Dolor secreto…
Me di cuenta que tenía una espina clavada profundo en mi ser… en mi costado izquierdo… ahí, a donde late mi fe. Es dolorosa solo al pensar en ti, como indicándome que nunca seré libre… solo hiere aún más profundo al decir tu nombre porque te tengo presente corriendo por mis venas como parte de mi corazón y como parte de mi piel. Nunca más pude pensar en Él como el ser todopoderoso y omnipotente que se supone que es, porque siempre estas tú… porque pasaste a ocupar el gran lugar que solo Él acaparaba en mi corazón…
Bella…
Sé que debo olvidarte, que mi deber es dejarlo pasar… como una de las debilidades que me tocó afrontar y de la que tú fuiste protagonista… pero amor, ¿cómo hacer?... ¿cómo hacer si tú estas grabada como fuego en mi piel?... ¿cómo dejo de pensar en ti… de soñar?, si en mis sueños no tengo voz ni voto… ¿cómo hago para mantener la moral alta y seguir adelante sin ti?... dime cómo hacerlo amor…
Me desperté como cualquier otra mañana, debía enfrentar el día con las primeras oraciones al alba, me vestí con mi pulcras ropas sacerdotales y luego de persignarme como cada día antes de comenzar con mi itinerario salí de mi habitación hacia la misa matutina. Mi oficina quedaba la planta baja de la Iglesia, allí dirigía mi día cuando no estaba ofreciendo misas, llevaba el papeleo concerniente a la Fundación, el Hogar de niños y la administración de la Iglesia… era definitivamente bueno para mí mantener mi mente ocupada en todas estas cosas, siempre puse todo de mí cuando la situación lo ameritaba y esta no iba a ser la excepción… los niños del Hogar eran mi preocupación más importante, el que ellos estuvieran bien era lo único que debía importarme realmente…
Al recorrer mi camino habitual hacia las oficinas de la directora del Hogar, me encontré con las sonrisas más dulces que podía recibir ese día, mi antídoto para olvidar… los niños me recibían alegres después de mi breve ausencia.
_Padre Edward!... al fin volvió!_ reconocí la vocecita de una de las pequeñas, Emily había pasado allí sus últimos tres años, su madre y padre no sobrevivieron a un accidente de auto dejándola a ella sola en el mundo, no tenía familiares a demás de ellos y por ese motivo el Hogar la había acogido.
_Padre!, lo extrañamos…_ dijo acercándose a mí con paso rápido _mire lo que le hicimos para darle la bienvenida_ puso en mis manos una gran hoja de papel con pequeñas manos estampadas con pintura del lado arriba, en cada pequeña manita pintada se veía el nombre de cada uno de ellos… me regocijé al ver esta pequeña pero gran sorpresa, mis niños me estaban demostrando que de alguna manera y en tan poco tiempo, yo ya formaba parte de sus vidas… eso era más de lo que podía pedir. Derepente mi día se torno del negro al gris, jamás volvería a ser blanco… no cuando sabía que ella existía y que nunca podría ser mía, pero allí, en mi elemento… entre esos niños que nada pedían a cambio por un poco de cariño sentía que podía sanar y que realmente podía salir adelante.
_Padre Edward, la hermana Sue nos ayudó a hacerlo para usted_ dijo la vocecita de Jacob al llegar junto a Emily… ambos eran muy buenos amigos y se ayudaban en todo.
_Está muy lindo niños, muchas gracias, por cierto… mi hermana Alice les manda muchos besos y abrazos…_ les dije acuclillándome para quedar a su altura, unos cinco niños, a demás de ellos dos, me rodearon para preguntarme por mi hermana… Alice se había ganado el corazón de cada uno de ellos tan solo con mandarle cartas y pequeños regalos,
_¿Fue a visitar a su familia Padre?..._ me preguntaba Jacob curioso,
_Si Jake… fui a celebrar la boda de mi hermano Emmett…_ dije mientras mi memoria traicionera evocaba infinitos momentos sucedido en esa boda.
_Oh… ¿cómo era el vestido de la novia padre?!_ preguntó Emily emocionada dando pequeños saltitos, reí antes esa visión… era Alice, era mi pequeña hermana tal cual cuando éramos niños.
_Muy lindo Em… aunque tú podrías apreciarlo mejor que yo, que no sé nada de esas cosas…_ revolví cariñosamente su cabello y seguí mi camino sin antes muchos abrazos y besos de parte de ellos.
