La chica compañía, Acechándote otra vez

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Acechándote otra vez

Un golpe constante, como un martillo golpeando contra la pared, resonó en mi oído, en mi mente, como un tic tac constante. Mis parpados pesaban y sobre mi pecho parecía que una topadora estaba pasando, apretujando todos mis órganos entre mis costillas. Quise emitir un gruñido por mi incomodidad, pero mi lengua parecía adormecida… ¿qué mierda?

_Ahgg_ gemí abriendo mis parpados resecos a la luz del sol, alguien había abierto la jodida cortina o algo. La luz me dio de lleno en la cara y tuve que levantar mi brazo casi adormecido para tapar mis ojos. _Mierda_

_Hey! Era hora!_ me sobresalté cuando esa voz gruesa y molesta me aturdió. Me senté en la cama de un solo golpe y eso fue todo lo que necesité para que mi cuerpo se pusiera de cabeza.

En seguida un enorme mareo me sacudió  y mi cuerpo se tambaleó hacia el suelo, mi estómago por el contrario subió por mi garganta. Me levanté en seguida buscando algo donde descargar mi hígado, una cubeta… algo, maldición.

_Wuaa… calma hermano, vamos_ la mano grande Emmett me empujó por la espalda mientras mi garganta hacía el esfuerzo de cerrarse para no dejar el desastre en la alfombra. En seguida llegué hasta el baño y caí de rodillas para aferrarme a la porcelana del inodoro y descargar mi estómago entero en ese lugar.

Las oleadas de nauseas vinieron luego de que quedé vacío, una tras otras arcadas en seco, dolorosas y que me hicieron lagrimear hasta que mi abdomen quedó adolorido como si hubiese hecho cien abdominales en diez minutos.

_Eso es… toma_ sostuve con una mano temblorosa un vaso de agua que mi hermano me daba y me enjuague la boca dejando un poco para beber. Sentía mi garganta reseca y agrietada, como si hubiese tragado arena.

_¿Qué mierda?_ gemí cerrando los ojos y apoyando mi frente en el mármol frio del suelo, era un alivio porque precisamente mi cabeza parecía romperse en tres.

_No recuerdas nada ¿he?_

Negué con la cabeza como pude… mierda, era cierto, no recordaba nada. Sentía como si hubiese pasado por uno de esos túneles de gusanos y hubiese aparecido en otro lugar, otro tiempo. Mi cuerpo totalmente adolorido.

_Bien, ayer por la noche me llamaste mientras estaba teniendo uno de los  sueños más eróticos de mi vida, lo cortaste justo allí hombre!... bien, me llamaste a las tres de la madrugada divagando con voz de borracho mientras sonaba la música de fondo, te tuve que ir a buscar… después claro, de que me pasaste con el cantinero y le pregunté el nombre del bar… ¿cómo fuiste a parar allí? Bueno… realmente no importa, la cuestión es que… hombre, no conocía tu faceta de borracho, puta lloraste! En mi hombro! Mientras te llevaba a la rastra al auto!_

El hijo de puta se reía de mí…

_Porque nunca te viste… a ti idiota!_ dije con voz áspera. Mientras trataba de pararme del suelo. Emmett me tomó de un brazo para ayudarme.

_Hey!... al menos agradéceme haber traído tu culo hasta aquí_

_Gracias_ gruñí caminando fuera del baño. Volví a mi cama y tomé un Tinetol con un vaso de agua que alguien había dejado arriba de la mesa de noche,

No recordaba haber tomado tanto, de hecho podría haber jurado que recordaba la tercera copa de wisky y llamar un taxi para marcharme a casa, o al menos al parecer esos eran mis planes, los cuales quedaron así, como planes. ¿En qué momento llamé a Emmett? ¿dónde carajo me había encontrado? Definitivamente debí haber tenido una abducción, porque no recordaba una mierda.

