Capitulo 25: Perdiendote

Tweet Hola amigas! bueno, aqui nuevo capi... les digo algo, comienza lo peor... por eso el capitulo siguiente lo haré completo y sin dividirlo a la mitad, espero que con este me dejen mis buenos comentarios... si, lo admito... soy glotona y me gusta hasta la médula leer sus palabras ja ja. Besotes y nos vemos la próxima, disfruten!!

Perdiéndote

Divisé a lo lejos mi Aston Martin y maldije en mi interior a Jacob, las ruedas estaban llenas de lodo y las salpicaduras llegaban hasta cerca de la ventana del conductor, seguramente el chucho se había regocijado revolcando mi auto sobre el lodo como si fuera uno de sus autos baratos. Apreté mis labios reprimiendo las ganas de maldecirlo en voz alta y esperé a que estacionara el auto en la entrada del garaje, había algo mucho más urgente que despotricar por unas insulsas manchas en el Aston,

_Algunas cosas, Jacob_ dije sin aguardar a que apagara el motor, él esperó un momento y luego salió para arrojarme las llaves tal cual yo lo había hecho anteriormente,

_Gracias por el préstamo_ dijo en tono amargo _¿Qué quieres ahora?_ no vacilé ni un momento,

_En primer lugar... se que eres adverso a usar tu autoridad con tu manada, pero..._

_ ¿Qué?_ interrumpió crispándose con mis palabras,

_Si tú no puedes o no quieres controlar a Leah, entonces yo…_

_ ¿Leah?_ preguntó hablando entre dientes _¿Qué pasó?_

_Vino a ver porqué te fuiste abruptamente_ le expliqué. _ Supongo que podría no haber salido bien_

_ ¿Qué hizo?_ inquirió

_Cambió a su forma humana y… _

_ ¿De verdad?_ volvió a interrumpirme shokeado esta vez, le parecía difícil de creer el que Leah haya ido a hablar por él,

“¿Leah bajando la guardia en la boca de la guarida del enemigo?” se preguntó incrédulo, ignoré su pregunta mental

_Ella quería hablar con Bella_

_ ¿Con Bella?_ murmuró en respuesta, ya me estaba ofuscando, Jacob debía mantener a raya el comportamiento de su manada y él ausentándose como si la manada no existiese,

_No dejaré que Bella se vuelva a alterar así. ¡No me importa cuán justificada crea Leah que está! No le hice daño, por supuesto que no lo haría, pero la botaré de la casa si sucede otra vez. La tiraré al río_ dije tratando lo más que podía de contener mi enojo aunque era difícil controlarme

_Espera… ¿qué dijo ella?_ respiré profundamente tratando de calmar mis ánimos, era obvio que Jacob no había hablado con su manada luego del incidente

_ Leah fue innecesariamente dura. No voy a pretender que entiendo porqué a Bella le cuesta dejarte ir, pero sé que ella no se comporta de esta manera para herirte. Ella sufre mucho por el dolor que te está infligiendo y a mí, por pedirte que te quedes. Lo que Leah dijo es innombrable. Bella ha estado llorando_ le reproché a un Jacob que me miraba atónito aún tratando de asimilar mis palabras

_Espera. Leah le gritó a Bella por mí?_ inquirió enojado y sorprendido a la vez, yo asentí respondiendo

_Fuiste defendido con bastante vehemencia_ confirmé

_Valla, no le pedí que hiciera eso_ dijo sintiéndose ambivalente, le producía cierto orgullo que Leah lo haya defendido de tal manera pero también estaba enojado por ese comportamiento y más sabiendo lo delicado del estado de Bella

_Lo sé_

Él miró el suelo aún incrédulo, tenía que conocer más a sus lobos y en especial a Leah… ni él se esperaba la gentileza que Leah tubo para con él al ir a defenderlo, él parecía no tener idea de los nobles que se comportaban entre ellos defendiendo a un miembro de ese complejo grupo de lobos, que ante todo defendían férreamente esos lazos de amistad que los unían,

_No puedo prometerte que controle a Leah_ dijo _no quiero hacer eso. Pero hablaré con ella, ¿de acuerdo? Y no creo que se repita. Leah no es de las que se frenan, así que probablemente se sacó todo del pecho hoy…_ y valla que era cierto, no esperaba poder escucharla de la manera que la había escuchado esa tarde nunca más, despotricar contra una mujer embarazada con un delicado estado de salud estaba más allá de toda lógica

_En fin, hablaré con Bella hoy, no necesitará sentirse mal, esto es por mí_ dijo resuelto a lo que yo aclaré que ya se lo había dicho a Bella

_Por supuesto que lo hiciste. ¿Está ella bien?_ preguntó finalmente, le dije que estaba durmiendo al cuidado de mi hermana y que por el momento no había nada de qué preocuparse

_Ella...está mejor en alguna manera. Apartando la diatriba de Leah y la culpa como resultado_ expliqué luego, él se inclinó a interpretar mis palabras de manera errónea,

“Mejor… porque él ha escuchado al monstruo y todo es adorable ahora.

