Capitulo 33: Encontrandote...

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Encontrándote...

POV Alice

La maldita herida picaba como el demonio, aunque no podía rascármela por indicaciones de Eleazar. Carmén había insistido que guardara reposo hasta que la angustia pasara, pero yo no podía… estaba preocupada por mi hermano, si algo le llegaba a suceder, ese maldito de James me las iba a pagar como que me llamaba Alice Cullen.

Luego de calmarme un poco del aturdimiento y de comprender lo que Carmen y Eleazar me explicaban, recordé que mis padres no sabían nada de nosotros y que deberían estar con el grito en el cielo preguntándose donde estaríamos. Por este motivo Carmen, haciendo uso de su gran poder de convencimiento, llamó a mamá y papá aprovechando que se habían hecho muy amigos en la boda de Emmett. Decidieron contar con la coartada más creíble, la cual consistía en que Edward y yo habíamos decidido darles una sorpresa a Rose y Emmett que habían regresado de su luna de miel y que habíamos ido a lo de Carmen para poder planear la sorpresa a nuestro hermano.

Estaba aterrada en un principio pensando qué sería lo que iban a pensar y lo que Carmen tenía planeado decirles… pero resultó ser que la vampiro era más sagaz de lo que yo creí posible… aún más que yo misma! ¿Podía ser eso posible?... bueno, si… al parecer sí.

_Hija!... cariño, ¿por qué no me dijeron nada que iban a ver a Emmett y Rose? Podríamos haberlos acompañado!_ murmuró mi madre algo sorprendida cuando Carmen me pasó con ella,

_Amhh… es que mamá, ya sabes cómo es Edward… quería hablarles quería hablar con Emm y Rose y darle la noticia en privado para luego formalizar en familia_ dije mintiendo piadosamente a mi madre. Ella inesperadamente pareció comprender nuestra excusa,

_Oh pero… por qué no nos avisaron que irían. Tu padre y yo estábamos muy preocupados…_

_Lo sé, lo sé… es que concluimos no decirles nada porque… bueno, supusimos que ustedes llamaría para ponerlos en alerta_ dije sabiendo que ellos así lo harían en realidad, no era invento mío el que ellos se preocupaban demasiado por sus hijos, Edward era adulto y con él y Bella nada podía sucederme y precisamente lo había acabado de comprobar.

_Está bien hija, pero cuídense y qué bueno que hayan ido con Carmen, ella ya me aseguró que los ayudará para sorprenderlos_ murmuró mi madre con un dejo de entusiasmo,

_Si… pasaremos unos días aquí con ellos y luego volveremos a Seattle, no se preocupen ma, todo está bien_ musité dejando en claro que no los necesitábamos, no por ahora, no era el momento…

_Muy bien hija, salúdame a Edward y dile que llame en cuanto pueda_ la voz de mi madre se tornó algo dura,

_Si mamá… en cuanto llegue con Bella, ya que están de compras, le diré…_ dije sin creerme mi perfecta mentira, ¿cómo había encajado todo?... no lo sabía, pero debía darle las gracias a Carmen por la ayudita.

Me despedí de mi madre rogando porque no optaran por venir también para ayudarnos a darle la sorpresa a Emmett, la cual íbamos a tener que organizar sin remedio… en la que me metí!.

Me angustiaba mentirle a mis padres, porque como dicen por allí… las mentiras tienen patitas cortas y estaba seguro que si indagaban iban a terminar sabiendo la verdad, pero eso que había sucedido en el bosque hacía unas horas atrás no era incumbencia de ellos, eso estaba mucho más allá de lo que podían comprender.

Luego de esa llamada no pude cerrar los ojos para dormir como me lo había aconsejado Carmen, temía por Edward y Bella… temía demasiado, mi hermano nunca había sido un hombre violento, pero tal vez esa condición sacara lo peor en él. Carmen me explicó que los primeros momentos de la vida de un… vampiro, era ambivalente, con cambios que podían ser bruscos y peligrosos con las personas que tenía alrededor, pero yo tenía fe en que él se supiera controlar, es decir… con Bella y su amor a su lado nada podía fallar… o eso al menos era lo que yo deseaba.

Es increíble como el destino maneja sus hilos para unir a dos personas, cómo se mueve el tablero para que la jugada se favorable para todos, incluso para mí.

