Robsten Moments. Gimo, vibro!... muero por tí.

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Gimo, vibro!... muero por tí.

_¿Estas segura que no deseas algo de almorzar?_

Suspiré totalmente frustrada…

_No… gracias_

_Kris, tienes que tomarte los medicamentos y es mejor que lo hagas con algo en el estomago… no querrás hacerte un agujero en tu intestino…_

Comencé a reír y una vez que comencé no pude parar… era imposible. Oh mierda!...

Definitivamente Sara y yo casi teníamos la misma edad, bueno… ella era más vieja, pero a veces parecía que se había quedado estancada en la niñez.

_¿Quién te metió eso en la cabeza?_ reí sin poder detenerme _¿tu mamá?... oh dios… perdóname Sara, fue gracioso… _ ahogué mi risa con una sola mirada de Sara. Ella rodó los ojos cuando nos quedamos mirando y yo trataba de mantener las comisuras abajo…

Mierda!

Comisuras abajo!

Cuando estuve una vez más sola salté del sofá en el que había estado recostada descansado mi brazo lesionado sobre mi estómago y corrí a pies descalzos hacia mi laptop que estaba cerrada sobre la cama. Salté sobre la cama como una niña desesperada y abrí mi ordenador con mi mano buena.

_Mi amor_ gemí al verlo otra vez… dios… ¡Esa jodida fotografía!...

Me había estado persiguiendo desde la noche anterior cuando él me mandó algunas tomas hechas con el equipo de la revista.  Y yo con mi jodido brazo!... hubiese deseado estar con él en esa producción.

Suspiré por enésima vez y me tendí sobre mi estómago, me dolía un poco mi mano pero no me importó… solo me quedé mirando embelezada esa imagen que ahora era fondo de mi escritorio.

_Eres tan jodidamente perfecto…_ susurré a nadie, solo a la pantalla desde donde él parecía mirarme. Recorrí con la punta de mis dedos su torso, su hermoso rostro y hasta su sobrero… mi Dundee.

Reí sola por la comparación… ¿Dundee? No le llegaba ni a los talones, Rob era más caliente y sexy como el infierno… dios, lo deseaba tanto ahora.

Gemí totalmente frustrada y dejé caer mi cabeza sobre el colchón… aún persistía su olor allí y hasta me pareció sentir su aroma cítrico  en las sábanas. El dolor agónico se instaló entre mis piernas y gemí ahogadamente, mi hombre me volvía loca aún en su ausencia.

_Rob… te necesito tanto…_

Levanté la cabeza y miré la siguiente fotografía… bueno, ahí si que gemí más fuerte. Él estaba recostado en ese asiento de auto y miraba hacia lo que podría ser el tablero y tenía esa mirada que literalmente me hace cosas. Mierda! Tenía que hacer algo… con el allí en Luisiana y yo aquí no podía seguir mirando estas imágenes sin sufrir una embolia cerebral por el abrumador deseo que tenía en ese momento.

Sin embargo no podía dejar de mirar esa imagen… a demás de la que salía supuestamente sosteniendo un caimán, era la más caliente. Obviamente había visto muchas, demasiadas fotografías de él para su diferentes producciones y ciertamente después de cada una terminaba más y más necesitada, pero en esas ocasiones casi siempre estaba él para calmar la ansiedad… este no era el caso. Estaba sola en mi habitación en Los Ángeles sufriendo o mejor dicho, babeando por él.

Fue su venganza mandármelas sin que la revista aún este siendo vendida. Tenía que admitir que yo había hecho lo mismo con mi sesión de fotos de Vogue. Pero ese no era el caso!... yo… literalmente sufría por él… y él si lo sabe.

Por última vez apreté mis muslos juntos y gemí, levanté la mano para cerrar la laptop y sonó mi celular. lo alcancé sobre la mesa de noche y detuve el parpadeo… era él.

_Hola?_ murmuré rodando sobre mi espada.

_Amor?... ¿cómo esta tu mano?_  siempre su preocupación por mí en primer lugar, sonreí suavemente…

_Bien… duele muy poco, Sara me cuida bien._ suspiré y gemí un poquito…

_¿Qué es?_ murmuró y juro que pude oír la burla en su voz, él me conocía tan bien

_Nada… solo estaba viendo tus fotos. Hum… muy recreativas. Dime… ¿pondrán un cocodrilo sobre tus hombros?_ dije realmente interesada, si así de caliente se veía sosteniendo una bolsa rellena de algo color verde que recreaba el cuerpo de un caimán… mierda! ¿cómo se vería con uno en serio?. Tal vez no fuera buena idea_

_Si… en la portada será un caimán propio de los lagos de Luisiana… hay una reserva aquí_

_Ten cuidado… he oído que cuando están en cautiv-

_Amor, será photoshop_ dijo escondiendo una sonrisa.

_Bueno, eso es un alivio… no quiero garras ni dientes cerca de tu hermoso rostro_ murmuré volteando a ver su imagen en mi pantalla.

_Humm… eso suena como a fans histéricas_

_Si, de ella hablaba, pero tampoco quiero caimanes_

Reímos juntos unos segundos y no pude evitar suspirar nuevamente…

_Te extraño_ susurré dejando caer mi mano enferma sobre mis ojos. El cabestrillo molestaba pero era mas molesto el dolor de mi pecho por tenerlo lejos, como siempre que sucedía.

