh dios…
Él había sacrificado tanto…
¿Por qué no confió en mí? ¿por qué Edward?...
Cerré los expedientes y recosté mi espalda en el respaldo de la silla. ¿Por qué no me había dado cuenta nunca de todas las cosas que hacía Benjamín? Vamos… porque realmente no me importaba una mierda lo que él hacía o dejaba de hacer. Tendría que haber prestado más atención de lo que sucedía a mi alrededor, dejar de ser la mujer dependiente y ciega que había sido… había cometido tantos errores. Debí involucrarme más y demostrar lo que siempre quise ser, una mujer fuerte e independiente.
Lo odiaba… odiaba a mi marido más que a nadie. Lo quería ver hundido antes de morir. Lo quería ver vulnerable y sin esa arrogancia que mostraba cuando pensaba que podía llevarse el mundo entero por delante.
Tomé los expedientes de la mesa, sequé mis lágrimas con mi suéter y caminé con determinación a la puerta, recorrí con la rapidez que podía permitirme por el corredor y bajé las escaleras.
_¡Sam!_ grité cuando llegué abajo, tomé mi bolso que había quedado sobre el sofá _¡Sam! Necesito que me lleves_
Sam apareció por la puerta principal con su rostro sorprendido arreglándose la gorra sobre su cabeza y abrochándose el saco.
_Si Señora, ¿el Mercedes?_
_Cualquiera… solo llévame._ lo seguí a través de la puerta y bajé con su ayuda los escalones del porche
_¿Dónde señora? ¿La señorita Rosalie?_
_Al Holidays Helt Center_
Sam condujo en silencio a través de la ciudad, mi mente estaba sumergida en todo lo que tenía en mis brazos, los contratos, la falsificación de información, las amenazas, las injurias…
¿Cómo había descubierto todo Emmett? Él había tenido el valor de hacer lo que nadie había hecho, descubrir la suciedad de Benjamin. Y la tenía en mis manos. Estaba segura que había más, que a través de todos estos años si él se había atrevido a hacer eso conmigo seguramente lo había hecho con muchas personas más. Fraude, manipulación, amenazas, sobornos y contratos fraudulentos… Solo necesitaba despejar el camino con esta información nueva que llevaba a Emmett y los suyos.
Llegamos al Centro de salud especializado en enfermedades oncológicas. Sam me ayudó a bajar del auto y caminé aferrada a esas carpetas en mi pecho, ignoré las pequeñas puntadas que tenía en mi bajo vientre y solo caminé, necesitaba hacer lo que había venido a hacer.
Pedí en recepción la habitación de Benjamin, la enfermera me indicó el número y fui hasta el ascensor, marqué el tercer piso y cerré los ojos recostándome en la pared del cubículo, respiré profundo varias veces e ignore mis mareos. Las puntadas eran espaciosas, los nervios me habían sobrepasado y mi cuerpo estaba recibiendo toda la presión de la situación.
_Aguanta bebé…_ respiré profundo varias veces y acaricié mi panza, estaba increíblemente dura…. Oh cielos, si esto perjudicaba a mi bebé de algún modo no me lo perdonaría.
Las puertas del ascensor se abrió y reuní todas mis fuerzas para salir de allí, el tercer piso, el área de cuidados intensivos. Caminé hasta el corredor y busqué la puerta numero 16, cuando la encontré respiré profundo y aferré los archivos a mi pecho con ambas manos. Tragué en seco y sin golpear abrí la puerta.
Me parecía increíble que el hombre que estaba frente a mí era el que tanto me había hecho sufrir. Benjamin no era ni la mitad de lo que había sido una vez, ese hombre imponente, seguro, calculador y fuerte que había visto por primera vez a mis diecisiete años ahora yacía sobre una cama, solo y como un hombre frágil y a punto de darse por vencido. Su rostro pálido y demacrado, su cuerpo delgado y sin fuerzas, la ausencia de cabello, todo me indicaba que los médicos habían estado haciendo lo posible por darle un poco más de vida, pero había sido inútil.
Había sido más que una recaída, había sido el inicio de su final.
Él estaba despierto, volteó su cabeza al oír la puerta y no dio señales de sorpresa al verme, pero cuando sus ojos dieron con las carpetas retenidas en mi pecho su rostro palideció aún más.
Su respirador se mantuvo constante y el bip de la máquina que monitoreaba a su corazón mantenía un ritmo uniforme, noté una leve vacilación en su ritmo cardíaco, pero fue solo un instante cuando sus ojos bajaron a los archivos.
_Isabella_ su voz sonó ahogada debajo de la mascarilla del respirador.
_Solo viene a decirte una cosa_ dije tragando el nudo en mi garganta, avancé unos pasos dentro de la habitación y quedé frente a la cama _no vale la pena insultarte y degradar tu cuerpo más aún, la enfermedad ya hizo suficiente. Pero quiero que sepas una cosa, destruiste toda mi vida, la hiciste un infierno, me subestimaste, me manejaste como quisiste, pensaste por mí, decidiste por mí y hasta hiciste cosas detrás de mí que tenían que ver con mi vida, con la vida de otros. Pero una cosa no lograste nunca Benjamin_ a esas alturas mis ojos estaban nublados por las lagrimas, a pesar que me había prometido no llorar delante de él _nunca lograste que te amara, no… lograste lo contrario, te odié cada día más y más. Me das asco y agradezco al cielo que pronto te sacará de mi vida_
_Isabella, por favor…_ dijo él débilmente. Levantó una de sus manos de la cama implorante pero lo ignoré totalmente, nunca había visto a Benjamin en una situación tan humillante, no lo disfrutaba, pero tampoco lo odiaba.
_¿Sabes qué es lo único que te agradezco?_ murmuré secando mis lágrimas con el dorso de mi mano. _ Gracias por Edward. Me presentaste al verdadero amor de mi vida, lo pusiste junto a mí y supe lo que era la felicidad._ él apretó sus puños sobre las sábanas y negó con la cabeza
_Jugó contigo…_ masculló…
_No mientas más!_ apreté las carpetas en mi pecho tratando de controlar mi furia _tú lo alejaste de mí, tu lo obligaste a irse, tú y tus amenazas, tú y tu maldito poder corruptible!... lo hiciste sacrificar tanto. Nos hiciste sufrir tanto_ mis palabras eran entrecortadas y dolorosas
_No me odies…_ suplicó…
Negué con la cabeza y reí irónicamente
_Creo que es tarde para eso, lo siento Benjamin… pero creo que es hora de que pagues cada cosa que me hiciste, cada cosa que le hiciste_ lo miré por una últimas vez a los ojos, quería que viera mi sinceridad en los míos _Gracias por arruinarme la vida, disfruta de la que te queda…_
Di media vuelta sobre mis pies y caminé hasta la puerta haciendo oídos sordos cuando dijo mi nombre. Cerré las puertas tras mis espaldas y caminé hasta la salida de ese hospital. No volvería nunca más allí…
Y salir de allí fue como si dejara un peso que había llevado por años sobre mis espaldas, en ese lugar. Sorprendentemente me sentí más ligera, más liberada, sentí como si la amargura de años se hubiese esfumado de una vez por todas de mí. Pero no podía dejar de llorar… el dolor aún se sentía como la daga en el corazón, toda mi vida había sido un desperdicio, una mentira, todo…una gran pérdida de tiempo.
Sam abrió la puerta para mí, me pidió el destino pero no supe qué decirle, no quería ir a la casa de Rosalie, no podía dejar que me viera así, las heridas estaban a flor de piel y no quería llevarle más problemas. No quería volver a esa casa… no era mi hogar, mi casa nunca más.
Solo atiné a decir una dirección, una que no había visitado por meses, una que había significado tanto para mí y que fue donde el dolor más grande me sacudió. Tenía el suficiente valor ahora para enfrentarlo, dejar todas las heridas detrás y tratar de comenzar una vida nueva junto a mi hijo.
Sam condujo al otro lado de la ciudad, tenía que pensar tantas cosas… una nueva vida. Le daría todos los documentos a Emmett para que consiga acabar la investigación, tenía que esperar para conseguir el divorcio antes de que Benjamin muriera, no quería ser su viuda. Tenía que hacer tantas cosas aún… por lo pronto, conseguir un nuevo hogar.
Sam abrió mi puerta y bajé a mi último destino, miré hacia arriba al edificio que alguna vez había sido como mi hogar. No lo había visitado desde que… bueno, desde que todo sucedió.
Nuestro refugio…
Ahora sería mi nuevo comienzo.
_Sam, gracias por traerme y gracias por todos estos años de servicio_ dije a mi chofer mientras me acompañaba a la entrada del edificio, el me miró sorprendido… pero luego pareció comprender _mándale a Claire mis saludos, no sé si volveré a verlos… pero, hazle saber mi agradecimiento_
_Señora, ¿no volverá más usted a su casa?_ dijo él sacándose la gorra
_No Sam, nunca la sentí como mi casa, las cosas son muy diferentes ahora a como una vez fue. Espero volver a encontrarlos a todos ustedes, aunque me gustaría que me hagas un último favor…_
_Dígame señora, lo que usted desee_
_Entre hoy y mañana Rosalie irá por mis pertenencias, solo mi ropa y las cosas del bebé, me gustaría que la ayudaras en lo que puedas, tú y Claire… ¿puedes hacer ese último favor?_
_Por supuesto Señora, estaremos atentos a la llegada de la Señorita para ayudarla con sus cosas_
_Gracias_ tomé la mano de mi chofer y la estreché en un saludo _nos vemos entonces Sam_
Dí media vuelta y respiré profundo antes de entrar al edificio, esto era lo que podía salvar. En su momento Rose había puesto a su nombre la compra de este departamento, ella me dijo que cuando quisiera podía poner las escrituras a mi nombre, después de todo era mío, pero para eso quería esperar a que las cosas de Benjamin se aclararan… si me iba a quedar sin nada, al menos salvaría esto.
