Capitulo 33: Irrefrenable

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Capi dedicado a Patri, hermosa... aquí esta, no me olvido de sus pedidos y a mi Mer que sigue este fic desde el primer capi... las amo.

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Irrefrenable

Miré expectante a mi esposa con una mano en su cintura y esperando recorrer con la otra todo su cuerpo… ¡lo que pueden hacer cien años de soledad!, ¡con cuanta premura necesitaba sentirla nuevamente!...

Me concentré en su rostro momentáneamente sorprendido que en medio segundo se tornó incrédulo y hasta molesto,

_¡Ah no! ¡Eso no, de ninguna manera!_ sacudió la cabeza como la Bella obstinada que era,

“Oh si, por supuesto que si mi amor, espera abrir tu sorpresa…” le dije en mi mente como si ella fuera capaz de oírme… Me lanzó una mirada molesta, su actitud parecía a la de Alice cuando le negaban algo, aunque claro, era difícil que eso sucediera… _Eso no cuenta. Hace tres días que dejé de cumplir años y tendré dieciocho para siempre_

_Si como sea_ replicó Alice ignorando totalmente su diatriba alzando los hombros _vamos a celebrarlo ¿queda claro?_ mi Bella suspiró resentida sabiendo que era ridículo discutir con mi hermana y esperar salir ganando,

_¿Estas preparada para abrir tu regalo?_ canturreó mi hermana

_Regalos…_ corregí en seguida sacando de mi bolsillo la llave de su auto para después, la había tenido conmigo desde antes que ella despertara a su nueva vida… latente, paciente y esperándola a ella, a mi bella esposa… ya ansiaba verla sentada entre los asientos de cuero y corriendo a 190 km por hora conmigo a su lado.

_El mío primero!_ reclamó Alice sacándome la lengua,

_El mío está más cerca_ repliqué obstinadamente, necesitaba darle ese obsequio que había adquirido para ella luego del ataque de Victoria cuando aceptó ser mi esposa… había esperado tanto para este momento.

_Pero mira cómo va vestida_ reclamó mi hermana mientras por su mente deambulaban imágenes vagas de la inmensa cantidad de ropa que había comprado para mi bella esposa, _estoy enfurecida desde que la vi por la mañana. Está claro que lo mío es una cuestión prioritaria_ lamentó frustrada, sospechando el estado del vestido debajo de la camisa que cubría el desastre en el cuerpo de Bella.

“Por favor Edward, llévala… odio tener que ver un Prada destrozado” me resistí a duras penas de no rodar los ojos ante sus pensamientos absurdos, pero pronto vi que la ridícula idea que se le había cruzado en la cabeza

_Ya se lo que vamos a hacer… jugaremos_ sugirió entusiasmada _a piedra, papel o tijeras_

Suspiré entre dientes _¿Y quién va a ganar Alice? ¿Por qué no lo dices simplemente?_ inquirí irónicamente, auque sería divertido ver para quién tiraría la suerte, yo anticiparía sus movimientos y ella los míos… interesante, aunque por ese motivo nadie jugaba ajedrez conmigo. Alice mostró una sonrisa deslumbrante…

_Yo! Estupendo_ gritó entusiasmada

_De todas formas es mejor que espere hasta mañana_ murmuré fijándome en los dos licántropos que dormían en el sofá… _creo que sería mucho más divertido si Jacob estuviera despierto para la gran revelación ¿no crees? Quizá alguien si muestre el nivel adecuado de entusiasmo_ Bella me sonrió al verme demostrar lo bien que la conocía, contaba con que al menos con la sombra de una sonrisa en su rostro cuando destapáramos su regalo y sabía que los lobos si iban a demostrar su asombro.

_Ya…_ canturreó Alice ansiosa _Bella, deja que Rosalie agarre a Ness… a Renesmee_

_¿Donde duerme?_ preguntó mi Bella ignorando el casi error de mi hermana

_En los brazos de Rose, en los de Jacob o en los de Esme. Ya te puedes hacer una idea… no creo que se haya acostado en… toda su vida. Se va a convertir en la semivampira más malcriada de la historia_ me eché a reír con la lógica absurda de mi hermana, aunque claro… bromeaba y lo hacía por el alto nivel de entusiasmo que tenía…

Bella le entregó a Ness… a nuestra hija a Rosalie que la recibía con gusto,

_También es la menos mimada de todas las semivampiras del mundo_ replicó _es lo bueno de ser única especie_ y era bueno que fuera la única niña dentro de un gran clan de vampiros, nunca le faltaría un par de brazos que estén dispuestos a tomarla y mecerla y hacerla sentir amada… aunque eso debía adjudicárselo a Jacob y Seth también porque a pesar de nuestro desacuerdo, ella pasaría a formar parte de la familia de lobos también.

