Cómo no quererte

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 Cómo no quererte

Partí de allí con rapidez, hui para ser exacta, estaba aterrorizada, en el menor tiempo que creí posible me mostré débil ante él, Nunca antes había revelado tantos detalles de mi vida a nadie, mis amigos o por así decirlo, conocían a La chica rebelde, a esta que no se dejaba por nada ni nadie, a esta chica que nació hace más de 2 años, Edward conoció una parte de lo que solía ser, a aquella chica que aunque estaba dolida por el abandono de su madre, era feliz porque tenía una vida casi perfecta.

Llegue a mi casa y el ánimo se desplomo al piso como era costumbre, era triste pero ya no recordaba cuando fue la última vez que la llegada a mi casa causara un poco de alegría.

Mi relación con papá nunca fue perfecta, pero antes le tenía la confianza para contarle de mis días, de mis amigos, de pelear por no dejarme salir con ellos, de reír de sus estúpidos chistes, de sentirme orgullosa de el por criarme sola, nunca pude preguntarle qué hacer cuando un chico me hizo sentir maripositas en la barriga, jamás le conté acerca de mi primer beso, pero fue simplemente porque todo aquello se le debía contar a una madre, a una  persona ausente que con el paso del tiempo me hizo guardar resentimiento en el corazón, la bomba de tiempo estallo cuando llegue aquel día del instituto y la vi allí sin recordar quién era pero presintiendo que me cambiaria la vida para siempre.

-Isabella-Grito mi padre- Has tardado 3 Horas he llamado a Angela y Jessica y me dicen que no saben nada de ti, Tienes una idea de cómo…

-Para Ya!- Le grite- Como si te importara lo que me pasara, Solo te importa la idiota de mi madre, no me Jodas la vida-

-Señorita, estas castigada por un mes, no salidas, no amigos, solo pensando en el instituto, ¿entendido?-

-Como si importara- dije, antes de que me volviera a gritar corrí a mi habitación 

-Isabella!-Gritó

-Para- dijo Renee -Debemos….- Bla bla bla, no puse atención a lo que siguió no me  interesaba tenía suficiente con escuchar su irritante voz cada día.

Me tire a mi cama y me puse una almohada en la cabeza tratando de que así no pudiera oír sonido alguno, la inconsciencia se apodero de mi y caí en un sueño profundo.

Me encontraba en aquel prado que hace tanto no visitaba, mis ojos estaban llenos de lagrimas, sollozos desesperados salieron de mi pecho y antes de darme cuenta un hombre se hallaba a pocos metros de mí, no podía ver su cara, algo me impedía verla , el se acerco a mi corriendo y sus manos limpiaron mis lagrimas, unos brazos fuertes y grandes me rodearon y mis brazos se enroscaron entorno a aquel sujeto que no lograba reconocer, levante mis ojos para ver su rostro pero solo pude ver unos ojos verdes, hermosos ojos color esperalda, brillantes, dulces y tiernos como el mismo canto de la más hermosa y pura  ave, me miro y sus negras pupilas se agrandaron , vi cada detalle de él en ese instante, me sentí feliz de conocer sus secretos, porque quería conocerlos, quería vivirlos con él, quería crear nuestros propios secretos  quería disfrutar de su risa, quería disfrutar de su olor de su calor, de todo el. Sus labios rojos y carnosos se veían tan suaves que me hacían desear tomarlos, ¿tendrían dueña sus labios?, ¿tendría nombre su amor?, sonreí tontamente sintiéndome feliz con él, escondí mi mirada asustada de su reacción cuando mis labios impactaran con los suyos, decidida me puse de puntitas en mis pies y mi boca busco desesperadamente la suya, cuando nuestros labios se encontraban escuche la voz de mi madre.