Tomé el ascensor y un nudo pesado se instaló en mi estómago, recordar la última vez que había subido por este ascensor era demasiado doloroso. Las lágrimas comenzaron a caer en mis mejillas una vez más…
Oh dios… dame fuerzas para abrir esa puerta…
Las puertas del ascensor se abrieron y apreté mis brazos aún más alrededor de mi torso donde estaban las carpetas bien protegidas entre mis brazos. Tenía que llamar a Emmett y decirle que las tenía, que había logrado encontrarlas.
Rebusqué la llave del departamento en mi bolso y cuando di con ellas las apreté en mi mano
No habrá dolor esta vez… solo somos tú y yo bebé… nadie más.
Abrí la puerta y entré… encendí la luz con mi mano temblorosa y me recosté en la puerta cerrada. Todo estaba como había quedado… los sofás mullidos, la pequeña biblioteca, la amplia ventana que daba al balcón dejaba pasar la escasa luz del crepúsculo, ya casi tornándose en noche, el silencio… roto solamente por el sonido de una puerta en el corredor que llevaba a las habitaciones.
Cuando miré el aire se atascó en mi garganta y tuve que limpiar las lágrimas de mis ojos para poder ver bien. Allí estaba él, con el torso descaradamente desnudo y su cabello cobrizo, ahora oscuro por la humedad, gotas cayendo sobre sus hombros, una toalla en la mano y solo vestido con un jean gastado.
Edward.
Sus ojos me miraron alarmados y en un segundo estaba caminando hacia mí, tiró la toalla al suelo y tomó mi rostro entre sus manos
_Bella… ¿qué está mal?_
Respiré jadeante cerrando los ojos, dejé caer mi cabeza sobre la puerta
_Estas aquí…_ susurré débilmente, sentía que todo el cansancio del día caía sobre mí. Mis piernas se doblaron y se debilitaron con solo verlo. Todo ese efecto aún tenía en mí.
_Estoy aquí, sí. Perdóname… aquí me siento cerca de ti. A demás… Carlisle llevó a Esme a cenar y Alice está con Jassper, no quiero ser mal tercio. Era solo por esta noche…_ sus palabras se trabaron _¿qué es esto Bella?_ miró los archivos que aferraba en mis manos.
_Lo encontré…_ mi voz se quebró, estaba abrumada… él aquí, él conmigo _es lo que necesitan, todo lo que nos hizo_
_Bella…_ susurró acariciando mis mejillas con sus pulgares, su toque me estremecía _¿leíste todo?_
Asentí aferrándome más a los archivos, él suspiró y soltó mis mejillas.
_Dame Bella, se lo daremos a Emmett_ dijo tomando las carpetas de mis manos, las aferraba con tanta fuerza que mis nudillos estaba blancos _él sabrá qué hacer con esto_ las solté y en cuanto lo hice todo mi cuerpo se tambaleó. Era una gran carga que al fin me dejaba libre.
Edward se apresuró a dejar las carpetas sobre una mesa y volteó hacia mí, en un instante estaba entre sus brazos, que me aferraban fuerte a su pecho. Estallé en sollozos y no pude evitar aferrarme a sus hombros, como si mi vida dependiera de ello. Su dulce olor me embriagaba y aunque sabía que estaba mal, que él no tendría que estar allí… yo solo quise disfrutar de ello.
_¿Cómo… soportaste tanto?_ sollocé _si hubiese sabido… si me hubieses… dicho ¡¿Por qué mierda no me lo dijiste?!... Edward… yo podría haber hecho algo… yo podría… oh dios, ¡tendrías que haber confiado en mí! _ sin darme cuanta mis puños golpeaban su pecho con todas mis fuerzas, que no eran muchas.
_Shhh bebé, no te alteres, por favor… yo, lo lamento tanto… no puedo soportar verte llorar, ya no más… yo, no podía_
Oh Dios…
_Sí podías, te limitaste a cuidar de todos… sin importar nada… ¿por qué? ¿Por qué no confiaste en mí?_ gemí retorciéndome en sus brazos
_Porque fui un cobarde_ dijo ahogando un gemido.
Nos quedamos abrazados por unos minutos más allí, en la entrada de nuestro refugio, su mano acariciaba mi espalda y yo me aferraba a sus anchos hombros.
Luego de unos minutos se separó de mí para alzarme entre sus brazos, recosté mi cabeza en su pecho y sentí que me llevaba al dormitorio. Me dejó encima de la cama y abrió uno de los lados, mi cuerpo aún se sacudía en sollozos por lo que dejé que él me sacara mis zapatos, masajeó un poco mis pies que vergonzosamente estarían hinchados y luego de unos minutos en los que logré calmarme, él se paró de la cama y me miró con cautela.
_Traeré algo para que comas, llamaré a Emmett y… me prepararé para irme._ su mirada cabizbaja rebuscó por la habitación y caminó hacia una silla, tomó su camiseta y se la puso, cuando iba caminando hacia la puerta sentí que debía decir algo… tenía que hacerlo, era una necesidad…
_No te vayas_
Él se detuvo en la puerta pero no volteó, bajó la cabeza y descasó su frente en ella. Respiró profundo una vez y luego de unos segundos asintió… volteó lentamente y sus ojos brillantes me estremecieron.
_Solo si a ti te hace bien_
Asentí de vuelta y alcé mi mano…
Volteé a ver a mi amiga y le sonreí demostrándole mi decisión y valor, necesitaba estar allí.
_Sí, tengo que hacer unas cosas Rose. Te llamaré para que vengas por mí si te hace sentir bien_
Ella asintió y sonrió insegura, sabía lo que le costaba dejarme allí, donde ambas sabíamos que era el lugar donde menos quería estar. Pero aún debía averiguar tantas cosas.
_Está bien cariño, llámame y estaré aquí de vuelta_ ella bajó de su convertible y me ayudó a cargar con mi cuerpo fuera del auto. Era tan raro estar allí… luego de una semana de ausencia, me sentía ajena a ese lugar a pesar de que fue el único lugar al que pude llamar Hogar por mis últimos siete años.
Loise abrió la puerta para mí como si fuera una perfecta extraña, sin embargo se hizo a un lado para permitirme la entrada. Ella seguía tan distante como siempre, pero había un rastro de tristeza en sus ojos. Supongo que sabía que todo lo que ella había creído como un trabajo y un jefe perfecto se estaba viniendo abajo y era inminente su decadencia. Ella sabía de alguna manera que Benjamin Plath no pisaría nuevamente esta casa si no era solo para venir a morir aquí… algo sumamente improbable.
No había visto a mi marido desde la cena a beneficio, no había tenido el valor ni el ánimo de ir a verlo. De alguna manera retrasar lo inevitable estaba haciendo que todo esto se torne insoportable. Tenía esta gran… y pesada molestia en mi pecho que no dejaría de molestar hasta tratar de disipar a los fantasmas… él era uno de ellos.
Tampoco había visto a Edward…
No desde esa misma noche, a veces sentía su voz. A veces lo oía desde mi cuarto… distante, hablando con Emmett cuestiones que no comprendía y que no podía tratar de entender, simplemente porque en esos momentos mi mente trataba de comprender todo lo que me había perdido de él, se oía tan apagado, tan frío y metódico. Era como si las veces que lo escuchaba estuviera en su investidura profesional, objetivo y carente de sentimientos… simplemente haciendo su trabajo.
Varias veces mi amiga había venido a mi cuarto cuando él estaba presente, diciéndome que Edward había preguntado por mí y mi estado, preguntándome si yo estaba dispuesta a hablar con él… él lo deseaba, yo no.
No quería verlo, era demasiado dolor aún. Al menos él respetaba mi decisión.
Rosalie lo recibía en su casa… eso era lo que más me sorprendía, porque no había olvidado la cantidad infinita de veces que mi amiga había amenazado con golpear su hombría a penas lo tuviera en frente y creo saber que eso no ha pasado aún. No sabía por qué y tampoco preguntaría.
Noche a noche aún lo evocaba en mis sueños, palabras que me aturdían y estremecían hasta los huesos, que me ilusionaban, pero que al mismo tiempo herían tanto.
“Desde que te conocí, todo lo que hice lo hice por ti. Incluso lastimarte”
“En este pequeño cuarto está todo lo que amo… nadie tocará lo que amo, nunca más”
Palabras que me hacían pensar que tal vez, solo tal vez… a Edward le importaba y no estaba aquí para calmar su culpa. Pero solo, no quería ilusionarme.
A la mañana siguiente luego de escuchar toda su explicación, me desperté con la imperiosa necesidad de proteger a mi bebé. Estaba desesperada… lo estuve hasta que Rosalie me acompañó a visitar a una abogada amiga de ella para consultarla.
Mía Lewis era una de las más destacadas abogadas de casos de disputas familiares en Seattle. Ella me recibió con una sonrisa cálida y tranquilizadora y me despidió de igual manera. Ella no veía peligro donde yo veía, Benjamin ya no tenía con que llevar adelante sus planes si es que eran ciertos y Victoria había renunciado a la empresa días después en que toda la empresa se enteró que el FBI investigaba a Plath & Inc. Literalmente se lavó las manos desvinculándose de todo lo que significaba Benjamin Plath.
Esto daba aún más que sospechar al FBI, ellos la habían encontrado inocente, si bien sabían que era una amante de mi marido, pero no había aún pruebas contundentes para procesarla. Solo una seguidilla de hechos, acciones de alto valor a su nombre, cuantas en bancos extranjeros y manejos sospechosos de las finanzas de la empresa… Y eso me inquietaba. Debía haber algo.
Mía también me aseguró que nada podía hacerse sin pruebas. No había manera de iniciar un divorcio alegando perjurios o adulterio, no hasta que Victoria o Benjamin confesaran el hecho. Ninguno de los dos confesaría.
Solo me quedaba en confiar en el buen criterio de Emmett y su equipo de trabajo al cual, Edward se le había unido. Emmett estaba feliz con la nueva adquisición a sus fuerzas, Edward estaba ensañado hasta las últimas consecuencias a hacer justicia con Benjamin. Eso era un condimento extra para la motivación de un hombre, según Emmett, y Edward no lo defraudaba. Él tanto como Emmett quería ver a Benjamin pagar por las cosas que hizo.