Alice, que ya no cabía en si del entusiasmo, tomó a Bella del brazo y la empujó hacia la puerta

_Vamos, vamos…_ gorgojeó, Bella curiosa preguntó si estaba afuera… y tanto Rosalie como el resto de la familia le pidieron que disfrutara su regalo, era de todos pero principalmente de Esme… ella se había encargado de la mayor parte del trabajo y solo ella y su sentido del buen gusto la había dejado como a Bella le gustaría… mi familia la conocía bien y eso me satisfacía enormemente, ella los tenía en su puño a todos.

_¿No vienen con nosotros?_ preguntó mi Bella mientras salíamos por la puerta principal…

_Te daremos la ocasión de que lo disfrutes a solas_ explicó Rosalie _ya nos dirás qué te parece más tarde_ era increíble cómo, luego del nacimiento de nuestra hija la relación de ellas dos había cambiado drásticamente… ahora hasta se podía decir que podían llegar a ser grandes amigas, por supuesto que eso se debió en gran parte a la confianza que mi esposa había depositado en Rose al momento de conocer su estado y mi… posición.

“Trata que la casa quede en pié Eddy… y recuerda que estamos a unos kilómetros de distancia, no queremos escucharlos!” la risotada de Emmett resonó dentro de la casa… Oh si hermano, ahora este es mi momento… después de pasar noches, días, años oyendo el los sonidos de amor de otros no me importaría incomodarlos…

Caminamos por el claro de la casa hasta la orilla del río, la noche púrpura nos envolvía mientras nos dirigíamos hacía el norte, el bosque expectante y tranquilo estaba envuelto por la bruma pasajera que cubría Forks gracias a la humedad, ni un sonido se oía ahora… ningún latido de corazón más que los moderados que llegaban desde la casa, dos corazones pesados y grandes y uno pequeño que latía rápido pero de manera acompasada… mi niña dormía, ni el bosque emitía sus sonidos nocturnos habituales, de repente el universo parecía haber dejado de girar mientras caminábamos, silencioso y expectante esperando un reencuentro, el roce de dos almas, si las habían, el choque de las pieles…

_Ese es el entusiasmo que buscaba_ murmuró Alice aprobando la reacción de Bella al sonreír, ¿Qué había sido lo que había provocado su sonrisa alegre y vivaz? ¡Por dios… en estos momentos era donde moría por leer su mente… por saber sus secretos escindidos! Con cuanto fervor llenaba mi pecho al verla feliz, cuanto entusiasmo por algo que yo ni siquiera intuía la procedencia, que hermosa caja de sorpresas era mi esposa… y era mía, solamente mía!

Alice saltó el río con su gracilidad habitual, cayó sobre sus pies en la orilla opuesta y llamó a Bella a hacer lo mismo. Salté junto a mi esposa que esta vez lo hizo con mayor destreza, ya había aprendido a calcular la distancia y la fuerza y esta vez había sido más divertido que la anterior porque la tenía a mi lado, me sentía igual en condición… ya no estábamos allí para aprender o enseñar, estábamos como marido y mujer compartiendo las experiencias juntos.

Seguimos a Alice en dirección Norte entre los árboles del bosque pero sin alejarnos de la orilla del río… ya podía sentir olores nuevos, sutiles pero presentes para mi sentido desarrollado del olfato, el tenue olor a cuero y madera nueva, el picante olor a pintura seca, los distintos impresiones sutiles del algodón, la seda y las fibras intricadas de la misma tela que Bella había utilizado en nuestra luna de miel, aquella que dejaba entrever su piel color crema… el encaje. Sentí un cosquilleo de anticipación y una ansiedad parecida a la que me invadió en nuestra primera noche juntos.

“No quiero que vea, pero no se cómo reaccionará…” los pensamientos de Alice me sacaron de mis cavilaciones mientras ella daba la vuelta de repente para pararse detrás de ella, Bella la miró expectante,

_No me ataques_ previno mi hermana para luego saltar sobre ella

_¿Qué estas haciendo?_ preguntó extrañada, Alice le tapó los ojos con sus pequeñas manos

_Asegurándome que no puedas ver nada_

_Puedo ocuparme de esto sin tanto teatro_ dije cayendo en la cuenta de la incomodidad de mi Bella, sus músculos tensionados ante la invasión me decían que estaba controlándose de sacársela de encima.

_Tú la dejarás hacer trampa. Tómala de la mano y condúcela hacia delante_ murmuró la duende demandante

_Alice yo…_

_No fastidies Bella, vamos a hacer esto a mi manera…_ ¡Maldición Alice! Siempre haciendo las cosas a su manera, sin cuidar la comodidad de mi Bella. Tomé la mano de mi esposa y entrelacé mis dedos con los suyos... ese primer contacto para mí era la gloria.

_Son solo unos segundos más Balla, después se largará a molestar a otro…_ murmuré lanzándole una mirada asesina a mi hermana que me veía con aire de suficiencia trepada como mono sobre la espalda de Bella.