Fantástico.” replicó en sus pensamientos, parecía querer seguir con el plan de culpar de todo al niño.

_Es un poco más que eso_ murmuré aclarando _Ahora que puedo escuchar los pensamientos del niño, es aparente que él o ella ha desarrollado remarcables habilidades mentales. Él nos puede entender hasta cierto grado_ Jacob parecía incrédulo aún después de haber tenido pruebas, él mismo lo había visto y aún se negaba a creerlo,

_Sí. Parece que él tiene una vaga sensación que ahora la está hiriendo. Está intentando evitar eso, lo más posible. El...la ama. Ya la ama_ murmuré dejando ver mi admiración ante ese ser tan pequeño y primitivo que había logrado ganar mi corazón derribando todas las murallas que yo mismo había impuesto,

“Esto es lo que había cambiado a Edward, el monstruo lo ha convencido de este amor. Él no puede odiar lo que ama a Bella.” pensó, esas conclusiones a las que Jacob había llegado en su mente no eran totalmente falsas, de hecho era mi actitud frente a mis enemigos, aquello que no amaran a Bella no se merecían mejor vida, aquellos que la odiaran, si eso era posible, se ganarían mi rencor

_Creo que el progreso es más rápido de lo que juzgamos. Cuando Carlisle regrese…_

_¿Carlisle aún no ha regresado?_ me interrumpió incrédulo,

_Alice y Jasper sí. Carlisle envío toda la sangre que pudo adquirir pero no era tanta como el esperaba. Bella usará lo que trajeron otro día mientras su apetito crezca. Carlisle se quedó para intentar con otra fuente. No creo que eso sea necesario ahora, pero él quiere tener todo cubierto por cualquier eventualidad_

_¿Por qué no es necesario? ¿Si ella necesita más?_ preguntó con el seño fruncido,

_Estoy intentando convencer a Carlisle que haga nacer al bebé en cuanto el vuelva_ dije evaluando su reacción _Parece que el niño está intentando evitar movimientos bruscos, pero es difícil. Se está poniendo muy grande. Es una locura esperar, cuando claramente se ha convertido en algo más que lo que Carlisle anticipó. Bella está muy frágil para posponer_ dije ahogándome en las últimas palabras, el silencio se apoderó de nosotros y en mi mente solo replicaban sus palabras una y otra vez, él se angustió sabiendo que el duelo que él esperaba llegaría pronto, no de la manera convencional porque yo no dejaría que Bella muriese, pero si una cosa era segura, él no iba a poder estar más con Bella de la manera en que lo estaba ahora… se había desilusionado por mi cambio de parecer con respecto al niño y luego con la noticia que le di, él contaba con esos cuatro días, yo contaba con el poco tiempo que nos quedaba, no debíamos de ninguna manera subestimar al niño.

_Tu piensas que ella lo logrará_ murmuró entre dientes, ¿a caso era tan difícil de entender para él? ¿a caso los últimos días a su lado no notó la fortaleza de la que gozaba mi esposa?... eso debía ser un punto a nuestro favor.

_Sí, eso era lo otro de lo que quería hablarte_ dije confiando en que accedería _Hemos esperado a que el feto se hubiera formado del todo, lo cual ha sido una verdadera locura a juzgar por los peligros. En cualquier momento sería demasiado tarde. Pero si fuéramos proactivos al respecto, si actuaremos rápidamente, no veo razón porqué esto iría mal, aún sabiendo que la mente del niño es de una ayuda increíble. Rose y Bella se mostrarán de acuerdo conmigo si expongo mis argumentos ahora que sabemos lo que el niño piensa, ahora que es seguro para el niño que procedamos, no hay nada que impida que trabajemos en eso_ dije seguro del plan que tenía en mente,

_¿Cuándo volverá Carlisle?_ inquirió en voz baja, parecía aún aturdido por todo lo que había escuchado

_Mañana al mediodía_ en ese momento sentí pena por él, a penas si pudo alcanzar a sostenerse del auto, sus piernas parecían querer fallar por el inmenso dolor que sentía, hice un ademán de sostenerlo por los hombros lo cual me arrepentí inmediatamente, a duras penas me sostenía yo… él sabía o al menos se imaginaba lo que podía significar la ausencia del médico familiar, pero lo que él no sabía era que yo mismo había repasado una y mil veces el plan en mi mente y no había nada que nos impidiera realizarlo,

