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Gracias por tu visita, los fics que se publican aquí son salidos de mi imaginación, con los personajes prestados de la gran Meyer… te agradecería que me avisaras si ves algún fic mío publicado por la web, eso se llama plagio y hay que combatirlo. Gracias!

Te toma muchos minutos leer un capitulo? Entonces puedes tomarte un minuto para comentar, no pido nada más. Escribe que algo dejas y lee que algo llevas.


Capitulo 2: Mi amante eterna

Mi amante eterna

“Tu respiración en mi oído me desvanece. Pierdo el sentido. Siento que muero... Y me revives con un beso, con caricias pecaminosas.
Lujuria brota por mis poros, soy otro.
No pienso, no quiero pensar. Me dejo llevar. Mis acciones fluyen obscenamente contigo a mi lado.
Sólo siento, te siento...agitada, mía.”

Mi mirada se concentraba en un punto en el techo de la habitación, había tenido mucho tiempo para pensar esa noche, Bella llevaba dormida ya 12 horas y me había empezado a picar la ansiedad… la única vez que había dormido tanto fue la noche posterior a nuestro encuentro con los Volturis en Volterra. Claro que esa noche durmió por todo lo que no había dormido en dos días, pero ahora su sueño, aunque parecía tranquilo, me inquietaba.

Apenas asomaron los primeros rayos del sol por la ventana, me había puesto a inspeccionar el cuerpo de Bella, quería cerciorarme de que la noche anterior no le había hecho daño como en nuestra primera noche.

La tenía envuelta con mis brazos contrarrestando el sofocante calor de la Isla, así que para no despertarla solo levante mi cabeza unos centímetros y con una mirada rápida, pude ver sus piernas que se enredaban con las mías, sus caderas desnudas, su abdomen que se movía apacible con su respiración, sus brazos que cruzaban mi torso desnudo, sus hermosos pechos subían y bajaban acompañando su respiración, su rostro tan bello y calido… ninguna de sus partes estaban moradas y eso me hizo suspirar de satisfacción y alivio, al mismo tiempo al mirarla algo se encendió en mi. Debía pensar en otra cosa… debía pensar en otra cosa… su cuerpo, tan mío y tan cerca hacían que mis impulsos humanos que estuvieron dormidos por un siglo despertaran de tal manera que me sentía incapaz de controlarlo.

Debió ser después del mediodía que Bella despertó, se movió cautelosamente y luego de observarme un momento dijo

_¿Estoy metida en un buen lío?..._

_En uno muy grande._ le contesté con una sonrisa.

¿Bella estaba arrepentida de lo que habíamos hecho?, se disculpó mostrándose apenada de lo sucedido. Para distraerla le pregunté que había estado soñando la noche anterior que la había angustiado tanto y me dijo que más o menos me había mostrado de qué se trataba. Entonces ahí entendí, que entupido!... ella soñaba hacer el amor conmigo!. Antes de hacer el intento de levantarse me preguntó si la había perdonado, eso estaba fuera de discusión… yo no debía perdonarle nada, pero en tono de broma le dije que lo estaba pensando.

Cuando se sentó sobre la cama se miró el cuerpo disimuladamente, quería decirle que yo ya lo había hecho y que no tenía ni un rasguño, con excepción de los que aún sanaban, pero no quería que pensara que era un depravado sexual que miraba su cuerpo desnudo mientras dormía, eso la haría avergonzarse.

Le di los detalles de las bajas, en su cuerpo no había rastro de la batalla que tuvo lugar en esa cama la noche anterior, pero si en otras cosas, como su camisón que se encontraba destrozado a los pies de la cama y el cabecero de la cama. Me quise reír cuando vi su mirada ir hasta el gran trozo de madera faltante y quedarse atónita, yo misma me había dado cuenta de ese detalle del cabecero cuando mi Bella ya estaba dormida en mis brazos, supongo que el desenfreno y la excitación limitan la capacidad de observación, fue eso mismo lo que le dije a mi amor confirmando que yo también sufría esa incapacidad cuando estaba con ella. Le acaricié las mejillas al notar el rojo intenso que habían tomado al hacerle notar eso,

_De verdad que voy a echar esto de menos._ entonces mi Bella me miró con remordimiento en los ojos.

