Toda la
verdad
No sentía
nada a mi alrededor, ni un ave cantando, ni una briza de aire, ni un sonido
lejano… solo mis sollozos y los del hombre que me abrazaba como si su vida
dependiera de ello. No hubo palabras de más, preguntas ni explicaciones, no
hizo falta mostrar nada… él ya lo sabía.
Nuestro
hermano estaba durmiendo en ese lugar.
Él terminó
sentado en el suelo con mi cuerpo acurrucado entre sus piernas, sus brazos
nunca me soltaron, sus manos acariciaban las mías que, tan pronto lo sentí a mi
alrededor, se aferraron a las suyas.
En un
momento solté mis dedos de sus manos y las llevé al mármol frío y rugoso que
tenía enfrente, acariciando las letras de su nombre ""Thomas Carlisle
Cullen Swan", el hijo no deseado, el que murió por tantas razones juntas,
entre ellas por negligencia, el que se metió tan hondo en mi corazón que me
llevó a querer hacer todo esto, el que una vez me amó, como yo lo amé. El niño
rechazado y condenado.
Me di cuenta
que habíamos quedado solos porque eran solo nuestras respiraciones las que
cortaban el aire, el silencio. Una tenue y difuminada niebla se derramaba en el
cementerio, como si fuera una escena fija de alguna película tenebrosa. Pero no
había nada de miedo allí, no había temor… no. Había aceptación, dolor y
arrepentimiento. Lo podía sentir en el aire.
Edward poco
a poco fue soltando mis brazos, su cuerpo fue separándose de mí hasta que solo
su cabeza reposó en mi hombro y sus piernas me acorralaban, entonces sus manos
volvieron nuevamente a mí, acariciando mi cabello y apartándolo a un lado.
Sentí su aliento entrecortado en mi oído y su temblor.
-¿Tommy?...
¿Cómo… cómo… murió?- sentí las lágrimas en su voz. Lágrimas que no cesaban, así
como las mías.
Negué con la
cabeza, recordarlo era duro, pero sabía que debía ser sincera y clara con él,
iba a matarnos a ambos, pero debía hacerlo.
-Por favor…
no ahora—dije en un susurro, quería un poco de esa paz que ese lugar emanaba,
el silencio, el reencuentro, quería un poco de tranquilidad, porque sabía que
me iba a desmoronar cuando lo dijera, cuando contara toda nuestra historia y
para cuando la terminara, no estaba segura de que aun estarían los brazos de
Edward para atraparme. Esperaba que si…
-¿Cuándo?...
Necesito saber… por favor—besó el tope de mi cabeza reconfortándome, tal vez él
presentía lo duro que era para mí.
Me separé de
él y comencé a levantarme de mi lugar, pero él se adelantó y me tomó de la
cintura ayudándome, las piernas me temblaban. Me tomé de sus ante brazos un
momento para reestablecerme y lo miré. Dios… oh Edward… Sus ojos estaban
irritados y las lágrimas corrían por sus mejillas, la pena que emitía su mirada
rompía mi alma y me destruía. ¿Por qué tuvo que pasarnos esto? ¿Por qué de
todas las personas del mundo justamente él tenía que ser hijo del hombre que
odiaba? ¿Era un castigo por lo que quería hacer? ¿Era un regalo?
Él tomó mi
rostro entre sus manos y con sus pulgares limpió mis mejillas mojadas, -Estamos
juntos en esto Bella… hui… pero aquí me tienes… estoy dispuesto a escuchar— se
acercó a mí y besó mi frente casi con devoción y luego de dejar unos segundos
sus labios en mi frente, bajó la cabeza y apoyó la suya en la mía tomando mis
manos.
-Quiero
saberlo todo… todo. Aunque duela Bella, quiero toda la verdad. ¿Tommy?—sonrió
entre lágrimas, largando un suspiro entrecortado -¿cómo era? ¿qué… le gustaba?
¿qué le sucedió?—él emitió un sollozo cerrando los ojos –oh dios… ¿qué le
sucedió?—
Lo abracé
lanzándome a él, con mis manos alrededor de su cuello acariciando su nuca, sus
manos repentinamente se aferraron a mi cintura como si fuera su remedio, el
único. Su cuerpo entero temblaba.
-Te contaré
todo… pero no aquí—dije suavemente acariciando sus mejillas, solo eso… él
estaba destruido y yo aún más. No era momento para reestablecer relaciones o
para hablar de amor. Era momento para poner cartas sobre la mesa y decir
nuestras verdades.
Él
rápidamente se secó las lágrimas con las manos y por un momento, solo por uno,
pareció un niño triste y perdido –Yo tengo una habitación, yo… estoy en un
hotel en Forks. No he ido… vine directamente del aeropuerto, no te enojes con
ella… pero Alice me dijo dónde estabas…-
-Lo
supuse—dije cerrando por un momento los ojos, me dolía la cabeza y me sentía
mareada, Edward pareció notar eso porque tomó una de mis manos y tiró de ella.
-Vamos…
vamos al hotel—dijo mirándome con cautela, cuando no dije nada, él volteó y se
agachó nuevamente frente a Tommy. Besó sus dedos y los colocó sobre su nombre,
sin decir nada se levantó y tirando de mi mano nos fuimos del cementerio.
Él había
alquilado un Volvo gris, por lo que luego de entrar en él, condujo por la
carretera hacia Forks. Había comenzado a caer una suave llovizna, el cielo
estaba encapotado y el aire se había puesto frio y pegajoso. Irónico, era así
como se sentía mi alma.
-¿Tienes
frío?—Edward me miró con cierta preocupación y yo negué con la cabeza, a pesar
de que mis manos temblaban debajo del jersey. Él la encendió de todas formas.
Miré por la
ventanilla y suspiré, el silencio dentro del auto era abrumador, el aire podía
cortarse con un cuchillo y podía estar segura que Edward hasta podía ser capaz
de oír los latidos de mi corazón. ¿Qué podía llegar a suceder ahora? Edward me
escucharía, prometió hacerlo, pero ¿me creería? ¿o una vez más me acusaría de
mentirosa y saldría de mi vida? Cielos… no podía imaginarme eso. Sabía que algo
tenía con Tanya, lo que fuera, no iba a poder tolerarlo, así como él no
toleraba lo mío con su padre. Solo esperaba que después de la charla que
tendríamos, él finalmente comprendiera mis motivos.
Entramos en
la ciudad luego de casi quince minutos de viaje en el cual no intercambiamos
ninguna palabra importante. Dobló en una avenida y siguió hasta estacionarse
fuera del mejor hotel del pueblo, que para ser el mejor de un pueblo era decir
mucho. Bajó del auto y mientras me desabrochaba el cinturón de seguridad, él
corrió alrededor para abrirme la puerta.
No me soltó
la mano hasta que llegamos a la recepción y no supe qué pensar ¿él estaba
cuidándome? ¿estaba preocupado por mi? ¿en realidad podía llegar a quererme?
Cuando
llegamos al cuarto, Edward se apresuró a encender la chimenea que había en una
esquina.
