Capitulo 32: Autocontrol

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Autocontrol

Maldición, maldición!...

¿Qué había hecho?... había dejado a mi esposa dar riendas sueltas de su temperamento, de sus nuevos y frágiles instintos, había dejado que saltara sobre Jacob para desgarrar su pescuezo, es decir… mi Bella había defendido a su hija. Lo que yo había reprimido tanto gracias a mi autocontrol ella lo había hecho con un solo movimiento y eso a pesar de todo me llenaba de una especie de orgullo y deseo inexplicable…

A penas la vi saltar sobre Jacob, Seth se interpuso en su camino haciendo que bella cayera sobre él con toda la fuerza de una neófita… corrí enseguida y la tomé entre mis brazos, Emmett acudió en seguida y me ayudó con una Bella fuera de sí. Jacob no corrió ni se ocultó, ayudó a su amigo que a penas tocó el suelo se transformó en el frágil niño que era, entonces Bella reaccionó al ver lo que había provocado. Eso me sacudió como una corriente eléctrica, ella se supo controlar cuando se dio cuenta que había herido a Seth… ella había podido reprimir esa ansiedad ferviente en su sangre de atacar, de acudir y dar libertad a su sentido de auto supervivencia… mi esposa lo había logrado.

_Lo siento tanto, Seth. Debí estar más cerca_ dije apesadumbrado aunque con una pizca de satisfacción, mi esposa había reaccionado como yo pensé y eso me tenía en un estado de ansiedad entre la linea que separaba el deseo y la prudencia. Necesitaba demostrarle cuanto antes todo lo nuevo que ella me hacía sentir,

_Seth lo…_

_ No te preocupes por eso, Bella, estoy completamente bien_ interrumpió Seth

_Bella, cariño, nadie está juzgando tu comportamiento. Lo estás haciendo bien_ dije tratando de calmar el remordimiento infundado de mi esposa, ella había actuado por instinto… no había hecho nada mal, de hecho eso era lo que estábamos esperando.

Mi padre se estaba haciendo cargo del enyesado del brazo de Seth, los lobos curaban rápido así que ese no era un aspecto que nos preocupara, pero al parecer Bella no tenía eso en cuenta al momento de mortificarse,

_Lo siento, lo siento!_ gimió Bella apenada al haberse percatado de la molestia de Seth, claro que le dolía pero solo era una fractura menor en su clavícula, algo que para el lobo solo sería cuestión de que sus huesos privilegiados se suelden rápidamente… cuestión de horas.

_No te pongas así Bella_ dijo Seth palmeando la rodilla de mi esposa con su mano buena _estaré bien en media hora, cualquiera hubiera hecho lo mismo al enterarse lo de Jake y Nes… quiero decir, al menos no me mordiste o algo peor… eso apestaría_ murmuró cambiando de tema rápidamente.

Bella se estremeció y escondió su cabeza entre las manos apenada… ¿cómo podía ser tan obstinada y no entender que esa era una reacción normal en un neofíto?...

_Soy una persona horrible…_ dijo ahogando su voz entre sus manos,

_Por supuesto que no… yo debí…_

_Detente allí…_ me cortó, no quería palabras que la desprendan de toda culpa… como siempre

_Es una suerte que Nes… Renesmee no es venenosa_ dijo Seth después de unos segundos de silencio incómodo. _Porque se la pasa dándole mordidas a Jacob_ oh claro… la parte repugnante…

Bella dejó caer sus manos y miró a Seth sorprendida

_¿Lo hace?_ preguntó

_Claro. Cuando él o Rose no tenían la comida en su boca lo suficientemente rápido. Rose piensa que es muy chistoso_ claro mi hermana viéndole el lado gracioso, mi hija tocando la piel asquerosa del perro… ni siquiera podía pensar en ello…

“Perdón Edward, sé que es algo que te desagrada, pero ella debía saber para que sepa que no es la única que desea lastimar a Jake.. ja ja” pensó Seth al ver mi cara de repugnancia,

_Bien, Seth_, dijo Carlisle, enderezándose y alejándose de nosotros. _Creo que es todo lo que puedo hacer. Trata de no moverte por, oh, unas cuantas horas… supongo_ rió mi padre viéndole el lado gracioso de la situación _Desearía que tratar a los humanos fuera instantáneamente gratificante como esto_ puso su mano sobre la cabeza oscura de Seth por un momento _quédate quieto_ luego se levantó del sofá en el que había estado curando al pequeño lobo y desapareció escaleras abajo,