_¿Cómo te sientes?_ me preguntó mi esposa, ante esa pregunta solo pude hacharme a reír, su voz sonaba apenada ¿cómo podía sentirse culpable de seducir a un marido que estaba deseando tanto esa seducción?, le aclaré que eso no era motivo para sentirse culpable.

Le expliqué que a pesar de lo que había sucedido, no estaba enfadado. Quería que supiera que me sentía feliz de no haberle hecho daño, que esta vez fue más fácil controlarme porque pude canalizar los excesos, refiriéndome específicamente al cabecero dañado. Esta vez a diferencia de la anterior tenía más idea de lo que iba a suceder y por eso salió todo bien.

Mi Bella dejó en claro con una sonrisa de satisfacción de que eso era cuestión de práctica, yo pensé que tal vez eso era cierto… después de todo la práctica hace la perfección no?

Bella estaba hambrienta, luego de levantarse había ingerido unos huevos fritos con tal desesperación que me hicieron pensar si en verdad podía cuidar de ella como humana, entré en duda si la estaba alimentando bien.

Al parecer lo de la noche anterior había despertado su apetito, en realidad parecía que había despertado desde que llegamos a la Isla. Ella misma había dicho que ese lugar la hacía sentir distinta, más hambrienta, más cansada y notaba que ya su precario equilibrio fallaba aún más, sin tener en cuenta que había tenido sus horribles pesadillas más seguido. Supusimos que se debía al calor y al agotamiento sobre todo.

_Me gusta estar aquí. Probablemente tendremos que irnos pronto, supongo, ¿no?, si queremos llegar a Dartmouth con tiempo. Guau, y también es de suponer que tendremos que buscar un sitio para vivir y todo eso._ dijo tratando de tragar un bocado de su comida.

Me senté a su lado en la mesa mientras engullía sus huevos y le dije que ya podía dejar de fingir eso de que quería ir a la universidad, porque de todas maneras era algo que había ganado, ya tenía mi “si” como siempre. Me echó en cara que ella no se la pasaba conspirando como lo hacía yo para agotarla cada día, me reí con ganas por su intento de imitar mi voz cuando dijo “a ver que hacemos hoy para agotar a Bella”, realmente pensaba que eso era muy facil para mi cuando mis deseos decían otra cosa.

_ Aún no he terminado contigo._ me dijo justo cuando su mano recorrió mi pecho desnudo, llegó hasta mi estomago y le agarré la mano bajándola hasta mi sexo, la coloqué allí con cuidado notando la corriente eléctrica que su toque provocaba en mí y dije,

_¿Por esto?, ¿el sexo siempre ha sido la clave de todo?...¿cómo no se me ocurrió?_ dije sarcásticamente_ me hubiese ahorrado un montón de discusiones_ nos reímos juntos.

_¿De verdad quieres que vallamos a Dartmouth?_ le pregunte ahora si hablando en serio. Ella solo sostuvo la fija idea de concurrir a la universidad aunque la echaran en el primer semestre, que poca confianza que se tenía mi Bella!… jamás la echarían, no mientras yo se los impidiera con suculentos cheques y donaciones… si mi Bella quería estudiar en Dartmouth eso haría.

_Yo te daré clases_ le dije aún sabiendo que lo de echarla jamás pasaría. De verdad la idea de que su humanidad se prolongara un poco más me comenzaba a gustar, y mucho más después de comprobar que podía hacerle el amor sin lastimarla, que podía satisfacerla sexualmente controlándome para no dañarla… era simplemente cuestión de práctica como había dicho ella y yo me convencía cada vez más que con esa práctica iba a terminar siendo el amante perfecto que mi Bella necesitaba.

Su preocupación por encontrar un apartamento a estas alturas, me hizo recordar por qué no teníamos que preocuparnos en éste aspecto… ya que yo había adquirido una hermosa casa en Dartmouth el verano anterior cuando vi la posibilidad que ella considerara el tema de su transformación.

Si su idea seguía en pie también tendría que hacer arreglos para mantener el préstamo que me hizo la empresa Mercedes Benz para que Bella mantenga su coche de “antes” o sea el Mercedes Guardian que la protege cuando no está montada en mi Volvo, eso no sería problema, unos cuantos miles de dólares lo arreglarían.

