Tuvo que
fallarle a Sam, y
eso le dejo un mal sabor de boca,
tampoco estuvo muy
atenta a las ordenes despotricadas de su madre o las incesantes
bromas de sus hermanos. Su padre,
ese día no paso demasiado tiempo en casa, de haberlo hecho le habría
defendido e incluso hubiese
levantado el injusto castigo que
su madre implantara
—No
soy una bebé— gruño entre
dientes y bajito. Atenta ni que
su madre, ni sus hermanos le oyeran.
Parte de su
castigo consistió en ayudar a la
limpieza de verano que su
familia acostumbrara a hacer al final del verano
—Y lo
harás sola—
le había sentenciado su madre con un profundo y tosco ceño fruncido
Sus hermanos
por su puesto no movieron
ni un solo dedo, ni siquiera estuvieron en la casa ese día,
ni los días siguientes,
porque para su fortuna
el castigo que en comienzo pensó
seria corto, se fue prolongado.
La rabia por
aquella injusticia, crecía por la
falta de contacto con Sam. Dios, ella lo
único que deseaba era poder verle,
poder besarle y asegurarle
que estaba bien que no estaba asustada
y que deseaba continuar con
su relación.
Sonrió para sí, a pesar
de estar sudando
como mula y tener el rostro lleno de polvo
—Mis
hermanos podrían colaborar—
grazno a la hora del almuerzo
el sábado— yo sola no puedo hacerlo— protesto— quiero
una vida, tener
amigos, poder disfrutar del verano— chillo irritada
La severa expresión en el rostro de su
madre le
impidió continuar con sus
protestas. Dibujo una sonrisa triste y
continuo comiendo, mientras en su mente
pensaba en lo que aun le faltaba
por ordenar, al paso que iba demoraría
lo que restaba de verano. Se levanto
dejando el plato, ignoro los gritos de su madre o las
malvadas palabras de sus hermanos.
—Leah— no oyó
la puerta chirriar, menos los pasos de su madre. Escondió
su rostro en la almohada—es
por tu bien— dijo con total
seguridad su madre— te brinde mi confianza y no supiste
valorarle—
Ella no podía
dejar de pensar que su madre exageraba
las cosas que podría pasar
por llegar a casa
tarde o por tratar de ser
algo más normal, como el resto de niñas que iban con ella
a clases
—Termina tu
tarea y el castigo se acaba—
término por fin su madre tras el largo y
molesto silencio que ella le
infligió
Y así lo
hizo, a última hora de la tarde
termino con la tarea asignada por
su “tirana” madre, una semana de
castigo, una larga semana pensando en
Sam y en
verle de nuevo.
El lunes a la primera
oportunidad corrió fuera de su
casa, corrió directo a la casa donde sabia él se quedaba, no le importo que algunas personas con las
que se encontrara le vieran raro o que el aliento le faltara. Al llegar
a donde Sam, jadeaba y veía
todo con pequeñas manchas negruzcas, trato de recuperar el aliento. Una
vez respiro normal, cerro el
puño, levanto la mano y golpeo con fuerza,
espero con ansias a un
movimiento dentro de la casa pero nada sucedió.
Volvió a golpear con mas y
mas fuerza, él no estaba y
no sabía donde hallarlo,
un manto de decepción
recorrió su cuerpo. Inminentemente
sus ojos se llenaron de lagrimas,
sacudió la cabeza con frustración todo
era culpa de su madre, ella
era la causante de no poder ver a
Sam, así como si infelicidad porque ella
no quería ver felices
a sus hijos, no, ella siempre
parecía resentida con el mundo y se encargaba de decirlo a todo pulmón
a cada momento que podía.
El resto del día la paso más enfurruñada que
gato escaldado. Evito a toda
su familia hasta donde pudo.
Así los días
del verano fueron pasando uno a uno,
llenos de monotonía, aburrimiento, fastidio, oyendo a su madre criticando el mundo y sus tendencias, como la
liberación femenina en lugar de ayudar a las
mujeres les perjudicaba y como los padres parecían carecer de poder sobre los hijos. Ella ya
no ocultaba el disgusto contra su madre y
sus palabras moralistas y lo dejo claro, muy a su pesar
—Y lo dices tú—
soltó sin pensar— la misma mujer que se caso dos veces y
lo hizo porque se embarazo de…— la
frase nunca se dio
por terminada, la fuerte bofetada
que su madre le diera lo hizo.
