Capitulo 35: Envuelta en tí

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 Envuelta en ti

_Estamos bien, no tienen por qué preocuparse… no tienen que venir, Emmett y Jass se quedarán por unos días y Bella desea quedarse por un tiempo más… teme estar cerca de cualquier población_

Del otro lado de la línea oí un suspiro resignado…

_¿Alice?_ preguntó mi madre en busca de ayuda, de fondo oí a mi hermana que estaba atenta a esa conversación,

_Esme, Edward y Bella estarán bien, lo sé. Bella es precavida… hay que darle crédito por eso, a demás los chicos estarán allí unos días más, mi Jass debe ayudar a Bella también para controlar sus emociones, ¡Edward! ¡Todo irá bien! Dale a Bella lo que ya sabes…_ gritó esto último.

_¿Qué es?_ preguntó Esme en seguida, reí al teléfono, ciertamente no se podía guardar ningún secreto con Alice en la familia, pero no sabía lo que sería sin ella… o si lo sabía… seríamos un clan perdido.

_Nada… es algo de lo que pronto te enterarás, Alice sabrá que hacer supongo_

_¡Por supuesto que sí! Gracias hermanito!! Auuuu ya lo estoy viendo!!_ gritó mi hermana, momentos después la opí cerrar la puerta de su dormitorio supuse _Ay!! Tengo que hacer tantas cosas!!!_

Bueno… algo menos.

_¿Qué es Edward?... ¿Acaso es…

_Nada_ dije rápidamente…

_Bien…_ la línea se silenció un momento _ Los extrañaré… demasiado!, dile a Bella que la amo y que la espero pronto, que tenga fe en ella misma_

_Lo haré, te lo aseguro, eso es lo que cada día le digo, pero aún así ella piensa que su cuerpo fue contaminada con ponzoña asesina y que eso puede actuar o influir para perder el control fácilmente_

_Oh vamos Edward, sabes que eso no es cierto…_

_Lo sé mamá. Pero Bella es… Bella, es obstinada, es terca y lo que yo le diga o le diga Jassper no la convencerá de lo contrario, ella está casi asqueada consigo misma, teme haberme perdido por culpa de James, por culpa de su reacción conmigo al despertar y sus miedos digamos, crecieron…_

_¿Por qué no tratan de alguna manera de traerla aquí, a Forks… tu padre pordría hablar con ella, estoy segura que Bella creerá en todo lo que Carlisle le diga_

_No… ella no se atreve mamá y yo no la voy a obligar a hacer algo que ella no quiera, volveremos cuando ella esté mejor_

_Bien… pero por favor, cuídala hijo… cuida a nuestra Bella_  pidió ella casi en tono implorante,

_No tienes ni qué decírmelo mamá_

Luego de un breve saludo, mi madre cortó con la esperanza firme de volver a vernos pronto, pero yo no lo creía así. Bella tenía miedo… literalmente tenía miedo. Miedo a su sed de sangre, miedo a fracasar, miedo a no saber distinguir entre el frenesí de la sangre humana y la animal, miedo a no ser capaz de resistirse, porque según ella había sido débil en su breve encuentro con James y por ese motivo él dejó su impronta en ella…  y sobre todo temía volver a reaccionar como lo había hecho conmigo al desperar a su nueva vida.

¿Cómo podía ser tan insegura aún de ser una fuerte y hermosa vampiro? No podía creer que ella fuera aún capaz de dudar de ella misma.

Guardé el teléfono en mi chaqueta y salí de la habitación para conseguir el rastro de ellos en el bosque, Emmett y Jassper se habían llevado a Bella para enseñarle los diferentes tipos de sangre animal que se podían encontrar en Inglaterra mientras yo me  había quedado hablando con mi madre.

Bella era deseosa de aprender, ella necesitaba saber que tenía una alternativa y que esa simple opción le facilitaba muchos momentos horribles en lo que sería su larga existencia, evitaría la culpa, el odio a sí misma, el arrepentimiento, el asco… ella debía saber por sobre todas las cosas, que James no corría por sus venas de la manera que ella cría, que no importara de donde o cómo había nacido, que lo que importaba era  el estilo de vida que ella tomara, sus propias decisiones.

