Pagana
_Estos… estos me gustan, ¿no crees que se verían lindos
sobre el sofá?_ la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos, que últimamente
se dirigían mucho al pasado sábado por la noche. Asentí con una media sonrisa y
tomé la manta tejida con lanas rusticas que ella sostenía entre sus manos, era
preciosa, una mezcla entre naranjas y rojos bermellones que combinaría
perfectamente con mi sala.
Estuvimos todo el miércoles de compras adquiriendo todo lo
necesario para terminar de equipar mi nuevo departamento, mi madre se llevaría
algunas cosas a Jacksonville pero algunas cosas más necesarias que yo
necesitaría me las dejaría. Phil seguramente estaba atravesando ese sentimiento
de culpa por llevarse a mi madre lejos de mí, por lo que me regaló mi nueva
cama equipada con cobertores nuevos y todo, literalmente me había enamorado de
mi cobertor blanco relleno de lumas de ganso y de las almohadas a juego, ya no
veía la hora de estrenarlas.
Me sentía como una mujer a punto de casarse buscando precios
y artículos para su lista de obsequios de boda, recorriendo los pasillos del
bazzar junto a mi madre que no paraba de anotar códigos y colores en su
libreta. Esto me hacía sentir realmente incomoda, mi madre formaría un nuevo
hogar con su amor en otra ciudad, una casa nueva y todo lo que eso conlleva y
por más que insistí que no quería que gastaran dinero en mi, Phil y mi madre
insistieron en obsequiarme cosas hasta innecesarias.
Culpa.
Poderoso sentimiento.
Cuando se lo planteé a Phil en la cena del día anterior, él
solo me dijo que lo hacía por mamá, porque quería que ella se fuera tranquila
sabiendo que su hija quedaba con todas las comodidades y que no le haría falta
nada, que solo me dejara mimar por ellos porque a demás, él había liquidado la
primera mitad de su contrato y era un buen dinero que tendría un buen fin. No
podía dudar eso y mucho más, me hacía feliz… mi madre estaría muy bien cuidada.
_Esto!... oh mira qué bonito Bella ¿no te gusta?_ continuó
mi madre alzando entre sus manos un cuadro con el retrato de una mujer, era uno
de esos dibujos a carbonilla con la forma de una mujer desnuda, hermosa y
diáfana, una mujer cualquiera, con un rostro cualquiera, era hermoso, pero me
sentiría rara con un retrato de una mujer desconocida en mi casa. Hice una
mueca de disgusto y mi madre rodando los ojos dejó la pintura en su lugar.
_Pero tienes que tener un poco de arte en tu nuevo apartamento, algo que le de
frescura y distinción._
_Mamá… ¿en serio? ¿Distinción?..._ pregunté con reproche.
_¿sabes qué? Simplemente me gustaría algunas de tus fotografías en la pared de
la sala, sería un lindo detalle_
Ella se detuvo volteando a mirarme con los ojos bien
abiertos y brillantes, lentamente vi cómo abrió los ojos y saltó hacia mí para
envolverme entre sus brazos.
_Oh Bella, hija!... ¿en serio quieres unas fotografías en tu
sala?_ oh sí… le había dado exactamente lo que la calmaría de esta racha de
culpa exteriorizada en compras.
_Si mami, por supuesto que sí, con eso me es suficiente… a
demás, tengo mi biblioteca, eso también es arte_ abracé sus hombros con uno de
mis brazos y continuamos caminando por los estrechos corredores del bazzar.
_Si… como si fuera arte leer pornografía escrita_ rodó los ojos
Oh por dios…
_Mamá!_ miré por todos lados, mi madre hablando de la
"pornografía" que leo.
_Sherriyln Kenyon… J.R. Ward… E.L James…_ contó con los
dedos _eso no es literatura bebé, es pornografía, hazme caso_
_Oh por todos los cielos_ gemí tapando mi cara con ambas
manos, ¿a caso mi madre leía lo que tenía en mi biblioteca personal, en mi
habitación?
_Por cierto, alguna vez me explicarás que es eso de BSDM… lo
he buscado en el diccionario y esa palabra no aparece…_ murmuró mientras alzaba
de una de las vitrinas un jarrón de cerámica.
_Porque no es una palabra, son siglas de algo que nunca
querrás saber…_ dije por lo bajo mirando detrás de mí, tenía la impresión de
que éramos escuchadas por todo el lugar o sería porque era tal silencioso.
_Mamá, en serio… tengo todo lo necesario ya, si me hace falta algo lo compraré
con mis ahorros, sabes que trabajo ¿no?. A demás tengo que volver al trabajo,
León me dejó solo por la mañana, tengo que trabajar hasta las cuatro a partir
del medio día y luego debo ir con Leydi para hacer prueba de vestuario_
_¿Seguiras bailando en ese club cariño?_ me preguntó
volteando hacia mí, pude ver la seriedad y la preocupación en sus ojos. De
alguna manera sabía que esa preocupación era bien fundada, ella estuvo de
acuerdo desde un principio en que yo bailara en un club nocturno, de hecho fue
mi primer admiradora cuando al abrir sus puertas "Enigma" ella estaba
sentada en una de las mesas vip junto a Phil. Ella me alentó desde pequeña a
bailar, por supuesto que comencé probando con ballet, pero cuando se convenció
de que lo mío no era ese estilo, probamos con varios más hasta que finalmente
mi talento salió a relucir cuando me coloqué mi caderin de monedas y mi velo de
seda. Ella decía que había sido una tonta al no ver que ese tipo de baile
corría por mis venas, que era una herencia que mi padre me había dado, tenía
sangre marroquí corriendo por mi cuerpo y según ella, era lo que me hacía
bailar a la perfección.
Tal vez era cierto, amaba bailar danzas árabes y lo que más
me gustaba de este estilo, era la posibilidad de fusionar varios estilos con el
árabe y divertirme bailándolos, amaba ser osada y atreverme a más. Y eso era lo
que tenía preparado para este sábado siguiente.
