Nombre: Addicted
Cantante: Kelly Clarkson
Autora: Dulce María
Pareja central: Bella
& Edward
Raiting: M
“Addicted”
Tenía mis
ojos cerrados imaginándolo a él,
imaginando cómo me tocaba, su cuerpo sobre el mío, como me hablaba de una
manera dulce y tierna algo completamente distinto al tono usual que empleaba a
la hora de llamarme, pero que siempre me hacía sentir en el cielo y muchas
veces en el infierno...
—Señorita Swan — dijo esa voz seductora
que siempre hacía estragos en mi cuerpo. Levante mi rostro abriendo mis ojos y
lo vi. Era él.
—Ya
debería de haberse ido. La casa es para descansar, no la oficina — me dijo
fríamente mientras salía de su oficina y se dirigía al elevador.
¡Ni
siquiera me dejo contestarle!
Ese tono
frío siempre lo usaba conmigo, no sabía por qué diantres me trataba así, jamás
le había hecho nada ni siquiera se podía quejar de mi trabajo porque soy una
experta en lo que hago y cada día se lo demostraba.
Pero al
parecer él me odiaba ¿Por qué? no
tengo la más mínima idea y lo peor es que me había enamorado, si lo sé, suena
algo masoquista si contamos el número de veces que me ha tratado como si no
fuera nada.
Al parecer
no soy digna para alguien como Edward Cullen. Y tal vez tenga algo de razón,
aunque sea experta en mi trabajo como su asistente, él siempre será el dueño
del imperio Cullen, y yo... pues... solamente su asistente y nada más.
La primera
vez que lo vi, hace un par de semanas, quede en shock, era completamente
hermoso, parecía un adonis, un dios griego y todo lo parecido. No podía creer
que fuera a trabajar con él, por un momento me había sentido cohibida pero era una
profesional y debía recordármelo cada momento. Aunque lo cohibida se me quito
tan rápido como llegó para que luego surgiera en mi una furia gracias a la
forma fría y dura de cómo me hablaba y trataba.
Desde
entonces y pese a su actitud hacía mi, quede de cierta manera obsesionada con
él, a tal extremo de enamorarme, pero era claro que para él solo era una
empleada más y solo eso. Aunque había ocasionas que creía que ni eso era para
él.
Deje de
lado esos pensamientos tan depresivos y me levante de mi silla tomando mi
bolso. Ya era hora de irme.
Cuando
estaba por salir de la empresa, me di cuenta que era tarde, muy tarde por la
oscuridad palpable. Saque mi celular del bolso y cheque la hora.
¡1:33 am!
¡Era demasiado tarde! ¿Cómo demonios paso el tiempo tan rápido?
Me dirigí
al estacionamiento y luego a mi pequeño auto. Por instinto y costumbre busque
un volvo plateado, pero como siempre ya no estaba. Suspire. Entre en mi coche.
Arranque y me dirigí a la salida del estacionamiento.
Mientras
manejaba por las calles desiertas, note algo extraño en mi coche. El indicador
de gasolina estaba muy bajo, me extraño porque en la mañana le había puesto...
sorpresivamente el motor hizo un ruido extraño y se detuvo abruptamente.
—
¡Maldición! —jure un par de veces más y luego me tranquilice. De nada servía
maldecir. Observe el lugar donde estaba y nuevamente solté un improperio.
Estaba en una calle completamente a oscuras a excepción de un farol que
parpadeaba, las paredes que lograba ver tenían grafitis y los edificios estaban
en muy mal estado. Definitivamente era una zona peligrosa.
Nerviosa
tome mi celular para marcarle a... a nadie, ya que mi celular no tenía señal.
—Lo que me
faltaba — murmure tirando mi celular en el asiento copiloto. Cerré mis ojos y
empecé a respirar pausadamente para tranquilizarme y no entrar en un estado de
histeria. De repente escuche un golpe en el vidrio y rápidamente abrí mis ojos.
Me quede helada.
James.
El
bastardo que trato de propasarse conmigo hace un par de días en una reunión de
la empresa. Gracias a dios que pude alejarme de él y ya no me lo había
encontrado después. Era conocido de la familia Cullen. Aunque aun no entiendo
quien querría tener como “conocido” a alguien como James. Era guapo eso sí,
pero ni siquiera le llegaba a los talones a Edward Cullen y había algo en James
que me daba mala espina.
