Capitulo 5: Cierre de una noche especial

Tweet

Hola amigas!, nuevo capi de nuestro "Amanecer" desde el POV de Edward... espero que les guste y recuerden que esta es la primera parte, cuando termine de subir toda la prmera parte continuo con la segunda parte.... besos y COMENTEN.!!!

PRIMERA PARTE: Capitulo 5: Cierre de una noche especial

“Es hora de curar este amor
Fuerzas que diluvian esta pasión
En mis manos te tendré
Cada latido que yo siento en mí
Me da mas fuerzas para amarte a ti
No olvides este prometido esta siempre contigo
Yo te quiero al fin enseñarte
El significado de la palabra amarte
No podré nunca de ti alejarme
Pues jure ante dios nunca dejarte
Yo te quiero llevar hacia un mundo especial
Donde la luna y las estrellas nos puedan mirar
Será maravilloso tu cuerpo sin tomar y entregarte mi amor

Yo quiero estar contigo
Amor siempre
Yo quiero estar contigo
Amor siempre”

¿Desde cuando un hombre normal dejaría que su enemigo se acercase con toda confianza a su territorio?... ¿quién en su sano juicio dejaría acercarse a la mujer que ama a quien pretende arrebatársela?. Si bien yo no era un hombre normal, debía de tener algunos instintos de supervivencia que no se dejaban mostrar al permitir que la razón de mi existencia se acercara a mi más enraizado enemigo… Jacob Black.

Lo percibí cerca de donde estábamos celebrando nuestra boda, cerca… muy cerca de nuestros amigos, familia y por sobre todo de mi esposa. Tuve un destello de arrepentimiento al haberlo invitado yo mismo a quien, si en buenos términos se hubiese rendido al amor de Bella, hubiese sido nuestro posible padrino de bodas… pero debía soportar su cercanía al menos por esta noche, era el mejor amigo de mi esposa y yo quería que esta noche fuera una noche inolvidable y completamente feliz para ella… este sería su regalo, mi regalo de bodas para Bella.

Sonreí para mi amor que me miraba con curiosidad al notar que algo me había alterado,

_¿Qué pasa?_ dijo mirándome

_Un regalo de boda sorpresa_ le dije aparentando la mayor tranquilidad posible, si bien él no estaba aquí con actitud hostil, siempre era peligroso al ser de sangre tan explosiva e impulsiva. Mi esposa me miró incrédula y yo la tomé de la cintura para conducirla a él lentamente, sutilmente la hice bailar entre mis brazos hasta salir de la pista de baile y conducirla por el oscuro patio hasta que llegamos hasta la sombra del linde del bosque, me detuve y la sostuve por la cintura buscando a nuestro invitado. Miré al bosque y percibí su olor con facilidad… no pude reprimir fruncir la nariz ante el desagradable efluvio. Entre los árboles lo pude en medio de la oscuridad al tiempo que leía sus pensamientos, “quiero ver a Bella” pensó.

_Gracias… esto es muy amable de tu parte…_ le dije a la oscuridad aunque distinguía muy bien su rostro.

_Soy la amabilidad personificada_ respondió hoscamente _¿me permites?_ me dijo, quería claramente acercarse a mi Bella, esta se percató de su presencia y su corazón latió desbocado ante la sorpresa…

_¡Jacob!_ exclamó mi esposa con una de sus manos en su pecho, como obligando a su corazón que se quedara en su lugar _¡Jacob!_

Él le hizo saber donde estaba y mi Bella buscó entre los árboles adentrándose de a poco, yo la sostuve levemente por el codo hasta que sentí que otras manos ya la habían recibido… “la tengo chup… Edward”.

“Cuídala” susurré muy bajo estando seguro que él me escucharía. “Ve a divertirte… conmigo siempre estará segura” me respondió en sus pensamientos. Pude percibir el aroma de un lobo que se mantenía mucho más alejado detrás de Jacob, era Sam en fase… “Descuida Cullen… estoy aquí por si acaso” yo solo asentí sabiendo que me estaba viendo… por un lado me sentía tranquilo que el Alfa lo este acompañando, era solo para prevenir y no lamentar.

