Hola amigas!, nuevo capi de Ángel.... espero que les guste, de seguro que si... perdón por hacerlas sufrir yo sufrí con ustedes. Recuerden que el jueves Prefacio de Amor Prohibido... se viene un fic muy bueno. Bueno gracias por comentar siempre y espero que lo sigan haciendo, sin ustedes yo no seguiría con esto, besos y las quiero mucho.!!
Capitulo 22: Abre tus ojos…
_Edward haz algo!.._ sé que era Alice porque tiraba de mí brazo mientras hablaba, entonces en ese momento reaccioné, vi la escena que pasaba por mis ojos con claridad y no hubo lugar a dudas… solo ella provocaba esto, mi desesperación. Mientras Carlisle, a velocidad inhumana, preparaba el equipo de resucitación yo arranqué las sábanas que tapaban el pecho de mi amor y le saqué el respirador para darme espacio para llegar a su garganta, me estremecí al sentir su cuerpo inerte sobre la cama,
_Da el primer choque Carlisle…_ le dije a centímetros de la piel de Bella, mi padre lo hizo… puso las paletas del resucitador en el desnudo pecho de Bella y dio la descarga eléctrica… la espalda de ella se arqueó levantando su pecho y cayó pesada sobre la cama, enseguida me apresuré a acercar mis afilados dientes a su traslucida y fría piel y hundí mis dientes, la traspasé fácilmente pero no había sangre deliciosa que brotara de ella, todavía no latía su corazón…la poca sangre que tocaba mi lengua mientras mi ponzoña luchaba por entrar a su sistema era casi amarga y fría. Me separé de ella luego de asegurarme que la cantidad era suficiente, mi padre volvió a poner las paletas en su pecho y una vez más descargó provocando que su espalda se arqueara de nuevo y cayera pesadamente sobre la cama. Los monitores no mostraban actividad alguna, mi Bella aún no reaccionaba.
“Una vez más hijo… muérdela”
Me apresuré a hundir mis dientes en la fina piel de una de sus muñecas, sentí como la ponzoña no fluía por sus venas sino que se agolpaba en el lugar donde yo la estaba depositando,
_¡Bella!... _ grité desesperado a su lado _¡no me dejes maldita sea!_ grité con mi voz quebrada. No podía estar pasando… no podía ser.
Mi padre aumentó la potencia del equipo y una vez más descargó sobre ella. Luego de unos segundos de una angustiosa espera pude notar cómo los monitores cambiaron al mismo tiempo que yo percibí un leve y sutil golpeteo de su corazón…muy débil y casi imperceptible, como si estuviera luchando por obtener una bocana de sangre… el movimiento fue sutil pero estaba respondiendo, rogué a los cielos que ese leve latido fuera suficiente para impulsar la ponzoña dentro de su sistema y que comenzara con su transformación,
_Bella mi amor… resiste ven a mí por favor…_ le dije al oído conciente que ella podía escucharme. Toqué con un movimiento desesperado sus mejillas infundiéndole calor casi inútilmente y con una mano masajeé suavemente el centro de su pecho,
_Bella por favor… ven a mí…_ le repetí pegando mis labios a su oído,
_Hijo… el veneno está en sus venas, déjalo actuar_ dijo mi padre, volteé mi cabeza hacia él que se encontraba a mi lado con las paletas del resucitador todavía en sus manos,
_No… no la voy a dejar_ volví a mirar a Bella y puse alerta todos mis sentidos para poder sentirla, los golpeteos eran débiles, casi nulos pero estaba allí… seguí con mi tarea de dar suaves masajes a su pecho mientras que mi padre acomodaba la mascara del respirador en su boca, pude sentir con la palma de mi mano los estragos que el maldito lobo había dejado en el tórax de mi amor… su pecho hundido me hicieron preguntarme cómo había resistido tanto, ¿cómo pudo soportar tanto dolor?... pude sentir la textura de los huesos rotos debajo de su fina piel. El oxigeno del respirador comenzó a entrar a sus pulmones y un cambio se produjo, mi Bella aspiró aire con una bocanada desesperada, yo la levanté sosteniéndola entre mis brazos y me senté sobre la cama poniéndola sobre mi regazo, puede escuchar atónito como su corazón aumentaba su ritmo llegando a latir casi desenfrenadamente dentro de su pequeño pecho destrozado.
_Te lo dije hijo…_ susurró mi padre palmeando mi hombro.