-¿Deseas que
pida un café a la recepción? O puede ser otra cosa para tomar…- dijo
acercándose a mí –por favor acércate al fuego, no quiero que te enfermes—
Me saqué la
chaqueta que estaba impregnada de humedad y me acerqué al fuego dejándola sobre
el respaldo de una silla. Me arrodillé sobre la alfombra mullida que había allí
y puse mis manos cerca del fuego. Oh si… era reconfortante, pero aun así,
sentía un frio en mi cuerpo que nada tenía que ver con el clima.
Edward volvió,
se había sacado la chaqueta y el jersey, quedando solo con una camiseta blanca
y un par de jeans, descalzo. Se arrodilló frente a mí y suspiró dejando caer la
cabeza entre sus manos por un momento. Sabía lo que quería… quería que le
hablara de él, el niño que no vivió, nuestro hermano. Podía decir que Edward
estaba desesperado esperando respuestas de preguntas que no podía hacer.
Por lo que
se la hice más fácil y comencé yo, partiendo desde el punto en que había
quedado con mi historia anterior.
-Mi madre
quedó embarazada el mismo día que mi padre tuvo un ataque al corazón. Carlisle
Cullen tomó un vuelo ese mismo día y desapareció de nuestras vidas y mi madre
quedó destrozada, no solo por la huida de su amante, sino por la culpa… había
provocado un ataque a mi padre y había destruido a su familia—tomé una
respiración profunda, Edward estaba aun con la cabeza entre sus manos –le tomó
dos meses para saber que estaba embarazada, nunca prestó atención a sus
malestares, sus mareos ni su falta de regla, ella… quedó en un estado de
depresión de la cual no se pudo recuperar. Papá estaba en casa, era su casa y
no tenía por qué salir, la que tendría que haberse ido era mi madre, pero… tuvo
un poco de sentido común o compasión y se quedó a ayudarme en lo que podía con
papa. Él… quedó postrado a una cama en su habitación, con cables conectados a
su pecho y una máscara de oxígeno constantemente pegada a su cara, tan débil,
tan rendido y sin anhelo de recuperación… la amaba demasiado—me tomé un
descanso secándome las lágrimas que fluían sin ningún esfuerzo por mis mejillas
y me senté con las piernas estiradas, dejando descansar mi espalda en un sofá
cercano. Edward no se inmutó, sabía que estaba escuchando por los temblores de
su cuerpo y la rigidez en su mandíbula.
-Mamá no se
cuidó durante el embarazo, no tomó vitaminas ni ácido fólico, a veces cuando
podía le ponía las vitaminas entre la poca comida que ingería o el ácido fólico
en el vaso de jugo. Si fue a un control prenatal dos veces fue mucho, sin
embargo ella quería a ese bebé… era fruto del amor con su amante—tomé un
respiro preparada para romperme –Tommy nació un 19 de Julio a las 3 pm con
solamente 2kg de peso—sorbí mi nariz y vi a Edward ingerir aire, tomando su
cabello con fuerza entre sus puños –estuvo dos meses completos en incubadora
hasta que alcanzó la madurez de sus pulmones, las enfermeras se encargaron de
alimentarlo y yo, cuando salía del instituto, corría al hospital para
alimentarlo y cambiarle sus diminutos pañales… mamá nunca lo hacía, ella… estaba
deprimida—
-¿Cómo…
era?—preguntó con voz ronca, nunca levanto la mirada.
-Era… tan
rubio, ojos azules intensos y pálido. Era un bebé precioso—dije con una
sonrisa. Tenía que mostrarle fotografías, si Edward se quedaba. Tenía cientos
en casa de Leah, no había tenido el valor de llevarlas conmigo.
-Como
él—susurró con rabia.
-Igual—coincidí
–Los primeros meses fueron acelerados, mi vida se basaba en cuidar a papá,
turnándome con una enfermera que había contratado para ayudarnos, cuidando al
bebé en mis horas libres y mis estudios… no sé cómo fui capaz de hacer todo al
mismo tiempo, pero lo hice—sequé mis lágrimas con la manga de mi jersey –mamá
estuvo ausente la mayoría del tiempo, en su cama auto lamentándose o fingiendo
que no tenía un hijo. Papá seguía en la cama y cuando Tommy cumplió su segundo
años de vida, todo comenzó a cambiar—
Me detuve
midiéndome, no sabía si iba a poder ser capaz de seguir, pero lo necesitaba.
Esto se había convertido de una confesión a una necesidad extrema de
exteriorizar todo lo que tenía atrapado dentro.
-Una tarde…
volví del instituto y la casa estaba misteriosamente silenciosa. Cuando estuve
a punto de subir las escaleras, oí el llanto de Tommy, que estaba tumbado sobre
el suelo de la sala. Corrí hacia él y lo sostuve en mis brazos comprobando su
temperatura… ardía. Mamá por supuesto, estaba en su habitación, para ese
entonces ella había mejorado un poco, pero tenía sus recaída y esa fue una, se
olvidó que tenía un hijo y se fue a llorar entre sus sábanas—tragué saliva y
miré mis manos, temblaban más que las de Edward… él sabía más o menos lo que se
aproximaba –cuando levanté a Tommy del suelo, se quejó cuando le toqué la
espalda y cuando levanté su remera… vi los moratones—mi respiración se tornó
agitada y las lágrimas se atoraron en mi garganta –en un primer momento pensé
que mi madre lo había golpeado… pero ¿cómo explicaba la fiebre?. Llevé a Tommy
al hospital, como pude… llegamos allí en autobús—Edward gruñó negando con la
cabeza.
-El doctor
que lo atendió lo dejó en observación por dos días, la prioridad era que bajara
la fiebre y hacerle estudios para saber qué tenía… ¿por qué esos moretones?
—rompí en un sollozo – mi Tommy había desarrollado una especie de leucemia—
A esta
altura Edward se paró y comenzó a caminar por el lugar tirando de su cabello,
las lágrimas mojaban sus mejillas y resoplaba como toro enfurecido.
-¿Qué
hicieron?... Bella… por favor—caminó rápidamente hacia mí y se arrodilló a mi
lado con gesto suplicante –dime que contactaste a Carlisle...—
¿Carlisle?
¿Ya no era "papá"?
Asentí con
la cabeza aturdida por la súplica en su mirada, -Mi madre reaccionó en su
estado depresivo y escuchó a los doctores, el pronóstico de Tommy no era muy
alentador, pero había una esperanza. Necesitaba un trasplante de médula espinal
con urgencia, eso… era lo único que podía salvarlo. Yo… hice los análisis para
ver si era compatible, pero no lo era, también se lo hizo papá y mamá, ninguno
era compatible. Vinieron primos directos, ninguno pudo ser. Mamá solo tenía una
esperanza… contactar a Carlisle y contarle todo, pedirle que se hiciera los
análisis… o por última instancia, que alguno de sus hijos se lo hiciera,
teníamos que salvar a Tommy y no importaba el precio—
-¿Qué hizo
él?—preguntó con voz gruesa y la mirada resignada, aunque era obvia la
respuesta parecía mantener una ínfima esperanza. Tragué saliva, lo que iba a
decir a continuación no iba a ser bonito, pero debía hacerlo, debía enterarse
de cómo había actuado su padre ante nuestro hermano y comprender quizá el
alcance de mi odio hacia él.
