Capitulo 14: Reconociéndonos

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Reconociéndonos

POV Jasper

Intente respirar profundamente pero no pude, tenia los tubos metidos en la nariz, haciéndome respirar artificialmente y apenas si podía abrir los ojos, sentía los parpados pesados; como también sentía mi pecho dolorido, pero comenzaba a tener consciencia de donde estaba y de lo que ocurría a mi alrededor, el sonido del aparato para el corazón empezó a resonar en mis oídos con el monótono “bip..bip..bip..”

Mientras que la voz profunda de algún médico nombraba las causas de porque estaba aquí en el hospital, seguramente la que se encontraba a mi lado agarrándome la mano era Bella pero no podía saberlo porque estaba callada escuchando al doctor y aún no podía abrir los ojos; aún así sentí la suavidad de sus manos sobre la mía tranquilizándome, ayudándome a intentar de nuevo lo que parecía casi imposible; volver a la realidad de mi cuerpo.

Entonces concentre todo lo que tenía de fuerzas en aunque fuese vencer la pesadez de mis parpados y fijar los ojos en la luz que iluminaba la habitación para no perderme de nuevo. Mientras tanto intente casi apartar los todas las medicinas que me hacían adormecer o intentarlo, no sabía si de verdad me habían dado algo para calmarme o adormecerme pero eso parecía aunque podía ser también producto del cansancio de mi cuerpo por el sobre esfuerzo, sea lo que fuere estaba tan cansado como si hubiese subido mil escalones de golpe, y la fuerza no quería salir por ningún lado, tan solo movía los dedos un poco esperando que Bella se diese cuenta de mi movimiento y de mis ojos bien abiertos.

-¿Jass?, oh! Jass, ¿estás bien?-preguntó girándose repentinamente hacia mí, se puso en mi campo de visión, sobre mi cara.

Intente hablar pero sentía la boca seca y pastosa así que solo salió un sonido grave, como un “Hmm..”

-A ver, déjeme- el médico se puso en mi punto de vista, no era mi doctora si no uno nuevo, este me puso la típica luz en el ojo para que la siguiera, entonces se apartó y con una disculpa salió de la habitación.

-Me tenias muy preocupada mi amor, ¿Cómo estás?- de nuevo hice amago de hablar pero no pude, ni siquiera un sonido coherente. -Será mejor que no hables- besó mi mano que rozó una de sus lagrimas.

-Siento haber hecho que te esforzaras innecesariamente, juro que te lo compensare, haré todo lo que esté en mi mano para que estés bien- dijo mordiéndose el labio.

Pero yo lo único que necesitaba ahora era agua, así que como pude articule la palabra; hablaba casi como un zombie.

-Oh, lo siento- fue a por un vaso de agua en la pequeña mesa auxiliar que tenía a su lado y subiéndome levemente la cabeza con su mano, puso el vaso sobre mis labios, apenas mojándolo mientras yo me intentaba incorporar un poco para poder abrir la boca.

El agua fue cayendo poco a poco por mi garganta, haciendo que mi lengua pudiese prácticamente despegarse de la boca, ahora era más libre de poder hablar sin agrietarme los labios.

-Gracias- murmuré relamiéndome los labios, cuando agote el agua que había estado en mi vaso.

-De nada- se puso a un lado y miro el vacio de mis ojos, parecía que estaba en parte ausente, o más bien pensativa.

Dejé que estuviese así por unos minutos no quería interrumpirla y que se echara a llorar diciéndome que era culpa suya que yo estuviese aquí, sabría que pasaría eso y la verdad que no lo quería y menos si podía palpar su dolor en el ambiente, eso me dolía aún más.

-Bella, no estés mal por favor- le dije cuando ya no pude soportar más aquel silencio tan denso.

-No, no te preocupes por mí, aquí el importante aquí eres tú- dijo llevando unos de sus dedos a su ojo derecho como si fuera a secar una lagrima inexistente.

-Bella…-entonces alguien llamó a la puerta, Bella contesto con un adelante, y está se abrió dejándome ver a Edward, mi hermana se intento reponer rápidamente antes de que su…lo que fuera la viera.

-Siento interrumpir Bella, pero tenemos que ir a donde está mi padre, debes firmar unos papeles del hospital- dijo el chico girándose un poco.

-Sí, ya voy, pero antes te voy a presentar oficialmente a mi hermano- dijo Bella tomando de la mano al chico, lo adentro en la habitación y lo puso frente a mí.

