Invitame un cafecito

Invitame un café en cafecito.app

Gracias por tu visita, los fics que se publican aquí son salidos de mi imaginación, con los personajes prestados de la gran Meyer… te agradecería que me avisaras si ves algún fic mío publicado por la web, eso se llama plagio y hay que combatirlo. Gracias!

Te toma muchos minutos leer un capitulo? Entonces puedes tomarte un minuto para comentar, no pido nada más. Escribe que algo dejas y lee que algo llevas.


Capitulo 6: Yo… un Aston?

Yo… un Aston?

Esa mañana en que Edward, mi ángel, mi vampiro, mi estrella y mi sol personal, me había declarado su amor me sentí como la mujer más plena y feliz de la tierra. El era la causa que mi corazón dejara de estar cubierto por esa densa bruma que lo asolaba hace un tiempo atrás. Mi mundo y mi vida marchaba a la par de él, no había otro camino, no concebía otro destino para mí, todas las cosas buenas que me habían pasado antes de conocerlo a él habían sido eclipsadas con su presencia… él se había convertido en la razón de mi vida, el centro de mi universo… mi Edward.

_Bella… vas a necesitar un nuevo auto_ no había pensado en eso hasta que Edward me lo recordó cuando tomaba el desayuno, aún el la habitación de Alice.

_Si… cuando me dejes ir, es decir levantarme… porque de hecho me siento muy bien, iré a hacer los trámites a la compañía aseguradora._ Edward se paseaba frente la ventana pensativo… mientras yo tomaba mi café.

_Yo te acompañaré, seguramente tardarán en hacer los tramites… me pregunto si…_

_¿Qué?, …_ algo en lo que estaba pensando le preocupaba y quise saber qué era.

_Nada, que seguramente tardarán en hacer el papeleo en la aseguradora y… necesitaras un auto para moverte… para el trabajo, para tus cosas._ ahora hablaba algo nervioso.

_No, yo puedo moverme en taxi o puedo caminar, Port Ángeles no es una ciudad tan grande y…_ no alcancé a terminar mi oración.

_ Ni hablar… sea grande o no también es peligrosa, andarás con mi Volvo por ahora hasta que se solucione el tema del auto, yo tendré que manejarme con mi Aston._

Casi me atraganto cuando me disponía a darle un sorbo a mi café, un Volvo, un Aston?, ¿Cuántos autos tendrían?... sin contar el curvilíneo auto amarillo de Alice. Sin pensarlo dos veces le contesté,

_ Edward, antes de comprar mi auto hace dos años me manejaba muy bien caminando y en autobús, no necesito que me prestes ninguno de tus autos, a demás ¿no te da miedo?... es como si le prestaras una copa de cristal a un mono. Tratándose de mí…_

_Bella… hace dos años no me conocías, y no eres un mono… se que serás prudente y que no volverás a pasar por una situación como la de anoche. A demás para mi no es más importante un auto… tú eres lo único importante para mi._ diciendo esto me puso un dedo bajo mi barbilla y me dio un suave beso en los labios. Era un sacrilegio no responder a ese beso… él dominaba mi corazón y lo tenía en sus manos.

_Ok… usaré tu Volvo pero solo por unos días y tendrás que enseñarme cómo hacerlo, supongo que no es como un auto cualquiera._ su sonrisa triunfadora brillaba en su cara.

_Ok señorita, es hora de darle las buenas nuevas al resto de la familia, aunque Alice ya lo debe haber visto._ no pude replicar, aunque me intrigó eso de que “Alice ya lo debe haber visto”, me debía unas cuantas respuestas. Su alegría era tal que sacó mi bandeja de la cama, abrió las sabanas y me tomo en vilo para llevarme al baño de la habitación, todo a una velocidad más rápida de lo normal y con poco esfuerzo.

Mientras bajábamos las escaleras tomados de la mano Alice nos esperaba apoyada en una de las paredes del salón… su gran sonrisa iba acompañada por pequeños saltitos inquietos.

_Lo sabía!… tardaron mucho en bajar, pero me encanta!!… Ahh!!! Debo contarle a Esme!!!_ y salió corriendo tan rápido que no alcancé a ver por donde se iba.

_No le hagas caso… está feliz que nosotros seamos… mmm… bueno…_ me miraba a los ojos sin saber cómo continuar, algo nervioso.