_Yo también…_ dijo suavemente, oí de fondo el cierre de una puerta y el sonido de fondo del refrigerador abierto _ estoy llegando a casa, hoy hicimos la entrevista… se siente tan vacío aquí sin ti_

_Y yo… siento tanto dolor_ reprimí un gemido acusador, él iba a entender el por qué de mis palabras_

_¿Es la muñeca? ¿o debería preocuparme?_

_Deberías preocuparte… dolor entre mis piernas_ murmuré sonriendo. Oí un suspiro del otro lado del teléfono y una silla arrastrarse por el suelo,

_Bebé, déjame hacer algo por ti…_ dijo con voz baja y áspera. Cerré los ojos y gemí suave, él era mi perdición…

_¿Qué?... soy toda oídos_

Él pareció pensar unos minutos y oí un suspiro áspero…

_Primero… deja el teléfono en altavoz y luego ve a esa cajita tuya que te regalé en  tu cumpleaños_

Oh dios, oh dios!!....

Salté de la cama y tiré el teléfono en la almohada, revisé entre mis cosas en mi maleta hasta que lo encontré. Una cajita cuadrada y pequeña contenía lo que me hacía feliz en ausencia de él. Abrí y saqué el contenido…

_No soy yo pero… quiero oírte gritar mi nombre_ dijo en voz baja. _bebé… sácate lo que tengas puesto y recuéstate en la cama_

Oh dios.

Hice lo que me dijo aunque dificultosamente por mi maldito dedo. Cuando estuve desnuda me tendí sobre las almohadas y tomé en mi mano el vibrador que él me había regalado en mi cumpleaños el año pasado. Era grueso, duro y flexible, de color rosa como me gustaba a mí y con doble estimulación, uno para mi entrada y otro más pequeño para mi clítoris. Lo había usado pocas veces, siempre cuando él estaba ausente.

_Lo tengo amor_ dije con voz temblorosa. Separé mis piernas y esperé su voz…

_Bien… oh cielos Kris, te imagino desnuda sobre las sábanas y con tus piernas abiertas… ¿estas así?_

_Si_ dije sintiendo cada vez más dolor.

_Toma tu vibrador amor y moja la punta en tu entrada… debes estar empapada he?_ oí el abrir de una cremallera y su respiración acelerada.

_Mmhmm, estoy tan mojada bebé, te necesito tanto dentro mío_ murmuré penetrándome un poco la punta del vibrador, lo metí y saqué varias veces hasta que lo empape con lubricación, _Oh dios… ahh_ gemí enterrando mi cabeza en la almohada mientras arqueaba la espalda.

_Kris, mierda!... cariño, frota tus pezones con la punta, los quiero bien erectos_ dijo agitadamente.

Hice lo que dijo y jadeé por la sensación, era tan estimulante… prefería que fuera su lengua, pero a falta de él…

_Bien, ve bajando y recorre tu cuerpo con la punta de tu juguete hasta llegar a tu clítoris amor_

_Oh Rob_ gemí haciendo lo que me dijo. Arqueé mi espalda mientras la punta de mi consolador iba recorriendo la cima de mis pechos, mi vientre… hasta llegar a mis labios hinchados de necesidad. Una descarga eléctrica sentí cuando el vibrador  tocó mi nudo de nervios que me hacía ver estrellas. _Ahh mierda!_

_Vamos bebé… penétrate, bien… hasta el fondo. Siéntelo… has que sea mi pene la que te enviste nena, imagina que soy yo la que te hace gemir_ sentí la agitación en su voz y de fondo los golpes… el sonido de su mano frotando contra su pene… era tan excitante._

_Lo eres_ murmuré mientras tanteaba mi entrada con el vibrador _eres el único… eres el que me hace gemir, cada noche… cada puto minuto del día_ gemí mientras lo empujaba hasta el fondo, abrí bien mis piernas y comencé a envestir una y otra vez.

_Oh bebé… te siento… eres tan estrecha, quiero saborearte… quiero que esas gotas que caen por tus muslos estén ahora mismo en mi boca… oh mierda!_

_Rob… oh dios_ me incliné hacia delante para un mejor ángulo, necesitaba encontrar el punto… estaba tan cerca. Mi clítoris era estimulado por esas pequeñas fibras que sobresalían del vibrador justo donde chocaba con cada envestida en él y mi entrada estaba totalmente empapada pidiendo la liberación.

_Más amor, quiero oírte gemir… gime!... Kris… yo, oh dios, yo no soporto…_ un gruñido cortó sus palabras.

_Oh cielos… Rob!_ grité sintiendo cómo mi clítoris comenzaba a estremecerse, cada palabra de él era un punto dulce en mi cercano orgasmo. Cerré fuerte los ojos cuando lo sentí… como una avalancha insoportable de resistir, el placer viniendo en grandes olas  una y otra vez estremeciendo mi cuerpo… _aahhh mierda! Roob!_

_Oh bebé… Kris- su voz gruesa y entre dientes me dijo que él estaba transitando por el suyo. Gemí lamentándome con los últimos espasmos y dejé caer mi cuerpo lánguido sobre la cama.

Ambos respirábamos con dificultad, solo que él a cientos de kilómetros de distancia…

_Te amo tanto_ susurré casi adormecida, pero aún sentía su respiración del otro lado de la línea…

_Yo también mi amor_ murmuró cansado _estaré allí contigo pronto. Tengo… que limpiar cierto desastre aquí_

Reí rezagadamente…

_Ok… ¿cuando vienes?_ suspiré sacando el vibrador de mí,lo tiré a un lado para luego limpiarlo y volverlo a guardar, esperaba no tener que usarlo en un largo tiempo.

_Mañana hacen las pruebas de photoshop y luego puedo irme, tal vez pasado mañana… no veo la hora de verte_

_Ok… nos vemos bebé. Tengo que almorzar algo…_

_Bien… te amo, hasta pronto_

Luego de su saludo y de decirle nuevamente un “Te amo”… nadie podía quitarme la sonrisa de la cara.

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Hola... dios... creo que me voy a dar un baño. Nos vemos mañana!!!!!

Es que... ¿Quién no se excita mirando esto?