Estaba contenta por él. Tenía un nuevo trabajo en el cual su profesión era tan válida y útil como lo habría sido si continuaba como custodio personal. Sus certificaciones en la fuerza como miembro del ejercito real le daba un crédito extra y Emmett lo había posicionado en su departamento con un alto rango. Edward no se merecía menos.
Solo debía acostumbrarme a verlo, sentirlo cerca y tratar de soportar el hecho de que tendría estar allí para cuando mi hijo naciera. No podía tapar el sol con un dedo y pretender que él no tenía nada que ver con mi estado, él mismo señaló la noche pasada que no dejaría que nadie tocaría a nuestro hijo, pero simplemente no estaba preparada para su presencia constante en mi vida para responder por su paternidad, cuando yo no podía tenerlo cerca por lo mucho que dolía amarlo y no poder tenerlo. Pero no tenía otra opción, por alguna razón poderosa, no quería apartarlo.
Aún recordaba una de mis charlas con Emmett luego de su llegada, él me había contado cómo lo había ido a buscar, cómo lo encontró y en qué condiciones. Contrario a lo que yo pensaba, Edward había sido débil. Contrario a lo que él había dicho, él estaba solo, sin trabajo y dependiendo del alcohol para olvidar, para aplacar la culpa, para lograr una penitencia. Lloré toda la noche esa noche… lloré por mí, por él, lloré por no haber sido fuerte los dos y haber enfrentado esto juntos, lloré por la impotencia de saber que Benjamin nos había manejado a su antojo, lloré por haber sido tan débil y no haberlo ido a buscar yo misma, si lo amaba tendría que haberlo hecho… aunque él no sintiera lo mismo. Habíamos sido tan estúpidos.
No podía cambiar el pasado, pero podía hacer algo con el futuro…
_No estaré mucho tiempo en casa Loise_ murmuré dirigiéndome a las escaleras y tratar de sacar de mi mente pensamientos que me hacían tanto mal _solo buscaré un par de cosas en mi cuarto y… unos papeles de la empresa_
_Si señora_ murmuró ella antes de dar media vuelta y desaparecer por la cocina. Tenía que recordar saludar a Claire antes de salir nuevamente de esa casa… no tenía pensado volver, esa casa ya no me pertenecería.
La casa estaba silenciosa como nunca lo había estado. Era estremecedor pensar que el dueño y señor estaba en algún lugar en Seattle luchando por su vida. Era cruel pensar que yo, su esposa, era indiferente a ese tema.
Subí las escaleras despacio, mi vientre pesaba demasiado y estaba cerca a la fecha de parto, no podía arriesgarme a sufrir un parto prematuro, no le haría bien a mi niño por lo que mis movimientos eran graciosamente casi a paso tortuga. Mi vientre llegaba primero a donde fuera que íbamos.
Para cuando llegué a la puerta del despacho de Benjamin, mi respiración se había tornado pesada y dificultosa
_Ya bebé…_ susurré acariciando mi panza _llegamos, eres muy pesado…_
Abrí la puerta esperando que estuviera con llave, pero me alegré que no lo estuviera. El despacho de Benjamin estaba frío y oscuro, nadie pareció haber entrado desde hacía una semana. Ni siquiera Loise, seguramente porque Benjamin tenía órdenes de que nadie podía entrar sin su presencia en la casa.
Encendí la luz y caminé hasta su escritorio y me senté en la silla de cuero negro, desde allí miré a mi alrededor. Las dos paredes forradas de libros, el pequeño juego de sofás de cuero blanco rodeado por esa biblioteca, como una réplica exacta de su despacho en la oficina. Un enorme cuadro de Velázquez adornando la sala en una pared lateral detrás de su escritorio, el pequeño baño y la mesita de licores en una esquina, junto a una cafetera.
Miré el escritorio y abrí uno de los cajones, me sentía intrusa, pero él no estaba esta vez, él no iba a poder esconder nada de mí esta vez, porque estaba dispuesta a quedarme en ese cuarto hasta dar con lo que buscaba.
Abrí uno a uno los cajones de su escritorio. No había nada allí, más que informes de la empresa, objetos personales y algunos frascos con medicamentos… ¿desde cuándo estaba enfermo Benjamin? La leucemia lo había estado carcomiendo desde que Edward había comenzado a trabajar con nosotros, tal vez antes y él nunca fue capaz de decirme nada. ¿Qué clase de farsa había sido nuestro matrimonio? Años y años viviendo a ciegas.
Me rendí cuando tenía todos los cajones sobre el suelo y todo el contenido volcado en el escritorio. Nada que pudiera incriminarlo, nada que valiera la pena para la investigación de Emmett.
Miré detrás de mí, solo el cuadro llamaba mi atención…
Y ¿si…?
Me mordí el labio…
Me levanté de la silla y caminé entre los cajones hasta detrás del escritorio, el cuadro estaba enmarcado por un lindo marco dorado. Tomé un extremo y tiré hacia mí, el extremo del cuadro se separó de la pared y el frente de una caja fuerte quedó a la vista.
Nunca supe de esa caja fuerte en su despacho. De hecho no había visto una caja de seguridad de esta clase en toda la casa, al parecer esta era la única si es que no había otra en su dormitorio.
Su apertura era electrónica, no números, sino letras. Era como nuestra alarma de entrada de la puerta principal, solo que más pequeña y alfabética.
¿Qué sería Benjamin? ¿Tu nombre? ¿El de tu compañía? ¿El de tu amante? ¿Tal vez tu esposa? Probé con cada una de ellas pero ninguna resultó ser la combinación para abrirla. Probé con otras palabras más que pensé que la abrirían, pero nada resultaba.
Estaba a punto de llamar a Emmett para que me ayudara a descifrar la combinación cuando se me ocurrió probar con otra palabra. Improbable. Simple e increíblemente estúpida.
Tecleé una a una las letras contra el teclado y la luz roja se tornó verde.
_¿Bella?_ murmuré sorprendida, mi apodo era mi pasaje a pasar. _¿En serio Benjamin? ¿El apodo que me impuso mi amante?..._
Reí irónicamente, cada vez más cosas me sorprendían de mi propio marido, cosas que pensaba improbable.
Abrí la pequeña puerta de hierro y plomo y dentro encontré lo que buscaba. Expedientes. Carpetas de archivos, algunos otros documentos y otros artículos que no presté atención.
Saqué con cuidado las carpetas de archivos y los llevé al escritorio, eran muchos, me llevaría tiempo revisar todos. Pero el día recién comenzaba, había llamado al Instituto al inicio de semana para avisar que me quedaría en casa hasta sentirme mejor. Anímicamente era una derrota, aunque físicamente aún podía andar.
Abrí el primer expediente y me sorprendí al ver lo que era. En la primera hoja me encontré con la imagen de Edward y mía.
_Oh dios…_ gemí tapándome la boca con las manos _oh cielos… nos investigó_
Luego de la primera reacción me obligué a saber hasta dónde había llegado con eso. Pasé la primera página, un informe detallado de nuestras salidas, imágenes juntos o separados, subiendo al Cooper o al Mercedes, en una de ellas Edward sosteniéndome en contra de la puerta del auto, besándome…
Recordando me llevé los dedos a los labios. Me acordaba de ese beso, la tarde en que fuimos a nuestro refugio, la tarde de su cumpleaños. Edward… ese era mi Edward, se veía tan… enamorado.
Dios… lo que podía hacer una fotografía, crear una ilusión óptica increíblemente cierta, cuando la verdad, el trasfondo era otro.
Pasé las páginas buscando más, encontrando nuevas fotografías, algunas de ellas de nuestros últimos momentos juntos. Saliendo de la casa de los Cullen, saliendo de una heladería, imágenes de aquella vez que fui al club y Edward vino por mí.
Pruebas…
Pruebas y más pruebas, de mi infidelidad, su póliza de seguro… las razones para denunciarme por adulterio. Su posibilidad para dejarme en la calle si quería y denunciar a Edward por deslealtad en el trabajo.
Las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas… ver esta hermosa historia de amor de esta manera, como si hubiese sido el peor de los engaños, como si hubiésemos sido delincuentes, no… no podía verlo. Cerré la carpeta con furia y la dejé lejos de mi alcance. Edward no era un tirano, yo tampoco lo era, solo era una mujer enamorada y feliz ¿cómo podían ver eso como una traición si Benjamín tuvo mil aventuras peores en el pasado?
Pasé a abrir la siguiente carpeta y retuve la respiración. Esta vez conocía la primera página. Era la anulación de nuestro acuerdo prematrimonial, la que una vez había firmado sin leer si quiera, confiando en Tayler, un abogado intachable que había acompañado a la familia Plath desde años…
Comencé a leer el contrato de anulación, era eso… simplemente parecía eso, el nuevo contrato decía que tanto hombre y mujer tenían los mismos derechos y compromisos, ambos acordarían el reparto de bienes si se presentaba un divorcio acordado, al igual que yo tenía los mismos derechos sobre los bienes de Benjamín como él sobre los míos. Continué leyendo hasta que llegue a la tercera hoja y leí una de las clausulas, mi aire se trabó en la garganta.
“El pedido de anulación del matrimonio por una de las partes, implica una justificación, tal justificación tiene que ser probada a través de hechos, ya sean pruebas de adulterio, malversación de fondos comunes o cualquier otro hecho que el demandante considere perjudicial para el matrimonio. De no llegar a un acuerdo con la parte demandada, el demandante tiene derecho a despojar de todos los bienes al demandado, incluso si llegaran a existir hijos de por medio, estos quedarían en custodia del demandante”
La idea de que Benjamin quería dejarme en la calle y sacarme a mi hijo fue cada vez más clara.
Llevé la mano a mi vientre y acaricié a la altura de mi ombligo, mi niño tranquilo se movió sintiendo la presión de mi mano
_Si algún día me faltas no seré nada…_ susurré ahogando un sollozo. _papá te protegerá bebé, esto no sucederá… ya no._
Cerré la carpeta y me quedaban dos más sobre el escritorio, una más dolorosa que la otra, casi ya no tenía fuerzas para abrirla y fijarme que tenía dentro. Qué otro arreglo enfermizo de mi marido había allí.