-Edward este es Jasper…-Edward alargó la mano pero se dio rápidamente cuenta de que había cometido un pequeño error, yo no estaba precisamente para dar la mano a nadie.

-Jasper este es Edward- dijo de nuevo Bella, recíprocamente; entonces intente levantar la mano, porque aunque en realidad no pudiese y de alguna forma no me cayese demasiado bien por el encontronazo que tuvo con mi hermana la noche en la que salimos, no quería ser un maleducado y siempre debería de saludarle o presentarme como era debido.

Se adelanto unos pasos al darse cuenta de mi esfuerzo y tomó mi mano al aire soltando la de mi hermana.

-Encantado, ojala nos hubiéramos conocido en otras circunstancias pero se dio así- dijo con voz apagada, yo solo moví un poco los hombros y asentí.

-Bueno, se que dentro de poco estaré bien- conteste intentando que ninguno de los dos se preocupara demasiado por lo que me pasaría, parecía como si me fuera a morir de un momento a otro; y aunque estuviese la posibilidad de que…muriese, no sería ni mucho menos hoy, no lo permitiría, yo tenía que cuidar de Bella, aunque la verdad fuera que ella tenía que cuidar más de mí que yo de ella.

-Sí, eso seguro- dijo Edward contundentemente -dejo mi mano sobre la cama con cuidado y sonrió; de verdad esperaba que con esa sonrisa no se mostrara su miedo a que algo malo pasara.

-Edward, si vamos a firmar los papeles… ¿Jass se quedara solo?- mi hermana parecía indecisa en cuanto a ese tema.

-Bueno, podrías ir tú a firmarlos mientras yo…-alguien llamó a la puerta con golpes rápidos y secos.

-¿Si?, pase…- dijo Bella girándose hacia la puerta, esta se abrió de nuevo y una pequeña figura ágil se coló por la abertura de la puerta.

-Edward, papá, está esperándote- la que parecía ser la hermana de Edward se movió un poco y acabo de entrar en la habitación mientras que su hermano se movía hacia la derecha dejándomela ver por completo, creo que en ese momento la baba casi se me cayó por la boca o quizás mi mandíbula se fue al suelo pero algo pasó.

Era hermosa, eso sin duda, y su sonrisa era lo que más me llamaba la atención, blanca, llamativa y sincera; parecía pura luz en medio de eso. Estaba ajena a las enfermedades que había por allí, simplemente daba lo mejor de sí misma en cada palabra siendo feliz y haciéndole serlo a los demás.

-Bueno preciosa, creo que aquí tienes la respuesta a tu pregunta, yo te acompañaré al despacho de mi padre mientras Alice se queda unos minutos con Jassper se que no le importara, ¿verdad Alice?- Edward sonrió y su hermana rodeó los ojos, movió su cuello para mirarme, me soltó una de sus sonrisas saludándome con la mano y asintió.

-Oh! Gracias Alice, te adoro; volveremos en seguida te lo prometo- habló mi hermana, la abrazo fuertemente y abrió un poco más la puerta para salir.

Estaba intentando reaccionar pero aun me costaba creer que mi hermana tuviese tanta confianza con la hermana de Edward si era la primera vez que la había visto, pero era más que posible que no fuese así; de cualquier forma, aun podía sentir el cansancio en mi cuerpo y a pesar de que quisiera incorporarme en la cama para poder charlar un poco con la bella desconocida, me era imposible.

-Hola, ¿Jasper, verdad?, soy Alice la hermana de Edward, encantada de conocerte- se acercó a la cama, y me puse nervioso, algo no muy bueno pues estaba conectado a un aparato que media la velocidad de mi corazón y en cualquier momento los bombeos al mi pobre corazón subirían de velocidad.

-Igualmente Alice- pronuncié su nombre lentamente, era la primera vez que lo hacía pero no sería la última, ella tenía algo especial.

¿Cómo lo sabes si no la conoces?, fue la pregunta obvia que me hice a mí mismo.

Pero solo tenía una respuesta- “Lo veo en su mirada”

-Bueno creo que ya que tengo que hacerte compañía durante unos minutos que tal como yo lo veo se convertirá en media hora- se acercó a mí y bajo algo el tono de su voz para decirme -y hazme caso había muchos papeles que firmar- se incorporó de nuevo tras dejarme oler brevemente su perfume con olor a jazmín, para seguir hablando -podríamos hacer un par de cosas, o hablar de todo un poco para pasar el rato, o hablar yo y dejar que tu descanses- su sonrisa no se desvanecía en ningún momento y eso me hizo sonreír a mí, tal y como yo decía al estar ella tan feliz hacia que los demás también lo estuvieran.