-Mamá llamó
varias veces por teléfono. La primera vez yo estaba presente, Carlisle fingió
no conocerla… mi madre se echó a llorar dolida y tu padre le cortó. La segunda
directamente no la atendió, ni la tercera, ni la cuarta. Mamá finalmente
decidió ir a Nueva York a verlo y tratar de hablar con él. Fue sola… yo me
quedé cuidando a papá y a Tommy en el hospital como podía, trataba de repartir
mi tiempo, dejé de ir al instituto—
Edward tomó
mis manos y las apretó a la espera de lo que venía, suspiré resignada y
proseguí sin mirarlo. Mis dedos retorciéndose entre los suyos eran la cosa más
entretenida, por lo menos más que sus ojos llenos de dolor y angustia.
-Mamá estuvo
tres días en Nueva York, los dos primeros días fue a las oficinas de Carlisle a
tratar de contactarlo, pero él estaba de viaje. Al tercer día ya no tenía
orgullo, llegó temprano a las oficinas, aún nadie había llegado, por lo que
esperó en la entrada en pleno otoño… cuando el edificio abrió ella pudo entrar
al vestíbulo y esperar allí ante la mirada despectiva de todos los
trabajadores—sequé mis lágrimas con un golpe de mi mano y apreté los dientes
–Carlisle llegó y ella lo interceptó, aun encandilada por ese tan grande amor
que le tenía—reí sin humor –pero él una vez más fingió no reconocerla… ¿y sabes
lo que hizo?—Edward me miraba expectante, con la mandíbula rígida y las aletas
de su nariz dilatada, su respiración era fuerte y enojada – René le habló allí
mismo de su hijo, del bebé que estaba enfermo y necesitaba su ayuda, le habló
de que la única manera de salvarlo era la donación de médula de un familiar
directo compatible y que como él era el padre tal vez funcionaría o tal vez con
sus medio hermanos, pero él… él, el hijo de puta arrogante y egoísta ¡no le
creyó!. La acusó de oportunista y embaucadora, le dijo que había tenido cientos
de amantes que luego iban con cualquier cuento con tal de sacarle dinero y que
seguramente ese bastardo era de otro amante, ¡como ella era una puta!... y la
hizo sacar con la seguridad del edificio sin antes tirarle a los pies cinco
billetes de cien dólares que sacó de un fajo de su bolsillo… ¿ves lo que hizo?
Destruyó una familia en todo sentido ¿y sabes qué le dijo?—no esperé la pregunta
de Edward –"suficientes problemas tengo con mis propios hijos para que una
cualquiera venga a querer encajarme otro"-
Y eso fue
todo
Edward se
paró con los puños apretados y descargó el primer puñetazo en la pared. Ahogué
un grito y salté de mi lugar para ir hacia él, cuando llegué ya había
descargado cinco puñetazos rápidos al yeso que se estaba desprendiendo.
-¡Edward!—tomé
sus manos y necesité toda mi fuerza para que no arremetiera nuevamente contra
la pared. Él estaba ido, su mirada perdida y aterrada miraba en todas
direcciones buscando algo con lo que descargarse, hasta que se fijó en mí.
Jadeé cuando sentí sus manos tazando mi cara con fuerza, empujándome contra la
pared a mis espaldas, no me moví… solo veía su mirada llena de terror e incredulidad.
-Dime que no
hizo eso… ¡Dime que ese hijo de puta no hizo eso!—gritó con una mueca de dolor
antes de acercar su frente a la mía y respirar entrecortadamente –dime que no
lo hizo…- gimió cerrando los ojos-¿qué le… sucedió a Tommy?—
Tomé aire y
di el golpe final… -Murió doce horas después—susurré agonizante. Y él se aferró
a mi cintura dejando caer su cabeza en mi hombro y caímos ambos al suelo
arrodillados, muriendo en nuestro dolor, yo por revivirlo y él por recibirlo.
Lo abracé fuerte, tan fuerte que casi pude haberlo asfixiado, pero él lo hizo
también conmigo, parecía como que en este mundo solo nos teníamos uno al otro.
Nuestros cuerpos no tenían límites, no había un centímetro de separación entre
él y yo.
Comencé a
tararear una canción. Hermosa, triste, dolorosa. Una nana que mamá cantaba a
Tommy cada noche, cuando ella estaba bien, una nana que yo aprendí con los días
–O Mio babbino caro, murió en mis brazos mientras tarareaba su nana. Murió
sabiéndose amado y bendito, él era mi niño… si viviera, tendría siete
años—sonreí con tanto dolor que no fue una sonrisa, sino una mueca triste.
Edward aún se aferraba a mí y continué tarareando suavemente… hacía mucho que
me había negado a hacerlo, nunca otro ser humano había llorado en mis brazos
pidiendo consuelo, pero ahora si… un consuelo que ambos necesitábamos.
-Mi familia
quedó destruida—susurré instantes después mientras mis dedos acariciaban la
nuca de Edward –papá se rindió un mes después de Tommy, la tristeza en su
corazón era tan grande que se dejó ir y mamá…- sorbí mi nariz y cerré los ojos
sintiéndome menos sola que en ese momento –mamá fue internada cuando la
encontré dormida en su cama, con medio frasco de antidepresivos en su estómago…
estuvo una semana en terapia intermedia y cuando despertó nunca más fue la
misma. Le diagnosticaron psicosis depresiva severa y fue internada en un centro
de salud mental de Port Ángeles… la visito… cuando vengo, pero nunca la voy a
perdonar, nunca—
Estuvimos un
rato largo en los brazos del otro, sin más palabras, sin consuelos, ni dolor…
el que habíamos tenido ya había sido suficiente para entumecernos el alma. Me
sobresalté cuando parpadeé semi dormida, en algún momento se me habían cerrado
los ojos y cuando los abrí el sol estaba ya oculto. Edward ya no estaba en mis
brazos, ni por ningún lado, la chimenea aún estaba encendida y gracias a ella
el lugar se llenaba de un suave resplandor naranja. Yo estaba en la cama,
vestida y con un dolor de cabeza terrible. Pero… ¿y Edward?
Se había
ido… no había ni un sonido, no veía ni una prenda de ropa de él por ahí, ni
maleta, ni… nada. Se había ido.
¿Tendría que
sorprenderme?... No, pero aun así dolía.
Me levanté
de la cama y arreglé mi cabello, el cual era un desastre. Recoloqué mi abrigo y
me dispuse a salir de ahí, no tenía ya nada que hacer en ese lugar, tan vacío
como mi corazón. Pero cuando fui a abrir la puerta para salir, Edward estaba
parado allí, sacando las llaves de su bolsillo del pantalón mientras que con la
otra mano sostenía unas bolsas, se detuvo en seco al verme y me miró con
cautela.
-¿Te
vas?—dijo al fin, asentí y al mismo tiempo él comenzó a negar con la cabeza.