-Hija despierta-Dijo ella- Se te hace tarde, Isabella la escuela te espera-

-¿Que?, ¿Como?- dije desconcertada- ¿Que paso?, ¿dormí tanto tiempo?- Mi sueño me llevo a un mundo diferente y feliz al menos por unas horas, ese hombre misterioso me transformo en un solo segundo, por poco tiempo la Isabella fuerte quedo derrotada y la niña alegre y enamorada apareció

-Si hija-dijo ella avergonzada-No te desperté porque parecías cansada, además tenias una sonrisa en el rostro, una hermosa sonrisa- murmuró -Ve dúchate llegaras tarde, tu padre ya se fue, se enojara si llegas tarde de nuevo-

-Que mas da- dije retomando mi papel- Me importa poco lo que pase con la estúpida escuela- los ojos de Renee estuvieron tristes después de estar esperanzados.

-Eh, muy bien, alistare tu ropa y desayuno-

-No es necesario- lo dije exasperada, nunca antes necesite su ayuda para vestirme, ahora menos la necesitaba- Yo misma me puedo vestir, Gracias por la ayuda mama- Nunca le había dicho mama no desde que volvió, sin darme cuenta use el tono normal que una chica usa con su madre, Demonios!

-Hija...- la callé antes de que continuara

-shh .. Se me hace tarde.-

Me levante de su lado y corrí a la ducha, me despoje de mis ropas e ingrese a la tina caliente, el agua caliente relajo mis tensos músculos, mis ojos encontraron otros ojos, una y otra vez ubique esos ojos que me trastornaron ayer y busque su dueño, Nada!, quien en este mundo poseería ojos más perfectos, maldita fantasía, el hombre de esos ojos es un producto de mi mente cansada de estar sola. Salí de la ducha y vi el reloj, rayos estaba más tarde que ayer, corrí como loca en busca de la ropa apropiada para ir a la escuela, apropiada me pregunte, acaso me había importado en todo este tiempo, saque la primera minifalda que encontré en mi armario y me puse una camisa de tirantes con un suéter color blanco, busque unos tennis color negro y me cambie con rapidez, agarré mi mochila y baje corriendo, mi madre me esperaba con el desayuno pero lo que no tenia era tiempo, tome una de las tostadas y salí directo a mi coche, encendí el motor que ronroneo con suavidad, amaba mi auto era la más suertuda al ganármelo en aquella rifa que 5 meses atrás había ganado, nada que decir de mi antiguo coche un chevy antiguo que tenia los años de mi padre, la velocidad de mi auto era gratificante y me hizo llegar rápido al instituto por desgracia no fue lo suficiente rápido para llegar a tiempo justo cuando parqueaba veía a lo lejos la figura de mi padre. Ahora si me suspenderían nada me salvaría de esta.

-Isabella, tarde de nuevo-Dijo mi padre enfatizando la palabra "de nuevo", me miro con ira y con decepción - Excusas excusas inventaras, pero no creeré ni una palabra porque eres una rebelde insensata, y esta fue la última vez, otro reporte y por ello la expulsión-Se pauso y me miro- ¿A qué internado de Italia preferirías ir?

Mierda, cumpliría sus amenazas y me mandaría al otro lado del mundo, claro feliz de deshacerse de mí, de esta estúpida que solo le daba problemas, de esta chica que se convirtió en su perdición en su cruz en su martirio y en el peor error, supongo.

-Haz lo que quieras, serás mas feliz sin mi cierto, Felicidades encontraste la escusa para librarte por fin de mi-

-¿Qué? Y tú que te crees, esto no me hace feliz, ver a mi hija convertida en esto me hace sentir fatal, te amo hija, pero no soporto mas tu actitud, te irás a Italia a un internado – me observo un minuto y dijo- Mírate ya no  eres ni la sombra de lo que fue mi hija, ¿que esa ropa?, yo no compre esa porquería, ¿Que pensaran tus compañeros viéndote enseñando todo?-

-Que soy sexy- dije- Y con estilo- añadí- Un encantador y cautivador estilo- le entregue mi sonrisa picara seductora y eso no hizo más que volverlo frenético

-Señorita…-Dijo mi padre

-Señor Swan- Una voz suave y aterciopelada se escucho tras nosotros, esa voz me había hecho sentir bien ayer y hoy no era la excepción- Lamento haber retenido a Isabella me hallo con mi auto en la carretera, y me ayudo a solucionar mi inconveniente, al parecer es buena con la mecánica.

