Invitame un cafecito

Invitame un café en cafecito.app

Gracias por tu visita, los fics que se publican aquí son salidos de mi imaginación, con los personajes prestados de la gran Meyer… te agradecería que me avisaras si ves algún fic mío publicado por la web, eso se llama plagio y hay que combatirlo. Gracias!

Te toma muchos minutos leer un capitulo? Entonces puedes tomarte un minuto para comentar, no pido nada más. Escribe que algo dejas y lee que algo llevas.


Song shoot 24: "Pudiemos haberlo tenido Todo!" Concurso "Notas de amor"


Canción : Pudimos haberlo tenido todo” - “We Could have it all” de Adele
Raiting: K
Autora: Camilaloto
Pareja: Edward y Bella



“Pudimos haberlo tenido ¡todo!”
“We Could have it all”

Luego de terminar con Jake y entender que era un interesado, un novio que cada vez que podía me engañaba, que sólo estaba conmigo por el dinero de mis padres, por el auto nuevo que me regalo mi padre al cumplir 17 años.

Me encontré con el que fue y será mi único gran amor. Edward, el chico malo que llego de otra ciudad, que fumaba y tomaba licor sin control, que sabia varios idiomas y que con tan sólo 18 años todas las chicas lo volteaban a ver y todos los chicos lo escuchaban y pedían su opinión.

Un grupo de amigos en común nos presentaron y empezamos a vernos todas las tardes cuando nos reunimos hacer tareas, y pasar el día, ya fuera en la casa de Mike, Angela o Jessica. Yo estaba en mi último año para graduarme de la secundaria.

Edward tenía mi edad, pero por el contrario estaba 2 años atrasados y la verdad no le interesaba terminar la escuela, había pasado por varios institutos en Seattle, Alaska, Port Ángeles y estaba ahora intentando terminar aquí en Forks.

En una fiesta del grupo donde nos encontrábamos el grupo de amigos. Edward con sus tragos en la cabeza dio por fin el paso de hablarme, y dirigirse a mi, de una manera más que atrevida.
Me invito a bailar y aunque yo lo hacia muy mal, no quise decirle que no por vergüenza. El caso es que con botella en mano, cigarrillo en la otra me dijo mientras bailábamos:
-          Bella te quiero besar, puedo?
Y yo anonadada le respondí que – Sí . Pensé en Jake e inmediatamente me dije un clavo saca otro clavo.
Así que nos dimos un beso, no fue nada del otro mundo, el sabia a ron y a cigarrillo. Y yo, la Bella buena gente que ni tomaba, ni fumaba, termine encantada porque el me besaba. El grupo nos alentó con aplausos. Todos nos miraban y sonreían. Jessica daba gritos de felicidad, como si hubiera sido a ella a la que hubieran besado.

Yo esa noche regrese a mi casa caminando sola, pues todos estaban muy borrachos y  Edward según lo que me contaron termino dormido en la entrada de su casa.

Al día siguiente lo mínimo que espere fue una llamada, y hasta soñé con una visita. Pero nunca llego, paso una semana y me quede en casa, no quería ver a nadie del grupo, para que me hicieran preguntas que me harían sentir incomoda. Edward y yo, no éramos novios y no estaba segura que quisiera que lo fuera, pues todavía me sentía insegura por lo ocurrido con Jake.

Extrañamente dos semanas después apareció tocando la puerta de mi casa, yo estaba sola, pues Charlie y Renne estaban trabajando.
Lo hice seguir y me entrego un dulce de menta. Yo lo tome en la mano y lo mire extrañada.

-          Por qué no has vuelto a casa de los chicos?.
Yo levante los hombros y le dije: - He estado ocupada.

-          Pensando en el perro aquel.

-          ¿Cuál perro? Me hice la desentendida.

-          y el me respondió: ¿El que tenías como novio?.

Yo me quede callada pues pensar en eso me dolía.
- A qué has venido Edward.

- ¿Como sé que eres muy buena en química, y estoy apunto de perder esta materia quisiera que me ayudaras. ¿Puedes?