–No, no, quédate… no te vayas, quédate. Compre la cena—dijo entrando al cuarto
apresuradamente y cerrando la puerta tras de si. Caminó hacia la única mesa que
tenía el lugar y con su brazo sacó todo lo que había en la superficie tirándolo
al suelo, puso las bolsas y las abrió sacando su contenido, el olor… oh cielos,
me hizo salivar. De repente comprendí que no había comido desde el desayuno.
-Yo… debería
irme…- dije dubitativamente. No sabía cuál era la situación actual con Edward.
¿Éramos amigos o enemigos? ¿Querría estar aún a mi lado luego de saber cuan
profundo era mi dolor y de cuanto odiaba a su padre? ¿Me creía o iría a
preguntarle todo a su padre?...
-No, Bella…
por favor—dejó lo que estaba haciendo y vino a mí, tomó mis manos y me llevó
con él hacia la mesa –por favor, por una vez… ven—
Dios…
Me rendí
ante su mirada, teníamos tanto de qué hablar aun, pero creo que por un día ya
habíamos hablado lo suficiente. Me sentía agotada, vacía y rendida… sin embargo
fui y me senté a su lado atraída no solo por él, sino por la comida que me
esperaba.
-No había
otra cosa, solo encontré un sitio de comidas rápidas cerca—murmuró antes de
morder su primer bocado de una enorme hamburguesa, hice lo propio con la mía.
Estuvimos comiendo en silencio por unos minutos, él destapó dos cervezas y me
pasó una, tomé y creo que gemí… era solo cerveza, pero hacía maravillas con mis
nervios, aun así hubiese sido mucho mejor un buen vino.
-Dime
algo—dijo cuando terminó su comida y limpió sus manos con una servilleta. No me
miró, sus ojos estaban fijos en sus manos. ¿Qué podía decir que no haya dicho
ya?
-Dije mucho
ya—terminé mi cerveza y quería otra, pero Edward no parecía haber traído más.
Me recosté en la silla satisfecha y lo miré… él ahora me miraba y sus ojos me
recordaron al Edward que había ido a buscarme a la habitación de hotel el día
del cumpleaños de su padre, me estremecí, ese Edward me intimidaba, me
atemorizaba y me hacía cosquillear el bajo vientre al mismo tiempo. Aparté la
mirada.
-¿Qué
piensas hacer? ¿Cuál era tu plan con mi… con Carlisle?— apretó la mandíbula, se
rehusaba a usar "padre" ¿por qué? ¿Acaso había visto la clase de
hombre que era realmente?
-No tenía un
final determinado. Hacerlo sufrir con la misma moneda que el utilizó con mi
madre parecía una buena idea…- me alcé de hombros. Enamorarlo, engatusarlo y
volverlo loco como él hizo con mamá… y una vez que él estuviera bien envuelto
en mi dedo meñique, desgarrar su corazón, su orgullo y su alma como él hizo con
mamá.
-Volverlo
loco de amor—dijo Edward interrumpiéndome, una risa sin humor burbujeó en sus
labios –hacerlo tan vulnerable que al momento de darle la estocada final cayera
tan fuerte que no pudiera recuperarse nunca… ¿esa era tu idea?— su mirada me
perforó.
Bajé mi
mirada. Eso quería hacer… entre otras cosas.
-Lo
lograste—dijo tras un suspiro –pero con el Cullen equivocado—
Abrí los
ojos aterrada… ¿qué estaba diciendo? ¿qué estaba insinuando? Oh cielos…
Él me miró
una vez más tragando saliva y asintió cansado –Si… te amo. Te amo tanto que me
parte el alma sentir tanto—apretó sus dientes y negó con la cabeza, vi el
destello del lágrimas en sus ojos –te amo jodidamente tanto que estoy aquí,
negando mi sangre, para estar contigo. Me importaba una mierda Carlisle antes
de venir… pero ahora, ahora por mí puede morirse—
Negué con la
cabeza –Edward…-
-Déjame
terminar—respiró rápido unas pocas veces, como dándose valor –Tu puta espalda…
esa noche, en el club, Dios… esa espalda… era la de un ángel sin alas, allí
estaba llamándome para acariciarla, por eso fui hasta ti y te tomé. Y entonces
que casualidad… eras la novia de mi padre y no me importó, es más, quería saber
hasta dónde llegabas, si en realidad te importaba él nunca querrías algo
conmigo… pero ambos sabemos que no fue así—el brillo en sus ojos me recordó lo
que había sucedido en ese vip de aquel club. -Entonces esperé a conocerte, era
cuestión de tiempo… y allí estabas, en ese partido de béisbol. Y supe que
estaba en un problema, uno enorme… me gustabas tanto, tu frescura, tu
femineidad, tu sensualidad natural, todo… todo… todo de ti me volvía loco, que
al verte me olvidaba quien eras-
-Y entonces
me hablaste de tu historia, cuando vi la foto de mi padre con tu madre, esa
tarde en tu departamento y me pareció tan inverosímil—negó con la cabeza
desesperado –Dios, Bella, perdóname no haberte creído esa vez… parecía una
trama sacada de alguna telenovela. La hija de la amante de mi padre liándose
conmigo ¿por qué? ¿por qué?... pensé que era arte de tu plan—
-Nunca lo
fuiste—logré decir –tú apareciste y desbarataste todo… ¡Todo!—nuevas lágrimas
corrieron por mis mejillas mezclando mi dolor con una sonrisa de nostalgia –te
metiste donde no tenías que meterte y aunque hubieras sido indiferente a mí…
mis ojos siempre te buscarían—
Negó con la
cabeza y me atreví a mirarlo, una mueca de disgusto emergía en su boca y sus
manos estaban hechos puños, -Esa noche… cuando fuiste a casa, esa noche que te
encontré en la cocina y luego subiste con una botella de champagne a la
habitación y me dejaste ahí… loco por ti. Esa noche supe que eras mi
perdición—rió sin humor –por lo menos el truco de arrojar un jarrón y cortar mi
brazo con él funcionó. Dios… fui capaz de hacer eso antes de escucharte gritar
de placer por lo que él te hiciera, eso… eso iba a matarme—
Lo miré con
los ojos como platos -¿Lo hiciste a propósito?—
Él me miró
con el dolor impregnado en su mirada –Estaba ciego… borracho y muriendo de amor
por ti… patético ¿no?—
Oh dios…
-Dime Bella…
¿alguna vez sentiste alguna clase de compasión por mí? ¿Alguna vez fuiste
consiente de lo mucho que me mataba verte con él? Justamente mi padre…-
-Edward…-
-¡Dime!—gritó
azotando su puño contra la superficie de la mesa. Sus ojos perforaban mi
voluntad… oh dios…
-No es
momento—susurré vacilante. Pero no lo detuvo. Se levantó de su silla y antes de
que yo pudiera reaccionar, él estaba arrodillado frente a mí, sus manos tomando
mi cintura casi con dureza y su cuerpo invadiendo el espacio entre mis piernas.
Quise levantarme de la silla pero él me lo impidió… -Edward—su rostro estaba a
escasos centímetros del mío y ese olor a Edward lo invadía todo.