Su transformación había comenzado y mi Bella empezó a removerse incomoda emitiendo pequeños gemidos que cambiaban de intensidad a medida que los segundos pasaban…
_Yo estoy aquí amor._ le susurré al oído mientras se estremecía entre mis brazos y emitía quejidos de dolor, su efluvio había regresado pero era solo sutil y mezclado con otros olores raros que no le pertenecían y su corazón retumbaba fuerte en su pecho luchando contra la ponzoña que invadía su sistema. Me estremecí al escuchar sus gritos de dolor sobre mi pecho… y recordé mi propia y dolorosa transformación, mi hermosa Bella comenzó a sacudirse sobre mí al tiempo que comenzaba a decir incoherencias, Alice estaba a mi lado y Carlisle se encargaba de desconectarla de los monitores cardiacos y del respirador… su cuerpo comenzaba a sanar, puse mi mano en el lugar donde el lobo había dado su golpe mortal y percibí que algunos huesos estaban soldándose,
_Cura mi pequeña… pronto terminará_ susurré a su oído conciente por experiencia propia que ella me escucharía, no pasaría por esto sola.
El resto de mi familia nos había dejado solos, pude escuchar sus pensamientos en el piso de abajo acallados por los gritos y quejidos de mi ángel, estaban preocupados y aliviados al mismo tiempo por como se habían desarrollado las cosas. Luego de unos minutos Alice llamó a la puerta y entró a la habitación, nos contempló durante un tiempo en silencio a los pies de la cama, en su mente pude ver la escena que ella contemplaba como si fuera un espejo… yo sosteniendo a mi Bella entre mis brazos mientras ella se removía de dolor, mis brazos aferrando fuerte su torso contra mi pecho y mis manos acariciando su espalda…
_Edward ella estará bien._ me alentaba mi hermana,
_Lo sé Alice, solo me duele saber que está sufriendo…_ dije mientras abrazaba más fuerte a mi Bella y la sostenía contra mi pecho.
_Aguanta… será menos tiempo de lo que pensamos_ me dijo acercándose a acariciar la mejilla de mi amor _estaré abajo, si me necesitas… lo sabré_
Me quedé junto a mi amor… sufriendo con ella cada punzada de dolor y quemándome a carne viva cuando ella se estremecía por el fuego. Mi propia transformación había sido larga y dolorosa y de ello tengo muy pocos recuerdos y todos muy dolorosos… pero ver a Bella estremeciéndose ante el mismo dolor fue lo que sacó lo peor de esos recuerdos….
_¡¡Edward!!... ¡¡quema!!_ gritaba mi ángel. Mis brazos se aferraban cada vez más a ella cuando un nuevo grito la invadía. Esto estaba mal… muy mal, había echo que un ángel se retorciera de dolor entre mis brazos, le había podido hacer al fin lo que pensé en hacer desde la primera vez que la vi… quitarle las alas, matarla y hacerla mía, la había corrompido y ahora como pecado estaba recibiendo el peor de los castigos… dolor y más dolor.
_¡¡Mátame Edward!!_
_No…_ le dije al oído al escuchar esas palabras, _sopórtalo amor… pronto pasará_
Era un vano intento de apaciguar a mi ángel que trataba por todos los medios de batir las alas que yo mismo le había arrancado. La acuné entre mis brazos sufriendo con ella, no la dejaría sola, no lo haría jamás…
Bella POV
Y las ansias.
Y el dolor…
¡Oh, quémame!
¡Quémalo, ángel de luz, custodio mío,
tú que andabas llorando por las nubes,
tú, sin mí, tú, por mí,
ángel frío de polvo, lleno de gloria,
empujado a las tinieblas!
¡Quémalo, ángel de luz,
quémame y vuela!
Escuchaba su vos, en algún lugar… su dulce voz susurrándome al oído palabras de amor y de aliento… lo escuchaba sin embargo no lo oía, el fuego y la quemazón eran tan intensos que opacaban la dulce vos del ángel que una vez más venía a salvarme. El ángel que esa medianoche me había salvado por primera vez y el que ahora me arrullaba entre sus brazos para no dejarme volver a caer. Lo oía en la distancia con cada grito que yo emitía y con cada suplica que daba. Los látigos de dolor eran cada vez más fuertes y traspasaban mi conciencia haciéndome perder el control de ellos. Sabía que le dolía verme así, pero no lo podía evitar… el dolor era tan fuerte, como cientos de lenguas de fuego quemándome y cercenando mi cuerpo pedazo a pedazo... no podía más que aferrarme a la esperanza de volver a abrir los ojos, si la vida me lo permitía, para volverme a perder en el topacio de su mirada.
