Capitulo 6: Quemada, En el nombre del padre

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 Quemada

_Mierda Bella…_

_¿Qué?_

_Nada…_

_Alice… dime_

Ella me miró de reojo y rió negando con la cabeza, resopló exasperada y miró hacia la ventana. Rodé los ojos y miré hacia adelante concentrándome en mi camino, aferrada al volate y extenuada por las recriminaciones de mi mejor amiga, que se hicieron aturdidoras todo el fin de semana.

Estábamos de camino al juego de Jassper, Alice por supuesto tan entusiasmada como irritada, gracias a mí. Yo sin embargo, esperando ver a Carlisle, de vuelta en mi camino y superando el increíble viernes que había vivido.

Si, increíble… mierda, esa palabra se me hacía poco para describir mi intenso viernes por la noche.

Supéralo Bella, supera… todo de ese hombre.

Respiré hondo y sonreí de lado cuando cruzaron por mi mente destellos de mi noche libre y fuera de culpas… bueno casi. Cuando llegué a casa esa noche, simplemente no podía creer que había hecho eso. Había sido por una sola noche, una mujer que ni en mis peores pesadillas había sido, una puta… sin decirlo menos. Me acosté, si se puede llamar a eso, hacerlo en el reservado de un club, con el primer hombre que literalmente se me cruzó.

El sábado no podía mirarme al espejo de la vergüenza, ni siquiera tenía las ganas para levantarme de mi cama y salir con Alice para comprar y abastecer nuestras despensas, como todos los sábados hacemos. Ella tuvo que sacudir las sábanas de mi cuerpo y hacerme entender que lo que yo había hecho no había sido nada de otro mundo. Solo me divertí, tuve buen sexo con un desconocido que no iba a volver a ver en mi vida y lo mejor, había sacudido a Carlisle de mi cuerpo y de mi mente al menos por una noche, con ese increíble extraño.

Entonces me dije a mi misma… Vamos Bella, solo fue una increíble follada con un hombre que no vas a volver a ver, tu meta es otro… enfócate, levántate y anda.

Y así estaba hoy sentada en mi auto para ir al encuentro de ese hombre que tenía que acaparar mi atención nuevamente. Atención que fue sacada de ruta por un hermoso hombre el viernes por la noche.

_Así que… ¿cómo van las cosas con Jasper?_ pregunté casualmente mientras cambiaba la estación de radio hasta que encontré The Wanderer de Ji lis Lucky, amaba esa canción.

Alice bufó negando con su cabeza por mi cambio indiferente de tema,

_No puedo creer que todavía quieras esto. ¿El viernes no te sirvió de nada?_ dijo finalmente mirándome,

_Alice… fue solo para bajarme de la línea de Carlisle, no para abandonar todo el esfuerzo que hice durante años y romper mi promesa, sabes que tengo que hacerlo…_ murmuré diciendo lo último en voz baja. Ese era un tema muy delicado para mí y ni siquiera podía tolerar que Alice se metiera con mi promesa, por más que fuera casi una hermana.

_Pensé que ibas a renunciar a eso, simplemente… pensé que lo habías pensado mejor y que habías llegado a la conclusión de que en realidad Carlisle no había sido buena idea después de todo_ suspiró resignada _ conozco tu promesa… pero sabes que no estoy de acuerdo con lo que haces con él, sabes que te puedes salir quemando y no quieres dar marcha atrás con esto_

_Veremos Alice… veremos quién se sale quemando, llámame estúpida por hacer esto, pero una promesa es una promesa, mi padre…_ mi garganta se cerró como cada vez que hablaba de él _ él hubiese querido…

_Él hubiese querido que dejaras de actuar de la forma que has actuado  desde que saliste de Forks, tu promesa se convirtió en una obsesión… esa no es vida Bella, has pasado años con ese objetivo tuyo en tu cabeza repitiendo como un mantra que debes hacerlo, sin siquiera pensar en las consecuencias…_