_Rosalie no me perdonará si no le concedo su turno oficial en el baile_ murmuré conciente de que debía dejarlos solos. No me alejaría del todo… no podía dejarla completamente sola, me afligía de sobremanera dejarla en los brazos de ese chucho, le había entregado mi mayor y único tesoro, pero era mi regalo para ella y ya que todos estaban en el patio celebrando… ya me sentía ansioso al no tenerla cerca mío… así que decidí sentarme en el taburete de mi piano y acariciar las teclas, tal vez así lograra calmarme… toque algunos acordes de la Nana de mi esposa pero ella seguía estando en mi mente… ¿por qué todo debía de ser así de complicado?... no pedía un mundo color de rosa ni mucho menos, pero se me hacia difícil separarme de ella, yo que atesoraba cada latido de su corazón ahora se la estaba entregando casi en bandeja a un chucho con instintos y fuerza desmedida que desde un principio lo único que quiso fue separarla de mi.

Decidí levantarme y caminar hasta el gran ventanal que daba al patio trasero y fijar mi mirada en los que estaban en la gran plataforma de baile aun festejando, Rosalie bailaba con Emmett y mi madre daba vueltas por la pista con Eleazar mientras sonreían y charlaban tranquilamente, pude ver a mi padre sentado junto a Jassper en una de las mesas, ambos parecían preocupados y atentos a algo… de vez en cuando mi padre lanzaba mirada furtivas hacia el bosque y Jassper hacia mi dirección. Traté de oír en dirección de donde se encontraban Bella y Jacob… pero solo escuchaba leves murmullos y palabras sueltas que se confundían con las voces provenientes de la fiesta, lo mismo sucedió cuando trate de captar la mente de Jacob… recibía destellos de su pensamiento… Bella bailando con Jacob ante lo cual no pude mas que sonreír, mi pequeña esposa aferrada a un adolescente de 2 metros y algo… Bella riendo y con sus ojos llenos de lagrimas debido a la emoción… No, no quería pasar por fisgón espiando a mi esposa… quería que este reencuentro sea de ella y de nadie más, así debía ser y así debía dejar que fuera. Decidí moverme y regresar a la fiesta… quedarme junto a mi padre y Jassper parecía buena idea, por lo que estarían atentos al igual que yo sin la necesidad de fisgonear.

Cruce el patio trasero a velocidad humana… aún seguía desconfiando pero no podía entrometerme, este era un momento solo para ellos.

“Hijo… todo saldrá bien, no te preocupes” dijo mi padre cuando me acerqué a ellos… “fue una buena decisión dejarlo solos”, yo asentí ante los pensamientos de mi padre. Recorrí con la mirada la pista de baile donde los invitados bailaban indiferentes a todo lo que estaba sucediendo, me tope con una mirada… Seth estaba en el centro de la pista de baile moviéndose en círculos con su madre, tenía un semblante que enseguida comprendí… él sabía que Jacob estaba aquí… “Gracias por haberlo invitado, significa mucho para él…”, sonreí casi imperceptiblemente, seguí mirando al resto de los invitados, los cuales estaban muy a gusto con la fiesta que Alice se había esmerado preparando… suspiré ansioso y no pude evitar voltear hacia atrás mirando en dirección adonde había dejado a mi esposa… quería intentar encontrar los pensamientos de Jacob pero me seguía pareciendo muy fuera de lugar de mi parte… ¿a caso se molestaría si lo hiciera?, después de todo como su esposo debía velar por su seguridad.

_¡Alice!_ dijo Jassper preocupado, a lo que volví a mirar hacia la pista de baile… vi caminar a Jassper hacia el lugar donde se encontraba Alice y me percaté que ella tenía el rostro crispado, era dolor, sorpresa e incertidumbre... algo la inquietaba de sobremanera. No fue necesario ir hasta ella, ni preguntarle... lo vi a penas puse mis ojos en mi hermana, su mente estaba vacía con un solo nombre... Bella. Mi hermana puso sus ojos en mí y lo supe... "Ve por Bella Edward, no puedo verla... pero por favor ve por ella... algo sucederá, estoy segura", tenía que hacer algo y confiar en el presentimiento de Alice..., su cara lo demostraba... su temor había dejado de ser solo de ella, era mío también.