Regresando
a la situación en la que me encontraba me di cuenta que esto no estaba nada
bien. ¿Qué diantres hace James en ese lugar? ¿Y más exactamente cuándo me pasa
esto? De pronto comprendí... lo más seguro era que el muy maldito haya hecho
algo para que me pasara esto y así aprovecharse de la situación.
—Abre la
puerta Isabella, te ayudare con el motor del coche — dijo James sonriendo y la
luz del farol seguía parpadeando pero en un segundo la luz me dejo ver los ojos
de James y me estremecí de miedo. Eran rojos, el rojo sangre cubría sus ojos
con destellos negros. La última vez que los había visto eran completamente negros
y no me preocupe pues con tantas lentillas de colores que existían suponía que
era de esas personas excéntricas pero esta vez había algo que me aterraba...
—Isabella
dije que abras la puerta —insistió James pero definitivamente no haría tal cosa
y menos cuando me embargaba ese presentimiento horrible.
—No
necesito ayuda, ya le hable a mi amiga Alice Cullen — dije tratando de sonar
tranquila. Era una completa mentira. Para empezar el celular no me funcionaba y
luego eso de Alice Cullen mi amiga... no lo creo, ella era la hermana de Edward
y solo una vez lo visito, la vez que yo entre a trabajar en la empresa...
— ¡ABRE! —
grito furioso James. Yo negué con la cabeza pero eso no sirvió de nada. De
repente vi como el puño de James quebraba el vidrio... grite totalmente
asustada.
James
abrió la puerta pero me aleje de ese asiento hacía el otro y me dirigí a la
otra puerta. La abrí y salí rápidamente. Eso solo me dio unos segundos libres
porque de repente sentí unos brazos alrededor de mi cuerpo.
—
¡SUELTAME! —grite desesperada, James simplemente se rio y me arrastro a un
callejón. Golpeando mi cuerpo contra la pared.
—Nunca —
dijo mientras sentía su respiración en mi oído. Me tenía presa en sus fuertes
brazos. Volteo mi cuerpo quedando de frente a él y sus piernas separaron las
mías. ¡Maldigo la hora en que decidí ponerme falda hoy! —Vas hacer mía
Isabella, tu cuerpo será mío para disfrutarlo cuando se me plazca — dijo
acercando su rostro al mío mientras rompía mi blusa y dejaba a la vista mi
sujetador.
¡El
maldito bastardo iba a violarme y valla a saber qué cosas más! Me estremecí
llena de terror y asco. Su aliento era repulsivo. Trate de zafarme pero él era
mucho más fuerte que yo. Lagrimas de impotencia surcaron mi rostro al darme
cuenta que James lograría lo que quería...
De pronto
escuche un gruñido mientras alguien aventaba a James alejándolo de mí. Mire y
escuche como el cuerpo de James caía estrepitosamente en un basurero o eso
creía yo, la luz parpadeaba y no me dejaba ver exactamente el lugar.
Voltee a
buscar a la persona que me había salvado y solo vi un borrón de sombra. La luz
del farol se apago y el lugar quedó completamente a oscuras. Pegue mi cuerpo a
la pared fría y cerré mis ojos. Estaba asustada y no quería abrirlos. Escuche
algo que se quebraba y luego sentí calor, abrí los ojos... a mi lado izquierdo
a unos pasos más alejados de mi, había fuego, algo se estaba quemando.
Completamente
extrañada, me aleje del lugar y cuando me voltee choque contra el duro pecho de
alguien, del susto grite cerrando mis ojos.
—Tranquila,
no te hare daño — dijo una voz aterciopelada mientras tomaba mi mano y me
acariciaba. Abrí mis ojos y me sorprendí por lo que vi. Edward Cullen. Si antes
me había enamorado de él, con esto que acababa de hacer por mí...
—Te
llevare a casa — contesto mirándome de una manera extraña, sus ojos eran
dorados pero esta vez había destellos negros en su mirada. Me estremecí pero estaba
vez no de miedo sino de excitación. La mirada de él bajo a mis pechos y juro
que vi como se le dilataban las pupilas por deseo... ¿Edward Cullen me desea?