_¿Dónde estaba?... ¿de dónde te llame?_  Emmett hizo una mueca cuando le pregunté y se sentó a mi lado en la cama, mi mirada se posó en el suelo alfombrado de mi cuarto con precaución, tal vez no me iba a gustar lo que tenía para decir.

­­­_Pues… ¿en serio no recuerdas nada?_ negué con la cabeza temiendo de mis palabras, ya me estaba impacientando _bueno… estabas en el Valentine, cuando llegué una chica rubia, a la que apenas notabas, estaba acariciando tu hombro y hablándote al oído. Alejé a la chica cuando llegué, el cantinero me ayudó a sacarte ya que apenas podías mantenerte en pie… y te traje hasta aquí, tu conserje me ayudó a conseguir tu culo aquí arriba._

_Mierda_ gemí dejando caer mi cabeza en mis manos. Muchas veces había tomado de más en el pasado, nada como esto… nunca tomé para emborracharme y perder el sentido, solo para divertirme. Había sobrepasado los límites autoimpuestos y todo por qué… ¿por qué?

_¿Qué pasó con bella hombre?..._ así como escuché su nombre volteé a ver a mi hermano con los ojos bien abiertos _se suponía que ibas a estar con ella esta noche, lo suponíamos_

Un torrente de imágenes pasó por mi cabeza, sacudiéndome, espabilándome y finalmente dándome la sensación de ardor y dolor en el pecho… mi Bella, mi hermosa Bella ¿por qué me había hecho eso?

Inmediatamente después de que le dije que la amaba esa tarde supe que algo iba mal. Ella no me había dicho nada, no es que estaba esperando que me dijera las mismas palabras… sabía y estaba muy conciente de que justamente a ella le costaría decirlas si alguna vez me las decía. Pero… ¿eso?... ¿correr y salir con otros hombres para evitarme?... mierda, nunca, absolutamente jamás en mi vida me hubiese creído eso. Pero fue lo que ella hizo. Salir con ese tal Jacob Black, a pesar de que prácticamente me tiré sobre el coche para evitar que escapara de mí.

Mierda!... si había visto un destello en sus ojos cuando dije esas palabras, un destello que podría haber jurado que significaba algo!... ¿por qué me hizo esto?

Me dejé caer hacía atrás sobre el colchón, lavando mi cara con ambas manos y tomando mi cabello entre mis dedos y tirando de él…

Sentía la presencia de mi hermano a mi lado, pero él me conocía… y a juzgar por mi reacción él sabía que algo había sucedido con Bella. Tragué en seco y traté de hablar mirando directamente al techo sobre mí. Mis ojos concentrados en la textura arenosa, muriendo de vergüenza por el estado en el que mi hermano me había encontrado.

_Bella… ella…_ tomé una respiración profunda al sentir que no me salían las palabras tan desgarradoras para mí mismo… decirlo iba a ser como confirmar que había sucedido en verdad _ella no quiere verme, ella salió con otro tipo… se fue con otro miserable que caerá en su trampa y al que también le romperá el corazón_

Mi hermano no dijo nada… y para cuando los minutos comenzaron a pasar el silencio se hacía cada vez más insoportable.

_Le dije… lo que sentía por ella, le abrí mi corazón_

_¿Qué?_ el grito agudo de Emmett me sobresaltó. Cuando volteé a verlo, él me miraba como si pudiera ser capaz de perforarme la tapa de los sesos. _oh cielos… mierda Edward!... ¿qué hiciste qué?_

Encogí los hombros y miré hacia la ventana de cristal a un lado de mi cama _le dije… lo que sentía_ admití en un débil susurro.

Emmett se levantó de la cama en un segundo y comenzó a caminar por la habitación como un león enjaulado.

_¿No te das cuenta Edward?... ¿No te das cuenta de una mierda?!_ gritó con una mano en la cintura y la otra refregando su cabeza casi frenéticamente _

A través d ela bruma de mi cabeza traté de entender por qué justamente él, que me había recomendado esta opción desde un principio, parecía reaccionar de tal manera, con resentimiento, con ira y aprensión.