En seguida capté su efluvio, nuevo, fresco, con las notas a fresas en él y con el dulzón de los vampiros, ella no había perdido su fragancia, la que siempre me llevaría a ella. Corrí una vez que salí de la casa hasta internarme en el bosque cercano, su olor me llenó los pulmones y respiré por primera vez en mi larga existencia como si realmente lo necesitara.

Pronto oí los pensamientos de mis hermanos, estaba cerca. A través de sus ojos pude ver a mi Bella observar detenidamente una manada de alces que pastaban cerca de un arrollo, ella era como un gato alerta, miraba y oía al mismo tiempo que su cuerpo tomaba posición de caza. A lo lejos un alce levantó la cabeza del agua y sus orejas se movieron como radares, había oído algo… vi el miedo en sus ojos mientras observaba detenidamente a su alrededor, entonces Bella se lanzó a correr y antes de que el gran macho de gran cornamenta alcanzara a emitir sonido para alertar a los demás, Bella había caído sobre él y quebró su cuello. Jassper le enseñó bien, Bella cazó al macho alfa, para preservar a las hembras y asegurar la reproducción de la especie y le quebró el cuello antes de dejarlo agonizar…

_ Ella está preparada para continuar con los osos_ dijo Emmett con orgullo en la voz,

_Ella debe comenzar con las especies pequeñas, alejémosla de los oso por ahora… suficiente tuvimos ya hace unas horas como para llevarla de nuevo a ellos_ dije a un par de kilómetros antes de llegar a ellos,

_Oh vamos Edward, no seas aguafiestas… ¿viste como terminó con el oso que estaba detrás de ti?... ella es increíble, aunque yo lo hubiese dejado que te arrancara la cabeza_ murmuró Emmett lanzando una carcajada.

_Ya lo creo_ repliqué llegando finalmente a su lado.

Me detuve junto a ellos y observé a mi amor, ella dejó el animal en el suelo ya sin una gota de sangre en su cuerpo y volteó hacia nosotros, aún no se había cambiado de vestido y su cabello estaba despeinado por haber estado sumergidos… en el agua durante, bueno, tal vez horas. Difícilmente la dejé ir…

Ella me sonrió mientras limpiaba la comisura de su labio con el dorso de su mano,

_¿Quieres un poco mi amor?_ preguntó a unos pasos de mí _podemos ir en busca de más… La manada no está lejos, perdieron el rumbo ahora que no está sui alfa_

_Lo sé, pero ahora deseo ir a casa, ¿aún estas sedienta?_ le pregunté, ella alzó los hombros y extendió los brazos para pasarlos alrededor de mi cuello y terminar frente a mí con su boca a centímetros de la mía,

_Después de un enorme oso, un gato montes, un zorro y un par de alces… no… no estoy sedienta de sangre_

Oh… ¿de otra cosa tal vez?

_Heee! Bueno… ese fue nuestro pase hacia la salida ¿he Bells?_ preguntó Emmett levantando las palmas frente a u cuerpo y retrocediendo un paso,

Ella les habló sin dejar de mirarme,

_Emmett… hay más osos por ahí ¿verdad?_ murmuró ella.

_ Y Jassper… supongo que le debes una llamada a Alice después de todo_  dije yo…

_Oh… gracias por recordármelo Edward…_ contestó con un ligero sarcasmo en la voz.

_Y yo me retiro para llamar a Rose, creo que no le pasaré el dato de su vestido de seda destruido ¿he Bella?_  

Mi amor alzó sus hombros con una sonrisa en su hermoso rostro de mármol,

_Supongo que Alice ya se lo debe haber dicho…_ murmuró son dejar de mirarme, Emmett cruzó sus brazos sobre su pecho y miró a Bella con el ceño fruncido.

_Oh bueno, entonces tal vez-

_Oh por todos los cielos! ¡¿Pueden irse ya por favor?!_ gritó ella volteando hacia mis hermanos, Emmett calló sus palabras y comenzó a reírse, un segundo después estaba corriendo hacia la casa con Jassper detrás,

_Vamos Bella! Típico comportamiento exasperante de un neófito!_

Y ambos se alejaron corriendo en dirección a la casa, Bella bufó y cerró más sus brazos en mi cuello dirigiendo su concentración en mí nuevamente.

_¿En qué habíamos quedado?_ preguntó…

¡Oh vamos pequeña!... muero por besarte!