Yo le respondí que no sabia, porque no tenia mucho tiempo, y el se me acerco dando pasos y balanceándose muy cerca de mi rostro e hizo un puchero diciendo: – Por favor.

Yo le respondí que sólo podía un día a la semana, pues estaba terminando los exámenes para terminar la escuela.

Pasamos los últimos meses de estudio de igual forma, el llegaba a mi casa me decía cuales eran sus tareas yo terminaba haciéndolas por el, mientras el se bebía la cerveza de la nevera y fumaba.

Luego el fue invitando algunos de los chicos del grupo y mi casa en las tardes parecía una fiesta. Y no sólo hacia su tarea de química, sino física, filosofía… y no sólo venían una vez por semana si no los seis días, menos el domingo. Mis padres llegaban luego de las 9 de la noche y nunca se enteraron de mis tardes de reunión.

Siempre todos los días llego con un dulce de menta, y cuando estábamos solos, mientras me realizaba las visitas, me pedía que nos diéramos besos y yo nunca se los negué, no me pregunten por qué, tal vez porque ninguno de los chicos del grupo me veía con ojos diferentes de amigo y por tal razón creo que una de tantas veces terminamos teniendo sexo en la sala, en la cocina, en mi habitación, en el baño. Yo no era virgen, había perdido con Jake mi cubre conchita. Y ya me había vuelto adicta a Edward y al sexo que el me hacia.

En ese momento no éramos novios oficiales porque sabia que el salía con otras chicas. Una de ellas Tanya vivía en la casa enseguida a la de Edward, y por Mike que era el chismoso del grupo, también sabía, que el la visitaba en las noches luego de salir de mi casa.  Yo me hacia la desentendida y lo deje pasar, sólo pensando que pronto no estaría en Forks y me iría a la universidad. Y que Edward me haría olvidar a Jake.

Me gradúe con honores, como todos lo esperaban y estaba presta a mi siguiente destino “la Universidad de Washington” en Seattle, con su grandiosa facultad de Literatura me sentí por un momento libre y con sueños de un nuevo comienzo para mi vida, lo que había pasado con Edward y Jake sería parte del pasado y aquí podría tener otra oportunidad con alguien que me quisiera de verdad.

Viví en un pequeño apartamento que Charlie le había arrendado a Carlisle y que ellos habían heredado de la abuela de Edward.
Lo que nunca me espere, era que cada fin de semana Edward comenzó aparecer para que le siguiera ayudando con sus tareas. Y empezó hacerse costumbre, tanto que me olvide de mis compañeros de universidad y sólo pasaba mi tiempo con Edward.

Hacíamos de comer, dábamos vueltas en mi auto por la ciudad, hacíamos crucigramas, íbamos al cine, hasta cada domingo en la noche antes de dejarlo en la estación de buses. Y por fin puede decir que éramos novios oficiales.

Yo sabía que Edward era el menor de cinco hermanos y por esa razón era el más consentido de todos. Cada uno de ellos, terminaron casados y viviendo en el extranjero. Alice vivía en Suecia con un diplomático ella era una prestigiosa diseñadora de modas. Rose viviendo en Bulgaria con un músico de la Filarmónica de ese país, mientras ella se encargaba de la organización de eventos para empresas multinacionales. Emmet era dueño de las franquicias GYM.CIA y estaba casado con una abogada grandiosa en Vancuver. Y Jasper era dueño y presidente de una empresa de industria farmacéuticas y vivía en Grecia con su esposa Yalenn una comunicadora social que adoraban en ese país.

Edward por fin termino la preparatoria, se gradúo y le pidió a Carlisle que quería estudiar música en Seattle, y a Esme le pareció fantástica la idea. En un abrir y cerrar de ojos ella ya estaba empacándole la maleta para enviar a su pequeño baby a estudiar. Lo que nadie sabía, era que el lo hacia porque de esa manera tendría dinero enviado por sus padres para todas sus rumbas y fiestas. Sus padres estaban al corriente que el viviría conmigo, pero mis padres ni por enterados.