Atónita llevo una de sus manos a la mejilla
abofeteada, mordió su lengua para
no decir cosas de las que pudiera
arrepentirse pero ello no impidió que le mirara como si fuera su enemiga,
corrió a la sala donde su padre
veía televisión y como la
niña mimada que era, no demoro el
padre en
cargarla en su regazo y consolarle
—Mamá te
quiere— repetía una
y otra vez su
adorable padre— tú has
sido algo imprudente—
—¡No!—chillo ella desconsolada— solo decía la verdad, si ella no lo soporta pues de malas—
¿Y
quién puede contradecir
a un adolescente? nadie. Estando en una
etapa de cambio ellos se creen
sabedores de la verdad absoluta,
dueños de un pedacito del mundo pero sobre todo siempre
han de ser los ganadores
—No le
quiero— declaro solemne— quiero irme
a con la Tía Tay—
—Bomboncito, eso no se va a poder ella aun
esta fuera de la cuidad. Todo estará bien, cariño—
asegura
Levanto
su rostro húmedo y observo a su
padre, los rasgos marcados por el tiempo le hacen parecer un héroe, mi
héroe, sus ojos brillantes y
su cabello con uno o dos hilos
blancuzco, esbozo una sonrisa débil y
asintió. Tampoco podía ser tan
malo pasar tres semanas en casa.
No fue tan malo, pero cada día parecía
más largo y aburrido que el anterior y
el anterior, sus hermanos poco o
nada le prestaban atención, ir con su padre a todas sus reuniones,
estar con su madre simplemente
era hostigante, así que las tres semanas que restaron
se basaron en dormir hasta las
diez, desayunar ver televisión,
almorzar, ducharse y plantarse
frente a la televisión hasta la hora de la cena y luego
a dormir, salvo que su madre
ordenara colaborar en algún quehacer sus días no variaban. Los domingos quizás eran la excepción a la regla porque su madre les hacia madrugar y
vestirse elegantemente— ellas con vestidos poco agraciados y ellos con
traje y corbata— para ir durante
casi toda la mañana a la eucaristía,
a Leah no le causaba emoción, ni gracia estarse sentada
por una hora
en la dura madera, menos
aun le agraciaba pasar el resto de la mañana con una panda de niños en la escuelita
católica, máxime cuando la monja
que les supervisaba le llamaba la atención con continuidad
—El mundo se
creó… bla, bla, bla, bla—gesticulaba
con desagrado mientras la monja repetía
incesante las palabras de la sagrada escritura—¡Leah!—
gritaba cuando se daba
cuenta de su burla
— Todos
somos libres de escoger nuestra religión—
respondió a modo de defensa— yo aun
no escojo mi religión— sonreía con dulzura a la mujer
que e fulminará con la mirada— y no
me interesa la repetidera de la repetición, vengo aquí
por orden de mi madre, no porque quiera— declaraba sin
parpadear, y nadie podía culpar a
la pre-adolescente quien
con cada cambio físico y
mental se preguntaba si podía cambiar, por lo menos tenía claro que no le importaría desobedecer a su mamá e incluso contrariar a las
gemelas o al molesto de Seth.
Al cabo de las tres semana, se hallaba jubilosa
y rebosante, volvía a casa de Tia
Taysha, esta vez a
diferencia de la primera vez que le enviara
allí, sonreía y no permitió que nadie le ayudara
con su valija, hasta se permitió deshacer
la trenza que su madre tejiera e
incluso se deshizo de los listones
rosas con la que le atare.
—¿Leah, y
tu peinado?— pregunto con severidad
su madre
Encogiendo los
hombros y actuando con desinterés procedió a informarle— no soy una
niñita para ir peinada de esa
manera— solo para reforzar su
punto se paso los dedos por el
largo y sedoso cabello negro— quizás también deba
cortármelo un poco—
—¿Cómo?— pregunto su
madre sorprendida
—Hay que cambiar y
he de dejar de ser tan niñata, mamá, todas mis compañeras de clase me ven como una chiquilla por tu culpa—
hablo alto y claro—
no quiero ser la anormal, quiero tener amigas
y amigos— le aviso, no se molesto en mirar su
rostro constreñido y
rojo. Tiro de la valija hasta el auto que les llevaría de regreso a Portland
y a Sam. Todo el camino el paso sonriendo y contando los segundos y
minutos para verle.
Al llegar a Portland ya cai
la tarde, sus
hermanas le miraban como
bicho raro, Seth susurraba
regaños por el trato que tuvo para con su madre, pero ni eso le
quitaba la emoción de volver a
verlo sin tener que esconderse o
ser castigada.
Prácticamente corrió
hasta el portal de la casa donde
Taysha esperaba con una
enorme sonrisa, sin pensarlo salto a
los brazos de la mujer
—Te
extrañe, tia—
le aseguro vehementemente
—Niña, y
nosotros a ustedes—
aseguro la mujer—
ve a
deshacer ese equipaje y baja por
comida, mientras saludare a tus
hermanas—
Obedeció sin pesarlo, corrió a la habitación que compartiera con sus hermanas.