Hablé unos asuntos con la Hermana directora del Hogar referentes al manejo de fondos y donaciones y su distribución entre la Casa Hogar y la Iglesia. Me consideraba muy bueno para los asuntos internos que referían a estos lugares, me sentía cómodo entre números y papeles, pero también me gustaba interactuar con lo devotos que llegaban a la Iglesia y con los niños en especial… pero de todas maneras sentía que algo me faltaba. Me había sentido completo hasta hace un tiempo, digamos… desde antes de ir a Seatlle, pero ahora era como un rompecabezas con una pieza faltante… una pieza que anhelaba encontrar con todo mi ser aunque me lo negara a mí mismo, una pieza que me complementaba.
Suspiré frustrado ya cerca del mediodía, me encontraba en mi oficina sentado frente a mi escritorio mirando la ventana hacia un punto perdido y lejano… mis manos se fueron a la cabeza y mis dedos se enredaron en mis rebeldes pero cortos cabellos cobrizo… ¿qué hacía aquí?... ¿cuál era mi misión?... Era como si me hubiesen puesto una horrible venda negra en los ojos y no viera más allá que un par de ojos color topacio, ¿qué había pasado conmigo y con todo lo que creía?, ¿en qué lugar había quedado escondido?... Suspiré una vez más por enésima vez esa mañana y miré haca adelante… la luz del sol entraba en la ventana, insuficiente para aclarar mis ideas, insuficiente para calentar mi corazón… Me obligué a levantarme de la silla, si me quedaba allí podía quedarme sumido por el resto del día en mis pensamientos y era lo que menos quería, debía salir, almorzar, reunirme con mis pares, ir a la fundación y por supuesto hacer las misas diarias de mi Iglesia, rezar mis plegarias y elevarlas al cielo con la mayor dignidad posible, pero sobre todo tenía que pedir perdón… pero a pesar de eso aún no me quería confesar, no debía… era un sacrilegio ya que no estaba arrepentido de nada. Debía encontrar fuerzas para seguir con mi día… y con mi vida.
_Padre Edward… ¿cómo te fue en tu viaje?_ sentí una voz familiar detrás de mí cuando estaba saliendo de mi despacho hacia el comedor diario para el almuerzo…
_Padre Marcus… ¿qué lo trae por acá?_ le dije a quien había sido mi mentor por tantos años,
_Visitando el Hogar… de paso pasé por aquí a saludarte_ dijo llegando a mí y extendiendo la mano para estrecharme la mía _ ¿cómo estuvo tu primera boda?_
_O bien… gracias a Dios todo salió bien_ mis palabras fluyeron libres por mi boca,
_Que bien… tu familia debe estar muy orgullosa de ti Padre… y felices de haber logrado que precisamente tú bendijeras la boda…_ comenzamos a caminar por el corredor hacia el comedor,
_Pues si… mi madre estaba feliz y mi hermano ni que hablar, y usted ya conoce a mi padre…_ dije haciéndole recordar el momento de mi consagración…
_Oh si… me dijo aquella vez que estaba muy orgulloso de su hijo…_ sonreí ante aquella verdad, _lo felicito, de verdad tiene una familia que lo ama y acompaña… es decir, lo apoyaron desde un principio cuando descubrió su vocación…_
_Si… es cierto, siempre fueron mi cimiento y mi piedra de toque en los momentos que más los necesité…_ era cierto, gracias al apoyo incondicional que siempre me habían dado fue la razón que pude terminar mi carrera del sacerdocio… otra razón para no defraudarlos, a ellos y a la Iglesia… todos creían en mí y tenían fe, pero yo era el único que dudaba de mí mismo…
Seguimos caminando hablando de asuntos referidos a la Iglesia y almorzamos juntos en el comedor diario, el Padre Marcus era un sacerdote muy dispuesto a ayudar a los demás y a escuchar y por un momento cuando quedamos en silencio sentados en la mesa, luego del almuerzo… me vi tentado a contarle, a modo de confesión, de una vez todo lo que estaba pasando por mí en ese momento, mis dudas causadas por el acercamiento de una mujer, el hecho que no podía sacármela de la cabeza y que se había metido tan hondo que mi mente era un solo torbellino… solo por un momento… desistí de hacerlo, creía con todo mi ser que podía olvidarla.
