EVADIENDO EL AMOR Capitulo 9

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Todo el día había sido un completo infierno, verla débil por los efectos del alcohol me hacia rechinar los dientes y desear propinarle otro golpe en la cara a James por permitirle excederse, y de paso debía golpearme también por dejar que en la estúpida recepción bebiera vino.

Me desnude rápidamente. Me metí en la ducha, no usaría la tina porque mi libido de por si estaba disparado, necesitaba un baño helado- quizás ir corriendo por toda Alaska desnudo para que el frio mermara el calor en mi interior- besarla, tocarla e incluso mirarla conduce a que toda operación o acción fuera nula.

El agua fría cayo en mi cuerpo haciéndome dar un brinco, deje que mi cuerpo se refrescara por completo, claro el mayor de mis problemas continua erguido y sin ánimo de aminorar, trato de pensar en otras cosas, en cosas banales … insignificantes… cosas que me produjesen el efecto contrario, pero realmente nada de lo que intente logro terminar la agonía de mi cuerpo, al final termine yo mismo acabando con mi tormento bombeando una y otra vez mi pene, imaginado que era su cuerpo el que recibía cada estocada, oyendo sus gemidos roncos y bajos tras cada embiste duro y parejo, la presión ejercida me llevo a correrme. A pesar de la liberación la necesitaba, necesitaba su calor, sus gemidos, su mirada oscurecida, el suspiro cansino tras una buena sesión de sexo, necesitaba su aroma en mi cuerpo y sus labios en mi alma. Tome el jabón para terminar con mi “baño rápido”, tras enjabonarme y dejar que el agua se llevara los últimos rastro del jabón y mi liberación, me seque rápidamente, tome el pantalón del piso y me lo puse.

En la habitación la única luz que iluminaba era la de la televisión, deje el foco del baño encendido y la puerta entreabierta solo para dar un poco mas de claridad en la habitación. Bella aun estaba donde la había dejado sobre la moqueta, me acerque con clama y tratando de no hacer ruido que le alterara, no era conveniente molestarla. Un día y ya quiere divorciarse, no la culpo yo también pediría el divorcio si no recordara lo sucedido.

“Ella puede divorciarse de ti” Una maldita voz hablo con vehemencia. “cualquier abogado le dirá que la boda no es legal, en menos de un santiamén un juez anulara ese matrimonio”.

― Lo sé, lo sé— masculle entre dientes y bajo. Las horas que había estado fuera las había aprovechado para hablar con Irina, mi abogada. Ella muy claro lo señalo, era mejor saber a que me enfrentaba. Me puse en cuclillas frente a ella viéndola dormir, tan clama, esa tranquilidad me llevo a la conversación con Irina

― El matrimonio desde el punto de vista legal es un contrato o vínculo legal solemne con el cual un hombre y una mujer, u un hombre y un hombre, se unen con el fin de vivir juntos, de procrear-Cuando se puede- y auxiliarse mutuamente— había pronunciado ella tan fría y serena como siempre— podría hablarte de cada aspecto del matrimonio, no solo la parte legal, pero creo que lo que te atañe y debo decir me causa curiosidad que preguntes sobre este tema, ¿para qué requieres esta información?— indago ella como buena abogada, tarando de sacar la mayor información de pocos hechos

― Curiosidad, sabes mi hermana se casara, y mi primo vive en unión libre con su novia— no toda la frase fue mentira

― Pues hombre, venga pasa por mi despacho y te puedo doy un curso intensivo sobre el matrimonio— propuso animada