Tomé las mejillas con ambas manos y la acerqué sin retenciones a mí. Nuestras bocas chocaron y la pasión de Bella salió a flote, una mezcla de instintos primarios vampiricos con la pasión que siempre la había caracterizado. Nuestras lenguas invadieron la boca del otro y se reconocieron una vez más, caliente de igual manera, frenético, pasional… delicioso, porque Bella era deliciosa… ¿era su talento especial volver loco a un hombre? Eso siempre se le había dado bien en su vida humana, ¿a caso ese sería su don?...

Oh cielos… si eso era iba a tener que luchar contra eso, porque toda en ella me llamaba, me seducía, bailaba frente a mis ojos… ella era hipnótica, su gusto… la manera en que sabía su lengua sobre la mía, su cuerpo amoldándose contra el mío, sus pequeños gemidos brotando del fondo de su garganta, sus manos acariciando mis cabellos d la nuca, dios… ella era inigualable.

No me di cuenta que había estado caminando mientras la besaba hasta que su espalda chocó contra el tronco de un árbol y mi cuerpo se fundió en ella más de lo que ya estaba, ella me cobijó entre sus piernas y pude sentir el calor… calor real, la excitación de su centro.

_Oh bebé… pídeme que me detenga_ imploré sin poder detener mis manos que bajan por su contorno hasta sus muslos, mi cadera se movió involuntariamente contra ella haciéndola gemir en mi boca, _ves lo que me haces_

_No… no te detengas, te deseo tanto_  masculló sobre mi boca.

_No aquí, no así…_ logré decir cerrando mis manos en puños y apartándolas de su piel desnuda, ella continuó besando mi mandíbula, mi cuello… entre jadeos y pequeños gemidos, su lengua recorrió el filo de mi clavícula y sus manos entraron debajo de mi camisa, _Bella… mi amor, por favor_

_Quiero compensarte, por lo que te hice_ jadeó bajando con sus labios por mi pecho _¿cómo pude olvidarte?..._

_No fue tu culpa, fue el trauma… recuerda lo que le sucedió a Alice_  entonces ella me dejó de besar y recostó su frente en mi pecho, su aliento exhalado entre jadeos chocaba contra mi piel,

_Pero a diferencia de ella, tuve alguien a mi lado que me trajo de vuelta_  murmuró casi acongojada,

_¿Qué te sucede amor?_ acaricié el cabello de su nuca  y rodeé su cintura con mi brazo, _estoy aquí, dime…_

_¿Y si no te lograba recordar?... ¿y si todo ese amor que tengo aquí, en mi pecho y que arde tanto ¿no hubiese visto la luz otra vez? Oh cielos… ¿y si pasaba toda mi eternidad así? ¿sin poder recordar cuanto te amo?_ sollozó en mi pecho.

_¿Tu crees que me hubiese quedado con los brazos cruzados?..._ traté de que mi voz sonara juguetona, ella no podía preocuparse por eso, no cuando todo ya había pasado _ yo hubiese pasado esa eternidad tratando de enamorarte otra vez_

Ella levantó la cabeza y su rostro consternado, su mueca de tristeza, me dieron la certeza de que extrañaría sus lagrimas, sus ojos humanos… que tendría que acostumbrarme a todo lo nuevo en ella, lo que nunca imaginé para la mujer que amaba, la inmortalidad.

_¿En serio? ¿Me hubieses seguido amando a pesar de todo? ¿me hubieses enamorado nuevamente?_

_Obvio… con el tiempo, te hubiese traído de vuelta a mí_ le dije abrazándola y cobijando su cabeza en mi pecho, _Te amo tanto, que podría esperar todo un nuevo siglo por ti_  la sentí sonreír en mi pecho,

_Lamento que no hayas sido tú el que me convirtiera_ dijo con tristeza, _ siempre lo lamentaré_

_No mi amor, no lo lamentes… porque yo no sé si hubiera tenido la fuerza y el valor de haberlo hecho_ dije con total verdad. Yo estaba dispuesto con todas las convicciones y mi voluntad, para cuidar su vida hasta el último segundo de ella, sostener su mano y verla cerrar sus ojos por última vez, yo era egoísta… demasiado, pero no podía quitarle lo único que ella conservaba y que yo no había tomado… su humanidad. Pero él me había ganado, él había hecho lo que yo tanto había rehuido y aunque lo lamentara de por vida, por no haber podido protegerla, ahora tenía que tragar mi indignación y saborear una nueva eternidad con ella a mi lado, tratar de hacerla feliz por sobre todas las cosas y ser uno, como el destino así lo quiso.