Bufé de exasperación y cerré los ojos fuertemente cuando sentí una punzada atravesar el costado de mi cabeza como si fuera a partirme en dos, dejé caer mi rostro entre mis manos.

_No puedo creer que justamente tu, que siempre fuiste tan cuidadoso con tus conquistas, cometieras tal estupidez!... Mierda Edward!, es una mujer… es una…_

_No lo digas_ gemí cuando las imágenes mas crueles que había visto ese día, cruzaron por delante de mis ojos. Ella riendo con él… ella dejando que él la envolviera con su brazo… ella ignorándome por completo… ella destrozando mi corazón en pedazos…

Mierda…

_Debes dejar de verla, es indispensable… si no lo haces ella te engatusará y te enredará a su provecho, Edward, te lo digo como tu hermano, sé que no es tarde… debes saber que lo que sientes por ella no es así, Edward, mierda, estas pensando con tu pene!... lo cual es normal que suceda, con estas mujeres_ su voz bajó una octava y apenas me fue audible _no puede estar sucediendo lo mismo_

Tal vez lo había hecho, pero mi pene no podía estar tan equivocado… yo amaba a esa mujer, la amaba tan jodidamente mal.

De un momento a otro dejé de escuchar a mi hermano caminar por la habitación, su respiración era tranquila y sosegada. Levanté la mirada esperando verlo pensar en alguna estrategia para apartarme de Bella, pero definitivamente cuando lo vi no fue lo que esperaba ver. Él estaba delante de una de las ventanas de mi habitación, su mirada tranquila y concentrada en algún punto en el horizonte, que ya comenzaba a colorear con sus tonos anaranjados a la salida del sol.

Y por primera vez vi a mi hermano… por primera vez vi al hombre… y vi la mirada, esa misma que había visto solo una vez, cuando le rompieron por primera vez el corazón hacía ya cuatro años.

La puerta se abrió de repente, yo había llegado a casa luego de una fiesta en la casa de una de las fraternidades de la Universidad. Había decidido sentarme en el asiento de mi piano para tomar un café muy lentamente mientras esperaba que hiciera los efectos esperados y me sacara de mi ligera borrachera, esperaba evitar la resaca de la mañana siguiente.

Toqué unas suaves notas en mi piano, re, fa, sol, sol, sol, la… si… notas discordantes que no se atenía a ninguna canción en especial. Entonces oí las llantas acelerando por la calle de entrada de la casa, algo que me sobresaltó. Una frenada, un portazo y unos cuantos pasos fuertes y apresurados después, vi entrar a Emmett a toda velocidad por el vestíbulo de entrada.

_Mierda!_ gimió sacándose con furia la pajarita del cuello, podía recordar que había dicho que tenía una cena especial esa noche con una chica que había llevado hacía unos días, a una cena que papá organizaba para el hospital. La recordaba vagamente, alta, rubia, buenas curvas… nada que no estuviera a la altura de Emmett, él siempre se conseguía las mejores chicas.

Mis dedos dejaron de tocar las teclas del piano en cuanto oí a mi hermano tropezar por uno de los escalones que conducían a su habitación… podía ver que estaba tomado.

Me paré y con una inusual claridad, gracias a los efectos de café, caminé hasta llegar a su lado y sostenerlo del codo para ayudarlo a estabilizarse.

_Hey Eddy_ murmuró al percatarse de mí. Sentí la tensión de su cuerpo, vi sus puños apretarse a sus costados, sentí la ira relampaguear a través de sus venas, pero nunca me esperé lo que vi cuando volteó.

Lágrimas.

La sal líquida corriendo por su piel, sus ojos rojizos y ligeramente hinchados, su resignación y vergüenza enrojeciendo sus mejillas… dios, nunca había visto a Emmett así.

_Emmett…_ susurré con mi voz áspera _¿qué mierda…?_ no pude terminar mi pregunta. Tragué saliva sorprendido y cuando él rió amargamente y volteó para continuar subiendo las escaleras, lo seguí detrás, siempre sosteniéndolo de un brazo.

