Capitulo 3: Jodidamente obsesionado

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Jodidamente obsesionado

Llegué a la oficina el lunes por la mañana, convencido de que el fin de semana anterior había sido el mejor fin de semana de mi vida, había bebido, había asistido a una fiesta de la empresa, me senté junto a Aro, mi jefe, había bailado y cenado de lo mejor y por sobre todas las cosas… la que no iba a olvidar jamás, había gozado de la compañía de la mujer más hermosa y sexy como el infierno…

¿Era un jodido  suertudo?... pues si lo era.

 

Mi oficina aún estaba vacía, Jane, mi asistente aún no llegaba con mi café y las noticias del día, así que aproveché que había llegado temprano, para estudiar a fondo un proyecto que la empresa estaba llevando adelante, si hacía un buen papel en esta, tal vez el jefe me considerara como posible socio de la empresa… y no debía perder la oportunidad.  Abrí el archivero de la antesala de mi oficina, donde se situaba el escritorio de Jane y encontré los informes, me los llevé a mi oficina preparado para pasar la primera hora de mi mañana leyendo el proyecto…

“Las alzas deberían ir al 60% para iniciar con una buena retribución”…

“Se debe mantener conocimientos de la fluctuación de los mercados para poder vender al por mayor…”

“Cada activo de esta empresa deberá poner lo mejor de sí para el crecimientos del PBI de la compañía…”

Compañía…

Mi mente dejó de prestar atención a lo que estaba leyendo y viajó hacia unos labios rojos, cabello castaño… un vestido blanco…

Sacudí la cabeza y continué leyendo,

“Mantener el contacto con los demás socios igualitarios será de suma importancia para tener conocimientos profundos de las finanzas y del mercado a la hora de ofrecer…”

“Operar sobre el modelo de inversión que se vea oportuno y haya sido usado garantizando el éxito…”

Usado…

Mierda!... levanté la mirada y la enfoqué en un punto en el suelo… ¿usada? ¿por cuantos?... ¿Cuántas manos recorrieron ese cuerpo glorioso?... ¿Cuántos labios la besaron a demás de los míos?...

Bajé los ojos a mis papeles en mano y traté de proseguir…

“El inversor de determinada idea, deberá realizar un programa tal que a los ojos del cliente sea seductor y eficiente…”

Mierda!... tiré los papeles sobre la mesa y di vuelta mi silla para quedar de frente a los grandes ventanales desde donde gozaba de la vista de Seattle…

¿Me están bromeando?... ¿Seductor?... ¿eficiente?...

Cerré los ojos y junté mis manos entrelazadas en mi regazo, ciertamente había conocido algo… o mejor dicho alguien, seductor y eficiente y muchas más características que ignoraba, bueno… también sabía que tenía un buen trasero y besaba demasiado bien.

Oh si… su cuerpo… enfundado en ese blanco vestida con el que casi parecía pura, inocente y toda un ángel… ¿me preguntaba como será en la cama?... ¿tan pura e inocente como se veía o una autentica amante pasional como actuaba?.

¿Por qué estaba pensando en ella?, maldición!, solo era una mujer de compañía, una maldita escort que vaya a saber uno con cuantos hombres se acuesta al mes.

Oprimí mi tabique entre mis dedos y bufé exasperado. Recosté mi cabeza en el respaldo de mi asiento de cuero negro y miré al techo…

¿Cómo se llamaba? ¿Bella?... oh si, hermosa Bella. ¿Cómo olvidarme de su nombre si era la representación en palabras de lo que ella era? ¿Cuál será su apellido?... supongo que por cuestión de seguridad, no lo daba. Bella…

Una idea llegó a mi cabeza, lo que hizo que me incorporara rápidamente en mi lugar y encendiera la pantalla de mi ordenador, abrí google y cuando estaba a punto de pulsar sobre el teclado, fruncí los dedos… ¿estaría bien? ¿Esto entraba dentro de lo que se llamaba acechar?...