Sabía que no era necesario, pero mierda… quería impresionar
a cierto personaje de ojos verdes que me miraba como si quisiera comerme, no
podía asegurar su presencia, pero esperaba que no faltara a nuestra cita de
cada sábado, al menos esperaba que su deseo de volver a verme fuera tan fuerte
que lo llevara a asistir el sábado. Porque el sábado iba a ser… su diosa
pagana.
_Bella!_ di un respingo con la llamada de mi madre, la miré
y ella señaló mi bolso. Entonces escuché la canción de Maddona "La isla
bonita" que era el timbre de Leydi, me apresuré a revolver mi bolso hasta
que por fin encontré mi celular al fondo del mismo.
_Nena!_ dije cuando atendí a punto de que terminara la
llamada.
_¿Qué haces cariño?, ¿aún estas con tu madre?_
_Estoy, sip… salgo de aquí en cuanto pueda_ dije mirando a
mi madre que rodó los ojos y continuó con su búsqueda entre los ánqueles y
vitrinas _y salgo para el restaurant ¿y tú? ¿llevo algo a tu casa hoy? ¿un rico
aperitivo? ¿nachos para Jake? ¿unas películas?_
_Oh no, Jake ya tiene las películas para hoy, pero él no se
quedará a verlas con nosotros, al parecer conoció a una nena y saldrá en una
cita. ¿Puedes creer que en este momento está con ella y yo me tuve que quedar
esperando el camión de proveedores aquí en el club?... perro_ masculló la
última palabra en castellano.
_Hey… si pudiera iría a hacerte compañía nena, pero León me
mata si no voy, ya le había pedido permiso la semana pasada, a demás me
descontará más horas y no estoy como para eso_
_Es verdad… oye! Ya conseguí los accesorios que te pondrás
el sábado, una hermosa y rara tiara en la cabeza, algo con estilo hindú que te
gustará, a demás conseguí un par de brazaletes y pulseras de alpaca, tendríamos
que ir alguna vez al mercadillo de la costa, hay muy buenas cosas artesanales._
_Algún día_ dije alzando entre mis dedos un extraño adorno
tribal, como una máscara de madera pintada con tonos tierras y unos gruesos
labios rojos, parecía alguna cosa africana o algo parecido.
_Bien, es un trato… oh! Ahí viene el camión al fin. Te
espero esta noche en casa Bella, no se te ocurra no ir… mi madre quiere que
pruebes su nueva salsa de quesos. Ya sabes… eres la experta culinaria luego de
ella_ dijo sin interés.
_Bien nena, te veo esta noche, no veo la hora de probarme mi
nuevo traje ¿es bonito?_
_Obvio que si! Lo hice yo… lo amaras, es tan… salvaje y
tiene una cosa tan trivial, te gustará_
_Bien, te dejo, tengo que correr e ir al restaurant_
Nos despedimos y fui tras mi madre, que se había alejado
unos metros delante de mí, cuando me acerqué ella miraba unos bonitos platos
blancos con diseños antiguos,
_Mira estos Bella!_
_Nada de porcelana para mí René_ dije sacando el plato de
sus manos y tomándola con la mía para arrastrarla a la caja para así salir de
allí _vamos a pagar esto mamá, que León me está esperando, mi reemplazo tenía
turno con el dentista y tengo que estar puntual_
Mentira… pero si no lo hacía no la sacaría más de ese lugar.
Frustrada totalmente y solo con una decena de códigos
escritos en su libreta fuimos a pagar a la caja, nos dijeron que podíamos pasar
a retirarlo en cualquier momento de la semana, por lo que me encargaría el
viernes al salir de la Universidad, el fin de semana sería mi tiempo para
decorar mi nuevo hogar. Tendría que pedir la ayuda de algún espécimen
masculino, no podía cargar una alfombra de más de veinticinco kilos en mis
hombros, tal vez Jake, tal vez Eric.
Cuando dejé a mi madre segura dentro de un taxi al salir del
bazzar y besar su frente para quedar vernos por la noche, comencé a correr por
las calles de Chicago hacia el restaurant. Estábamos en pleno centro, el Loop y
solo me separaban de mi destino unas diez cuadras que tendría que hacerlas
corriendo, tomar un taxi para hacer diez cuadras me tomaría más tiempo del que
lo haría corriendo sorteando personas. El tráfico en Chicago era terrible en
pleno mediodía, el centro de la ciudad y las avenidas principales se atestaban
de gente que salían de su trabajo para disfrutar de su horario de refrigerio.
Los hombres y mujeres de traje eran los que más poblaban estos lares por estas
horas, dios… León me iba a matar.
Estaba por cruzar la Avenida Michagan cuando el semáforo
cambió a rojo y tuve que detenerme, miré mi reloj, faltaban quince minutos para
la una del mediodía, estaba segura que si León no me despedía me haría hacer un
par de horas más mañana. Respiré jadeante moviendo mis pies y esperando a que
el semáforo cambiara a verde y al fin pudiera pasar cuando vi un flameante y
llamativo Aston negro con sus vidrios oscuros, hizo chirriar las ruedas cuando
se estacionó a media cuadra de donde estaba yo, fuera de Pizzano´s, una famosa
pizzería en la ciudad. Negué con la cabeza, los ricos y sus porquerías, no se
cansaba de llamar la atención a la hora de ostentar sus ridículamente caros
juguetes.
Al fin el semáforo se puso verde y pude cruzar, corrí entre
la gente aferrando mi bolso a mi pecho y jadeando agitada hasta que hice un par
de cuadras más y al fin llegué a "Bellisima". El restaurant estaba a
rebosar de gente, así que sin perder tiempo entré por la puerta delantera y
agachando la cabeza caminé derecho hacia las cocinas,
_Isabella!_
Oh mierda… León.
_León lo siento, lo siento tanto, no volverá a suceder, mi
madre no podía abrir sus garras y dejarme ir, por favor… no me despidas_ dije
juntando mis manos cual niño rezando, él frunció el seño y me miró las manos.