-No… no
huirás más… respóndeme—dijo fríamente -¿qué sentías cuando él te acariciaba,
cuando te besaba?... ¿qué mierda pensabas?—no respondí, me quedé allí mirándolo
con resignación, enojo y rabia… ¿cómo podía preguntar algo así? –¡Dime maldita
bruja! ¿qué sentías cuando él hacía todo eso? ¿he? –
-Nada—dije
entrecortadamente sin dejar de mirar sus ojos. –Nada…- puse mis manos en las
suyas que sostenían fuertemente mis caderas a la silla y comencé a empujarlo,
pero él no me permitía salir de la cárcel de sus brazos.
-¿Nada?-
subió sus manos por el contorno de mi cuerpo apretadamente, hasta llegar a mis
pechos, él los apretó sin dejar de mirarme a los ojos, veía tanto reproche
allí, tanto dolor.
-¿Qué
sentías tú al acariciar a Tanya?—escupí arrepintiéndome al instante, no era
momento para dejar flotar los celos. Él sonrió, sonrió sarcásticamente sin
dejar de tocarme.
-Nada—dijo
de la misma forma. Su rostro fue acercándose al mío lentamente hasta que
nuestros alientos agitados se comenzaron a mezclar –absolutamente nada… porque
eras la bruja que me manipulaba aún a cientos de kilómetros—
No dijimos
nada, nos quedamos allí, mirándonos como si en cualquier momento nos devoraría
el fuego. Dios… tanta calor, tantas ganas de besarlo, tanto por hablar sin
embargo. Yo había dejado de luchar con mis manos, sin embargo él no había
dejado de tocarme. Un escalofrío recorrió mi piel cuando sus manos subieron y
tazaron temblorosamente mis mejillas, como si estuviera conteniéndose. Sus
manos empujaron mi cara a la suya hasta que nuestras frentes se tocaron, sus
ojos fijos en mis labios y los míos en su mirada. –Dime que ya no lo elijes…-
-Tengo que…-
-Dime que ya
no lo elijes—repitió apretando los dientes, la rabia contenida a punto de
estallar –dime que ya no lo elijes—dijo despacio nuevamente.
Tragué
saliva –Tengo que terminar lo que empe—
-No…
¡No!...—respiró sosteniendo mi cabeza con más fuerza –no dejaré que ese hijo de
puta te toque— sus ojos parecían desquiciados.
-Edward—acaricié
el dorso de sus manos en un intento de calmarlo.
-Te ayudaré,
de cualquier otra forma… pero no me pidas que lo deje tocarte—dijo despacio y
con voz gruesa –esta vez no voy a soportarlo-
-Tommy—susurré
con lágrimas en los ojos. Necesitaba que comprendiera que lo que hacía, no lo
hacía por mí, ni por él… solo por Tommy. Él pestañeó calmándose, sus ojos se
llenaron de lágrimas contenidas y temblorosamente susurró "Lo sé"
Él soltó mi
rostro y dejó caer las manos nuevamente por mi cuerpo hasta sostener mis
caderas, encorvó su cuerpo y hundió su cabeza en mi regazo, sus hombros se
sacudieron y no pude más que poner mis manos sobre él para acariciarlo, consolarlo
de alguna forma.
-Pero no así
¡maldita sea!—gritó aferrándose a mí, como si no quisiera dejarme ir. Si
supiera… que yo ya no tenía fuerzas para irme. Estaba rendida ante él.
Él descargó
su dolor y su rabia en mi regazo, mientras yo le acariciaba el cabello con mis
dedos, peinándolo, casi gimiendo por su suavidad. Pasamos unos minutos así
hasta que él logró calmarse, mis propias lágrimas corrían por mis mejillas. Yo
misma me había puesto…no, la vida misma me había puesto en esta situación y no encontraba
una salida plausible. Tenía que seguir con mi plan, había pasado tiempo de mi
vida preparándome para ello… ¿por qué dejarlo ahora? No podía… se lo debía a
tanta gente, mi padre, mi hermano, mi madre.
-Le prometí
a papá antes de que cerrara sus ojos—dije en un susurro. Edward apretó sus
manos en mi cadera, -no puedo faltar a una promesa. Perdí tanto en mi vida
Edward…-
-Pero yo no
te voy a perder Bella… ya no— y fue una promesa –no pienso dejarte ir, me
importa una mierda mi padre… lo único que me importa eres tú—
-Yo no
quiero ponerte en contra de él Edward, yo…-
-Él solo se
puso en contra mía—dijo levantando su cabeza –un error lo comete cualquiera,
pero así como se cometen, hay que hacerse cargo de ellos. Mi padre… Carlisle,
cometió error tras error al meterse con cuanta mujer quería sin asumir las
consecuencias, el error de meterse con tu madre acarreó mas de una
consecuencia… mató a tu papá, volvió loca a tu madre y mató a Tommy… aunque no
fuera directamente, él tiene mucha culpa… y no voy a perdonarlo-
-Tenemos que
volver… tengo que seguir con lo que tenía pensado—sequé mis lágrimas y traté de
recomponerme –Edward… por favor entiende que…-
-Que tienes
que seguir con él…- dijo amargadamente –entiendo los motivos ahora Bella, pero
no puedo, no soy capaz de dejar que te toque, que te bese, que te desee y ni
siquiera soy capaz de soportar que te mire de la manera en que te mira—él gimió
y cerró fuertemente los ojos agachando la cabeza –debe haber otra manera…
puedes… no lo sé. Tengo amigos, podemos encontrar buenos abogados que nos
asesoren amor, tenemos que encontrar otra manera… maldición. No me pidas que
haga oídos sordos ni me haga el ciego sabiendo lo que sé, porque sé que en
cuanto lo vea querré partirle la cara—
-Hey…- tomé
su rostro entre mis manos y lo miré a los ojos –por favor… déjame pensar en las
cosas, por favor. Vine aquí a reencontrarme conmigo misma, a pensar, a reponer
fuerzas. Aquí está todo, la casa de mi infancia, la tumba de mi padre, mi madre
internada, mi hermanito… están todos los recuerdos. Y ahora estas tú y no
quiero jugar contigo, no quiero que me esperes… te conté esto porque te
incumbía, no para…-
-No me
importa lo que digas—él se paró de golpe y caminó a través de la pequeña
estancia resoplando como un toro, tirándose el cabello, gruñendo –yo estaré
contigo, hagas lo que hagas, pero no dejaré de insistir que dejes de hacer esto
Bella, haré mis propias investigaciones, hablaré con mis amigos abogados, haré
lo que sea, pero él pagará lo que hizo—se volvió a arrodillar ante mí –te lo
prometo—tomó mis manos y las besó en el dorso de manera reverencial –Dios
Bella, te extrañé tanto… me volvía loco pensar que todo lo que me habías dicho
era cierto, estuve en Londres un tiempo, pero no pude más. Tenía que creerte,
quería creerte, así que hice algunas llamadas y luego de corroborar algunas cosas
vine a buscarte.—
-¿Qué cosas
corroboraste?—susurré.