Qué diablos, todo el mundo lo hacía cuando acababa de cerrar un negocio con alguien, ella no era menos, era parte de un negocio… uno muy bueno, solo la iba a googlear ¿debía haber algo de malo en eso?.

Abrí las manos y coloqué “Bella chica compañía” pero el buscador me llevó a una página en italiano de poemas y cuentos y a anuncios de mujeres que se ofrecían como compañía masculina, lo cual creí imposible, Bella era refinada, tenía estilo, no se anunciaría por la red de esa manera… definitivamente no era eso y difícilmente iba a salir algo en la red… ¿y si probaba Isabella?

Tipié en el teclado “Isabella, chica compañía”… nada…

Recosté mi espalda en la silla pensando y entonces recordé la tarjeta, saqué mi billetera rápidamente del bolsillo interior de mi saco y saqué la tarjeta negra tornasolada que había allí.

“Bella´s Escorts”

Tipié enseguida el nombre de la tarjeta y solo una página apareció. Una página oficial… Entré y a penas lo hice me pidió un código para entrar. ¿un código? ¿un maldito código?.... ¿a caso se manejaba con clientes exclusivos? Bueno, ciertamente no me la imaginaba saliendo con un pobre diablo como un mecánico o un carnicero.

Un código, un código… ¿cómo consigo el jodido código?... volteé la tarjeta y allí estaba el número de teléfono, la miré por un segundo ¿tan fácil sería?, bueno, ella no le daba su número de teléfono a cualquiera.

Tipié el número que estaba en el reverso y casi salto en mi silla cuando en la pantalla apareció “Bienvenido a Bella´s escorts”

_Si!..._ exclamé rompiendo el silencio de la oficina, entré a la pagina y lo primero que vi fue la foto de Isabella en la parte lateral de la pagina, era hermosa, posaba para la cámara como toda una modelo refinada, su cuerpo esculpido por la mismísima afrodita vestía un vestido blanco casi trasparente,  largo y ajustado en el torso, pero caía libre hacia el suelo, ella miraba hacia atrás y caminaba por una playa de arenas blancas… dios! Se veía hermosa…

En la página principal decía algo así como “Visitante, muchas gracias por considerar nuestros servicios, los mejores de Seattle. Aquí encontrarás prestigio, confianza, eficiencia y por supuesto… todo lo que tu esperas en una mujer. Soy Isabella y seré la encargada de mostrarte las señoritas que tenemos en Bellas´s escorts para tu disfrute y buena compañía. Muchas gracias y recuerda… aquí encontrarás excelencia”

La pagina me llevaba a distintas chicas que estaban a cargo de Isabella, eran hermosas sí, eso era innegable, ella manejaba lo mejor en Seattle, eso no había duda. Rosalie, una rubia despampanante, Leah una morena que parecía exótica, Jessica era castaña y tenía buen cuerpo y Victoria finalmente era una pelirroja, alta y de ojos azules deslumbrantes… pero solo Bella llamaba mi atención sin embargo.

Ella terminaba la presentación de sus chicas con una hermosa foto de ella en la que salía sonriendo seductoramente pero al mismo tiempo con cara de ángel y una frase que daba a entender que si estabas dispuesto a pagar podías pedir una cita con ella misma.

“Si deseas una cita conmigo… se generoso”

Oh si preciosa y yo estoy dispuesto a pagar lo que sea para estar contigo…

Luego en una parte de la página había un formulario de contacto y una dirección, lo miré por unos minutos y fruncí el ceño recostándome en mi asiento… ¿debería pedir mi cita ahora? La gala de la Cámara de comercio estaba relativamente cerca, al menos un mes más, ¿sería apropiado pedirla ahora?  Tal vez le daría una visita, si la dirección era la de su… negocio, bueno, tal vez podía llevar mi formulario personalmente, anoté la dirección por las dudas con esperanza.

