Capitulo 18: Escapando de tu amor

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Escapado de tu amor

POV Bella

El sonido de mi celular me despertó de un placentero sueño que tenía, algo chocaba contra mi trasero, algo duro y grande. Me removí incomoda contra esa dureza y una sensación placentera me recorrió de la cabeza a los pies, me di cuenta entonces de a mano que sostenía posesivamente mi cintura…

Edward…

Recordé fugazmente mi noche con él… increíble, simplemente increíble… pero esta cenicienta jugando a ser princesa tenía que despertar a la realidad. Estiré mi mano para alcanzar mi celular y cuando lo saqué de mi bolso que estaba tirado debajo de la cama, vi el nombre de Rose en la pantalla… ¿qué hacía ella llamando a estas horas?

_Rose?_ susurré deslizando mi cuerpo del agarre de Edward que dormía con tranquilidad sobre la cama, su mano soltó mi cintura e inconscientemente gimió cuando perdió el contacto. Ahuequé mi mano en el teléfono y caminé hacia el baño saliendo de la habitación.

_Bella… tienes que venir a casa_ dijo con urgencia. Sentí que mi corazón comenzaba a palpitar queriendo salirse de mi pecho… algo había sucedido.

_¿Le pasó algo a Nate?... Rosalie por favor no me asustes_

_No, Nate está bien, todas estamos bien_ dijo al tiempo que mi corazón comenzaba a normalizar su latido _es… alguien más, alguien vino a verte._

__Rose, si es algún cliente que llegó borracho sabes lo que tienes que hacer, llama a Fred o a la policía….-

_No es ningún cliente… Bella, es… Jacob_

Entonces quedé muda al teléfono, paralizada… casi sin poder respirar. Sentí lentamente como las imágenes que armaban mi pasado comenzaban a fluir en mi mente… todo mi jodido pasado, todos mis miedos, toda la vida que quería olvidar.

_Bella!... que Jacob, tu Jacob está aquí_

_No es mi Jacob_ susurré recalando cada palabra.

_Como sea, está preguntando por ti ¿qué le digo?_

Pensé a través de las imágenes y algo de coherencia se coló entre mis pensamientos oscuros.

_Dile que me espere, voy para allá_

Dios, tenía que cortar esto de raíz y dejar de temerle y esquivar el pasado. Corté la llamada antes de que Rose pudiera responder y comencé a vestirme mientras veía a Edward aún dormido sobre la cama… quería besarlo, quería fundirme con él y su calor pero tenía que sacar esta espina de mi piel, de mi vida y mi destino.

Media hora después abrí la puerta de mi casa con mi corazón corriendo a mil, mis ojos se posaron en ese hombre que se levantó del sofá en cuanto entre a la sala.

Jacob… mi ex prometido.

Traté de reconectar mi sistema entero que había colapsado con la llamada de Rose y traté… digo traté, porque por dentro era un desastre, de poner mi mejor cara de poker.

-Bella…_ susurró cuando me vió, en seguida carraspeó y trató de disimular su mirada de asombro al recorrer mi cuerpo con sus ojos -Bella siento haber hecho que Rosalie te llamara a esas horas en serio- dijo con voz temblorosa. Verlo allí, su cuerpo, su tez, sus ojos, su boca… tendría que haberme atraído, sentir deseo, como lo tenía antes por él, pero lo único que trajo fue remordimiento por el hombre que había dejado durmiendo en su departamento, sin despedirme de él ni si quiera, pero así era lo mejor seguía conmocionada por su “Te amo” y no habría sabido qué decirle. No se podía auto engañar, porque yo seguiría siendo lo que era..

-No importa Jacob, me alegro de verte de nuevo- sonreí actuando falsamente, me alegraba de verlo pero no en aquel momento cuando lo que más deseaba era amar a Edward.

Pero ahora no me importaban mis sentimientos pues debía anteponer nuestro bienestar aunque debiese aplastar mi amor hacia él, aunque cortara de raíz aquello que sentía. Ciertamente sentía remordimientos puesto que aquella noche había sido una de las mejores de mi vida, a pesar de no saber qué contestar cuando se me declaro, solo sentí mi corazón oprimirse y acelerarse mientras que mi cabeza no paraba de repetir que aquello no era lo correcto.