Te amo ángel de mi corazón, te amo y prometo nunca más hacerte sufrir, porque tus ojos no merecen ponerse tristes y de una vez por todas tu corazón merece latir. Te amo ángel… y que el cielo no te deje otra vez sufrir, prometo darte días de plena felicidad y noches de eterna lujuria para ayudarte a alcanzar la paz.
Podía sentir los latidos de mi corazón… que en un principio fueron débiles pero que fueron aumentando su intensidad a medida que el dolor iba creciendo, no pude resistirme gritar y pedir ayuda y piedad… prefería mil veces la muerte a pasar por esto… en mi inconciencia noté que varias veces había gritado a alguien que me matara, que terminara con mi vida para aliviar el dolor, pero siempre recibí las mismas respuestas “Sopórtalo amor… pronto pasará”…
Noté como unas manos frías, tocaban mi cuerpo de vez en cuando, lejos de apaciguar el ardor y sofocar el fuego que me quemaba, me sostenían y aferraban mi cuerpo que peleaba contra el dolor. Agonizar entre esos brazos fuertes y seguros no hacía tan malo la muerte…
Entre momentos en que sentía que una anestesia inundaba mi cuerpo podía abrir mis ojos con la esperanza de que este suplicio hubiese terminado… pero eran solo segundos en que podía ver a mi ángel abrazándome y a su padre inyectándome algo, entonces volvía a hundirme en la oscuridad y el fuego volvía arremetiendo con más fuerza en mi cuerpo.
“No funciona… la morfina es inútil” distinguía una voz entre mis gritos.
El dolor era interminable, parecía que nunca se iba a calmar… se las había ensañado conmigo y me torturaba hasta el punto de creer que era un castigo que por alguna razón me merecía. Mi ángel siguió susurrándome en el oído no sé por cuanto tiempo y sus palabras parecían menguar de a poco el tormento. No sé cómo pero de un momento a otro el dolor se concentró en mi pecho… mi corazón galopaba eufórico, como queriendo escapar de algo, dejé de moverme y pude sentir con más claridad cómo las mismas manos que siempre me sostuvieron se posaban en ese lugar que ardía tanto.
_Va a despertar…_ dijo una voz tranquila en mi oído.
Emití pequeños gemidos al notar que mi pecho ardía como nunca creí que podía provocar el fuego… el dolor se concentró allí y de pronto todo fue silencio… era el fin de una pesadilla, el dolor ya no estaba y había abandonado mi cuerpo dejándome sumida en el medio del un tormentoso silencio.
_Bella… amor…_ la misma voz, la de mi ángel.
Tenía miedo de abrir mis ojos, no quería hacerlo por temor a que en cuanto abriera mis ojos volviera el dolor. Un arma dulzón y enloquecedor penetró por mi nariz haciéndome jadear… yo conocía ese aroma, pero ahora era más concentrado y aún más imponente.
_Abre tus ojos…_ dijo una voz sobre mis labios,
No tenía otra opción y si la tenía no quería tomarla… debía obedecer a mi ángel, él era mi voz a seguir. Lentamente mis parpados se separaron y me dejaron ver, aunque lo que ví no era lo que me esperaba… ya no era un ángel lo que tenía frente a mi a centímetros de mi boca, era un Dios… un hermoso Dios… el más hermoso de todos me miraba fijamente con una sonrisa en sus labios. Conocí sus ojos al instante en que me perdí en ellos provocando que un jadeo saliera de mi boca, alcé mi mano en un movimiento algo rápido a pesar de que mi intención había sido hacerlo lentamente, posé mis dedos en la suave piel de aquella deidad y recorrí cada una de sus facciones admirando cada centímetro de su piel. Él cerró sus ojos disfrutando del momento y yo proseguí con el escrutinio, mis dedos se posaron finalmente en sus labios sintiendo como el aire cálido que respiraba se colaba entre mis dedos,
_Gracias por volver a mí…_ murmuró aún con los ojos cerrados y mis dedos tocando sus labios. Yo jadeé ante esa suave y aterciopelada voz… ¿cómo nunca me di cuenta que era tan hermosa?...
