Capitulo 23: Nueva vida, La chica compañía

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Nueva vida

¿Por qué parecía interminable? Mi corazón retumbaba en mi garganta mientras caminaba por el corredor hacia Jasper, caminar era mi firma de decir a correr con zapatos de tacón.

¿Por qué sucede que cuando estas apurada para llegar a algún lugar el camino parece más largo de lo que en realidad es?...

Malditos tacones…

Me detuve en el corredor abruptamente y el pecho de Edward chocó con mi espalda,

_Bella!_ dijo él sosteniéndome de mi cintura antes de caer los dos en el suelo.

Me sostuve de su brazo y me saqué los tacones, él los tomó de mi mano y ya sin ellos corrí descalza por el corredor, sosteniendo la falda de mi vestido, hasta que pude visualizar la puerta de la habitación de mi hermano. Alice estaba fuera de ella hablando por teléfono mientras caminaba nerviosamente, al levantar la cabeza se detuvo,

_Aqui está ella papá, también Edward… ok, te espero, gracias_ con eso colgó.

_¿Jasper?_ pregunté sin detenerme y llegando a ella.

_En la habitación._

No esperé, abrí la puerta y caminé dentro de la habitación de hospital, con mi corazón retumbando en mis oídos. Mi hermano estaba acostado en la cama con una actitud pacífica, sus vías aún en sus brazos y las delgadas sondas de oxigeno en sus fosas nasales.

_Oh cielos…_ gemí corriendo hacia él, me senté en la cama y me incliné envolviendo mis brazos en su cuello, escondiendo mi rostro en la almohada, a un lado de su cabeza, él me sostuvo de la cintura. _No puedo creerlo… cariño, todo va a estar bien._

Todo había dejado de existir, mis sollozos, que había logrado resistir en el viaje hacia el hospital gracias a la contención de Edward, habían dicho basta y los dejé salir. Mi rostro estaba bañado en lágrimas… mi cuerpo temblaba en los brazos de mi hermano.

Oh dios, cuanto lo amaba!...

_Sshhh Bella_ susurró en mi oído, una mano subía y bajaba reconfortablemente en mi espalda. _Está bien bebé, no te pongas así…_

_Mhmm_ mascullé tratando de ser fuerte por él. Tragué los nudos que tenía en mi garganta y me incorporé un poco para verlo a los ojos recostando mi frente en la suya, él sonrió y apartó mis lágrimas que seguían cayendo de mis mejillas. _Te amo_ susurré.

_Lo sé…_ se acercó a besar la punta de mi nariz _yo también cariño, estaremos bien_

_¿Lo prometes?..._ pedí con mi voz rota. _Jas, promete que estarás bien_

_Lo estaré… lo estaremos_ dijo acariciando suavemente mi mejilla. _ahora cariño, firma el consentimiento y hagamos esto ¿si?... quiero irme a casa, no soporto esta cama_

Reí entre lágrimas…

Asentí y me separé de él. Suspiré profundo y seque mis lágrimas para voltear a ver a quién sabía que tenía detrás de mí.

Edward…

Y Alice, con lágrimas en los ojos y una sonrisa nostálgica, Rose y Ángela y Meisi, nuestra doctora, todos mirando en silencio el encuentro con mi hermano.

Alcé la mano hacia Edward y él la tomó, necesitaba su fuerza y su apoyo más que nunca. Sus ojos me decían que lo tenía y eso me hizo sonreírle, dios… lo amaba tanto.

_Buenas noches Bella, ya veo que sabes de las buenas noticias_ dijo Meisi caminando hacia mí para darme un fraternal abrazo,

_Si, por supuesto, aunque me gustaría saber con más detalles cuales serían los procedimientos de ahora en más_

_Bien, el corazón está preparado para ser trasplantado, necesitamos tu consentimiento y Jasper será preparado para entrar en cirugía de manera urgente, lo recibimos hace una hora y está en proceso de conservación, el tipo y factor de sangre del donante coincide con el de Jasper y creemos que no habrá problemas para su adaptación en su cuerpo._

_¿Dónde tengo que firmar?_ pregunté sin perder tiempo. Meisi alzó una mano indicando la puerta,

_Te acompañaré a firmar el documento y luego prepararé a mi equipo para realizar la cirugía, el doctor Daniels me acompañará_ caminé hasta la puerta con Edward detrás de mí aún sosteniendo mi mano, lo necesitaba _Jasper, vendrán a prepararte para entrar a quirófano en unos minutos, no tardaremos_ le dijo a mi hermano. Tuve la imperiosa necesidad de ir y abrazarlo una vez más, pero necesitaba más urgentemente firmar esa autorización para que todo comenzara.