Ya pasada la hora de la misa vespertina, me quedé sentado en uno de los bancos de la Iglesia, no podía concentrarme en nada… al parecer olvidarme no iba a ser tan fácil como pensé que sería. La misa se había tornado caótica para mí… la veía en cada una de las mujeres que habían asistido, cerca o lejos encontraba un detalle que me hacían recordarla… su largo pelo castaño cayendo por su espalda como una suave cascada, su piel blanca y sin imperfecciones que me llamaba a tocarla, su esbelto cuerpo que tan bien se sentía en mis manos, sus largas pestañas a través de las cuales me miraban… todo, cada detalle que mi memoria había retenido de ella era ahora plasmado en cada mujer que veía, el solo genero… mujer, me hacía pensar en ella. Me levanté del banco bajando la cabeza ya que había estado pensando en ella precisamente allí, en donde menos debía hacerlo… caminé hacia la escalera caracol que llevaba a los altivos muros de la Iglesia desde donde se podía apreciar parte de la ciudad… buen lugar para seguir pensando, seguir consumiéndome. Mi mente masoquista y mi corazón dolido la llamaban, la clamaban como si su recuerdo pudiese llenar vagamente el vacío que había dejado en mí.
Me senté a un lado del gran campanario de la Iglesia, en ese momento el sol se escondía detrás de los edificios y el aire se tornaba frío… se acercaba el crepúsculo, el momento del día que me hacían recordarla con más fulgor, fue en un crepúsculo que ella me regaló su imagen inmaculada… su presencia infinita y concreta que ahora regía mi vida, cerré los ojos con fuerza reteniendo su belleza en mi memoria… no importaba el tiempo que pasara, aunque el tiempo tuviera fin yo la seguiría recordando, ella seguiría estando tan presente como el primer día. Mis manos se aferraron a mi cabello inflingiendo dolor, un dolor que sentía a nivel emocional y que se reflejaba en mi cuerpo… porque dolía, dolía… sin ella ya no era el mismo y solo ella podía juntar los pedazos, era imposible para mi ya tratar de negarlo… solo era peor.
Debo dejar de mentir…
Una furia repentina ajena a mí, inundó mi pecho… impotencia, ira, algo me decía que ella iba a continuar su vida conmigo fuera, que a pesar de todo me olvidaría, olvidaría todo y yo… retorciéndome como un inútil por mis sentimientos que no deberían ser… escondiéndome en cada rincón para poder pensar en ella… ¿para qué abrir mi corazón?... ¿para que? Decidido por ínfima vez me levanté de mi lugar y bajé las escaleras, al llegar a mi habitación me saqué mis ropas y me duché con agua casi fría… de alguna manera tenía que dejar esto atrás y si era de ese modo… pues, así sería. Luego de despejar mi mente y vestirme con mis piyamas me metí entre las cobijas para tratar de sumirme en un sueño reparador… hacía días que no dormía bien.
No sé cómo ni en qué momento… pero así fue,
Bella venía a mí… la vi, en la puerta de mi habitación… mirándome desde el marco, tal cual estaba vestida cuando nos vimos por última vez en el aeropuerto. Entró dudosa y serró cuando ya estaba dentro, mi cuarto estaba oscuro… pero su piel tan blanca como radiante parecía brillar con la escasa luz de luna que entraba por mi ventana, me recliné apoyando mi espalda en la cabecera de la cama para verla mejor,
_¿Bella?..._ dije dudoso, parecía una hermosa aparición,
_Si Edward… soy yo…_ la voz que retenía en mi memoria no le hacía justicia… _perdona que vine así… pero solo quería verte_ dijo mientras caminaba hacia mí lentamente, me llevé a los ojos mis dedos temblorosos tratando de aclarar mejor mi visión… Me sonrió tímidamente como pidiendo permiso y se sentó junto a mí… juro, juro que traté de enterrar lo que mi cuerpo y mente habían tratado de batallar desde que la había dejado en ese deposito de aeropuerto, juro que hice puño mi mano para no tomarla ahí sobre mi cama, en la Iglesia… pero mi voluntad, aquella que esa dulce mujer había hecho flaquear estaba haciéndolo otra vez… desapareciendo. Si estaba alucinado… que hermosa era la locura,
_¿Cómo estas?..._ lo sé…pregunta entupida, la miré nervioso como el adolescente que una vez fui… ella no respondió y sin embargo sonrió y sus dedos acariciaron mi mejilla acalorada, “Te amo”… dijo un susurro en mi mente… su exquisita voz resonó en lo más profundo de mi ser, ¿cómo había sucedido?... no sé. Juro por enésima vez que quise retener las posibles reacciones de mi cuerpo, pero el tenerla cerca de esa manera era asfixiante y tremendamente enfermizo, en un movimiento rápido la tomé de la nuca y la acerqué a mis labios que ardían por probar los suyos nuevamente, la besé… tan salvaje y ferozmente que no me importó el lugar ni la hora ni nada… solo dejé que mi lengua caliente acariciara la suya para encontrar su sabor, aquel que tanto me embriagaba, un sutil gemido salió de sus labios y sonreí sobre su boca sabiendo que seguía causándole el mismo efecto que la noche pasada. Sentí que se movía y en unos segundos la tenía sobre mí, con sus brazos enredados en mi cuello y sus piernas a cada lado de las mías, su trasero tocando mi terrible erección… jadeamos al mismo tiempo cuando sentimos nuestras respectivas partes.