-Yo quería hablar contigo y tratar de solucionar esto, me arrepiento de muchas cosas Bella… una de ellas es de haberte dejado salir de mi vida, de no haberme dado cuenta de lo que necesitabas antes de haber salido a buscarlo por otro lugar… de no darme cuenta de tu desesperación- asentí solo por inercia, yo lo dejé a él… cuando me metí en la vida que ahora llevaba para tratar de hacer algo por Jasper, él no tenía porqué venir a buscar una solución cuando a mí ya no me interesaba; ahora era otra Bella y tenía otra vida, era más fuerte y sobrevivía a todo… hasta de Jacob Black.

-Está bien Jacob, es cierto tenemos que hablar de muchas cosas…quiero que me pongas al corriente de tu vida, y yo intentare hacer lo mismo con la mía… aunque como ves, no ha cambiado ni cambiará hasta ver a Jasper feliz- intenté parecer más cordial y feliz de lo que me sentía por dentro; y por lo visto funcionó.

_Lo sé, vine consciente de que tal vez tu no me aceptarías de nuevo en tu vida, pero al menos déjame intentar ser tu amigo, déjame ayudarte de alguna manera… me enteré de que Jassper está en el hospital. Éramos amigos Bella, quiero verlo, déjame estar en tu vida nuevamente aunque sea así, te he extrañado tanto_ su mirada me dijo que tal vez fuera cierto… pero yo aún estaba reticente de volver al pasado y Jacob formaba parte de él.

_No sé si querrá verte, pero puedo hablarle de ti…_ dije antes de caminar hasta las escaleras _ ¿conociste a mis amigas?_

Él sonrió y sentí que ese Jacob del que había estado una vez tan enamorada estaba frente a mí, pero ya no era amor lo que me provocaba… lo había extrañado.

Pasamos la mañana charlando con Jesica y Áng, las demás se levantaron tarde, cerca del medio día, porque habían tenido sus respectivas citas la noche anterior. A Jake le había gustado la casa, había dibujado con Nate cuando él se levantó a desayunar, conoció a Vicky y hablado con rose… y definitivamente se había maravillado con Leah.

Luego del almuerzo escuché la primera llamada de Edward, una de tantas que traté de ignorar, por un lado porque Jacob se mantenía pegado a mí y por otro porque quería poner distancia… era mejor así, no quería perjudicarlo y esa perra de Tanya tenía razón… ¿qué pensaría su jefe cuando supiera que Edward le había mentido cuando le dijo que mantenía una relación conmigo cuando yo no era más que una dama de compañía…

Ja! Dama… que manera pintoresca de decir puta.

_Así que… no puedo creer que seas dueña de todo esto, Bella… a pesar de lo que pienso de tu trabajo, lo supiste manejar muy bien_ dijo cuando nos sentamos en los sofás luego de almorzar para tomar un café.

_No quiero hablar de mi trabajo Jake… háblame de ti… ¿Cómo está todo en Forks?_ mi voz tembló cuando terminé de hacer mi pregunta, no quería saber de mi padre.

_Todo está bien… ya sabes…_

_Tío!_ gritó Nate entrando a la sala con sus hojas de dibujo y sus lapicen cayendo por el suelo mientras trataba de acapararlo todos en una sola mano. _Ups!_

Jake se levantó del sofá y comenzó a ayudarlo a recoger los lápices regados por el suelo y mi celular sonó de nuevo. Lo saqué del bolsillo de mi jean y vi nuevamente el nombre de Edward en él… suspiré resignada y decidí atender, aunque no precisamente para dejarlo avanzar con su amor por mí.

Sonaba desesperado, mi corazón se oprimió… por dios, no quería lastimarlo, no quería que sintiera dolor, si él me amaba esto le iba a doler. Y precisamente decirle “Hoy saldré a trabajar”… fue lo más difícil que tuve que hacer, mis labios dolieron al mismo tiempo que esas palabras salieron. Él prácticamente me ordenó que no lo hiciera… pero tenía que.