Él bajó la
mirada –Hice lo que mi padre no hizo… verifiqué tus antecedentes—suspiró y alzó
la mirada –no hice nada más, si había algo más no quería enterarme así, lo
quería de tus propios labios-
Asentí
tratando de digerir el hecho de que el hombre que amaba había espiado en mi
vida, pero tenía derecho a hacerlo, después de todo… podía ser una embaucadora,
tal como Carlisle había acusado a mi madre. -Ya hablaremos de eso—me relamí los
labios, los tenía agrietados y salados por las lágrimas. –Quiero mostrarte
algo—dije tratando de sonreír –Vamos—me levanté y el me siguió fuera de la
habitación de hotel. Afuera ya había oscurecido, miré la hora y no pasaban de
las diez de la noche, teníamos tiempo, no quería que este día acabara.
Edward
condujo su Volvo hacia La Push, cuando llegamos a casa de Jake tomé una
respiración profunda y lo miré.
-Aquí viven
Sue y Billy, los padres de mi mejor amigo, Jake… con su esposa. Alice está con
ellos. Todos ellos saben de mis planes, pero solo Alice sabe de ti—él asintió y
tomó mi mano, la besó suavemente sin dejar de mirarme y la dejó en mi regazo.
Tragué saliva, dios… el amor que sentía por él me abrumaba y me obligaba a
tomar decisiones que no quería tomar ahora.
Bajamos del
auto y Edward se afanó en tomar mi mano de camino a la entrada. Estaba por
tomar el pomo de la puerta cuando ésta se abrió de golpe y un Jake preocupado
me tomó de la cintura para darme un abrazo,
-Cielos,
Bella… me tenía preocupado… ¿por qué apagaste el celular?— murmuró en mi
cabello. Se separó de mí pero continuó mirando sobre mi hombro. Atraje a Edward
con mi mano hasta que estuvo a mi lado, -Jake, él es Edward… Edward, éste es
Jake—ambos se dieron la mano, aunque Jake no sacó ese rictus de desconfianza de
su rostro. Detrás de él apareció Leah y Sue que se adelantó a cerrar la puerta.
-Pasen por
favor, está frío afuera… Bella—ella hizo una señal hacia adentro, dándome el
visto bueno, podía pasar con Edward a su casa.
Alice salió
de la cocina con una sonrisa, -Mamá te envía saludos Bella y Jasper también—
-Gracias—me
saqué el abrigo y lo dejé sobre el sofá, miré a Edward que aún estaba parado
cerca de la puerta algo confundido mirando todavía a Jake, que le devolvía la
mirada tensa. Lo tomé de la mano –Ven, siéntate… tengo que mostrarte algo.
Leah…- empuje a Edward sobre el sofá y miré a mi amiga que traía cafés para
ambos -¿tienes esa caja que te dejé antes de irme? La caja roja—
Ella asintió
y fue a buscarla, me senté junto a Edward y él tomó mi mano sin tardanza, le
sonreí y con la otra mano le tendí su taza de café, -Leah hace cafés
riquísimos, con espuma y crema… espero que te guste la crema—
-Me
gusta—dijo con media sonrisa.
Leah volvió
con la caja que no había visto desde hace años, siete años para ser exactos. La
dejó en mi regazo y tras un suspiro profundo miré a mis amigos con la suplica
en la mirada. Leah tomó la mano de Jake y tiró de él hacia la habitación,
-Este bebé
necesita descansar—acarició su incipiente vientre –así que esposo, a dormir—
desaparecieron tras la pared del corredor.
-Bien… nos
vemos mañana chicos—Alice corrió a darme un abrazo –se fuerte—susurró sabiendo
que lo que se venía sería demasiado duro para mí, quizá más que la visita al
cementerio. Se separó de mí y volteó a abrazar a Edward que quedó pasmado.
–Gracias—susurró en su oído. Edward reconoció porqué le daba las gracias y
asintió con una mueca.
Gracias por
tu presencia… gracias por sostenerla
Cuando
estuvimos solos en la sala de Leah miré la caja en mi regazo. Era una simple
caja de zapatos, unos que papá me había obsequiado para mi decimo cuarto
cumpleaños y en la cual, como adolescente nostálgica que era, había acumulado
cientos de recuerdos a lo largo de los años.
Acaricié la
tapa rugosa y algo descolorida y tomé una profunda respiración.
-Pase lo que
pase Edward, tú y yo siempre estaremos conectados… lo estuvimos desde un
principio. Tommy… era nuestro punto de encuentro ¿lo ves?—lo miré con un
sonrisa triste en los labios. Tommy había nacido y de alguna manera había unido
nuestras vidas, me había permitido, gracias al dolor de perderlo, conocer a
Edward… el hombre que, a pesar de todas las cosas, amaba. Él sonrió con pena y
con una mano acarició mi cabello dejándolo detrás de mi oreja suavemente.
Suspiré… y
abrí la caja.
De repente
volví a tener 15 años otra vez. Sonreí ante la primera foto… Charlie era joven
y me tenía en sus brazos, era una fotografía que mi madre había sacado y que
adoraba. Se la mostré a Edward y sonrió,
-Eras
preciosa de bebé, tanto como lo eres ahora—tomó la foto entre sus dedos y
sonrió –y eres parecida a tu padre, los mismos ojos y el cabello—
-Todos
decían lo mismo—sonreí recostando un lado de mi cabeza en su hombro –papá y yo
éramos muy unidos, él era mi héroe y yo su princesa—
-Y era un
hombre de pasiones fuertes, te amó profundamente así como tú amas…- me miró
dejando la fotografía en mis manos –no harías todo esto sino—
Asentí
guardando la foto dentro de un cuaderno de tapa floreada, donde a lo largo de
mi adolescencia había escrito frases y poemas, cuando creía que la vida era más
fácil, cuando soñaba con el hombre de mi vida. Levanté el cuaderno y ahogué la
respiración. Levanté la fotografía que había allí y la sostuve con dedos
temblorosos.
-Este era
Tommy—susurré, si hablaba en voz alta lloraría, estaba segura de ello. Edward
la sostuvo entre sus dedos igual de temblorosos que los míos.
-Dios mío—
jadeó.
-Lo sé…-
apreté los dientes –es igual a él—
-Rose tiene
rasgos de Carlisle… pero… oh dios, Tommy era igual a él—
-Me había
negado a pensar en él, era demasiado doloroso… no lo visité nunca desde que
dejé Forks hasta hoy y me arrepiento, no es justo, él no tenía culpa alguna…
pero era tan parecido a él que dolía verlo—dije acariciando la fotografía con
las yemas de mis dedos –Tiene el color de tus ojos… ¿lo notas?—
El niño
rubio de la fotografía nos miraba con una enorme sonrisa, Tommy tenía dos años
en ese momento y aún la enfermedad no hacía meya en él. Tenía los ojos tan
verdes como Edward y el cabello rubio de Carlisle y Rose, una sonrisa hermosa
que se parecía a la sonrisa de su hermano. Era un Cullen y si en ese momento
Carlisle viera la foto… no quería ni saber o si… quería saber su reacción.
Saqué otra
fotografía, era una donde había comenzado a caminar, él estaba de puntillas con
las manos en la orilla del desayunador tratando de alcanzar una tarta de
manzana que había hecho yo horas antes y había quedado allí para enfriar.