_Lo lamento Jacob, en serio lo hago… lamento el dolor que esto causa en ti._ dije sinceramente, lo que él sentía era solo un atisbo del dolor que me colmaba a mí mismo _Aunque me odies he de admitir que no siento lo mismo hacia ti, te considero como un… pariente en muchos sentidos, o al menos, un hermano de armas. Me apena tu sufrimiento más de lo que puedas percibir, pero Bella va a sobrevivir_ dije firmemente esto último con un férreo convencimiento, una inmensa verdad era la que salía de mis labios, yo me encargaría de que fuera así _y yo sé lo mucho que eso te importa_ no en la medida que me importaba a mí…

_Así que odio hacer esto ahora, cuando ya estas preocupado con tantas cosas, pero, claramente hay poco tiempo. Tengo que pedirte algo… rogarte, si es necesario_ eso haría de ser necesario, nada me detendría… ni siquiera su negativa, pedírselo era mero formalismo,

_No me queda nada_ murmuró para mi pesar, volví a levantar la mano con intención de ponerla sobre su hombro… yo lo comprendía pero, él quizá no necesitaba mi comprensión, volví a bajarla sabiendo que nada causaría en él…

_Sé cuanto has cedido_ dije en voz baja. _Pero esto es algo que tú tienes, sólo tú. Se lo estoy pidiendo al verdadero Alfa. Le estoy pidiendo esto al heredero de Ephraim_ murmuré buscando las palabras correctas, lo estaba haciendo… de ser necesario me arrodillaría frente a él para obtener mi propósito… ante su silencio no pude más que hablar y dejar claras mis intenciones,

_Quiero tu permiso para desviarnos de lo que acordamos en nuestro tratado con Ephraim. Quiero que nos concedas una excepción. Quiero tu permiso para salvarle la vida. Tú sabes que yo lo haría de todas maneras, pero no quiero romper el destino contigo si hay alguna manera de evitarlo. Nunca fue nuestra intención faltar a nuestra palabra, y no lo haremos ligeramente ahora. Quiero tu comprensión, Jacob, porque tú sabes exactamente por qué hacemos esto. Quiero que la alianza en nuestras familias sobrevivan cuando esto se acabe_ dije con el ruego en mi voz, si nuestra alianza podía sobrevivir más allá de eso todo habría valido la pena,

“Sam” pensó “Es Sam a quien quieres”

_No, la autoridad de Sam es asumida. Te pertenece a tí. Tú nunca se la quitarás. Pero nadie podrá estar de acuerdo correctamente a lo que te estoy pidiendo excepto tú_

“No es mi decisión” pensó una vez más, no tenía fuerzas suficientes para hablar…

_La es, Jacob y lo sabes. Tu palabra en esto nos condenará o nos absolverá. Sólo tú puedes darme esto._ murmuré en un desesperado intento de hacerlo razonar… ¿pero es que no iba a sumir su autoridad de una vez por todas?

“No puedo pensar, no lo sé” pensó bajando la mirada

_No tenemos mucho tiempo_ dije mirando hacia la casa, Bella de un momento a otro despertaría o lo que era peor, el bebé podía decidir salir de ella

“No lo sé. Déjame pensar, sólo dame un minuto aquí ¿bien?” pensó abatido, le dije sí a eso, tenía la confianza de pronto saber su respuesta.

Jacob comenzó a caminar hacia la casa y yo me limité a seguirlo detrás, si hubiese sido otro el momento y la situación, él se sentiría incomodo y hasta receloso de tener un vampiro a su lado, pero ahora conmigo como aliado… se sentía bien, para ambos, aunque el mal olor hacía la diferencia.

“Hey! Edward, soy yo… Leah no está conmigo” dijo la voz mental de Seth, lo vi salir de entre los helechos que delimitaban el patio de la casa con el bosque. Él se acercó trotando hacia nosotros, nos detuvimos y Seth llegó hasta Jacob

_Hey, niño_, murmuró a Seth que agachó su cabeza, Jacob acarició su hombro. _Está todo bien, te contaré después. Lamento haberme ido así_

“Si… nos ha echado un buen susto” pensó Seth

_ Oye, dile a tu hermana que se calme, ¿sí? Suficiente_ Seth asintió

“Edward… esta loca no le hagas caso, espero que no sea cuestión de familia”, asentí levemente