No me detuve ni un segundo y no me importó correr a toda velocidad, de todas maneras no lo notarían. Cuando estaba llegando al linde del bosque en el lugar donde se encontraban mi esposa y el chucho pude escuchar lo que el maldito perro le decía casi a los gritos

_Bella, has perdido la razón. No puedes ser tan tonta, dime que estas bromeando._ la estaba agitando sosteniéndola de los brazos mientras ella le pedía que se detuviera, el muy maldito la estaba lastimando…

_Quítale las manos de encima_ dije enfurecido, pude escuchar unos ligeros gruñidos detrás del perro… seguramente eran sus amigos que nada hacían por intervenir y sacar a este patán del lugar… ¿en qué momento se me había ocurrido dejarla sola?...

“¡Maldito chupasangre!... ¡¿Qué le piensas hacer!?... ¿acaso piensas saciar tu lujuria y destruirla?!... ¿no puedes esperar a condenarla primero?!” me gritaba el perro en mi mente… supe en un instante a lo que se refería… eso fue lo que lo enfureció.

Seth apareció detrás de mí adelantándose hacia él pidiéndole que la dejara, que lo estaba arruinando, no podía estar más de acuerdo con él. Tan solo debía esperar que él la soltara para matarlo… para arrancarle cada una de sus extremidades y revertir la visión de Alice.

_La vas a lastimar… déjala ir_ susurró Seth, ¡ya está! esto era suficiente…

_Ahora_ jadeé. El maldito perro la soltó y en un movimiento rápido tomé a Bella desde atrás y la moví unos doce pies alejada del bosque, lejos de él. En el momento en que me volteé para saltar sobre el chucho, Seth se aferró a Jacob tirando de él para alejarlo, el muy desquiciado temblaba de pies a cabeza a punto de entrar en fase, en eso dos grandes licántropos se interpusieron entre nosotros… esto me hizo reconsiderar el ataque, si saltaba los lobos me interceptarían y Seth podría salir lastimado… no era buena idea, el chico no tenía malas intenciones y nunca las tuvo, no tenía por qué pagar la estupidez de su amigo, lo único que pude hacer fue prepararme para el ataque y proteger a mi esposa que se encontraba detrás de mí.

_Te mataré_ dijo Jacob mirándome fijamente sin dejar de temblar… si tan solo Seth se apartara…

_Te matare yo mismo. Lo haré ahora_ destiló cegado de furia.

“No lo hará… no ataques o no tendremos otra opción de atacar también…” me dijo mentalmente Sam. Sus palabras no lograron hacerme cambiar de idea,

_Seth, quítate de mi camino_ dije rogando que lo hiciera, en vez de eso Seth lo jaló hacia atrás adentrándolo al bosque… Jacob se dejó arrastrar mientras Sam, el lobo más grande y negro, se unía a Seth empujando con su cabeza sobre el pecho de Jacob… entre los dos lograron alejarlo por el bosque, el otro lobo que miraba en mi dirección se dispuso a retroceder siempre mirándome. A mis espaldas mi esposa susurró un suave “lo siento” y me percaté que estaba hablándole al lobo le dije que todo estaría bien ahora… “nos iremos… no se volverá a aparecer por aquí” pensó el lobo a lo que yo asentí, luego se fue.

Me volví a mi esposa que miraba la escena con lágrimas en sus ojos, le pedí irnos y la tomé de la cintura… parecía tan frágil e indefensa, no sé que hubiese echo si ese maldito lobo le hacía algo. Protestó pidiendo por su amigo a lo cual la calmé diciéndole que estaba con Sama hora y que se controlaría, se disculpó diciendo que había sido una estupida… ¿cómo podía decir eso si el estupido había sido yo al haberla dejado sola con él?... yo tenía la culpa… yo lo había hecho venir. La calmé diciéndole que ella no había hecho nada malo pero ella seguía quejándose de su gran bocota… quise reír ¿ella que sabía que el maldito iba a reaccionar así?