Siempre fui capaz de utiliza mi sexto sentido, no lo sé… una suerte de mente premonitoria, supongo que heredado de alguna parte de mi familia muy intuitiva y por eso digo que desde que Edward nos dio la noticia de que sería sacerdote, jamás lo vi como tal. No es que fuera pesimista… pero siempre supe que mi hermanito estaba para algo más que solo vestir sotana y encerrarse en iglesias… cuando conoció a Bella aquella tarde en casa, cuando mi Emmett se casó con rose, supe en cuanto cruzaron miradas, que había surgido algo… fue inevitable para ambos, así como lo fue para mí percibirlo.

Todo marchaba bien hasta que Bella me confesó que tenía novio, bah… en realidad no lo confesó, solo el muy idiota se nos presentó así como así en el muelle aquella vez que Edward se había ido luego de la boda de Emm, de entrada y sopetón el chico no me cayó bien, primero por el terror que parecía tenerle Bella, me dio lastima en un principio, pero luego… cuando supe lo de mi hermano y Bella me di cuenta que tenía que hacer algo para que esos dos estuvieran juntos y James se alejara.

En cuanto a este par, bueno… parecían que destilaban amor por donde quería que se vieran o encontraban, muy peligroso por cierto, es decir… ¿cómo iban a trabar sus miradas con James presente? ¿Cómo iban a fingir no tratarse cuando a kilómetros se percibía que se gustaban?... mi hermano ciertamente nunca se había enamorado y esta vez el amor le había llegado con tal fuerza que lo descolocaba, siendo que él siempre había sido el más centrado y resuelto de la familia.

No supe cómo James se había enterado del asunto hasta que me lo confesó todo en el automóvil la mañana posterior a la noche en que Edward y bella habían desaparecido, ese día yo había programado ir en busca de los vestidos para asistir a la fiesta de graduación a la que bella había prometido acompañarme, por supuesto sin James, porque yo claro… tenía una estrategia marcada en mi mente para juntar a Bella y Edward esa noche, pero de algún modo todo salió mal.

En un principio me pareció extraño que James me fuera a buscar a casa ese día, es decir… se suponía que estaba esperando a Bella. No había encontrado a Edward en su habitación esa mañana así que supuse que estaba con mi amiga, aunque también me pareció extraño que James se comportara tan condescendiente conmigo cuando siempre que estaba conmigo era algo distante y desinteresado… no me importaba en realidad, yo solo pasaba tiempo con él para sacarlo de encima de Bella por un rato… aunque claro ¿Quién no se resiste a mis encantos?

Como sea… ese día, el día que caí en su engaño como corderito camino al matadero, pensé en verdad que él era una buena persona en realidad, se había ofrecido a acompañarme a hacer las cosas que tenía previstas para la graduación, pero todo salió al revés cuando me di cuenta que de un momento a otro él no se dirigía a mí como usualmente hacía. Mucho más me alarmé cuando tomó camino a la carretera,

_James ¿a dónde nos dirigimos?_ dije con un nudo en la garganta, él me miró de soslayo y me alarmé cuando me pareció ver una mirada oscurecida,

_No temas pequeña Alice, nada te sucederá… solo…_ él pareció pensar un momento y continuó luego de mirarme con una sonrisa de suficiencia _solo quiero mostrarte algo_

_¿Dónde me llevas?_ dije sin atreverme a comenzar a gritar como mi instinto de supervivencia me lo pedía, debía calmarme y actuar de acuerdo a las circunstancias

_Donde estoy seguro que te sacarás un montón de dudas, ten confianza en mí pequeña_ murmuró alzando su mano para pasar sus fríos dedos en mi mejilla, temblé ante su toque… no me inspiraba confianza y lo que hacía me intimidaba más de la cuanta.

Al ver lo que era que tenía planeado mostrarme me partió el corazón, quería que odiara a mi hermano mostrándome su condición, su nueva naturaleza… algo sumamente y por los pelos, imposible. Es decir… jamás odiaría a mi hermano, odiar a alguien estaba más allá de lo que tenía en mente para él… no podía negar que me sorprendía en un principio cuando lo vi, sus ojos rojos parecían los de un animal rabioso y eso me causó cierto escalofrío, se veía tan igual a Bella, pero al mismo tiempo tan distinto que aunque me haya impactado en un principio, pensé que con el tiempo podía llegar a superarlo, al menos aceptarlo…

