Capitulo 16: Descubriendo…

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Ok... siguiendo con el rito de dedicar capítulos, quiero dedicarle este capi a Diana, MariMar, Lumy Cullen y mi Ada por siempre estar y comentar, gracias hermosas, sus palabras me elevan al cielo, las amo... son especiales para mi.

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Descubriendo…

Diario de Bella edad de 15 años:

Maldición! Maldición!... si mi tío Jass me oyera me regañaría por andar maldiciendo, ni que hablar de mis abuelos. Pero es que había hecho algo muy malo… muy malo y de solo pensar en lo que sucedió me recorría un escalofrío por mi espalda provocándome un temblor espantoso… debí haber previsto algo así.

Esa mañana, mi papá se encargó de llevarme al Instituto como lo había hecho cada mañana desde que había regresado, yo sabía que lo hacía por la culpa y el remordimiento, lo sabía a pesar de sus múltiples maneras de decirme que lo hacía para protegerme y cuidarme como siempre lo había hecho, mi tía Alice se mordía la lengua para decirme algo pero jamás llegaba a decirme nada… llegué a suponer que era algún tipo de visión o algo por el estilo, mi tío Jassper era un caso aparte, él aún miraba con recelo mi padre, como si aún no fuera capaz de perdonar lo que me hizo y mis abuelos, siempre tan comprensivos, no guardaban rencor para mis padres. Mi tío Emmett y Rosalie eran como mis otros dos ángeles guardianes, ellos simplemente exponían sus motivos y la defensa de sus ideas y luego amenazaban a mi padre a actuar apropiadamente conmigo… todos, absolutamente todos en la familia tenían sus ojos puestos mi papá y eso me daba… pena, por mi culpa… ellos habían perdido la confianza que siempre habían tenido en él.

_Luego del Instituto saldremos a un lugar Bella, así que no hagas planes…_ me advirtió cuando estacionó entre los autos de los demás estudiantes, yo asentí sin mirarlo y me dispuse a salir del auto pero su fuerte mano agarró mi brazo reteniéndome,

_Bella…_ me llamó, yo sabía que estaba esperando lo que siempre quería de mí… que lo mirara y le sonriera para que su tranquilidad volviera a él. Desde aquella noche en mi habitación, se podría decir que las cosas habían vuelto a ser normales, no como antes por supuesto… porque lamentablemente la herida que él había hecho en mi corazón no se borraría así como así, pero al menos él trataba de recomponer la situación poniendo lo mejor de si y yo trataba de hacer lo mismo, aunque a veces simplemente no podía… yo sabía que él la seguía viendo, mi tío me lo había dicho, él creía que su hija seguía siendo una ilusa tonta e inocente, pero yo sabía que esa Tanya seguía rondándolo y él no hacía nada para alejarla, si es que quería hacerlo, todo parecía decir que no.

Lo miré por unos segundos antes de tirar de mi brazo y liberarme, debía entrar a clases y él estaba deteniéndome,

_¿Qué?_

_Bella… por favor, déjame demostrarte que puedes confiar en mí, que jamás otra vez volveré a marcharme… ¿por favor?_ imploró con gesto aparentemente desesperado, yo rodé los ojos y sacudí mi brazo para que soltara su agarre,

_Si, si, si… papá, estoy llegando tarde a mi clase de biología_ murmuré cerrando la puerta detrás de mí, sentí de repente unas manos aferrarse a mi cintura y un aliento frío en mi oído,

_Por favor Bella… estoy haciendo lo posible aquí_ sus labios se posaron en mi mejilla izquierda dejando allí un suave y frío beso _te veré luego de clases, estaré esperándote…_ dijo en mi oído, y luego me dejó ir soltando mi cintura.

Caminé dentro del Instituto con mis cuadernos en una mano y mi bolso en la otra, mi pecho un poco oprimido por darle motivos aún a mi padre para estar triste, no quería hacerlo… realmente no eran mis intenciones, pero algo en mi interior aún dolía, aún estaba herido.