Corté cuando Jake volvió a sentarse junto a Nate y comenzó a dibujar, mi corazón tembló cuando ahí frente a mí, vi a el Jake que una vez había sido mi mejor amigo antes de percatarme de que en realidad lo amaba. Hace tanto tiempo de eso… y él seguía siendo el mismo.

_Creo que es tiempo de pasar un tiempo a solas… no hemos hablado tranquilos desde que entré en esta casa_ dijo cuando terminó de pintar un caballo de color marrón y su potrillo. Jake siempre fue bueno con las artes manuales.

_Si, es verdad… hay cosas de qué hablar_ le pedí tomando mi último sorbo de café.

-Obvio que sí, vamos a tomar algo afuera- se levantó de su asiento al igual que yo. Tendría que contestar todas sus preguntas; y no me importaba hacerlo, por lo menos nos tomaríamos nuestro espacio ahora, y era difícil después de conocer mi historia con mi antiguo prometido.

-Voy a avisar a las chicas y ahora vamos-le dije, me acerqué a la puerta y la abrí, no vi a nadie por el pasillo; así que anduve hasta la cocina donde encontré nada mas a Vicky rebuscando en la nevera.

-Vicky, voy a dar una vuelta con Jacob; vuelvo en un rato ¿ok?-ella se giró y alzo una ceja, sabía que se moría por preguntar ahora pero Jacob me había seguido por allí y lo tenía a mis espaldas así que ella no podía preguntar nada comprometedor.

-Claro, que lo disfruten- contestó sonriente, le guiñe un ojo y salí de allí.

-Son muy simpáticas tus amigas- comento Jacob mientras andábamos hacia la puerta.

-Sí, lo son-dije mientras él ponía su mano sobre el pomo para abrir la puerta de casa.

-Menos mal o si no me cortarían las pelotas, se la servirían a los perros y me dejarían calvo por haberte dejado escapar así…- salió a la calle, mientras yo me reía de su comentario, me tomó de la cintura con cariño.

-No creo que te hagan eso como mucho te tirarían a los perros- le dije al oído.

Aún reía cuando vi a Edward frente a mi casa, con la mirada fijada en cada  movimiento de Jacob; estaba enfadado y asustado, con incertidumbre y a la vez asqueado porque otro me tuviera en sus brazos.

Me paralicé pero seguí andando hasta la puerta del acompañante con Jacob a mi lado, no tenía intención de ponerme a hablar ahora con Edward, no quería, y no debía… por lo menos no ahora. Así que me di la vuelta y entre al coche con un dolor en el pecho lacerante; sí…aquello me dolía mucho, dejarlo allí como un animal abandonado esperando que yo lo notara, esperando mi amor y mi devoción. Cuando en vez de eso estaba yéndome en auto con otro hombre  haciéndole creer a él que  era uno más de mis clientes, una más de mis conquistas, que no significaba nada en la vida cuando en realidad era totalmente lo contrario.

Yo… lo amaba. Amaba a Edward Cullen.

-Bella- gritó él cuando entré al auto. Las puertas del coche estaban ahora cerradas, y Jacob estaba por meter la llave en el contacto pero se detuvo  y miró por el retrovisor.

-Bella, ese hombre te llama- murmuró volteando hacia atrás. Mire a la moqueta del coche, donde descansaban mis pies vestidos de unos elegantes tacones, unos que habían pagado hombres como Edward; negué en rotundo solo para mis pensamientos.

-Arranca Jake, es solo un cliente insatisfecho- le ordené, él rápidamente metió la llave en el contactó y arrancó; el coche dio marcha atrás mientras Edward estaba allí estático, con la cara roja, mirando lo que no me hubiese gustado ver yo… mi amor marchándose con otra persona mientras me ignoraba..