Empujé a mi esposa hacia delante y ella no se resistió, podía ver que confiaba en mí… se dejaba llevar con suma seguridad, supongo que su nueva fortaleza le daban tanta confianza como la que yo le trasmitía…

_Podrías ser un poco más agradecido_ recriminó Alice haciéndose la ofendida _al fin y al cabo es tanto para ti como para ella_

“Si hermanito, admítelo ahora y verás que la sorpresa es para ambos”

_Eso es cierto, gracias Alice_ las palabras salieron de mi boca tan pronto la cabaña irreal que parecía sacada de un cuento quedaba al descubierto entre los árboles. Era hermosa, tal cual la había visto en la mente de Esme tantas veces cuando iba avanzando en el proyecto, tan propia de ella… pero al mismo tiempo con reminiscencias de Bella, de esa hermosa y pequeña adolescente que había conocido hacía ya más de un año, el aroma a humedad, a naturaleza, a madera cortada y tierra removida, las flores que adornaban el jardín, la madreselva… allí estaba todo lo que necesitaba para el resto de la eternidad, mi esposa por sobre todas las cosas.

_Ok, Ok… esta bien_ la voz de Alice derepente denotaba emoción _Detente aquí, vuélvela un poco hacia la derecha_ acomodé el cuerpo de Bella de manera que estuviera justo frente a la casa _estupendo ¿estas preparada?_chilló

_Si lo estoy_ respondió mi Bella.

Alice saltó de la espalda de ella y sacó las manos de sus ojos, todos contuvimos la respiración…

Observé atento las reacciones de Bella, allí frente a ella estaba lo que sería nuestro hogar, nuestro refugio, nuestro pedazo de cielo… nuestro perímetro destinado solo para nosotros y para nuestra pequeña familia, nuestro comienzo y nuestro final… su pequeño tesoro, su regalo…

Ella se veía sorprendida, casi como si no pudiera caber en sí misma del impacto, casi como si no reconociera lo que tenía frente a sus ojos. Si amor, es tuyo… solo tuyo, el lugar donde yo viviré adorándote, hincándome sobre mis rodillas para alabarte y exaltarte como la única diosa de mi vida y de mi existencia, el lugar donde te haré mía y nos fundiremos junto en el amor y la pasión… sí mi amor, nuestro lugar.

_¿Te gusta?_ el rostro de mi hermana decayó un poco al no ver la reacción favorable de Bella, su mente sopesaba distintas alternativas del futuro pero ninguna era real, ninguna correspondía _Quiero decir que si quieres, podemos arreglarla de otra manera distinta. Emmett quería que le añadiéramos unos cientos de metros, con un segundo piso, columnas y una torre, pero Esme pensó que la casa te gustaría más si mantenía el mismo aspecto que debía tener en su principio_ su voz comenzó a acelerarse al tiempo que sus ideas estaban haciéndose más desesperadas e inciertas _Si nos equivocamos podemos ponernos manos a la obra otra vez, no creo que nos lleve mucho tiempo…

_¡Chist!_ exclamó Bella con urgencia, Alice calló en seguida,

“¿Tu crees que no le gusta? ¿lo crees?... hay, Esme… dios… dime si no le gusta ¡Sabes!? Tu don sería muy útil ahora!” las palabras atropelladas que fluían de la mente de Alice concordaban con la desesperación que se veía en sus ojos,

_¿Me estás regalando una casa por mi cumpleaños?_ susurró aún con la mirada fija en la cabaña que esperaba por ella.

_Todos nosotros_ corregí _y no es más que una cabaña. Creo que la palabra casa implica algo más de espacio_ si ella quería eso, podía comprarle una enorme casa cerca de Phoenix o Seattle para utilizarla como casa vacacional, o una en Río de Janeiro si es que ella lo prefería o podía cruzar el océano y adquirir una en Italia o Londres para que se sienta a gusto en la ciudad originaria de sus autores literarios favoritos… podíamos obtener miles de propiedades a lo largo del ancho mundo y esta solo era la primera.

_No te metas con mi casa_ dijo amenazante mientras que la sonrisa deslumbrante de Alice se hizo presente

_Te gusta_ confirmó, pero Bella negó con la cabeza _¿Te encanta?_ y ella asintió _No puedo esperar contárselo a Esme!_

_¿Por qué no ha venido ella?_ inquirió, en seguida la sonrisa de Alice desapareció y en su mente relampagueó aquel fatídico cumpleaños hace un año atrás, la noche de la peor decisión de mi vida

_Bueno, ya sabes… todos se acuerdan de cómo eres con los regalos. No querían presionarte mucho para que les dijeras que te gustaba.

_Pero si me encanta de verdad ¿cómo podría no gustarme?_ su voz había subido una octava producto de su incredulidad.