_¿Cuánto tiempo podemos quedarnos aquí?_ me preguntó curiosa ante la expectativa que pronto empezarían las clases de la universidad.

_Si quieres unas cuantas semanas más, después podemos ir a visitar a Charlie antes de ir a pasar las navidades con René._

Que fácil era planear un futuro con mi esposa, nada iba a poder entorpecer esta felicidad que nos embargaba…sin embargo yo sabía que había algo que perturbaba a Bella, la falta de Jacob, eso era algo que me dolía a mi también ya que no podía verla triste por ningún motivo, pero lo más que podía hacer en este momento era planear un futuro feliz para ella, sin Vulturis, sin vampiros que buscaran venganza, ni peligrosos licántropos que estallaran cerca de ella. Yo solo deseaba su felicidad, ella tenía todo de mí y podía tomar lo que quisiera.

_Unas cuantas semanas más_ prometió cuando comencé a escuchar a lo lejos el motor de una lancha que se aproximaba a la Isla. Unos días antes había mandado a llamar a tierra firme a unas personas para que se encargasen de limpiar la habitación blanca que se encontraba cubierta de plumas… parecía un gallinero realmente, y me reí para mis adentros cuando recordé el motivo por el cual había quedado así. Bella estuvo de acuerdo con que unas cuantas semanas más estarían bien, y trató de llevarme a la cama sutilmente haciéndome recordar lo de la práctica… me reí ante esa idea tan suculenta,

_No creo que vallas a dejar que se me olvide… pero el equipo de limpieza está viniendo_ le dije y ella me sonrió de satisfacción… mi Bella estaba feliz.

_Déjame que le explique a Gustavo lo de la habitación blanca y luego podemos salir… hay un sitio en la selva al sur…_

_ No quiero salir, no me voy a pasar todo el día de excursión por la isla, deseo quedarme aquí y ver una película._ me cortó con determinación. Yo solo pude reír de su reacción… de más estaba seguro que no iba a aceptar mi propuesta de salir a caminar cuando podíamos hacer algo mucho mejor aquí.

_De acuerdo como tú quieras, ¿por qué no vas eligiendo una mientras yo abro la puerta?_ le dije mientras me paraba de la silla para dirigirme a la entrada de la casa…

_No he oído llamar._ me dijo dudosa… yo no repliqué nada, hice a un lado la cabeza inclinándola hacia la entrada de la casa esperando… un segundo después se oyó un ligero golpe en la puerta, la miré sonriente y me dirigí por el vestíbulo para abrir. Afuera me esperaban Estevan y Kaure, un matrimonio brasilero que se encargaban de la mantención de la Isla Esme, el abastecimiento, la limpieza y los demás asuntos de la casa estaban en manos de ellos, Esme había puesto mucho esmero para encontrarlos, eran siempre respetuosos y responsables en su tarea. Gracias a ellos la casa seguía siendo un tesoro en medio de un paraíso.

_Que bueno tenerlos aquí_ saludé a los recién llegados, ellos asintieron amablemente, Estevan con una sonrisa en el rostro y Kaure con recelo _ Esme, mi madre me habló de ustedes y me dio el numero para ubicarlos… surgió algo en una de las habitaciones así que…, por favor síganme por aquí._ les indiqué en mi perfecto portugués, no había pensado en su reacción cuando vieran el cuarto blanco, pero de todas maneras contaba con que fueran reservados, solo para la comodidad de Bella, sabía que ella se sentiría avergonzada.

Los llevé por la casa entablando una pequeña conversación con Estevan… sus pensamientos eran buenos y sinceros, pensaba en su matrimonio con Kaure hace muchos años atrás y de lo felices que habían sido luego de la boda, también pensaba en mí… en mi parecido con Esme, al menos en los ojos y en la piel, “mismas caras” pensaba mirando con detenimiento mi rostro. En cambio los pensamientos de su esposa eran de desconfianza y miedo hacia mí, ella sabía… en su mente veía claramente cómo se fijaba en cada uno de mis rasgos, los asociaba con palabras que yo conocía muy bien: libishomen, demonio de la noche, maldito, bebedor de sangre. Estas palabras mentales iban acompañadas de imágenes, recuerdos de exorcismos y cadáveres sin sangre, hendiduras de filosos dientes en las victimas, gritos y miedo.