Pero tenía que hacerlo, tenía que ver con claridad las cosas para saber en qué lugar me encontraba.
Abrí el penúltimo folio…
Era un nuevo contrato… un contrato por el préstamo de una altísima suma de dinero. El beneficiario Edward Cullen. Respiré profundamente y llené mis pulmones de un oxigeno que parecía no estar allí, sentía la opresión en mi pecho.
Ese era el trato que Edward había hecho con Benjamín y me estremecía saber qué contenía. Allí estaba todo… todo lo que Edward me había contado.
Miré la ventana y vi al sol desaparecer tras el horizonte, había pasado toda la tarde aquí leyendo y aún faltaba esto, cerré los ojos para recibir el último resplandor del sol antes del crepúsculo y tomé aire profundamente… y me dispuse a leer.
En resumen el contrato decía que Benjamin Plath otorgaba una cantidad importante de dinero a consideración de los gastos impuestos por la cirugía cardiovascular que necesitaba la madre de Edward. Había estudios cardiovasculares que lo probaban todo, firmas de médicos que llevaban el caso y diferentes opiniones, todas llevaban a lo mismo, una muerte inminente por insuficiencia cardíaca.
El préstamo cubriría eso a demás de cubrir otros aspectos de la misma, como gastos anteriores y posteriores, traslado, período de recuperación, endeudamientos de la familia por dicha enfermedad y una indemnización por despido.
Despido…
Él había despedido a Edward. Recordé entonces su mirada vacilante y triste días anteriores de que él me dejara, que desapareciera. Eso era lo que sucedía, era inminente su despido…
Oh dios…
_Edward…_ gemí secando mis lágrimas de mis ojos llorosos. Continué leyendo tragando el nudo en mi garganta.
Llegué a la parte de condiciones, para que el trato se llevara a cabo era necesario una simple y formal condición. Me involucraba…
Un embarazo, un hijo…
Mis lágrimas caían sobre las hojas…
Respiré entre sollozos y continué leyendo, ese embarazo tenía que ser confirmado por un médico especialista a través de pruebas y análisis de sangre. Entonces recordé las extracciones de sangre que me había hecho Estefan, el médico de la familia y lo supe… ellos estaban esperando mi embarazo o confirmándolo.
¡Qué estúpida había sido! ¡Ciega! Jodidamente ciega…
_Maldito, maldito… te odio Benjamin_ dije entre dientes.
Solo faltaban unas cuantas hojas más. Solo unas cuantas. Traté de secar mis lágrimas y enfoque mis ojos en esos crueles documentos, solo había unas cuantas especificaciones del trato, el depósito del total del dinero en la cuanta del padre de Edward, detalles menores como números de cuentas, números de matrículas… Benjamin no dejaba ningún cabo suelto.
Había más, un último requisito…
“Terminar toda relación establecida con Isabella Swan en cuanto el depósito del dinero este realizado y el embarazo confirmado. Debiendo salir de su vida y su propiedad inmediatamente, respetando el perímetro mínimo de proximidad establecido”
Romper conmigo en una palabra, salir de mi vida, de mi espacio, de mi vista… pero ¡un maldito límite de proximidad! ¿Quién mierda se creía Benjamin para imponer este tipo de clausulas? ¿qué se creía que yo era?
La firma de Edward y Benjamin al final del contrato eran lo último que había. Una firma temblorosa de mi Edward… trazos que me decían que ese día había sido duro para él.
Sequé mis lágrimas y cerré la carpeta, la coloqué sobre mi pecho y la apreté contra mí. Allí estaba su sacrificio, mi dolor, el suyo… el daño entero. Edward dejando todo, negando todo, solo por el bienestar de los que amaba como había dicho. La mejoría de Esme, su vida precisamente… la salvación de Carlisle de entrar en quiebra, Alice y su sueño, el mío… mi hijo.
_Oh dios, oh dios… oh dios._ gemí partiéndome en dolor… mi cuerpo comenzó a balancearse de adelante hacia atrás mientras no podía dejar de llorar… tanto. Tanto dolor por esto. Tanto pasamos por este maldito contrato.
¿Cómo pasaste por todo esto solo mi amor?...
Oh cielos… aún recordaba su rostro cuando lo vi por última vez antes del desastre, aquella noche en mi estudio de música cuando tocó su nana para mí, él besó mi vientre… oh dios, él besó a su bebé, él ya lo sabía.
¿Por qué dejó que todo esto sucediera? ¿por qué dejó que ese maldito lo manejara a su antojo? Si me hubiese contado todo, no habría amenaza que nos hubiese separado, no hubiese habido un maldito contrato, no un préstamo. Yo le hubiese dado todo si él lo necesitaba, aunque dudaba que él lo hubiese aceptado.
Aún quedaba un archivo más… ¿qué sería esta vez?... ¿qué tan doloroso sería? ¿Por qué otra cosa había tenido que pasar Edward?
_Mi amor…_
Alcé la mano, estaba dispuesta a conocer toda la verdad. Abrí la carpeta y esta vez había una historia clínica. Era de Benjamin y había una parte marcada con un señalador, la abrí… allí se indicaba una serie de exámenes que reconocí de inmediato, los habíamos hecho hacía unos años cuando no habíamos podido concebir, en su momento nuestros exámenes había salido bien, los dos estábamos en condiciones perfectas para concebir. Pero ahora aquí vi la mentira de Benjamin, él era estéril. Siempre lo fue.
Pero este archivo era una copia del documento original… ¿por qué Benjamin tenía una copia? ¿El original tenía la misma información o había sido alterada? No me sorprendería que él lo hubiese hecho para hacer todas las cosas más reales. ¿Cómo un hombre estéril pudo haber concebido? Benjamin tendría la precaución de crear la mentira entera, sin cabos sueltos.
Luego había un manifiesto médico, solo una hoja con la firma de Edward. Y mi corazón dio un vuelco cuando lo leí.
“A parte de lo ya especificado, el señor Edward Cullen se compromete legalmente a renunciar a su paternidad con respecto al embarazo que lleva a cabo la Señora Isabella Swan. Denegando igualmente toda posibilidad de pruebas de ADN que quiera realizar en el futuro. Si tal clausula no se respeta, se realizaran acciones legales por incumplimiento del acuerdo realizado.”
Oh dios…
Él había sacrificado tanto…
¿Por qué no confió en mí? ¿por qué Edward?...
Cerré los expedientes y recosté mi espalda en el respaldo de la silla. ¿Por qué no me había dado cuenta nunca de todas las cosas que hacía Benjamín? Vamos… porque realmente no me importaba una mierda lo que él hacía o dejaba de hacer. Tendría que haber prestado más atención de lo que sucedía a mi alrededor, dejar de ser la mujer dependiente y ciega que había sido… había cometido tantos errores. Debí involucrarme más y demostrar lo que siempre quise ser, una mujer fuerte e independiente.
Lo odiaba… odiaba a mi marido más que a nadie. Lo quería ver hundido antes de morir. Lo quería ver vulnerable y sin esa arrogancia que mostraba cuando pensaba que podía llevarse el mundo entero por delante.
Tomé los expedientes de la mesa, sequé mis lágrimas con mi suéter y caminé con determinación a la puerta, recorrí con la rapidez que podía permitirme por el corredor y bajé las escaleras.
_¡Sam!_ grité cuando llegué abajo, tomé mi bolso que había quedado sobre el sofá _¡Sam! Necesito que me lleves_
Sam apareció por la puerta principal con su rostro sorprendido arreglándose la gorra sobre su cabeza y abrochándose el saco.
_Si Señora, ¿el Mercedes?_
_Cualquiera… solo llévame._ lo seguí a través de la puerta y bajé con su ayuda los escalones del porche
_¿Dónde señora? ¿La señorita Rosalie?_
_Al Holidays Helt Center_
Sam condujo en silencio a través de la ciudad, mi mente estaba sumergida en todo lo que tenía en mis brazos, los contratos, la falsificación de información, las amenazas, las injurias…
¿Cómo había descubierto todo Emmett? Él había tenido el valor de hacer lo que nadie había hecho, descubrir la suciedad de Benjamin. Y la tenía en mis manos. Estaba segura que había más, que a través de todos estos años si él se había atrevido a hacer eso conmigo seguramente lo había hecho con muchas personas más. Fraude, manipulación, amenazas, sobornos y contratos fraudulentos… Solo necesitaba despejar el camino con esta información nueva que llevaba a Emmett y los suyos.
Llegamos al Centro de salud especializado en enfermedades oncológicas. Sam me ayudó a bajar del auto y caminé aferrada a esas carpetas en mi pecho, ignoré las pequeñas puntadas que tenía en mi bajo vientre y solo caminé, necesitaba hacer lo que había venido a hacer.
Pedí en recepción la habitación de Benjamin, la enfermera me indicó el número y fui hasta el ascensor, marqué el tercer piso y cerré los ojos recostándome en la pared del cubículo, respiré profundo varias veces e ignore mis mareos. Las puntadas eran espaciosas, los nervios me habían sobrepasado y mi cuerpo estaba recibiendo toda la presión de la situación.
_Aguanta bebé…_ respiré profundo varias veces y acaricié mi panza, estaba increíblemente dura…. Oh cielos, si esto perjudicaba a mi bebé de algún modo no me lo perdonaría.
Las puertas del ascensor se abrió y reuní todas mis fuerzas para salir de allí, el tercer piso, el área de cuidados intensivos. Caminé hasta el corredor y busqué la puerta numero 16, cuando la encontré respiré profundo y aferré los archivos a mi pecho con ambas manos. Tragué en seco y sin golpear abrí la puerta.
Me parecía increíble que el hombre que estaba frente a mí era el que tanto me había hecho sufrir. Benjamin no era ni la mitad de lo que había sido una vez, ese hombre imponente, seguro, calculador y fuerte que había visto por primera vez a mis diecisiete años ahora yacía sobre una cama, solo y como un hombre frágil y a punto de darse por vencido. Su rostro pálido y demacrado, su cuerpo delgado y sin fuerzas, la ausencia de cabello, todo me indicaba que los médicos habían estado haciendo lo posible por darle un poco más de vida, pero había sido inútil.