_ Vuelve al trabajo. Te relevaré en un momento_ Seth se inclinó hacia él, retrocediendo y galopó hacia los árboles. Sentía admiración por la variedad de sentimientos que albergaba la manada…

_Él tiene una de las mentes más puras, sinceras y amables que he escuchado_ murmuré cuando desapareció de nuestra vista _Tienes suerte de compartir sus pensamientos_ era interesante “oir” los pensamientos de los individuos de la manada y admirable que el joven lobo tenga pensamientos tan nobles ¡si por dios! Seth era tan solo un niño…

_Lo sé_ gruñó. Al acercarnos a la casa nuestras cabezas se levantaron al tiempo que oíamos un gorgoteo de alguien que bebía a través de una pajita… Bella. Enseguida salí corriendo adentrándome en la casa, no me había dado cuanta que mi esposa se había despertado, no me hubiese tardado tanto de ser así. Llegué junto a mi esposa que se encontraba sentada con el vaso entre sus manos

_ Bella, amor, pensé que estabas durmiendo_ dije arrodillándome frente a ella _Lo siento, no me hubiera ido_ sus ojos chocolate me miraban intensamente mientras las comisuras de sus labios se curvaban en una insipiente sonrisa,

_ No te preocupes, es que me había dado mucha sed, eso me despertó. Qué bueno que Carlisle trae más. El niño va a necesitarla cuando salga de mí_ dijo acariciando son sus dedos mi mejilla,

_Cierto… buen punto_ dije pensando mi niño, él o ella tendría lo que necesite, yo me encargaría de ello,

_Me pregunto si él querrá algo más_ dijo pensativa, para luego mirarme curiosa,

_Supongo que lo averiguaremos_ murmuré pacientemente acariciando su vientre, ella sonrió aunque no llegó a sus ojos, su semblante aún estaba alterado por la visita de Leah…

_Finalmente!_ exclamó mi hermana al ver llegar a Jacob, Bella lo miró y sonrió por un momento, luego su sonrisa decayó recordando seguramente a Leah, apretó sus labios evitando llorar y sus ojos se cristalizaron… en momentos como ese era donde quería con toda la fuerza de mi corazón tomar a la loba con mis propias manos y desgarrarle la garganta,

_Hola Bells_ le dijo rápidamente. _¿Cómo te va?_ su tono de voz era casual, no queriendo preocupar a mi Bella

_Estoy bien_ contestó ella seriamente

_Ha sido un gran día ¿no? Hay un montón de novedades nuevas_ murmuró como si nada hubiera pasado, Bella lo miró dolida,

_No tienes que hacerlo Jacob_

_No sé de qué me hablas_ repuso él con un movimiento de hombros, engañar a Bella era muy difícil ¿hasta cuando se iba a dar cuanta que mi esposa era muy perceptiva? Jacob se sentó en uno de los apoyabrazos del sofá mirando a Bella, ella le devolvió la mirada cargada con reproche,

_Lo siento t…_ comenzó a decir, pero Jacob hizo un gesto con sus dedos a modo de pinza sobre sus labios, Bella refunfuñó tratando de apartar la mano, lo intentó sabiendo que jamás lo iba a poder hacer,

_Te dejaré hablar cuando no seas estúpida_

_Esta bien, no diré nada_ dijo ella como pudo, Jacob entonces la soltó…

_... tanto!_ se apresuró a decir mi Bella, no podía quedarse con la palabra en la boca ¿es que jamás dejaría de ser tan obstinada?, Jacob solo se limitó a rodar sus ojos y sonreírle.

Sus ojos inescrutables se fijaron en los de su amigo y ese lazo tan fuerte que los unía parecía capaz de ser palpable en el aire, ellos se amaban de alguna manera y me sentí fuera y ajeno a esa burbuja en la que ellos se sumergían… tan distinta a la burbuja que formábamos entre Bella y yo, con distintos sentimientos por parte de ambos pero similares en intensidad. Mañana esos ojos sería de un color distinto tal vez, similares a los míos pero tan profundos como siempre, como los de aquel día en que la vi por primera vez en la cafetería y sin proponérmelo siquiera me sumergí perdiéndome en ellos. Jacob pareció comprender lo complejo de la situación, a partir de mañana ella sería su amiga o su enemiga… y eso solo dependía de él.

Suspiró frustrado mientras su mente era un torbellino de pensamientos, todos referentes a Bella, su amor inconmensurable por ella y su amistad, prefería por supuesto seguir teniéndola como amiga a perderla para siempre por un estúpido tratado,

“¡Bien!” pensó resignado ante lo único que tenía “Adelante, sálvala. Como heredero de Ephraim tienes mi permiso, mi palabra que esto no violará el tratado. Los otros tendrán que culparme. Tenías razón, no pueden negar que es mi derecho estar de acuerdo con esto.”