_Edward…_ suspiré y él abriendo sus hermosos ojos topacio sonrió. Solo eso me bastó para alcanzar sus labios y fundirme con los suyos en un tierno y apasionado beso, no pedí permiso ni me importó el lugar… ya que no sabía con certeza donde estábamos. Comencé a jadear mientras sus manos recorrían mi espalda y una de ellas se posó en mi nuca acercándome imposiblemente más a él. Nuestras bocas se abrían y cerraban al compás de nuestras lenguas, si había besado antes no era nada comparado con este beso en particular…era distinto y era único al mismo tiempo, no necesité separarme de él porque me di cuenta que no necesitaba respirar. Puse mis manos a cada lado de sus mejillas y gemí cuando su mano viajó hasta uno de mis pechos apretándolo y provocando la turgencia de mi pezón…
_Vámonos…_ susurró una voz a nuestras espaldas y entonces recién ahí me percaté que no estábamos solos, detuve el movimiento de mi boca pero no me separé, Edward me incitó a seguir al tiempo que escuché la puerta cerrarse detrás de nosotros… su boca no solo no había detenido su tarea sino que dejó mis labios para recorrer mis mejillas y luego bajar hasta mi cuello, me besó y me dio exquisitas lamidas y un fuego interno, distinto al que había sufrido momentos antes, invadía mi bajo vientre haciéndome jadear.
_Edward…_ gemí inclinándome cerca de su oído. Él subió por mi cuello aún besando exquisitamente mi piel hasta que llegó a mis labios a los que dio un dulce beso, reposó su frente contra la mía y me miró a los ojos soltando un suspiro, un nuevo brillo vistió su mirada y sonrió de lado acariciando mi mejilla,
_Bienvenida amor… nunca vuelvas a dejarme._ me dijo suplicante, yo solo sonreí y volvía a besarlo… nunca dejaría de hacerlo, en segundos ya se había convertido en una droga para mí, lo necesitaba y quería sus labios fusionados con los míos aunque el mundo se cayera a pedazos a nuestro alrededor… aunque todo se convirtiera en nada solo lo quería a él.
11 comentarios:
Gracias Lullaby, estuvo genial, yo sabia q ella no podia dejarlo, y como siempre Edward es Edward, lo amooooooo, besos Loquibell
hola lullaby, hermoso capitulo nena, hay pobre edward no me lo hagas sufrir tanto que no se lo merece, y la reaccion de bella es logica quien no quisiera no separarse de edward, besarlo siempre, hay que envidia, un beso guapa
increible el capitulo Lullaby como siempre.
besos guapa
Definitivamente EDWARD CULLEN es una droga chicas LULLABY gracias preciosa por darme mi dosis diaria el capi estubo FANTASTICOESPECTACULARHERMOSO¡¡¡¡¡ te mereces todas las palabras juntas se acerca navidad y ya escribi mi carta mi regalo es psss obvio un EDWARD CULLEN. thanks lully besos desde colombia
*w**w**w**w**w**w**w**w**w**w**w**w**w**w**w*
navidad navidad
ps: chicas colombianas a prender la velita por edward ¡feliz dia!
wiii me encanto que lindo...pobre bella ehh pero todo ese dolor para tener a un Edward wou es poco jajaja
Lu fascinante XD
wiiiiiiiiiiiiii yo sabia que no la dejarias morir haha perodn por no comentarte en el anterior, en swerio, pero me gusto mucho jiji me encanta xP, en fin, muchos besotes, XP
aaaaaaaaaaaah!!!!!!
que hermoso kapi...
Bella por fin convertida...hahahahaa
si!!!!
me encanto Lullaby, es completamente
hermoso, pero mira que desesperados...
ni siquiera dieron oportunidad de salir a
¿ALICE?¿CARLISLE?no se per uno de los dos...
ahahahaha!!!
me encanto...espero e proximo...
me despido y nos leemos...
BESOSOS Y MORDISCOS
hola gracias por todos estos capis me los lei en una noche... tienes una gran imaginación y plasmas tus pensamientos e ideas de una forma unica muchas gracias y sigue asi...
att: viviana desde Costa Rica.
wow, que despetar! xD
Pobre de Edward...pero mas pobre de Bella que dolor...como dicen el amor lo puede todo...claro que yo por el...soportaria eso y mas...
se que se acerca el final...que dolorrr!!!
pero esta muy buena...asi que espero un buen final y se que asi sera
Lulla, diosa: te luciste con la transformacion. No se me habia pasado por la cabeza que el chucho habia matado a Bella, pense que solo se habia desmayado por el dolor del golpe, pobre Edward tuvo que sufrir todo de nuevo con el agravante de que ahora lo hacia a travez del dolor del ser que mas ama. Me encanto el despertar, todo el capi fue sublime.
Besos
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