Había sido más que una recaída, había sido el inicio de su final.
Él estaba despierto, volteó su cabeza al oír la puerta y no dio señales de sorpresa al verme, pero cuando sus ojos dieron con las carpetas retenidas en mi pecho su rostro palideció aún más.
Su respirador se mantuvo constante y el bip de la máquina que monitoreaba a su corazón mantenía un ritmo uniforme, noté una leve vacilación en su ritmo cardíaco, pero fue solo un instante cuando sus ojos bajaron a los archivos.
_Isabella_ su voz sonó ahogada debajo de la mascarilla del respirador.
_Solo viene a decirte una cosa_ dije tragando el nudo en mi garganta, avancé unos pasos dentro de la habitación y quedé frente a la cama _no vale la pena insultarte y degradar tu cuerpo más aún, la enfermedad ya hizo suficiente. Pero quiero que sepas una cosa, destruiste toda mi vida, la hiciste un infierno, me subestimaste, me manejaste como quisiste, pensaste por mí, decidiste por mí y hasta hiciste cosas detrás de mí que tenían que ver con mi vida, con la vida de otros. Pero una cosa no lograste nunca Benjamin_ a esas alturas mis ojos estaban nublados por las lagrimas, a pesar que me había prometido no llorar delante de él _nunca lograste que te amara, no… lograste lo contrario, te odié cada día más y más. Me das asco y agradezco al cielo que pronto te sacará de mi vida_
_Isabella, por favor…_ dijo él débilmente. Levantó una de sus manos de la cama implorante pero lo ignoré totalmente, nunca había visto a Benjamin en una situación tan humillante, no lo disfrutaba, pero tampoco lo odiaba.
_¿Sabes qué es lo único que te agradezco?_ murmuré secando mis lágrimas con el dorso de mi mano. _ Gracias por Edward. Me presentaste al verdadero amor de mi vida, lo pusiste junto a mí y supe lo que era la felicidad._ él apretó sus puños sobre las sábanas y negó con la cabeza
_Jugó contigo…_ masculló…
_No mientas más!_ apreté las carpetas en mi pecho tratando de controlar mi furia _tú lo alejaste de mí, tu lo obligaste a irse, tú y tus amenazas, tú y tu maldito poder corruptible!... lo hiciste sacrificar tanto. Nos hiciste sufrir tanto_ mis palabras eran entrecortadas y dolorosas
_No me odies…_ suplicó…
Negué con la cabeza y reí irónicamente
_Creo que es tarde para eso, lo siento Benjamin… pero creo que es hora de que pagues cada cosa que me hiciste, cada cosa que le hiciste_ lo miré por una últimas vez a los ojos, quería que viera mi sinceridad en los míos _Gracias por arruinarme la vida, disfruta de la que te queda…_
Di media vuelta sobre mis pies y caminé hasta la puerta haciendo oídos sordos cuando dijo mi nombre. Cerré las puertas tras mis espaldas y caminé hasta la salida de ese hospital. No volvería nunca más allí…
Y salir de allí fue como si dejara un peso que había llevado por años sobre mis espaldas, en ese lugar. Sorprendentemente me sentí más ligera, más liberada, sentí como si la amargura de años se hubiese esfumado de una vez por todas de mí. Pero no podía dejar de llorar… el dolor aún se sentía como la daga en el corazón, toda mi vida había sido un desperdicio, una mentira, todo…una gran pérdida de tiempo.
Sam abrió la puerta para mí, me pidió el destino pero no supe qué decirle, no quería ir a la casa de Rosalie, no podía dejar que me viera así, las heridas estaban a flor de piel y no quería llevarle más problemas. No quería volver a esa casa… no era mi hogar, mi casa nunca más.
Solo atiné a decir una dirección, una que no había visitado por meses, una que había significado tanto para mí y que fue donde el dolor más grande me sacudió. Tenía el suficiente valor ahora para enfrentarlo, dejar todas las heridas detrás y tratar de comenzar una vida nueva junto a mi hijo.
Sam condujo al otro lado de la ciudad, tenía que pensar tantas cosas… una nueva vida. Le daría todos los documentos a Emmett para que consiga acabar la investigación, tenía que esperar para conseguir el divorcio antes de que Benjamin muriera, no quería ser su viuda. Tenía que hacer tantas cosas aún… por lo pronto, conseguir un nuevo hogar.
Sam abrió mi puerta y bajé a mi último destino, miré hacia arriba al edificio que alguna vez había sido como mi hogar. No lo había visitado desde que… bueno, desde que todo sucedió.
Nuestro refugio…
Ahora sería mi nuevo comienzo.
_Sam, gracias por traerme y gracias por todos estos años de servicio_ dije a mi chofer mientras me acompañaba a la entrada del edificio, el me miró sorprendido… pero luego pareció comprender _mándale a Claire mis saludos, no sé si volveré a verlos… pero, hazle saber mi agradecimiento_
_Señora, ¿no volverá más usted a su casa?_ dijo él sacándose la gorra
_No Sam, nunca la sentí como mi casa, las cosas son muy diferentes ahora a como una vez fue. Espero volver a encontrarlos a todos ustedes, aunque me gustaría que me hagas un último favor…_
_Dígame señora, lo que usted desee_
_Entre hoy y mañana Rosalie irá por mis pertenencias, solo mi ropa y las cosas del bebé, me gustaría que la ayudaras en lo que puedas, tú y Claire… ¿puedes hacer ese último favor?_
_Por supuesto Señora, estaremos atentos a la llegada de la Señorita para ayudarla con sus cosas_
_Gracias_ tomé la mano de mi chofer y la estreché en un saludo _nos vemos entonces Sam_
Dí media vuelta y respiré profundo antes de entrar al edificio, esto era lo que podía salvar. En su momento Rose había puesto a su nombre la compra de este departamento, ella me dijo que cuando quisiera podía poner las escrituras a mi nombre, después de todo era mío, pero para eso quería esperar a que las cosas de Benjamin se aclararan… si me iba a quedar sin nada, al menos salvaría esto.
Tomé el ascensor y un nudo pesado se instaló en mi estómago, recordar la última vez que había subido por este ascensor era demasiado doloroso. Las lágrimas comenzaron a caer en mis mejillas una vez más…
Oh dios… dame fuerzas para abrir esa puerta…
Las puertas del ascensor se abrieron y apreté mis brazos aún más alrededor de mi torso donde estaban las carpetas bien protegidas entre mis brazos. Tenía que llamar a Emmett y decirle que las tenía, que había logrado encontrarlas.
Rebusqué la llave del departamento en mi bolso y cuando di con ellas las apreté en mi mano
No habrá dolor esta vez… solo somos tú y yo bebé… nadie más.
Abrí la puerta y entré… encendí la luz con mi mano temblorosa y me recosté en la puerta cerrada. Todo estaba como había quedado… los sofás mullidos, la pequeña biblioteca, la amplia ventana que daba al balcón dejaba pasar la escasa luz del crepúsculo, ya casi tornándose en noche, el silencio… roto solamente por el sonido de una puerta en el corredor que llevaba a las habitaciones.
Cuando miré el aire se atascó en mi garganta y tuve que limpiar las lágrimas de mis ojos para poder ver bien. Allí estaba él, con el torso descaradamente desnudo y su cabello cobrizo, ahora oscuro por la humedad, gotas cayendo sobre sus hombros, una toalla en la mano y solo vestido con un jean gastado.
Edward.
Sus ojos me miraron alarmados y en un segundo estaba caminando hacia mí, tiró la toalla al suelo y tomó mi rostro entre sus manos
_Bella… ¿qué está mal?_
Respiré jadeante cerrando los ojos, dejé caer mi cabeza sobre la puerta
_Estas aquí…_ susurré débilmente, sentía que todo el cansancio del día caía sobre mí. Mis piernas se doblaron y se debilitaron con solo verlo. Todo ese efecto aún tenía en mí.
_Estoy aquí, sí. Perdóname… aquí me siento cerca de ti. A demás… Carlisle llevó a Esme a cenar y Alice está con Jassper, no quiero ser mal tercio. Era solo por esta noche…_ sus palabras se trabaron _¿qué es esto Bella?_ miró los archivos que aferraba en mis manos.
_Lo encontré…_ mi voz se quebró, estaba abrumada… él aquí, él conmigo _es lo que necesitan, todo lo que nos hizo_
_Bella…_ susurró acariciando mis mejillas con sus pulgares, su toque me estremecía _¿leíste todo?_
Asentí aferrándome más a los archivos, él suspiró y soltó mis mejillas.
_Dame Bella, se lo daremos a Emmett_ dijo tomando las carpetas de mis manos, las aferraba con tanta fuerza que mis nudillos estaba blancos _él sabrá qué hacer con esto_ las solté y en cuanto lo hice todo mi cuerpo se tambaleó. Era una gran carga que al fin me dejaba libre.
Edward se apresuró a dejar las carpetas sobre una mesa y volteó hacia mí, en un instante estaba entre sus brazos, que me aferraban fuerte a su pecho. Estallé en sollozos y no pude evitar aferrarme a sus hombros, como si mi vida dependiera de ello. Su dulce olor me embriagaba y aunque sabía que estaba mal, que él no tendría que estar allí… yo solo quise disfrutar de ello.
_¿Cómo… soportaste tanto?_ sollocé _si hubiese sabido… si me hubieses… dicho ¡¿Por qué mierda no me lo dijiste?!... Edward… yo podría haber hecho algo… yo podría… oh dios, ¡tendrías que haber confiado en mí! _ sin darme cuanta mis puños golpeaban su pecho con todas mis fuerzas, que no eran muchas.
_Shhh bebé, no te alteres, por favor… yo, lo lamento tanto… no puedo soportar verte llorar, ya no más… yo, no podía_
Oh Dios…
_Sí podías, te limitaste a cuidar de todos… sin importar nada… ¿por qué? ¿Por qué no confiaste en mí?_ gemí retorciéndome en sus brazos
_Porque fui un cobarde_ dijo ahogando un gemido.