_Si pienso en las consecuencias Al, no soy tonta… se a lo que me expongo. Pero… maldita sea Alice, tengo que hacerlo, el tipo tiene que pagar todo lo que hizo, no puedo… no puedo ni siquiera pensar en ella sin pensar en el daño que le hizo._ las lágrimas habían comenzado a caer de mis ojos y parpadeé seguido para poder ver bien el camino, ralenticé la marcha del auto y sentí la mano de Alice en mi antebrazo… consolándome. _Me duele tanto… me sigue doliendo tanto Alice, por favor, entiéndeme… si estuvieras en mis zapatos lo harías, tengo que hacer esto, tengo que hacerle pagar con la misma moneda, ni más ni menos. _

_Lo entiendo cariño… lo hago, en serio lo hago._ murmuró inclinando su cabeza para dejar un suave beso en mi hombro _pero temo por ti. Siempre lo hice… y no dejaré de hacerlo porque te amo. Y por más que me lo niegues, a tu padre no le hubiese gustado que abocaras tu vida en esta venganza_

_Pero tengo que hacerlo… _

_Lo sé_

Me limpié las lágrimas riéndome sin gracia, escuchando la letra de la canción… y negué con la cabeza, miré a Alice y asintió con una leve sonrisa… aceleré el motor del auto y continuamos nuestro camino al estadio de la Universidad de Jasper.

Tengo que seguir papá… te lo prometí.

~O~

Estacionamos en el enorme  parquin del campo de beisbol de la universidad y caminamos entre la gente que allí se encontraba hasta donde Jasper nos había indicado que serían nuestros asientos, este estadio no era como el estadio de los Yanquis de Nueva York, al que habíamos visitado las semana anterior. No tenía palcos privados pero si las escalinatas expuestas al aire  libre y hoy, el día era precioso.

A lo lejos vi a Carlisle hablando con unas pocas personas más, parados en la parte más alta de las escalinatas, a la sombra de lo que parecía ser una plataforma donde estaban las oficinas del estadio. Detrás de él habían cabinas pequeñas con hombres en su interior, reconocí algunos hombres que habían acompañado a Carlisle en su palco privado en el estadio de los Yanquis.

Entonces vi a Charly, su hermana. Ella me saludó cuando Alice y yo estábamos subiendo las escaleras laterales a la fila de asientos y la saludé de vuelta. Carlisle volteó y me vió… y su rostro se iluminó con una sonrisa. No pude evitar sonreír de vuelta… él era tan encantador después de todo. No podía negarlo.

_Bella…_ murmuró mientras caminábamos hacia él. _Estas hermosa… como siempre_

Suspiré sonriendo y mirando mi atuendo rápidamente. Había sido bueno haber elegido mis legins de jean, una remera color blanca que dejaba un hombro al descubierto y mis botas de tacón bajo marrones que iban a tono con mi bolso.

_Gracias_ dije suavemente alzando mis hombros. Cuando él llegó hacia mí me sorprendí cuando sus manos acunaron mi rostro y su boca estaba en un instante sobre la mía.

Me aferré de sus antebrazos y gemí suavemente cuando sentí su lengua en la mía, sin prisas pero con fuerza, firme y cálida, con gusto a cerveza y picante.

Rico…

Reí cuando el se separó…

_¿Nachos y cerveza?_ pregunté apoyando mi frente contra la suya, él rió y asintió  con la cabeza recorriendo con sus manos desde mis mejillas, pasando por mis hombros, la longitud de mis brazos hasta tomar mis manos entre las suyas.

_Nachos y cerveza_ confirmó. _ y fresas… _ añadió mirando mis labios. _Dios… es un enorme placer volver a verte Bella, ¿tienes una idea de lo que me haces?_

_No_ negué lamiendo mis labios _pero también te extrañé_

_No creo que en la misma intensidad que yo_ dijo picoteando mis labios con suaves y cortos besos _ tengo que presentarte a alguien_

Asentí sonriendo y entonces él me soltó viendo a Alice a su lado saludando a Charly.

_Oh, señorita Brandon!... ¿Cómo está?_

_Bien Señor Cullen, por favor… solo Alice_ dijo ella recibiendo un abrazo cálido de Carlisle,

_Entonces Carlisle, nada de Señor Cullen_

Ambos asintieron en común acuerdo y él volteó hacia mí luego de escanear con la mirada rápidamente por la platea y los asientos que ya estaban ocupados.