_A ellos si les va a gustar_ dijo dándole unas palmaditas en el brazo _de cualquier modo tienes un armario hasta arriba. Úsalo con cabeza y… creo que esos es todo_

Al fin…

_¿No vas a entrar?_ ¿Qué?... ¿A caso no se daba cuenta de la sutileza de mi hermana? Alice dio unos pasos casuales hacia atrás

_Edward conoce esto. Yo pasaré… más tarde, llámame si no sabes cómo combinar la ropa_

“Se avergonzará si lo digo abiertamente… que obstinada!” pensó mi hermana por un momento

_Jazz quiere ir de caza. Nos vemos_ y luego de eso Alice salió disparada entre los árboles,

_Qué extraño!_ murmuró para sí misma aún mirando el lugar por donde Alice había desaparecido_¿de verdad soy tan mala? No tendría que haber dudado, ahora me siento culpable. Ni siquiera le he dado las gracias de manera adecuado, volvamos así le decimos a Esme…_

_Bella no seas tonta…_ murmuré absteniéndome de callarla con un beso ¡Por amor de dios que era obstinada!... _nadie piensa que seas irrazonable_

_Entonces que…_

_Su otro regalo es que podamos tener un poco de tiempo para nosotros solos. Alice intentaba sugerirlo de forma sutil_ mascullé despacio

_Ahh.._

Su mirada quedó fija en mis ojos y entonces como siempre que eso sucedía, la atmosfera se recargó con esa extraña energía que irradiaban nuestros cuerpos… esa rara mezcla de adrenalina y calor, si ella hubiese sido humana yo ya habría percibido ese efluvio enloquecedor en el aire, mezcla de almizcle, endorfinas y estrógeno… el rico coctel de la pasión. Podía escribir un extenso libro llamado La pasión de Bella, pero todo era tan simple uno frente a otro, con nuestros cuerpos llamándose, anhelándose, deseando el reencuentro… Debía controlar mis impulsos y atrasar mis instintos más básicos ignorando la punzada que sentía en el bajo vientre cuando esa mirada se proyectaba en mí, antes no era más que un depravado sexual por desearla tan fervientemente y sin contemplaciones pero ahora solo era un hombre ansiando amar a su mujer…

Entonces Bella comenzó a reír para desconcertarme nuevamente,

_¿Qué tal si cuentas el chiste?_ murmuré divertido, quería… ¡debía! Hacerla reír más seguido, era el sonido más hermoso…

_No es muy bueno que digamos_ murmuró en cuanto tomé su manos para dirigirnos a la puerta de la cabaña atravesando sobre el camino de piedras el lindo jardín de rosas _Simplemente estaba pensando que hoy es el primer y último día de la eternidad. Me resulta muy difícil asumir esa idea, incluso con todo el espacio extra que hay en mi mente_ rió otra vez y yo la acompañé, sabía lo que quería decir… uno se encuentra en una incertidumbre total esos primeros días en que uno ve el futuro, una existencia interminable viendo pasar el curso de los años, de las eras y con todos los sentidos nuevos y el uso total del cerebro, algo desconcertante hasta para un vampiro.

Ya frente la puerta levanté mi mano con un gesto d invitación para que ella fuera quien tuviera el honor de abrir la puerta de nuestro hogar, ella metió la llave en la puerta y abrió de una sola vuelta la cerradura, una sonrisa bailaba en su rostro y me sorprendí de su calma y su desenvoltura al tomar las cosas desde su nacimiento, a veces me desconcertaba, pero a decir verdad terminaba satisfecho de sus reacciones, ella al parecer comenzaba a aceptar lo que la vida tenía para ofrecerle,

_Te lo estas tomando con tanta calma y naturalidad Bella, que a veces se me olvida lo nuevo que debe resultar todo esto para ti. Me gustaría poder oírlo_ dije al tiempo que me inclinaba y la tomaba entre mis brazos en un solo movimiento,

_Eh!_

_Los umbrales son parte mi trabajo_ le recordé _ Tengo curiosidad. Dime qué te ronda por la cabeza en estos momentos_ pedí, traté de mantener para mí mi propio estado de ansiedad, ella parecía tan desinhibida y… normal que me apabullaba, como siempre ella lograba sorprenderme. Abrí la puerta y con mi Bella en mis brazos di un paso en el interior de la casa,

_Pues, estoy pensando en todo, ya sabes en todo a la vez. A las cosas buenas, a las preocupantes, a las que son nuevas… y al modo en que he ido acumulando superlativos en la cabeza._ Sus ojos recorrieron la habitación en la que habíamos entrado y parecía pasmada _Justo en estos momentos estaba pensando que Esme es una artista ¡todo ha quedado tan perfecto!..._

Realmente nunca en mis cien años de existencia había imaginado algo tan perfecto como esto, tener la perspectiva de vivir el resto de mi inmortalidad con la mujer que amaba y con nuestra hija era el cielo para mí. No concebía otra cosa más que eso… ellas dos eran lo más importante para mí, lo más importante que he tenido nunca… y haberlas defendido cuando tuve que hacerlo solo dejaba una enseñanza en mí, hacerlo de nuevo si la oportunidad inesperadamente se presentaba. ¿Habría otra oportunidad como esa? ¿el destino nos tenía guardadas más sorpresas inusitadas?... ¿podría yo vivir con la idea de que aún existían peligros infranqueables y poderosos que amenazaban a mi familia?... sí, yo las había traído a mí yo debía ser quien las protegiera. Definitivamente respondí mi pregunta existencial, un corazón congelado y muerto sí podía volver a latir… porque gracias a ellas yo lo sentía fuerte y raudo en mi pecho con el calor que ella me regalaban.