_No te preocupes_ acaricié su mejilla _Necesitamos volver a la recepción antes de que alguien note nuestra ausencia._ Se tensó ante mis palabras y se quedó pensando en el lugar… me pidió un minuto y comenzó a alisar su vestido, ¿qué hacía si estaba tan hermosa como nunca?, me preguntó por su atuendo y yo le respondí que lucía bien, lo cual era poco a como realmente lucía, aprobé su cabello y comenzamos a andar.

Una vez ya en la pista de baile la giré bajo el dosel de luces aparentando que nunca nos habíamos ido, mientras nos mezclábamos con los otros invitados en la pista comenzaron a llegar las recriminaciones a mi mente… “¿sabes lo que haz hecho?... ¿como se te ocurre invitar a ese maloliente?” me decía la furiosa voz mental de Alice, no le di importancia así como tampoco me importó los reproches de mi querida hermana Rosalie, que no había sido tan suave en sus palabras. Sí! yo tenía la culpa… yo era el único responsable pero no permitiría que me opacaran la noche, no más de lo que ya estaba.

A un costado de la plataforma de baile estaban mis hermanos… ello habían estado atentos a la confrontación y aún estaban tensos, forcé una sonrisa para hacerles saber que todo estaba bien. Miré a mi Bella que observaba al resto de los invitados y le quise preguntar si estaba bien, ella me dejó claro que sí lo estaba pero cuestionándose que había mal en ella, como había sido capas de dejar que le hiciera eso… la calmé asegurándole que nada estaba mal en ella, ¿cómo no podía ver con claridad que el culpable de todo solo había sido yo?...

jamás me perdonaría si le hubiese sucedido algo, el miedo a perderla era tan grande.

Me sorprendió cuando en un intento de olvidar la situación me pidió que no volviéramos a pensar en lo sucedido esta noche, era verdad… yo no podía dejar de pensar en lo sucedido pero ella… ella era la protagonista esta noche y debía olvidar, aunque sabía que no lo hacía su corazón, de alguna manera había arruinado su noche, la que debería ser la mejor noche de su vida.

_¿Edward?_ me preguntó haciéndome salir de mis cavilaciones, cerré mis ojos apoyando mi frente contra la suya y por una vez en mi vida le di la razón a Jacob, él podía ser lo que fuera… mi enemigo, el hombre que pretendía robarme al amor de mi existencia, un chucho pestilente… pero tenía razón en una cosa, estaba condenando a Bella a una muerte segura. Le dejé en claro a mi esposa que pensaba que Jacob después de todo tenía razón, pero ella me refutó diciendo que su amigo era demasiado dado a no ver nada claramente… ¿cómo podía aferrarse a esa mentira?... de los tres, él era el que veía la realidad de las cosas.

_ Debería haberle dejado matarme solo por haber pensado…_

_¡Basta!_ rugió tomando mi cara entre sus manos, _ tú y yo es lo único que importa. La única cosa sobre la que tienes permitido pensar ahora. ¿Me escuchaste?_ sus palabras eran duras y las decía con determinación, solo asentí dejándome llevar por ella, ella era el ángel ante la cual estaba pidiendo mi redención… si ella perdonaba mi estupidez entonces tendría fuerzas para ocultar mi culpa y seguir adelante. Me agradeció diciéndome también que no estaba asustada a lo cual yo le dije que yo si lo estaba, y terriblemente… estuve a punto de perder a lo único que me mantiene en pié… mi esposa y verla entre las brutas manos del perro me hicieron temer lo peor. Me pidió que no lo estuviera y me susurró un “Te amo”, la palabras que me hicieron sonreír.