_Pronto comenzaran a jugar… iré a buscar a una persona que quiero que conozcas Bella, Alice… acomódense mientras tanto señoritas… _ Carlisle hizo un ademan con la mano señalando las sillas y Alice se sentó para sacar en seguida su celular. Supuse que anhelando saber de Jassper.

_Iré a buscar algo para tomar, ¿quieres algo Al?_ dejé mi bolso y abrigo sobre una de las butacas y ella dejó de escribir su texto para pensar un segundo.

_Cerveza estaría bien_

_Cerveza será_ canturreé subiendo las escaleras hacia el hombre de las cervezas que había visto antes de encontrarme con Carlisle, estaba un poco más lejos de lo que había estado originalmente pero aún subiendo escaleras y esquivando algunas personas que ya estaban acomodadas en sus asientos, pude alcanzarlo.

Le pedí dos Budwaisers que por suerte estaban bien frías y cuando me las dio busqué el dinero en el bolsillo trasero de mi jean, pero antes de que pudiera darle nada una voz muy familiar me hizo detener todo movimiento,

_Está bien… pagaré las bebidas de la señorita_ … esa voz aterciopelada.

Oh dios…

Alcé la mirada atónita y sí, allí estaba.

Alto… hermoso… presuntuoso, alzando una ceja en mi dirección cuando notó mi nula reacción. Ojos verdes, tan verdes como la otra noche, con su cabello desprolijo tapado con una gorra de beisbol negra con el logo de los Yanquis en el frente y con esa arrogante sonrisa de lado que hizo saltar un latido mi corazón. ¿Por qué?...

¿No se suponía que era un total desconocido que no iba a volver a encontrar nunca más en ningún lugar?...

Y allí estaba… sonriendo y negando con la cabeza, mientras le pagaba mis bebidas al hombre que las vendía, mis propias bebidas!. ¿El que un hombre pague las bebidas de una chica implicaba algo más?... no, no… no podía ser. Carlisle me estaba esperando. Pero haber encontrado a ese hombre que me pasé todo el fin de semana negando, como si hubiese sido una hermosa y lujuriosa fantasía cumplida, allí, de pie, frente a mí… pagando mis bebidas.

Solo… era algo difícil de creer.

Pestañé volviendo en mí… u obligando a mi cerebro a no hacer el tremendo ridículo frente a ese hombre salido de las más eróticas fantasías de toda mujer y carraspeé.

_ G- gracias_ carraspeé nuevamente _no tendrías que haberte molestado, pero igualmente gracias_

Él chasqueó la lengua y volteó para comprar una cerveza para él,

_Comprarle una bebida a una chica hermosa ¿una molestia?..._ él me miró y llevó la botella a sus labios, tomó un poco y luego lamió sus labios _ más bien, un enorme placer… ¿no te parece?_

Y allí estaba… esa mirada insinuadora.

Placer…

Sí, y mucho. Cúlpenme… pero no pude evitar sonreír y bajar la mirada a mi cerveza. Así que hice lo mismo que él, llevé la botella a mis labios y la alcé tomando un poco, cuando la bajé, pasé mi lengua recogiendo la espuma que había quedado en mis comisuras. Él se mordió el labio y apartó la mirada.

Dos pueden jugar este juego…

_Gracias_ dije levantando levemente la botella. _tengo que volver, is amigos me esperan_ señalé alzando la botella, el lugar donde Alice y Carlisle estaban con los demás. Podía ver a Alice hablando por teléfono a pesar de que nos separaba un montón de gente y unos quince metros de distancia. _Adiós… Edward_ dije comenzando a caminar.

_Adiós Bella… nos vemos_

Sonreí sin mirarlo. Sí claro… nos vemos.

A pesar de todo eso… no podía creer que él se acordara de mi nombre.