Me separé de ella y la miré a los ojos, esas pupilas rubí que con el tiempo serían igual es a las mías, si todo salía bien,

_Vamos a casa mi amor… estaremos aquí mucho tiempo, solo, disfrutemos el uno del otro ¿si?_

Ella asintió y tomó mi mano, juntos comenzamos acorrer a través del bosque, nuestras miradas trabándose por momentos, era hora de hacerla realmente feliz. Era hora de hacerla mía para siempre.

POV Bella.

Me miré al espejo por undécima vez… era tan shockeante hacerlo. Podía percibir el sutil cambio en su color, ahora había mechones de color caoba allí, que antes no habría podido distinguir con mis ojos humanos. Mis ojos… oh mis ojos…  debía admitir que extrañaba mi marrón chocolate, que era lo que tanto le gustaba a Edward.  Tendría que soportar este rojo escarlata por un tiempo hasta que se tornaran del hermoso dorado que Edward tenía, mi piel… era tan diferente ahora, sonreí… oh cielos, reí! Mi piel parecía la piel del David de Miguel Ángel que habíamos visto en Florencia, tan parecida a la de Edward ahora, tan… hermosa.

Levanté un dedo temerosa, como si fuera la primera vez desde que desperté, que iba a tocarme, de hecho creo que era la primera vez. Toqué mi clavícula desnuda, el camisón de Rosalie estaba hecho girones por lo que me permitía ver casi mi desnudez entera, recorrí con mi dedo hasta el monte de mis senos asomando en el escote… parecían más grandes, más firmes y llenos.

_¿Qué miras?_ oí la voz de mi Edward detrás de mí, el sonido del agua cayendo en la bañera aún provenía del baño, por lo que supuse que él había dejado corriendo la canilla para venir a verme, él se había ofrecido prepararme un baño.  

Su cabeza asomó detrás de mi hombro y ambos ahora estábamos reflejados en el espejo de cuerpo entero,

_Me siento… extraña_ admití. Pasaría tiempo para poder acostumbrarme a mi cuerpo nuevo. _Tengo cosas que antes no tenía y los que antes eran mis defectos, ahora son mis atributos_

Edward frunció el ceño detrás de mí y uno de sus brazos serpenteó por mi cintura hasta posar su mano en mi vientre, empujó mi cadera hasta chocar contra él, mi espalda recta contra su pecho y su mentón descansando sobre mi hombro.

_Eres hermosa, tanto o más que cuando eras humana_ dijo sin dejar de recorrer con sus ojos, todo mi cuerpo… me sentí expuesta y al mismo tiempo excitada. _tus formas de mujer maduraron de la noche a la mañana, obtuviste los atributos de una vampira madura, son tus armas ahora bebé_

_Oh_ exclamé sorprendida ¿eso era? ¿Había conseguido aquello que volvería loca a mi presa? ¿eso que los atraería?

_Exacto_ susurró en mi oído _la primera vez que te vi luego de tu despertar, vi mi suerte_

_¿Qué?_  murmuré sin comprender. Él levanto la mano que reposaba en mi estómago y las yemas de sus dedos acariciaron el hueco entre mis clavículas,

_Esto… es_ suspiró _tan erótico_ su dedo comenzó a bajar hasta alcanzar el nacimiento de uno de mis pechos, _son más grandes, más… maduras_ bajó lentamente sus dedos hasta rozar mi pezón que reaccionó al instante endureciéndose  y resaltando bajo la tela de mi camisón, mi respiración se cortó. Entonces él apartó sus manos y se separó de mí, cuando pensé que iba a caminar lejos, él tomó las tiras de mi camisón y los arrastró fuera de mis hombros, el tafetán cayó suavemente a mis pies y mi desnudez quedó al descubierto.

Muchas veces me había preguntado cómo sería, tener un cuerpo maduro, un cuerpo de mujer, con pechos firmes y hermosos, con una cintura fina y delicada, una cadera en concordancia con la parte superior de mi cuerpo, unas piernas largas y femeninas… pues frente al espejo descubrí que yo tenía todo eso y más. Edward miraba detrás de mi hombro y lo vi relamer su labio inferior antes de dar un paso hacia atrás.