_Bella…_ gemí sobre su boca, no quería detener nada pero con lo poco que me quedaba de cordura sabía que estábamos haciendo mal… al menos no era el lugar,
_¿Que mi amor?..._ me regocijé y se me olvidó todo cuando me llamó así, la besé con más fiereza adentrando mi mano bajo su camisa y tocando su piel, que aunque era tan suave como la recordaba seguía siendo igual de fría, ella llevó una de las manos que tenía en mi cabello por un viaje hacia el sur de mi cuerpo, acarició dolorosamente mi pecho bajando hasta mi estómago que se sobresaltó por el frío de su piel, mi gemido la incitó a seguir… sus dedos se detuvieron en mis formados abdominales dibujando círculos sobre mi piel. Mis dedos jugaban con sus erectos pezones bajo la tela de encaje mientras mi excitación se hacía insoportable, ella mordió levemente mi labio inferior haciéndome gemir su nombre,
_Quiero que me hagas tuya…_ dijo en un susurro, su mano viajó más al sur evadiendo el elástico de mi pijama, y cuando sus fríos y pequeños dedos rodearon mi erección me sobresalté haciéndome saltar de la cama… perdí el contacto con su piel, perdí su boca sobre la mía y su presencia entera, abrí los ojos de golpe y me encontré solo en mi habitación, sudado y con mi corazón acelerado… afuera todavía era de noche y la tenue luz de la luna entraba por mi ventana pero por más que mis ojos la buscaban ella no estaba. Algo dolía allí abajo y cuando mi mano fue hasta mi parte baja me percaté que aún tenía mi erección, gruñí de frustración y golpeé la cama con mi puño, cerré los ojos fuertemente y jalé mis cabellos dolorosamente… la había soñado, pero aún así la había tenido conmigo… más allá del tiempo y del espacio aún podía tenerla. Confundido y asustado por la claridad de mis sueños rodé sobre mi cama y volví a tratar de sumirme en la agonizante tarea de olvidar lo sucedido y volver a dormirme… después de todo… aún podía tenerla.
22 comentarios:
estas haciendo sufrir muxo a Edward, :).
pero tengo una pregunta, ¿realmente ha sido un sueño? ha sido realmente muy vivido, supongo q pronto lo sabremos.
Mil besos y gracias por actualizar temprano.
Pobree Edward!! :(
No me gusta que sufraa! De todos modos el cap. esta superr!! Esperoo el proxx con ansiass!
un besootee! (L)
Me encanto de nuevo jajajaa pobrecito edward jajjaja estoy deseando k se vuelvan a reunir aunk nose k pensar ese sueño fue muy vivido igual ella entro de verdad en su habitacion jajaaj ojala se reunan pronto :) sigue así eres la ejor un besito
Me encanto de nuevo jajajaa pobrecito edward jajjaja estoy deseando k se vuelvan a reunir aunk nose k pensar ese sueño fue muy vivido igual ella entro de verdad en su habitacion jajaaj ojala se reunan pronto :) sigue así eres la ejor un besito
ME ENCANTO el cap estuvo genial. TENGO EL PRECENTIMIENTO QUE NO FUE UN SUEÑO bella estuvo en su cuarto y lo beso.NO QUIERO QUE EDWARD SUFRA ES UN SER DEMASIADO HERMOSO PARA CONOCER EL SUFRIMIENTO.