Caminé de nuevo a mi lugar, esquivando personas y subiendo y bajando escaleras. Alice levantó la cabeza en cuanto me acerqué y vi que estaba sonriendo, tapó el auricular con una mano y lo apartó de su oído,

_Carlisle te buscaba, conocí a Rosalie!... y Jasper está a punto de salir con el equipo, ya comienza el juego…_ todo lo dijo muy rápidamente para volver a su llamada _sí Jas, lo siento… era Bella, si… mucha suerte!_

Volteé cuando sentí que decían mi nombre, y literalmente me quedé petrificada con la visión que tenía frente a mí. Carlisle venía con una mujer enganchada de su brazo, una hermosa mujer. Tan alta como él, rubia y de cabello largo y con suaves ondas, un par de pantalones ajustados que resaltaban su figura y hermosos ojos azules. Pero la mirada que me dirigía me paró los cabellos de mi nuca como un gato erizado… si las miradas mataran…

_Bella, quiero presentarte a mi hija Rose, Rose… ella es Bella, mi novia_ murmuró Carlisle llegando a mi lado y tomándome de la cintura. Ok… eso era un nuevo status sentimental… ¿novia?

Iba bien conmigo.

_Rose_ dije alzando mi mano a ella _un gusto enorme conocerte al fin_

_Sí_ dijo ella quedadamente alzando la mano también y estrechando la mía con cierta cantidad de fuerza… bastante. _Un gusto también Bella_ si la hubiese conocido, podría haber jurado que hubo un dejo de sarcasmo en su voz.

Era más alta que yo, más hermosa y lejos más rica… pero no me intimidaba.

_Estoy segura que nos llevaremos muy bien_ dije sonriente tomando el brazo de Carlisle y acurrucándome a su lado, él inclinó la cabeza y dejó un suave beso en mi sien. Levanté la cabeza para mirarlo y él bajó sus labios sonrientes a los míos… nos besamos allí, frente a su hija. Podía jurar que había escuchado un bufido.

_Oh… allí están!_

Mis labios se detuvieron aún tocando los de Carlisle. Mi sangre se congeló al escuchar esa voz… otra vez. ¿Otra vez?...

Mi aliento se enganchó en la garganta y como si los segundos hubiesen encontrado la manera de estirarse a través del tiempo y el espacio, vi cómo… en cámara lenta, Carlisle se separaba de mí y volteaba a ver al recién llegado.

Yo no necesitaba mirar… yo sabía quién estaba allí. Después de todo, ¿cómo no iba a poder reconocer esa voz? La que me dio el orgasmo más increíble de mi vida, la que me sedujo… la que me había dicho tantas cosas el viernes a la noche, la que había gruñido al descargarse dentro de mí. La que quince minutos antes me había comprado mi bebida.

Cielos…

_Edward! Hijo… mira, aquí está… la encontré…_

Y entonces mi errante respiración dejó mi cuerpo con una fuerte exhalación.

Hijo!

_Bella, quiero presentarte a alguien_ murmuró Carlisle a mi lado, sus dedos tomaron mi mentón que estaba apoyado en su hombro, aún en la misma posición en la que él me había besado. _¿Estás bien?_ preguntó con el seño fruncido.

Asentí…

Respiré…

Y tomó todas mis fuerzas en mí para poder sonreír… falsamente… pero sonreír al fin.

Entonces volteé lentamente hacia esa voz. Aferrándome al suelo con todas mis fuerzas en mis piernas, rogando a que no flaquearan…

Dame fuerzas… papá ¿qué hice?!

Edward estaba abrazando a Rose por los hombros con un brazo, su otra mano en el bolsillo delantero de sus pantalones negros. Sus ojos verdes mirándome fijamente, su sonrisa arrogante allí… en su hermoso rostro.

Algo estaba mal.

No hubo reacción en él… algo estaba muy mal.

Oh cielos… papá…

_Así que tú eres la famosa Bella…_ dijo él alzando una ceja y sonriendo aún más pronunciadamente, aún siendo arrogante… _papá habló mucho de ti, creo que lo tienes en un puño ¿no es así padre?_ miró a Carlisle.