Aún tenía mi nombre en sus labios cuando el auto de Jake tocó la carretera y pisó el acelerador mientras yo veía la imagen de mi amado por el retrovisor. Creí entonces que estaba a salvo pero no me di cuenta hasta que lo  vi andando hacia el auto, él no se rendiría tan fácilmente.

-¿Quién era ese, Bella?-preguntó cuando vio que miraba demasiado el espejo retrovisor. Edward ya se veía como un punto lejano…

-Nadie…-dije intentando sonar convincente.

-Nunca podrás mentirme, sigo conociéndote bien; debajo de toda esa fuerza eres igual de frágil que antes…vamos dime ¿quién es?- pisó más a fondo el acelerador, el coche aumento de velocidad mientras nos aproximábamos al centro de la ciudad.

-Un hombre que no se merece alguien como yo- conteste llanamente, él alzo una ceja.

-¿Tan malo es? Porque tú eres fantástica- susurró con una sonrisa en sus labios, estaba mirando la carretera pero aun así sabia que me miraba de reojo de vez en cuando para ver mi reacción

-No hace falta que intentes animarme Jake…esto no puede ser y punto- exacto, no podía ser por más que lo deseara.

-¿Aunque estés enamorada?- obviamente su cuestionario no tenía fin, por lo visto le interesaba el tema en el que yo volvía a estar enamorada y ponía en peligro mi estabilidad emocional, tanto como la de mi vida.

-Puede que esté enamorada pero eso no me da derecho a destrozar su vida- miré con desaliento la calle, todo estaba en calma, algunas personas andaban por ella con sus vestidos y trajes dispuesto para comenzar aquella tarde mientras yo estaba en aquel coche confesando lo que sentía por un cliente.

-¿Lo ves?-preguntó, yo no sabía a qué se refería, solo volví la cabeza preguntándome de que se trataba.

- ¿Si veo qué?...- le pregunte impaciente y confundida.

-Acabas de confesar que lo amas y lo único que estás haciendo ahora es rendirte a esta prueba que se está imponiendo, pues no me parece justo porque se que tu puedes con eso y mucho más- Jacob paraba un poco el coche en el centro de la ciudad, estaba dando vueltas por una rotonda mirando en qué dirección seguir.

-Supongo que si…lo amo pero; no está bien- aparcó el coche finalmente en la esquina de una calle frente a un bar.

-¿Quieres tomar algo?-me bajé del coche mientras le asentía.

-Bien, vamos a dentro- me tomó de la cintura y me dirigió a la puerta. Era un bar sencillo pero íntimo, luminoso y con una suave música de jass sonando en el ambiente.

De pronto en mi bolso comenzó a sonar el móvil y salté sobresaltada en mi sitio, contesté apresuradamente.

-¿Si?-me mordí el labio cuando me di cuenta de que se me había olvidado mirar el número en la pantalla y si era Edward tenía un problema.

-Bella…Bella soy yo, Rose- dijo mi amiga.

-Oh!, dime Rose, ¿Qué sucede?- estábamos sentados en una de las muchas mesas, algunos tomaban en la barra algo mientras que otros en las mesas comían, hablaban y bebían.

-Edward estuvo en casa, estaba desesperado por saber con quién habías estado- se me heló la sangre al escuchar hablar a mi amiga, apoyé mi cabeza en una de mis manos sobre la mesa, mientras Jake me miraba atemorizado por mis gestos.

-¿Y qué pasó?-pregunté.

-Todas las chicas menos Vicky que estuvo cuidando de Nate en el piso de arriba, nos pusimos a discutir con Edward para averiguar que maldita mierda le pasaba; ¡Dios Bella! Ese chico o está enamorado hasta los huesos de ti o tiene una obsesión… está loco, al principio nos asustó… y luego estuvo triste como si se rindiera a la situación- yo miraba al vacio intentando reproducir la escena, no me imaginaba a Edward tan fuerte rindiéndose a aquello, una pequeña parte de mí no quería que se rindiera.

-Sigue contando- le apremié.