_Probablemente pueda arreglármelas para quedarme quieto un rato_ murmuró Seth momentos después, estiró su brazo sano y bostezó audiblemente, pronto cerró los ojos entregándose a un sueño instantáneo… aquel que parecía fácil para los lobos. Bella se veía aún afligida, se levantó del sofá en el que había estado acompañando a Seth y salió hacia la ventana que daba al patio trasero de la casa, la seguí sin dudarlo y le tomé la mano… deseaba poder calmar su inquietud y también deseaba tocarla lo más que fuera posible, era increíble como su piel me llamaba… increíble cómo toda ella era un canto de sirena para mí.

Su mirada se dirigió enseguida al la orilla del río, era fácil ver más allá del prado a la loba que había osado defender a su hermano yendo y viniendo a lo largo del río, como esperando que ella, mi esposa fuera a su encuentro…

“Más te vale chupasangre que mantengas a tu esposa alejada o la próxima la mataré” pensó para mí, luego de unos segundos cambiaba su semblante furioso a uno ansioso preocupado por Seth. Estúpida loba ¿qué no veía que aquí el eje de todo el problema era Jacob y su maldita locura de ir a imprimarse justamente con mi niña?

_Tú ya le diste el biberón hoy a la mañana ahora lo haré yo… no tienes derecho perro… mantente alejado_ escuché decir a Rosalie desde el piso de abajo, por dios ¿cómo podían ser tan imbéciles de pelearse por quién alimentar al Renesmee?, si Bella estuviera en condiciones de manejar bien todos esos impulsos que la abarcaban y mantener a salvo a mi hija, sería el fin de las discusiones de esos dos. Miré a mi esposa que se mantenía impasible con sus ojos clavados en Leah… ¡cómo deseaba leer su mente en ese momento!... si tan solo supiera lo que sucedía dentro de esa cabecita tan valiosa para mí, si tan solo pudiera oírla…! Sin embargo allí estaba yo, a su lado como siempre… como pretendía hacerlo para toda la eternidad sin saber nada de lo que ella pensaba, sin obtener nada de ella más que la frustración que todo eso generaba en mí.

A un lado del pilar de las escaleras se encontraba parado Jassper atento a cualquier tipo de cambio en las emociones de mi Bella, ella parecía tranquila pero al parecer y por lo que él me decía no era obra suya, mi esposa estaba manteniéndose calmada por sus propios medios,

“Creo que ya no me necesita aquí, al menos no mientras esté serena y no en presencia de Jacob o Nessie… está aprendiendo a controlarse más rápido de lo que creí capaz”

Por primera vez en mis cien años me sentí impaciente por alguna situación, esta vez no era la sed, no era la tentación de atacar a mi dulce Bella porque eso no volvería a suceder jamás… gracias a dios, no era el hecho de que mi Renesmee fuera condenada de tal forma por una estúpida teoría Quiloute ni el hecho de que tuviera tantas ganas de cortarle la garganta a Jacob, no… ahora mi impaciencia era provocada por ella, por mi propia esposa… el hecho de que no pudiera leer su mente y no premeditar sus reacciones era realmente frustrante, es decir… se hubiesen evitado varias cosas desde que despertó a esta nueva vida, en primer lugar hubiese visto sus reacciones una vez que despertó… aunque en ese caso Jassper fue de gran ayuda, en segundo lugar hubiese sido más fácil para ella y para mí haber enfrentado como padres a nuestra pequeña… sus pensamientos en ese momento hubiesen sido sumamente valiosos y no solo hubiese dado un meñique por esos pensamientos en ese momento en particular, hubiese dado todos los millones que teníamos guardados, en tercer lugar se hubiese evitado en gran medida el ataque al Jacob, que aunque mis deseos hubiesen sido que de una vez le arrancara la cabeza no habría sido la solución más viable… me odiaría a mí mismo por el resto de mi existencia por no haber impedido eso ya que seguramente mi Bella hubiese sido infeliz si lo hacía… y yo quería su felicidad, su risa, su alegría, su sonrisa… quería todo lo bueno para ella, no oscuridad… definitivamente no deseaba oscuridad.