_Ciertamente_ asintió él alzando los hombros para luego mirarme, yo no podía dejar de verlo a él, a su hijo… no podía creer que estaba haciendo esto. _Ella me tiene en un puño_

_Si… y al parecer le comieron la lengua los ratones_ continuó él, Rose rió… Carlisle rió suavemente besando el tope de mi cabeza _no comemos Bella, solo somos los hijos de tu novio. Un gusto conocerte… ciertamente un… placer_

Edward extendió la mano hacia mí. Yo alcé la mía temblorosa y con la palma de mi mano sudada. Él la estrechó con la misma fuerza de Rosalie, sin dejar de mirarme a los ojos.

_Un… gusto conocerte_ me obligué a decir.

_Papá, creo que tu gusto en las mujeres no ha disminuido ni un poco, Isabella es… hermosa_ solté su mano y sonreí con el nudo la garganta mirando al suelo, me sentía mareada, asqueada… mis rodillas aún resistían pero mis piernas temblaban al igual que mis manos.

 Tenía que salir de allí…

_Sí… por cierto, me gustó el vestido que usaste la noche de la Opera_ dijo Rose con voz empalagosa, alcé la mirada sorprendida ¿cómo conocía mi vestido?. Ella sonrió y alzó los hombros _estaba tumbada tomado sol en la rivera francesa cuando vi las fotos en mi laptop, ya sabes… los paparazis aman a mi padre, uno de los galanes más guapos y millonarios de América, por no añadir lo de soltero. Isabella, literalmente quise saltar de esa reposera y venir a quitarte ese vestido con mis uñas!..._ rió junto a Edward _realmente hermoso._

_G-gracias_

_Bella_ murmuró Carlisle a mi lado _¿Vienes a cenar a casa luego del juego de Jasper?_ apretó mi cintura levemente y besó mi templo una vez más. Miré a Edward… y me arrepentí de haberlo hecho. Sus ojos eran dagas, duras y filosas dagas que penetraban en los míos. Dagas verdes centellantes y frías… que daban miedo.

_Tengo que hacer unos informes para la biblioteca para mañana_ dije volteando a ver a Carlisle _ya sabes, con el caos de este fin de semana aún tengo que ayudar con el inventario y la distribución_

Carlisle parecía decepcionado levemente, pero él era implacable _entonces llevaré comida china y te acompañaré mientras lo haces_

Sonreí inclinando mi cabeza en su hombro _Tus hijos están en casa, no quiero robar tu tiempo con ellos_

_Oh, no te preocupes por ellos_ rió Carlisle _ Rose seguramente saldrá con su marido y Edward encontrará compañía femenina, nunca falla en eso ¿no es cierto hijo?_

Temí mirar a Edward pero de todos modos lo hice y claro… él sonreía, con sarcasmo y mirándome directamente a los ojos.

_Nunca fallo en eso padre, siempre consigo compañía femenina_ comentó provocando la risa de su hermana y su padre.

Oh cielos… tenía que salir de allí.

_¿Me disculpan?_ murmuré volteando a Carlisle sosteniéndome de sus brazos y acercándome a su oído _ tengo que ir al baño antes de que comience el partido ¿me esperas?_

_Si cariño, ¿quieres que te acompañe? Te ves algo pálida_ sus ojso se llenaron de preocupación pero negué con la cabeza enfáticamente. Dios… sentía la bilis en la garganta.

_No cariño, solo es el calor, iré a refrescarme un poco y vengo en seguida_ me alcé de puntillas y besé sus labios suavemente _¿me consigues un poco de esos nachos picantes?_ sonreí.

_En seguida hermosa_ murmuró besándome una vez más.

Subí unos pocos escalones y busqué a Alice en el lugar, no estaba por ningún lado, me hubiese quedado a llamarla pero la urgencia de salir de ese lugar era mucha.

Como pude, con mareos y las nauseas en mi garganta subí las escaleras hasta la zona de oficinas que había visto en primer lugar, entré al corredor y comencé a caminar buscando los baños, cualquier maldito baño, no me importaba si el mismo perteneciera al decano de la mismísima Universidad, solo tenía que esconderme de toda esa gente.

El corredor estaba vacío y solo y lo único que escuchaba era mi respiración agitada y mi corazón latiendo atronadoramente en mi pecho, parecía que la sangre bombeaba directamente en mi oído.