_Novios._ le dije hundiéndome en sus ojos dorados y mordiéndome el labio como una tonta adolescente nerviosa. Entonces su sonrisa me deslumbró dejándome sin aliento y tomando mi cara con sus manos me besó tiernamente.

_Si… novios… pero suena mejor cuando tú lo dices, todo suena mejor en tus labios._

Luego apareció de uno en uno toda la familia, Esme estaba que rebosaba de alegría y nos abrazó fuerte a ambos deseándonos lo mejor, Carlisle sonreía con satisfacción y orgullo hacia su hijo y nos dijo un “felicitaciones” a ambos y los chicos… bueno, los chicos estaban eufóricos. Alice y sus hermanos, con acepción de Rosalie nos palmeaban la espalda y la cabeza, en todo ese tiempo Edward no soltó mi mano ni por un minuto. Rosalie se limitó a sonreír fríamente con los brazos cruzados algo alejada de nosotros, pero mi felicidad era tan grande que en realidad no me importó.

Edward me sacó de allí jalando de mi mano y nos fuimos a buscar su auto al garaje, iríamos a casa primero y luego a la aseguradora, esperaba que pudieran hacer los tramites lo más rápido posible, hasta yo me sentía insegura en conducir el auto de Edward. Cuando entre al garaje quedé petrificada en la entrada, un cuarto tan amplio como la misma casa cobijaba bajo su techo los autos de la familia, un gigante jeep ocupaba el doble de lugar que los otros, un descapotable rojo estaba a su lado, reconocí el auto de Alice de amarillo canario, luego había un estilizado auto negro polarizado, un auto gris plata y finalmente tapado con una tela negra otro auto que no pude distinguir hasta que Edward lo descubrió, lejos era el que más se destacaba de los demás…

_Este es mi Aston… es algo ostentoso, pero no me importa lo que digan, tendré que manejarlo por estos días._ me acerqué a él admirando el magnifico auto negro brillante que sobresalía de entre los demás, era de líneas curvas y finas… un autentico deportivo.

_Este es un Vanquish V12, solo han fabricado unos 1.500 solamente… es único_ decía con nostalgia, mientras lo miraba con admiración.

_Edward, no quiero tu auto en serio… yo estaré bien. ¿de verdad crees que no me las puedo arreglar?, a demás…_ le tome la mano apoyando mi mentón en su hombro_ conozco un vampiro con un hermoso Volvo que puede llevarme donde quiera y cuando quiera._ en respuesta me miró y con una sonrisa en sus labios me besó, suavemente al principio y enérgico después poniendo sus manos en la parte baja de mi cintura, yo alcé mis brazos hasta su nuca queriendo atraer mas su boca hacia la mía. Un bajo gruñido salió de su pecho, eso me sobresaltó pero no separé mis labios, fue algo que me gustó y que hizo que comenzara a jadear. Entonces como sucedió en la habitación agarró mis muñecas y las separó de su cuello poniéndolas a mi costado y separando su boca de la mía. Juntamos nuestras frentes, él mirando mis labios húmedos por su beso y separados tratando de tomar aire y yo arremetiendo tratando de atrapar su boca de nuevo…

_ Mi Bella… nunca podrás entender lo peligroso que puede ser esto para ti… eres tan… frágil y deliciosa._ ambos soltamos una risa, _ahora súbete al Volvo mientras yo vuelvo a tapar el Aston_

A regañadientes di media vuelta y miré los autos que estaban frente a mí, ¿cuál sería el Volvo?, de seguro el amarillo no, ese era el de Alice, no creo que sea el jeep… no me dejaría manejar uno de esos. No me quedaba otra por hacer De tin marin de don pingüe… así terminé caminando hacia el negro, rogaba que fuera ese.

Lo miraba embelezada apoyada en la puerta del acompañante del auto negro,… tapaba su Aston con tanta delicadeza, tocaba suavemente sus curvas como si fuera a dañarlo o a romperlo, sin duda era su coche favorito. Cuando dio media vuelta me miró con curiosidad, entonces traté de abrir la puerta del auto negro pero estaba cerrado.

_Bueno, si quieres que suba ábrelo._ le dije y comenzó a reírse con muchas ganas, estaba perdida… ¿de qué se reía?. Entonces vino hacia mí y me agarró de la cintura,

_Mi tonta Bella… si quieres vamos en el Mercedes, Carlisle me lo prestaría, pero mi Volvo es éste…_ y señaló el gris plata que estaba justo a lado del negro.