León era un hermoso espécimen masculino de unos cuarenta años de edad… gay. Él
era un amor cuando no estaba enojado y cuando no estaba en juego su negocio y
su negocio era su restaurante, su vida era el restaurant y temía que pensara
que yo estaba jugando con ello. Todo por culpa de mi amada madre.
_Baja esas manos niña_ dijo entre dientes para luego caminar
a detrás de la caja registradora y volverme a mirar esta vez con una sonrisa
bailando entre sus labios _con que te torture tu madre es suficiente castigo,
así que ve a cambiarte y atiende las mesas del área privada… vamos, vamos_
aplaudió con rapidez _que los clientes esperan y hoy están muertos de hambre_
_Te amo_ dije acercándome a él y dejando un beso sonoro en
su mejilla, el chasqueó su lengua y agitó su mano echándome. Salí corriendo
hacia los vestidores, me cambié mis jeans ajustados y degastados por un
pantalón negro de sastre y mi camiseta de hombro descubierto que tenía el
rostro de Marylin Monrroe en el frente por una camisa de pinzas ajustada en
color blanco, despojé mis converse por las ballerinas negras que siempre
mantenía en mi casillero y luego de ponerme mi delantal a rayas negras y
blancas, ajustarlo a mi cadera y tomar mi libreta y pluma para las anotaciones,
salí a atender a la gente hambrienta que allí iba a alimentarse, pobre gente…
no gastaban menos de doscientos dólares para saciar sus famélicos estómagos.
El medio día pasó rápido y se convirtió en poco tiempo en la
tarde, los comensales ya se habían marchado saciados y bien servidos, con la
pansa llena y el corazón contento y yo estaba en las cocinas terminando de
lavar los pocos vasos que habían quedado de los últimos en irse. Mis piernas me
dolían, no precisamente por haber ido y venido de mesa en mesa llevando por
horas una bandeja con diferentes platos cuyos valores no bajaban de los cien
dólares, sino por la recorrida de la mañana con mi madre buscando bazares y
tiendas de decoración interior, a demás había pasado toda la semana ensayando
mi número para el sábado, las caminatas a la Universidad luego de los ensayos,
etc… estaba agotada y necesitaba unas buenas horas de siesta. Hoy habíamos
quedado con Leydi pasar por su casa por la tarde luego del restaurant,
usualmente a esa hora me iba a la Universidad, pero hoy el profesor de la única
materia que teníamos decidió faltar por una intoxicación estomacal así que
tenía prácticamente mi día libre.
Sequé mi frente transpirada con la manga de mi camisa
blanca, tendría que llevarla a casa para lavarla junto con toda mi otra ropa,
el olor de comida que quedaba impregnada en ella no era nada bonito, a veces
hasta me asqueaba y llegaba con nauseas a la Universidad, pero ¿qué le iba a
hacer? Mi vida era así… Restaurant, Universidad y ensayos y lamentablemente no
veía una ducha hasta llegar a casa.
Fui hasta los vestidores y luego de colocarme mi ropa de
siempre salí de "Bellisima" como alrededor de las 5 pm, no tenía
ganas de caminar hasta el metro, por lo que tomé el autobús que me llevaría a
las afueras de Chicago a la casa de los Black, Ravenswood era mi destino.
Suspiró cuando se bajó del autobús quince minutos más tarde.
Tomó una respiración profunda que la obligaba a llenar sus pulmones de ese aire
frío pero puro, odiaba la polución en la ciudad de los "Vientos" como
su madre estaba acostumbrar a Chicago, algo que compartía con el resto del
habitantes. A demás adoraba el sonido a silencio en esos lugares donde, lo
déspota de la polución ambiental y auditiva aún no llegaban, iba a extrañar esa
sensación de liviandad que la embargaba al llegar a casa, que como la de los
Black, estaba ubicada a las afueras de la ciudad. Ahora ella se uniría al resto
de los mortales que vivían sus vidas aceleradamente en el Loop… pleno centro de
la ciudad.
Caminé un par de cuadras más con mi bolso al hombro, la casa
de los Black era exquisita, era una clásica casa de dos pisos que contaba con
varias habitaciones, un amplio jardín y una familia feliz viviendo dentro de
ella… era de esas donde hasta la habitación de huéspedes tenía baño privado y
una sala de juegos que contenía desde una mesa de pool hasta un futbolito. Los
Black eran una familia acomodada, no rica, ni millonaria, no… ellos eran de
origen humilde y ella misma había sido testigo a través de los años cómo esa
familia fue evolucionando. Billy había llegado hace diez años a Estados Unidos
desde México y era un comerciante y feliz propietario de una gran ferretería en
el centro de la ciudad, Sue era ama de casa, la señora feliz que regía las
vidas de quienes allí vivía, era el faro seguro de los dos jóvenes que allí
vivían y quienes estaban tratando de desplegar sus alas y salir de debajo de la
protección de su madre, Leydi… mi amiga, la pervertida numero uno de
"Enigma" y todo Chicago, mi hermosa niña que se había ganado mi
corazón a pulso durante ese período adolescente en el que no sabía para qué
lado tomar, Leydi siempre estuvo allí jalando hacia el lado correcto y Jacob,
el hermano mayor de mi amiga… había nacido solo tres años antes que ella y a
pesar de eso habían logrado formar una extraña y envidiable simbiosis que hasta
para mi a veces era inexpugnable, él era, a pesar de ser tres años mayor que
Leydi, de lejos más maduro…
Por favor que mi niña no lo oiga…
Sucedía que Jake sabía y tenía muy en claro desde muy
temprana edad, hacia donde quería ir. Él tenía muy centrada sus metas y
proyectaba a futuro mandando por el diablo el pensamiento de su hermana, que
era "Carpem Diem"… vive el día. No, él había estudiando negocios en
la Universidad de Chicago durante cuatro años y cuando terminó sus estudios
sacó un préstamo en el banco ayudado por su padre. Pronto realizó su sueño
abriendo el club más popular de la ciudad y uno de los más exclusivos ¿cómo lo
logró?... ni puta idea. Pero él simplemente había derribado todo prejuicio que
decía que nadie con tan corta edad podía ser exitoso por sí mismo. La familia
Black era sin duda mi segunda familia, una familia que llenaría el vacío en
cuanto René le dijera adiós a Chicago.
