Capitulo 6: El comienzo de un nuevo hogar

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Amigas!! Feliz semana santa!... Bueno, no me maten, se que esperaban encontrarse con un capi de Amor prohibido, pero no me parece una historia como para un Viernes Santo, ya saben.... Como compensación les adelanto este capi de Cuidando tu vida, espero que les guste y que no se molesten por el cambio en el calendario, es solo por hoy. Besotes y espero sus lindas palabras!! besotes!

El comienzo de un nuevo hogar

_¿Ya llegamos?_ la vocecita adormilada de mi niña me sacó de mis cavilaciones, me miraba con sus ojitos marrón chocolates desde el asiento de lado, justo bajo la ventanilla del avión que nos llevaba de vuelta a casa.

_No hija, aún no llegamos… tranquila_ dije acariciándole los cabellos, la arropé con la manta azul y escondió su cabeza sobre mi pecho para seguir durmiendo _Yo te despertaré cuando lleguemos_ ella se removió asintiendo sutilmente y cayó otra vez en los brazos de Morfeo para sumirse en sus sueños.

No sabía bien si lo que estaba haciendo estaba bien, si era correcto y apropiado sacarla de donde estábamos viviendo para llevarla a visitar a sus abuelos y a su pueblo natal, me sentía inseguro y desesperado por no saber si era lo correcto. La razón principal que tenía para hacerlo era que me sentía abatido, mi niña había cerrado su mente totalmente, yo ya no podía leerla… no podía meterme intrusamente en su mente para saber sus pensamientos y eso me desesperaba, tal solo por las noches tomaba lo que ella me daba en sus sueños, vigilándolos y tomando de ellos lo que necesitaba para saber lo que su mente guardaba, me sentía como un hambriento que desesperado tomaba las sobras de comida que le tiraban. Necesitaba hablar con Carlisle para saber a qué razón se debía eso. Su mente ya no cantaba para mí, se había cerrado en ella mismo completamente y eso me angustiaba.

Lo que más me preocupaba era que debía prepararme para contarle toda la verdad, ella de alguna manera lo estaba esperando, tenía la responsabilidad de contarle en qué circunstancias había llegado a mí, quienes eran sus verdaderos padres, quién era James y por qué la perseguía y con todo el dolor de mi corazón… debía hacerle saber que yo no tenía lazo alguno con ella, que nunca había sido su padre, al menos no biológicamente y que a demás era un vampiro, que a pesar de todo había cuidado su vida como si fuera la suya propia. Me carcomía las entrañas pensar en el momento de la verdad, en las posibles reacciones de mi niña, que a pesar de contar con sus doce años recién cumplidos, actuaba y pensaba con la misma madurez que una mujer adulta.

Me sobrepasaba la incertidumbre, la sensación de no saber con certeza que sería del día de mañana… temía perderla, que al enterarse de la verdad ella me rechazara y no quisiera verme más, temí por mi existencia que sabía que sin ella en ella, todo acabaría… todo sería nada. Alice me lo había dicho una vez, hasta mi madre… pero jamás creí que yo podía depender tanto de mi niña, que su corazón sería una parte primordial de mí. La ausencia del mío propio en mi pecho se completaba con el fuerte y acompasado latido de mi niña… mi corazón parecía latir gracias al de ella.

_Señor… ¿necesita algo más?_ miré a la aeromoza que estaba parada a mi lado con una sugerente postura, abracé mas fuerte a mi niña y le contesté…

_No gracias, solo si puede traer un paquete de galletas para cuando mi niña despierte_ le dije acariciando el cabello de Bella.