Seguimos a Meisi por el corredor con pasos rápidos y sin pausa, Edward sostuvo mi mano acariciando mis nudillos con su pulgar, podía sentir su mirada en mí de vez en cuando, podía sentir su preocupación.

_Va a estar todo bien mi amor_ dijo cuando estábamos llegando a una de las oficinas de la administración. Meisi nos hizo entrar a su consultorio y volteé hacia él rápidamente,

_Tengo miedo_ le dije en voz baja.

_Lo sé y es entendible, pero todo saldrá bien, esto era lo que esperábamos no?... mi amor, ten fe_ se inclinó para dejar un suave beso en mis labios. Asentí y volteé hacia Meisi que nos aguardaba en silencio,

_Puedes leer el documento, como eres el familiar más cercano tú eres la que da el permiso, pero al no compartir un lazo sanguíneo tendremos que acudir a donantes de sangre externos y llegamos a necesitar una transfusión._

Tomé la pluma que ella me ofrecía y me senté en la silla frente a su escritorio,

_¿Es posible que eso suceda?_ pregunté algo preocupada.

_Es un riesgo que se corre en cada cirugía de esta envergadura Bella, vamos a tratar de evitarlo pero una transfusión es siempre una posibilidad plausible, ¿tienes alguna otra duda?_

_Tengo miles…_ dije sacudiendo la cabeza, _pero no quiero retrasarlos, ¿Cuánto tiempo durará la cirugía?_

_Un tiempo estimado de cinco a seis horas si no se presenta ningún tipo de complicación._ temía preguntar cuáles eran esas complicaciones, pero tenía que hacerlo.

_¿De qué complicaciones estamos hablando?_

_Bueno, como ya mencioné, una transfusión, un fallo cardio-respiratorio, los riesgos son varios y a todos los tenemos en cuenta y estamos preparados para afrontarlos._

Respiré profundo, tenía que estar preparada para todo eso y tratar de no entar en pánico, mi hermano tendría que pasar por esto arriesgando su vida para ganar una mucho mejor.

Asentí y me puse a leer el documento muy rápidamente, sintiendo el apoyo de la mano de Edward sobre mi hombro. Firmé en conformidad con el escrito y me paré de mi asiento mientras Meisi tomaba el teléfono,

_Preparen al paciente Jasper Swan, de la habitación 123, para cirugía. Quiero mi equipo listo en veinte minutos en quirófano, comenzaremos lo más pronto posible_

Con estas palabras se desplegó una serie de modus operandi delante de mis ojos, Misi repartió ordenes y me apresuré a levantarme de la silla para volver junto a mi hermano cuando ella envió a aplicarle las primeras drogas. Quería verlo antes de que se lo llevaran a cirugía, no quería despedirme… pero tampoco darle mi apoyo antes de ella. Solo esperaba mantenerme fuerte para hacerlo y no desmoronarme delante de él.

Caminé por el corredor más rápido de lo que mis pies cansados me permitían, aún estaba sin mis tacones que no sabía bien donde habían quedado, la mano firme de Edward siempre tocando mi cuerpo, si no era un suave roces en mi cadera, era tomando mi cintura en un agarre firme, sino una caricia en mi baja espalda. Entre mi bruma sentí una serie de besos repartidos en mi sien y mis nudillos, besos tranquilizadores, alentadores.

Cuando  entramos a la habitación ya había dos enfermeras allí con él y un doctor revisando sus signos vitales, a demás de Rosalie y Ángela sentadas juntas en unas sillas próximas a la cama y Alice, sentada en ella inclinada hacia Jasper, tan íntimos… tan enamorados, que me quedé sumida en el silencio admirando la escena ante mí.