Estaba en el porche de los Black cuando mi celular sonó en
mi bolso, un nuevo mensaje de texto entraba en mi casilla. Toqué el timbre a la
vez que abría mi bolso para buscar el aparatito hasta que di con él, en la
pantalla titilaba un mensaje nuevo de un número telefónico que no conocía y que
no tenía registrado en mi agenda. Fruncí el ceño y abrí el mensaje…
Espero que te gusten…
E.C.
¿Qué?
¿E.C?
E.C… E.C… comencé a repasar por mi mente alguien me haya
conocido con esas iniciales, y no… oh espera… ¿E.C? ¿podría ser…? No…
seguramente era alguien que se equivocó. Si, seguramente alguien que se
equivocó.
_Bonita!..._ alcé la mirada a la puerta frente a mí para ver
a Sue en ella con una sonrisa feliz en su rostro, dejé mis pensamientos sobre
ese misterioso mensaje para después y guardé mi celular en mi bolso. Abrí mis
brazos y dando un paso a ella nos envolvimos en un abrazo tierno y
reconfortante, allí estaban los segundos brazos, luego de los de mi madre, que
me cobijaban como a una hija. _Estoy haciendo una receta mi niña que te
encantará_
_Gracias Sue…_ me separé de ella luego de dejar un beso en
su sien y entré a la casa para encontrar a Billy sentado en el sofá mientras
miraba algún partido de futbol en la televisión, con una cerveza en la mano y
el control remoto en la otra. Si mi padre hubiese estado conmigo, me hubiese
gustado encontrarlo así al entrar a casa día a día, era la imagen de un padre
feliz, de un padre de familia y aún ausente concentrado en la tv, pero un padre
dispuesto cuando se lo necesitaba. Pero no… el único padre que había conocido
era mi propia madre, él lo fue todo para mí durante toda mi vida y nunca
necesité de un concepto paterno, una presencia física de él… porque ella fue
tan padre como madre para mí. Charles era sin duda el hombre que me concibió,
mi padre biológico que nunca supo de mí hasta seis años atrás, ambos éramos
torpes cada vez que nos hablábamos por Skipe, ambos éramos tímidos y luego de
seis años aún nos costaba entrar en confianza.
_Bella!... ¿quieres acompañarme? Los Bears le están ganando
por 10-5 a los Cardinals, es histórico niña…_ Billy levantó su cerveza y brindó
al aire sin dejar de mirar la televisión. Sonreí negando con la cabeza dejando
mi bolso y abrigo sobre el sofá a su lado.
_No Billy, sabes que no me simpatiza el futbol y no lo entiendo_
fui hasta él y besé su mejilla, él revolvió mi cabello haciéndome reír _iré a
ayudar a Sue con la cena_
_Has esa salsa rica que tú sabes hacer niña! La de tomates,
pimientos y aguacate… hay nachos para acompañar_
_Hecho Billy!_ grité entrando a la amplia cocina de Sue. _¿Y
Jake? ¿Leydi? Pensé que ya estaría aquí, la llamé temprano y me dijo que estaba
en el club esperando proveedores_
_Si, lo estaba. Jake no pudo ir porque creo que conoció una
chica, así que no estará aquí esta noche tampoco _ Sue comenzó a cortar
mussarella en trocitos para luego colocarlos sobre la pasta que iría a
grillarse al horno, fui hasta el refri y comencé a sacar lo necesario para
hacer mi salsa especial para nachos _Y le pedí a Leydi que pasara por el postre
así que debe estar por llegar… oh Bella! Vi el atuendo nuevo que te hizo para
el sábado y está increíble, serás una hermosa diosa pagana cariño…_
_Esa es la idea Sue, este sábado quiero jugar un poco con
los estilos. Sheila me ayudó a fusionar el hindú con el árabe, ensayé toda la
semana, el baile será increíble, le diré a Jake que lo grabe así lo ves._
_Oh Bella, sería lindo verte en vivo… pero ya sabes que a
Harry no le gusta salir mucho y menos a esos lugares_ rió divertida. Me acerqué
a ella y la abracé por los hombros, _ya pasó nuestro tiempo, pero viendo cómo
mi hija trabaja con tu vestuario y Jake te alaba con cada baile que haces, digo
"Valla que es buena" aunque no te vea_
_Te quiero Sue…_ besé su mejilla _ahora entiendo por qué
mamá se va sin hacer mucho escándalo… porque sabe que me deja en buenas manos_
_Oh cariño… si sabes que te quiero como una hija._ palmeó mi
mano que estaba sobre su hombro y sonrió cuando ambas escuchamos la puerta
principal cerrarse y un "Hola pa!" en la sala. Mi mejor amiga había
llegado.
_¿Y eso?_ la voz de Billy se oyó con una pizca de reproche
en ella _¿tienes algún admirador Leydi?_
_Papá!... pff… no, no son mías…_ masculló entrando a la
cocina.
Alcé las cejas cuando vi entre sus brazos un ramo de flores
enorme envuelto en hermoso papel color madera y cintas en color azul noche.
_Hola mamá_ saludó rápidamente _Swan a mi habitación ya!_
dio media vuelta y desapareció de la puerta de la cocina para luego escucharse
sus pisadas rápidas por la escalera _Ya! Dije!_
_Agh_ mascullé soltando a Sue y dejando a medias la salsa
para los nachos, _Sue… lo siento… yo_
_Ve, ve, ve, yo terminaré aquí cariño, no te preocupes_ me
echó de la cocina con un movimiento de su mano y salí de allí para segur a mi
amiga escaleras arriba. ¿Leydi tenía un admirador? Oh cielos! Si… no me
sorprendía en realidad, ella era preciosa, una linda americana con sangre
latina que seducía a los chicos con su mirada oscura y misteriosa, su cabello
azabache y su cuerpo de infarto, no me extrañaba que alguien estuviese babeando
a los pies de mi amiga.