“Edward, ella está ansiosa por algo en particular… nerviosa diría yo” advirtió Jassper desde el primer piso, miré a mi esposa que parecía sumida en sus pensamientos, pero nada podía encontrar en su postura o su rostro impasible, inmóvil como el de una muñeca de porcelana que me dijera que algo andaba mal…

¿Qué sería?... ¿a caso había recordado algún mal momento? ¿a caso todavía se sentía culpable? ¿Sería la llamada de su padre esa mañana? ¿Esa que ninguno había querido atender porque justamente nos encontrábamos en una crisis importante con lo de Seth y que por descarte atendió Esme?

Mi hermano tan contagiado por la creciente ansiedad de Bella fue el que decidió cuestionar,

_¿Qué sucede Bella?_ preguntó calmadamente caminando hacia nosotros de manera tranquila _nadie está molesto contigo_

“Si ¿cómo no?... seguro que yo aquí estoy pintada ¿no?, casi mata a mi hermano” pensó la enojada Leah al mismo tiempo que emitía un gruñido contradiciendo a Jassper el cual lo ignoró olímpicamente.

_ Nadie está sorprendido, de verdad. Bueno, supongo que estamos sorprendidos. Pero sorprendidos por la forma en que fuiste capaz de controlarte tal rápidamente. Lo hiciste bien. Mejor de lo esperado_ murmuró mientras enviaba una oleada de tranquilidad por todo el cuarto,

_Pensaba en Charlie de todos modos_ dijo al tiempo que en el bosque Leah se detenía a escuchar con curiosidad,

_Ah…_ murmuró Jassper…

¿A sí que eso era la que la tenía preocupada?, ¿cómo iba a enfrentarse a su padre?... pues bien, para eso había tiempo si ella continuaba con esa singular manera de autocontrolarse, pronto tal vez lo vería…

_Realmente nos vamos a ir, verdad?_ preguntó _Por un tiempo al menos. Pretenderemos que estamos en Atlanta o algo_ ella arrugó el entrecejo con la pregunta y fue la primera vez en toda la conversación donde pude percibir su lenguaje corporal, ahora era tan difícil leerla como un libro abierto… ella miraba fijamente a mi hermano, como buscando una respuesta

_Sí. Es la única forma de proteger a tu padre_ dijo mi hermano al ver que mi esposa esperaba su respuesta, ella vaciló un poco pero luego bajó la mirada

_Lo voy a extrañar tanto. Extrañaré a todos…_ murmuró con su voz cargada de dolor, oh Bella… deseaba tomarla entre mis brazos y cobijarla para que ese dolor se fuera, para al menos ahuyentarlo, pero yo mismo sabía los efectos que ese abrazo tendría para ella, al igual que para mí… solo deseaba que ella pudiera borrar de su memoria todas las vivencias humanas que le habían infundido alguna clase de dolor. Entonces, al igual que otras veces en que ella me sorprendía, una risa cantarina salió de entre sus labios dejándome impactado, clavado en mi lugar…

Woou, valla cambio de dirección. Arqueé las cejas ante ese inesperado gesto y ella me miró y sacudió la cabeza dejándome una vez más con la intriga,

“Eso si que fue inesperado… ¿qué habrá recordado?” pensó mi hermano tan sorprendido como yo.

Oímos desde el piso de abajo cuando la tranquilidad se rompió, mi padre había decidido hacer el control habitual de mi niña, Jassper comprendiendo esto se posicionó a mi lado en seguida y yo me aferré a la mano de Bella con un poco más de fuerza, esto era algo nuevo para ella…

“Sostenla y yo controlaré…” pensó mi hermano impaciente

_Deben ser las seis_ comenté suavemente

_¿Y?_ preguntó ella con visible curiosidad con los ojos clavados en Rosalie y Jacob que se pelaban por sostener a la niña,

“Mantenla alejada Edward, no sabemos cómo puede llegara a reaccionar” la voz mental indeseable de Jacob llegó a mí, ¡Obvio estúpido chucho!... a pesar de lo acertado pero idiota de sus pensamientos el parecía preocupado en serio.