Quise suspirar, gritar, abrazarlo, pero Bella estaba allí atenta a todos los movimientos y solo pude decir un inaudible “Gracias”, inaudible solo para ella, pero no para los demás que tan pronto lo escucharon voltearon a verme.

_¿Y?... ¿cómo estuvo tu día?_ preguntó Bella tratando de sonar casual

_Estupendo, fui a dar una vuelta en coche y luego estuve paseando por un parque_ dijo Jacob rememorando su “paseo”, mirando chicas y tratando de encontrar en ellas lo que veía en Bella, si… sonaba escalofriante, digno del comportamiento de un psicótico obsesivo, pero tan fiel al amor que Jacob sentía por ella, tan desesperado como para intentar buscar su imprimación en un parque y tan frustrado al no encontrar en otras lo que Bella le hacía sentir.

_Suena bien_ murmuró mi esposa con un dejo de incomodidad _¿Rose?_ la mueca avergonzada en su rostro me alarmó, pero lo dejé cuando Rosalie rió,

_¿Otra vez?_

_Creo que me he bebido dos litros en una hora_ dijo mi esposa con su ceño fruncido. Buen promedio, dos litros en una hora era una exageración pero considerando la situación, si seguía sorbiendo sangre a esa velocidad, el bebé nacería antes de lo que teníamos previsto… mientras más bebía más fuerzas le daba.

Me levanté del suelo y dejé lugar para que Rosalie la tomara en brazos y la llevara al servicio,

_¿Me dejas caminar?_ pidió mi esposa _tengo las piernas agarrotadas_ no me parecía buena idea, cualquier esfuerzo innecesario era una posibilidad de adelantar el parto, a demás que cualquier movimiento imprevisto podía romper algo en su interior

_¿Estás segura?_ le pregunté

_Rose me sostendrá si me tropiezo y es muy posible, porque no veo mis pies con este vientre_ dijo levantándose mientras Rosalie la ayudaba, tropezarse en ese momento era lo de menos, en un movimiento podíamos detener su caída… lo peligroso era si el bebé hacía un movimiento brusco en su interior y le provocaba dolor o algo más,

_Que bien me siento…_ suspiró mientras estiraba sus brazos _Uf, estoy enorme_ dijo sobándose la panza _aguanta unos días más_ murmuró dirigiéndose al bebé.

Dio un paso hacia delante lentamente y suspiró satisfecha,

_De acuerdo, entonces. Ups! Oh no…_ de repente el fuerte olor a sangre inundó mis fosas nasales, una sangre que no era la de ella, menos tentadora y que aunque la deseara y mi garganta quemara por la sed, no me pertenecía y no era yo quien debía tomarla. Bella había dejado el vaso encima del sofá y acababa de volcarse en el mismo momento en que ella había dado un paso, el sofá de cuero blanco estaba íntegramente manchado de un llamativo rojo rubí. Vi por el rabillo del ojo cómo ella volvía su paso atrás y se inclinaba para tratar de sostener el vaso y evitar un desastre mayor del que ya había hecho, pero a pesar de que Rosalie y yo se lo tratábamos de impedir ella se encorvó inmediatamente y alargó la mano para recogerlo. Entonces del centro de su cuerpo salió el peor sonido que pude haber escuchado jamás, un rompimiento, un desgarré… el sonido de una rasgadura que me dejó atónito.

_Oh!_ jadeó ella en el mismo momento en que perdía el equilibrio y se precipitaba hacia el suelo. Rosalie reaccionó enseguida y la sostuvo mientras yo extendía mis brazos en medio de mi aturdimiento, ¿Qué había pasado?... ¿qué había sido ese horrible sonido proveniente del cuerpo de mi Bella? de pronto supe…

_ ¿Bella?_ me dirigí a ella dominado por el más tortuoso pánico, mis ojos no daban crédito a lo que veían… mi esposa estaba frente a mí doblada hacia delante con las manos en su vientre y su cara retorcida de dolor, medio segundo más tarde un grito desgarrador salió de su boca estallando en mis oídos como el preludio que anunciaba el desastre. Escuché con pavor cómo el grito que Bella dejaba escapar se convertía en el lamento más doloroso y tortuoso que había oído en mis largos 100 años. No pude actuar, no pude evitar que el último resquicio de vida que albergaba mi corazón, gracias a ella, se rompiera en mil pedazos… estaba sucediendo, Bella comenzaba a dejarme.

Te regalé mis palabras ahora regalame las tuyas! gracias....