Cielos!... mierda, maldita mierda!. ¿Qué hice?... ¿cómo pude ser tan estúpida y descuidada?!

Podía sentir las lágrimas en mis ojos, lágrimas que me había prometido no tirar, ni por Carlisle ni por nadie de apellido Cullen… y aquí estaba, escondiéndome patéticamente de su hijo, que me folló el viernes por la noche a sabiendas de quién era yo. ¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Podía ser una persona tan maldita?

Si era hijo de su padre… podía ser.

Tendría que haber escuchado las palabras de Alice, de hecho las escuchaba en mi oído.

Te vas a quemar… te vas a quemar…

Como un mantra en mi cabeza… ¡¿Por qué carajo no la escuché?!

¿Qué iba a hacer ahora? ¿Seguir jugando? ¿seguir con mi objetivo y el plan que tuve en mente por tantos años? ¿Cómo iba a seguir jugando si no sabía jugar? Por tantos años pensé que iba a ser tan fácil enamorar a Carlisle Cullen… y ahora esto. Obstáculo tras obstáculo. Estaba acostumbrada a sortearlos… pero esto era más que una piedra en mi camino… esto cambiaba todo.

Sentí pasos detrás de mí por lo que comencé a apresurarme, limpié a manotazos las lágrimas de mis mejillas y caminé tratando de abrir puertas que estaban cerradas, parecía una pesadilla de mierda.

Bella, tienes que ser fuerte… tienes que seguir como si nada hubiese pasado, porque lo que sucedió no se volverá a repetir. Solo sigue Bella!

Mis botas resonaron por el corredor vacío, en mis oídos oía ese silbido agudo anterior a un desmayo, mi respiración estaba agitada y mis manos temblaban, tenía que salir de allí. Pero sentí una mano tomar mi brazo con brusquedad, me detuvo abruptamente y su otra mano en mi cintura me empujó hacia la pared... mis ojos se fijaron en ese par de ojos verdes, tan parecidos a los de su padre y me sentí en derrota. Me sentí caer ante ese rio verde sin poder hacer nada a cambio.

Él me sostuvo contra la pared, su cabello en toda su gloria liada en su cabeza, cobrizo y con tenues tintes rubios, sus labios en una fina línea, sus manos fuertes en mi cintura y otra en mi muñeca, haciendo casi imposible un forcejeo. Pero sus ojos… sus hermoso ojos verdes, intensos y feroces, fijos en los míos.

_No te lo esperabas… ¿he?_ preguntó él con suma tranquilidad, alzó una ceja y sonrió con arrogancia _ claro que no te lo esperabas. ¿Pensabas que ibas a salir ganando en esta especie de jueguito que estás jugando?_

Oh por dios…

_No tengo mucho para decir, solo que…_

_¿Qué? ¿Qué te hice correrte tan fuerte que por un momento olvidaste que eras la novia de mi padre?_ rió con incredulidad.

_Que eres el error más grande que cometí en mi vida_ terminé ignorando su comentario de mal gusto _que es muy mala la combinación del alcohol y tus tácticas de seducción_

_Claro… ¿ahora el culpable son otros, no tú?_ rió sin humor mirando al suelo, su risa terminó abruptamente y alzó la mirada acercándose a mí. Solo centímetros separaban su boca de la mía y sus ojos eran verdes ferozmente concentrados, fijos en los míos _admítelo… Bella. Admítelo ahora que lo tienes en tu puño. ¿Sabes qué? No me preocuparon nunca las andanzas de mi padre, él es un hombre de mundo… con muchas mujeres en su haber. Estoy acostumbrado a verlo salir con cientos de ellas. Pero tú… tú te hiciste sospechosa desde un primer momento, hermosa y joven, del brazo de mi padre en varias ocasiones, citas y más citas, visitas a mi casa, interacción con mi hermano. Carlisle nunca hace eso… cuando lo comenzó a hacer contigo, me preocupé._

Su deliciosa respiración pegó en mis labios, no pude evitar entreabrir los míos para respirar. Él me tenía acorralada y sin defensas.