Cuando llegamos a su habitación, simplemente me limité a observarlo tirar de su traje de frac con insistencia y poca paciencia, unos cuantos botones volaron por el aire cuando sacó su camisa.

Me sentía mareado, pero no era por alcohol aún corriendo por mis venas, no… era un aturdimiento aún más intenso. Debido a que esa fue la primera vez que vi a mi hermano mayor, mi mejor amigo y casi héroe, débil y confundido… y tan enojado que podía golpearme solo para desprenderse de un poco de esa frustración.

_Nunca_ levanté la mirada de la alfombra donde él había dejado caer en miles de pequeños pedacitos, un pequeño papel, como una tarjeta de negocios. Centré mi mirada aún aturdida y oscurecida por mi propia borrachera, en él, que yacía acostado en su cama, con la mirada fija en el techo. _... pero nunca hermano, te enamores de una puta… nunca! Te seducirán, como una gata en celo alrededor de tus talones y te sacaran hasta el último ápice de dignidad y orgullo._

Y en ese momento me pareció que solo habían sido palabras crueles en momentos de indignación y dolor por alguien que había roto su corazón, ahora comprendía la magnitud de las palabras.

_Pero… pero tú me dijiste que la llamara, me diste el número…_ le reproché con frustración. Después de cuatro años posiblemente se había olvidado de ese dolor en su corazón, pero… ¿Cuál era el chiste de mandar a romper literalmente el mío?

_Te lo dí, necesitabas una salida fácil… una solución urgente._ su mirada nunca se despegó de la ventana, sus pupilas oscuras nunca dejaron de brillar en la lejanía _ellas son la salida fácil, la solución urgente. Confié en ti para ponerle fin cuando tenías que ponerle fin, solo una cita… a lo mucho dos si era estrictamente necesario… pero ¿enamorarte?._ rió sin gracia y bajó la mirada a sus zapatos. _Pensé que eras más inteligente que yo hermano_

_No me va a suceder lo que te sucedió a ti… no se a ciencia cierta qué fue, pero no dejaré que suceda_ dije con renuencia. Él me miró luego de unos segundos y su rostro se vistió del Emmett que yo conocía, que siempre había sido, como si él mismo optara por empujar los dolorosos recuerdo atrás.

_Y esta Bella… ¿al menos siente lo mismo? Dime que si y realizarás mi vida_ su tono era alegre, pero cauteloso de algún modo.

_Ella…_ mi respiración se estancó en mi garganta y pestañé mirando al suelo. _ella no siente nada, al menos… es lo que demostró esta noche._ levanté la mirada determinada hacia Emmett _pero quiero averiguarlo, quiero saber de su propia boca, quiero ir a ella y enfrentarla… quiero saber si aún tengo posibilidades de romper ese mito_

Emmett frunció el seño _¿Qué mito?_

_El que dice que ellas no se enamoran_

Su sonrisa se hizo ancha y asintió con la cabeza, _sería reconfortante saber que al menos tú lo lograste con una de ellas_

Reí sin ganas y gruñí al mismo tiempo por el increíble dolor de cabeza que parecía intensificarse minuto a minuto,

_El Tinetol hará sus efectos pronto, ¿por qué no aprovechas a dormir un rato hermano? No has dormido más que unas cuantas horas y recién amanece, yo… descansaré en el sofá_

Miré el reloj de mi mesa de noche y no eran más que las siete de la mañana, podía dormir unas cuantas horas más y luego comenzar a pensar con claridad y sobrio, cómo recuperar a mi Bella. Más allá de lo que dijera Emmett, yo estaba perdido con ella, para mí no había vuelta atrás.

Dios… la necesitaba.

Dejé caer mi espalda sobre la cama y volteé sobre mi estómago escondiendo mi cabeza debajo de la almohada mientras escuchaba los pasos de mi hermano alejándose de mi habitación.