― Estoy de vacaciones—

― Bueno— guardo silencio unos segundos , pero podía oír el repique de su pluma de oro que tanto amaba, la que le regalara un de sus novios fantasmas como denominada a los hombres de los que se prendía locamente y que en un parpadeo desaparecían de su vida—Retomando, la naturaleza de este contrato como Institución tiene reglas imperativas cuyo fin es dar a la unión de los sexos una organización moral, si me preguntas este concepto tiene que ser reevaluado— murmuro— Como contrato para su perfeccionamiento se requiere la LIBERTAD— esa palabra la remarco, en realidad la grito y sostuvo por un tiempo— de los cónyuges, es un contrato solemne por que debe ser concluido en la forma prescrita por la ley; el matrimonio es PURO por qué no puede ser sometido a condición ni a término. Es una figura mixta porque tiene carácter contractual y su régimen legal no pueden ser derogadas por los contrayentes. Como acto jurídico-condición no es un contrato si no una convención que es la condición de nacimiento de una situación legal de CASADOS. Y como acto jurídico-familiar. El matrimonio es un negocio jurídico de familia— explico fluidamente— no puede adolecer de vicios, esto quiere decir que los dos contratantes o contrayentes, como prefieras llamarlos, tienen que tener capacidad, si me refiero a la edad legal en los casos de los menores debe contar con el premiso de los progenitores y en caso de que estos no existieren necesitan del permiso del albacea o curador. Que se consienta el acto o declaración sin que adolezca de vicio. Y por último, pero no menos importante que su objeto y causa sea licitas es decir, que contraríen la ley—

Había entendido la mayor parte de la alocución de Irina, la mujer en los estrados podía despellejar al más duro de sus colegas, su diatriba era de las más fuertes y cueles, estaba seguro que la mujer podía hacer llorar al más fuerte de los hombres — Te pondré un caso, digamos que hipotéticamente Jasper al momento de casarse estaba ebrio ¿es válido ese… m-matrimonio?—

La carcajada de Irina hizo que todo mi cuerpo se estremeciera como mal presagio de lo que su lengua viperina podía exponer— hipotéticamente, podría empezar a patear el culo de Jasper, quien al momento de celebrar el matrimonio carece de pleno consentimiento, y eso nos lleva directo a una causal de anulación de dicho contrato, ya que una de las partes no tiene la capacidad mental para entrar en un contrato matrimonial, en este caso, debido a la embriaguez. Por tanto puede el otro contrayente e incluso el mismo Jasper solicitar la anulación por lo que tu respuesta es no, no es válido ya que no hay legalidad sobre el acto dado que no hay consentimiento libre de vicio— concluyo. Pase la mano sobre mi cabello frustrado

― Gracias Irina—

― Luego te envió la cuenta con mis honorarios, ya sabes el lema de los de mi profesión “toda consulta causa honorarios”— dijo alegremente

― Lo sé, gracias. Adiós—

― Edward— hablo antes de poder finalizar la llamada— puedo darte un dato sobre como salvar el matrimonio. Convéncela que siga casada contigo—Farfulle algo inteligible a lo que ella respondió con una sonora carcajada— No soy bruja, soy abogada solemos pensar mal para atinarle a las cosas, y conozco a Jasper nunca iría ebrio a su boda, tu primo es demasiado eufórico con su mujer como para atreverse a contrariarle en caso de que se casaran, así que si no eres tu es ella, en tus manos esta que la misteriosa mujer permanezca casada. Este consejo es gratis: cualquier abogado que hable con ella le dirá que es libre para solicitar la anulación y que el juez no la negara por estar viciada. Ahora sí, adiós Edward, trata de consumir, perdón consumar ese matrimonio—

Que irónica podía ser la vida, la mujer en la que me concentraba ahora fue quien propuso la boda, y yo como el tonto e irracional que suelo ser acepte, trate de negarme de hacerle ver que estaba ebria que no era justo pero sus mohines, sus besos y toda ella pudieron mas. Hasta la tonta promesa de que no se enfadaría quedaba más que nula en el momento. Estúpido.