En mi salón me senté a un lado de Ángela, Jacob y Ben delante de mí, la semana había pasado sin problemas ni disgustos después del incidente en la discoteca, no sabíamos lo que me había sucedido, solo habíamos sacado la conclusión de que al haber tomado alcohol por primera vez se me había subido a la cabeza rápidamente y había terminado desmayada en el suelo gracias al shock de haber visto a mi papá… o a Edward para ellos, de alguna manera extraña y aplicando las leyes “físicas” de Jacob mi sangre bajó de mi cabeza y el lugar fue ocupado por el alcohol del daiquiri y la Piña colada… su teoría me daba risa, pero tenía sentido.

_Bella ¿Qué harás luego del Instituto?_ preguntó Jacob recostado sobre su silla con la cabeza ladeada hacia atrás mirándome fijamente con sus hermosos ojos negros, yo dejé de escribir mi redacción acerca del Ciclo del Carbono y lo vi frunciendo el entrecejo,

_¿Para qué?, no me irás a emborrachar de nuevo ¿no?_ reí entre dientes de la cara de pánico que puso por un momento.

_No, pero si quieres te puedo conseguir un daiquiri si te gustó…_ hice una mueca de asco, quería mantener lejos los tragos con alcohol por ahora al menos _bueno, quizá una soda y ya… Bella, ¿quieres ir a ver una película?... están estrenando una muy buena_

_Edward me dijo que vendrá por mí luego, no sé donde me llevará pero tal vez iremos al cine también_ dije levantando los hombros levemente como si no me importara, si supieran que moría por saber dónde me llevaría,

_Oh, bueno… no creo que él este muy contento de verme, tal otro día… tal vez el viernes_ murmuró como tanteando el terreno, lo miré nuevamente y asentí

_Tal vez…_ bajé la mirada a mi cuaderno y continué escribiendo,

La mañana se pasó rapidísimo, quizá porque traté de ocupar la mayor parte del tiempo con los trabajos que nos daban los profesores, en la biblioteca y durante los tiempos entre clases leía algún que otro libro… deseaba mantenerme ocupada para que la mañana pasara más velozmente. No tenía idea, por más que la pensara y la re prensara, cuáles eran las intenciones de mi papá para estar ese tiempo a solas conmigo, por supuesto lo más factible era arreglar las cosas, él sentía mi distancia y yo sentía sus intentos de acercamiento.

_¡Bella!..._ oí la voz de Jacob antes de llegar a la puerta del Instituto, miré hacia atrás y lo vi correr hacia mí con sus libros en la mano, me saqué los auriculares de mi Ipod de los oídos y lo esperé _Bella… traje mi bebé, la estuve reparando el fin de semana y me gustaría probarla contigo_ murmuró llegando hasta mí, continué caminando con él a mi lado,

_¿Tu moto?... me gustaría probarla contigo, pero supongo que mi… que Edward está esperándome afuera_ cuando llegamos a la entrada del Instituto me fije en el aparcamiento si veía rastros de mi papá pero el Volvo no se encontraba allí.

_Bien, no vino aún ¿por qué no lo llamas y le dices que yo te llevo?_ miré a Jacob que estaba detrás de mí y él avanzó un paso, levantó su mano y acomodó un mechón de pelo detrás de mi oreja, miré al suelo sintiéndome incomoda por su roce.

_Umm… no creo que le guste que me valla contigo en moto y se enfadará si no lo espero_ levanté la cabeza y Jacob se acercó un paso más hacia mí, di un paso hacia atrás y mi espalda dio contra la barandilla de la escalera

_¿Por qué él debería enojarse? Ni que fuera tu padre…_ hice una mueca incomoda, si él supiera…

_Es que… es como si lo fuera, me cuida mucho y…

_Y por eso se fue… _ ups, golpe bajo…

_Se fue porque…_ me mordí el labio bajando la mirada _no lo sé… pero volvió y sigue siendo el mismo de siempre_

_Bella, deberías dejar de estar a la sombra de tu familia_ su mano acuno mi mejilla obligándome a mirarlo _pareciera que no puedes hacer nada porque ellos ya están pendientes de ti… yo, yo te podría cuidar igual que él lo hace_ cerré los ojos consciente de su acercamiento. Él no dijo más solo se limitó a acercarse a mí lentamente, lo sabía porque sentía su respiración caliente sobre mí, me aferré a mis libros fuertemente sobre el pecho… no estaba segura de lo que iba a hacer, no quería nada con nadie, increíblemente el parámetro del chico perfecto para mí no era alcanzado por nadie, nadie parecía lo suficientemente cercano a esos príncipes azules con los que toda chica soñaba, con el que yo soñaba… sin embargo estaba allí, parada frente a mi amigo, el cual encontraba atractivo por supuesto, me escuchaba, me entendía y era por demás amable conmigo, pero… no era él… no era como yo lo había soñado.