_Gracias Emm_ murmuré con vos áspera antes de tambalearme en mis sueños.

**O**

Sentí una suave caricia en mi mejilla, una que me hizo cosquillas y me hizo refunfuñar. Escondí mi cabeza aún más debajo de la almohada, como si pudiera sacar esa molestia de allí, pero era persistente. Una suave risa se filtró en mis oídos y me hizo abrir los ojos expectante.

Levanté la cabeza lentamente sacando mi almohada de la cabeza, una sonrisa tierna, una mano suave que acariciaba mi espalda y unos ojos brillantes y apasiguantes me  recibieron.

_Alice!_ gruñí voz somnoliento _¿qué haces aquí?_

Mi hermana sonrió aún más ancho y arqueó las cejas, _Vine a ver cómo estabas sabiondo, Emm me llamó, él se fue a trabajar y me dijo que viniera a verte, él vendrá más tarde… dijo que tenían cosas que hacer. Jass te manda saludos_

Oh cielos… Jassper. Lo había olvidado por completo…

_¿Có… cómo esta él?_ pregunté sentándome en la cama, mis ojos ardían pero el dolor de cabeza ya se había esfumado. Necesitaba comer… mi estómago vacío me lo pedía a gritos.

_Está mucho mejor… Bella se quedó con él, creo que llevó algunos video juegos y un x box para que se entretuviera un poco, ya le sacaron los entubados_

El nombre de Bella me sacudió y me quedé sentado con la cabeza entre las manos, todo… todo lo que había pasado la noche anterior volvió a mí y gemí de frustración.

¿Qué hizo esa noche con él? ¿Dónde fueron?... mierda, ¿hacía falta preguntarlo?... pero quería saber, aunque doliera y fueran palabras y confirmaciones que me cortara el corazón en rodajas, quería saber tan mal.

_¿Bella está con él?... ¿está sola?_

Mi voz sofocada por mis manos no dejaron notar la angustia y la rabia que sentía con tan solo recordar.

_Si, ella está sola… aunque un hombre la fue a dejar hasta la puerta, no sé quién sería, no quise preguntar tampoco._ ella guardó silencio por un minuto antes de tomar mis manos con las suyas y sacarlas de mi rostro _¿qué sucede Ed?_

Sus ojos angustiados me indicaban que ella ya lo sabía… mierda!, ella ya lo sabía. Pero… ¿qué tanto sabía?

_¿qué sucedió Edward?_ su voz suave y sus caricias en mi cabello terminaron por desarmarme. Oh cielos… sentí mi pecho oprimido y a punto de estallar. Tenía que hacer algo urgente.

_Ella… no quiere estar conmigo, ella tiene su interés en otra parte_ murmuré tratando de no dar a conocer lo que en verdad había sucedido, mi hermana no sabía lo que Bella era, no quería que lo supiera… no, al menos por el momento.

_Oh Edward_ sus pequeños brazos me rodearon por los hombros y me permití recibir todo el cariño de mi hermana pequeña _ella si te quiere, te quiere, lo sé. Pero a veces las personas tenemos miedo… dale tiempo_

_No puedo dárselo Alice, siento que cada segundo que estoy lejos de ella, puedo llegar a perderla definitivamente… y no quiero eso, no quiero_

Después de tantos años de haber superado mi adolescencia, mi niñez, mi infancia… estaba aquí, en los brazos de mi hermana, gimiendo y llorando como un niño que ha perdido su juguete mas preciado, por una mujer. Solo que mi Bella, no era para mi un juguete… no, por dios, quería estar con ella, quería darle todo lo que un día tuvo que buscar involucrándose en ese trabajo, quería darle el mundo a sus pies, todo. Por primera vez, no sentí esto como un simple capricho, no… sentí esto de verdad, con tanta intensidad que no podía dejar de tener miedo.

Pero lo quería.