Cuando lo vi tratando de alcanzarla había salido corriendo por la cámara y al
volver le saqué la foto. Ese día mamá tuvo una crisis y pasó el día en su
habitación, papá estaba en la suya entubado para poder seguir respirando.
Edward
sonrió y alzó la mirada llena de lágrimas al igual que la mía.
-Perdóname
por no haberte creído y por todo lo que te dije. Te amo… y esa es la única
verdad, voy a estar junto a ti en lo que decidas hacer… en todo—se acercó a
besar mi frente –pero no permitas que el resentimiento o el odio nos separe,
nunca Bella… nunca—
Y se lo
prometí… a pesar de que era una promesa que no sabía si podía cumplir.
------------------------------------------------------
Retomaré este fic preciosas, no tengo escusas sobre mi ausencia pero estaré mas por aqui, me cuesta dejar este lugar. Gracias a las que aun estan por aqui, muchas gracias en serio... este fic lo seguiré simultáneamente en mi cuenta de fanfiction: http://www.fanfiction.net/u/2129521/Lullaby-Wayllen
Nana de Bella
Nana de Bella
30 comentarios:
diossssssss ya lo lei en el fanfiction... te sigo x donde sea... jajajaja, hermosa, te pasaste con el cap... dios!!! estoy sin palabras, tanto sufrimiento, tanto dolor, tantas heridas por curar, pobres de ed y bells que no pueden vivir su amor por el pasado q los persigue... aun sigo sin poder creer que carlisle sea asi de descorazonado, aun quiero creer en que dentro de toda esta historia hay un transfondo que no se sabe aun, pero igual te esperaré todo lo q sea hasta q actualices... jejejeje
S.A.M.A--- Increíble Lu.. Cuando la verdad se dice..el amor es capaz de sobrellevar todo! Ayudarse mutuamente, superar todo, caminar por un nuevo sendero, pero uno con la verdad por delante y con los mismos sueños.. Hermosa, el capítulo estuvo maravilloso, al igual de maravilloso de ver que actualizaste :) esperaré sin duda cada capitulo de esta bella historia.. Y si da para más, esperar actualizaciones de los otros fics.. Besitos y abrazos
Morí, morí con este tan esperado capitulo! No sabes con la sensación que me dejo y al leerlo se me hacia tan real que tengo que felicitarte y rogarte que no esperes tanto en subir otro capitulo!!! Besos y hasta pronto.
Hola Lu como siempre un capitulo tan bueno, lleno de muchos sentimientos, Dios si llore con ellos al enterarme junto con Edward de todo lo que sufrio Bella y de lo malvado que fue su padre, aun estoy con lagrimas en los ojos de tan emotivo que estuvo, tanto dolor que puede causar una infidelidad sin darse cuenta de ello, Ame mas a este Edward capaz de hacer lo que sea contra su propio padre solo por estar con Bella que es el amor de su vida, espero que Bella no lo deje ir, se que es muy dificil sabiendo que es hijo del hombre a quien mas odia, pero como ella dijo desde un principio estuvieron unidos, solo espero que el amor sea lo suficiente fuerte como para que el odio y la venganza no los separe..........
GRacias Lu por este hermosisimo capitulo y me dio mucha alegria ver un capitulo mas de esta historia tan buena que extrañabamos mucho....Besos
Hola Lu omg con este capitulo que bueno que al fin Bella le conto todo a Edward solo espero que cumpla la promesa que le acaba de hacer si no para que se la hace para que darle alas para despues hacerle mas daño ojalá Bella siguiera el consejo de Edward y encontrara otra manera de vengarse del cerdo de Carlisle la verdad a mi Bella se me hace muy ingenua para un lobo como Carlisle y mas por que nisiquiera sabe que va a hacer despues de que él se muera de amor por ella algo que por cierto veo muy dificil ya que ahora desconfio de él ojalá Bella lo piense mejor ahora que Edward va a estar a su lado que piense en el daño que le hace y no sólo a él sino a ella tambien con cada beso o caricia de Carlisle en fin espero que Edward logre controlarse cuando lo tenga en frente para que no heche a perder todo que bueno que estes de vuelta
saludos y abrazos desde México
Hola por aui.
Bueno pues esperemos que Bella sea capaz de cumplir esa promesa que le ha hecho a un Edward completamente destrozado por todo lo que Bella le ha contado y totalmente enamorado de ella.
La historia es desgarradora y no me extraña que Bella tenga esas ansias de vengarse y haya hecho esa promesa de hacerlo pero...en primer lugar ¿le merece la pena poder llegar a perder al hombre de su vida?, un hombre que ha prometido ayudarla pero que tambien le ha dicho que no puede soportar verla con Carlisle incluso le ha confesado que se auto hirió con aquel jarrón para evitarlo. Por otro lado ¿querrían Tommy, Renée y Charlie que ella cumpliera esa promesa a cambio de su felicidad o simplemente preferirían verla feliz? Y en tercer lugar, me he leido el capi dos veces una por aqui y otra por FF y la segunda vez que lo he leido me ha dado por pensar una cosa, Bella solo tiene la versión de una Renée enamorada, despechada, rechazada, quizas resentida y encima con una depresión tan fuerte que le impedía cuidar del niño. Si todo lo que dijo Renée es cierto Carlisle es un pedazo de cerdo que no merece mas que esa venganza pero...nos falta escuchar la versión de Carlisle y valorar porque claro él la puede dar a su estilo para zafarse de la situación.
Aqui hay muchas victimas, Bella, Renée, Charlie y la peor de todas ese pobre niño que no tuvo ninguna oportunidad.
De momento ya nos has dado lo que queríamos y era ver a Edward ayudando a Bella. la ha dicho que la ama y que no puede soportar verla con Carlisle pero eso tiene que ser reciproco ya que Bella no puede soportar verlo con zorri Tanya ¿como van a solucionar eso?
besos y hasta el proximo.
no soy de escribir, soy de leer, pero hoy tenía que escribir: GRACIAS. gracias por volver.
vayaaa!!! volviste con fuerzas renovadas! que decirte de este capitulo... pues que es de lo más triste y hermoso que he leido en mucho tiempo. No tengo claro de que lado posicionarme porque ahora entiendo mucho mejor el dolor y las ansias de venganza de bella pero por otra parte no se en que piensa, tienes ahi al hombre que realmente te ama, sufriendo y muriendose por ti, manda todo al diablo y ser felices de una vez!
es todo muy confuso pero seguro que nos tienes guardado un final tremendamente bueno.mil besos corazon y gracias por el capi, me encanta tenerte de vuelta :D
Hola Lu, Gracias por seguir con esta historia es hermosa, triste pero me encanta no sabes lo que me hizo llorar, me gusta mucho que edward volviera y que este con ella ojala entre los dos encuentre la mejor forma de que Carlisle pague , pero creo que la venganza no es buena tal vez el deberia saber todo y saber que Bella a quien ama es a Edward eso lo lastimaria mas y asi Bella y Edward podrian estar juntos sin miedos ni venganza solo con la verdad como una aliada. me alegra que decidas volver espero con ansias que sigas con esta y con las demas historias que dejaste gracias por compartir parte de ti. un abrazo patricia1204
yo soy como una de las chicas "soy de leer",me fascina leer tus historias y este capitulo lo esperaba con verdaderas ansias.No tengo mas que darte las GRACIAS por la actualizacion....valio muchisimo la espera,fue un capitulo verdaderamente desgarrador,saber el porque del actuar de Bella y las reacciones de Edward,ojala que entre los dos encuentren la forma de hacer pagar a Carlisle,por todo el dolor que a ocasionado.