Se apresuro a sacar sus pertenecías y ordenarles
prolijamente en su
parte del armario. Cuando sus hermanas apareció ella ya
casi terminaba
—Mírala se
comporta persona ¿Qué dirá mamá si se enterara que la cambio
por Taysha?—
pregunto con málica Becc
—Te diría que te metas en tus asuntos y quizás
no le interese saber que Tía
Tay es una buena mujer—
Las gemelas
resoplaron con desagrado, pero decidió no prestarles mucha atención. Termino
silenciosa de ordenar sus
pertenencias, luego se dirigió a la cocina donde sabia encontraría Taysha.
Fiel a la rutina la mujer estaba
frente a la cocina terminado de preparar la cena, un
asado y verduras, como la niña perfecta
decidió quedarse a hacerle
compañía y de paso sonsacarle
información sobre Sam, ya que
desde que llego no le había visto
—¿Así que
estuviste en Seattle todo el verano?—
—Puedes creerlo, había prometido ir a la
playa con mis chicos
pero no pude, claro ellos sí
estuvieron en la playa—
— ¿de verdad?¿a
cuál playa fueron?—
—Sam,
estuvo dos semanas en la reserva ¿no se encontraron?—
Negó con la
cabeza— estuve castigada una semana— informo sin
ahondar sobre el tema
—Una lástima cariño. Luego de esas semanas Sam se
unió a su hermano y fueron directo a
california— la mujer rió— no
puedo creer que estuvieran solos, solo
espero que no hayan roto muchos
corazones, de seguro dejaron una que
otra novia por el camino— y
la sola idea de Sam con otra le provoco
una sensación de malestar
—¿É…él….
tiene novia?—
pregunto sintiendo un nudo en la garganta y las lagrimas golpear sus
ojos
—No lo sé,
ellos nunca me cuentan esas
cosas, he de suponer que si— Mordió con fuerza
el carillo, un estrangulado y nasal “hmmm” —Ahora
cuéntame cómo estuvo tu verano—
No tardo mucho
en ponerla al día con su maravilloso verano, claro está
omito aquella tarde con Sam, solo
de recordarlo y a pesar de lo dicho por tía
Taysha, se sonrojo. Ayudo a poner a la mesa, mientras su tía servía y llamaba a
todos a cenar, hasta el momento ella
pensaba que Sam no estaba.
Sonrió tímidamente
cuando él se sentó
frente a ella y le saludara con un seco y silencioso
movimiento de cabeza, se decepciono un
poco, durante la cena su mirada le busca, él parecía no verla pues o
estaba centrado en su plato o estaba charlando entretenido
con los demás comensales o tratándola de
ignorarla, porque eso era lo que hacía
ignorándola, no intervino en la conversación solo para asegurarse de que él no la viera como una inmadura niñita, no, ella
era una persona madura y sensata.
Con una
mueca parecida a una sonrisa ayudo
a levantar la mesa y procedió a tomar el turno para lavarla. Mientras lavaba se permitió dejar salir una o dos lagrimitas de frustración.
—Una
boba, eso es lo que soy—
sollozo, mientras terminaba de secar los
plato y sorbió la nariz— yo no soy nada para él— admitió con pesar. Limpio con rudeza las lágrimas de su rostro y
continúo con su tarea
— ¿Por qué no
fuiste?— no hacía falta
darse vuelta para saber a quién pertenecía esa voz— estuve esperando como un idiota toda la tarde y tu no apareciste— reclamo él
—Me
castigaron— se limito a decir
—Por eso no me gusta salir
con niñitas. Como decía mi abuelo, quien con niños se acuesta mojado amanece—
—¡No
soy una niñita!—chillo indignada pero sin llegar a levantar la voz, temerosa que alguien
les oyera— yo… yo… estuve castigada por tu culpa—
—¿Por mi
culpa? Esa tarde estábamos los
dos, no
es mi culpa que tu mami no te deje
salir— se mofo él
Ante eso ella no pudo discutir, si su madre era quien manda
de puertas para dentro y eso
nadie lo
cambiaria
—¿Se te acabaron
las palabras?— cuestiono burlón Sam.