Yo iba por mitad de mi carrera y Edward en segundo semestre, y con todo el animo de desertar. Sus padres empezaron a consignarle menos dinero luego del tercer intento de carrera en ya no recuerdo que universidad.

Empecé hacerme responsable de los gastos de la casa, con el dinero que me enviaban mis padres y de los trabajos que hacia en la universidad. Gastaba desde el licor que bebíamos hasta los cigarrillos que fumábamos, porque ya para ese momento éramos tan inseparables que tome los vicios de el. Y yo lo comencé amar más, amar con todas mis fuerzas. Pensando que no viviría sin el, y tenía claro, que no me importaba si el era mi carga. Todo porque llegaban los momentos donde el me hacia sentir querida y amada.

Parecíamos en ese momento esposos, mi madre viajaba algunas veces de sorpresa y debíamos esconder dentro de las maletas todas las cosas de Edward, para luego colocarlas en el sótano del edificio. Nunca se dieron cuenta o no quisieron darse cuenta.

Luego de cinco años de carrera y un año de practica me gradúe como licenciada en literatura lista para empezar a trabajar en una de las editoriales más reconocidas en la ciudad. Yo iba dando grandes pasos en mi carrera y el seguía en casa, esperando a que yo llegara del trabajo.

Para esos días Edward me esperaba en casa y con mi propia dinero me compraba regalos, flores, chocolates, y no me importaba, yo me decía a mi misma lo importante es el detalle.

El comenzó dictando clases particulares de piano pero nunca llegaba a tiempo o no asistía por pereza o porque tenía resaca.

Como yo, ya era independiente, un día le propuse que nos casáramos. Y el acepto. Mis padres no estaban muy contentos con la noticia, pero les insistí que nos amábamos y con eso llegaron aceptarlo.  Preparé todo el evento, un matrimonio donde nos acompañaron, sus hermanos, nuestra familia y sólo los amigos más cercanos.

Luego el le pidió a sus padres que nos dejaran vivir en el mismo apartamento y ellos no sólo aceptaron, si no, nos contaron que ese apartamento estaba a nombre de Edward desde hace algún tiempo y era la herencia de la abuela para Edward.

Tuvimos una luna de miel inolvidable, casi perdimos el avión a Hawai por la resaca de los dos. Estuvimos la mayor parte del tiempo borrachos e hicimos el amor en cada rincón del hotel, en el mar, en la piscina y en la playa sólo con la luz de la luna alumbrándonos. Me pareció el tiempo perfecto y desee que nunca acabará. Por fin pensé que el me amaba, tanto como yo a él.

Luego de nuestros días de gloria volvimos a casa, yo trabajaba y el era “el amo de casa”. Solo esperábamos el fin de semana, para festejar con los amigos o tomar el carro y dirigirnos a alguna carretera y visitar una que otra ciudad o pueblo. Nos encantaba escaparnos y llegar a pequeñas ciudades lejanas, devolviéndonos entrada la noche cada domingo para comenzar una semana más.

Yo hice dinero suficiente para darnos algunos gustos. Tuvimos la oportunidad de viajar con Rose y su esposo y hacer un circuito por Europa conociendo, Paris, España, Bulgaria y Grecia. Ciudades hermosas y diferentes a la vez.

En cada uno de los intermedios de aquellos viajes, yo volvía a la realidad y era a mi quien me tocaba llevar la responsabilidad de la casa, los pagos las cuentas.

Yo muchas veces insistí que el hiciera algo de su vida o como profesional, para que se sintiera pleno como persona y feliz. Pero el, vencido con el tema se negaba. Volvimos a las rumbas cada fin de semana, licor, cigarrillos, sexo desenfrenado.

Edward sin tener un titulo profesional, pero grandes amigos de Carlisle, intento ser ejecutivo de ventas en una empresa de consumo masivo, pero su jornada era extenuante. Yo ya no lo veía en casa y llegaba sólo a dormir. Allí tan sólo duro seis meses trabajando y decidió que eso no era para el, yo no lo apoye; pero lo amaba tanto que a la final lo acepte.