Nos quedamos abrazados por unos minutos más allí, en la entrada de nuestro refugio, su mano acariciaba mi espalda y yo me aferraba a sus anchos hombros.
Luego de unos minutos se separó de mí para alzarme entre sus brazos, recosté mi cabeza en su pecho y sentí que me llevaba al dormitorio. Me dejó encima de la cama y abrió uno de los lados, mi cuerpo aún se sacudía en sollozos por lo que dejé que él me sacara mis zapatos, masajeó un poco mis pies que vergonzosamente estarían hinchados y luego de unos minutos en los que logré calmarme, él se paró de la cama y me miró con cautela.
_Traeré algo para que comas, llamaré a Emmett y… me prepararé para irme._ su mirada cabizbaja rebuscó por la habitación y caminó hacia una silla, tomó su camiseta y se la puso, cuando iba caminando hacia la puerta sentí que debía decir algo… tenía que hacerlo, era una necesidad…
_No te vayas_
Él se detuvo en la puerta pero no volteó, bajó la cabeza y descasó su frente en ella. Respiró profundo una vez y luego de unos segundos asintió… volteó lentamente y sus ojos brillantes me estremecieron.
_Solo si a ti te hace bien_
Asentí de vuelta y alcé mi mano…
Bien he aqui el capitulo, como les prometi lo subi antes, juro y confieso que aun no lo leo por completo no porque no quisera si no poruqe queria ver sus reacciones primero... espero no lloren mucho, el titulo se lo puse Yo Ada, porque mi Lu no le puso y segun lo que lei me paecio acorde, nos vemos el sabadooo o antes si tengo un os listo abrazos
Ada Cullen
Ada Cullen
63 comentarios:
Hermoso hermoso hermosisimooo!!! veo reconciliación en puerta!!! buenisimo muero por el próximo capitulo, aunque todavía me pregunto cuando regresara nuestra vacacionista preferida, eso no quiere decir que este descontenta con vos Ada porque seria mentira ya que has cuidado la cas mas que cualquiera lo hubiese hecho, aparte sos un amor de persona.
Como me gusta esta historia.
Cuidate mucho y nos leemos siempre...
http://miangelpersonal.blogspot.com/
¡Bien hecho Ada!, por darle nombre a este capitulo y publicarlo mucho antes, y para Lubally... ¡gracias por manadar el capi!
Ada, en serio, el nombre del capitulo lo definiste muy bien sin leerlo todo, ¡gracias otra vez!
En serio, si que fue un capitulo desgarrador, Bella por fin encontro todas las mentiras de Benjamin y en ello vio reflejado todo lo que Edward tuvo que sufrir por el bien de todos, menos de el :(
Tal parece que al final del capitulo, ¡se recoinciliarion!, ¡que bien!, veamos en los siguientes capitulos como utilizan todas esas carpetas para jugar mejor que Benjamin
Hola por fin alguien se apiado de Bella menos mal que pudo encontrar las benditas carpetas y ahora sabe la verdad acerca de Edward espero que haya una muy buena reconciliacion y muero por que asi sea ojala ya no sufra tanto Bella pobre bebe todo lo que ha tenido que pasar en espera del siguiente capi
saludos y abrazos desde Mexico
Dios gracias por el capitulo me encanto ya me puedo ir a dormir tranquila las cosas se estan solucionando al fin, vamos a ver que pasa con esas pruebas.
madre miaaaaa!!! menudo capitulo!!!!
que se muera ya benjamin hombre!!! jaajaj me encanto el momento en que va a darle una explicadita a benjamin... y asi por fin se quita el peso de encima... pero lo mejor el momento que entra en el refugio....oooo dios!!! que ganas que pase la semana!!!
gracias ada por ponerlo antes y por el titulo! muy acertado!!! y gracias a lu que ni de vacaciones descansa....(menos mal si no nos mata ..jajjaj) muchos besos.
Cada vez esta mejor, ya parece que queda poco y que las cosas van mejorando.Me encantó este capi.
Besos.
oiaaa bueno x fin tiene las pruebas contra el infeliz ese!!!! ya era hora pobre bella ahora tiene q estar con eddie y estar bien!!! uff cada me gusta mas bueno cuidateee besito
hay diossssssss!! q capiiiii!!!! siiii porfinnn se esta aclarando todo por fin vio todo lo q tuvo q pasar ed me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Felicidades Ada lo estas haciendo genial y el titulo te quedo a la medida,me encanto.llore muchisimo pero de emocion ya q x fin encontraron pruebas en contra de Benjamin y esperando q las cosas se arreglen....Siguan asi chicas son geniales....Besitos...
Ada, acertaste de pleno con el título del capi, me ha encantado, desde luego Lu ha dejado en buenas manos su casa. Estuvo buenísimo el capi, y la reconciliación está a la puerta, lo se, será en el próximo?, hay y van a pasar la noche juntos, ¡ohh Dios mio! ya deseo que sea lunes. besos
Ana
VOY A LLORAR QUE EMOTIVO XD ESTO ESTA SUPER
MALDITO BENAJMIN PERO PAGAR POR TODO
HAY RECONCILIACION MINIMO PLEASE
YA BASTA DE DOLOR
HOLA MI NIÑA ME HA ENCANTADO EL CAPI, ESTABA NERVIOSA DE QUE LE PASARA ALGO A BELLA EN EL HOSPITAL PERO GRACIAS A DIOS SALIO ILESA, Y MI EDWARD POR FAVOR QUE LO PERDONE YA SABE POR TODO LO QUE TUVO QUE PASAR Y DEBE CONVENCERSE DE QUE EL LA AMA POR SOBRE TODAS LAS COSAS, GRACIAS ACTUALIZAR, CUIDATE Y BESOS, LOQUIBELL
Dios que cap mas intenso, DIos!!!! estuvo genialo, al menos ella ya sabe lo que legalmente conlleba la cuestion lo que le dijo ed era verdad y lo porqueria que era Benjamin, ahora falta ver que pasa con el resto y las repercuciones legales de todo lo que firmo ed, si se puede alegar como firma bajo cohercion yo que se, ahhh esta genialo!!! y cuando enfrendo a benjamin por feo (como dice mi hermano) ahhh genialo sublime simplemente del carajo!
Gracias por compartirlo!!
Besotes desde Colombia! ♥
Bueno vamos a ver. En primer lugar el titulo le va que ni pintado al capi. Bueno creo que ha sido un capitulo muy emotivo y es uno de los que mas me ha hecho llorar, no me extraña que dijeras que prepararamos kleenex. Pero a pesar de habernos hecho llorar, creo que ha sido un capitulo necesario para que bella se diera cuenta de quien era Benjamin en realidad, de como ha sido utilizada desde siempre por él y del enorme sacrificio que ha hecho Edward. Aqui es en donde creo que tiene los sentimientos más encontrados y ni ellas misma se aclara y además, a pesar de que en el capi pasado creo recordar que si se lo dijo, ella piensa que no la quiere y que solo ha vuelto para expiar sus culpas y por su bebe pero no porque la ame. Me parece que se ha resignado a tenerle en su vida pero sin poder estar con él porque piensa que no la quiere. Asi que creo que edward se lo tendrá que decir más claro pero cuando lo deje porque hasta el momento y desde esa noche no lo dejo acercarse. Ella esta dolida porque piensa que edward podria haber confiado en ella y haber solucionado el tema juntos, creo que en cierto modo su subsconciente le dice que la ama pero por algun motivo que no llego a comprender no lo acepta. El caso es que tiene razón, edward fue un poquito cobarde pero creo que no tuvo otra elección. Ha habido un momento en que he llorado un monton cuando ha decidido ir a su refugio sola y empezar de nuevo sola con su bebe y sin edward, mis ruegos se han visto cumplidos cuando edward estaba alli y pienso que ese no te vayas es el principio de la reconciliacion entre ellos, asi que ojala en el proximo capi podamos ver esa reconciliacion en la cual Bella tenga claro que la ama y, por supuesto, el fin de Benjamin.
Se me va a hacer larguisimo hasta el lunes de verdad,pero que le vmaos a hacer.
Un beso
lo ame hermoso el capi..gracias por publicarlo antes me encata que ya todo se este aclarando y que ya se esten dando una segunda oportunidad sufrieron mucho y merecen la pena estar juntos
besos
Muy hermoso el capitulo,estoy muy feliz de q ue se han encontrado y espero q bella lo endienda por el echo de q el la abandono y espero q esto pase en el proximo capitulo.ha sido largo el capitulo pero se me ha eco corto por las ganas q tenia de leerlo y queria q no se acabe,pero espero con muchas ganas el proximo.Y ADA me gusta mucho el tilulo de capitulo y tambien gracias por cuidar de la casa y hasernas a nosotras felizes .en cuanto a LU gracias por continuar la historia y darnos nuestra droga ,por q esta y historia como todas las demas son nuestra droga,gracias por interumpir un rato tus vacaciones por nosotras y escribir ,nos setimos muy privilejiadas ,muchos besos
Como siempre INSUPERABLE, muy triste pero emotivo a la vez, y el final suspense, Que pasara con las carpetas y el malvado marido??? y la reconciliación de la pareja???? Esperaremos a la siguiente semana pero sin uñas en las manos, saludos. Desde España
Ada gracias x actualizar temprano, hoy me senti mal y no fui a trabajar pero tuve la oportunidad de leer este capi q a mi preciosa Lu le quedo muy bueno dios como llore y recorde todo lo q tuvo q pasar el pobre de eddy y mi pobre niña bella ha sufrido tanto sin merecerlo, ya es hora de q sea feliz de q los dos sean felices, con respecto a benjamin yo no deseo q muera todavia no quiero q este vivo cuando lo encuentren realmente culpable y le dicten sentencia quiero q este vivo cuando se solucionen todos los problemas con respecto a las pruebas de paternidad del bebe y edward xq quiero xfa lula q hagas un POV de benjamin cuando todo salga a la luz y en el momento exacto de q muera, se q soy algo macabra pero ese bastardo se lo merece,muchas gracias lula x todo lo q nos das al escribir estas cosas tan hermosas, recuerda q te extrañamos mucho, besos desde Perú, y Ada x cierto haces un trabajo esplendido cuidando la casa, eres un encanto, bye besos.