Oh vamos Cullen, no te entusiasmes con ella… es una prostituta con estilo y refinada… nada más, no le hagas ver tu debilidad.

Pero era tan hermosa, con solo recordar su lengua acariciando suavemente  la mía… mierda… me ponía duro. Cerré los ojos y masajeé mis sienes tratando de sacar su maldito y exquisito cuerpo de mi mente… su culo… mierda!

Me paré y caminé hacia el baño de la oficina, entré y cerré con el seguro de la puerta, desabroché mi pantalón y saqué mi erección dura y palpitante y lo tomé con mi mano, cerré los ojos y sí… era un estúpido patético, pero prefería sacarme las ganas así que buscar a una mujer que ciertamente lo que menos iba a hacer era satisfacerme, porque solo ella podía hacerlo… la que lo había provocado.

Comencé a golpear mi pene con rapidez y lo apreté un poco con mis dedos, esparcí con mi pulgar mis jugos pre seminales y gruñí cerrando los ojos cuando la sensación abrumadora comenzó a venir, diablos… con solo pensar en ella podía terminar. Bombeé unas cuantas veces y ahogué mis gemidos, cerré mis ojos fuertemente y pensé en su piel, su aroma, su culo entre mis manos, oh… diablos! ¿Habrá sentido mi erección clavada en su bajo vientre mientras bailamos?... ¿la habrá encendido también?

Gruñí fuertemente mientras tiraba de mi pene una y otra vez, mis rodillas temblaron y me sentía caer en el más inmenso goce… no tan abrumador seguramente que si me lo diera ella. Me moví en el momento justo para que mi liberación cayera en la taza del baño, mi mano apoyada en la pared y la otra acariciando mi miembro lánguidamente mientras terminaba en pequeños chorros,

_Bella…._ susurré jadeando. _oh cielos… no puedo esperar… para estar dentro de ti_

Tragué en seco y tomé un poco de papel para limpiarme, no quería que las señoras de la limpieza encontraran mi pequeño subvenir, lavé mis manos y salí del baño sin antes abrocharme los pantalones.

_¡Hey Bro!_ gritó alguien en cuanto salí, di un respingo al oírlo y luego, al verlo, fruncí el seño exasperado,

_Emmett!... ¿hace cuanto tiempo estas aquí adentro?_ temía su respuesta.

Mi hermano me miró desde mi escritorio y hecho a reír,

_Tienes buenas cosas aquí hermano, aunque deberías cuidar de dejar abierta páginas como estas_ señaló la pantalla del ordenador _estas en el trabajo, no querrás que tu jefe te descubra ¿no?_

Oh mierda…

Caminé rápidamente hacia mi escritorio y cerré la pagina, cuando él se fuera extraería el link y borraría el historial.

_Sip… suelen tener ese efecto._ dijo señalando mi entrepierna, rodé los ojos y fui hasta la ventana que daba a Seattle y apoyé la frente en el frío cristal cerrando los ojos _La primera vez que vi a la rubia tuve que hacer lo mismo en el baño, créeme… pierdes la noción del tiempo y el espacio cuando solo tienes fijo en la cabeza a una de ellas._

Reí sin gracia…

_¿Cómo lo sabes?... ¿saliste con la rubia?_ pregunté sin mirarlo, él rió con nostalgia,

_Oh si… solo fue un baile de caridad que organizó papá, de esos que tú a veces te pierdes por trabajar tan duro_ 

_Créeme que no me perderé una jodida gala más, si eso implica salir con esa belleza_ murmuré rastrillando mi cabello con la mano _¿y cómo es que supiste  de ellas?... de esta… especie… de sociedad secreta o qué_ volteé a ver a mi hermano que reía por lo bajo moviendo la cabeza,

_No es ninguna sociedad secreta iluso… son damas de compañía, ellas trabajan así, solo clientes exclusivos y eso… no son cualquier prostituta que encuentras en la calle_

_Son prostitutas con clase_ dije irónicamente _igualmente, coincido contigo, pueden hacerte ver el cielo y arrastrarte en el infierno, eso seguro…_ murmuré mirando nuevamente a la ciudad, la vista desde el piso veintitrés era fabulosa. Sin embargo mi vista que estaba clavada en algún rascacielos solo veía las impresiones que Bella había dejado.