Volteé a ver a mi Bella, ella levantó el rostro pasando sus ojos por toda la habitación antes de que su mirada finalmente se fijara en la mía, ya no había dolor ni sufrimiento… todo había pasado de manera cuasi milagrosa y la tenía aquí entre mis brazos, feliz, sonriente, enarbolando la bandera de nuestro amor, de nuestra vida juntos… ella miraba atenta cada una de mis reacciones para luego depositar su mirada en las inmediaciones de la sala de nuestro hogar. A pesar de haberlo visto todo en la mente de mis hermanos me deleité con cada gesto de sorpresa y cada exclamación que mi Bella hacía cuando sus ojos se toparon con la increíble sala de estar, los cuadros en las paredes, los muebles de distintos estilos pero que se conjugaban tan bien entre si, la chimenea situada en una de las esquinas con un exquisito fuego azulado… me vi cabiéndole el amor sobre el suelo revestido por esa mullida alfombra blanca con el chisporrotear de las llamas cerca de nosotros. Bella parecía estar obnubilada por el lugar, realmente si a caso teníamos la esperanza de tener un alma, la de ella se reflejaba en todo ese lugar porque allí estaba su esencia… su ser.

El viejo hábito se hizo presente y su labio se vió apresado por sus blancos dientes ¿qué era aquello que estaba pensando? ¿Cómo podía torturarme así? ¡si lo que yo más quería era conocer sus pensamientos, su sentencia en cuanto a esto… la opinión sobre su casa, allí donde ella moraría como ama y señora!

Lentamente la dejé sobre sus pies y ella volteó frente a mi, su rostro a centímetros del mío…

_Tenemos suerte de que Esme pensara en añadir una habitación más. Nadie había planeado que apareciera Ness… Renesmee. ¡Maldición!

_¿Tú también?_ reprochó poniendo mala cara

_Lo siento mi amor, ya sabes… he estado oyendo sus pensamientos todo el tiempo. Se me ha pegado_ la miré cauteloso, no deseaba arruinar nuestro primer tiempo juntos con mi descuido, ella suspiró y par5acía resignada… decidí cambiar de tema,

_Estoy seguro de que te mueres por ver el armario. O al menos eso será lo que le diga a Alice para que se sienta bien_ murmuré… lo que menos deseaba era que perdiese el tiempo viendo ropa,

_¿Debería asustarme?_

_Más bien aterrorizarte_

La tomé entre mis brazos nuevamente dispuesto a mostrarle de todos modos y la llevé por un pasillo de piedra con pequeños arcos en el techo, la arquitectura de la cabaña me recordaba a aquellos castillos medievales y pegaba muy bien con la princesa que me acompañaba a mi lado. Entramos a una habitación vacía, aún no había sido amueblada

_No han tenido tiempo de decorarla por todos esos licántropos exaltados…_ ella comenzó a reír alegre, me hubiese gustado saber el motivo. Caminé como un adolescente entusiasmado en la búsqueda del tesoro y la llevé hasta el otro cuarto que enfrentaba el que estaba vacío.

_ Aquí está nuestro cuarto. Esme intentó trasladar algo de su isla hasta aquí, supuso que nos traería buenos recuerdos…_ oh maldición… si a penas podía mantener mi voz acorde, la expectativa… la ansiedad y su cercanía perturbaba mi flaqueza.

El cuarto era una replica casi exacta de nuestro cuarto en la casa de la Isla, la gran cama blanca con el tul que se cernía alrededor cayendo desde el techo como nubes vaporosas, el suelo de madera de color arena, las paredes de color azul hielo y la pared de cristal que estaban detrás de la gran cama me daba la sensación que revivía aquellos tan atesorados días antes de…

A través del vidrio se podía ver el pequeño jardín con el estanque de agua que simulaba nuestro pequeño océano. Bella jadeó luego de haber absorbido la esencia del lugar… luego del reconocimiento…

_Lo sé_ musité haciendo las mismas evocaciones. La sostuve entre mis brazos sin estar dispuesto a bajarla, no deseaba hacerlo… lo único que tenía como objetivo era poder estrecharme junto a ella sobre esa enorme cama a dosel y demostrarle cuanto la amaba. Un efluvio en particular captó mi nariz, un olor a fibra de seda y satén que jamás olvidaría… entonces supuse que Alice había guardado en alguna de las gavetas del armario uno de esos camisolines de color negro con el cual Bella una vez me había seducido en la Isla… dios… el recuerdo me sacudió y no pude evitar reírme de mí mismo,

_El armario está detrás de esas puertas dobles. Te lo aviso… es más grande que esta habitación…_ murmuré a mi esposa.

