Donde está el amor, Capitulo 17: Desesperanza

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Desesperanza

Tenía que hacer algo, algo que ocupaba mi mente en los últimos días y tenía que hacerlo ahora, sino la ansiedad no me iba a dejar dormir de nuevo. No podía seguir así… por lo que luego de servir el ultimo plato de postre de gelatina en el comedor, salí de allí y me encaminé hacia el único lugar que, por miedo, no había vuelto a frecuentar. La enfermería.

_Bella ¿cómo estás?_ Nora salía de una de las salas de atención médica, portando una charola con algodones _¿necesitas algo?_

_Hum… solo deseaba saber cómo sigue el estado del soldado, Withlock…_ dije metiendo mis manos en los bolsillos de mis jeans algo nerviosa,

_Oh… bueno, el está mejor, le han sacado la sonda y está comenzando a ingerir alimentos. El doctor dice que en unos días más podrá levantarse y comenzar a andar_

_Oh bueno… hum… ¿puedo verlo?... es decir, si se puede_

Nora me dirigió una mirada inquisitiva para luego sonreír levemente, _Claro Bella. En este momento está almorzando pero… supongo que sí, puedes_

Agradecí a Nora antes de encaminarme hacia la sala común de pacientes, no había mucha gente, la mayoría de los enfermos eran ambulatorios, curándose de alguna herida o enfermedad temporal, aunque también habían varios ancianos que requerían cuidados médicos. Cuando llegué a la sala común caminé sin mirar las camas hasta llegar a otra de las enfermeras que ayudaba a un anciano a sentarse en su cama.

_Perdón?..._ ella me miró y sonrió con un asentimiento, _Jasper Withlock_ dije recordando su nombre completo, aquél que había visto en su historial cuando llegó aquí.

_Cama 12_ dijo ella. Sonreí agradecida y caminé buscando la cama doce, hasta que la encontré. Era una de las últimas de la fila y daba hacia una ventana donde se podía ver la costa tunecina.

_¿Jasper?_ pregunté luego de asomarme por la cortina. No lo había vuelto a ver desde esa tarde que me dio la peor noticia que pude recibir. Una noticia que estaba dispuesta a confirmar ahora mismo, que se encontraba mejor y más lúcido.

Él estaba mirando por la ventana y a su lado había, sobre la mesa de noche, una charola con un plato vacio y migajas de pan. Su rostro estaba limpio y su cabello rubio corto estaba peinado hacia atrás haciendo que sus ojos azules resaltaran.

_Si…_ contestó él con su mirada cautelosa en la mía. _¿Quién eres?_

_Hum… soy Bella Swan… soy voluntaria aquí_ dije adelantándome un paso dentro de su espacio. _Yo en realidad soy reportera gráfica, estaba, junto a otros compañeros, en Libia como corresponsal… en Tukrut específicamente… cuando un ataque en la ciudad me obligó a venir aquí. Te conocí allí… junto a otros dos soldados, Mc Carty y… Masen_

La única señal de que algo había impactado en el con mi relato fueron sus ojos solo un poco más abiertos.

_Masen… me sacó de un edificio en llamas, ustedes tres me subieron a un helicóptero de rescate_

_Oh_

Pude ver el reconocimiento en su rostro, pero también algo más… una especie de dolor.

_Ambos eran de mi pelotón_ dijo alejando su mirada de mí hacia la ventana. _Mc Carty es el teniente… Masen_ lanzó una risotada sin humor _el perro era una especie de kamikaze_

-¿Qué… qué pasó?_ susurré sentándome en una silla que había a un lado de la cama, no dejé de notar cómo hizo alusión a Edward como “era”. Se me hizo un nudo en el estomago, pero puse todo mi esfuerzo en dejarlo en su lugar. Tenía que soportar… soportar…

_No sé… realmente Bella, puedo decirte cómo lo vi yo, pero eso no quiere decir que así haya sucedido. Después de mucho pensarlo, las cosas pudieron haber salido de varias maneras_

_Pero… pero cuando llegaste tú… dijiste que Masen…_

_No lo había logrado, lo sé. Pero en ese momento solo veía rojo con la imagen en mi mente de Masen cayendo por una bala._  cerró sus ojos al mismo tiempo en que yo sentía una opresión en mi corazón _pero… habíamos estado en este viaje por el desierto desde hacía un día entero, sin comer nada decente, racionando la poco agua que teníamos… solo con un par de horas de sueño detrás._

Alcé la mirada para verlo fruncir el ceño,

_¿Qué quieres decir?_ pregunté cautelosamente.