Ignorando esto que leía en la mente de Kaure los guié hacia la cocina donde se encontraba mi esposa, quería presentársela… después de la boda ésta era la primera vez que alguien fuera de nuestro entorno nos conocería como marido y mujer. Al pararme en el umbral de la cocina mi Bella nos miró con una mezcla de curiosidad y vergüenza,

_ Ella es mi Bella… mi esposa, nos casamos hace una semana y es la primera vez que visita la isla…_ les decía a Estevan y a Kaure en portugués señalando a mi ángel, él la saludo con una sonrisa educada, en su mente admiraba la palidez de Bella, pero sonrió tranquilo al no encontrar en ella los ojos de tonalidad dorada. En cambio Kaure la quedó mirando con sorpresa en su mirada, preocupación en su mente y luego de comprender la miró espantada. Esta vez sus pensamientos eran un remolino de imágenes, mezclado con cierto miedo y lástima por aquella humana que estaba frente a ella, una imagen me aterrorizó haciendo que los sacara de esa habitación con urgencia: mi Bella rígida en el suelo, fría y sus ojos fijos mirando hacia la nada… muerta… y yo a su lado bañado con su sangre. Kaure había visto a mi Bella sin vida, se había imaginado lo que yo siempre supe que podía suceder, la muerte de Bella en mis manos.

Los saqué de allí mostrándoles la habitación blanca que debían poner en condiciones.

_¿Qué le pasó a la mujer?_ me preguntó mi Bella cuando volví a ella un instante después abrazándola. Yo no le dí importancia, jamás le iba a decir lo que había visto en su mente… jamás sabría cómo esta mujer se la había imaginado al verla.

Solo decidí contarle parte de lo que en realidad Kaure sentía y el por qué de su reacción. Le conté que era una india ticuna y que creía en las cosas sobrenaturales, porque de esa manera había sido educada, con superstición, le conté que ella sospechaba lo que yo era y terminé contándole de las leyendas en las que allí creían, como la del famoso Libishomen que bebía la sangre de hermosas mujeres.

Bella pareció preocuparse por la mujer señalando que parecía aterrorizada, yo le conté que eso mismo era lo que sentía Kaure, pero más que nada estaba preocupada por ella, tenía miedo más que nada por el motivo que yo la retenía allí. Solo pude reírme de algo tan ridículo, tan inverosímil como eso… Bella era mi esposa y estábamos de Luna de miel y no la retenía de ninguna manera.

Le sugerí que eligiera una película para que miráramos juntos,

_ Si, seguro que la película la convencerá de que tú eres humano_ dijo riendo, entonces rodeó mi cuello con sus brazos y se paró de puntillas para alcanzar mi boca, sus labios cálidos rozaron los míos y mi lengua hizo lo suyo adentrándose en su deliciosa boca, su lengua me daba la bienvenida, la alcé entre mis brazos para no tener que inclinarme y mi Bella quedara a mi altura. Mi lengua se desvió hasta su mandíbula y de allí a su garganta, era embriagador hacer esto… podía sentir su esencia, la sangre corriendo por sus venas y el latido apabullante de su corazón y aún así disfrutarla como si fuera la mejor bebida que le presentaban a un sommelier.

Cuando saboreaba su cuello oí un jadeo violento detrás nuestro, bajé a Bella y vi que Kaure nos observaba desde el pasillo, sostenía la bolsa con plumas que había estado sacando de la habitación blanca, su rostro estaba distorsionado con una mueca de horror, entonces comprendí cuál fue su impresión al vernos… pensó que estaba mordiendo a Bella, pero al verla en perfecto estado su cara se tornó a una expresión de vergüenza y culpa, me pidió disculpas y yo solo le sonreí aceptándolas diciendo un “No se preocupe” cortésmente.

_¿Nos vamos a mudar ahora a la habitación blanca?_ me preguntaba mi esposa abrazándome y sentados en el sofá, mirando una película muy típica para una luna de miel. Pensé en los pros y en los contras de esa posibilidad, realmente a Esme le gustaba esa habitación y todavía no sabía si iba a poder contenerme de no descargar mi pulsión sexual en otro mueble, ya había una habitación dañada ¿Qué necesidad había de seguir destruyendo todas las habitaciones de la casa?, le comenté esto y me sonrió entusiasmada,

_¿Así que habrá más destrozos eh?_ me preguntó con una sonrisa de suficiencia.