_Hora de medir a Nes… esto Renesmee_ explicó mi padre precavido,

_Oh! ¿Hacen esto todos los días?_ inquirió sorprendida Bella,

_Cuatro veces al día_ corrigió mi padre con gesto ausente mientras llevaba a todos hacia el sofá, mi niña suspiró resignada… estaba tan frustrada con esto que hacía su abuelo, como todo niño, la aburría que un doctor la revisara y más si esto se había convertido en una costumbre por demás habitual. Ella prefería jugar con su tío Emmett en ese momento, quien la lanzaba a los aires por encima de su cabeza y la atrapaba mientras iba cayendo o prefería estar mordiendo a Jacob o doblando cucharas, aunque a esto a mi madre no le agradara mucho ya que había arruinado todo el juego de cubiertos de plata que adquirió en Francia.

Sin embargo ella no era como otros niños que en su lugar hubiesen llorado de temor por la cinta métrica, la balanza y los instrumentos médicos de mi padre, no… mi Renesmee tenía muy buena predisposición a pesar de su disgusto.

_¿Cuatro veces todos los días? ¿Por qué?_ inquirió aún sorprendida mi esposa,

_ella sigue creciendo muy rápido_ dije cuidando de no hacer notar la preocupación en mi voz, rodeé su cintura con uno de mis brazos y aferré mi mano con más fuerza a la suya. Si ella decidía ponerse nerviosa y sacar a relucir su temperamento que me arrastrara con ella…

Ella, con su vivas inteligencia, vería al igual que yo los cambios que mi niña había sufrido de la noche a la mañana. Sutiles cambios, pero presentes al fin…

Mi Renesmee tenía ahora su cuerpo más delgado y largo, había perdido unos pocos centímetros de ancho para ganarlos en altura, su cabello rizado del mismo color que el mío llegaban casi hasta los hombros y su perfecta cara redondeada había dejado de serlo para parecer más bien ovalada, sus ojos marrones vivaces ya parecían los de una niña de al menos dos años, habían dejado de ser los de un bebé de apenas tres días de vida… increíble pero perturbadoramente inquietante...

“Valla… tres y nueve centímetros hoy” pensó mi padre mientras la medía con su cinta métrica, eso era un poco menos de lo que había medido esa noche antes de que mi esposa despertara,

Enseguida sentí el cuerpo de mi esposa tensarse entre mis brazos,

_¿Qué vamos a hacer?_ susurró aterrada,

Oí la advertencia de Jassper en mi mente al percibir su miedo, yo mismo lo sentía debajo de mis manos… mi esposa estaba horrorizada,

_No lo sé_ dije apesadumbrado al mismo nivel que ella,

_Va algo más despacio_ musitó un Jacob más optimista, él mismo estaba tratando de hacerse creer que ese aspecto de mi niña no era de qué preocuparse, trataba de encontrar el mínimo margen de diferencia…

_ Necesitaremos muchos más días de medidas para notar una tendencia, Jacob. No puedo hacer promesas_ respondió mi padre con todo su profesionalismo, él más que nadie deseaba que lo que insinuaba Jacob fuera verdad,

_Ayer creció cuatro centímetros, hoy menos_ volvió a explicar el chucho terco,

_ Por un treinta y doceavo de pulgada, si mis medidas son perfectas_ dijo Carlisle tranquilamente

_See, exacto doc…_ replicó el perro con palabras que parecían casi amenazadoras, pobre iluso… rodeado de vampiros y provocándolos, Rosalie se envaró al instante

_Ya sabes que lo hago lo mejor que puedo_ aseguró mi padre ¿por qué diablos debía darle explicaciones al maldito chucho?...

Jacob suspiró

_Supongo que eso es todo lo que puedo pedir_ dijo resignado. ¿Quién se creía ese licántropo fastidioso para venir a osar robarnos el papel de padres de mi niña?

Renesmee se removió inquieta entre los brazos de Rosalie, en su mente una sola imagen abarcaba el total de sus pensamientos, sonreí ante eso. Mi hermana se inclinó para que mi hija pudiera poner su pequeña manita en su mejilla y al hacerlo le trasmitió sus deseos…

_ ¿Qué es lo que quiere?_ inquirió Jacob atento a todos los movimientos de mi niña,

_A Bella por supuesto_ musitó mi hermana como si eso fuera común, claro que lo era… desde la primera vez que Renesmee había visto a su madre no se la había podido sacar de la cabeza… era una imagen constante y ahora que había probado los brazos de su madre quería más… siempre más. _¿Cómo estas?_ preguntó preocupada mi hermana siendo conciente del frágil autocontrol de mi esposa