No podía ser cierto, tal vez con el susto ahora yo alucinaba...
—Gracias —
dije tratando de sonreír. Edward levanto su mirada y luego asintió. Tomo mi
mano, y me estremecí. Me llevo hasta su volvo. No me preocupe por mi auto, ya
después mandaría a recogerlo. Abrió la puerta y yo entre, un segundo después él
ya estaba a mi lado.
— ¿Qué le
paso a James? —pregunte al recordar el fuego.
—Lo que se
merecía — contesto con un gruñido apretando el volante.
—Me alegro
— dije susurrando para que no me oyera pero al parecer si lo hizo porque volteo
a verme sonriendo. ¡Dios! Su sonrisa era pecaminosa y hermosa...
No
hablamos durante el recorrido hasta que me di cuenta que no nos dirigíamos a mi
casa. ¿Estábamos saliendo de Forks?
—Señor
Cullen se ha equivocado de camino — dije mirando a mi alrededor.
—No
señorita Swan, voy en el camino correcto — contesto él sin mirarme.
—Le repito
Señor Cullen que este camino no nos lleva a mi casa — dije tratando de contener
mi tono de voz.
—Dije que
vamos a casa, entonces vamos a casa — contesto bruscamente ya no le quise
contestar y lo ignore mientras él manejaba por un camino rodeado de arboles. La
oscuridad no me permitía ver mucho pero cuando llegamos a la “casa” me di
cuenta que era hermosa y no solo una cualquier casa, era la casa de él. La casa
de Edward Cullen.
Se
estaciono y se bajo demasiado rápido, para luego abrirme la puerta. Estiro su
mano con la intención de que yo la tomara, dude un segundo pero había algo
dentro de mí que me incitaba hacer lo que me pedía.
Al tocar
su mano, sentí una corriente eléctrica y me estremecí de deseo. ¡Dios! Lo
necesitaba, vi claramente como sonrió con satisfacción, como si supiera lo que
le hacía a mí cuerpo. Cuando entramos me dirigió hasta la sala.
— ¿Por qué
me trajo aquí? —pregunte volteándolo a verlo de frente.
—Porqué
dije que te traería a casa y eso hice — contesto sonriendo, vi como su mirada
me traspasaba. Tenía que salir de allí si no quería lanzarme a su cuerpo y
gritarle que me hiciera suya de una vez por todas.
—Está no
es mi casa señor...— empecé a decir pero él me interrumpió acercándose a mí.
—Deja de
llamarme así, dime Edward... Bella— dijo con su voz profunda y pecaminosa, su
mirada se había vuelto oscura. Su voz nuevamente hizo estragos en mi cuerpo. La
mención de mi nombre en sus labios... nunca me había hablado por mi nombre y
menos por Bella... no aguante más y me lancé a devorar sus labios. Él
gustosamente me recibió y me beso con una intensidad poderosa... Nuestros
labios arremetían y se internaban unos a otros en nuestras bocas. Tome su suave
cabello entre mis manos y él me tomo de la cintura acercándome y pegando
nuestros cuerpos.
El fuego
que sentía por tan solo besarlo me sorprendía jamás nadie me había hecho sentir
así, jamás había sentido tal necesidad... sabía que estaba mal. No me
importaban las consecuencias de este arrojo, lo único que quería era sentir su
cuerpo...
Es como si fueras una droga
Es como si fueras un demonio que no puedo enfrentar
Es como si estuviera atrapadaEs como si huyera de ti todo el tiempo
Es como si fueras un demonio que no puedo enfrentar
Es como si estuviera atrapadaEs como si huyera de ti todo el tiempo
Él se
detuvo y se alejo un poco de mi, su mirada era ardiente.
—Serás mía
Bella, mía y de nadie más— dijo y me sorprendió el tono posesivo que usaba.
Simplemente asentí porque no podía hablar con tantas emociones recorriéndome,
haría todo lo que él me pidiera. Todo. Porque le dejaría tener todo el control
sobre mí. A pesar de sus tratos, él me hace sentir lo que nadie ha hecho.
Aunque suene masoquista eso es lo que quiero, lo quiero a él.
Y sé que te dejo tener todo el
control
Es como si la única compañía que busco es tristeza a mi alrededor
Es como si la única compañía que busco es tristeza a mi alrededor
No me di
cuenta cómo es que sorpresivamente llegamos a su habitación.