No me aparte porque me sentí paralizada, ¿y si le daba una oportunidad?... ¿y si comenzaba mi vida amorosa con mi amigo? ¿eso arruinaría nuestra amistad? ¿y si el amor de mi vida estaba allí afuera y por darle la oportunidad a Jacob se la negaba a él?...

De repente sentí sus labios sobre los míos, tibios… suaves… mi primer beso. Me quedé paralizada en el lugar y comencé a auto inspeccionarme, mi corazón seguía latiendo como si nada sucediera, mi respiración estaba estable y no sentía ansias de enredar mis brazos en su cuello, todos los síntomas de enamoramiento que Ángela me había contado había tenido con Ben, yo no los sentía… mi cuerpo no respondía, al igual que no respondió aquella vez en el club cuando él se me acercó queriendo hacer lo mismo que estaba haciendo ahora, no hubo palpitaciones, agitación, revolución hormonal ¿eso qué significaba?. Sus labios se abrieron sobre los míos y casi di un respingo cuando sentí su lengua húmeda y caliente rozar mis labios que aún no respondían… que estaban estáticos con ese beso y entonces lo escuché…

_¡Isabella!_ y sentía que surgía de las profundidades del agua para abrir los ojos y darme cuenta de donde estábamos y de quién era la voz que me llamaba, miré de donde provenía la voz y abrí los ojos sorprendida,

_Papá…_ musité casi para mí. Me separé instintivamente de Jacob bajando un escalón pero mi padre no me miraba a mí, sus ojos llenos de furia, sus manos empuñadas a un costado de su cuerpo, su respiración agitada iban dirigida a Jacob que cruzaba sus brazos en su pecho y lo miró desafiante,

_E- Edward_ dije vacilante dando un paso hacia él, pero él no me miró… sin embargo habló,

_Isabella ¿él lo hizo sin tu consentimiento?_ su voz era contenida, dura u fría y aún no me miraba, yo abrí y cerré la boca como un pez sin saber qué decir, sin que una respuesta viniera a mi mente, solo atiné a decirle la verdad…

_Yo… él… Edward, Jacob no sería capaz de hacer algo así de manera forzada_ entonces por primera vez mi padre me miró, frunció el entrecejo…

_¿Tú se lo permitiste? ¿tú se lo pediste?_ murmuró incrédulo, yo abrí los ojos y negué frenéticamente con la cabeza, no quería que él pensara que era una descarada que andaba pidiendo besos por allí,

_No… no, pero solo… fue algo que sucedió_ dije lo más tranquila posible, él miró nuevamente a Jacob y se acercó rápidamente a él,

_Nunca… nunca hagas algo sin su consentimiento otra vez!... ¿entendiste?_ el dedo índice de mi papá golpeaba contra el pecho de Jacob y este no se inmutaba, simplemente mantenía los brazos cruzados sobre el pecho, los ojos entornados fijos en los de mi padre y los labios fruncidos en una fina línea. Reaccioné al ver alrededor de ellos al resto de los estudiantes mirar con curiosidad y deteniéndose a ver lo que sucedía,

_Edward vamos… por favor, vámonos_ dije cerca de él tomando su brazo, él relajó su postura cuando sintió mi mano y tomó mi cintura atrayéndome hacia él, sin dejar de mirar a Jacob se alejó llevándome hacia el aparcamiento.

Llegamos hasta el Volvo y abrió la puerta para mí, en todo momento lo observé y vi su rostro surcado por una mueca de desagrado y furia, se sentó en el asiento del conductor y abrochó mi cinturón de seguridad sin siquiera mirarme, arrancó el auto y salió velozmente acelerando a fondo, mis manos se aferraron al asiento y sabía que estaba enojado, más que eso… enfurecido.

¿Por solo un beso?...