_Enseguida se lo traigo señor…_ se incorporó y salió en busca de lo que le había pedido,

Mi niña se removió entre mis brazos y miró alrededor, estaba inquieta por llegar de una buena vez. Se talló los ojitos y me miró con una gran sonrisa,

_Tengo hambre_ dijo acomodándose sobre el asiento, levantó su mochila que estaba en el suelo y sacó el diario que llevaba siempre consigo,

_ Ya le pedí algo a la aeromoza para que comieras_ le dije suavemente mientras ella escribía con rapidez en su diario. Segundos después la misma aeromoza caminó hasta nosotros con una bandeja de comida,

_Aquí está señor…_ dijo ofreciéndome la charola que contenía galletas, tostadas con mermeladas y un vaso de leche, la miré de soslayo sabiendo que no era lo que yo había pedido sino más… ella sonrió y guiñándome un ojo dijo

_ Sé de niños, los adoro y sé lo que necesitan_ su mirada viajaba de Bella, que parecía concentrada escribiendo, hasta mí,

“Sería una buena esposa y madre si tú me lo pidieras” su mirada se concentró en mí mientras pensaba

_Gracias_ dije amablemente,

_No te preocupes, cualquier cosa que necesites ya sabes… me avisas, me encontrarás allí atrás_ murmuró señalando un pequeño cuarto oculto del área de pasajeros, su voz provocativa me incomodó un poco, mucho más porque Bella estaba a mi lado escuchando… A través de mi vista periférica pude ver a mi niña removerse sobre el asiento mirando con incredulidad a la mujer,

_Disculpa_ dijo cerrando su diario _ mi papi no te va a necesitar, yo soy su hija y yo voy a atenderlo cuando necesite algo_ la fuerte vocecita de mi niña y la seguridad con lo que lo dijo me provocó aturdimiento y risa a la vez, que reprimí a tiempo antes que mi niña me regañara a mí también. Muchas veces lo había hecho, muchas… sacar sus uñas y garras como una leona para defender a su padre de mujeres como esa, era ya una costumbre para ella, su apariencia de gatita sumisa y tranquila no le hacía justicia a lo que era en realidad, Bella podía convertirse en una fuerte leona al momento de defender a lo que más amaba.

Bella ahuyentó a la aeromoza y se dedicó a comer las galletas y la leche, su preciado diario reposó sobre su regazo y de pronto me dio curiosidad,

_Bells… ¿qué guardas con tanto celo allí adentro?_ dije mientras ella mordía una galleta de chocolate, me miró con su entrecejo fruncido y me apuntó con el dedo índice… me parecía tan gracioso, pero no me atrevería a reírme de ella cuando su frente estaba arrugada, ya había aprendido…

_Mida…_ dijo aún masticando su galleta tratando de tragarla para poder hablar _papi, no de atdevas a mida mi diaio…_ reprimí una risa ante su deformado comentario

_Toma leche Bella, traga y luego habla…_ murmuré acercándole en vaso, ella aún me miraba con el entrecejo fruncido mientras tomaba su leche, tragó sus galletas y suspiró aliviada,

_Como sea… nunca te vayas atrever mirarlo_ dijo amenazadoramente,

_No lo haría nunca mi niña, ese es tu tesoro y prometo no curiosear jamás_ dije en tono solemne, ella me respondió con una risita y yo le revolví el cabello.

_Aunque… tal vez deberías resguardarlo de las manos de tu tía Alice_ sus ojitos se agrandaron ante mis palabras haciéndome reír,

_Tienes razón!... ella sí que es curiosa_ murmuró para ella.

Terminó de beber su leche y de comer sus galletas en el momento justo en que la voz de una de las aeromozas nos anunciaba el próximo aterrizaje en el aeropuerto de Seatlle, ella dio un respingo y miró por la ventanilla por donde se colaba la luz del sol por sobre las nubes, pronto comenzamos a descender y me aseguré que tuviera bien colocado el cinturón de seguridad… ella tomó mi mano como cada vez que aterrizábamos o despegábamos a bordo de un avión y yo se la besé infundiéndole valor.