— ¿Cómo es
que llegamos...? — empecé a preguntar pero me interrumpió.
—Sin
preguntas— gruño él y yo asentí.
Desesperada
por tocar su cuerpo desabroche su camisa y toque su pecho, el gimió al sentir
mis dedos recorrer su piel extrañamente fría y dura. Me desvistió o más bien me
arranco toda mi ropa y quede completamente expuesta a él. Sus ojos brillaron de
excitación al verme desnuda. Me coloco sobre la cama y empezó a acariciar mi
cuerpo de una manera tortuosamente sensual y pecaminosa.
Sus dedos
fríos recorrieron cada centímetro de mi cuerpo, me retorcía ante su toque, un
toque que aparentemente era frío pero que hacía que me incendiara poco a poco.
Cuando sus dedos tocaron mi interior tan húmedo y lleno de necesidad gemí
sonoramente.
—Por
favor— suplique al no aguantar más esa tortura exquisita.
Es como si fueras una sanguijuela
Chupándome la vida
Es como si no pudiera respirar
Sin tenerte dentro de mí
Chupándome la vida
Es como si no pudiera respirar
Sin tenerte dentro de mí
Cuando
pensé que no aguantaría más con su toque, él se coloco sobre mí y me miro con
esa mirada penetrante que traspasa hasta mi propia alma. Sentí el roce de la
tela de su pantalón para dejar al fin libre a su miembro. Gemí ante la
sensación del roce de piel contra piel libre de barreras. Escuche como lanzaba
un gruñido mientras poco a poco se introducía en mí interior. La sensación era
magnifica y exquisita.
Es como si no pudiera respirar
Es como si no viera nada más
Nada a excepción de ti
Soy adicta a ti
Es como si no viera nada más
Nada a excepción de ti
Soy adicta a ti
Cuando al
fin estuvo por completo en mi interior, ya estaba desesperada por más. Sus embestidas
eran lentas y profundas. Mis caderas se levantaban por voluntad propia al
encuentro de las suyas, los dos gemíamos y jadeábamos con cada roce. Pero yo
quería más, mucho más...
Es como si no pudiera pensar
Sin que me interrumpas
Es mis pensamientos, En mis sueños
Te has apoderado de mi
Es como si no fuera yo
Sin que me interrumpas
Es mis pensamientos, En mis sueños
Te has apoderado de mi
Es como si no fuera yo
—Más
rápido—gemí sonoramente, él hizo lo que le pedí. Cerré mis ojos al sentir como
sus estocadas se volvían cada vez más fuertes, duras y llenas de frenesí.
Encaje mis uñas en su espalda por las emociones que me recorrían el cuerpo.
Levante mis piernas y abrace su espalda con ellas, para sentirlo todavía más
dentro de mí, el gruño y yo jadee ante la sensación.
Llena de
satisfacción me di cuenta que era como si él quisiera marcarme y estaba segura
que eso haría pues era obvio que mañana no podría mantenerme de pie. Amaba esa
sensación de posesividad que presentaba en cada poderosa embestida.
Es como si estuviera perdida
Es como si me estuviera rindiendo lentamente
Es como si fueses un fantasma que me persigue
Déjame sola
Es como si me estuviera rindiendo lentamente
Es como si fueses un fantasma que me persigue
Déjame sola
Las manos
de él empezaron a tocar y masajear mis pechos mientras nuestras caderas
chocaban con frenesí y ansia. Me sentía en la gloría al sentirlo solo mío, él
era mío así como mi cuerpo le pertenecía, el suyo me pertenecía... ¡Dios! Su
cuerpo era espectacular y me hacía adicta, a dicta a él.
Es como si no pudiera respirar
Es como si no viera nada más
Nada a excepción de ti
Soy adicta a ti
Es como si no viera nada más
Nada a excepción de ti
Soy adicta a ti
De repente
sentí como mis músculos internos se tensaban, como nuestras respiraciones se
volvían cada vez más aceleradas y como su miembro dentro de mí se agrandaba...
estábamos a punto... él me empezó a embestirme con más frenesí, sus estocadas
se volvieron más hambrientas buscando el tan anhelado clímax... Yo seguía
rasguñando su espalda... él inclino mi rostro con una de sus manos, dejando
expuesto mi cuello, confusa por tal comportamiento lo deje pues él tenía todo
el control sobre mí.