Entré a su habitación decorada en tonos rojos y me dejé caer
sobre su cama, ella había dejado el ramo sobre la mesa de estudio y se había
pasado a un lado con los brazos cruzados y una sonrisa algo críptica en su
hermoso rostro.
_¿Qué?_ dije frunciendo el ceño. _¿de quién es? ¿Por qué no
me constate que alguien te estaba rondando?_
_¿Qué alguien me estaba rondando?_ dijo sonriendo más
ampliamente… ¿qué carajo le pasaba? _bueno, tenlo por seguro Swan, no es a mí a
quien rondan_ alcé mi ceja mirando el ramo de flores, que por cierto eran
preciosas… podía oler el jazmín desde que Leydi había entrado por la puerta,
era mi flor favorita _oh… si lo dices por este hermoso ramo, bueno niña…
simplemente levanta es lindo y dulce culito de mi cama y ven a leer la tarjeta
que se esconde entre las flores, juro que no la leí._
No sé por qué no le creí.
Lentamente me levanté de la cama y caminé hasta su mesa de
trabajo, si Leydi estaba jugando conmigo… mierda, se ganaría una buena
venganza. A cada paso que daba el aroma a jazmín se intensificaba y me hacía
querer hundir mi nariz entre esas flores, ¿quién podría ser el que las envió y
saber al mismo tiempo que esas eran mis flores favoritas?
Un sobre pequeño blanco con bordes dorados estaba perdido
entre las flores azules, eran raras, nunca las había visto y combinadas con los
jazmines olían realmente bien. Saqué el papel pequeño que estaba dentro del
sobre y lo di vuelta para leerlo.
"Comencemos de nuevo… mi ofrenda de paz y lo que
conozco de ti, belleza y sensualidad… ¿me permites conocerte aún más?"
Edward Cullen.
Edward Cullen!
Alcé los ojos y miré a mi amiga. Mi mirada llena de
preguntas, unas más importantes que otras, más urgentes, más interesantes sus
respuestas.
_¿Qué?... ¿dónde lo viste? ¿cómo es que…? Leydi…_ entonces
recordé el mensaje en mi celular, E.C! oh mierda… _Leydi! ¿a caso lo viste hoy
y le diste mi número?_ ella abrió los ojos asustada y dio un paso atrás al
mismo tiempo que yo daba uno adelante.
_¿Qué?_ gritó tapándose la boca _mierda, pensé que me iba a
dar tiempo_
_¿Qué?_ inquirí, ella dio un saltito y alzó las manos _te
escuché!_
_Bella, calma… el pobre, verás… es como para reírse_ largó
una risita nerviosa _el pobre tipo estaba desesperado por contactarse contigo,
él… fue al club pensando que tal vez tú estarías allí… no lo sé, en su mente
retorcida pensaría que duermes allí o ensayas, él… mierda, me dio el ramo de
flores implorándome que te los diera. Bella… me puso esos ojitos, parecía un
cachorro mojado y abandonado en medio de una lluvia torrencial_
_No me vengas con eso Leydi!_
_Bella, pobre, lo dejaste así el sábado pasado_ hizo un
gesto que casi me hace reír, casi, alzó su brazo empuñando su mano con fuerza
_y el tipo solo quería pedirte perdón, en mi mendo Swan eso es una muestra de
valor y me pareció que se merecía al menos tu número de teléfono para
resarcirse_
_¿Te ofreció dinero a ti también Ley?_ pregunté
desilusionada. Ella volvió a abrir los ojos asustada y comenzó a negar con la
cabeza,
_No!... ¿cómo se te puede ocurrir? No, no, no… él solo me
dio el ramo y me dijo que nadie le había querido decir nada de ti, que no se le
había ocurrido otra cosa que ir al club a dejarlo para ti, porque quería
disculparse y no tenía cómo. Bella, dale una oportunidad._
_Leydi, tú sabes cómo protejo mi mundo, Sabella es cosa
aparte y se queda allí, dentro del club, no tiene que salir de allí _ dije
rendida, caminé hasta la cama y me senté sin fuerzas.
_Lo sé, lo sé bebé, romí tu regla… pero entiende, él se veía
tan vulnerable. Me ganó, el tipo sabe cómo convencer. Mierda… que tonta fui,
perdón._ ella se arrodilló a mi lado y me tomó las manos _Bella… dale una
oportunidad_
_No puedo Ley… no quiero, él solo conoce esa parte de mí, la
parte que todos en ese club quieren, no es diferente a los demás._
_Tal vez no es lo único que quiere…_ dijo con una sonrisa
leve _a demás creo recordar que te cayó bien, es decir, te gusta_
Suspiré mirando la tarjeta en mis manos, su letra era
hermosa, estilizada y fina, _Me gusta sí_ demasiado _pero aún así, no quiero
mezclar las cosas, una cosa es verlo allí en el club, jugar con él, atreverme a
seducirlo… y otra muy distinta es hacerlo cuando soy Bella. No sé nada de él,
solo su nombre… y que es capaz de pagar por mi presencia._
_Y que pago!_ gruñó mi amiga. La miré alzando una ceja y
ella carraspeó _lo siento, lo siento_
_¿Qué más te dijo?_ pregunté sabiendo que mi amiga era una
lengua suelta y ese detalle combinado con que Cullen era de esos hombres que
estaban acostumbrados a obtener lo que desean…
_Nada más en realidad, creo que quiso saber muy sutilmente
si ibas al Club a ensayar, si luego yo te vería… no sé_
_No te siguió ¿no?_ pregunté rápidamente, ella me quedó
mirando sin emociones para luego mirar por la ventana de su cuarto _Leydi!_
dije pateando el suelo.
_No lo creo Bella, cálmate… me vine en bus._ rodó los ojos
exasperada, Ayy! La mataría por bocona _por cierto ¿no piensas contestarle su
mensaje?... si no lo haces creerá que le di un número equivocado a propósito_
_¿En qué me metiste Ley?_ gruñí escondiendo la cara entre
mis manos. Oh dios, oh dios, oh dios… ¿y ahora?