Tan pronto como las ruedas del avión tocaron tierra ella se apresuró a sacarse el cinturón, pero desistió cuando una de mis manos la sostuvieron sobre el asiento,

_No va a pasar nada papi, ya aterrizó_ refunfuñó,

_Es peligroso igual, hasta que no se detenga totalmente no te lo desabrocharás_ le dije a una Bella de brazos cruzados y ceño fruncido,

_Ya quiero estar con los tíos y los abuelos_ dijo en voz baja mirando hacia a ventana, algo se me estrujó en el pecho…

_¿A caso piensas ignorarme cuando estés con ellos?_ dije sin poder contenerme, actuaba con unos irracionales celos ante la posibilidad de que ella me esquivara y se olvidara de mí cuando estuviéramos con el resto de la familia, si… llámenme egoísta. Ella volteó con su frente arrugada y me miró detenidamente, enseguida y por arte de magia su rostro se alisó,

_No… no, yo…_ se removía en su asiento tratando de zafarse de su cinturón _ papito, no pienses eso, yo te quiero tanto hasta el cielo, hasta el sol… o más allá_ apuntaba con su pequeña mano las nubes en el horizonte, sonreí ante el hecho de que su amor por mí seguía tan intacto como el mío, como siempre, como todos y cada uno de los días en que pasó a mi lado desde el primer día que la vi.

_Yo también mi dulce Bella_ me acerqué y la besé tiernamente en su frente inhalando con desesperación el dulce olor a fresas que emanaba su cabello, tan adictivo y tan embriagador como una droga prohibida.

Cuando fue seguro desabrochamos nuestro cinturón y nos encaminamos a la salida del avión. Su cabecita curiosa se movía buscando por todos lados a nuestra familia tirando levemente de mi mano,

_Papi ¿seguro que nos vendrán a buscar?_ dijo bajando las escaleras del avión, yo tenía aferrada su mano con la mía mientras mis ojos también buscaban y mi nariz olfateaba solo que otra clase de efluvio… no habían rastros de James, aún después de tantos años seguía temiendo que su locura fuera tanta como para seguir acechando la vida de mi hija. Sabía de cualquier manera que mi familia había cepillado toda la zona buscando un posible rastro de James y que no habían encontrado nada, pero la vida junto a Bella me había enseñado que tenía que ser precavido y percatarme yo mismo de que ella no corriera peligro alguno, asi que no pude evitar buscar su rastro en el agobiante aire del aeropuerto.

_Papi allí!!!_ gritó mi niña cuando terminamos de bajar las escaleras del avión, me llevaba de la mano arrastrándome entre la gente y dando saltitos para ver por encima de los hombros de las personas a nuestra familia. Emmett fue el primero en verse, con una sonrisa que surcaba toda su cara, un poco más abajo se veía la pequeña cabeza de Alice que hacía el claro intento de ver dando pequeños saltos para vernos entre la gente,

_Papi! Veo a tío Emmett!_ volvió a gritar mi niña que saltaba entusiasmada a mi lado, mi hermano saludó en la distancia y cuando estábamos por llegar a ellos se acuclilló abriendo los brazos para mi niña, realmente la extrañaban, Alice estaba a su lado emocionada y Rose sonreía como no la había visto nunca a lado de su esposo,

_Tío oso!!_ gritó mi niña lanzándose en brazos de Emmett, en seguida unos pares de brazos más la rodearon… Esme y Alice la abrazaron emocionada, mi niña rebozaba de felicidad.

Saludé a Jassper y a Carlisle que miraban entretenidos cómo sus mujeres se abalanzaban sobre mi pequeña,

_¿Cómo ha estado todo?_ pregunté a mi padre mientras veía cómo Emmett levantaba en brazos a Bella y comenzaba a dar vueltas con ella en brazos riendo a carcajadas.

_Bien… todo bien, no tienes por qué preocuparte. Ella estará protegida aquí en casa, sabes bien que así será…_ murmuró Carlisle con su semblante serio

_Gracias padre, estaremos un tiempo y luego veremos_ dije mirando al tesoro más preciado que tenía en mi vida, ella volteó sonriendo con sus pies sobre el suelo y me tomó de la mano,

_Papi, vamos! Tía Rose dice que tienen una sorpresa para mí en casa!_ tiraba de mi mano mientras sus enormes ojos chocolate suplicaban que me apurara.