—Mía—gruño
mientras acercaba su rostro, sin dejar de embestirme, sentí como algo afilado
rozaba mi cuello y pocos segundos después sentí como me mordía mi cuello,
encajando y hundiendo sus dientes en mi sensible carne. Grite.
Es como si fueras una sanguijuela
Chupándome la vida
Es como si no pudiera respirar
Sin tenerte dentro de mí
Chupándome la vida
Es como si no pudiera respirar
Sin tenerte dentro de mí
Sorprendida
pero sin ánimo de detenerlo seguí gritando. Debería tener miedo pero no lo
tenía, la única emoción que me traspasaba el cuerpo era plena satisfacción y
felicidad... empezó a chupar ese punto, era tan erótico, sus labios rosando esa
parte tan sensible... sensaciones desconocidas me atravesaron.
Mientras
seguía succionando mi sangre, él arremetía frenéticamente contra mi cuerpo, el
gruñía en cada embestida sobre mi cuerpo... grite cuando me envolvió el tan
esperado clímax, olas y más olas de electricidad me atravesaron al sentir como
su miembro derramaba su semilla en mi interior mientras mis músculos internos
lo exprimían por completo.
Era tan
devastadora y deliciosa la sensación que simplemente sonreí y cerré mis ojos
para dejarme llevar por la oscuridad.
Es como si no pudiera respirar
Es como si no viera nada más
Nada a excepción de ti
Soy adicta a ti
Es como si no viera nada más
Nada a excepción de ti
Soy adicta a ti
***
Sentía
cálido mi cuerpo. Me sentía incomoda a causa de ese calor que cada vez se hacía
más excesivo en mi interior. Quise abrir mis ojos pero algo me lo impedía. No
podía. Trate de moverme pero era inútil algo me mantenía inmóvil. Quise gritar
desesperada por la situación que pasaba pero nuevamente era inútil. No sabía
qué demonios pasaba y por qué ese calor ahora se convertía en fuego, llamas de
fuego chamuscaban todo mi cuerpo, era una sensación horrible.
Tal vez
todo era un sueño, un sueño que empezó tan maravillosamente excitante y que
ahora terminaba en una terrible pesadilla. Quería morir por la agonía que
traspasaba mi cuerpo. Estaba segura que me encontraba en el infierno, en las
llamas del infierno...
De pronto
el fuego, esa malditas llamas calientes y furiosas llegaron a mi corazón y lo
envolvieron en un mar de fuego... los latidos de mi corazón se incrementaron en
una marcha frenética...
Mientras
mi corazón sufría una dolorosa agonía, el fuego poco a poco se extinguía
recorriendo poco a poco todo mi cuerpo hasta desaparecer por completo. Solo
quedaba la agonía y calvario en mi corazón... pero de pronto el fuego se
encogió en ese punto y solo un par de latidos más sonaron y luego... nada.
Abrí mis
ojos y mire maravillada y agradecida de que el dolor ya hubiera desaparecido.
— ¿Bella? —dijo
una voz aterciopelada. De repente me enderece y mire a mí alrededor.
Una
habitación... los recuerdos llegaron a mí.
— ¿Por qué
lo hiciste? — le pregunte mirando directamente a Edward. Mi voz sonaba
diferente pero de una forma hermosa...
—Porque
eres mía— contesto encogiéndose de hombros restándole importancia.
—Edward no
logro comprender porque repites eso, si desde que te he conocido me trataste
como si no existiera— susurre con dolor al recordar sus desplantes.
—Lo siento
Bella, a mi favor debo decir que siempre he estado al pendiente de ti, aunque
tú no te dieras cuenta. Quería darte tiempo para que conocieras a alguien más
porque te mereces a alguien mejor... pero tal y como mi hermana Alice me dijo
aquel día que tú entraste a trabajar... jamás podría mantenerme alejado de ti
porque mi necesidad de ti es mucho más poderosa de lo que imagine— dijo
mientras se acercaba a mí y tomaba mi mano. Una electricidad me recorrió al
sentir su toque.