Cuando sentí la punzada de dolor en el cuello al momento en que James rasgó mi piel, me sentí morir, por varias razones… la más perturbadora fue ver a Edward hecho una fiera saltando sobre James como si fuera un bruto animal, solo llevado por la ciega ira. Bella me tomó en sus brazos mientras oprimía un trozo de tela en mi cuello para no dejar que me desangrara allí mismo, tras mío solo pude distinguir gruñidos y golpes fuertes, como si rocas chocaran entre si y en los árboles del lugar. no podía controlar mi llanto a pesar de las palabras que Bella decía a mi oído, palabras desesperadas de ánimo mientras sus miradas ansiosas iban de mía hacia el bosque cercano, como si allí algo trascendental estuviese sucediendo.

Al instante en que Bella me abrazaba fuerte entre sus brazos, Carmen y Eleazar llegaron a nuestro lado, fue un alivio saber que no estábamos solas en ese lugar pero al mismo tiempo sentía pánico al pensar que a Edward podía sucederle algo.

_Eleazar, Carmen… lleven a Alice y hagan las curaciones necesarias_ dijo Bella dejándome en brazos de ambos, ella desapareció de un segundo a otro, Eleazar me tomó entre sus brazos y en medio segundo el bosque se tornó un morrón verde, el viento pegó en mi rostro y lo único que atiné a hacer fue acurrucarme en el pecho de Eleazar y esperar que todo ese torbellino de colores siguiera su curso hasta terminar.

Ellos me curaron y no podía estar más agradecida por ello, me prepararon una sopa y a pesar de que sentía un peso en mi estómago pude probar unas cuantas cucharadas para no ser descortés.

Sentí un inmenso alivio cuando vi a Bella y Edward pasar por la puerta de mi habitación, Edward lo hizo con gran parsimonia, estaba segura que ni siquiera él se podía dar cuenta de lo bien que se veía con esa nueva pero tan extraña naturaleza. Parecía reacio a acercarse a mí, como si temiera mi reacción… pero yo estaba lejos de reaccionar negativamente, yo me sentía aturdida por los sucesos acaecidos, pero no pude dejar de ver lo hermoso que se veían ambos juntos al fin, era soñado… esperaba que algún día yo me sintiera completa como al parecer se sentían ellos dos. Se veían tan enamorados y tan bien juntos…

Fue buena la charla que tuve con mi hermano, nos sinceramos como estábamos acostumbrados a hacer… yo sabía que nada podía salir saliendo de eso, el amor deshace diferencias y si lo que ellos habían hecho los hacía felices yo no tenía porque oponerme, a demás no había perdido a mi hermano, había ganado uno perpetuo y eso me dejó tranquila. Lo que era seguro y era precisamente lo que me haría llorar, era el hecho de que no lo iba a poder ver por largo tiempo, ellos paneaba quedarse con Eleazar y Carmen hasta que las cosas para él fueran más simples y menos difíciles. Eso en realidad era un alivio para todos, por más que no quisiera reconocerlo, mi hermano era por ahora más peligroso que cualquiera… al menos iban a estar juntos, sin James y sin nadie que pusiera en peligro esa hermosa relación que tenían.

Sentí los golpes en la puerta de mi habitación luego de que Bella y Edward se fueron a cazar, al parecer no querían dejar de cuidar ese aspecto… mientras mejor alimentado estuviera Edward menos peligroso iba a ser para mí mientras estuviera allí.

_Pase.._ musité despacio, aún me dolía el cuello con el corte… a pesar de que Eleazar me había curado lo mejor posible, sentía aún una pequeña molestia.

_Alice, pequeña…_ la voz de Carmen adentrándose en mi habitación me sacó una sonrisa, era tan parecida a mi madre… _quería ver como estabas_

_Estoy bien Carmen, en realidad… me abruma estar en la cama, nunca estuve acostada pasadas las tres de la tarde_ reímos juntas, ella había conocido mi actitud extrovertida cuando estuvo esas escasas horas en casa aquella vez.