_Entonces voy a ese club consciente de que podías estar allí, esa tarde mi padre me comentó tu salida mientras él estaba en otra ciudad lejos de ti, yo acababa de llegar. Tenía que verte, tenía que conocer a la pequeña mujer que había conquistado a papá y ver con mis propios ojos qué era lo que había visto él en ti_

Sus labios recorrieron mi mejilla, tocándola suavemente como el toque de una mariposa hasta que se posaron cerca de mi oído.

_Vi una belleza de mujer, no lo niego. Por algo te llevé a mi Vip. Pero también me desengañé…_ su aliento hacía cosquillas en mi oído y me estremecí, mi piel se erizó y una extraña electricidad cruzó mi cuerpo y cada célula de mi piel. _... lo engañaste. Tuviste sexo salvaje y crudo en un burdo reservado de un club, mientras él suspiraba por ti en Washington. No eres más que una pequeña zorra  queriendo tomar todo de él ¿verdad? ¿Por eso estas con él? ¿Interés financiero y monetario sencillamente?... yo no sé cómo mi padre esta tan ciego._

No me había dado cuenta, pero cuando él se separó de mí lo vi a través de las lágrimas en mis ojos.

_No tienes ni puta idea_ dije entre dientes tratando de tragar mis lágrimas.

_Ilumíname_ dijo con sarcasmo. _Yo te miro a ti y solo veo eso, una mujer sin escrúpulos tratando de tomar los pantalones de mi padre solo para obtener su billetera_

Y no pude evitarlo…

Alcé mi mano y con fuerza impactó en su mejilla izquierda.

_¡No tienes ni puta idea!_ repetí gritando. Me separé de la pared mientras él aun sostenía su mejilla con una mano y sus ojos desorbitados mirándome fijamente. Caminé rápido fuera de él luchando con mis lagrimas pero no di ni siquiera tres pasos que sentí sus manos rodeando mi cintura, abrazándome por detrás fuertemente y fundiendo mi espalda con su pecho…

Oh cielos…

Podía sentir su maldita erección en mi culo. Fue como un intenso Deja vu.

Sus labios estuvieron en mi oído en un segundo y sus manos recorrieron mi torso por encima de mi cintura mientras yo forzaba por desprenderme de él. Pero él era muy fuerte.

_Hazlo_ susurró en mi oído mientras sus manos abrazaban todo mi torso, sus pulgares acariciando desde los laterales de mis pechos y bajando por el contorno hasta tazarlos _demuéstrame cuál es tu juego, sigue jugando Bella… yo también seguiré jugando hermosa. Sigue divirtiéndote que yo también me seguiré divirtiendo_ sentí la punta de su lengua en el lóbulo de mi oreja… pero antes de tratar de zafarme mi cuerpo traidor emitió un gemido.

Pero luego luché…

Hasta que él me soltó…

Y obligué a mis piernas avanzar, casi corriendo en ese corredor. Me metí por puertas y otros pasillos hasta que vi uno con la señal de “Damas” en la puerta. El baño.

Me metí dentro y no me detuve hasta encontrar un cubículo vacío y me desplomé sobre el inodoro tapado, las lágrimas corrían por mis mejillas… desconsoladamente. Dios… me sentía atrapada, humillada y a punto de colapsar en un ataque de pánico.

Saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón y entre mis lágrimas busqué el numero de Alice, pulsé llamar y esperé subiendo mis rodillas a mi pecho y abrazándolas con fuerza. Tenía que permanecer junta…

_Al… te necesito_ sollocé _estoy en el baño… sí, lo encontré. Por favor Al, tengo que ver a Carlisle, me está esperando… no puede verme así, pero no puedo detenerme. Tengo que ir a casa Al_

Oh cielos…

Papá… nunca creí que esto iba a pasar.

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Goshhhh!!! intenso!!!  ¿qué les pareció? Respondió las preguntas de ustedes? Este Edward será intenso y caliente.... auuuu

Ropa de Bella

Gracias!! nos vemos pronto y si les gusta, visiten mi otra casa, mia personal... Reflejos, el link esta en la columna lateral. Ha sido reacondicionado y actualizado, besotes!!!!