Se limito a asentir— es mejor dejar las cosas así— afirmo— no quiero que tu madre y mi madre se
disgusten por tu culpa—
— ¿Mi
culpa?— susurro pareciendo una niña especial
—Nuestra
culpa— corrigió él—esto
no merece la pena— Eso le dolió más que pensar en él con otra mujer. Cuando la mano grande y áspera de Sam toco su cara
se sobresalto— No entiendes, Le, pero si mi madre se entera de lo nuestro— por
ella todo el mundo podía enterarse, claro
antes le gustaría saber que era lo de ellos— me mata, y tu madre, todos
sabemos lo severa que es, yo,
simplemente creo que no
podemos arriesgarnos—
—¿Qué arriesgaste?—
pregunto envalentonada— aquí la única que
se ha arriesgado soy yo, me he rebelado contra todo lo que conozco pero
ya entendí, no soy más que una niñita para
ti—
—No, Le,
para mi eres una mujer, una mujer hecha en mis brazos—
susurro ronco en su oído—no olvides esa
tarde— un suspiro
soñador broto de su garganta,
claro que recordaba esa tarde,
como olvidarla
Se atrevió a
mirarlo al rostro solo para verse
atrapada por esos ojos negros
como la noche, antes que sus labios
se apoderaran de los de ella. El calor de sus besos le
hizo olvidar de las palabras y
dichas previamente.
—Ya
veremos cómo llevamos
lo nuestro— susurro él contra
sus labios, para luego volver a
apoderarse de ellos y besarle con
fuerza
Siento la
demora mis adoradas
niñas, espero que sea de su
agrado este capítulo es más transición que otra cosa.
Gracias por su paciencia, un
abrazo.
P.S1: Espero que las niñas de Chile se encuentren bien, en especial a las del sur.
P.S: Lu te amo.
Ada
13 comentarios:
Hay pobre Leah la castigaron todo el verano y no pudo ver ni un dia a Sam,ahora q lo vuelve a ver él le dice esas cosas uy q hombre no se xq pero el a mi paraser solo la esta usando espero estar equivocada pero esa es la imagen q el me da,ahora veremos q pasa cuando vuelvan a las clases y me gustaria a Leah fuera mas fuerte y no se dejara de nadie,Ada muy bueno el capitulo saludos!
Hola este capi me hizo recordar mi epoca de adolescente cuando creia que sabia mas de la vida que mi mamá y dejame decirte que mas de una vez estuve muy equivocada espero que a leah le vaya mejor aunque siento que sam solo esta jugando con ella espero que ella no llegue a meter la pata y trate de arreglar las cosas con su mamá en espera del siguiente capi
saludos y abrazos desde México
pobre leah, primero la bruja de su madre y despues el desprecio de sam, aun asi creo q todo por lo que esta pasando le esta sirviendo para forjar su personalidad y al final será sam el que la siga como un perrito.Besos xicassssss
Hola Ada.
Una historia muy de hoy, muy real.
Ya sabía yo que Sam no era de fiar, no me gusta, no me parece que la quiera de verdad, no se esa manera de tratarla. Espero que se arrepienta de ello. Leah no se lo merece.
La madre es muy dura pero ¿no tendrá razón en ser asi? Aunque eso no hace que Leah me de pena.
Un beso, muy buena historia la primera que leo con otros personajes distintos a Bella y Edward, creo que ya te lo he dicho.
Sigo leyendo a ver como sigue eso
@PaTy_sev cariño todas de adolescentes vemos a nuestra madre como un ogro y una bruja, aveces no sabemos lo que en verdad hacen esas valerosas mujeres, ya luego verás
Hola Adita me gusto el capitulo no importa que sea de transicion, pobre Leah despues de estar castigada piensa que va a regresar y Sam la va a recibir bien y nada sale como todo un patan, no se porque pero sigue sin agradarme este Sam presiento que no traera nada bueno a Leah,,,,,,, y pienso igual que tu Ada de adolescentes creemos que los que nos dice nuestra madre es para hacernos sufrir porque nos odian y no quieren vernos felices pero la verdad es que tanto nos aman que solo quieren nuestro bien aunque en ese momento no lo comprendamos, yo hasta hoy que soy madre puedo entenderla y valorar todo lo que hizo por mi ........
Besos Adita y gracias por el capitulo
Sam en si es una contradicción ¬¬
Pobre Leah tremendo castigo que le dieron ,aunque no me gusta mucho la actitud de Sam ....Gracias nena....Besos...
cunado pones mas de una vida de oportunidades plis ya ase falta
Hola Ada gracias o el capi besos
ada eres una genia cada vez q leo tu historiaa me enreda y atrapa massss pobre leah...ojala le salga biennn tras este cretino de sam bss linda cuidate y sigue asii bss TERESA
Adita el capí estuvo fabuloso. Me encantó que Leah dialogara con Sam y las cosas se arreglaran. De verdad ellos necesitaban dialogar. Por otro lado, me sorprendio que ella se revelará contra su madre, pero esta la trataba como una niña y no le permitia ni tener amigos. De verdad que le historia este excelente. Ansiosisima por el próximo, Saludos!!! Feliz Martes!!
Ada, vaya, que decirte, es un capi de cambios, pero tambien como que no me gusto la actitud de Sam y mucho menos la de la mamá de Leah, pero ya se ve que esa es un vieja hincha.
Besitos y nos leemos despues.
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