Sus manos desabotonaron su camisa lentamente, como si estuviera haciendo un gran esfuerzo para hacerlo a esa velocidad, cuando dejó caer la camisa al suelo desabrochó sus pantalones y los dejó caer también,

_Eres hermosa_ susurró casi tan bajo que si no hubiese tenido mi nueva capacidad auditiva, no lo habría escuchado. _si tienes algún poder, es ese… enloquecer a cualquiera que te vea._

Oh cielos…

Tragué saliva cuando se despojó de sus bóxers y vi al Edward vampiro, tan potente y a la vez tan humano, vi el deseo en sus ojos, pero también la calma. Él vino hacia mí y tomó mi mano, caminó y lo seguí hacia el baño.

La bañera estaba llena ya, la espuma hasta arriba. La fragancia a fresa flotaba en el ambiente y de repente supe que estábamos solos, no se oían movimientos en la casa,

_ Humm… ¿Emmett y Jassper?_ pregunté tratando de aguzar el oído, él se metió en la bañera y se sentó recostándose en el mármol detrás de él, estiró una mano y esperó que yo la tomara, sus ojos brillaban en ese dorado topacio… parecían arder,

_Nos dejaron solos, fueron a la ciudad… adoran Londres_ dijo restándole importancia. Asentí y di un paso hasta tomar su mano, él me guió hasta entrar a la bañera, el agua caliente era insuficiente para calentar mi frío cuerpo, pero se sentía bien… seguramente el agua estaba en su punto más alto de temperatura, pero lo sentí como agua tibia.

Me senté entre sus piernas y recosté mi espalda en su pecho, sus manos envolvieron mi cintura y me jalaron más hacia él, sentí su respiración agitada en mi cuello,

_¿Estás bien?_ murmuró sobre mi piel antes de besar y degustar con su lengua,

_Aja…_ exclamé cerrando los ojos y dejando caer mi cabeza en su hombro. Sentí el movimiento detrás de mí y unos segundos después algo suave subiendo por mi piel, abrí los ojos y él arrastraba la espuma sobre mi piel con una esponja… Edward me estaba dando un baño.

_Mhhmm… se siente bien_ murmuré cuando la esponja recorrió mi vientre y un segundo después comenzaba a subir a mis pechos. Su mano libre acarició uno de mis pezones que con el agua caliente habían reaccionado, a demás de haberlo hecho con los besos de Edward.

Mientras acariciaba mi pecho con una de sus manos, la esponja comenzó a descender hacia el sur, vinieron a mi mente recuerdos nublados y turbios, de algún baño que él me había dado en Florencia, las sensaciones que había sentido en ese momento, no eran nada con las que sentía mientras Edward me acariciaba. Todo se había magnificado, parecía ser más sensible que antes y mi piel era un millar de receptores sintiendo todo a la vez, era increíble.

Él continuó repartiendo dulces y húmedos besos en la piel de mi cuello hasta que sentí la esponja entre mis piernas, mi cuerpo en seguida reaccionó, mis músculos se tensaron y un gemido escapó de mi garganta ¿por qué era tan intenso ahora?...

_Oh cielos_ murmuré tratando de calmar mi lívido,

_¿Te gusta?_ preguntó él haciendo lo mismo pero ahora sin las esponja, sentí su dedo abrirse paso entre mis pliegues hasta hundirse en mi interior, _Te gusta así ¿he?_

_Mhhm_

Era incapaz de formar palabras, abrí más mis piernas y él me comenzó a acariciar lánguidamente entrando y saliendo con su dedo, su pulgar acariciaba mi clítoris que sobresalía de entre mis pliegues, mi cuerpo parecía muy perceptivo…

Oh cielos, esto iba a ser el paraíso después de todo…

_Edward, ah…_ gemí apretando mis dientes, él continuó con su trabajo, entraba y salía, pellizcaba mi clítoris por momentos y besaba mi cuello,

_Siente mi amor_ susurró antes de morder ligeramente el lóbulo de mi oído, _siente todo bebé, te prometo que lo haremos como tú quieras, pero ahora siente_ asentí tragando en seco y no pude evitar agitar mi cadera contra su dedo, él me retuvo con su mano en mi cintura,

_Edward por favor_ gemí azotando mi cadera nuevamente, él me presionó contra su cuerpo y sentí su dureza en mi espalda, él gimió…

_Bella, no te muevas_

_Te quiero dentro mío_ murmuré casi desesperada. Entonces tuve un golpe de astucia, tomé el borde de la bañera con mis manos y alcé mi cuerpo, me dejé caer sobre él despacio y su erección entró en mí, él no trató de detenerme.