-Oh, Ningún problema-Contesto él- Muy bien Bella que ayudes a tus maestros-

-Sí, ella ha sido muy gentil y atenta conmigo- además agrego- Debe estar orgulloso es excelente en mi materia, la más  avanzada del curso-

Jamás le había mostrado mis adelantos en español y ya me mostraba ante mi padre como la mejor de todas, ¿Que se proponía?, lo único que tenía claro ahora era que le debía una, me había salvado de el reporte y de mi boleto directo a Italia, Dios!! Gracias por mandarme a este ángel maestro.

-Oh, No sabía que estuviera avanzada, la verdad…-

-Si lo sé, pero no creo lo que los demás dicen- Suspiro- Ella tiene gran potencial, el que no he visto en mucho tiempo

-¿Enserio?-Dijo mi padre- Jamas nadie dijo eso de mi… de Bella

-Su hija es muy inteligente y no dudo que pueda ser la mejor en mi clase- Meditó por un segundo- es más, supongo que si pusiera algo de sí misma sería la mejor en todo-

¿Qué?!!!! A él qué demonios le importaba, ¿Quién era el para meterse en mi vida?, idiota entrometido, nadie nunca se preocupa por mí, que quería él conmigo, que demonios hice para que se fijara en mi, tanta lastima le causaba, tan infeliz, necesitada de afecto e idiota me veía.

-Es muy inteligente – afirmo mi padre- lástima que no sepa usar bien su inteligencia- me miro con rabia observando mi cuerpo, me hizo estremecer, su mirada era el retrato del  desprecio y del asco, acaso tenía aspecto de perra.

Escuche a Edward bufar con rabia, reclamando por la injusta y denigrante comparación

-Ve a clase Bella- Dijo él rabioso

Mi padre lo miro incrédulo, el que debía dar la orden no la había dado, pero sin embargo obedecí, me largue de allí con rabia y con dolor contenido, corrí por los pasillos vacios del instituto y de pronto me halle en la zona verde, me escondería allí por un rato mientras mi repentino ataque descendía grados, me senté con las piernas cruzadas en el mullido pasto verde, pensé por un momento en mi vida, en lo bueno en lo malo, reflexionando acerca de que era lo que había hecho para merecer sentirme tan miserable como me sentía, mis lagrimas brotaban sin consentimiento salían sin detenerse y cada gota salía mas cargada de dolor que la anterior, solloce desesperada tratando de sacar mi dolor y así tal vez disminuirlo un poco pero nada, solo mi tristeza, yo sola en este mundo como siempre, con mis penas saliendo sin cesar y haciéndome sentir cada vez mas peor.

¿Acaso esta tortura no acabaría nunca?

Cerré mis ojos y los  obligue a cegarse a la realidad a no ver, pasaron una dos horas tres horas, no sé muy bien cuanto pero el tiempo pareció no pasar, mi rabia mi dolor y mi soledad no se iban, seguían aquí presentes junto a mi haciéndome compañía como todos los días en mis amargos amaneceres, si el dolor descendiera solo un poco seguro me sentiría bien, necesitaba algo desesperadamente que me arrancara un gramo de tanto peso que cargaba, acaso es mucho pedir un poco de felicidad para mi

Mire mi reloj por primera vez desde que pelee con mi padre. Mierda! 12:45, justo hoy el examen final de trigonometría, corrí directo al baño, me retocaría mi maquillaje, no quería que me vieran como una idiota que se derrumbaba ante todo, Me aplique  un poco de mascara negra en mis ojos y los ensombrecí un poco de negro para resaltarlos, el dolor no se notaria, bueno la única que lo notaria seria yo, como siempre, nadie en este mundo tenía el poder de leer mis ojos, bueno excepto Edward que al parecer aprendía rápido.

-Edward-Dije asustada cuando me choque con él

-Estas bien?-Pregunto preocupado- Y no me refiero exactamente  a esto-

 -SI-Notaria acaso la gran mentira envuelta tras mis estúpidas palabras- Estoy bien y tú?, como termino tu día ayer, malestares, no lo se- mi preocupación de ayer regreso, no deseaba que su cuerpo tuviera secuelas de tan grave hecho, sobretodo porque yo lo provoque, Estúpida!