_Mi niña, con tu abuelo y el tío Jass iremos a buscar el equipaje, tú espérame en el auto con los tíos y la abuela ¿si?_ ella me miró pensativa durante un segundo y luego asintió obedientemente. Miré a mi madre que la llevaba de la mano y a Alice y con un gesto les aconsejé que la cuidaran, Alice rodó los ojos comenzando a caminar con mi pequeña y Esme solo pensó lo que me quería decir,

“No seas exagerado, está con nosotros ahora... nada le va a suceder” entonces fuí yo el que rodé los ojos y dí media vuelta para encontrarme con los rostros divertidos de mi padre y hermano.

_Wou hermano, si eres así ahora con Bella, no quiero imaginarme lo que serás cuando sea una adolescente hormonal _ me paré en seco tratando de incorporar esas palabras en mi sistema... adolescente... hormonas, eran palabras que no sonaban bien juntas y que de repente parecían las palabras mas despreciables de la tierra.

_Hey! _ una mano se agitaba delante de mis ojos _Iujuu!_ miré a Jassper que me veía divertido,

_Cuando llegue el momento pensaré en eso_ murmuré molesto. ¿Por qué aún no se había inventado en el mundo algún maquiavélico invento que les impidiera a los niños crecer?... Oh claro, sacando el echo de que ser vampiro detenía el crecimiento... ¿no podría haber algo menos drástico?.

“Vamos Edward, no te enojes... sabes que tarde o temprano sucederá” pensó Jassper,

_Sabes que el día en que suceda espero tener la ayuda de mis hermanos para contenerla _ dije saliendo del aeropuerto sin mirar a mi padre y hermano, ¿por qué debían recordarme que pronto la perdería?, es decir... perdería a mi niña Bella, su infancia terminaría y se convertiría en una mujer... una mujer que atraería a los jóvenes hormonales, no!... no quería pensar en eso, no aún.

Cuando llegamos al área de estacionamiento del aeropuerto la vi acomodada dentro de mi Volvo, mi niña reía con la cara de sorpresa que yo tenía,

_Gracias… al menos fueron concientes de traer mi auto, saben que no conduzco otra cosa_

_Lo sabemos Edward_ murmuró Jassper rodando los ojos _nos vemos en casa… nos vamos con papa en el Mercedes_

Cuando subí al auto y le puse el cinturón a mi pequeña ella reía, estaba feliz y sus ojitos rebosaban de alegría… tenían un brillo especial, uno diferente, entonces estuve seguro de haber hecho las cosas bien,

_¿Estas feliz de estar en casa?_ le pregunté encendiendo el auto, ella me miró sonriente y asintió con energía,

_Si papi, lo soy…_ murmuró suavemente _gracias por haberme traído a visitarlos, los extrañaba_ sonreí ante aquello, ella realmente los necesitaba… todo sería más fácil.

_Lo sé mi niña, todo lo que hago lo hago por ti_ dije sin pensar, ella me miró más sonriente aún, yo aturdido giré la mirada al frente y salí del estacionamiento del aeropuerto.

Todo sería más fácil ahora…

Todo sería…

Diario de Bella a la edad de 11 años:

Querido diario,

Estoy feliz, muy, muy, muy feliz! Mi papá me trajo a lo de la abuela, estamos en su casa!... con mis tías y tíos y mi abuelo Carlisle. Mi papi me lo prometió y aquí estamos, lo amo más que nunca!...

Mis abuelos y tíos fueron al aeropuerto a buscarnos, los vi contentos cuando bajamos del avión y nos encontramos con ellos, ojala que mi papi decida quedarse en Forks… no podría separarme de ellos, ya no.