_De todas maneras, no te ilusiones hermanito, ellas no salen con clientes ni mucho menos con alguien que solo desea que le dé una mamada o tener sexo duro con ellas… no te equivoques, ellas solo ven el dinero, aunque puede que a diferencia de una verdadera prostituta de calles, estas tengan cultura, educación, sean infartantemente sexys o son unas damas afuera pero unas putas en la cama._

Mierda!... Emmett tenía razón, tenía que sacármela de la cabeza, solo la había contratado para ahuyentar a Tanya, cumplió su objetivo y se terminó… a otra cosa.

_Bien… de todas maneras creo que tendré que invitarla nuevamente para asistir a la gala de la Cámara de Comercio_ admití recordando mi promesa a mi jefe de llevarla.

_Cuidado hermano, un baile más y ya,… que no se te haga costumbre, perderás todo tu dinero. A demás no creo que ella acepta, a veces tienen consideración según el cliente, rechazan las citas de aquellos clientes que se vuelven constantes… tal vez para que no se obsesionen o enamoren de ellas._

Oh bueno… creo que era algo tarde para mí, quedé prendado de ella en cuanto la vi…

_Lo tomaré como un consejo… ¿será que te sucedió lo mismo?_ pregunté con una sonrisa. Mi hermano era un mujeriego ortodoxo y no lo veía de ninguna manera enamorado de una mujer de compañía. Si la había llevado a conocer a mi familia era porque no quería compromisos al llevar a una de las mujeres con las que se acostaba.

_Solo presumo que son así… dentro de lo que son tienen ética y moral, como cualquier otra profesión…_

Si Emmett… vender su cuerpo por dinero es muy ético…

_Como sea…_ murmuré suspirando, volteé a verlo y caminé hasta la puerta de mi oficina,  _Créeme que puedo controlar esto… no soy tan estúpido_ abrí la puerta y vi a Jane acomodando unas carpetas en el archivador,  _Jane, tráeme un café y los archivos de los nuevos clientes en Europa_

Mi asistente asintió y salió enseguida en busca del café, Jane era buena cooperadora y muy eficiente, lo que me gustaba de ella era que era profesional, no se dedicaba a andar coqueteando como ciertas secretarias hacían…

_Oye Edward, ¿y finalmente te sacaste de encima a Tanya?_

Hum… hablando de Roma…

Negué con la cabeza y caminé nuevamente hacia mi escritorio, Emmett estaba navegando por la red y sentado en mi silla así que me senté frente a él,

_Creo que va a ser más difícil de lo que pensaba, en la fiesta igualmente se me tiró encima cuando me vió sin Bella y trató de persuadirme que las parejas a veces no funcionan y no sé que sarta de cosas más, esa mujer me exaspera hermano… créeme_

Emmett rió como el idiota que era y negó con la cabeza,

_Se me ocurre una sola solución, dale lo que ella quiere y luego te dejará en paz_ dejó de mirar la pantalla frente a él y entrelazó sus dedos en el escritorio, parecía todo un ejecutivo… claro que era todo lo contrario, el era el clásico hijo parrandero y mujeriego que vivía de sus padres. Aún así, el mejor de los hermanos…

_¿Qué quieres decir?_

Él rodó los ojos y suspiró exasperado,

_Acuéstate con ella, cógetela, tiratela, hazle el amor… ten sexo, ¿no es eso lo que ella quiere?_

… idiota…

_Oh Emmett por favor, sabes que no quiero hacer eso, si me acuesto con ella mi jefe me mata y luego me despide, si lo hago y la dejo, mi jefe me mata y me despide… y no voy a arriesgar mi trabajo por ella, a demás Aro quedó complacido con Bella, solo… tengo que mantener la fachada_