“Quiero el divorcio”

“No soy tu esposa”

“Quiero el divorcio”

“No soy tu esposa”

― Si, eres mi esposa Bella, no te dejare— prometí, al tiempo que la cargaba en mis brazos para llevarla a la cama, nuestra cama— Mía— susurre dejándola en la cama— tendrás que eliminar la palabra divorcio de tu vocabulario, cariño.. porque aunque llueva, truene o relampagueé no te dejare marchar— me asegure de pasar una manta sobre su cuerpo. Estuve tentado de acostarme a su lado y envolverla entre mis brazos, de perderme en la tranquilidad que ella me proporcionaba, una paz que antes no había presenciado u admitido, pero me lo negué, debía darle espacio, no podía presionarla, no podía permitirme perderla, ya una vez pensé que la perdería, dos no lo soportaría.

****************

Mi cuerpo viro en busca del cuerpo que la mañana anterior me acompañara en la cama, sentí desilusión cuando mi brazo palpo el espacio vacío junto a mí. Estaba sola, debía alegrarme eso era lo que quería ¿No? La desilusión creció cuando al levantarme lo vi dormido en el sofá. Levante la mano para fijarme en el anillo, un sencillo aro dorado que adornaba mi dedo con el dedo pulgar lo acaricie, no se sentía tan pesado o mal como el día anterior, disipe cualquier idea y me dirigí al teléfono, solicite nos subieran el desayuno, rápidamente tendí la cama -cosa que no tenía que hacer, pero me nació realizar- Fui al baño a darme una rápida ducha, en menos de quince minutos estaba lista, y sin el malestar del día anterior.

El suave golpe en la puerta me puso en movimiento, el encargado entro tirando del carrito, el joven saludo en voz alta, al notar a Edward en el sofá hizo señas para disculparse. Seguí al joven hasta la pequeña mesa, en el camino me detuve al ver como se removía y hacia una mueca, fruncí el ceño. Debió pasar una noche mala.

Olvide al joven y me centre en Edward, cuando sus ojos se abrieron nuestras miradas se encontraron, una lenta sonrisa se formo en su rostro y tuve la impresión que la habitación se ilumino de a más no poder, devolví la sonrisa

― Buenos días— susurre— yo… pedí…— me sentía nerviosa por estar a solas con él, aun no me reponía del día anterior, la noticia de la boda, sus besos, sus cuidados, todo parecía un sueño-uno con partes malas-

― El desayuno está servido— anuncio el joven salvándome de seguir balbuceando como niña pequeña

― Dame cinco minutos y te acompaño— pidió levantándose con rapidez y corriendo al baño

Fui a donde tenía mi bolso, tome un billete del cual ni mire la denominación, se lo entregue al joven quien se marcho complacido. Antes de sentarme a la mesa me cerciore de tener una buena presentación- o por lo menos aceptable- recogí mi cabello en una cola de cabello baja, el maquillaje era un lujo que no podía permitirme en el momento.

Estaba sirviéndome un poco de café cuando él se sentó, en silencio le serví una taza de café - algo que teníamos en común, amábamos la cafeína- Nuestras miradas se encontraban cada vez que nuestras manos se rozaban sobre la mesa

― ¿Te gustaría hacer algo especial?— pregunto

― James me pido el favor que estuviera al tanto del video y las fotos de la boda— al momento casi maldije, sus ojos se llenaron de un color oscuro, como si estuviera debatiéndose en algo

― Las de nuestra boda también llegaran— un nudo se formo en mi garganta impidiéndome hablar, asentí con la cabeza— pero podemos ir a uno de los parques cercanos, y al regreso preguntamos en la recepción ¿te parece?—

― Si— susurre sin mirarlo a los ojos— termine, yo ya estoy lista— moví el pequeño plato y empuje mi silla un poco

― No me esperaste, nos hubiéramos bañado juntos, me abría encantado poder sentir tu satinada piel enjabonada— mordí con fuerza la parte interna de mis labios para evitar suplicar, sus palabras me acaloraron e hicieron desear seguirle a ese baño para sentir una vez más su piel, para perderme en sus labios, en sus ojos, mi mente se armaba la escena completa.

Que tonta eres, Isabella, esta es la oportunidad que te ibas a dar ¿por qué no aprovecharla?. Me dije. Lo deseas, no puedes negártelo a ti misma, medio mundo se ha dado cuenta. Él lo sabe por eso te tienta. Estas casada con él. Porque no sacarle un poco de jugo a esa unión.