TE QUEDO EXELENTE EL CAP.
besitos desde colombia...
*w**w**w**w**w**w**w**w**w**w**w*
Pobre Edward, esta sufriendo muxo =(
El one shoot me a encantado ^^ esta muy bn
Y el capitulo tb me a encantado, sobre todo el sueño q tiene jeje
Gracias por escribir tan bien y compartirlo
Besos
Bárbara
hay pobre!! no puede ser q sufra asi!!!! porfa que se vean devueltaaaaaaaaaaaa me encanto este capi hay q esperar ahora no?
Debería estar prohibido no dejar que el amor surja, debería estar prohibido no abrazarse al amor para no soltarlo nunca, debería estar prohibido no leerte amor. Besotes mi ángel.
hola lullaby, no me hagas sufrir a edward por favor, es tan lindo, tan perfecto, tan todo ja,ja,ja
yo no creo que eso sea un sueño
esta bella es demasiado lista
besos guapa
EXCELENTE.. MUY CORTITO, KIERO MAS, JAJAJJA..YISELT
Chica cada vez escribes mejor. Me encanto el capitulo pero yo no creo que fuera un sueño. No le hagas sufrif tanto a Edward y dale una alegria a ese cuerpazo que tiene, no seas mala.........
Ah yo ya he publicado pasate por mi blog y me comentas quieres ? me gustaria saber tu opinion. Besazos desde España.
Pobrecito Edward sufriendo por bella claro que su vida no volver a ser igual, pero sera que en realidad estaba soñando o Bella estaba ahi, el tiempo se me va ser largo para el otro capi.
Besos
Lady
*MaRy CR
*T. una de las primeras personas con las que chatee en el blog de kokoro... Que bueno y que bueno que comienc en este mundo de los escritos...
*Lullaby me encanta las historia, pero no hagas sufrir a EDWARD pocito!! jaja
*Ojala logres publicar mas seguido =D
Ahhhh pobre Edward!!! sigue por favor Lullaby no nos atormentes con la espera!! ahh que buen capìtulo hermosa amiga..
Te quiero muchisimo, miles de besos vampiricos y nos leemos muy pronto!!
tu siempre amiga Carla!!
Lullaby... Dios mio ... me va a dar un paro cardicaco por tu culpa como juegas asi con mis sentiments, hasta yo me siento frustrada.... pobre Ed pobre Bella.... ash que va pasar con el sonsode James.. espero con ansiaas el ste mua
Lullaby... tu si que sabes hipnotizar a tus lectores... ah!!!! quiero mas, jeje...
No veo la hora en que Edwrad haga suya por fin a Bella... que ansias!!!!
Sigue asi, hermosa... que escribes magnifico!!!!
Ohh!! Lullaby qué capítulo!! cómo duele!!...eres una escritora espectacular!
Agradezco tus buenos deseos y espero escribir a la altura para poder merecerlos. Todavía me cuesta creerme también a este lado..principalmente cuando te leo y al final del capitulo resoplo.. siempre lo consigues...así que
me honras con cada palabra. Te adoro.
Qué más puedo decir si soy fan tuya.... igual que MaRy CR!! tú también has sido, con YOP y Mer de las primeras personas que conocí en casa de Kokoro... eres fantástica niña y lo seguiremos pasando genial,y durmiendo poco a la caza del mejor lemmon!!
Gracias Gracias Gracias!!
Trataré de no defraudar..
...pero en todo caso nos echaremos unas risas :-P
Un beso.
T.
ohh me ha encantado XD ya sabes Lu tarde pero seguro siempre me paso...besos apenas me de un tiempito me pongo a votar pot ti eso ni lo dudes..besos y gracias por el maravilloso capi
estuvo ¡¡maravilloso!! el capitulo Lullaby, aunque me compadezdo de Edward esta sufrindo mucho con no dejar de pensar en Bella.
Ahora me entro la duda y curiosidad habra sido un sueño o fue de verdad todo lo que sucedio?
Espero con ansias el capitulo proximo!
Besos
Mafer
como sufre edward! :(
pro quiero seguir leyendo para saber que le pasa.....
me dejas enganchada a esta historia tan linda!
Saludos otra vez desde Guatemala!
Excelente, aunque es muy triste ver a Edrward sufrir tanto por Bella, pero su encuentro va a ser muy romantico, y sobre todo el lemmon, a ver que pasa en el siguiente capitulo, voy por mas Lubally!
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