Cuando
escuche sus palabras una inmensa alegría recorrió todo mi cuerpo. Edward a
pesar de su aparente indiferencia hacía mí, había estado al pendiente de mí y
eso de su necesidad...
—Ahora
eres mía y de nadie más Bella. Eres mi compañera— dijo con un toque de voz
posesivo y al mismo tiempo con dulzura, una combinación hermosa para mis oídos.
No sabía que significa exactamente ser su compañera, pero mientras lo tuviera a
él, no me importaba nada.
Sentí una
fuerte necesidad de sentirlo dentro de mí y me acerque a sus labios para
devorarlos.
—Bella
necesito explicarte qué somos... — empezó a decir sobre nuestros labios pero lo
interrumpí al introducir mi lengua en su boca. Gemimos al unísono.
—Después—
susurre mientras mis manos nuevamente vagaban por su cuerpo. El cual ahora
desprendía cierto calor...
Lo único
que en ese momento importaba era sentir su cuerpo contra mi cuerpo, carne contra
carne. No sabía sí me amaba, no sabía en qué exactamente me había convertido,
no sabía qué me había hecho, no sabía nada... ¿Pero qué más daba? lo único que
si sabía era que nos pertenecíamos, el uno al otro, que lo necesitaba por sobre
todas los cosas. Yo lo amaba y eso me bastaba... por ahora. Porque él era mi
droga y yo... yo ya era adicta... adicta a él.
Es como si
no pudiera respirar
Es como si no viera nada más
Nada a excepción de ti Soy adicta a ti
Es como si no viera nada más
Nada a excepción de ti Soy adicta a ti
.........................
Gracias Dulce María... mucha suerte!!!
14 comentarios:
Hola Dulce María. Muchísimo, me ha gustado muchísimo. he de decirte que me gusta mucho leer sobre un Edward vampiro ¿porqué? no sabría decirte, pero es así. Me he dado cuenta del tema desde el momento en que mira los ojos de James y ve que los tiene rojos, ahí deduje que la cosa iba de vampiros je,je,je.
Felicidades, de verdad que me gusto.
Un beso y suerte
MUY BUENOOO LA VERDAD... TE DECEO MUCHA SUERTE!!!
♫♥GISE♥♫
Dulce Maria, me ha gustado tu historia, ver al Edward vampiro que tanto adoramos, su esencia y su manera de ser posesivo en fin todo el.......
Asi que SUERTE........
Besos
simplemnt sin palabras!!
creo q todas compartimos ese gusto por Edward vampiro la posesividad, la pasion....
MUXA SUERTE!!
Super esta babaro yo creo que mereces ganar hasta ahora esta muy bien hecho según mi humilde opinión, tiene un poco de todo romance, suspenso, terror. podría llegar a decir que se puede sacar una historia de él. muy prometedor.
te deseo la mejor de las suerte y ten mando buena energía.
bien!! aahh que lindo proclamarla asi, amo los Edward posesivos. Siempre comienza odiando a Bella pero porque la ama tanto! jaja... muuuy buena suerte!!
Chica me encantó este capí. Estuvo excelente adoro que Edward sea posesivo con ella, me fasina!!! Te deseo mucho éxito!!!
Solo puedo decir, le das mi numero y direccion a Edward yo no soy celosa lo puedo compartir, me encantoo
Dulce María, un Edward vampiro y posesivo es siempre un Edward deseado, ja, ja!! todas nos lo quedaríamos, que suerte esta Bella...
Suerte y felicidades
Que bien! Un Edward vampiro, al que (si no me equivoco) todas amamos!!!
Me encantó!
Mmmm, ya quisieramos que un vampiro así,no, ya quisieramos que Edwuard nos librara del peligro y luego nos llevara con él para ser suyas para siempre!
Dulce María te felicito!
suerte es muy bueno... babeo por ese hombre, y me encanto lo posesivo, tierno, agresivo y super sexy k lo describes... felicidades
Wuau, intenso pero muy bueno, me encanta cuando Edward se pone posesivo
Muchisimas gracias por todos sus comentarios!!! se me forma una enorme sonrisa en el rostro cada vez que los leo, GRACIAS!!!
Woooww super intenso, me encantan los Edwards asi posisivos, que matan por Bella, jajaja, me gusto el cambio, es bueno volver de vez en cuando a la historia original.
Mucha suerte!!!
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