-No me importa hablar un poco, será más divertido si los dos participamos en la conversación ¿no crees?- le dije mirando ahora sus hermosos ojos verdes. Con eso comenzó a ponerse cómoda de alguna manera, se sentó en la silla que antes ocupaba Bella y se dispuso a comenzar con la conversación.

-Sí, ¿por dónde comenzamos?, bueno la verdad es que si no es mucha indiscreción me gustaría saber porque estás aquí._

-No te preocupes por eso… bueno resumiéndolo todo es por una enfermedad hereditaria del corazón- ella asintió pero vi en su cara que quería cambiar de tema, parecía lo mejor, su sonrisa aún seguía revoloteando por su cara pero más bien apagada.

-Mmm…y ¿Dónde está tu novia?, un chico tan guapo no puede estar solo- dijo de repente recobrando su jovialidad. Reí un poco y negué.

-Pues la verdad es que no tengo novia.

-Oh!, yo creí que era esa chica rubita que tanto preguntaba por ti- dijo entonces ella, se aparto un mechón de su pelo negro carbón de la cara, para alzarlo como los demás, se le quedaban ligeramente alzados en el aire.

-No, no, ella es solo una amiga mía y de mi hermana- respondí rápidamente, ella sonrió sin más.

-Es tan guapa- añadió.

-Y tú…- se me escapó, creo que enrojecí pero no me iba a retractar, puesto que ella lo era.

-Gracias -bajó un poco la mirada.

-Si bueno, ¿y tu novio?, ya que estamos con ese tema- no quería ser demasiado evidente preguntando por eso.

-No, ya no; en realidad tenía uno, pero rompimos hace unas semanas, no lo quería conmigo no era bueno para mí- dijo bajando la mirada, sus pupilas se oscurecieron pero intente no darle mucha importancia más que intentar cambiar de tema para no apenarla.

-Si era por tu bien esa ruptura no te preocupes, yo no tengo novia desde… ¿el instituto?, y no sé muy bien a qué edad, pero no era muy mayor- dije intentando animarla de nuevo, ella sonrió y yo más, era un poco patético eso pero me daba igual, nadie quería como novio a un enfermo y yo lo aceptaba.

-¿Exageras?, pues no entiendo como son tan estúpidas las chicas para dejarte solo- se puso un dedo sobre su labio inferior y poniéndose pensativa añadió-supongo que por eso estoy aquí acompañándote y no me fui dejándote solito-me guiñó un ojo y rio bajito, su risa fue contagiosa, yo la seguí mirando sus ojos, anhelando que esos minutos no acabaran.

-Eh…supongo que..¿Gracias?- respondí rápidamente, ella rió mas y puso su mano al lado de la mía.

-Creo que deberías tranquilizarte un poco Jass- no entendí a la primera lo que quería decir con eso pero entonces caí en la cuenta de que la maquina del corazón estaba dando avisos de que mis pulsaciones estaban aumentando considerablemente.

-Oh, sí, sí, o si no vendrá alguna enfermera o peor aún; vendrá Bella gritando, y no quiero que se preocupe- sabía perfectamente que si seguía aumentando así las pulsaciones acabarían avisando a un médico, esos chismes salvaban vidas pero ahora no eran mi invento favorito.

La cara de Alice se suavizo apenas sonriéndome con dulzura se acercó más con la silla y miró por primera vez en todo aquel rato mis ojos, como intentando averiguar algo a través de ellos.

-Me caes muy bien- murmuró -creo que te visitare a menudo- fue algo tan natural como respirar, lo decía totalmente en serio y eso era lo mejor.

-Tú también me caes muy bien- ella se paso una mano por la frente como en una muestra de nerviosismo y poniendo sus dos manos sobre la cama recostó la cabeza sobre sus brazos, quedando levemente recostada a mi lado, su cara y la mía a medio metro, ambos mirándonos a los ojos; quizás hubiese sido una situación algo violenta si no fuera porque ambos no pensábamos en eso si no solo en la persona que teníamos en frente, esa que nos observaba en todo momento como un niño deseoso de aprender cosas nuevas.

Unos golpecitos en la puerta nos interrumpieron debían de ser Edward y Bella que llegaban de firmar los papeles, Alice se puso de nuevo en su sitio apartándose de mi hasta quedar en su silla totalmente derecha.