-Mírame- dijo firmemente como si esto le ayudara a descifrar algo-Enserio crees que puedes engañarme, siempre me he destacado por ser alguien que es capaz de leer mentes-

-Enserio?- dije sonriendo- Entonces que pienso en este momento-

-Que eres lo suficiente lista para engañarme- Rayos, ¿tan obvia era?- y que además estás loca por  ver mi cabeza y aplicarme de nuevo ese liquido que tanto me sirvió ayer- Oh eso lo había olvidado pero no era problema, con gusto ayudaría a este hombre que por alguna razón me hacia sentí bien

No supe que decir, solo sonreí ante él como una tonta, no sabía por qué motivo pero estando con el mis males se evaporaban de aire, parecía que mi vida era la vida que solía llevar antes pero mejor, sin ningún tipo de resentimiento, sin amargura, solo felicidad por doquier, Que ocurría por todos los cielos?

-Pues, venga vamos a mi auto allí te curaré-Sonreí y lo guie al parqueo

-Em.…- masculló - Solo quiero decirte que veo que tu vida tiene… Dificultades, pero que yo aunque no sea de mucha ayuda te apoyare en lo que necesites- Se acerco a mi y nuestros cuerpos quedaron increíblemente cerca, me miro a los ojos con ternura, por vez primera me permití ver a profundidad sus ojos.. Oh!!

Hermosos ojos color esperaldas, brillantes , dulces y tiernos como el mismo canto de la más hermosa y pura  ave!! Ahí!! Ven tu mírame porque solo tu mirada puede hacer que mi corazón herido y roto vuelva a latir, porque mi corazón muerto con tu amor con tu sonrisa con tu voz con todo tú... volverá a la vida.

No pude pronunciar una sola palabra, estaba en shock, mi lengua no quería responder, desea hablar pero simplemente las palabras no salían, yo supe desde el preciso momento en el que desperté que era el aquel hombre al que desee, pero yo, estúpidamente me estaba cegando a la realidad, no quería reconocer que era él, porque alguien como él jamás estaría a mi alcance, porque yo era una idiota que nunca soñaba, y que al conocerlo deseaba hacerlo, quería con todas mis fuerzas  que él me mirara como yo lo miraba, pero era ilógico e improbable solo una adolecente se enamora a primera vista y eso paso conmigo porque desde que lo vi me impactó, no solo su forma de enseñar si no de tratar, y es que ¿como no quererlo si él era perfecto? , ¿como no quererlo si me demostraba a cada segundo que transcurría que podía contar con él?, ¿como no amarle si él era el hombre de mis sueños, ese hombre del cual estaba irrevocablemente enamorada?

Edward

Nos fundimos en una mirada que me hizo perder la conciencia, no era posible que estuviera pasándome esto a mí, dos días de tratar a Isabella y estaba perdido en sus ojos, deseoso de tomar sus labios con los míos, de enseñare a amar, de demostrarle que soy el hombre indicado para ella, No imaginaba como crecerían mis sentimientos hacia ella, si en tan solo dos días se podía decir que estaba atraído por ella,  Desee con todas mis fuerzas no haber recurrido a este empleo, pero me engañaba diciendo aquello, si jamás hubiera llegado a esta escuela jamás la hubiese conocido y la sola idea dolía, No haber conocido jamás sus ojos, no ver su dolor, no descubrir quien de verdad, no ver su angelical rostro era insoportable, debía admitir que la quería aun sin desearlo la quería y la idea me torturaba, No podía verla así porque problemas gigantes acarrearían esta decisión, este sentimiento que me quemaba el pecho y el alma, sus ojos me tenían hipnotizados

Mírame eternamente hasta cegarme, Mírame con Amor, con dulzura, con dulzura e incluso con enojo, pero no dejes nunca de mirarme porque quiero morir perdido en tus ojos.