Cuando llegamos a la casa no sabes la sorpresa que me encontré!, mi abuelita me tapó los ojos con una tela y me llevó arriba por las escaleras, con mi torpeza casi me caigo y ruedo por las escaleras pero mi papi me detuvo a tiempo y me alzó llevándome en sus brazos,

_Mi niña, te tenemos una sorpresa Bella… espero que te guste y la disfrutes_ dijo la vocecita de mi tía Alice a mi lado, yo estaba re contenta, no sabía que podía ser aunque intuía que si mi tía estaba metida en esto, debía ser algo muy bueno. Lo siguiente que sentí fue los fuertes brazos de mi papi me dejaban en el suelo, abrían una puerta y me empujaban despacito dentro de una habitación,

_Papá…_ instintivamente busqué su mano, no sabía con lo que me iba a encontrar, él me daba la seguridad de que iba a estar bien fuera lo que fuera, él me tomó la mano y me susurró cosas al oído,

_Calma mi niña, todo irá bien… ya lo verás_ confié en su suave voz como siempre y lo tomé bien fuerte de la mano, caminé dos pasos y él lo hizo detrás de mí, sentí que me quitaban la tela de los ojos y al fin pude ver ¿y sabes qué?...

_Sorpresa!_ gritaron mi abuelita, mi tía y mi tío Emmett. Me encontraba en una habitación grande pintada de rosa pálido y blanca, tenía una cama hermosa con postes y una tela transparente que caía de arriba y que rodeaba toda la cama, parecida a las camas de las princesas que leía en mis libros, un gran y hermosa biblioteca contenía todos mis libros y la música que tío Jass me había regalado, una amplia ventana que ocupaba casi toda una pared iluminaba el cuarto como si de un cuento de hadas se tratara, era fascinante! Querido diario, tenemos nuestra propia habitación!... ¿lo puedes creer?, es hermosa, tiene todo lo que me más amo y ¿sabes lo que más me gusta?, en la mesita de luz tengo una foto de mi papi y yo abrazados, amo esa foto… fue de cuando fuimos a la feria en Cambridge hace unos meses, antes que me dijera que vendríamos a vivir con los abuelos, es hermosa. La acaricié pensando en él, se ve tan bonito en esa foto y en esa época estaba tan triste, sus ojos no brillaban como siempre lo hacía, espero que ya con nuestra familia, no se sienta tan solo y vuelva a sonreír pronto… no sé, lo veo preocupado por algo.

Hace un rato que desperté en mi habitación, afuera ya brilla el sol y mi papi se fue hace unos minutos a hacerme el desayuno. Pero estoy angustiada… anoche, cuando estaba ordenando la poca ropa que mi tía Alice me había dejado conservar, hay querido diario!, mi tía no sé de donde saca tanta energía y… dinero, porque no me dejó acomodar mi ropa que había traído, ante mis propios ojos la tiró a la basura y sin tomar en cuanta las advertencias de mi papá, a cambio la loca de mi tía me dio un guardarropa lleno de ropa! ¿lo puedes creer?...

_Y no quiero peros… cada mañana te vendré a ayudar a vestirte mi querida Bellita, me creo que mucho tiempo sola con tu papi te atrofió el sentido de la moda_ dijo preocupada mientras yo veía con lagrimas en los ojos cómo se llevaba mi ropa, la que tanto amaba, mis suéteres, mis remeras de princesa, mis zapatillas y mis pantalones de mezclilla. Miré con angustia mi nuevo guardarropa y casi me desmayo… allí había pura ropa de niña grande, jeans, zapatos de todas clases, algunos vestidos y faldas tableadas, no lo quería, quería mi ropa de vuelta!

_Que bueno que ya están aquí_ siguió replicando mi tía mientras yo tocaba esas telas que colgaban de perchas en mi nuevo closet, que más que closet juro que parece un cuarto _Ya estas creciendo y debes dejar esa ropa de niña, ya pronto serás una hermosa mujercita_ murmuró caminando de aquí para allá, me di vuelta a mirarla y la vi acomodando sobre mi cama mi nuevo pijama, que ya no tenía pequeños motivos de hadas, sino que era de un color azul suave y parecía de una tela brillante, es cómodo pero no es mi pijama de hadas,

_Tía! Soy solo una niña… ¿cómo quieres que me vista?_ le pregunté, ella puso sus brazos como jarras y me miró con el seño fruncido… te juro que me hizo recordar a la bruja de Hechizada ja ja, como sea…