_Dame tu celu… ¿Qué te escribió el papí?_ alzó la mano
demandante y tuve que ir a buscar mi aparatito para tendérselo. Ella miró el
mensaje _woou… críptico, pero directo, me gusta…_
_Dame_ le quité mi celular de las manos y pulsé responder…
uff… ¿y si él tomaba esta respuesta como una puerta abierta para intentar algo
más? ¿quería yo abrir esa puerta? Mierda Bella… piensa, piensa, él desea a
Sabella, lo dejó claro desde un principio, él se siente atraído por mi alter
ego no por Bella. Él no conoce nada de mí… ¿qué sucedería si le diera la
oportunidad de conocerme? ¿se desilusionaría? Solo soy una estudiante
universitaria bailando por pasión y por el buen dinero que esto le trae, no por
lo que él desea… sexo.
Me sentía ambivalente, le estaba dando vueltas a un asunto
que igualmente estaba fuera de mis manos, él seguramente iría al club si su
interés persistía y nuevamente intentaría un acercamiento, estaba esperando por
ello, pero al mismo tiempo no quería. Maldición… él quería a Sabella! Y yo ,
Bella… lo quería a él.
Si tan solo lo hubiese conocido en otro lugar, en alguna de
mis clases, el restaurant… no lo sé, hasta el Starbucks a una cuadra de la
universidad. ¿Sería igual? ¿él hubiese resultado atraído por mí en ese caso?
¿Hubiese sentido al menos curiosidad si me hubiese conocido sin mostrar tanta
piel y sin ser tan osada ante él? Era algo que nunca me iba a poder responder.
Palabras sencillas…
"Si me gustaron, gracias."
Cerré mi celular y lo guardé en mi bolso.
_Bien… a lo que vine, prueba de vestuario_ suspiré con una
sonrisa. Ley abrió los ojos ¿aliviada? Y alzó los puños al aire
_Si!_
Bueno, mi número de este sábado era algo que nunca había
hecho, una fusión entre danzas, la hindú y la árabe… y lo amaba! Sheila era mi
instructora y junto a ella habíamos jugado mucho con la coreografía, era
rítmica, sensual y al mismo tiempo enigmática. Y mi vestimenta era el reflejo
de esa diosa o guerrera pagana que quería interpretar. Un superposición de tela
negra y larga, ajustado en mis muslos y cayendo como la falda raida hasta el
suelo, sobre ella un caderin largo de tela dorada que caía en picos por mis
piernas… me hacía sentir una real guerrera, parecía una cota de malla dorada.
En la parte superior solo un sujetador de tela dorada con bordados en el mismo
tono y monedas como escamas sobre las tazas y algunas cadenas colgando sobre mi
vientre. Los brazaletes y pulseras que Ley me había conseguido eran preciosos,
algunos de plata otros bañados en oro, al igual que mis enormes aros y mi
gargantilla. Lo que más me gustaba era mi tiara hindú que hacía juego con mi
sujetador y caderin, se ajustaba en el tope de mi cabeza, por lo que iba a
tener que sujetar mi cabello con una torzada en la nuca para hacerla lucir…
mierda, quería bailar ya!
Esa noche mientras tenía mi cabeza sobre la almohada,
cansada y con mi cuerpo reclamando un poco de sueño y descanso, mi celular
sonó. Un nuevo mensaje de texto… iba a dejar para leerlo en la mañana
siguiente, pero mi celular era de esos que cada diez minutos timbran molestosos
haciéndote recordar que tienes un mensaje pendiente para leer, por lo que
estiré mi brazo y tanteé sobre la mesa de noche, abrí el mensaje y la luz de la
pantalla me hizo gemir cerrando los ojos, cuando pude habituarme leí… y me
senté de golpe.
"Perdona mi atrevimiento, pero obtuve tu número de una
forma legal. No te preocupes. Lo quería para algo que debo decir personalmente
en realidad y no veo la hora de poder hacerlo. Dulces sueños Sabella"
Sabella…
Esa parte de mí estaba tentada a responderle "No, mi
nombre es Isabella… esta soy yo, la otra es mi otro yo y es una parte muy
atrevida de mi" pero ¿no era eso como echar leña al fuego?
Aunque para fuego estaba yo… él me había escrito otra vez!
Santa santísima mierda…
Quería más.
Pulsé responder, Sabella quería incitarlo bailando la danza
de la tentación frente a sus ojos pero Bella solo quería dejar el teléfono
sobre la mesa y echarse a dormir… Sabella ganó.
"Buenas noches Edward, dulces sueños para ti
también…"
Uff… corto y simple.
Recosté nuevamente mi cabeza en la almohada y cerré los
ojos, esta vez el sueño no llegó tan rápido a mí. Detrás de mis parpados veía
sus ojos, sus pupilas brillando mientras seguía cada uno de mis movimientos en
la pista de baile… sus manos empuñándose sobre su pantalón, mostrando esa tan
pesada y dura erección que de todas maneras yo podía ver, por más ropa oscura
que usara.
El jueves y viernes fueron días tormentosos, no solo en el
cielo, sino en mi vida. Resultó que Edward seguía enviándome mensajes. El
timbre de mi celular sonaba de improviso, en el restaurant lo tuve que poner en
silencio porque León tenía su ojo de águila sobre mí y los comensales no eran
muy pacientes, la clase snob de chicago… ¿cómo podía esperarse que ellos fueran
pacientes? En el supermercado mis dedos volaban sobre el teclado
respondiéndole, me gustaba… a pesar de la mala primera impresión que había
tenido de él, me gustaba esta interacción, eran palabras que rozaban lo
inocente y lo sugestivo, el doble sentido siempre estaba bailando de fondo como
un velo negro semitrasparente que ocultaba su deseo, su lujuria y su pasión.
¿Por qué no la mía también?