Quería la maldita casa con un jardín detrás, columpios para nuestros niños, quería llevarla de la mano a los lugares que ella quisiera, quería llevarla a cenar con los empresarios de la compañía. Quería que se olvidara de todo lo que haía pasado por su vida, de todos los lamentos, de todos los hombres que la habían hecho gemir, de todos… quería estar solo yo en su piel.

La quería mía.

Mía para siempre.

_Estoy tan jodido Alice_

_Estas enamorado…_

_Soy un maldito patético…_

_Eres Edward Cullen, un hombre fabuloso_

_No… no sigas. Por favor dime cómo está?_ rogué levantando la cabeza para mirar la sinceridad en sus ojos.

_Ella… _ levantó los hombros _está tan bien como puede estar una mujer cuyo hombre que ama está lejos y triste_

Gemí con esas palabras _Ella no me ama_

_Oh vamos Edward, lo sé… ella te ama. Por dios dale tiempo, ella se dará cuanta, no hay nada que no permita eso_

_Si lo hay_ dije con arrebato, _ella tiene a este tipo nuevo… ella salió con él anoche, me rechazó_

_¿Y qué esperas Edward? Oh cielos…_ entonces ella se levantó de esa cama y sacudió las sábanas de mi cuerpo, no me había dado cuenta en toda la noche que me había dormido vestido… _levántate!_

_Oh cielos Alice! Me duele la cabeza_

_Iré a buscarte algo para que te cambies y llamaré a Emmett, son mas de las seis de la tarde… ve…_

¿Tanto había dormido?... ¿Había perdido un día de mi vida aquí acostado en lugar de ir a recuperar mi corazón?

Mierda!

Una hora después ya estaba duchado, vestido, afeitado y con dos Tinetols disolviéndose en mi estómago. Emmett estaba subiendo a mi Vanquish en el asiento del conductor, yo estaba demasiado histérico como para conducir.  Mi cabello todo revuelto por mis manos arrastrando sobre ellos y mis palmas sudorosas…

_Entonces… ¿Cuál es el plan?_ preguntó mi hermano encendiendo el auto. Miré hacia el frente con el ceño fruncido y suspiré profundo…

_No hay ningún maldito plan!... Emmett, solo tengo que verla, hablar con ella_ murmuré exasperado _solo espero que ese maldito perro no este mordiendo de su falda… si es así…

_Si es así para eso estoy yo, lo mantendré ocupado… ya sabes el éxito que tengo con la oralidad_

_Solo… quiero verla_

Así el Vanquish superó los cien kilómetros por hora para llegar a la parte oeste de la ciudad, donde estaba su casa. Emmett fue tan rápido como pudo a la dirección que le indiqué, mientras nos íbamos acercando él puso mala cara.

_Llegamos_ murmuró con nerviosismo... si no hubiese conocido a mi hermano, hubiese jurado que esto lo sobrepasaba.

_Si… llegamos

Estar allí era como revivir lo que había sucedido la tarde anterior, podía sentir mi estómago descomponerse mientras miraba la puerta de entrada detrás de la verja, en cualquier minuto podía salir Bella tomada del brazo de uno de sus acompañantes… y todo en mí se iría a la mierda.

Tragué en seco y me saqué el cinturón de seguridad, Emmett me detuvo con su mano en mi ante brazo, lo miré rápidamente y alzó el mentón indicando un auto en la calle. Un auto que no había visto… pero que sabía de quién era.

_Ese hijo de P-

_Ya!... bajemos y veamos si podemos entrar_

_¿Me acompañaras?..._ pregunté incrédulo.

_¿Y si ese patán se te abalanza? Hermano…_ rió _estas muy susceptible como para meterte en una pelea_

Con eso salió del auto e hice lo mismo… mierda!... por supuesto que podía defenderme solo y tampoco quería meterme en una pelea frente a Bella, aunque valdría la pena totalmente, no podía exponer a la mujer que se suponía que tenía que impresionar y enamorar a una pelea de cavernícolas.