No me atreví a abrir la boca para nada, sabía que si lo hacía descargaría toda su furia sobre mí, solo me senté en mi asiento y miré el paisaje que iba pasando a mi lado a toda velocidad, era tan solo como una mancha verde difuminada a causa de la velocidad del auto, miré el velocímetro y el agua roja estaba por tocar los 200 km, miré a mi papá y su mirada se concentraba en el camino,

_Pa…pá, me estas asustando…_ dije revolviendo mis manos en mi regazo, él me miró por un segundo y volvió su vista al frente, redujo la velocidad a 150 pero no me habló. Estaba preocupándome, en serio lo estaba… nunca lo había visto así de enfurecido, bueno… supongo que haberme visto en esa situación con Jacob había sido un golpe duro para él, por eso de que su niña estaba creciendo, el primer beso justo enfrente de su cara, el dejar de ser el único hombre de mi vida y esas cosas. Sentí entonces que había sido desconsiderada con él, mi papá estaba haciendo lo posible para arreglar la situación conmigo y ahora yo lo recibía con esa imagen que imagino debía ser difícil para un padre.

_Papá, lo siento… yo…_

_No me digas papá_ gruñó, lo miré aturdida en el momento en que cerraba los ojos y respiraba profundo como arrepintiéndose de lo que había dicho, miré nuevamente al frente sin abrir nuevamente mi boca.

Llegamos a un lugar que yo conocía bien, un lugar donde habíamos ido luego de que él me contara sobre su naturaleza… nuestro prado. El lugar donde recurrentemente volvíamos para mostrarme cosas especiales, a solas… yo y mi papá sin nadie más a la redonda que pudiera interrumpir nuestro propio mundo. ¿qué sería ahora?... ¿que se iba a casar? ¿Qué se volvería a ir?... cerré los ojos tratando de llevar esas cosas detrás de mi cabeza, era en lo último en que quería pensar… él no podía decirme algo así, no en nuestro prado, no…

…¿o si?...

Querido diario no sabía que pensar, no sé qué decir… todo es tan extraño, todo esto está fuera de este mundo, fuera de mí, ¿por qué su reacción con Jacob? ¿a caso yo misma había arruinado todo? Nunca iba a ser igual a antes, jamás… ahora fui yo la que había fallado.

POV Edward

Miré la carretera fijamente, no cabía en mí de la furia… tenía la súbita necesidad de romper el cuello del maldito y agitar su cabeza por los aires en señal de victoria, pero me contuve solo por Bella que estaba presente, si ella supiera lo que ese maldito chucho pensaba, si tan solo hubiese tenido una idea no se hubiese rebajado a besarlo. Él no se merecía un beso de ella, no se merecía tocarla ni con el pétalo de una rosa… él no la merecía.

Traté de recomponer mi frustración y mi enojo conduciendo hasta donde quería llevarla, no me di cuenta que había rebasado los 200 kilómetros por hora hasta cuando ella me lo hizo notar.

_Pa…pá, me estas asustando_

Fueron esas sencillas palabras suficientes para despertar de mi fantasía de las mil maneras de matar a Jacob Black y fijarme a la velocidad que iba, la miré por un segundo y vi que se aferraba en su asiento temblando de miedo, pálida y con su corazón resonando en su pecho a mil por hora… enseguida rebajé la velocidad y seguí mi camino con mi Bella a mi lado un poco más relajada.

¿Debía decirle lo que tenía que decirle? ¿Para qué serviría?... ¿la alejaría de mí como temía?, Alice no había podido ver nada, sus visiones se basaban en decisiones y Bella al no saber nada aún no había tomado una decisión… tan solo esperaba que no me rechazara del todo, iba a dejar de ser su papá… la persona que la protegió durante toda su vida pero, iba a pasar a un hombre, si me podía llamar a sí mismo de esa manera y, por esto, tenía la esperanza de continuar a su lado aún después de dejar de ser, ante ella, su padre.

_Papá, lo siento… yo…_

_No me digas papá_ gruñí sin pensar, era lo último que deseaba, que me siguiera llamando “papá”, nunca esa palabra me pareció tan poco acertada… nunca, por supuesto eso había sido por un tiempo, pero ya no… yo deseaba ser mucho más. Cerré los ojos y respiré profundo por un momento, debía calmarme si quería hablar con ella y decir toda la verdad… pero no ayudaba la imagen que tenía grabada en la cornea de ella y ese chucho besándose.