Mi mano se levanto sin orden previa y mis dedos rozaron sus pómulos, su piel era tan suave que deseaba poder acariciarla hoy y por siempre, mi mano recorrió todo el contorno de su rostro, ella se estremeció por mi contacto pero no se alejo, sus ojos se veían deseosos, Seri posible que ella?, se entrego a mi caricia y cerró los ojos.

-Bella-dije entrecortadamente-Nunca dudes en pedirme lo que sea, siempre te apoyare ¿oíste? siempre.-

Ella asintió y como imanes nos fuimos acercando poco a poco, cerré mis ojos involuntariamente, cuando nuestros labios estaban a punto de encontrarse mí celular vibro en mi bolsillo… Rayos!!!! Pero qué alivio, por idiota casi cometo un gran error.

-Hola-Dije

-Edward- Dijo una voz femenina muy Familiar- 

-¿Alexandra?-Replique sorprendido y Feliz al mismo tiempo-¿Eres tú de verdad?

-Claro que soy yo tontín-Dijo con tono divertido- y Lo probaré, ahora mismo acabo de llegar a Seattle, mañana mismo traen mi auto e iré rumbo a Forks a verte de nuevo.

-Hablas enserio, ¿Estas en Seattle?- 

No lo podía creer eran casi 5 años desde que la vi la ultima vez, aun recordaba mi tristeza al verla partir rumbo a Francia y ahora la escuchaba después de tanto tiempo, la alegría me hacía nada más que sonreír como un tonto, la quería muchísimo y la había extrañado más todavía, ella era como mi hermana, fuimos novios, pero después de finalizada nuestra historia no la vi más que como una hermana.

-Eres un idiota, no te lo estoy diciendo- Empezó a reír y me sentí feliz por su confirmación una de mis hermanas volvería

-¿A qué hora vendrás?- Pregunte ansioso- Así te esperare en mi casa y te preparare tu comida preferida

-Supongo que en la noche rondando las ocho- Meditó - Em… No es que quiera despreciar tal manjar pero deberíamos salir y así me cuentas como esta tu vida después de tanto tiempo, que te parece una discoteca u bar o algo

-Me parece magnifico-Dije- Aunque no podemos tardar mucho debo levantarme temprano para ir a trabajar

-¿Crees que te dejare dormir?, necesito saberlo todo de ti-

-¿Y Tu en serio crees que resistiré despierto toda la noche?- dije juguetonamente

-Bueno eso veremos mañana- Rio- Te extrañe muchísimo Edward no te imaginas cuanto, eres mi mejor amigo lo sabes ¿no?

-Claro que lo sé, También te extrañe muchísimo…-

-Edward- Susurro otra voz – Diablos de la emoción había olvidado la presencia de Bella...- Debo irme llegare tarde a Clase – murmuró- Su mirada era triste y enojada a la vez

-Espera-  repliqué

-Alex- Dije- Me disculparas debo cortar la llamada, en la noche te llamo a este mismo numero ¿vale?

-Completamente de acuerdo cariño

- Y me explicaras quien te dio mi teléfono ¿vale?- susurré

-Sí, Hablamos más tarde te quiero -

-También te quiero- me limite a decir- Adiós- La línea se quedo muda y retire el teléfono de mi oído.

-No tenias porque cortar la llamada- dijo en tono brusco y deprimido al tiempo

-Era de mala educación hablar con ella y contigo al tiempo-

-Si, por eso decidí marcharme, parece que necesitas hablar de mucho con esa persona-

-Hablare con ella luego-Dije- Ahora espero que hallas comprendido que no estás sola yo…-

-Se que no estoy sola, tengo a mis amigos, mi novio Mike, Mi  prima Rose- 

Novio?, sentí ira al imaginarme la con alguien mas, cientas de imágenes rondaron mi mente, aquel chico tocándola de todas las maneras posibles, besándola, pegándola cada vez más a él, la ira lleno mis sentidos y me nublo por completo.