Seguí a Emmett hasta la puerta y frené en seco cuando él se detuvo y levantó la mano, estábamos detrás del muro que separaba la casa de los demás transeúntes y él estaba asomado por una orilla del portón cerrado.

_¿Qué es?_ pregunté con ansiedad.

_Hay un tipo en la entrada, esperando a que le abran la puerta_

Me asomé detrás de su hombro y pude ver al tipo, era ese mismo… el maldito que se la había llevado cuando yo la quería. No podía ser más alto que yo y llevaba un ramo de rosas en su mano, estaba arreglándose el nudo de su corbata cuando abrieron la puerta,

_¿Cómo está Señor Black?_ murmuró la que recordaba como Ángela _pase, se está terminando de preparar_

_Mierda_ gemí apoyando la espalda contra el muro.

_¿Ese es el cabrón?_

_Ese mismo_ afirmé.

_Bien… tenemos que entrar, tienes que buscar a Bella y hablar con ella, yo… tocaré el timbre y hablaré con el galán… me inventaré algo._

_Gracias Emm_ murmuré cuando caminé hacia la verja cerrada, cuando empujé me di cuenta que estaba bloqueado… ¿portero eléctrico? ¿Qué mierda Bella? Siempre había estado abierto para mí… y bueno, para los otros.

No pude evitar preguntarme por qué había decidido poner un portero eléctrico, como si los hombres obsesionados estuvieran acechando fuera de su casa en la oscuridad…

Oh bueno…

Entendía el punto.

_Tenemos que encontrar la manera de entrar_ dije apartándome y mirando por el muro encima de nuestras cabezas. No era alto… tal vez…

_Emmett, aquí…_ me apresuré a caminar alrededor de él, que me miraba como si me hubiese crecido una segunda cabeza y tomé una rama del árbol cercano al muro, era una rama baja pero igualmente me tuve que alzar de puntillas para alcanzarla bien, hice pié en la piedra del muro y subí con esfuerzo por la pared. No fue difícil, me tomé de la orilla del muro y me impulsé  a mi mismo hacia arriba hasta que estaba parado en el filo del muro… la medianera no era tan ancha, pero al menos podía mantenerme en pie.

_¿qué mierda Edward?_

_Solo hazlo_ gruñí tratando de mantener la voz baja. Él cerró los ojos y respiró profundo,

_Solo porque te prometí ayudar, pero no quiero que me lleven preso_

Lo ayudé a subir por el muro hasta que él también estuvo parado en la medianera junto a mí, miramos hacia abajo y entonces…  bueno, no se veía tan alto desde abajo.

_ Mierda Edward, eres tan patético, ¿cómo puedes acecharla así?_ su puño impactó sobre mi hombro haciéndome tambalear contra el borde de la medianera _porque la amo Emm, no voy a dejar que un estúpido chico me la saque, no ahora, no nunca._

_¿Sabes que hay otras opciones ¿no?_ entonces levanté la mano cuando la puerta se abrió de repente y la amiga de Bella, la rubia, bajaba con otro hombre por los escalones del porche… _oh por dios, ¡Esa rubia!_ susurró Emmett antes de verlo hacer traspié en la orilla de la medianera y  conocer el suelo, claro sin antes tomar mi pie con su mano mientras caía…

_Idiota!_ gemí cuando mi espalda dio contra la tierra.

Lo siguiente que oí fueron pasos rápidos, un grito ahogado y un heroico “¿Quién está ahí?” de una gruesa voz de hombre. Cuando di vuelta por mi estómago vi cuatro personas allí paradas, Rosalie, su acompañante, el perro  y… Bella.

Todos mirándonos como si hubiésemos caído del cielo frente a ellos, bueno… algo así había sido.

_Hola Bella_ solo pude susurrar ignorando el dolor de mi cuerpo, pero con todo el dolor de mi corazón gritando frente a ella.

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Aqui amores!!!! Al fin!!!!!!!! Besotes y denme sus comentarios, kassi cariño, no te lo pude enviar... aquí lo tienes!!