Oh mi dios!! Hermoso.
Casi muero cuando Bella le dijo No te vayas, ayy Lu me matas... Siento el dolor de ambos dentro de mi... no tienes idea de lo mucho que me duele que se resitan a lo que sienten, pero por fin Bella ha abierto los ojos o eso creo, se ha dado cuenta de que edward si la ama...
Gracias lu por otro capitulo, creo que CUSTODIO MIO, se ha conevrtido en otra de mis obsesiones :)
Saluditos desde colombia
Tati Gómez.
haaaaaaaaayyyyy por dios que capi tan intenso.... que tristeza imaginarmela asi a bella cuando la verdad la golpea tan fuerte....ojalas perdone a mi edward
Me encantoooooo!!!!!! Si, porfin parece que las cosas se van arreglando =) no me canso de decirlo, me encanta esta historia!!!!!!! Gracias de nuevo Lu y a ti tambien Ada por subirla para que la podamos leer. Muchas gracias chicas. Besos
Gracias por otro capitulo estaba super anciosa por poder leerlo y me encanta el nombre. Muchisiiiiiimmas gracias....
BESOS!!!!!
OMG! OMG! OMG! tremendo capitulo, gracias chicas =)
woooo dios se descubrio todo ....mujaja ahora si muerete benjamin ...ahora ya pueden estar juntos bela y edward aaaaaa ke lindo...
Wiii!!! Toma esa Benjamin!! Soy mala, lo sé. Pero se lo merecía muajajaja! xD
Por fin estos dos se van a dejar de tanto contrato y tanto separarse. Qué ilusión!!!
Deseando leer el siguiente! =)
Ada muchas gracias por subirlo pronto. Para las que vamos 6 o 7 horas adelantadas viene bien. jeje Es lo que tiene vivir al otro lado del océano. :P
Muchos besos guapas! Dale recuerdos a Luu!! ;)
Laurita! ^^
LU M PONGO DE PIE Y GRITO¡¡¡BRAVOOOOOOOOOOOOOO!!!Q CAPITULOOOOOO TODAS MIS EMOCIONES HAN ESTADO AL LIMITE CON EL CORAZÓN ENCOGIDO,COMO A HECHO FRENTE BELLA A BEJAMIN CON Q ENTEREZA Y MADUREZ LE A HECHO FRENTE....Q ALEGRIA Q HAYA ENCONTRADO LA DOCUMENTACIÓN Y SE HAYA DADO CUENTA D TODA LA MANIPULACIÓN Y MALDAD D SU MARIDO Y D TODO LO Q EDWARD A SUFRIDO....AHORA VEO Q LE A PERDONADO AL COMPROBAR LA VERACIDAD D TODO LO Q LE CONTO,VOLCANDOSE EN ODIAR AL VERDADERO SER DESPRECIABLE Y ¡¡UFFF!!CUANDOA LLEGADO AL APARTAMENTO ENCONTRANDOSE CON EDWARD MI CORAZÓN A ESTALLADO EN MIL PEDAZOS D EMOCIÓN Y FELICIDAD Y ESTOY COMO LOCA D CONTENTA AL VER Q BELLA LE A PEDIDO Q SE QUEDE Y EL LE A MIRADO CON LAGRIMAS EN LOS OJOS..POR DIOSSSSSSSS Q SE ACERQUE Y SE BESENNNNNNNNNNN POR FINNNNNNN CON TODO LO Q HAN PASADO PARA LLEGAR A ESTAR JUNTOS..."FELICIDADES LU POR EL CAPITULO A SIDO...HERMOSISIMO...BRILLANTE"....M.GRACIASSSSSSSS POR ESTAR PENDIENTES D NOSOTRAS AUN EN TUS MERECIDISIMAS VACACIONES M TIENES EMOCIONADISIMA "ERES GRANDE,MARAVILLOSA" HASTA EL PROX CAPI PRECIOSA Y UN BSAZO PARA NTRA MARAVILLOSA ADA Q EL OTRA SUPER MUJER LLEGANDO A TODAS PARTES IGUALMENT M TIENE ALUCINA SOIS BRILLANTES CHICAS..... BSSSSSSSSSS DESD MADRID OS AMO
OH MI DIOS QUE CAPITULO TODOS LOS TRAPOS SUCIOS DE BENJAMIN SALIERON AL SOL, Y BELLA PODRA PERDONAR A MI EDDY......YA QUIERO LEER MAS...
SANTA BARBARA BENDITA !!!!!!!!!!!!!QUE CAPITULAZO . ME HICISTE LLORAR Y TODO..... Y ESE ####!!!*** DE BENJAMIN POR FIN ESTA PAGANDO TODO LO QUE HIZO BIEN!!!!!!!!!!! Y POR FIN BELLA Y EDWARD VAN A ESTAR JUNTOS!!!!!YUPI!!!! GRACIAS ADA POR COLOCARLE TITULO AL CAPI Y GRACIAS POR SUBIRLO Y A LU GRACIAS POR ACORDARSE DE NOSOTRAS AUN ESTANDO DE VACACIONES, ESPERO IMPACIENTE LA PROXIMA ENTTREGA DE SEGURO ESTARA DE INFARTO.EXITOS .ABRAZOS.
Dioa mio que capi, por dios es simplemente sorprendente, fasinante perfecto brillante, no hay palabras para describir lo grandioso que es, la historia es magnifica es perfecta Lullaby te felicito de verdad eres una escritora en todo el sentido de la palabra deberias hacer un libro en serio wauuuu siempre nos sorprendes eres genial te felicito y a Ada tambien el titulo es genial
saludos desde Colombia
OMG!!! que capitulo.... por fin Bella se entera por ella misma de toda la verdad, y de la clase de marido que tiene, con mucha tristeza cuando Bella se da cuenta de todo, y de que Edward tambien sufrio.
Pero muy bueno que se le halla enfrentado a Benjamin... por fin, y que hagan pagar a esa escoria todo lo hizo!!
Y ahora espero que las cosas se arreglen para Bella y Edward, que triunfe el amor....
Abrazos!!!
ada me dejaste sin palabras!!!
espero k si alla reconciliacion
pero me alegro k encontrara las carpetas supiera la verdad y enfrentara a benjamin
Me encanta!!!! tan divino Edward!!!! Es tan hermoso!!!
Pobre tipo, pero tiene que pagar por todo lo que hizo.
Vamos a ver como terminan las cosas...
Excelente capitulo, espero el siguiente.
No se k me pasa con esta historia siempre termino llorando de la emosion.o de la tristezapero siempre esta guay la verdad es delos mejores me encanta.
siiiiiiiiiii! alfin Bella lo vio todoooo! estoy segura de que todo se arreglara entre ellos! que emocion:')me encanto el capitulo igual que todos los demaas, saludos
hermosooooooooo lo ameeeeeeeeeeee!!! espero con ansias el proximo capitulo amo a EDWARD!!! besos chicas!!!
Formidable, como me ha gustado este capi, de los mejorcitos que has hecho.
Muchas muchas gracias lu por escribir a pesar de las vacaciones eres la mejor, besitos.
Awww!!! estaba esperando esto!! Que emocion!! Ella lo sabe todo! Y le ha pedido que se quede!!!! Dios!!!! :)
oh dios!! es tarde para ese no lloren mucho jajaa...llore todo el capitulo, si lo se es ficcion pero llore como si fuera real y estoy algo loca asi que tiene sentido...Pobre Edward todo lo que paso, como pudo aguantar firmar todas esas cosas.! renunciar a bella y renunciar a su hijo! entre otras cosas...No soy de este tipo de pensamiento en la vida real pero benjamin merece esta muerte lenta y dolorosa...!!!Por fin Bella descubrio toda la verdad y todo lo que Ed hizo por amor a ella..Ese NO TE VAYAS termino por matarme en este capitulo...Esperare con ansias el proximo lunes para saber como sigue, ya quiero la reconciliacion aawwwwww...SIN PALABRAS LUUU...escribes GENIAL...AMO CUSTODIO MIO!!!!
Montse
oh dios!! es tarde para ese no lloren mucho jajaa...llore todo el capitulo, si lo se es ficcion pero llore como si fuera real y estoy algo loca asi que tiene sentido...Pobre Edward todo lo que paso, como pudo aguantar firmar todas esas cosas.! renunciar a bella y renunciar a su hijo! entre otras cosas...No soy de este tipo de pensamiento en la vida real pero benjamin merece esta muerte lenta y dolorosa...!!!Por fin Bella descubrio toda la verdad y todo lo que Ed hizo por amor a ella..Ese NO TE VAYAS termino por matarme en este capitulo...Esperare con ansias el proximo lunes para saber como sigue, ya quiero la reconciliacion aawwwwww...SIN PALABRAS LUUU...escribes GENIAL...AMO CUSTODIO MIO!!!!
Montse
OH MI DIOSSS POR FINNNNNNN SIIIIIIIIIIIIIIIIIII AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH grito alocadisímo, por fin Bella supo el hijo de puta que tiene por esposo ahyy pobrecita mi nn lloro por lo dos y se dio cuenta que mi pobre Ed la paso como la mierda y se sacrifico por la felicidad y el bienestar de todos, no es e´l un martir ahhh canonicemoslo, San Edward¡¡¡¡¡¡ Dios y lo lindo que s eporta, se iba a ir sólo para que Bella estuviera bien y le pidió perdón por estar en su refugio y awwwwwwwwwwwwwwww me mueor ahora quiero que se reconcilien que se besen se amen y vean sufir al hijo de puta de Benajmin.
Ame lo que le dijo bela al imbecil ese, en vez de desgastarse en insultos le dio donde más le dolio haha; el orgullo... nunca te ame al contrario te odio más cada día y la único cosa que te agradezco es Edward, porque me lo presentaste y me lo psuiste en la vida a e´l, mi verdadero amor waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa CHUPATE ESA MANDARINAAAAAAAAA
aaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!
que capiiiiiituuuuuulooo!
wowo ,todo lo que benjamin hizo,
nadie merece morir,pero wow ,algun precio tiene que pagar!
gracias por el capitulo!
estuvo exelente!