Edward me rodeó la cintura recostando su mentón en mi hombro y me apoyé contra él, Alice tenía las mejillas de mi hermano entre sus manos y le hablaba en voz baja con firmeza y una sonrisa apareciendo de vez en cuando en los labios. Jasper la miraba como si ella fuera su todo, la única en la habitación, la estrella más brillante… y eso me alegró porque era la manera en que Edward me miraba.

_...¿Entendiste? Yo estaré aquí, justo aquí cuando decidas volver a mí, a nosotros, no nos hagas esperar… te amo_ Alice sonrió entre lágrimas y besó los labios de mi hermano que la miraba con admiración.

_No te haré esperar hermosa, si lo hago solo pégame una bofetada y eso será todo… o mejor un beso y volveré a ti_ rió, Alice también lo hizo y oí más de un suspiro.

_Bien… a por él mi cowboy!_ ella besó una vez los labios y saltó de la cama limpiándose las mejillas, me separé de Edward y Alice vino a sus brazos mientras yo hice lo mismo con mi hermano.

_Ya escuchaste a la señorita cowboy, no nos hagas esperar_ me incliné a besar su frente y me quedé un momento allí disfrutando de esa hermosa conexión que tenía con mi hermano y que iba más allá de la sangre y de los lazos familiares. A veces éramos solo él y yo… solo deseaba que no perdiéramos eso.

_Te quiero Bella, te adoro demasiado… sin ti no sé si estaría aquí, seguramente no._ susurró negando con la cabeza, yo también lo hice, no quería escucharlo hablar así _Se acabó aquí cariño, tienes a Edward, tendré mi corazón… ya no más citas para ti, es hora de comenzar a vivirá nuestras vidas de una vez_

Cerré los ojos y sonreí lánguidamente, _Nunca más, no más citas_ susurré con reverencia.

Sabía en el fondo de mi corazón que esta noche le decía adiós a la chica compañía. Esa mujer se iba con el corazón roto de Jasper y con todo nuestro sufrimiento, esa mujer en realidad había bajado sus brazos el día en que se enamoró del ser increíble que esperaba por mí en esa habitación de hospital.

Tomé una respiración profunda y me separé de mi hermano dejando un nuevo beso en su frente,

_Nos vemos en unas horas, no te atrevas a llegar tarde!_ lloré esbozando una sonrisa, mi garganta estaba apretada y tenía unas ganas abrumadoras de sollozar, pero debía ser fuerte.

Por dios, que era difícil.

Me alejé de la cama y un brazo familiar me envolvió por lo hombros apoyando su mentón en mi cabeza.

Vi en silencio los saludos de Rose y Ángela que trataban de contener las lágrimas a raya y sentí frío cuando Edward se separó de Alice y de mí y fue hasta la cama de Jas, él alzó la mano y Edward la tomó en el aire con fuerza,

_No te tarde hombre que me dejas con dos mujeres histéricas_ dijo haciendo reír a mi hermano. Dios, lo amaba. _todo irá bien Jas, después de esto nos debemos un par de cervezas…_

Jasper asintió y respiró hondo cuando Edward volvió a nosotras para sostenernos de la misma manera que lo había hecho y entonces las enfermeras comenzaron a prepararlo siguiendo las órdenes del doctor, le aplicaron una intravenosa en el vial y cuando desconectaron los lectores del corazón del pecho, lo pasaron a una camilla con ayuda de un enfermero. Jasper comenzó a cerrar los ojos perezosamente hasta que desapareció fuera de la habitación.

La habitación quedó en silencio en seguida, Rose se paró de su silla y caminó hasta mí, no había tenido la oportunidad de saludarla. Edward sacó su brazo de mí y la abracé a ella, mi amiga, mi hermana del alma.

_Estoy tan contenta… todo estará bien Bella, al final todo habrá valido la pena._ dijo a mi oído.

No tenía palabras, solo quería creer que ella tenía razón y que al final, cada paso de nuestra vida habrá valido la pena, yo por mi parte, no me arrepentía de nada, todo lo que había hecho lo había hecho por amor, ya sea a Jasper, ya sea a Rose, a las demás chicas a las que la vida les había fallado como a mí.