Entonces sin esperarlo ni preverlo todo desapareció a mi alrededor, no hubo casa, no hubo cama… muebles nada, ni siquiera el maldito armario… solo ella. Sus enormes ojos borgoña me miraron con ese anhelo que tantas veces había rechazado en nuestra luna de miel, ¡Estúpido! ¡Siempre siendo un estúpido egoísta…! ¿Por qué negarle lo que con tanto amor estaba dispuesto a darle? Si ella podía tomar todo de mí, absolutamente todo y dejarme destruido, si ella lo sabía… mi bruja hechicera que con su sangre me atrajo y con su corazón me atrapó, mi diosa eterna y mía… ¡Malditamente mía!

La tenía, maldito desgraciado… a centímetros de mí boca, con nuestras miradas conectadas y nuestra piel tocándose, mirándonos el uno al otro sin ninguna limitación ¿Qué estaba esperando?... ¿Qué era lo que me impedía abalanzarme a ella y satisfacer de una vez por todas mi pulsión sexual? ¿La caballerosidad? ¿La prudencia?…

_Le vamos a decir a Alice que salí disparada a ver los vestidos_ susurró retorciendo sus dedos en mi cabello, un siseo pugnaba en mi interior… las ansias tremendas de obedecer a mis instintos, su rostro acarició al mío cuando volvió a hablar _y también que me pasé horas jugando a probármelo todo… Mentiremos_

Oh si… esas fueron las palabras…

Sin poder contenerme más, me acerqué hacia ella esos pocos centímetros que faltaban y choqué mis labios contra los de ella con una fiereza inusitada, incontenible… gimiendo en su garganta, ella me recibió y me cobijó entre sus labios, regalándome su nuevo calor, su nueva suavidad con la misma locura que la mía. Sus manos jalaban el cabello de mi nuca empujándome hacia ella con suma desesperación, con hambre… La dejé sobre sus pies en la mullida alfombra y mis labios no se separaron de ella, no concebía la idea de hacerlo porque su piel maravillosa sabía a ambrosía para mí, recorrí con mi lengua ansiosa el filo de su mandíbula y el inicio de su cuello mientras sus jadeos de placer hacían eco en mi oído, de repente sentí que sus manos incontenibles de arrebato rompieron la tela de mi camisa como si fuera papel, quedando hecho jirones a nuestros pies… no me importó ya que yo hice lo mismo con la poca ropa que cubría su cuerpo… había perdido dos camisas en un solo día, pero había ganado mucho más. Su suave piel se sentía mejor que cualquier otra textura bajo la yema de mis dedos, tal vez porque era Bella… tal vez porque ansiaba tocarla desde que abrió sus ojos en esa mesa quirúrgica… tal vez porque la amaba con tanta locura que toda ella era el paraíso para mí, el fruto de la pasión, de la locura… mi locura.

_Edward… mi amor… no sabes cómo te deseo_ susurró con una voz recargada de lujuria, sus palabras atravesaron mi piel como si de una corriente eléctrica se tratara activando cada minúscula fibra de mi interior, haciéndola vibrar, sensibilizando al máximo las sensaciones. La tomé de la cintura y la empujé hacia mí para que supiera en las condiciones en las que me ponía, mi erección dolorosa pareció sacudirse cuando se acopló a su centro cubierto con sus bragas de una transparente encaje y un gemido profundo salió de mi garganta, tomé las tiritas finas que se aferraban a sus caderas y las rompí con mis dedos dejándola expuesta

_Yo también amor, te deseo como no te das una idea_ murmuré jadeante sobre la piel de su cuello, sus manos ávidas recorrieron mi torso desnudo con diferente intensidad, sintiendo mi abdomen y mi pecho, hundiendo la piel bajo sus dedos y acariciando otras veces. Bella parecía excitarse aún más, si eso era posible, cuando llegó a la orilla de mis pantalones, de un solo tirón los sacó junto con mi bóxer dejándome desnudo frente a ella. Tomé sus mejillas con ambas manos alzando su cabeza hacia mí y la besé una vez más, esta vez más desesperado, mas anhelante, más de lo que ya era posible, ella me recibió gustosa aferrándose con sus manos a mi miembro y acariciándolo agónicamente, gemí en su boca y la besé aún con más fervor, toda ella me volvía loca… sacudió su cabello cuando tiró su cabeza hacia atrás y mis manos recorrieron la cima de sus pechos… su perfume vino como una oleada hacia mí, tan embriagador y concentrado como siempre. Mis dedos recorrieron toda la extensión de sus senos haciendo endurecer sus los montículos rosados mientras mi boca recorría su cuello hasta el hueco de su clavícula, se sentía tan bien… mi esposa sabía tan bien que fue inevitable peinar con mis dientes la piel de su hombro, ella gimió en respuesta.