― Bella— su voz en mi oído me hizo gemir— ¿en qué piensas?— apreté los ojos con fuerza, mi cuerpo reaccionaba a él. Mi cuerpo reconocía a gritos lo que mi boca quería negar

― N-nada—

― ¿Quieres saber lo que yo pienso?— pregunto acariciando mi cuello, ¿a qué horas se había movido?— pienso en lo hermosa que estas, en la tortura que es tenerte cerca y no poder tenerte completamente. Estoy pensando que esta mañana mi mano no podrá satisfacer la maldita erección que tengo, ¿sabes que hice anoche?— pregunto bajando sus manos por mis cubiertos senos. Cuerpo traidor— Anoche me masturbe pensando en ti, soñando con clavarme profundo en tu cuerpo, en oírte gritar mientras te penetraba una y otra vez— sus dedos juguetearon sobre mi sostén— Hoy no puedo resistirme Bella, hoy te quiero, quiero hacerte el amor ¿lo quieres?— sus dedos oprimieron mis ya muy endurecidos y cubiertos pezones, mordí mi labio acallando el jadeo de placer—¿lo quieres Bella? Dímelo— ordeno , porque su voz fue una orden palpable y ronca

― S-s-si— logre murmurar, moví un poco la silla para darme más espacio, solo el necesario para hacer lo que mi mente imagino. Abrí los ojos y le mire fijamente, enrede mis dedos en los pasadores de su pantalón, lo acerque a mí hasta dejar su prominente entrepierna frente a mi rostro— las cosas se harán a mi manera— no sé de donde mierdas había sacado el valor pero lo dije. Mi vista se deleito con tanto por la reacción de su miembro como con su dorso desnudo. Moví mis manos sobre su cuerpo, él no era musculoso pero si atlético, lo que tenía lo tenía en su puesto. No evite sonreírme y desprenderme de mis estúpidos miedos y dudas, disfrutaría y después si tenía que lamentarlo lo haría. Mis dedos bajaron hasta la pretina de su pantalón para desabotonarle, su estomago se contrajo un poco, lo que me animo a bajar el cierre y de paso el estúpido pantalón, me sorprendí al ver que bajo la tela no quedaba mas que su visible erección— te va a gustar esto— anuncie al tiempo que sujetaba y besaba la punta de su pene— tan caliente— susurre. Lamí con ansias su envergadura, podía ver las venas de su erección palpitando— Te gustaría que me lo tragara, que lo mamara hasta que te corras en mi boca— no pregunte, asegure.

Engullí. Succione con fuerza, mientras una de mis manos ayudaba a bombear, dentro y fuera, arriba, abajo. Una y otra vez. Mi boca se follaba complacida su erección, mis ojos vigilaba su reacción, su cabeza echada un poco hacia atrás, su respiración alterada. Sus caderas no tardaron en responder a los embates de mi boca, si lo sacaba, se movía para que lo tragara entonces succionaba con un poco de fuerza y luego aflojaba. Mi mano libre acariciaba sus prieto trasero, cuando sentí que era el momento justo masajee, tire e incluso apreté las endurecidas bolsas bajo su palpitante y muy tenso miembro. Sus dedos sujetaron con fuerza mi cabello, asegurándose que tragara lo que más podía de su falo. Gimió algo bajo y áspero, y tras una ultima chupada sus caderas empujaron con mas fuerza, dejando que su glande explotara el caliente y preciado simiente, bebí todo lo que pude, incluso relamí las pequeñas gotas que se escaparon. Sus brazos soltaron mi cabello, en tanto las mías dibujaban círculos en sus caderas, la experiencia me sobrepasaba, no era parecido a otras ocasiones, fue algo nuevo.