Gracias por volver y no abandonarnos.
Oh Dios!!! Me encanta que retomes eta historia, la extrañaba pero si te digo la verdad es un capi demasiado fuerte, muchas verdades y muchos dolores. Realmente entiendo a Bella, y me soprende que aun siga en pie, es fuerte, cualquiera se hubiera derrumbado y hubiera desistido.
Me alegra saber que pronto tendremos otro capi ^^
Besotes!!!
q lindo al fin le conto todo es triste pero lindo gracias lu x el cap hermoso me encantan tus historias ojala nos regalaras tambien el d aunq no t pueda ver cuidate nos leemos y muchas gracias x los caps nuevos besitos bye ♥ (=
gracias por volver con esta historia y vaya como has vuelto, gran capitulo!!!te sigo en fanfiction con exotica y aqui, esperando poder seguir leyendo tus historias
ojala te animes y continues tambien con aunque no te pueda ver, me encanta esa historia
Hola Lu q bueno tener noticias tuyas me alegro mucho!!,
y te cuento q este capitulo me saco las lagrimas q triste la historia sobre la familia de Bella y sobre todo me dolio mucho saber q Carlisle sabia q tenia un hijo y muy enfermo y no le importo nada,llore en esa parte,mas cuando Tommy murio uuff q dura esa parte,
Edward esta bien enojado y con toda la razon xq ya sabe la verdad,esperemos para saber q ira hacer él con Carlisle!,muchas gracias x el capitulo muy triste pero bueno Lu!
Hola otra vez Lu no podía dejar de comentarte por aquí también como lo hice en ff, me encantó mucho mucho el capi a pesar de la triste historia del ahora bella y ed están más unidos o al menos eso espero.........besos reina te queremos
dios bendito que capitulo de verdad estoy llorando como magadalena snif snif yo ya estrañaba esta historia que bueno que actualisastes de verdad entraba undia si un dia no y asi estaba haber si habia otro capitulo y hoy me he llevado una sorpresa agradable al ver que si ya estaba gracias por actualizar
hojala bella deje que edward la ayude ahora que se han confesado que se quieren dios mio el chillando pobresillo de verdad lo bueno es que investigo y ahora ahi esta conociendo a su querido hermanito que no conocio por culpa de su padre dios mio lo dejo morir ni siquiera se tomo la molestia de hacer una llamada para ver si era verad lo que decia rene no la saco y le avento dinero si sera
espero que actualizes otra vez pronto yo aqui estare esperando heee que estes bien lullaby
wauuu, ME ENCANTO ESTE CAPI, y muero x ver el siguiente SE ACERCA EL FINAL :d (?), gracias lu x regresar, y retomar en esta increible historia.. se te kiere mucho,.. besos
Extrañaba un monton leerte por aqui!!!!
Hay me encanto el capi, estan llegando al punto de inflexion, me encanta :)
Besotes desde Colombia!!! ♥
Que alegria Lu, estas de vuelta, te prometo que pense que ya nos habias olvidado, por favor no vuelvas a marcharte por tanto tiempo, Que capitulo tan intenso,despues de tanto tiempo, Precioso,y lleno de sentimientos, Me gustaria preguntarte que idea tienes para ponernos mas capitulos, si seran dias concretos de semana ó principios de mes ó como lo vas hacer? pues como ves, te estábamos esperando, espero que contestes, para podernos enterar, Un gran abrazo de bienvenida.
Wowwww, he llorado a moco tendido, como decimos acá. Ha sido un capi de infarto. Jamás imaginé que nos soltaras la bomba de esa manera, sin anestesia ni nada; pero lo bueno es que ya están tomando las cosas en común acuerdo, marchando juntitos como debe ser. Ahora quiero saber, ¿qué harán con respecto a Carlisle? y Carlisle, ¿qué pasará con él luego de todo esto? Esperaré con expectación, y feliz de que estés retomando los otros fics. Quiero leer "The Swan & The Raven" y muero por una miradita a "Aunque no te pueda ver".
Te envío un GRAN ABRAZO.
Gracias por volver,nos tenias abandonadas,bellicimo cap,espero leerte pronto,besos Emma
vaya que capitulo impactante te quedo intenso
saludos
ninacara
Hay Lu muchas GRACIAS ESTOY SUPER EMOCIONADA por la actualización y la verdad vale la pena esperar si me vas a regalar este capi mucha gracias y si mereces toda la paciencia. gracias y Edward ya se entero de la verdad y nosotros también, espero la próxima actualización
Mi Lulla, que capitulo, este fic se caracteriza por la emociones tan crudas y vividas, no sabes como lloro, mujer, te pasas, no puedo decir como me siento porque son muchas cosas las que rondan mi mente, solo te dire GRACIAS por esta actualizacion
Por supuesto que la espera mereció la pena.
Por favor no nos abandones.
Antonia
Ufff que fuerte, casi me da un ataque al corazon, que emociones tan fuertes...sigues siendo la mejor lullaby, eres fatastica. Que regreso, que capi, necesitp aire. aun sigo llorando, y estaria gritando si no fuera la una de la mañana y todos durmieran e mi casa, he tenido que tapar mi boca. Cuantas heridas que sanar, todo ha quedado ya puesto sobre la mesa, haber que les depara el destino a este par. Sorprendenos Lu como solo tu sabes hacerlo.
Hermosa me alegra que regresaras. Nos hiciste una falta enorme, ademas me alegra saber que estas bien. Que emocion que continues el fic. Me encanta que Edward este dandole su apoyo a ella y que descubriera toda la verdad. Ahora conocio de primera mano la informacion que necesitaba y constato hechos. De verdad que hay muchas heridas por sanar para ambos. Espero que el apoyo mutuo los ayude y que Bella tome la mejor decision. Ansiosa por el proximo. TQM!!!
DESEO PASES UN FELIZ DOMINGO!!
que lindo capitulo estoy desesperada por leer el próximo..no nos hagas esperar mucho.
que bien que continuas, me alegra mucho Lu, no sabes como espere para seguir leyendo este fic es hermoso, despues de terminar cada capi siempre deja el sabor de boca de querer màs y màs, de verdad que amo este fic..
y te acompañe sea donde sea en tu blog, en tu ceunta del fanfic no importa solo decirme donde que alli estare..
besosss
Me encanta el capítulo, te sigo aquí y en FF, muero por ésta historia, no la dejes, es excelente y merece ser contada, quiero saber qué va a pasar ahora con Bella y Edward, sé que ella no desistirá de su venganza, qué pasará cuando Carlisle se entere de la verdad, cuál será su reacción y la de Rosalie y Jasper cuando sepan de Thomas. No tardes mucho en actualizar, de verdad amo la historia.
Publicar un comentario