Observe a la chica de los pies a la cabeza, era hermosa, mucho más que eso, era perfecta, su cuerpo tan bien definido, esas piernas tan bien formadas, su plano abdomen, sus pechos, y por último su rostro, ese rostro de ángel que me derretía con una sola mirada, que me hacía perder hasta el último suspiro, y es que era ilógico que esta bellísima mujer estuviera sola era imposible yo era un idiota que no vio lo Obvio que ella estaba enamorada, seguramente de aquel chico que era el jodidamente afortunado de tenerla.

-Oh, es grandioso que tengas tantos que te aman- Dije con un nudo en mi garganta

-Pero tú no te quedas atrás-dijo suspicaz- ¿No es así?, Hay muchos que te aman también, empezando por tu amiga la que te acaba de llamar-Sonreí, me alentó el tono de su voz, pero sentí rabia conmigo mismo no debía sentir aquello

-Si- Pensé en mi hermana un momento- Ella es grandiosa la mejor persona que podría considerar después de mi familia claro esta-

-Me alegra mucho que tengas una “Amiga” como ella- susurro sarcásticamente, miro su reloj y maldijo- Mierda!! Me van a matar, debo irme maestro-

-Ed..- me interrumpió cuando quise decirle nuevamente que me llamara Edward

-Ya sé que me dirás –dijo- Pero es impropio llamarlo por su nombre propio cuando no llevamos ni 72 horas de conocerlo señor. Me marcho, con su permiso- tomó su nada y se inclino haciéndome reverencia- Estúpido movimiento, se marcho corriendo y su hermosa silueta se perdió en los pasillos

Estaba totalmente enloquecido lo único que pasaba por mi mente era ella, con esa minifalda que a más de uno había dejado con la boca abierta por completo, me sentí como un adolecente irritado por los comentarios que escuche referente a su vestimenta y mas enojado cuando conocía  Mike su novio, el chico era un desastre, coqueteaba con todas, a todas les sonería, fumaba y no me permitía impartir clase, varias veces le llame la atención y no presto atención, si el chico continuaba así se vería envuelto en graves problemas. 

Los minutos transcurrieron lentamente, mi mente divagaba en busca de una solución a mis sentimientos desgraciadamente no lograba encontrar una salida, afortunadamente el timbre de salida sonó y corrí directo a mi auto para largarme estaba a punto de estallar consumido por la ira, al voltear a la esquina del parqueo vi a bella a punto de subirse a su auto, el idiota de Mike se apresuro a alcanzarla, parecía enojada por algo que él le decía, la mirada de Newton era sucia, perversa, morbosa y degenerada, estuve a punto de ir a apartarlo de ella, después de todo no se notaba muy cómoda. De pronto sus ojos se posaron en los míos y el panorama se ensombreció aun mas, después de notar mi presencia Bella se lanzo en picada sobre los labios de Mike, sus labios chocaron violentamente, Ese estúpido chiquillo la besaba y eso lo único que conseguía era aumentar la llama de mis celos, sus sucias manos la tocaban y lla se contorneaba ante tal contacto.

Basta!!, corri directo a ella y les grité

-Esto es una institución educativa no un maldito Motel en el que pueden hacer sus porquerías- mis ojos pudieron haberlos taladrados, pero mi mascara calló cuando vi las lagrimas salir por su rostro, Yo era un imbécil ¿como demonios le había hablado así?

-Me largo- susurro iracundo 

-Cariño- dijo esa maldita voz- Hablaremos de esto, me encantaría…-

-Shhh- Dije furioso de nuevo- Sus asuntos personales fuera de la institución

Bella encendió su coche y partió, me sentía terrible, mi ira aumentaba, el chico tenía una cara de idiota se tocaba los labios y saboreaba su propia boca, ya me imaginaba yo como se sentiría su dulce sabor en mis labios, seguramente delicioso haciendo reaccionar mis labios dormidos que hace mucho no amaban recordando como era amar y enseñándole a esta adolecente lo que se siente amar de verdad, enseñándole a descubrir el amor , enseñándole a amar 

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Hola amores! al fin Daniela pudo escribir! Terceras personas entre Ed y Bells... auuuch duele...  Gracias Dani por este capi y gracias a ustedes mis lectoras por leer tan linda historia, las amo, besotes y hasta mañana!