Con cara de “Obvio que era este” me solté de sus brazos y me dirigí a la puerta del acompañante del Volvo, sintiéndome más tonta de lo que en verdad era, tendría que investigar un poco sobre autos si quería que él no me tomara como una tonta ignorante de autos.

_Me debes algunas respuestas._ le dije mientras conducía hacia mi casa. Ya habíamos pasado por la aseguradora y habíamos hecho los trámites correspondientes. Ya había avisado a la editorial que no iría al día siguiente por enfermedad, Carlisle me había dado dos días de reposo por las dudas aunque yo no los creía necesario, pero por otro lado eran dos días que pasaría con mi vampiro favorito y eso me reconfortaba. Ya me había acompañado a almorzar a un restaurante aunque él no probó nada y miraba con algo de asco mi plato de ravioles. Y ya había experimentado ser la acompañante de Edward cuando conducía por la carretera, no miró el velocímetro en ningún momento, cuando alcanzó los 200 Km. por hora se lo hice notar y disminuyó un poco, solo un poco la velocidad y ja!... claro era inmortal, no tenía necesidad de usar el molesto cinturón de seguridad, aunque exigió que me lo pusiera a penas salimos de su casa.

_Lo que tu quieras preguntar… soy un libro abierto._ y entonces comencé a dar rienda suelta a mi curiosidad.

_mmm… bueno… ¿Cómo es que te convertiste en vampiro?_ todavía era difícil creer en ese detalle, pero las pruebas saltaban a mi vista.

_Bien… Carlisle me convirtió cuando me encontró en un hospital de Chicago muriendo de gripe española. Mi madre y padre ya habían muerto por esta epidemia, solo faltaba yo._ “gripe española” no era una epidemia de la que haya oído hablar.

_¿Hace cuanto de esto?_ pregunté intrigada.

_Mmm… fue en 1918…yo tenía 17 años_ me miró expectante y traté de no reaccionar tan desconcertada, pero un “waww” salió de mi boca.

_Bella, soy una vampiro de 96 años viviendo en el cuerpo inmortalizado de un muchacho de 17._ me quedé sin palabras, la información fue inesperada. Nos quedamos en silencio mientras paraba frente a un semáforo en rojo. Entonces supe qué preguntarle,

_ Hoy me dijiste que jamás habías deseado tanto beber sangre humana como cuando me oliste por primera vez… ¿a caso no bebes sangre humana?_ la pregunta me incomodó pero tenía que saber.

_Mi familia, así como un clan que vive en Alaska, vivimos de sangre de animales. Nos abstenemos de beber la sangre humana aunque es la única que nos satisface por completo. Nos consideramos “vegetarianos”. No somos los vampiros que todo el mundo ve en las películas, eso es ridículo._ soltó una risita irónica.

_¿Qué es lo que yo te causo?_ me mordí el labio nerviosa.

_Bella… a parte del amor más hermoso y puro que pude sentir jamás, tú… eres algo así como “mi cantante”. Es decir… tu sangre “canta” para mi, me llama y me tienta. Tienes el aroma más espectacular que haya sentido en mis 100 años._ yo me limité a escuchar, quedé embobada cuando lo oí decir la clase de amor que sentía por mí.

_Eres todo para mí, no sé cómo pudiste ser tanto en tan poco tiempo… pero eso eres: Todo. Cuando te beso tengo miedo de romperte, tengo que medir mis fuerzas para no hacerte daño, perdóname… sé que quieres más de mi, o al menos lo querrás… pero te puedo herir y eso no me lo perdonaría jamás._ tuve que concentrarme para comprender lo que me decía, se había puesto nervioso y hablaba muy rápido_ tengo la necesidad de cuidarte, de mantenerte a salvo… te veo tan frágil, tan rompible… tan humana y al mismo tiempo tan única._

Contuve mis palabras en mi boca, quería replicar eso de “frágil” y “rompible”… me hacía sentir una copa de cristal, una flor o un… Aston. ¿Qué?... yo misma me comparaba con su auto, aquel que le daba pena usar por ser tan único. No pude evitar la comparación, su Aston Martín Vanquish tan delicado y único como su Bella Swan, aunque yo no me sentía tan extraordinaria como lo era el auto.

_Edward… no tienes que temer, yo sé que nunca me harás daño… en verdad siento tentarte cada vez que te beso, me siento mal saber que… sufres de cierto modo cuando me tienes tan cerca._ no sabía en realidad cómo arreglar las cosas, todo era muy caótico.