Este capitulo me encanto, es supremamente hermoso. Lo lei hasta ahora pero quede feliz.
Gracias Ada y Lu!!!....
Mi Lu el capí estuvo grandioso, de verdad que me llogo al corazón. Sufri en mares con Bella. Por otro lado, estoy contenta porque al fin Bella descubrio la verdad y dijo todo lo que sentía a Benjamín. Me quede ansiosa, deseo que Bella y Edward digan todo lo que sienten, que pasará. Estoy intrigadísima. ¡Mi Lu espero estes disfrutando al máximo tu viaje! Espero te veamos pronto, TQM, Feliz comienzo de semana!!!
y un dia despues la que debio haberlo leido primero lo ha leido, ya he dicho no por falta d e ganbas si no poruqe estaba liadisima... mi Lu me tome el atrevimiento de poner ese nombre segun lo que hbia leido, pesero le haya acertado... que puedo decir estuve todo el tiempo con el kleenez ya dije quien dijo que la verdad no duel, quien dice que ese dolor no implique renacer como el fenizx.... no le deseo el mal a Ben porque como humanos a veces errramos por egoismo, todos hemos hecho cosas malas, no como estas pero no deseo su mal... solo digo y cito a Beu: El KARAMA es una maldita perra que todo te lo devuelve.XD asi qeu sobran las palabras...
Bella ha soportado tanto mi Lu, desde que publicaste el pimre capitulo supe que las sacarias del estadio pero no super que tan lejos llegaria en horabuena mi amor, es tan maravilloso porder sentir lo que ella siente, llorar por un a tracion, reir, sufrir y permitirnos ilusionarnos....
Edward soporto mucho peor como el lo dijo fue cpobarde pero bueno tiene su oportunidad para redimirse.... espero por ultimo que vickzorra pague por lo que ha hecho y la verdad salga ala luz-jajaj me emocione-
Mi Lu te amoooooo te amoooo graciiiiiiiiiiiiaaas!!!!!!!!!!!!!
Dios que decir que no hayan dicho ya mis compañeras de lectura, que es MARAVILLOSO.., que me mantienes en vilo hasta el próximo próximo cap., que consigues transmitir todo lo que siente cada personaje..., no me cansaré de repetir, lo buenísima escritora que eres..
Ada, gracias por las actualizaciones.., no se como hubiera aguantado sin CUSTODIO hasta que Lu hubiera llegado de sus merecidas vacaciones.. mil besos y con ancias de la esperada reconciliación, que espero no se haga de esperar mucho...
DOMINIC-Sakurassan :D
holaaaa whooooh tremendo capitulo lo amo que bellos sentimientos son muy especiales las dos gracias por estar siempre presente y no abandonarnos a la espera estoy loca por el otro capitulo,lo esperare con ansias las quiero , besitos me alegraron el dia estoy llena de amor para dar jajajaja ...jennileone
ADA EL TITULO MARAVILLOSO LO HAS CLAVADO COMO SOLO TU Q PERTENECES A ESE EXCLUSIVO CLUB DE ESCRITORAS D PRIMERA FILA PUEDO HACERLO....TU AMIGA Q NO CONOCES PERO Q OS QUIERE MUCHOOOOOOO A TODAS....YOLI DSD MADRID
Adore el cap!
Me da mucha pena todo el dolor que esta enfrentando Bella y tambien Edward.... pero al fin se sabe todo! al fin tienen todas las herramientas para pelear contra Benjamin....
El muy maldito supo siempre cubrirse las espaldas... mantener todo a su conveniencia....
Por un momento temi por Bella.... lendo sola a enfrentar a Benjamin.... hubiera jurado que el estaria con algo de seguridad en la clinica... que de alguna manera lograrian quitarle los papeles.... Y luego los dolores en la panza.... estoy mas que segura que eran contracciones.... ya me esperaba que Bella entrara en trabajo de parte ahi mismo :(
Por suerte llego a encontrarse con Edward.... el va a cuidar de ella y del baby XD
Dany
PD: Me gusto mucho el titulo del cap... creo que queda perfecto XD
Besotes!
Tienes razon Ada ese era el titulo adecuado para el capitulo y cuan cierto es, la verdad si que duele.
Mi opinion personal sobre el capitulo es.... excelente como es que fue tan tonto y no confio en ella, ya lo habia dicho antes no tuvo el valor de hacerlo y como lo dijo el, es un cobarde.
Pero han sufrido mucho y merecen curar sus heridas, esto lo pueden lograr poco a poco y juntos porque es obvio que separados son un desastre, tanto para los que los rodean como para si mismos. Me encanta el drama pero tambien soy una romantica sin remedio.
ay Ada.
mira que me has dejado llorando como una magdalena, que capitulo tan emotivo, sniff, sniff.
sin palabras, sino simplemente hermoso y el ttulo le cae como anillo al dedo.
un abrazo
OMG ESTA QUE ME ENCNATAAAA YA QUIERO QUE SE ARREGLEN ESE PAR XD ESTOY QUE MUERO TANTO DOLOR XD PUBLICAAAAAAAAAAA HAHAHA TE AMOOO ADORO EL FIC ME ENCANTA EL CAP
TANTO SUFRIMIENTO PARA LA POBRE BELLS CUANDO LO SIENTO POR ELLA :S
PERO MI EDDY TAMBIEN SUFRIO Y MUCHO PERO AHORA YA ESTAN JUNTOS ESPERO QUE SEAN MUY MUY FELICES
es increible como la vida es taaan injusta , estoy apunto de llorar este capi fue increiblemente emotivoooo!!! y yo soy tan empatica con todo
ahhhhhhhhhh(suspiro) me siento tan triste y a la vez feliz
lloro y lloro y lo sigo diciendo me encanta esta historia, me encanta edward y kiero mas de la historia felicidades... espero con
ansias el proximo capi
siiiiiiiiiiiiiii!!! estan juntos siiii!!! y el cabron de Benjamin pudriendose siiiii!!! wiiiiii!!! me encantaaaa!!! besos
Lu, eres toda una artista.
¡Este capi está genial! Me alegro un montón que las cosas al fin se estén arreglando entre Bella y Edward ¡Y que el maldito Benjamin al fin se esté muriendo! x)
Tengo la sensación de que el fic está pronto a llegar a su fin ¡Nooooo! yo no quiero que termine T_T
Gracias Ada por subir el fic, me gustó el título.
¡Besitos!
Hola!
Bueno, bueno,...se están aclarando muchas cosas. Toda esta información entiendo que trastoque a Bella, ella siempre vivió rodeada y protegida de la realidad, como en una burbuja.
Me pasé todo el capi esperando el momento que la pobre rompiera aguas, va de una impresión a otra continuamente.
Me encantó la parte donde relatas el nuevo trabajo de Edward, menos mal que estaba aquí Emm para arreglar el problema, ama a sus amigos.
A esperar por el siguiente.
Un beso para las dos.
el capitulo esta genial
por fin bella sabe todo
he esperado con ansias el proximo desde que lei este, necesito saber en que terminara todo esto
espero y lu lo envie luego
OMG amo esta historia, ya tiene tiempo que la estoy siguiendo pero nunca habia comentado porque me daba penita =)pero ahora que leo este capitulo tan hermoso me desidi a comentar... es una historia muy bonita y que cada ves que leo un capitulo yo siento lo que sienten los personajes =) este capitulo es mi favorito hasta ahora porque estuvo lleno de sentimientos (hasta se me contraia el corason =D) me encanta sigue asi y muchas felisidades porque eres muy talentosa para escribir =) <3
Haaa lu hermosa muy apasionante capitulo lleno de intriga, pobrecita bella tuvo que saber toda la verdad de golpe, y hermoso Ed oh que amor estaba ahi esperandola para ser su refugio en la tormenta, ahhh llore ando llorona, bueno espero que estes pasando lindas vacaciones, sigue disfrutandolas. Adita hermosa gracias por publicar mientras lu no esta, Gracias por ser la que queda alimentando nuestros vicios. besitos a ambas cariños sin fines (yo pense que ya habia posteado este capitulo xD)
Oh por dios, que capitulo tan emocionante, tan lleno de verdades ocultas, impresionantemente intenso. Benjamin es el perro mas perro de todos, se merece todo lo que esta pasando y mas tambien.
Por fin Bella pudo ver la verdad que se escondia detras de todos los supuestos cambios que habia dado su esposo, pero sin lugar a dudas lo mejor fue el final me encanto que fuera a su refugio y en el encontrara a Edward, pero mas me gusto que el estuviera alli porque lo hacia sentir cerca de ella.
No me canso de decirtelo escribes increible.
Me disculpo por no haber comentado antes es que una tormenta me quemo la pc y el moden de acceso a internet y se demoraron una etrnidad en arreglarlo, tantos dias sin compu me estaban volviendo loca, es increible la adiccion que generan las increibles historias de tu blog.
Besos.
todavia no lo puedo creer, que existan personas como benjamin que engañan y estafan a gente necesitada y gente que no se puede defender, ademas yo tambien creo que victoria sabe mas de lo que dice y pienso que puede ir a la carcel, solo espero que todo se arregle pronto y que todos sean felices pero si no, un poco mejor porque habra custodio para rato, y cuando nacera el hijo de bella y de edward haaaaa me carcome la emocion y estoy super intrigada por saber que mas pasa. que estes bien, mis mejores desos
De entrada mis respetos a las 2, porque a pesar de tener sus ocupaciones y todo, se dan tiempo para no dejarnos colgadas...
Y sigue el sufrimiento para Bella y Edward, pero parece ser que por fin estan llegando al final del tunel...
No quiero ser mala persona, pero me gusto que Benjamin se de cuenta de su insignificancia, y que sepa que Bella y Edward en vdd se aman, y que van a seguir juntos, desde ahora y cuando el ya no este...jijiji
Excelente capi
vaya al fin se empieza a hacer justicia , y bella ya entendió todo lo que tuvo que soportar edward que capitulo me fascino gracias eres genial patricia1204
Publicar un comentario