Hasta ese momento no nos habíamos movido del lugar, nuestros cuerpos entrelazados se acariciaban con desesperación, con todo la lívido floreciendo luego de haber sido tremendamente reprimida durante tanto tiempo y podía decir que mi esposa, era una diosa sexual…

Avancé un paso hacia la cama, pero Bella tubo una mejor idea… nuestra necesidad no nos dejó llegar hasta allí y caímos en el suelo besándonos, aún entrelazados y jadeantes, yo encima de ella expuesta para mí, gloriosa y sensual. Comencé a besar la piel de su cuello bajando con mi lengua hasta sus simas erectas, ella gimió

_Edward… oh, es tan… diferente_ mordí un pezón con suavidad, y lamí haciéndole arquear la espalda, mi otra mano bajó por su vientre acoplándose y fusionándose como si fueran partes de un rompecabezas que finalmente encajaban y alcancé su centro caliente,

_¿Se siente diferente así?_ murmuré con voz áspera mientras adentraba mi dedo entre sus pliegues, ella gimió arqueando su espalda, su cabello regado por toda la alfombra, desnuda en todo su esplendor y su rostro retorcido de placer la hacían ver como una divinidad sacada de las más profundas necesidades de mi inconsciente… tantos días imaginándome así de desinhibida, así de sensual… haciéndole el amor sin tener la necesidad de reprimirme ni medir mis fuerzas, tan iguales…

_Si… no… te das una idea_ jadeó llevando su mano a mi cabello, bombeé dentro de ella una… dos… tres veces y más mirándola como se retorcía debajo de mí, sus piernas abiertas recibiéndome y su vientre contrayéndose de placer, su piel casi traslucida y brillante tan suave me llamaba, incliné mi cabeza para alcanzar su ombligo y hundí mi lengua húmeda en ella, saboreándola y recorriendo el camino hasta mi templo del placer, ella gimió casi con un grito agudo cuando mi lengua recorrió sus pliegues y tocó su clítoris,

Oh… tan caliente… tan húmeda… tan sabrosa…

_Bella dime cómo lo sientes_ dije antes de arremeter contra su cavidad con mi lengua, me introduje en ella saboreándola, sus jugos se escurrieron por la comisura de mi boca y cayeron por mi barbilla, ella estaba tan jodidamente húmeda y lista para mí ¿cómo podía ser eso posible? Sin dudas los vampiros teníamos la pulsión sexual más poderosa que los humanos, claro… como depredadores peligrosos nuestro cuerpo cumplía con demasía con el principio básico de reproducción, como otros animales… asegurando así la conservación aunque nuestras mujeres no pudieran reproducir, nosotros si podíamos hacerlos… perfectos íncubos.

_Es tan… ahh… te siento con más… parece más intenso…_ gimió mientras la embestía con mi lengua _oh Edward… quiero sentirte dentro… ahora_ sus manos fueron hasta mi cabello y jalaron obligándome a subir con besos húmedos por su vientre y pechos, ella parecía irradiar electricidad, pero era lujuria pura… sensualidad, erotismo y deseo. Sin preámbulo abrí sus piernas ante su mirada oscurecida, acaricié con la palma toda su humedad y ubiqué la punta de mi erección que ya era pulsante, necesitaba sentirla nuevamente…

_No te contengas, hazme el amor como siempre quisiste hacerlo mi amor_ murmuró entrecortadamente, la miré por un instante a los ojos y pude ver determinación en ellos, yo sabía que no la lastimaría… en ese caso ella podía lastimarme, pero no me importaba, yo estaba dispuesto a morir en sus brazos como el macho de una viuda negra o de una mantis religiosa, ella era mi perdición…

_ Por favor…_ susurró alzando sus caderas, la sentía tan próxima, su calor me estremecía. ¿Quién diablos era yo para negarle algo a mi esposa?...

De una sola estocada, fuerte y dura entré en ella… nuestros gruñidos se confundieron y dejé caer la cabeza en su hombro tratando de calmar mis frenesí, mi desesperación… quería disfrutar con ella esto, que ella se venga al mismo tiempo que yo… que ella gritara mi nombre con cada embestida, no deseaba apresurar las cosas…

_Oh Bella… amor, esto es…_ no pude continuar, sus caderas arremetieron contra mí obligándome a moverme, comencé lento pero ella exigía más y más así que aceleré el ritmo del movimiento de mi cadera contra ella sosteniéndome con una sola mano sobre el suelo y la otra acariciando sus pechos turgentes, mi mirada conectada con la suya y nuestros sexos chocando con fiereza, como ella quería…

_¿Lo sientes?_ alcancé a gemir, ella asintió poniendo los ojos en blanco y arqueando la espalda _¿Quieres sentir aún más?_

Sin esperar su respuesta volteé rápidamente sin separar nuestros cuerpos, mi espalda chocó contra el suelo y ella quedó gloriosamente sentada en mi regazo con una sonrisa en sus labios, comenzó a mecerse suavemente mordiéndose el labio, tomé su cintura con mis manos y la apreté contra mí hundiéndome imposiblemente más en ella… gimió mi nombre de una manera muy sugestiva, sobrenatural…

_Oh Bella te siento tan bien…_ murmuré conteniendo las ganas terribles de tomar el control, quería que ella sintiera… que me sintiera.