_Creo que es más seguro si es premeditado que si dejamos que me tomes por asalto otra vez._ le dije… pero ella me aseguró que era solo cuestión de tiempo, sí!... como si eso fuera a suceder, era siempre tan difícil entregarme a ella… me contenía lo más que podía y solo por ella.

_¿Le pasa algo a tu corazón?_ le pregunte luego de escucharlo latir frenéticamente ante su idea, se rió y me preguntó si quería que vallamos ahora a explorar la zona en estado de demolición, haciendo referencia a nuestro reciente cuarto azul. Entonces le recordé que no estábamos solos, y que aunque ella parecía no darse cuenta cuando me ponía a romper muebles, Estevan y Kaure si se darían cuenta y se asustarían.

La película siguió su curso y mi Bella parecía ansiosa recostada en mi pecho en el sofá, yo prestaba atención a todos los ruidos de la casa… Estevan y Kaure limpiando la habitación, abriendo y cerrando cortinas y ventanas, pasos ligeros yendo de aquí para allá, la respiración pausada y relajada de Bella… ¿cómo podía seguir durmiendo?..., su estomago pidiendo comida… ¿tenía hambre otra vez?... el acompasado latir de su corazón y un rápido aleteo de algún ave, parecía un veloz latido de corazón que provenía de algún lugar de esa habitación, miré hacia la ventana buscando algún ave posada por allí cuando escuché la voz de Estevan diciéndome que ya habían terminado. Bella se desperezó a mi lado mientras yo le daba las gracias a Estevan despidiéndolo.

_Han terminado_ le dije cuando oí al matrimonio brasilero caminar hacia el muelle.

_¿Quiere decir que estamos solos?_ me preguntó otra vez ansiosa.

Le sugerí que primero almorzara, le tomé la mano y la dirigí hacia la cocina, le preparé un almuerzo decente… tenía que alimentarse mejor, no todo eran huevos fritos. Luego cuando al fin estaba llena le pinté la atractiva idea de nadar con los delfines para quemar las calorías, tratando de evitar lo inevitable.

_Quizá más tarde, pero ahora tengo otra idea para quemar las calorías._ todo su cuerpo era lujuria para mí, todo eso ella me transmitía… pero yo no pude evitar preguntar cuál era esa idea.

_Bueno… nos queda un montón de cabecero todavía…_

Tan solo no lo pude soportar, mi Bella se me presentaba en bandeja… era tan fácil para ella seducirme y lograr mi excitación que la alcé en vilo y corriendo inhumanamente la llevé a nuestra habitación... escuché su risa amortiguada en mi pecho. La posé gentilmente en nuestra cama y me senté junto a ella, mientras dejaba de reírse la miré con detenimiento... la veía feliz y yo era feliz por ella... no había en el mundo sentimiento más hermoso que ver a mi esposa feliz, sonreí casi para mi y ella se percató de mi felicidad, sus dedos suaves acariciaron mi mejilla y yo una vez más me dejé llevar, me incliné hacia ella y la besé apasionadamente en los labios mis manos viajaron hasta su ropa desabrochando su camisa lentamente, una vez más mi boca hizo su trabajo recorriendo cada centímetro de su piel a medida que yo la iba descubriendo... mi Bella era endemoniadamente sexy y sensual y sin proponerselo... seguí acariciando, pasando por sus pechos abultados y enloquecedoramente tentadores, sus erectos pezones llamaban a mi boca a besarlos, su abdomen, sus caderas y finalmente llegando hasta su sexo. Sus labios gemían ante mi contacto haciendo que los movimientos de mis dedos sean más continuos y frenéticos sobre su clítoris mientras mi boca devoraba con ansias su estrecho sexo, amé mi nombre cada vez que salía de sus labios, sonaba exquisito cuando ella lo gritaba, luego de saborear su intimidad fui subiendo depositando en mi camino un beso en cada centímetro de su piel y sus manos recorrían todo lo que podían alcanzar de mi cuerpo… la amé penetrándola suavemente y casi sin culpa, nuestros sexos unidos eran perfectos, sin discordancias… eran el uno para el otro y yo me sentí un entupido al habérselo negado por tanto tiempo. Mi Bella gemía con la fricción de nuestros sexos, mojado y caliente contra el frío de mi cuerpo, gritaba aturdiendo mis sentidos y haciendo que la empuje una y otra vez dejándome llevar, ella era mi locura y si yo pudiera existir con solo este propósito… hacerle el amor, lo haría sin ningún problema... la amaba sin razón alguna y la culpa quedaba atrás ahora que podía llenar de estas nuevas sensaciones mi cuerpo.