_Te amo_ logré susurrar tragando las lágrimas _¿dónde está mi sobri? Extraño a Nate_ no lo había visto en todo el mes que había pasado junto a Edward en su departamento.

_Está con Emmett en casa, seguramente están durmiendo_ miró a Edward de soslayo y hizo una mueca que pretendía ser sonrisa. Ella y Edward no se hablaban, en realidad la última vez que lo habían hecho fue cuando Edward le reclamó el por qué mantuvo oculto a Nate por tanto tiempo, negándole el derecho de tener una familia que lo amaría más allá de las circunstancias. Por una parte tenía razón, pero solo yo y quienes conocimos todo lo que respecta a Rose sabíamos las razones del por qué lo había hecho, yo no la juzgaba, la entendía.

Era mi amiga, mi hermana y la amaba no importa qué.

_¿Quieres ir conmigo a casa un rato Bella? La cirugía tardará un buen rato_

Podía ir y cambiarme la ropa, mi vestido de gala era incomodo y descalza no podía ir por el hospital. Volteé a ver a Edward que me miraba expectante,

_¿Me acompañas?_ pregunté mirando la suave sonrisa que se formaba en sus labios, levantó su mano y cepilló mi mejilla con su pulgar arrastrando mis lágrimas secas.

_Ni siquiera tenías que preguntar, iba a ir igual_ dijo antes de besar mi frente. _Vamos_

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El frio aire de la noche me golpeó cuando salimos del auto, mantenía mi celular en la mano encendido y con el timbre lo más alto que se permitía, no dejaría que otra vez no tomara una llamada importante, la cirugía estaba en marcha y a pesar de que sabía que tardarían tenía que estar atenta en mi breve ausencia del hospital.

Tecleé el numero de seguridad de mi portero eléctrico y cuando las puertas enrejadas se abrieron entré seguida por Rose, Ángela y Edward, las luces de la casa estaban apagadas con excepción de la sala, que siempre se mantenía encendida. La noche era el momento de más actividad aquí… o no, daba lo mismo, esta casa ya no la sentía tan mía. Mi hogar era con Edward ahora.

Sorprendentemente cuando entramos Leah y Viky estaban sentadas en el salón, jugando cartas sobre la mesa de té. Cuando nos vieron entrar se pusieron de pie con la mirada preocupada, fruncí el seño… ¿no estaban en sus citas? Miré mi reloj y me di cuenta que eran más de las cuatro de la mañana.

_¿Cómo está Jasper?_ preguntaron casi al unísono. Rose se disculpó y subió a su habitación donde estarían Emmett con su hijo, le di una mirada de agradecimiento a Rose antes de explicarles a las demás en resumidas palabras lo que había sucedido a Jasper

_Jake llamó Bella, preguntó por ti como siempre y no pude evitar decirle_ dijo Leah algo culpable, sabía que Jacob y ella se habían mantenido en comunicación, parecían tener una relación a distancia y sin compromisos, pero aún me parecía incomodo que él continuara preguntando por mí cuando yo y él no teníamos nada ya. No solo a mí me molestaba, a Edward también, a juzgar por la presión que hizo con su mano en mi cintura.

_Está bien, tarde o temprano iba a enterase de Jas, estoy cansada y quiero cambiarme y volver a la clínica chicas, que tengan una buena noche_

Me despedí caminando a la escalera y tomando la mano de Edward, él iba conmigo… confiaba en él y confiaba en mis chicas, pero vamos… ¿dejarías a tu novio con un par de prostitutas a solas? Yo no podía hacerlo, por más que las amara. Él tenía suficiente conmigo.

De todas maneras no creía que él me dejaría ir sin hacer el intento siquiera de seguirme.

_¿Estas cansada mi amor? Puedes dormir un par de horas, yo podría despertarte para ir a la clínica o si surgen noticias._ dijo él mientras entrabamos a mi habitación. Él era el único hombre a demás de Jasper y Nate que la habían pisado.

_No, prefiero estar cerca, no sirve de mucho pero es un consuelo… estaré bien_ me salí de mis zapatos y  caminé por la alfombra hasta mi vestidor, sentí los pasos de Edward detrás. Levanté mi cabello y él, comprendiendo mi invitación silenciosa se acercó a desabotonar el único botón invisible de mí vestido, de esta manera cayó fluidamente a mis pies. Salí de él y me saqué mi brasier sin tiras, mis pechos quedaron libres... y solo vestía mis bragas. Sentí una ingesta de aire detrás de mí, pero sabía que Edward no intentaría nada dado el momento. 