Sus manos apretaron mi vientre para sostenerse mientras ella seguía meciéndose dolorosamente sobre mí, sus piernas a cada lado de mi cadera acariciando mi piel y ella llegando más profundo

_No puedo creer cuánto me perdí… si antes era la gloria, no tengo palabras para esto…_ dijo dejando caer su cabeza hacia atrás, tomé sus caderas y comencé a marcar el ritmo de sus movimientos, ella ronroneó y no pude evitar gruñir _así Bella muy bien, déjate llevar_

Mi esposa comenzó a subir y bajar sobre mi eje, sus senos bailando al compás de su ritmo constante y fluido… sin restricciones

_Oh Edward… _

_Siénteme amor..._ gemí comenzando a sentir que se formaba una bola de fuego en mi vientre, una que podía estallar si ella seguía… _Bella…_ advertí, ella se movió más rápidamente sobre mí, su cabello libre enmarcando su rostro y cayendo sobre sus cimas… mi Eva…

_Amor… yo…_ tiré mi cabeza hacia atrás mientras oía su respiración emanada en exultantes gritos y gemidos _no voy a resistir…_

_No lo hagas, no te contengas… por favor_ logró decir entre sus gritos, se movió a velocidad vampírica sobre mí… insuficiente aún, la fricción se estaba haciendo insoportable y ya no iba a aguantar por mucho tiempo más.

Ella se inclinó hacia adelante mirándome a los ojos, sus pechos danzantes sobre mí rozaban mi pecho haciendo todo más enloquecedor, llevé mis manos a sus mejillas y la atraje hacia mí para besarla fuertemente demostrándole en ese beso toda la pasión del momento, mi amor y mi agradecimiento… mi veneración.

Gruñí cuando sentí su estreches apretarse más en torno a mi miembro,

_Edward…_ apremió acelerando sus movimientos, gorgoteó algo incomprensible para luego cerrar los ojos y tensar cada uno de sus músculos, su estrechez apretó hasta estrujar mi miembro palpitante haciendo que me derramara dentro de ella violentamente…

_Bella!_ gemí cerrando fuertemente mis ojos mientras sentía como palpitaba en su interior,

_Edward!..._ gritó arqueándose sacudida por su orgasmo… emitió sensuales lamentos mientras se retorcía sobre mí.

Dejó caer su cabeza en mi pecho y envolví con mis brazos su cuello acariciando su espalda y su cabello, tratando de restablecer mi respiración… no porque estuviera cansado, porque jamás estaría cansado de ella, sino por la intensidad del momento…

El silencio reinó nuevamente en la habitación, luego de la tormenta apasionada de dos amantes viene la calma… la realidad cayó sobre mí de la misma manera en que mi orgasmo había caído y me di cuenta de todo lo que nos rodeaba, donde estábamos y que seguramente mi familia tal vez nos había escuchado… no pude evitar reír con Bella recostada sobre mí, una risa exultante de felicidad, mi esposa levantó su cabeza curiosa y sin separarse se levantó hacia mí,

_¿Qué es tan gracioso?_ su sonrisa me dijo que ella también lo había sentido, calmé mis carcajadas y la miré sonriente,

_Espero que Emmett nos haya escuchado… creo que lo ha hecho, amé escucharte tan desinhibida_ murmuré acariciando su mejilla con la puntas de mis dedos _Te amo_

Ella me miró sonriente y se acercó hacia mí con sus ojos fijos en mi boca,

_Yo también… más de lo que te puedas imaginar_ murmuró para luego besarme con dulzura.

Era el comienzo de la noche que nos entregamos por primera vez en nuestra vida como vampiros, la misma calor… más satisfactoria, la misma suavidad… aún mucho más sedosa, la misma Bella… aún más irresistible, aún más mujer y deseable. Era increíble como yo había disfrutado de todo eso que ella me ofrecía, era imposible para mí aún creer que ella me había elegido a mí para ser el dueño de todo eso, para entregarse de tal manera, sin restricciones, limitaciones ni arrepentimientos… tan pura y al mismo tiempo tan lujuriosa.

Tan mía…

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Amores, aqui capi... Aclaración, este capi no está entero, pasan muchas cosas entre ellos y se haría interminable así que hoy va a hasta aquí. La semana que viene seguimos, besotes y espero haberlo hecho bien... que nadie se haya sentido ofendida. Las amo.... nos vemos...

Ah! ya esta el nuevo capi de Crónicas Universitarias, mi fic con Coka... pasen a su blog haciendo clik aquí y comenten, besotes!

Merezco tus palabras? Gracias