_Oh claro, mantener la mentira de que tienes una hermosa novia que sale con otros hombres que pagan por ello y que a demás solo viste una sola vez, hermosa fachada, creo que en ese caso, si tu jefe lo descubre igualmente te mataría y luego te echaría, por mentiroso_

_Mira ¿sabes qué?... dejemos esto aquí, no quiero pensar en eso más de lo necesario, pero gracias por la advertencia igualmente_

_Bien…_ murmuró él levantándose finalmente de mi asiento _me divertiré viendo como mantienes tu fachada, mamá manda a decir que te quiere el domingo en casa a cenar_ tomó el abrigo que había dejado arriba del sofá _irán tía Charlote y tío Peter_  y con un saludo salió por la puerta.

Mierda… tía Charlot y tío Peter, el hermano de mi padre.

Recordé las ciento de veces que había visto a mis tíos, la misma cantidad de veces que habían preguntado con sus voces dulces y engorrosas “Oh Eddy… ¿para cuando una noviecita?” o “Eddy… ¿no te parece que ya eres adulto? Ya deberías de tener hijos…”… “¿Cuándo vendrán los nietos Esme?... al paso que va Eddy, creo que te quedarás con las ganas”

 Suspiré frustrado… mierda, debía tratar de faltar a esa cena de alguna manera o soportar a los tíos insoportables. Miré la pantalla de mi ordenador y estaba el fondo de pantalla que había puesto del Central Park, el lugar de mis sueños para ir a vivir.

Golpearon la puerta y di el paso, Jane entró con una taza de café y unas carpetas en la mano,

_Aquí están los archivos que pidió Señor Cullen, y su café_ dejó todo sobre mi escritorio y me miró expectante, _¿Necesita algo más?_

_Hum…_ dudé por un segundo, respiré profundo y hablé _solo una cosa Jane, ¿Qué clase de flores le agradan a las mujeres?_

Ella pareció desconcertada por un  momento y luego alzó las cejas de manera pensativa,

_Pues según que clase de mujer sea, según su fragancia favorita o su color… o…

_Blanco…_ dije rotundamente. Ella asintió y pensó un poco más,

_Bueno, tal vez los lirios blancos son buenos y tiene aroma delicioso, las gardenias también y esas flores justamente tienen aroma afrodisíaco o sino las orquídeas que son las flores de la femineidad por excelencia_ murmuró,

_¿Puedes mandar a preparar en alguna florería un ramo de… orquídeas y mandarlas a esta dirección y a nombre de esta persona?_ le tendí un papel con la dirección de Bella´s Scort.

_Si señor, lo haré enseguida_ dijo tomando el papel _¿algún mensaje para poner junto a las flores?_ preguntó,

Oh si… humm…

_ “Gracias por la increíble noche junto a ti, no me culpes si deseo que se repita, Edward Cullen”_ ella terminó de escribir en su anotador y asintió _nada más por ahora_ murmuré tomando mi café, ella asintió saliendo rápidamente de mi oficina…

Bueno, orquídeas blancas serán, no quería arriesgarme aún con un ramo suntuoso de gardenias, si eran afrodisíacas tenían que esperar, tendrían su oportunidad. Debía causar buena impresión antes de mandar mi solicitud nuevamente, aunque no creía que hiciera falta, ella me había dado su número de teléfono personal… aunque también lo tenían muchos clientes más.

Me senté en mi asiento y miré la pantalla nuevamente satisfecho conmigo mismo, pronto estaría recibiendo mi ramo de flores y con él, mi tarjeta dejándole claro lo que deseo… una nueva cita con ella.

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Hola amores!... ¿Qué les pareció?, en este fic prepárense para ver a este Edward, caliente, usando lenguaje sucio, obsesionado y lujurioso... lo amo!... me encantó hacer este capi.  Besotes y nos vemos mañana.

Gracias.