Muchos de nuestros amigos empezaron a tener hijos, también nuestros cuñados, en cada navidad la familia iba aumentando, las reuniones donde los Cullen eran alrededor de un gran árbol, muchos regalos. Mi padres también nos acompañaban en cada celebración.

Esme y Carlise disfrutaban siendo los abuelos mas consentidores del mundo y nosotros como pareja estábamos indecisos, o más bien el estaba miedoso y no quería dar todavía el paso de ser padre. Por lo que debimos de soportar cada comentario que nos hacían los amigos y la familia.

Nuestro ultimo viaje, fue a Punta Cana una Isla hermosa en el caribe con el mar de los siete colores, queríamos revivir nuestros días hermosos para celebrar nuestro aniversario, pues últimamente estábamos cada vez más distantes.

En una de esas noches, en el hotel 5 estrellas yo estaba tan borracha que no pude bajar a cenar y Edward salio solo, yo no era para nada celosa; así que no me importo.

Luego desperté a las dos de la mañana con un fuerte dolor de cabeza y me di cuenta que Edward no había regresado a la habitación y decide salir a buscarlo.

Busque en los dos únicos lugares que podían estar abiertos a esa hora, el primero fue el bar que daba junto la piscina, donde encontré a José un isleño que ya me conocía por todos los tragos que nos había servido ese mismo día.

Con una sonrisa triste me pregunto que quería beber y yo le dije que nada, que no estaba allí por eso. Le dije que buscaba a mi esposo. Y el hizo una cara de congoja que no entendí en ese momento.

El hizo un gesto de negación y me indico que lo había visto salir hacia la discoteca frente a la playa. Yo le agradecí y me dirigí hacia la disco y vaya sorpresa la que me lleve.

Edward rodeado de 2 mujeres una morena de cuerpo espectacular, y una rubia de cabello muy largo, con unas minifaldas muy cortas. El las tenia abrazadas y bailaban al ritmo de música caribeña. El estaba tan borracho que ni cuenta se dio que yo estaba allí. Las mujeres estaban sobrias a mi parecer.

Por el sonido de la música alta les dije a ellas en un grito:
-          Es mi esposo.
-          Ellas rieron y me dijeron al tiempo: - Te lo cuidamos muy bien y se fueron riendo.
-          El empezó a decir incoherencias que no entendía, su lengua estaba enredada como un mal dobladillo de ropa.
Así que lo que hice fue tomarlo de la espalda mientras el se aferraba a mis hombros, yo la verdad hice el mayor de mis esfuerzos de llevarlo a nuestra habitación. Lo recosté en la cama, lo comencé a desvestir pues tenía un espantoso olor a pachulí y me di cuenta que no tenía sus boxers, el cierre del pantalón estaba abierto y se me hizo un nudo en la garganta con lo que vi. Solo me decía a mi misma que el no pudo engañarme.

Al otro día quise preguntarle pero se escondió detrás de sus lentes oscuros con una cerveza en la mano, frente a una de las sillas reclinables de la piscina.
Cuando ya no aguante más, le dije que debíamos hablar y el me dijo muy sonriente.
       Claro amor.
       Sabes que hiciste anoche.
       No tengo la más puta idea. Respondió el.
       Pues te lo recuerdo, te encontré en la discoteca de la playa con 2 hermosas mujeres bailando en la mitad de la pista.
El muy sonriente me dice:
- Estas molesta por eso? No veo el por qué? Un baile es un baile.
Ya apunto de que se me escaparan las lagrimas le dije:
- Eso no hubiera tenido importancia, si te hubiera encontrado los boxer puestos y la cremallera de tu pantalón cerrada.
- … y además… me quede callada por un minuto, no quería recordar lo doloroso que fue para mi.
-          Pues debí olvidarlos cuando tal vez fui al baño y en mi borrachera los perdí. Reía muy fuerte y descaradamente.