Me detuve rebuscando entre mis jeans y saqué uno desgastado, pero dudé… podía sentir la mirada caliente de él recorriendo mi piel, aunque juraba que si volteaba a verlo la apartaría rápidamente. Agaché la cabeza y comencé a voltear lentamente hacia él, era abrumador el deseo que él me hacía sentir… aún en mis momentos más débiles.

Sostuve mi jean en una mano y alcé la mirada, él estaba recostado contra el marco de mi vestidor, no apartó la mirada pero tampoco hizo otro movimiento. Solo me miraba con deseo, lujuria, el verde oscuro y depredador, la mandíbula apretada.

Levanté mi mano y la pasé por mi cabeza, deshaciendo el peinado que esa noche me había hecho para la gala, mis rizos suaves se desplegaron por mis hombros y espalda, Edward tragó saliva, su manzana de Adán subió y bajó antes de respirar de nuevo.

De repente sentí la abrumadora necesidad de sentir, solo eso… sentir lo que él me hacía sentir para adormecer los nervios, la ansiedad, el dolor y la incertidumbre… solo sentir.

Dejé caer mi jean…

_Te necesito mi amor_ dije en un hilo de voz. Suspiré profundo cuando él pestañeó como saliendo de un transe, el transe de mi cuerpo. Enganché mis pulgares en las tiras de mis bragas y las deslicé por mi cuerpo, quedando desnuda ante él. _Hazme el amor, fóllame fuerte y duro, como sea… pero te necesito dentro de mí, hazme sentir que todo estará bien_

Eso fue suficiente.

Él no perdió tiempo y caminó hacia mí, me tomó de la nuca con una mano y con la otra alzó mi cuerpo para enganchar mis piernas en su cadera. Sentí la madera fría de mi tocador bajo mi culo desnudo al mismo tiempo que sentía su boca ansiosa en la mía.

Me aferré con ambas manos a su cabello devorando su lengua una y otra vez, nuestros dientes chocando y sus manos aferrándome fuerte a él. Mis manos no perdieron tiempo y se deslizaron por su pecho fornido cubierto por la fina camisa de su smoking, con ambas manos y sin dejar de besarlo la saqué de su pantalón y comencé a desabrochar los botones de su pantalón,

_Agghhh_ gruñó en mi boca antes de atacarla con más fuerza, podía sentir su pene duro y grueso debajo de mis dedos, él estaba más que listo para mí. Cuando desabroché todo tiré los pantalones con sus bóxers abajo y erección saltó orgullosa y firme ante mí, sus manos me llevaron más a la orilla del mueble y me permití masajear su miembro con mi mano, esparciendo el pre- semen que se escurría de la punta por toda la cabeza.

_Oh dios… te deseo bebé!_ dije con urgencia y desesperación posicionándolo en mi entrada con movimientos rápidos. Él me miró a los ojos haciéndome saber su amor antes de penetrarme de un solo movimiento… profundo, palpitante, mojado, caliente y grueso… todo para mí.

_Aquí me tienes, fallándote como lo desees, haciéndote… el amor bebé… tuyo siempre_ gimió separándose y entrando fuerte de nuevo en mí.

_Siempre!_ grité con una nueva estocada arqueando mi espalda y con mi culo saltando ligeramente sobre la madera. _mierda, mierda… siempre logras_ gemí sacudida por otra penetración. _... distraerme!_

_Abre mas las piernas nena_ dijo con voz contenida y gruesa, yo obedecí ampliando la apertura de mis piernas casi dolorosamente, lo quería bien profundo.

_Así, así bebé, muy bien_ gimió ensartándose una vez más en mí. Entonces hizo algo que me excitó aún más. Me soltó y dobló mis piernas de modo que mis talones tocaban la orilla del mueble, él pasó sus brazos por debajo de mis rodillas y mis axilas y me tomó por mis hombros, yo me aferré a los suyos… presentía que esto iba a ser fuerte, como se lo pedí.