_Jovencita, tú ya no eres una niña, tu papi simplemente no quiere que crezcas… lo que significa que de ahora en más dejarás que yo te vista a mi manera, eres una niña a punto de entrar en la pubertad y se acabó_ murmuró, en ese momento apareció mi salvación por la puerta de la habitación,

_Papi!_ corrí hacia él y lo abracé apoyando mi oído sobre su estómago, él me rodeó con sus brazos y acarició mis cabellos,

_Alice…_ murmuró suavemente _¿puedes dejar de torturarla?_ pidió. Mi tía lo miró como si lo fuera a matar y me asusté un poco, podía parecer tenebrosa cuando se lo proponía,

_Tú_ dijo apuntándolo con su pequeño dedo _no te metas, esto es entre mujeres_ mi padre rió

_Alice, ella es tan solo una niña aún, ¿no pretenderás convertirla en tu Barbie verdad?_ hay no!.... una Barbie no, era lo que menos quería… andar como esas niñas tontas jugando con Barbies no, prefería mil veces vestirme como bruja… al menos ella son inteligentes.

_No_ dijo mi tía cruzándose de brazos y haciendo sonar la punta de su zapato en el suelo _lo único que pretendo es que Bella comience a verse como una jovencita… pronto cumplirá 12 y ya será una señorita, no puede andar con esas remeras de princesas o de Alicia en el país de las maravillas, créeme Bellita…_ dijo inclinándose un poco hasta quedar a mi altura _me lo agradecerás cuando entres mañana por la puerta del Instituto y los niños babeen por ti_ sentí las manos de mi papi rodearme con más fuerza y como una especie de gruñido salir de su pecho, lo miré incrédula y él veía a mi tía con el seño fruncido, ella le sonreía y solo levantó sus hombros, muy tía Alice…

_No convertirás a mi niña en una… mujer antes de tiempo, déjala crecer y métete en tus propios problemas_ dijo mi padre entre dientes,

Mi tía rió y luego de desearme buenas noches y darme un beso en la frente salió de mi habitación dejándome con mi papá que seguía con el seño fruncido mirando hacia algún punto en la pared,

_Pa… no te enojes con la tía por favor_ dije mientras le sacudía el brazo, él me miró y su ceño se alisó, entonces sonrió y suspiré aliviada,

_Nunca mi niña, ella solo quiere verte feliz… aunque sus métodos son algo drásticos_ me puse de puntillas y me colgué de su cuello para darle un beso en la mejilla,

_Gracias papi_ él me miró con dulzura y sostuvo mi cintura mientras mis pies colgaban a centímetros del suelo, sus ojitos dorados me miraba como si pudieran leer algo en mis ojos, como si tuviera superpoderes y pudiera saber mis pensamientos y tenía su entrecejo fruncido por mirarme de esa forma, sonreí y solté una de mis manos para tratar de alisar con mis dedos ese pequeño lugar que no me gustaba que frunciera, porque parecía como si estuviera preocupado y no quería a un papá preocupado. Entonces él pareció reaccionar y comenzó a caminar entrando a mi habitación sin despegar su mirada de la mía, sentí que me acostaba suavemente sobre mi cama,

_Duerme mi Bella, me quedaré contigo solo por las dudas... si tú quieres_ dijo mientras su dedos acariciaban mi cabello _mañana te acompañaré al Instituto y tienes que ir descansada_ yo solo asentí sin poder separar mi mirada de la de él, entonces se inclinó y besó mi frente dulcemente,

_Cantame mi nana papi_ dije mientras él sonreía, hacía mucho que no se lo pedía y tenía muchas ganas de escucharlo, él se acomodó detrás mío y rodeó con su brazo mi cintura y sentí su dulce voz en mi oído tarareando mi nana favorita, la que me había hecho él mismo cuando recién había nacido... Hay diario! Te juro... amo a mi papi más que a nadie en el mundo, lo amo... es él y solo él.

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Te regalé mis palabras, ahora déjame las tuyas!! gracias!