Fue cuando le dije:
-          Y qué me dices del pintalabios en tu ingle, la que te dejo eso fue adrede queriendo que tuvieras un recuerdito? No crees?.
El se quedo en silencio unos minutos, luego se disculpo y me dijo:
-          Bella de verdad lo siento, no estaba en mis cinco sentidos y si paso algo con alguna mujer ni lo recuerdo.
Me beso las manos y luego tomo mi rostro entre las suyas y me beso como nunca antes lo había hecho.
Yo me iba recuperando y le dije:
-          Edward dame un momento, esto no es fácil para mi. Y me levante y me dirigí a nuestra habitación.

El resto de los días que estuvimos en la isla yo trate de componer mi animo, el estaba como si no hubiera sucedido nada y tratándome como una reina.

Regresamos a casa y volvimos a la rutina, yo trabajaba mientras el se quedaba en casa, leyendo, viendo TV y esperando otro fin de semana.

Unos meses después, estábamos planeando un viaje, para celebrar mi cumpleaños número 25, pero en esta ocasión Edward estaba más insistente que nunca, me decía que debíamos celebrarlo en grande en las Bahamas yo la verdad por la cantidad de trabajo que tenía, estaba indecisa y por algo en mi corazón, que no entendía muy bien en ese momento.

Y el desconcierto fue cuando tres días antes de mi cumpleaños, llegue a  mi casa luego de un viaje de trabajo. Estaba feliz por darle la sorpresa a Edward que había podido regresar un día antes. Pero no lo encontré por ninguna parte del apartamento, el periódico de los últimos 6 días y la correspondencia estaban acumulados y sin revisar debajo de nuestra puerta.

Marque su celular timbro varias veces y luego me envío al buzón, habíamos hablado un día antes y a el lo sentí distante pero me pareció que era tan sólo mi cansancio. Le deje un mensaje que por favor me devolviera la llamada. Luego baje al parqueadero del edificio y tampoco encontré mi auto. El normalmente lo utilizaba si yo salía de la ciudad.

Mientras me tomaba un té de manzanilla, me dirigí a la ventana de nuestro apartamento, cuando vi bajar de mi auto a nuestra adorada vecina Lauren con sus pantalones cortos y a Edward sonriendo muy contento con paquetes del mercado en los brazos. No se porque en mi pecho sentí una presión y entendí que algo no estaba bien. Yo suspire, y me dije a mi misma todo tiene una explicación. Esperaba que el le llevará los paquetes al apartamento y que luego se dirigiera al nuestro. Pero no fue así.

Decidí bajar un nivel por las escaleras y dirigirme hacia la puerta del apartamento de Lauren. Cuando escuche risas y a Lauren diciendo:
-          Tu mamá Bella te ha estado llamando.
El reía también:
-          Debí olvidar el celular en la mesa del comedor, luego que te hiciera el amor por segunda vez hoy. La llamare luego de una tercera ronda. ¿Qué opinas?
Ella río y dijo un - Si … muy fuerte que tal vez se escucho en todo el edificio.

Mi corazón se destrozo, en la más profunda desesperación “Rolling in the Deep”, sólo salí corriendo dirigiéndome al que creía que era mi hogar.

Luego de casi treinta minutos de llorar, escuche que cerraba la puerta y el llego diciendo: - Mi amor ya llegué, en un tono muy pintoresco como los de aquel programa de televisión, eso antes me hacia reír, hoy sólo me hacia llorar.

El entro a nuestra habitación sosteniéndose del marco de la puerta.
-          Me extrañaste tanto, que volviste un día antes por mi.
Tenía esa risa quebrada y mirada profunda que me enloquecía.
-          Te hubiera esperado juicioso en casa, pero faltaban cosas del mercado.
Cuando el me vio detenidamente y me pregunto:
-          ¿Has estado llorando Bella, cuéntame que te paso?.

Hay un incendio comenzando en mi corazón… y sacándome de la oscuridad. There´s a fire starting in my heart… and it´s bringing me out the dark.