_Bella… eso es algo que puedo manejar, pero creo que lo que sería aún más difícil es tenerte lejos de mí. Te has convertido en una droga que corre por mis frías venas para calentar mi corazón._ No solo me rendí con esas palabras, también me mareé, me olvidé de respirar y si… mi corazón amenazaba con saltar de mi pecho. Sus ojos dorados me miraban suplicantes, entonces no pude hacer otra cosa que sacudir la cabeza y salir de esa hipnosis. Respiré de nuevo y vi que estábamos parados en calle de mi edificio.

_Ok… vamos._ señalé el edificio invitándolo a pasar… aunque era tarde aún podía mantener lo ojos abiertos para él..

_No estoy seguro Bella… mejor paso mañana temprano_ no podía creer que dijera eso, después que me había dicho que no podía separarse de mi. _ amor… no quiero que hagamos algo que pudiera matarte, si tu instinto de supervivencia no funciona… haré uso del mío para ti._ bueno, al menos él era más sensato que yo.

_bien… no insistiré, supongo que cuando te sientas preparado no evitaras que yo te tiente, puedo esperar._ fingí una sonrisa y tomé mi bolso, no sé en qué momento salió del auto pero cuando quise abrir mi puerta él ya estaba afuera abriéndola por mí.

Me acompañó hasta el porche, yo subí un escalón y me di vuelta para estar a su altura. Enrosqué mis brazos en su cuello y el los suyos se aferraron a mi cintura. Luego apoyé mi frente en la de él y cerré los ojos y di un largo suspiro,

_Edward… soy una entupida, frágil e insensata oveja… que se enamoró de un fuerte, sensual y masoquista león. ¿Me perdonarás por eso?_

_Mi amor… _

Ese ultimo beso del día fue dulce y apasionado a la vez, después de eso no nos veríamos hasta la mañana siguiente, me concentré en hacerle saber con cada rose de mi lengua en la suya que lo extrañaría, que lo deseaba y que lo amaba con todas las fuerzas renovadas de mi corazón. Lo mismo hizo él susurrando mi nombre cuando nos separamos y despidiéndome con un “te amo”.

Entré a mi departamento con la sensación de que me faltaba algo… mi corazón, ese vacío en mi pecho estaría hasta volver a verlo otra vez a la mañana siguiente… momento en el cual mi corazón volvería a su lugar… porque ahora se había marchado con él.

9 comentarios:

carla cullen dijo... [Responder]

OH por favor yo quiero un Edward Cullen en mi vida!!AHHHHHHHH!!
Estùpendo amiga!!
Espero el pròximo capìtulo.
Te enviò miles de besos vampìricos y nos leemos pronto!
Carla

Anónimo dijo... [Responder]

carlita no solo lo kieres ti lo keremos todas, maldita sea la hra en que no existe!! aaarg!!

jajajaja karina te kedo excelente!! esta buenisimo, yo kiero ser un aston para alguien ¬¬

jajaja ah q tristeza, m nknta cmo eskribes y ya kiero ver cmo keda eso q m enseñaste ayer jajaj vas perfecto d vdd m nknto!!

t mando muxos muxos besos y nos estamos leyendo

besos!!

Anónimo dijo... [Responder]

Te quedo espectacular el capitulo.Por favor continua asi,escribiendo tan bonito. Te envio muchos besos vampiricos. Anonima de Puerto Rico.

Unknown dijo... [Responder]

Mi "angel" robó mi corazón y con sus capis no sé por qué razón algo más tambien se llevó. Besotes miles mi Lullaby

Arantxa dijo... [Responder]

No me cansare de leer nunca esta historia, me encanta

·daniela· dijo... [Responder]

Que amor!!!
Adore a Edward XD
Pobre Bella... confundirse los autos, jaja...

zenni dijo... [Responder]

Me encanta este hombre!!!!!!!!! y tu historia esta muy bien

joli cullen dijo... [Responder]

me encanta esta hsitoria

ERIN dijo... [Responder]

Super!!! lleno de pasion y de increibles besos, nunca defraudas, sabia que habria muchos.
Pobre nuestro niño perdido, por Bella obvio, sufriendo desde ya una Bella adulta y con necesidades mas asentuadas va a ser mas dificil de manejar que la adolescente original. Espero que no sufra mucho.
Bueno mi tiempo de lectura por hoy se termino, pero promento volver mañana temprano y seguir con algunos capitulos mas.
Besos, ya el ultimo, hasta mañana :)