Conduje por un tiempo más, esperaba que ese lugar la relajara, después de todo era nuestro lugar… nuestro prado, aquel que habíamos visitado tantas veces a medida que iba creciendo, aquel que había visto crecer mi amor por ella y que ahora vería mi verdad…

Estacioné a un lado de la carretera y la miré por un momento, ella se mordía el labio nerviosa, mis ojos se fijaron en esa parte de su rostro y sin proponérmelo mi mano se alzó hasta su labio y lo deslizó entre los dientes deseando que mis dientes fueran los que lo apretaran. Sus ojos me miraron como sorprendidos y bajó la mirada segundos después hacia sus zapatos, sus manos se revolvieron en su regazo y decidí no alargar el momento… ella estaba incomoda.

Bajé del auto y rodeándolo abrí su puerta y le ofrecí una mano para salir, ella lo hizo y luego sin soltarla comencé a andar entre los árboles adentrándome en el denso bosque, el camino era corto, al menos unos dos kilómetros caminando hacia el corazón del bosque, pero aún así era demasiado para mi torpe Bella, así que sin preguntarle la tomé de los brazos y la acomodé de un solo movimiento detrás de mi espalda, ella emitió un súbito grito de sorpresa y se aferró a mi cuello con vehemencia…

_Agárrate fuerte…_ le pedí, ella lo hizo y comencé a correr entre los árboles con todas mis fuerzas. No preví las sensaciones que me iba a provocar el tenerla así conmigo, tan cerca… sintiendo su calor a través de la ropa, sintiendo su aliento sobre mi nuca, sus manos aferrándose frente a mi pecho y sus piernas alrededor de mí… me sentí de repente como un depravado, un autentico depravado de menores ¡Que dios me ayude si llegaba a tentar mi lado instintivo con ella! Si solo era una niña de quince años, si después de todo ella seguía siendo mi dulce niña, más mujer, cada día más arrebatadoramente hermosa… pero al final mi niña, la que había cuidado desde sus dos semanas de edad.

Llegamos al prado luego de casi quince minutos, las flores silvestres nos daban la bienvenida, lila, amarillo y blanco por todos lados… igual a ese día que la traje por primera vez cuando ella tan solo tenía 12 años. Ella bajó de mí deslizando su cuerpo contra el mío inocentemente y tuve que reprimir un quejido al saber que aún no era hora, aún no… primero ella tenía que saber quién era.

Ella caminó entre las flores y la fronda verde que se extendía a nuestro alrededor, una sonrisa instaurada en su rostro y su mano rozando los pastos altos,

_Hacía mucho que no venía por aquí_ musitó suavemente olvidando mi posible enfado, olvidando su miedo,

_No era mi intención traerte aquí, mi plan era otro_ ella me miró finalmente y sonrió vacilante. Una de sus manos se alargó hasta tomar una flor del suelo y la acercó a su nariz para captar el olor… una lila, ella suspiró profundo y cerró los ojos, sonriente.

_Mmmm… amo este olor_ murmuró mirándola entre sus dedos _huele a ti…_

¿Qué?... la miré frunciendo el entrecejo, hubiera dado todo el oro del mundo para poder leer su mente en ese momento pero me tuve que conformar tan solo con sus ojos y la expresión de su rostro… ella era un ángel, sonriendo por algo a lo tenía negado el acceso y disfrutando tan inocentemente.

_Bella… yo… te pido…

_Yo te pido disculpas papá, no fue mi intención desilusionarte… Jacob me tomó por sorpresa, solo eso_ me miró tranquilamente con sus ojos marrón chocolate, ajena por supuesto a los pensamientos impuros que tenía en mi mente y que pertenecían solo a su Jacob…

Tuve que cerrar los ojos y mandar a volar los recuerdos de sus pensamientos, no quería que él estuviera presente en esta conversación, ni él ni su mente injuriosa.

_Bella… yo te quería hablar de algo, quería decirte algo_ murmuré acercándome a ella con prevención, pero me detuve en seco cuando su rostro se vistió de malestar, una mueca de dolor surcó su rostro y no supe cómo interpretarlo. Cepillé de manera frenética mi cabello con mis dedos mientras ella se movía incomoda en su lugar, pude ver sus manos apretar la flor entre los dedos y deshacerla hasta que los pétalos cayeron a sus pies y el hedor a sabia de la planta llegaba a mis fosas nasales.