Y le dije: - Edward tu mercado y la tercera ronda con Lauren te dejaron muy contento.

El cerro los ojos y con su mano derecha se tomo el centro de sus cejas, mientras bajaba la cabeza.

-          Bella ¿podemos hablar?.

Hay supe que..

“Pudimos haberlo tenido ¡todo!”
“We Could have it all”
................................
Cami!! nena, tengo blando el corazón, una prorroga no le viene mal a nadie... besotes y suerte!

10 comentarios:

K dijo... [Responder]

aahhyy que hijo de re mil $#$%%&%&&/&!!! odio los Edward infieles, pobre Bella. Pero hermosa canción y reflejaste muy bien lo que me hizo sentir, gracias Cami y mucha suerte!!! Y para ser la primera vez que escribes lo hiciste estupendamente bien!

Camilaloto dijo... [Responder]

Oh LU estoy roja como una cereza, primero pense que no alcanzaba y zas que si alcance... a estar en tu blog.
Ya para mi es mucho estar aquí, no se como lo hice... creo que mal la verdad, pero tenia esa canción en la cabezotaaaa y no se quería salir.

Y bueno tu eres la genia ya con tu coment, me voy a segur trabajando más que feliz!!!!!!!! Muy felizzzzzzz! Muchooooo!

Besos y gracias por la oportunidad, por las que llegaron a leerme.

*o*

Rios de Tinta dijo... [Responder]

Hola ¿Como estás? Bueno este Edward que nos pintas es un hijo de...ya sabes de quién. Pero chica me ha gustado el Song Shot en general por la forma en que lo has enfocado y escrito. Así que te deseo mucha suerte.

Mistiks dijo... [Responder]

Hermoso aunque odie las infidelidades yo ya vivi en un circulo asi pero bueno.

si vuelves a decir que esto no esta bueno te golpeo y que no sea la ultima vez seguro y sera un exito :D felicidades

johanna dijo... [Responder]

hay que ver que no nos vemos bien nena, pero esta genial es uno de mis favoritos, ya casi me los he leido todos...besos
johanna

Anónimo dijo... [Responder]

cryss cullen
Qwe sorpresa, mi Cami escritora, lo tenias muy guardadito, eres genial el corto me encanto hay mucho Edwards como ese cabron aunqwe Bella estaba en los mundos de YUPI te deseo mucha suerte te qwiero

Bell.mary dijo... [Responder]

Hola Cami me gusto mucho tu song shot y eso que dices que no escribes quien lo lee no creera que es el primero te quedo super bien............ Me matan los hombres asi que no saben valorar lo que una mujer los ama a pesar de todos sus defectos mira que Bella siempre estuvo ahi para el apoyandolo en todo y el solo se divertia, lo malo es que mientras uno no se valore uno mismo ahi vas a seguir hasta que te des cuenta que el realmente no te ama sino jamas te haria eso...........
Y esa frase final lo resume muy bien todo...........
Asi que mucha suerte....
Besos

SUHEY dijo... [Responder]

Camii me encantó tu Os jujuju, ese Edd vaya que malo, no se conforma con una, sino que tenía dos, jajajaj, me gusto mucho.

Felicidades por tí Camii !!!!

Mi EsPaCiO...** dijo... [Responder]

Hay mi diosssss..... ESTO TENÍA QUE CONTINUAR.... me quedé con ganas de más..... CAMIIII..... comoq ue no sirves... si me tenías comiendome las uñassss..... te voy a enviar la cuenta de la manicuristaaa... LO AMEEE...!!!! felicitaciones hermosa!!!

Lumy Cullen dijo... [Responder]

Chica este Edward es un maldito, no puedo creer todo lo que Bella hace por él y que él le pague de esa forma. Estoy sumamente indignada con él. Por otro lado, me encantó la forma en que presentante la situación, son cosas que pueden pasar. Son historias de la vida real. El capí fue super completo, te deseo mucho éxito y saludos!!!