_Por eso… vengo a proponerte algo_ dijo acercándose a mi cama, sus ojos topacio me miraron como estudiándome

_Dime… veré que puedo hacer_ dije desinhibidamente, me sentía muy cómoda con ellos, eran tan parecidos a mis padres…

_Es que con Eleazar estuvimos hablando y tuvimos la idea de llevarte a casa de Emmett y Rose… solo para que te distraigas un poco y para llevar a cabo lo que en definitivamente vinieron hacer según tienen creído tus padres._ murmuró sentándose a mi lado, claro… teníamos que llevar a cabo nuestra coartada si queríamos que mis padres creyeran la mentira piadosa que les habíamos dicho…

_Me parece buena idea, solo que… Emmett y Rose desearán ver a Edward también…_ seguramente Emmett encontrará extraño mi estadía allí, presuntamente con Edward y seguramente se iba a preguntar por mi hermano _no creo que sea buena idea que le contemos nosotros sobre Bella y tampoco creo que se apropiado que sepa sobre su… condición_ ella sonrió ante mi preocupación

_Lo sé mi niña… tendremos cuidado de no decirle nada que Edward quiera hacer personalmente, a demás por ahora no podrá verlo… por lo que iremos para que al menos tú puedas hacerlo_ dijo infundiéndome ánimos,

_Bien, estoy de acuerdo…_ sonreí en respuesta, estaba ansiosa por volver a ver a mi cuñada y a mi hermano, aunque claro… hubiese querido que fuera otra la situación.

Después que almorcé algo preparado por las propias manos de Carmen, nos dirigimos en automóvil a la ciudad, Alaska era pintoresca… pintada con las altas montañas detrás como dándole un marco distinto era algo hermoso, podía considerar vivir aquí en algún futuro, pero más que Emm y Rose no tenía otras motivaciones para hacerlo.

Me sorprendí al llegar a casa de Rose, era bellísima… digna de mi hermano, su manos denotaba en el diseño y su perspectiva minimalista y vanguardista estaba impuesto en la casa, al menos en el exterior… al bajar y pasar por el jardín me di cuenta que también las manos de Rosalie estaban allí, claro… lo femenino mezclado con lo masculino daban un aire familia a la casa de los Cullen y me gustaba sentirme así.

_Será una sorpresa, a esta hora Emmett está en el estudio… Rose debe estar en casa_ murmuró Carmen en un suave murmullo, llegamos al porche de la casa y tocamos el timbre que resonó en toda la estancia. Escuchamos pasos rápidos del otro lado y supimos que no eran los de Rose, ya que ella no se sacaría los tacones por nada… y por más ama de casa que fuera ahora, no me la imaginaba con zapatillas o descalza, mi respuesta llegó en cuanto se abrió la puerta…

_Jassper!_ musitó Carmen a modo de saludo. El chico que había concurrido a la boda y con el que había compartido miradas furtivas, estaba parado en la puerta abierta con cara de sorpresa, mis piernas temblaron ante mi propia sorpresa, no lo podía creer… claro, el hermano de Rose…

_H- hola_ musitó con el seño fruncido mirándome como si le sorprendiera mi presencia,

_Hijo! Vinimos a darle una sorpresa a tu hermana, ¿se encuentra ella en casa?_

_Si… umm… pasen, pasen por favor_ él chico rubio nos dio lugar para pasar y sentí un cosquilleo en el estómago cuando pasé a su lado y sentí su aroma tan… masculino.

_Jass, presumo que te acuerdas de la hermana de Emmet_ dijo Carmen señalándome una vez que estuvimos dentro de la casa caminando hacia el salón _él sonrió asintiendo y se acercó a mi mejilla plantando un suave beso allí

_Claro que si_ musitó cerca de mi oído _un gusto verte de nuevo Alice_

Oh dios, ¿recordaba mi nombre?... por supuesto que sí, Emmet era mi hermano, supongo que debía hablar de mí.

_Un gusto para mí también…_ dije casi inaudiblemente como si de repente mi voz hubiese desaparecido, sus ojos seguían sobre los míos como leyendo mi alma… y por primera vez en mi vida me sentí expuesta ante alguien. Nos hizo pasar acompañándonos hasta la sala,

_Siéntense, rose está en el patio trasero, la iré a buscar_ dijo aún mirándome, rompimos el lazo que compartían nuestras miradas y entonces me di cuenta que Carmen y Eleazar nos miraban atentos,

_Te sienta bien el joven Jassper_ musitó Eleazar con una sonrisa en los labios, yo me sentí morir por el sonrojo que debían tener mis mejillas en ese momento, en realidad lo que él no sabía era que Jassper me había caído bien desde el primer minuto que lo conocí… y ahora el destino volvía a reencontrarnos y parecía inverosímil, parecía que ese día nunca llegaría, el día que tanto había esperado.