Mi hermana entró de una con Edward, pero antes de que se pusiera a mi lado miré un segundo la maquina que estaba conectada a mi corazón asegurándome de que no estuviera rebelando el episodio que había tenido anteriormente, pero parecía que ahora estaba más tranquilo aunque no fuese del todo así.

-Ya volvimos, gracias por hacer compañía a mi hermano Alice- dijo Bella, yo la miré- de verdad confió en que la hayan pasado bien, seguro ya son amigos, con lo encantadora que es Alice- siguió diciendo mi hermana, yo asentí; desde luego que lo era.

-Sí, me ha encantado conocerlo- mi nueva amiga se levanto de la silla y me beso la mejilla despidiéndose de mi- creo que me voy ya, pasare luego para ver como sigue ¿te parece bien?- me pregunto a mí, yo asentí al instante y deje que se marchara en silencio, después de haberme acostumbrado a su sonrisa que iluminaba toda la estancia iba a estar muy solo sin ella.

-Bueno Jass ya firme todo lo necesario, pero siento decirte que ahora vendrá una doctora para sedarte, así que amor si sientes tus parpados pesados no te resistas, por lo visto necesitas descansar un poco más y te harán una serie de estudios…-dijo Bella, tomó mi mano mientras una de esas enfermeras me ponía el sedante, nada mas al minuto comenzó a hacerme efecto, todo lo que antes era tranquilidad ahora era un sitio muerto, no era capaz de concentrarme en nada de mi alrededor, solamente en mi mente y en los cinco sentidos que por momentos se adormecían.

Y cuando sentí efectivamente que no podía ya luchar contra la pesadez de mis parpados que parecían contener 500 kilos sobre cada uno, me rendí al profundo sueño que me llegaba desde lejos.

En mi sueño no había luz, solo oscuridad, sentía que caía por un abismo y que nunca acababa la caída, era el infinito y el suelo nunca aparecería bajo mis pies; de pronto en el aire el retumbar de mi corazón sonaba como si fueran campanadas, todo vibraba a causa de mis latidos, y me vi obligado a taparme los oídos con las manos para no quedarme sin tímpanos, de pronto el sonido cesó, y el grito de una joven sonó, por el infinito apareció Alice, cayendo junto a mí, me tomo de la mano y me sonrió, su pelo estaba quieto a pesar del aire e incluso su sonrisa seguía intacta, no sabía si de pronto despertaría o me estamparía contra el suelo podía ser que incluso me cayese de la cama por el sueño pero Alice parecía darle vida a todo lo que la rodeaba, y el abismo que antes era negro y oscuro, ahora se me antojaba claro, como iluminado por una luz celestial. Sin más el suelo apareció de la nada y vi como caíamos hacia él.

-Ah!-unas manos se posaron sobre mi brazo derecho, haciendo despertar.

-Jass, es solo una pesadilla, tranquilo; todo está bien- era la dulce voz de Alice la que me hablaba, por ello abrí los ojos, deberían de haber pasado horas desde que me dormí pero en mi sueño solo parecieron minutos escasos.

-Gracias-fue lo único que pude decir, mire a sus ojos y ella sonrió, entonces caí en la cuenta de que no había nadie en la habitación más que ella.

-¿Y mi hermana?-pregunté.

-Se fue a tomar algo con Edward a la cafetería, mientras yo estaba aquí, vine de visita pero te pille dormido, bueno ahora que estas bien despierto aprovecho para enseñarte las flores que te traje, ¿te gustan?-de nuevo su energía y su jovialidad era contagiosa, yo sonreí asintiendo mientras me enseñaba un ramo de flores que solo eran de colores vivos.

-Me encantan, muchas gracias-le dije, ella saltó dando unas palmaditas y se acercó a mí.

-¿Te encuentras bien?-preguntó de nuevo.

-Sí, no te preocupes- ella sonrió por mi respuesta convincente y se inclinó, así sin esperármelo me abrazo con fuerza, ahí pude sentir la vuelta de su perfume con olor a Jazmín y sentirla a ella junto a mí y era increíble poder tenerla en mis brazos, algo que me hacia querer ser posesivo de alguna maneras y no volver a soltarla en muuuuuuuuucho tiempo.

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Y se reconocieron... hayyyy.. es tan fácil para ellos, por qué es tan complicado para Bella y Edward?!... bueno, nos vemos mañana... no sé a qué hora pero nos vemos... besoootes!

gracias Kassi por este capi tan lindo...