A pesar de la poca fuerza que tenía, me levanto de la silla, sus brazos rodearon mi cuerpo con ímpetu, al tiempo que su cuerpo se balanceara un poco, el momento fue perfecto, casi mágico

― Vamos a la cama— hablo moviendo sus dedos por mi espalda

― Vamos a pasear— le recordé

― Después de ir a la cama— Antes de poder enredarse con sus pantalones los termino de sacarlos. Nos condujo sin separarse de mi cuerpo—Llevas mucha—sus ojos vagaron por mi cuerpo— demasiada ropa— ronroneo, al tiempo que mi camisa era levantada y el frio chocaba en mi piel— levanta los brazos— atendí a su mandato— justo como lo recordaba, y mejor— sus manos remarcaron espalda, y estomago, vacilantes sus dedos juguetearon sobre el sostén, suspire, la maldita espera me la estaba cobrando, todo mi cuerpo estaba bullendo— tan delicada—

― P-puedes d-de-dejar de torturarme— pedí.

La sonrisa ladina en su rostro solo sirvió para mortificarme. El sostén desapareció casi por obra de magia, la yemas de sus dedos vacilaron sobre mis erguidos pezones, cuando por fin los toco deje salir el aire de mis pulmones, un sutil apretón y sentí el calor en mi entrepierna crecer, no aguante y jadee alto.

Nuestras bocas se unieron dejando que nuestras lenguas bailaran al unisonó, un desesperado baile en el que los dos luchábamos por dominar al otro, sujete sus manos y las lleve al botón de mi pantalón, sin dejar de besarnos ayude soltar, su boca se separo, la sonrisa en su rostro hizo que mi ser temblara. En silencio y expectante observe como sus labios descendía dejando sutilices besos, sus rodillas se clavaron en el enmoquetado suelo. Relamí mis labios.

Nuestros ojos se enredaron en una seductora guerra, sus manos arrancaron el pantalón y sin necesidad de decir algo ayude a sacarlos. Las caricias de sus manos hacían tambalear mi mundo, el calor de mi cuerpo hacían que mi cabeza girara rápidamente.

― Edward— susurre mi ruego

Su respuesta fue poner sus labios sobre mi caliente sexo, jade fuerte, sus labios se movieron sobre el encaje lo que produjo un sensual roce que llevo a que mi ya estimulado y mojado sexo reaccionara. Su mano tomo por completo mi vagina, tiro del fino encaje que cubría mi piel, el escozor que produjo su acción trajo consigo satisfacción, gimoteé alto

― Abre— ordeno lúgubre.

Obedecí, sus manos delinearon las crestas de mi pelvis, su lengua lamio con esmero mi caliente rendija, mordí mi labio con fuerza, la humedad de su lengua sobre mi clítoris provocaban choques eléctricos en todo mi cuerpo, cerré los ojos y contuve la respiración. Cada toque de su lengua o sus manos se sentía diez veces más potentes. Todo lo que Edward hacia me llevaron lentamente al límite que llego tras la estocada de dos de sus dedos, el calor acumulado en mi cuerpo se concentro en mis vientre.

― Vamos, cariño córrete— pidió besando mi centro y embistiendo más fuerte, todo a mi alrededor se torno de negro con luces parpadeantes, mi orgasmo llego llevándose consigo todo.

Deje que mi cuerpo fuera contra la cama, y fue como si hubiese caído en una cama de algodón, tras dos segundos solté una carcajada que arrancó unas lagrimas de mis ojos

― La idea era que dijeras: ¡wow! Edward ha sido mi mejor sexo oral, no que te rías—

Con el dorso de mi mano limpie las lagrimitas que bañaban mi mejilla— Ha sido uno de los mejores sexo oral— corrobore

― Pero no hemos terminado—

― ¿No?— pregunte levantado un poco mi cuerpo y dejar que el peso recayera en mis brazos— ¿Qué hace falta?—

― Esto— le vi acercándose, sus manos separaron mis piernas dejando expuesto mi sexo— estas lista— una de sus manos sujeto la nueva erección, observe atenta, acerco su miembro a mi sexo, la cabeza roma de su pene dejo una caricia provocadora en mi ya henchido sexo , gemí, al tiempo que mis caderas se blandía hacia delante urgiéndole a terminar