"Buenos días preciosa, yo aquí dibujando sueños entre
tazas de café ¿y tú?... E.C"
Reí por su sutil manera de preguntar que hacía de mi vida. Y
si él jugaba con metáforas… yo también.
"Me pregunto ¿cómo será eso de dibujar sueños?... yo
navegando triunfalmente entre personas que se creen mejores que yo :D… lo
usual"
Pulsé enviar antes de darme cuenta de la implicación que
podría haber en mis palabras, ¿se sentiría tocado? Aunch Cullen…
"Eso quiere decir que eres una guerrera. No puedo
pensar menos de ti… conquistas lo que pisas nena, la gente insulsa y la pista
de baile, estoy impresionado"
Reí en los vestidores del restaurant, esto me estaba
divirtiendo.
"Qué bueno que pienses eso de mí… ¿sigues dibujando
sueños aún? ¿Qué eres? ¿Una especie de hechicero? Por mi parte debo ir a
construir los míos…"
Entré a la Universidad esa noche y mi teléfono volvió a
sonar, sonreí y abrí el texto antes de entrar a clases.
"Háblame de tus sueños preciosa… quizá te ayude a
construirlos, soy experto en eso. No, no soy un hechicero… ya me gustaría tener
poderes para hacerte aparecer ahora delante de mí. Arquitecto y a tus
ordenes"
Mierda… Arquitecto. Mmmm
Esa noche mientras me acomodaba entre mis sábanas…
"¿A mis órdenes?... mmm… a ver qué se me ocurre. Dulces
sueños Sr. Cullen, tal vez esta noche, usted… el constructor de sueños aparezca
en los míos"
Oh por dios… Sabella estaba al mando! Ya basta, a dormir.
Nuevamente a la mañana siguiente un texto en mi teléfono,
que leí mientras iba en el bus hacia el restaurant.
"El cielo azul y el viento calmo y como una suave
brisa… ¿será porque ya has despertado?"
Oh Cullen, tus palabras hacen cosquillas en mi bajo vientre.
Mordí mi labio y rápidamente le contesté.
"Tal vez… Sabella se siente poderosa siempre que falta
un día para salir de la vieira y lucir su resplandor. Ve Sr Cullen, a construir
sueños y yo a mezclarme con los que se creen mejor que yo. Buenos días"
Sonreí guardando mi celular. Me sentía eufórica por alguna
extraña razón…
Cuando salí del restaurant y me encaminé por las calles de
chicago hacia la universidad, nuevamente sonó mi teléfono.
"Sortéalos preciosa, písalos como lo hiciste conmigo,
enróllalos en tu cintura y hazlos beber de ti… eres una diosa, tiene que
arrodillarse ante ti. Eres poderosa. Y yo aquí aburrido mirando caras que no
deseo ver…"
¿Caras que no deseaba ver?... ja! Cullen. ¿Alguna ex novia
histérica? ¿Algún deudor? ¿Tedioso tu trabajo? Si dibujas sueños… ¿qué tan
tedioso es eso?
A la salida de la universidad…
"Gracias por las palabras de aliento… ¿deseas ver
alguna cara en especial?. Tal vez tengas suerte este sábado."
Me arrepentí al instante de haber enviado ese mensaje, no,
no… no tendría que haber hecho una invitación tan explícita. Pero Sabella me
tenía poseída… cielos.
A la noche al acostarme…
"Contaba con esa suerte. Me considero un hombre muy
afortunado los sábados, porque ese día las diosas salen de sus escondites y se
muestran… no puedo esperar para ver a una en especial este sábado. Dulces
sueños preciosa Sabella"
Dios! ¿Este hombre quería matarme fundida en mi propio
fuego?
El sábado no hubo mensajes hasta la noche, mientras me
vestía para salir a la pista de baile. Leydi y yo estuvimos desde temprano en
"Enigma" como siempre. Me maquillé rigurosamente, o mejor dicho mi
amiga lo hizo mientras yo me relajaba y repasaba mi coreografía con la música
del baile sonando en mi ipod.
"Hice algo terrible, muy terrible… me atreví a insultar
a una diosa ¿será que ella me perdone? Ya estoy aquí esperando si lo
hace…"
Oh dios.
_¡Está aquí!_ solté mientras Leydi repasaba con rímel mis
pestañas.
_Puta madre Bella!_ dijo en español _casi te saco un ojo
mujer… deja al papi que sufra, va a morirse cuando te vea._
Estaba nerviosa… peor que las veces anteriores. Antes me era
indiferente, era solo un hombre en el montón que babeaban al verme. Ahora era
un… bueno, no sabía qué era, pero un nombre debía haber para dos personas que
se conocen de vista y que con el tiempo comienzan a enviarse mensajes de texto
¿no?
Eran las 11 pm cuando me ubiqué detrás del escenario para
salir a bailar, esperaba que el sj pusiera la pista cuando las luces se
apagaron en su totalidad. Acomodé mi caderin aun más debajo de los huesos de la
cadera, me había puesto mi piercing de diamante de fantasía en mi ombligo para
que mi vientre luciera más apetitoso y acomodé mi tiara de cuero. Mi peinado
estaba impecable… una torzada detrás de la nuca y retoques en mi flequillo al
estilo de una chica pin up.
Sonreí al escuchar los silbidos y aullidos de los clientes
de esta noche, saber que entre ellos estaba él, me estremeció.
¿Haber qué te parece hoy dibujante de sueños?
_Vamos Bella! El papi espera…_ sentí la voz de Leydi a mi
lado antes de salir a la pista. La oscuridad era total y la pista había
comenzado.
Sabella salía de su vieira y comenzaba a brillar… cielos, me
sentía eufórica. Comencé con unos pasos de break dance que combinados con la
música daban un buen efecto, luego bajé unos esclones que Jake había acomodado
para este número y avancé contorneando mis caderas hasta la pista, a metros de
las mesas vip, por la esquina de mi ojo… alcnacé a verlo. En su mesa estaban
solo dos hombres más y él estaba de frente a la pista… no tenía ojos para nadie
más.