_Preocupada_ admitió Bella con sinceridad, apreté su cintura con mis manos haciéndole sentir que yo estaba allí y que sentía lo mismo que ella

_Todos lo estamos, pero no es lo que quiero decir_ dijo Rosalie

_Estoy bajo control_ prometió nuevamente con sinceridad, ella jamás lo hubiese admitido si sabía que podía hacerle daño a nuestra niña. Mi hermana se aproximó con cautela a nosotros, Jasper enseguida se puso alerta dejándome saber en mis pensamientos que estaba preparado, la tomé aún con más fuerza de la cintura… con temor, pero con confianza sobre todo.

Bella avanzó un paso cautelosamente, no por temor a ella… solo para infundir confianza a los demás que mirábamos ansiosos esta escena, yo la seguía tomándola de la cintura y mi niña la veía con una sonrisa cegadora que iluminaba su rostro.

“Mamá… mamá” musitaba en su mente como si fuera un mantra… ¡Se necesitaban tanto la una a la otra!

Enseguida Bella la tomó entre sus brazos que parecían haber sido creados para esa tarea, sostener a su pequeña hija y entonces enseguida, ávida por mostrarle sus pensamientos a su madre ella puso su manito en su mejilla.

Una vez más pude comprobar que lo que fuera que tuviera la mente de Bella que me impedía leerle la mente, no impedía que los pensamientos de mi niña atravesaran su piel hasta llegar a su cerebro… ¿cómo? No lo sé… simplemente increíble. Mi esposa jadeó al ver el torrente de información que mi hija anhelaba compartir con ella, primero imágenes brillantes y coloridas como las que había visto aquella primera vez que pude leer sus pensamientos desde el vientre de su madre, luego recordó cómo Bella cargó contra Jacob con Seth saltando entre ellos… reí entre dientes al recordar esa escena, Bella había saltado con tal gracia que parecía una flecha soltada desde un certero arco.

Entonces me percaté de algo que en ese momento de crisis no había hecho, mi niña nunca había abandonado a Jacob con su mirada… era como si nos estuviera dando una clase de advertencia, ella parecía feliz de que Seth hubiese interceptado esa lucha porque su pequeña pero tan intrépida mente no toleraba estar separada de Jacob… su Jacob, ella nos estaba dando a entender que no quería bajo ningún punto de vista que dañáramos lo que le pertenecía… Jacob…

Valla…

_Oh maravilloso_ gruñó Bella al interpretar lo mismo que yo había visto _ perfecto_

_Seguro que es porque sabe mejor que todos nosotros_ dije entre dientes demostrando mi disgusto

_Ya les había dicho que le gusto_ musitó con gracilidad el perro entrometido mirando fijamente a mi Renesmee. Ella volvió a centrar su atención en su madre palmeando su mejilla para que la atendiera, los recuerdos siguieron fluyendo de su pequeña mente con fluidez, quería hacerle saber a Bella todo lo que ella se había perdido de su corta vida… Rosalie peinando su cabello, Carlisle midiéndola lo cual no le parecía nada interesante

_Es como si estuviera haciendo un resumen de todo lo que te has perdido_ dije a su oído con una de mis manos en su cintura, entonces un pensamiento que no vi venir inundó la mente de mi hija… un vaso de metal cuyo contenido era su alimento,

“No Edward… ten cuidado! Está molesta!” pensó Jasper con angustia. En una fracción de segundo vi a Bella arrugar su nariz, la solté para tomar a mi niña de sus brazos y alejarla mientras Jasper tomaba sus brazos por detrás de su espalda.