_Mc Carty no mencionó nada de una baja, ni siquiera denotaba aflicción por alguna perdida en su pelotón, a demás todos llevábamos chalecos antibalas… y he decidido ser optimista hasta no saber lo que en verdad sucedió._

_Entonces… ¿estás diciendo que puede que todo lo que has visto sea erróneo?_

_Solo estoy diciendo que todo depende con el cristal con que lo mires_ susurró reflejando en su mirada la necesidad de creer en eso… _ entiende Bella, cada paso que dábamos era sumirnos más y más en el infierno, encontrándonos con cosas, las cuales no me hubiese gustado encontrarme jamás, fallando, necesitados de satisfacer nuestras necesidades básicas como tomar un puto vaso de agua pura, probar un plato de una buena comida… en el momento en que sucedió eso, yo no estaba en mis mejores condiciones… por lo que no te puedo asegurar que lo que sucedió fue lo que vi._

Y decidí creer también en su optimismo… era más fácil y menos doloroso que creer que no volvería a ver a Edward.

_Gracias_ susurré.

Esa noche fui directamente a mi habitación, me sentía inquieta, alerta… mi cuerpo y mi mente me decían que algo estaba ocurriendo y no podía dejar de sentirme a la expectativa de algo. Tampoco podía dejar de pensar en lo que Jasper me había dicho… él mantenía la esperanza y que algo así proviniera de alguien que lo había visto y vivido todo… me hacía sentir lo mismo.

En el silencio de mi habitación encendí la televisión, deseaba hablar con mi madre y sentirme conectada con mi hogar, pero me di cuenta de que en ese momento en Forks serían las tres de la madrugada, por lo que busqué CNN.

Estaban dando un informe bursátil desde la bolsa de valores por lo que dejé en un volumen bajo y fui hasta mi armario a buscar algunos artículos de higiene para ir a darme un baño. Estaba sacando un pantalón de chándal de uno de los cajones cuando se produjo un cambio brusco de sonido desde el televisor.

“Interrumpimos nuestra transmisión para dar a conocer noticas de última hora desde Libia!” decía el periodista con cierta exaltación, mi corazón retumbó en mi pecho y caminé rápidamente hasta llegar frente al televisor  “Gracias a fuentes oficiales de la ONU, podemos confirmar que ha sido ubicado, atrapado y asesinado por fuerzas rebeldes libias, el dictador militar Muamar Gadafi, en la ciudad de Sirte, tras la operación “Limpieza” ideada por la fuerzas militares aliadas en la mañana de hoy”

Abrí la boca y la tapé con mi mano comenzando a jadear, sentía euforia pero también miedo. CNN dio paso a un video no profesional, grabado desde un celular, en el que se veía a el dictador muerto y siendo masacrado por los rebeldes, también distinguí civiles a su alrededor y militares de la fuerzas aliadas.

“La ONU ha confirmado la muerte de varias personasen tal enfrentamiento tras un intenso fuego cruzado entre las fuerzas libias y las tropas aliadas”

_Oh por dios…_ susurré con una intensa contradicción de sentimientos.

“Fuertes manifestaciones populares han salido a la calle a estas horas a celebrar la desaparición del líder, a la vez que los delegados de la ONU ponen el plan de restablecimiento de la democracia en ese país…. Ampliaremos con mas detalles”

En ese momento reaccioné…

_Oh por dios! ha terminado!- grité con los ojos fijos en el canal de noticias- Alice!!_ abrí la puerta de la habitación y me eché a correr por el corredor llamando a gritos el nombre de mi amiga -Alice!! Terminó!- lloré _ se acabó... oh cielos... sentía mis piernas flaquear.

Al llegar al vestíbulo del refugio solo fui consciente del alboroto, los gritos y las lágrimas en los rostros de todos los refugiados, el puño lanzado al aire de los soldados, los aplausos y los abrazos... hasta que vi a Alice.