― N-no… Juegues—

Rio socarrón, sin más espera acometió rudamente contra mí, enterré mis uñas en sus hombros, nos sumimos en el placer, un muy dulce placer. Besos y embistes, mis piernas enredadas en su cintura, el sudor que bañaba nuestros cuerpos aumentaba el erotismo del momento. Un gruñido escapo de mi garganta al sentir mis músculos apretando su virilidad

― M-me— las palabras no venían con claridad— corro— logre terminar, su embiste fue más tosco, grite con toda mis fuerza cuando el orgasmo llego, poco tardo él en acompañarme.

Su cuerpo cayó sobre el mío, sus labios dejaron besos sobre mi cuello. Tardamos más de lo esperado en que nuestros cuerpos se estabilizaran.

El paseo a los parque cercanos al hotel vinieron pasado el mediodía, ducharnos juntos solo sirvió de pretexto para un nuevo encuentro sexual, mucha agua, mucha espuma, muchos gritos. La tarde estaba fresca, y el paseo por los alrededores fue maravilloso, reímos y contemplamos la arquitectura de algunos edificios, al regresar al hotel iba tan cansada que mis parpados se cerraban por si solos

― ¿Esta noche dormirás conmigo?— pregunte, intentado sofocar el bostezo

― Si, así lo quieres— respondió envolviendo uno de sus brazos en mi cintura de manera posesiva.

Caminábamos directo al ascensor cuando una de las recepcionistas nos llamo, al principio no entendía nada de lo sucedido, pero al tiempo que nos acercamos vi el sobre, en realidad dos. Mi corazón se detuvo al tomar el sobre marcado como Srs. Cullen-Swan.

― Gracias— susurre.

El regreso a la habitación se hizo en silencio, mis ojos miran una y otra vez el sobre marcado con nuestros nombres, quizás de tanto mirarlo los nombres cambiarían, no sabía cómo sentirme, durante el día había amado su compañía, disfrute cada minuto, pero ahora la verdad caía sobre mi cabeza con más fuerza

― Más tarde los veremos— al abrirse la puerta del ascensor me quito el sobre— más tarde— susurro con la mirada perdida en el sobre

Y aquí estoy, perdón la tardanza, el capitulo estaba a por mitad lo juro me dio lata, mucha lata el lemmón pensé que no iba a terminarlo nunca, casi lloro de frustración. He de dar la gracias a Vicky por tus palabras en el chat esta tarde, créeme que nuestra corta conversación me estimulo. A mi Ley que aunque piense que me enoje por tu corrección no fue así, perdón por ir contra ti no era mi mejor día. A todas ustedes por sus mensajes. Mi anuncio parroquial, de la semana es: Rechazo, Agradecimiento, y bondad, dirán que loca, pues verán esta semana en mi trabajo fuimos a una institución llamada IRIS más conocida como Instituto de Rehabilitación Infantil Santa Teresita, todos los niños allí son niños con síndrome Down y ver sus sonrisas, su afectividad a pesar de su enfermedad me lleno de alegría, máxime cuando son niños que sus familias por muy feo que suene los abandonaron, pero gente de buen corazón cuida de ellos, y me dije Dios, nosotros que tenemos todo a veces no valoramos lo que tenemos no agradecemos ser funcionales, contar con familia y poder hacer lo que hacemos, nunca pensamos en hacer labores sociales, ni en donar ropa, dinero , juguetes, mucha gente nos necesita y no lo sabemos y una pequeña ayuda hace feliz a muchos corazones. Un gracias, un abrazo, una sonrisa, puede para mucha gente ser más estimulante y emocionante de lo que pensamos. Pronto les subo la foto de mi “novio”, porque conseguí un príncipe azul disfrazado de burrito que se reía por todo y me bailo *me sonrojo de recordar*

Espero entienda mis locos y enredados pensamientos, y que les haya gustado el capitulo.

Ada