Nada había sucedido, sin embargo el miedo… el maldito miedo estaba allí como un fantasma dispuesto a arruinar el momento, Bella me miraba sorprendida sin siquiera respirar,

_¿Qué es lo que he hecho?_ dijo sorprendida con sus ojos bien abiertos, miré a Jasper que tenía sujetos sus brazos detrás de su espalda y me devolvió la mirada confundido y otra vez miré a Bella,

“¿Qué hace? ¿Por qué esa reacción?...” pensó mi hermano desconcertado

_Es que ella estaba recordando la sed_ mascullé frunciendo el entrecejo ¿por qué parecía tan serena? ¿Cómo si nada hubiera sucedido?... _ estaba recordando el sabor de la sangre humana_

Los brazos de Jasper apretaron los de Bella que aún no daba muestras de irritación o ira,

“No entiendo Edward ¿otra vez esa capacidad de autocontrol que parece ser un don en ella o algo derivado de su preparación previa?... ¿Qué carajo…?” Jasper no cabía en si de la sorpresa y la frustración

_Si… ¿y?_ musitó Bella ¿cómo podía reaccionar así, de manera tan… relajada?, no pude evitar dejar salir una carcajada que reflejaba mi confusión mezclada con el alivio…

_Pues parece que nada, creo que esta vez sobre reaccioné exageradamente… suéltala Jas_ pedí a mi hermano que aún no relajaba su rostro sorprendido, él enseguida lo hizo dejándola libre para que ella pudiera una vez más tomar a su hija en brazos, se la devolví sin vacilaciones… era increíble pero no había peligro… de hecho, nunca lo hubo.

_No puedo entenderlo_ replicó mi hermano sumamente frustrado _no puedo soportarlo…_ parecía que empuñaba sus manos en un intento de jalar su cabello para tratar de entender que era lo que sucedía con mi Bella… como siempre sorprendiéndonos a todos,

“Maldita sea… ¿Qué diablos fue lo que me perdí? ¿A caso no es una neófita? ¿Por qué no actúa como una?!” gritaba en su mente mientras caminaba hacia la puerta trasera y salía en dirección al río… Jasper si que estaba confundido, frustrado y sumamente irritado.

Quise reí ante ese lió que Jas parecía tener en su mente, pero yo me sentía igual… aunque un sentimiento abarcaba mi cabeza en mayor medida que los otros… estaba maravillado con lo que mi esposa podía hacer, ¡Maldición si tenía deseos de salir al mundo y gritar orgulloso la clase de mujer que tenía!... ¡Cómo si ella hubiese sido una especie de premio!... diablos sí que lo era… lo era…

Mi hija continuó con sus preguntas mentales a su madre, esta vez reproducía exactamente la reacción de mi hermano segundos atrás… ella no comprendía a qué se debía ese cambio en su tío que siempre parecía cargado de paz, tranquilidad y una extraña pero agradable calma que ella agradecía a la hora de dormir.

_Luego regresará_ dije a sus preguntas mentales _necesita unos segundos para poder reajustar su punto de vista sobre la vida_ dije recordando la cantidad de improperios que Jas recitaba mentalmente mientras saltaba el vado del río,

_¿Está furioso conmigo?_ preguntó mi Bella inesperadamente, ¿cómo podía llegar a pensar eso? ¿Y justamente de Jasper…?

_No, ¿por qué tendría que estarlo?_ pregunté de vuelta

_¿Entonces qué es lo que le pasa?_

_Está furioso consigo mismo, Bella. Le preocupa que se trate de… “una profecía de cumplimiento inevitable”, supongo que podría llamarse así…_ murmuré pensando en mejores palabras,

_¿Cómo es eso?_ preguntó mi padre de repente, había olvidado que él había estado mirando todo detenidamente,

_Se está preguntando si la locura de los neonatos es algo realmente tan difícil de superar como siempre hemos pensado, o si, por el contrario con la orientación y la preparación adecuadas, cualquiera podría desempeñarse tan bien como tú, Bella_ musité apostando mi vida entera que en eso derivaba toda la confusión de mi hermano, él no sabía cómo lidiar con nuevos “amaestrados” por decirlo de alguna manera, él siempre los vió salvajes y siniestros, así los conocía, así había sido el mismo en el comienzo a su nueva vida… bueno, esta vez había sido diferente. _incluso que quizás él ha experimentado una dificultad tan grande solo porque pensaba que ello era natural e inevitable. Quizá si hubiera esperado más de sí mismo habría podido hacerlo igual de bien como tú. Le estas haciendo plantearse un montón de cosas que hemos dado por supuestas e imposibles de cuestionar, Bella_

_Pero eso es injusto_ replicó mi padre _todos somos diferentes, cada uno de nosotros tiene sus propios retos. Es posible que el comportamiento de Bella se salga de lo normal, pero quizás sea su don, por decirlo de algún modo…_ era muy cierto, pero al igual que las diversas teorías estaba abierto a discusión