 -Bellaa- lloró corriendo hacia mí con las lagrimas en los ojos y una sonrisa plasmada en sus labios, -terminó!- me abracé a ella sintiendo del alivio mezclado con la incredulidad... por dios! había terminado, iba a verlo, sí! iba a verlo!

Al fin…

No supe cuanto tiempo estuve allí abrazada a mi amiga con fuerza, solo se oían las voces de satisfacción, las risas y el llanto… se sentía la piel de gallina al saber que todo iba para mejor al fin. Alice reía mientras nos abrazábamos, mis  lágrimas empapaban su camiseta de la Acnur y las suyas empapaban la mía. Solo fui consciente de una mano tanteando mi hombro y cuando me separé de ella fijé mis ojos en el hombre militar que me miraba con seriedad -Disculpe ¿Señorita Swan?...- asentí frunciendo el ceño -esta correspondencia es para usted llegó esta mañana desde Libia._

_¿Para mí?_ pregunté vacilante. ¿Edward me había enviado otra carta?

Oh cielos…

Limpié las lágrimas que había derramado en mi euforia y tomé el sobre que me entregaba, firmé una ficha y me quedé mirando el sobre con Alice a mi lado.

_Ábrela, de todas maneras pronto estará aquí…_ murmuró mi amiga secando sus propias lágrimas. _Yo iré a darle a alguien la noticia_ increíblemente se sonrojó y alzó los hombros _Ya sabes… no hay televisión en enfermería_

Sonreí cuando ella dio media vuelta con un saltito y salió hacia la enfermería. Me había parecido que Alice últimamente frecuentaba mucho ese lugar, pero hasta ahora no me había dado cuenta por qué. Supongo que andar sombría en mi propia amargura no me había favorecido.

Con una respiración profunda caminé hasta salir hacia el hangar donde aún estaba el helicóptero que supuse había traído la correspondencia, no había nadie cerca, estaban todos festejando en el vestíbulo, por lo que me inmiscuí entre unas cajas de alimentos y me senté detrás de unas bolsas enormes de ropa que la Unesco se había encargado de enviar.

Con una sonrisa me fijé en el remitente, sí… era de él y con una mano temblorosa rasgué el sobre en uno de sus extremos para luego sacar la carta que había dentro.

Mi corazón latía como si fuera capaz de salirse por mi pecho… muchas buenas noticas para un día. Abrí la hoja solitaria y comencé a leer mordiéndome el labio…

Bella:

No sé qué va a suceder ahora. Ésta que emprenderé ahora es probablemente mi última misión, la operación de limpieza terminaría aquí y es tan riesgosa o más que las anteriores. Pero tengo miedo de no poder volver a verte y si a caso eso sucediera quería que supieras algo que tengo en mi pecho y que si no lo llegaras a saber, sería como si nosotros nunca hubiésemos existido.

Te amo…

Me hiciste descubrir eso tan maravilloso desde el mismísimo día en que te encontré. Y no lo supe hasta ahora, Dios Bella… Te amo.

Si alguna vez lees esto, quiere decir que no tuve la oportunidad de decirte estas palabras mientras estaba vivo y existía la posibilidad y que jamás lo podré hacer.

Perdóname si ese fuera el caso… perdóname si te enteras de esta manera, pero quería que supieras que mi corazón no ha dejado de latir en el campo de batalla, porque está contigo.

¿Qué?...

No, no, no…

¿Qué se suponía que era esta carta? ¿Una maldita despedida?

_No me hagas esto…_ gemí jalando mi cabello con ambas manos. _No lo hagas Edward… ¡Maldita sea, no lo hagas!_ sentía que mi pecho era oprimido… no podía estar pasando esto, no… pasé del optimismo a la desesperanza en un día.

Con las manos temblorosas terminé de leer la carta a duras penas, pues las lágrimas nublaban mi visión… solo terminé de leer “Tuyo siempre…” para enojarme, enfurecerme, con Dios… con el mundo, con Edward!...  por no haber luchado, por no haberse cuidado las espaldas y no tener en cuenta de que si algo le sucedía, yo no podría con eso. Y más sabiendo que me había amado… que yo lo amaba insanamente.

Lo había perdido… ahora si tenía pruebas de ello. Y no tenía nada más que hacer allí…

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Ahhhhhh cada vez mas cerca, no las haré esperar más lo prometo!.... Las amo, gracias por la paciencia. Un besote a todas!