_Ahh mi amor…_ gemí, él gruñó escondiendo su rostro en mi cuello.

Nunca lo había sentido tan intensamente, mis paredes lo envolvían de tal manera que si me movía estaba segura que podía venirme y también él. Respiré jadeante unas cuantas veces para tratar de aplacar la sensación y él tomó mi cintura con ambas manos, su cuerpo se inclinó aún más hacia atrás y quedamos recostado uno sobre otro. Me comencé a mover lentamente tratando de concentrarme en el placer, el inmenso placer que sentía al sentirlo en mi interior, su aliento en mi cuello y sus manos ayudándome a cabalgarlo a un ritmo lento y suave.

_Te siento… tan bien_ logré decir, él gimió de acuerdo y presionó más mi cuerpo contra el suyo, gruñendo con cada envestida, me sostuve de la orilla de la bañera y así me ayudé con el movimiento de vai ven sobre su dureza. Flexioné mis piernas hasta que las plantas de mis pies tocaban el suelo de la bañera y casi quedé en cuclillas sobre él,  

_Oh Bella… mi amor, muévete así preciosa_  dijo entre jadeos, sus manos fuertes me sostenían pero un se soltó para rodear mi cadera hasta que sus dedos pellizcaron mi clítoris, la sensación fue abrumadora. Pronto resonaban nuestros gemidos en las paredes del cuarto de baño,

_Edward! Oh… no doy más_ casi grité. Mis manos se soltaron de la orilla y cayeron en sus muslos haciéndome cambiar de posición, mis rodillas tocaron el mármol a cada lado de sus piernas y mis pies tocaron su cadera, él tomó la mía con ambas manos y continuamos con nuestros movimientos… se sentía tan bien. Lo sentía a la perfección y nos acoplábamos tan bien, eramos perfectos el uno para el otro.

Cerré los ojos y me dejé llevar por el sin fin de sensaciones que él me daba. Llevé un mano a sus testículos y los amasé suavemente y lo oí gruñir detrás de mí, ¿eso se sentía bien?... oh si,

_Edward, amor… voy a terminar_ gemí aún acariciándolo, él aceleró las envestidas al tiempo que elevaba sus caderas.

_Hazlo!... hazlo ahora por favor_ dijo desesperado. Entonces, con mis sentidos a flor de piel, lo sentí agrandarse en mi interior y mis paredes comenzaron  a apretarlo. Perdí la noción del tiempo y el espacio, solo sabía que era lo más abrumador que había sentido.

Solo sentí mis gritos en todo el cuarto mientras atravesaba el orgasmo de mi vida, el primero de mi existencia… el mejor. Y su calor me inundó, a chorros cálidos y fuertes que me llenaron hasta saciarme. Me estremecí y palpité… todo al mismo tiempo, mi vientre convulsionó ordeñándolo y apretándome a su alrededor y finalmente me dejé caer sobre su pecho… satisfecha, hambrienta por más, feliz, relajada.

Sentí a que podía dormir, mis músculos totalmente relajados descansaban lánguidos como si un camión me hubiese arrollado y reí… reí de felicidad. Él me abrazó a su cuerpo y besó mi sien, sus piernas envolvieron las mías y escondí mi rostro en el hueco de su cuello,

_Te amo_ le dije. Y en ese momento sentí la necesidad de poder inventar una palabra aún más fuerte, que abarcara lo que realmente yo sentía… porque sabía allí mismo que si él no me hubiese convertido, hubiera buscado la manera de que alguien lo hiciera, tal vez Alice… o tal vez Jassper y por primera vez luego de mi conversión, le agradecía a James silenciosamente. Porque gracias a su aberración, ahora podía estar envuelta en los brazos del hombre que amaba. 

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Bien! ahora si, estamos a un capi del final y luego el epílogo, añadiré otro capi para que el fian no se tan abrupto. Espero que lo hayan disfrutado, las amooo...