_¿Alice?..._ dijo una conocida voz denotando sorpresa, Rosalie venía hacia nosotros secándose las manos con el delantal que estaba utilizando, al parecer Rosalie Hale si podía asumir su papel de ama de casa usando solo unas livianas sandalias y un pantalón de chándal, _disculpen… estaba lavando a Charlie_ dijo a modo de disculpa, asumí que ese era el nombre del Golden Terrier que tenían.

_Alice amiga, que bonita estas…_ dijo abrazándome con ímpetu _¿pero que te sucedió allí?_ entonces se fijó en el vendaje que cubría mi herida en el cuello,

_Ah… no es nada_ musité tocándome el cuello con la mano un incidente que tuve paseando por el bosque cercano a la casa de Carmen, no vi una rama filosa que sobresalía_ tragué en seco esperando que Rose no se diera cuenta de la pequeña mentirilla, debía dejar de hacer eso… pero lo hacía por una buena razón.

_Oh… bueno, debes tener más cuidado pequeña_ dijo invitándome a sentar con una señal de la mano _por cierto… ¿tú estás sola aquí?_ preguntó casi asustada

_No…_ dije riendo histéricamente _Edward y Bella están conmigo, pero… ellos vendrán otro día_ cerré mi bocota cuando miré a Carmen que me miraba con los ojos como plato, desvió la mirada a Rose que me miraba con el ceño fruncido tratando de comprender,

_Umm… Edward y Bella tienen que hablar contigo y Emmett sobre algo delicado, por eso… vendrán otro día a solas_ dijo Carmen salvando el día. Rosalie abrió los ojos de la sorpresa y asintió, seguramente por su cabeza pasaban una y mil razones de las cuales, seguramente una era la más atinada.

_Valla…_ solo musitó aún pensativa, en ese momento vi a Jassper entrando por la puerta que llevaba al patio trasero, su camisa arremangada hasta los codos y su pantalón mojado con gotas de agua me dieron a entender que había terminado con la labor que estaba realizando Rose a nuestra llegada,

_Jass!... ¿por qué no llevas a Alice a conocer a Charlie?_ dijo mi cuñada mirando a Jassper, él para mi sorpresa sonrió y asintió,

_Ven… de paso te mostraré el patio trasero_ dijo alzando una de sus manos, ¿a caso era lo que yo creía? ¿Quería que lo tomase de la mano?...

Sin perder tiempo me puse de pie tratando de ignorar el tirón en la herida de mi cuello y avancé hacia él, sin dudarlo tomé su mano sin pensar en lo que dirían los demás. Fue increíble ese primer contacto, un estremecimiento me recorrió de la punta de los cabellos a los pies, podía pasar el resto de mi vida tomada de su mano y ese pensamiento me hacía temblar, parecía como si el momento del reencuentro hubiese llegado… al fin.

Me quedé como embelesada observando cada detalle de la vista que él me ofrecía, su rubio cabello ondulado, su piel pálida como la mía, su suavidad, su manera de caminar, su espalda fuerte y ancha, su trasero…

_Él es Charlie_ dijo sacándome de mi momento de impas, me avergoncé justo al momento que un enorme perro marrón casi dorado saltaba sobre mi tirándome al suelo.

_Charlie no!... fuera!_ gritó Jassper arrodillándome a mi lado _¿estás bien?_ dijo acariciando mi mejilla… me perdí por un momento haciéndolo eterno, sabiendo que ese era el momento…

_Te estaba esperando.._ susurré inconscientemente, él me miró aturdido por un minuto y allí me di cuenta de lo que había salido de mis labios, bajé la mirada avergonzada ¿qué iba a pensar él? Probablemente que era una loca desquiciada… y tenía razón.

_Yo también…_ dijo tan bajito como yo, levanté la mirada y solo su sonrisa me hizo saber que estaba en casa, que lo había encontrado… que aquella primera vez que nos habíamos visto fue el preámbulo del nuevo y definitivo encuentro.

Lo había encontrado…

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Amigas!! ¿les gustó?? al fin Alice obtuvo lo que se merecía no?... Bueno... espero que les haya gustado, con respecto al fic Cuidando tu vida... chicas, no odien a Tanya, no me odien a mí... no todo es rosa en la vida de estos dos, al final vana terminar amándola, créanme...

Besotes!!! las amoooo.... merezco tus palabras??