_Es una teoría muy interesante y bastante plausible_ repuse pensando en esa posibilidad _¿has visto alguna vez el autocontrol como un talento en alguien que conocieras?_ le pregunté con curiosidad _¿crees que es realmente un don o solo es producto de toda su preparación?_

Mi padre se encogió de hombros e imágenes de una mujer que no conocía se filtró en su mente,

_Es algo similar a lo que Shioban era capaz de hacer, aunque ella nunca lo llamó don_ dijo pensativo

_Shioban… ¿tu amiga del aquelarre Irlandés?_ preguntó Rosalie _no tenía idea de que tuviera algo especial. Pensé que la que tenía algún talento distintivo era Maggie_

Mi padre le explicó los pormenores y las diferencias de lo que cada una de esas mujeres eran capaces de hacer, talentos únicos, especiales y prodigiosos que yo no creí nunca posibles… claro lo mío era un poco más centrado en la mente humana, leerlas no era problemas, pero otros dones como a los que mi padre se refería… convertir en realidad un deseo o alguna ilusión sobrepasaba los límites de lo posible hasta para los vampiros, es decir… más que un aquelarre de vampiros con dones especiales rayaban en lo inverosímil semejándose a un grupo de magos y hechiceros que podían manejar el curso de las cosas a su antojo, algo que yo claramente no podía hacer… un poco de lo que Jasper hacía por supuesto al poder manejar las emociones, pero algo que definitivamente ni yo ni Alice podíamos hacer, mi don estaba limitado a ver las cosas desde afuera, sin poder manipular las cosas a mi antojo y lo mismo sucedía con Alice que veía el futuro pero que no podía manipularlo… que interesante sería poder ver en acción los dones de aquellas personas ¿a caso tendré la oportunidad de verlos en acción en algún momento de mi larga existencia?... esperaba que si.

“¿Edward?... prepara a Bella, ya está listo” el pensamiento fluido de mi madre llegó a mi mente desde el prado que se extendía detrás de la casa, había estado tan inserto en la conversación con mi padre que no me había percatado que Bella estaba parada con mi niña dormida en sus brazos a un lado de la pared de cristal,

_Por fin_ dije llevando mi mirada hacia la ventana, a lo lejos y saltando sobre el río venía mi familia… Emmett nadando entre las aguas velozmente… mi madre tan convencional como siempre, Alice saltando sobre la rama de un abeto cercano y balanceándose cual trapecista y Jassper tan sobrio y confundido aún, pero mucho más tranquilo.

Entonces la familia completa se reunió en la sala donde mi esposa sostenía a su niña, la que debería dejar unos momentos esta noche… al fín.

La miré expectante sabiendo que a ella estas cosas no les caía en gracia, angustiado por la desconfianza que demostró ante la mirada de Alice… sospechaba, oh sí… mi Bella sospechaba.

Mi pequeña hermana se deslizó hasta Bella con la mano extendida llevando lo que tanto había esperado, una llave de bronce con un lazo de satén rosado que había colocado ella para darle su típica nota habitual. Bella la miró algo descolocada pero enseguida colocó a Renesmee sobre su lado derecho tomándola con una sola mano y con la que tenía libre tomó la llave que colgaba de los dedos de Alice

_Feliz cumpleaños!_ canturreó con parcimonia… ¡por dios Alice no la asustes! pensé…

Mi bella esposa puso los ojos en blanco como si esa fuera la mayor tontería en la historia de la humanidad,

_Nadie empieza a celebrar su cumpleaños el día de su nacimiento_ dijo sagazmente _el primer cumpleaños se celebra al año de haber nacido Alice_ explicó como lo haría a una niña de cuatro años, mi hermana sonrió con suficiencia,

_No estamos celebrando tu cumpleaños como vampira, al menos todavía no. Hoy estamos a trece de septiembre Bella… ¡Feliz diecinueve cumpleaños!..._ dijo la duende con un saltito de alegría. Bella… la cara de poker de Bella era digna de una fotografía, la recordaría por siempre…

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Amigas!! al fin este capi, a uno del gran reencuentro... dedicado para varias el próximo, bueno... espero que les haya gustado me dejen sus lindas palabras, aquellas que siempre me hacen soñar. Las amo y gracias por su espera, besotes!

Merezco tus palabras?? Gracias!