-Las chicas y yo lo sentamos en el sofá tratando de tranquilizarlo y quisimos contarle la verdad…pero en cuanto le intentamos explicar que Jake era tu prometido se puso hecho una fiera y salió de la casa dando un portazo. Ni si quiera se molesto en gritarnos que le dijéramos donde estaban o algo…no se en que pensaba- se calló, mi respiración agitada era lo único que podía oír a parte de las palabras desbocadas de Rose.

Tranquilízate Bella, solo sabe la verdad…me dije a mi misma, pero es que de un momento a otro todo se había ido al diablo, ya nada de lo que había planeado tenía sentido.

-¿Bella estas bien?-preguntó Jake.

-No mucho pero…- pensé que lo mejor sería dejar el tema de lado-tan solo hablemos de otras cosas- le sonreí.

-Bien, quería pedirte perdón por lo estúpido que fui…-miró la mesa nervioso.

-No, no lo tienes que hacer... ya es pasado- le dije sinceramente.

-Bueno, Bella… siento  mucho haber pasado años sin hablarte fuiste la mejor amiga que tuve a demás de que te amé demasiado. Sé que si haces esto es por tu hermano como en aquel entonces, para sostener a tu familia y yo en vez de apoyarte te deje ir. No pensé más que en mí como un mísero egoísta, estúpido… yo, lo siento. Bella… ahora puedo darte la vida que te mereces…- le tomé de la mano dándole fuerzas, no quería que se sintiese mal, no ahora que ya no me servía de nada. Antes quizás me hubiese reconfortado pero ahora que habían pensado años de aquella ruptura, de aquella humillación… ya no importaba. Mi mente estaba sumida en otras cosas, en otras personas… el otro hombre.

Tomamos algo liviano, al menos para mí lo era el vaso de daikiri de fresa que había pedido, mientras Jake tomó una cerveza. Hablamos de la vida, de nuestras vidas… de nuestros futuros proyectos, de su familia… me sorprendió que Bill estuviese metido en el negocio de la automotriz. Los Black siempre habían sido buenos con el tema de los autos, las concesiones y la reparación. Ahora podía entender el auto con el que había venido Jake a casa, a demás de su ropa… su vida había prosperado.

Tomamos hasta tarde, cuando el sol cayó salimos de ese bar casi abrazados. El tiempo con mi Jake, mi antiguo mejor amigo, había sido algo refrescante. Por supuesto que Edward estaba en mi mente, pero tenía que tratar de olvidarlo.

_Jake… ¿Dónde te hospedas?_  murmuré cuando subí a su auto momentos después. Él sonrió guiñándome un ojo…

_En el Carpentier, ¿lo conoces?_ preguntó arrancando el auto.

_Creo que no… no lo recuerdo_ mi mente era un torbellino y podía jurar que algunos trago se me habían subido a la cabeza.

_¿Quieres conocerlo?_ preguntó sin sutilezas. Jake también solía ser bastante juguetón.

_No lo sé… tengo que volver a casa para ver si hay algún chico esperando una cita_

Las calles parecían borrosas mientras el auto las atravesaba, me mareaba un poco… pero Jake parecía bastante lúcido, a pesar de que había tomado, no tanto como yo.

_Pues preciosa… déjame ser tu cita esta noche… ¿Cuánto me cobras?_ dijo en tono juguetón.

Lo pensé por un minuto, debería haberme sentido enojada, tal vez humillada por su manera de pedirme mi precio… pero el alcohol nublaba mi mente.

En ese momento sonó mi celular nuevamente, esta vez no con una llamada sino con un mensaje de texto, lo saqué de mi bolso y fruncí el seño para mirarlo, era de Edward.

Te amo, hagas lo que hagas… lo que digas, aunque te empeñes en romper mi corazón, no te dejaré ir mi amor, te amo demasiado.

Oh dios…

_Vamos Jake_ dije cerrando mi celular _vamos a tu hotel_

Y acelerando el Audi él me llevó lejos de mi corazón roto, lejos de la dura realidad.

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Pobrecito mi Edward... agggg... veremos que pasa en la próxima, besotes amores y nos vemos pronto, gracias a Kassi por haber escrito este capi!