_Es por eso que estamos aquí_ le respondí, haciéndole saber que nuestro amor era lo único importante esta noche. Tenía unas ansias tremendas de tomar su boca con la mía y hacérselo saber de una manera más eficiente pero el idiota de mi hermano nos interrumpió, Emmett quería bailar con ella pensando que esta sería la última vez que la haría sonrojar. La dejé segura en sus brazos y me dirigí hacia donde se encontraban mis padres, estaban muy compenetrados en una charla con Carmen y Kate, sabía que las aguas se habían calmado pero no deseaba toparme con los reproches de Alice ni de Rosalie, me quedé parado algo lejos de la pista de baile mirando a mi esposa bailar, parecía divertirse con las ocurrencias de mi hermano, agradecí internamente a Emmett por hacerle olvidar al menos momentáneamente el altercado con su amigo.

_¿Qué hace aquí el novio más guapo que he visto?_ me dijo la vos de Tanya a mi lado, volteé a verla y me sonreí al verla con una copa de champagne en la mano,

_¿Cuidando las apariencias?_ le respondí señalando la copa,

_No sé por que la tengo… estos humanos ni siquiera se dan cuenta._ me dijo algo despectivamente.

_hay muchos que son muy observadores_ le recalqué recordando a mi hermosa humana.

“Edward… ve por tu esposa, ya casi es hora” me dijo la voz mental de Alice, la busqué entre la gente y me encontré con su mirada reprobatoria,

_Disculpa Tanya… voy por Bella_ le dije comenzando a caminar pero ella me retuvo con una de sus manos en mi brazo,

_Déjala, al parecer está muy a gusto con Emmett_ señaló hacia la pista de baile y vi a Bella riendo a carcajada limpia,

_Igualmente… se me hace duro estar más del tiempo necesario sin ella_ le dije sonriendo, me safé de su agarre y me dirigí hacia mi esposa. Emmett regresó a Bella a mis brazos y continué bailando con ella, después de esta noche realmente iba a quedar agotada, por suerte teníamos un largo viaje por delante que le iba a permitir descansar y dormir un poco antes de llegar al lugar secreto donde pasaríamos nuestra luna de miel…

_Creo que podré acostumbrarme a esto_ me dijo mi dulce ángel cuando la estreché en mis brazos y recostó su cabeza sobre mi pecho. Le pregunté si había superado su inseguridad con el tema del baile y me dijo que bailar no era algo tan malo, al menos no cuando lo hacía conmigo… me gustó la manera en que se apretó más contra mí y me dijo que nunca me dejaría escapar, estuve de acuerdo con ella, nunca… nunca la dejaría escapar… me acerque a sus labios y esta vez si la besé… con toda plenitud, todo el amor y la pasión contenida, fue un beso profundo, intenso y lento con el que quise hacerle saber que éramos solo ella y yo… en nuestro mundo, nuestra burbuja y que nada ni nadie rompería eso que nosotros teníamos.

_¡Bella!...¡Es la hora!_ claro… la voz chillona e irritante de mi querida hermana era la única que podía romper esa burbuja, traté de ignorarla y apreté más a Bella con mis brazos haciendo más intenso el beso, mi lengua bailo anhelante y con urgencia en su boca disfrutando del calor y las caricias que me propinaba las suya. No me cansaría jamás de esto, no dejaría jamás de besarla…

_ ¿Es que quieren perder el vuelo?_ mi hermanita estaba justo a nuestro lado, ¿como podía ser tan molesta?, _Estoy segura que van a pasar una luna de miel estupenda acampando en el aeropuerto, esperando el vuelo siguiente_ Oh maldita sea! Que se calle de una vez!!

_Lárgate Alice_ le dije en tono mordaz, aunque era totalmente inútil gastar tiempo en echarla, dijo algo a Bella a cerca del vestido mientras yo seguía con mi faena… su lengua sabía exquisita,

_Le voy a decir donde la llevas Edward. Te juro que lo hago_ con esas palabras me tenía donde quería, había puesto el dedo en la yaga… me separé de mi esposa dándole una mirada de muerte a mi molesta hermana.

_Para ser tan pequeña eres de lo más irritante_ solté, me replicó que no había comprado un vestido de viaje para que se desperdiciara… luego de eso prácticamente se llevó a mi esposa volando tras ella.