Entonces se salió casi de mí dejando la punta de su pene dentro, desde esta posición medio acostada podía ver bien el punto de nuestra unión. Respiré agitadamente y sonreí antes de que él hiciera chocar sus caderas con fuerza contra la mía, su pene desapareció dentro mío y grité cerrando los ojos con fuerza.

_Ahh mierda… mierda Bella._ masculló casi incoherentemente, antes de volver hacer el mismo movimiento una y otra vez, cada vez más rápido y fuerte, mi tocador se tambaleó y el espejo sobre él se quejó al borde de romperse. Pero él no se detuvo… me penetró salvajemente sin consideraciones haciéndome perder entre mis gemidos, los suyos y mis gritos. _Grita!_ pidió con un gruñido. Él amaba que hiciera eso… pero sentía que de alguna manera esta noche tenía un significado diferente. _Grita! Por todo… sácalo bebe…_

Y lo obedecí.

Recordando la cara de Tanya mientras se burlaba, grité. La malicia en los ojos de su madre, grité. El miedo de entregar a mi hermano a una compleja cirugía, grité. La frustración de no saber nada aún, grité. El verlo irse por esa puerta tan frágil, grité. Mi madre, su muerte… grité. Mi padre, su invalidez… grité. Jake… grité. Estaba dejando todo atrás… grité.

_Aaaghh_ sentí a Edward moverse más frenéticamente sobre mí y sentí mi puto de no retorno, mi orgasmo inminente mientras el hombre que amaba más que a mi vida misma crecía más dentro de mí a punto de llenarme de su semen.

Era suya… lo quería ser siempre, era mío. Mio, mio…

Hasta que lo sentí y no pude más, los chorros calientes recorriendo mis paredes, llenando mis entrañas… dejé ir mi orgasmo aturdidor, a tal punto que me hizo perder la conexión con la realidad. Vi estrellas, las malditas estrellas…

Cuando volví a mí respirando con dificultad, me vi aferrada a Edward clavando mis uñas en su espalda aún cubierta. Podía jurar que mañana notaría las medialunas en su carne, él me sostenía aún en la misma posición, su frente escondida en mi cuello y su aliento golpeando en mi piel.

_Te amo_ susurré jadeante. _Gracias mi amor_ tacé su rostro con mis manos y besé sus labios tiernamente, su frente y su cabello estaban mojados por una fina capa de sudor.

_Yo… te amo más, Bella._ gimió casi con dolor cerrando los ojos y abriéndolos con determinación _quiero… quiero que…_ negó con su cabeza aclarando sus pensamientos, _bebé… quiero que seas mi esposa_

Automáticamente dejé de respirar, abrí mis ojos grandes y mi cuerpo entero se tensó, Edward me miró con una mezcla de miedo y expectación… yo… yo simplemente no podía hacer que mis neuronas hicieran sinapsis.

Edward Cullen me quería hacer su esposa.

Y como si el maldito universo supiera que mi cerebro había dejado de funcionar, el timbre de mi celular comenzó a sonar. Edward reaccionó separándose de mí y luego seguí yo bajando con piernas temblorosas al suelo, me sostuve con una mano mientras que con la otra tomaba mi teléfono que Edward me ofrecía luego de haberlo buscado sobre el tocador, donde lo había dejado antes de desvestirme.

Miré la pantalla… Alice.

Oh cielos.

_Alice!_ dije tragando en seco a penas descolgué.

_Bella, Jasper aún no sale de cirugía, aún no sabemos nada._ creo que exhalé mi respiración contenida _pero hay un hombre aquí que exige hablar con el médico, él anda en una silla de ruedas y está acompañado por un hombre moreno… ¿Qué hago Bella?_ apreté los dientes y traté de respirar profundo, sentía mi enojo escurriendo por cada poro de mi piel.

_Voy enseguida Alice, gracias_ corté la llamada mirando a Edward que me miraba preocupado.

Exhalé de golpe…

_Charly_

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Bueno, aqui por fin!! dios... bueno... este fic ya llega a su fin, creo que un capi más y el epílogo es lo que le queda. Espero que les haya gustado y comenten por favor, me encanta leerlas, las adoro. Besotes!!!!