La introducción hindú comenzó e hice los movimientos
propios, contorsionando mis caderas, la cintura y mis brazos… mis pies
descalzos tocaban el suelo dejando estelas de fuego en mis entrañas… amaba
bailar. La parte más movida de la canción vino e hice esa parte de la
coreografía, break dance… ondulamientos de cadera, mis manos, mi cintura…
Fuego… baile
Adrenalina… sensualidad.
Y él me miraba… con sus ojos verdes casi penetrando en mi
piel, dejando caminos de ardor por donde sus pupilas recorrían, mis pechos, mi
cintura, mi ombligo… en ese momento lo vi relamerse.
Oh sí papi… mírame, mira como bailo para ti… como muevo mi
cadera como si estuvieras envistiendo en ella… mírame, mírame. Me excita que me
mires, tu puta erección… oh si la veo, allí esta y tengo tantas ganas de ir y
sentarme sobre ella. Sentirla en mi núcleo.
En un momento lo miré fijamente y comencé a caminar hacia él
moviendo mis caderas en ochos, mostrándole dónde mi deseo hervía en ese
momento. ¿Cómo sería apretarlo entre mis paredes?... si! ¿Algún día lo tendría
así? Debía retomar mis ejercicios de Keagel, quería apretarlo el día que lo
tuviera adentro y hacerlo gritar desquiciadamente.
Cielos…
Bailé y bailé frente a él y acaricié con mis dedos muy
suavemente y casi imperceptible, la piel de su mejilla. Él cerró los ojos y
sintió mi tacto para luego abrirlo… un verde oscurecido brillaba en ellos. Oh!
… caminé lejos de allí y continué bailando.
Cuando terminé sobre la escalera con una pose sensual, lo
miré y le guiñe un ojo.
Si papi… todo esto solo para ti…
Desaparecí detrás del escenario cuando las luces se apagaron
y Leydi me recibió como siempre, dando saltitos y aullando.
_Increible!_ aplaudió acompañándome a mi vestidor _bravo!
Bravo!... lo dejaste planchadito! Bravo!... _
Reí negando con la cabeza y tomé una botella de agua mineral
para darle un largo y refrescante sorbo. Un hilo de agua recorrió mi mentón
hasta mis pechos mezclándose con la capa de sudor que revestía mi piel.
Estaba tremendamente excitada… Sabella lo estaba, pero yo
podía compartirlo, era mi cuerpo después de todo.
Entonces mi celular sonó en algún lugar de mi bolso…
Leydi alzó las cejas sosteniendo mis ropas de Bella en sus
manos y yo busqué mi aparatito. Uff… mensaje nuevo del dibujante de sueños…
"Diablos… Sabella, yo necesito, necesito en serio
verte. Sal… sal preciosa, dame tu perdón y una nueva oportunidad. Ven"
Miré a Leydi que con la sola mirada me decía "¿Qué
esperas perra?"… espero que al final de todo esto, mi corazón quede
intacto dentro de esa vieira.
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Siii... vamos Sabella o Bella o quien quera que en este
momento domine su cuerpo jaja!
Se viene, se viene... la diosa se escapó del olimpo y el
papi esta que no da mas... auuuu
12 comentarios:
Uff papi quedo como loco!!,
este capi vimos q Bella esta interesada en Edward pero teme q él este interesado en Sabella y no en ella,solo lo unico q tiene q hacer es conocer a Edward pero el esta comprometido,habra q esperar para ver q pasa entre ellos 2,y si Bella acepta verse con Edward...:)
wowowowowow!!!!! jajAJAJA ME dejas colgada como siempre, pero esperare con ansias el prox cap, jijijijii tambien sabella dejo colgado a edward jijijijiji quisiera tener los poderes de seduccion de ella! te leere pronto!!!
Hola Lu. Me encanta leer de nuevo tu historia por aqui aunque ya te digo que no me extiendo no vaya a ser que comente algo que no deba jajaaja. Pero si te reitero algo que ya te dije y es que quiero una madre como Renée jajajaa. Por otro lado me encanta Leydi, es un personaje que has creado que me gusta un monton, siempre fiel a Bella pero dispuesta a ...echar un mano.
Muchos besos.
DIOS ESTE FIC ME TRAE LOKA MAS D LO COMUN
JAJAJAJAJA GRACIAS X LOS CAPS LULLABY
ES HERMOSO Y MUY HOTTTTTTTTTTTTT
CUIDATE NOS LEEMOS BESITOS BYEEEEEEEEEE
♥ (=
Ufff pobre papi ya me lo imagino como abra quedado... Kiero ver lo q se viene
genial me atrapo excelente espero con ansia el proximo.besos
pd:no lo hagas esperar mas edward pobre no es de hierro
Mi Lu este fic me tiene hechizada, me fasina. Me encanta que Bella este cediendo y se este comunicando con Papi Edward. ¡Qué emoción! Espero el próximo con ansias locas!!! La historia es fantástica!!!! TQM Lu! Feliz Semana!!!
Loveeee!
Meeeee ENCANTOOOOOO esta preciosa tu nove eres una muuuy buena escritora enserio llegara muuuy lejos con esto (: ojalá actualices pronto ;)
ufff!!! como está la historia de caliente!!! no nos dejes asi por favor continua cuando puedas con esta apasionada historia que los protagonistas ya no pueden esperar y nosotras tampoco de saber que va a pasar!!!!
Ohh! Esa Sabella, Bella... No lo se, pero ya tiene a Edward a sus pies! Que mas puede pedir? Vamos nena! Dale una oportunidad
Y como se las esta arreglando Ed para salir todos los sábados con esa prometida controladora que tiene? Ahh! Mijo ya deja a esa que la verdad no la quieres y ve por la chica del baile sensual
PLIS,XQ NO HAY MAS DE EXOTICA??????
XFA NO ME DEJES ASI, ERES DEVERITAS LO MAXIMO.....
POR FA CONTINUA ESCRIBIENDO E ILUMINA MIS DIAS...
BESOS
Madre mía está historia es super excitante
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