Si mi razón de existir era esa, pues… con gusto moriría en esa cama haciéndola feliz… haciéndola mía.

13 comentarios:

Anónimo dijo... [Responder]

Ohh madre mia, cuanto lemmon jeje
Me a gustado mucho Lullaby. Gracias ^^
Bárbara

Anónimo dijo... [Responder]

santisimo cielo!! que no sabia que esto puede pervertir mi mente!!!! AAH SI KLARO, OLVIDALO YO TMB ESKRIBO LEMMON

jajaja amiga t kedo padrisimo, edward es l hobre perfecto, y d vdd algun dia lo ncntrare
ya me decidi
YA ME VI!!
jajaja esta muy bueno karina, me haces pensar kosas q no debo, jaja t mando un besito amiga tkmm nos stams leyendo!!

Anónimo dijo... [Responder]

GLUUP¡¡ WOWW ERES GENIAL
ME GUSTA ...
Y MUSHIIOOOOO
IO KIERO UNO DE ESOOOSSS¡¡¡¡ MMIIUUUUUUU

johanna dijo... [Responder]

esta historia esta super buena, uff que calor lo describes todo tan bien es perfecto, besos

carla cullen dijo... [Responder]

wow!! Bravo!! (aplausos y ovasiòn de pie!!)
Adorada Lullaby, este capìtulo quedò fantàstico!!
Por favor...que alguièn se apiade de mì y me regale a un Edward!!!ahhh como si eso fuera posible ¿verdad? jajaja
Amiga linda una vez màs me has dejado con ganas de seguir leyendo màs!!!
Asì que por favor no pares..tienes un enorme talento!!
Miles de besos vampìricos y que Dios te bendiga!!
Nos leemos pronto, te quiere tu amiga Carla

Unknown dijo... [Responder]

Ni en sueños yo quisiera que esta historia terminara igual surge el deseo de que no te precipites por acabarla. Besotes miles mi Lullaby

Nico dijo... [Responder]

MORIIIII# jajajajajajajaj, ok, quiero saber que piensa Edward de Nessie, necesiiiiitoooo saber que penso cuando lo supo jajaja, esperar hasta el miercoles ;P

Cristal dijo... [Responder]

Que calor hace no?????Mi amante perfecto es un Edward.....Yo quiero un Edward por favor :(Cuidate y actualiza pronto.

Anónimo dijo... [Responder]

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Anónimo dijo... [Responder]

Electrica Cullen Black dijo...

Me encanta tu Edward.. es perfecto y el lemmon en este capitulo es dulce y delicado... me gusta más esta cap que esta parte en el fic de Koko... yo soy más partidaria de la sutileza que de descripciones tan detalladas y crudas... (Opinión personal al fin y al cabo... eso no quita que adore a mi Alpha...jajaja)
También me gusta mucho que añades pequeños detalles nuevos en todo momento... incluso cuando otras no los ven necesarios y los pensamientos de Kaure... geniales... encajan perfectamente con la historia de meyer. Tú versión definitivamente dificil de superar!!!
No se no me deja comentar con mi cuenta... asi que firmore el anonimo... jajaj

Electrica

Bell.mary dijo... [Responder]

Como siempre me dejaste sin palabras y queriendo mas.
Super lemmon genial, me haces querer salir a Forks a ver si me encuentro a Edd y raptarmelo a una isla jajajajajajajaj.........
Besitos.

Bell.mary dijo... [Responder]
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo... [Responder]

Woooowwwww!!! Que hot!!! Me gusta muchísimo como escribes!!!
Ya se acerca el.comienzo del fin :(