_Bella…_

_No, ya sé lo que me vas a decir, lo sé…_ comenzó a caminar perturbada entre las flores, mordiendo su labio sin compasión y sus manos tomando su cabeza, su corazón se aceleró notoriamente como si estuviera por entrar en pánico y su respiración se tornó dificultosa,

Ella… ¿lo sabía?...

_Bella ¿Qué crees que te voy a decir?_ pregunté acercándome un paso más a ella, un sollozo salió de su garganta y me apresuré a ir a su lado para frenar lo que fuera que estuviera sucediendo, _Amor… no llores, no lo hagas, todo va a estar bien, yo seguiré estando a tu lado como siempre nada me alejará de ti_ dije abrazándola contra mi pecho,

_Si, ella lo hará… ella lo hará! ¿Y luego te crees con derecho de venir y sacarme de los brazos de Jacob como si fueras mi salvador?_ comencé a ver rojo por todos lados… ¿a caso ella creía que…? ¿a caso ella daba por hecho mi relación con Tanya?, peor aún… ¿ella deseaba estar en los brazos del chucho?. Di un paso hacia atrás enfurecido, no podía pensar eso y luego irse a besuquear con el perro como si eso no le importara,

_Cuida tus palabras Bella, tú no sabes nada! ¡No puedes juzgarme por mi amistad con Tanya mientras tu te andas regalando por allí con cualquiera que desea poner sus manos encima!_ rugí, ella me devolvió la mirada enrojecida y podía ver su enojo replicando en todo su cuerpo, sus músculos tensionados, sus dientes apretados, sus ojos bien abiertos y por supuesto sus lágrimas de impotencia,

_¿Qué?... ¿crees que me besé con Jacob porque tú andas con esa? Ni que fueras qué papá! Tú te fuiste con ella para hacer quién sabe qué cosas y yo tengo derecho a hacer mi vida, no necesito tu aprobación, no después de haberme abandonado… ¡Jacob me gusta!_ rugió como una niña caprichosa, ¡Dios me salve de tomarla y poner su trasero en mis rodillas para darle de nalgadas!...

_Bella… ese… perro lo único que quiere es…_ cerré los ojos al recordar sus sucios pensamientos,

_Él me quiere, lo sé… por lo menos me quiere más que tú que te fuiste con una golfa desvergonzada y dejaste a tu hija!_

Vi rojo de nuevo y ya después de eso no me importó nada…

_¿Te quiere más que yo?... ¡¿Cómo carajo sabes eso?! ¿Cómo mierda sabes que te quiere más que yo?... si yo a ti te amo ¡maldita sea!_ ella me miró sorprendida, pero aún furiosa… sus ojos derramaba lágrimas de odio, de bronca y pena…

_Tú no me amas, no después de lo que hiciste…_ limpió su nariz con el dorso de su mano y alzó la cabeza altivamente _si yo decido estar con Jacob tú no me lo impedirás… tú mantente ocupado con Tanya y hazla feliz… se nota qué es lo que ella quiere, yo obtendré lo mío por mi lado… papá_ escupió con remordimiento, apreté los puños al costado y avancé hacia ella rápidamente,

_Tú no dejarás que ese perro ponga un dedo encima de ti porque antes lo mato_ dije a centímetros de su rostro,

_¿Y quién lo dice? Él hombre que le permitió acercarse a mí mientras él estaba fuera de casa revolcandos…

_Te lo digo yo Bella!... y deja de hablar así de Tanya, ella…

_Ella puso sus dedos en ti y a ti no te importó… y ahora vienes como el padre abnegado que pretende proteger a su hija después de que desapareció por un mes de su vida! Por favor papá!_

_Que no me digas papá!_

_¿Por qué? ¿Ahora te avergüenzas?!_

_¡Porque no soy tu maldito padre!… ¡no lo soy Bella!_

Maldición…

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Uy ¿que pasó?... mua ja ja mua ja ja (suspenso)...

Besotes hermosas! gracias por estar siempre y espero sus palabras, me retrasé hoy pero es que tengo mucho que escribir, ya lo verán... besotes y nos vemos el lunes...

Merezco tus palabras?? Gracias!