Los invitados fueron escabulléndose de a poco y por orden de mi madre hacia la casa,

_No querrás viajar con el smoking hijo… Alice te dejó ropa preparada en tu habitación_ me dijo mi madre, yo rodé los ojos y me dirigí hacia la casa, subí las escaleras y luego de comprobar que nadie me viera me eché a correr para llegara ami habitación y encontrarme con la ropa que Alice había dejado allí… ¿en qué momento se escabulló para preparar esto?.

Me puse los jeans azules que por cierto eran lo bastante cómodos y una camisa liviana de algodón color azul… traté de ordenar mi desprolijo cabello sin éxito como siempre y salí al encuentro de mi amor. Cuando bajé me encontré con todos los invitados invadiendo otra vez la casa expectantes por nuestra salida, mi padre y madre estaban esperándome cerca de la puerta de entrada…

_Hijo… recuerda siempre quien eres, nunca dudes de ti mismo… disfruta_ me dijo mi madre sollozando sin lagrimas, la abracé y besé su frente agradeciéndole sus palabras, miré a mi padre que soltaba la cintura de Esme para estrecharme en un abrazo,

_Ya hablamos a los encargados… esta todo listo y dispuesto, tú solo disfruta hijo… disfruta junto a tu esposa_ me dijo al oído, le agradecí y volteé para ver a mi Bella bajar por las escaleras junto a Alice, llevaba un vestido de la misma tonalidad que el mío… azul profundo que hacía verla exquisita en contraste con su color de piel, a Alice no se le escapaba ningún detalle… extendí mi mano para que ella la tomara, luego de hacerlo comenzó a buscar con la mirada entre los invitados… supe que era su padre y le indiqué donde podía encontrarlo, la conduje hasta él aferrando su cintura con mi mano, encontramos a Charlie casi escondido en la parte trasera del salón y Bella se tiró en sus brazos comenzando a llorar, quise acercarme para consolarla ya que ella y yo sabíamos que esta era la ultima vez que vería a su padre… luego sería demasiado peligroso, ella sería una neófita con sed insaciable. Escuché como le susurraba que lo extrañaría y que nunca olvidara que lo quería… pude percibir su voz cargada de miedo por lo que le esperaba, no el dolor ni la conversión en sí, sino dejar de ver, al menos por un tiempo, a los seres que más quería… sus padres.

Se despidió de él y yo la volví a envolver con mis brazos conduciéndola hasta la salida, le pregunté al oído si estaba preparada y me confirmó que si, llegamos a la escalera del porche y la besé de manera efusiva mientras los invitados vitoreaban y aplaudían, la tomé de la mano y la conduje al coche… no se hizo esperar la clásica lluvia de arroz de la cual la protegí con mi cuerpo mientras entraba del auto, Emmett lanzaba puñetazos de arroz con demasiada fuerza en mi espalda haciéndome reír… “¡no la hagas sonrojar demasiado hermano!... Ah! Y no la rompas si no es mucho pedir” no reprimió las carcajadas.

Salimos a toda velocidad hacia nuestra nueva vida, no esperaba un vuelo bastante largo y una vida de dicha por delante… ella quedó con la mirada perdida a donde había desaparecido la casa detrás, tomé su mano y susurré un “te amo”, mi ángel volteó y con una sonrisa reclinó su cabeza sobre mi hombro y me maravillé al escuchar las mismas palabras que yo le había dicho esa noche,

_Ese es el motivo por el que estamos aquí_… no pude más que besar su pelo y rogar en silencio al poder infinito que existía en algún lugar, que ella estuviera bien… que me permitiera hacerla feliz y que a pesar de lo diferentes que éramos y de los contratiempos que habíamos sufrido nos permitiera amarnos y me otorgara la oportunidad de pasar el resto de mi existencia junto a ella. Aceleré el motor al sentir un aullido detrás nuestro, el aullido doloroso que seguramente ella había escuchado y por el cual su corazón se había acelerado y su cuerpo se había tensionado… no pude decir nada porque ya todo estaba dicho, me partía el corazón pero agradecí en todo mi egoísmo, tenerla a mi lado…. ser yo quien ahora la haría feliz… ser yo su esposo.