Acechada
POV Bella
Martes por la mañana, maravilloso día; extrañamente hoy me sentía feliz y con suficiente energías como para patearme toda la ciudad a pie, el sábado no había sido mi mejor día para nada pero el domingo tocaba descanso y lo había aprovechado al cien por cien; cama, sofá, rayos de sol, diversión y comida para cargar pilas. Después de ese fabuloso domingo el lunes había comenzado la semana con buen pie, estaba de mejor humor y me encargaba de toda la casa yo sola con suficiente facilidad, ni yo misma me lo creía, exactamente lo que le había faltado a mi cuerpo cansado eran horas de relajación, y no me extrañaba pues me había sentido tan estresada que casi podía ver como se me caía mis ondulado cabellos color chocolate.
Pero es que ayer por la tarde me habían traído un ramo de orquídeas blancas y había sido toda una sorpresa así que al ver la nota que la acompañaba casi caigo de espalda, aquel tipo guapo llamado Edward Cullen, me había mandado un ramo de flores…a mí, una chica de compañía, ¿Cuál era su intención?, no lo sabía, quizás que la próxima vez que viniese a mi lo volviera a escoger como el chico que tendría la suerte de pasar conmigo una maravillosa velada, pero quien sabía si era eso o tenía otras intenciones. No podía saber y mi intención tampoco era intentar contactar con él para averiguarlo, eso sería como buscarlo y yo nunca de los jamases hacia eso.
Hoy Rose me despertó con un mañanero “Levántese señorita, tenemos cosas que hacer”, y por eso aquí estaba ahora tomando un desayuno que nada tenía que ver con equilibrado, un plato lleno de tortitas con caramelo y un vaso de zumo de naranja para acompañar, a mi lado sentado junto a mí, estaba el pequeño Nate tomando su desayuno sin rechistar, era bastante normal pues era su desayuno favorito; su madre seguía mirándose frente al pequeño espejo de la entrada asegurándose de que su pelo rubio estaba tal y como ella quería.
-Rosalie, si no te das prisa no podrás desayunar-le dije al terminar de beber mi zumo.
-No pasa nada, tomare una manzana para comer en el camino- contestó poniéndose un gloss rosa en esos labios carnosos que ella poseía.
-Bien…-me levante de mi silla y deje a Nate desayunando en la cocina pues Leah acababa de entrar llamada por el olor a caramelo caliente.
-Voy a coger mi bolso, ahora regreso-le murmure a Nate besando su mejilla, el asintió y sin apartar la vista de su plato siguió comiendo como un cachorrito hambriento, no podría haber salido a Rose de comilón, ella cuidaba su figura, sin embargo… quizás… no importa.
Subí las escaleras con algo de rapidez pues tampoco quería que después Rose me dijera que era ella la que al final me había esperado, y entre en mi habitación rápidamente mirando como Fred estaba haciendo mi cama con asombrosa agilidad; cogí mi bolso negro y me asegure de que lo tenía todo antes de cómo era manía en mi, mirarme al espejo.
Llevaba puesto unos pantalones negros pegados a mis piernas, haciendo que parecieran más largas y esbeltas de lo que eran, unos tacones negros altos y una blusa blanca larga hasta mi trasero y abrochada hasta mi escote, no parecía nada del otro mundo y tampoco es que lo fuera pero me quedaba bastante bien y para un día de compras era un buen conjunto.
Me di la vuelta y salí de la habitación dejando a Fred con las tareas de casa, aun no había bajado las escaleras cuando me di cuenta de que Nate ya estaba sentado en el primer escalón con los brazos cruzados, Rose debía de estar en la cocina pues no se la veía por allí, baje todas las escaleras y tome al pequeño de la mano levantándolo de su asiento para ir hacia la puerta; así le daría más prisa a Rosalie en hacer lo que estuviera haciendo.
-Rosalie voy a por el coche, como no estés en cinco minutos dentro de él me voy sin ti-grite a todo pulmón abriendo la puerta de casa.
En seguida unos pasos apresurados comenzaron a oírse desde la otra habitación y para cuando Nate y yo salíamos al porche, mi amiga aparecía por la puerta sonriendo de oreja a oreja.
-Muy bien, ya estoy aquí Gruñona, estaba trabajando ¿sabes?-dijo cerrando la puerta mientras gritaba un “Adiós” a quien quiera que lo escuchase de toda la mansión.
-¿Ah, sí? ¿Quién llamó?-pregunte tomando las llaves de la puerta del garaje con una sola mano, mientras que con la otra le seguía sosteniendo la manita a el pequeño que no quería soltármela.
-Un hombre de negocios llamado Royce King, quería que tuviésemos un cita…-murmuro poniéndose a mi lado.
-Cuidado con los hombres de negocios, siempre son los peores- le contesté, abriendo la puerta del garaje que ahora estaba en frente de mí, espere a que esta se abriera por completo antes de acercarme a mi precioso coche y abrirlo con otro pequeño “pip” pues no pensaba ir en el coche de mi amiga ni por asomo, tendría que molestarme en tomar las sillita de Nate del suelo del garaje y colocarla debidamente en el coche pero era solo un precio a pagar por disfrutar de la comodidad de mi bebé.
Después de distraerme dos minutos en los cinturones con la silla para menores de 9 años, senté a Nate y lo amarré antes de ponerme en el volante y conducir hasta el centro comercial.
-¿Ya terminaste?-se mofó de mí, mi amiga en el asiento del copiloto.
-Eso deberías de haberlo hecho tú-le eché en cara, ella se rió y asintió poniendo con un movimiento de manos la radio, en la que comenzó a sonar una canción de Rock.
-No, mami, yo quiero mis canciones-grito una voz desde el asiento trasero
-Lo siento mi vida pero aquí la tiíta no tiene las canciones de tus dibus-contesto mi amiga mientras me señalaba; puse el coche en marcha y salí a la carretera rápidamente, no quería escuchar como seguiría esto, así que cambie a otra cadena en la que se escuchaba canciones de piano y demás.
-Esa si me gusta…mami me la ponía antes-grito Nate al escuchar Claro de luna, al segundo se relajo y la música nos rodeo, tan solo nuestras respiraciones que se acompasaban a la melodía se oía por encima del piano.
Seguí conduciendo por todo el centro de la ciudad, llamando la atención de todos con mi flamante auto a una velocidad que no era la aprobada por las leyes de seguridad vial; pase por numerosas tiendas pero ninguna la que yo quería, para eso debía ir al centro comercial así que tome el desvió y seguí todo recto hasta tener a mi vista el gran cartel del techo con el nombre del gran establecimiento.
-Ok, ya estamos llegando-dije, seguí un poco más hacia delante hasta que me encontré con la entrada del garaje del centro, era subterráneo y debías tomar un ticket para poder entrar, así que después de cogerlo y guardarlo en mi bolso para que no se me perdiera, aparque lo más cerca posible de la entrada y apague el motor del coche.
Rosalie ya salía de su asiento para cuando yo me di cuenta de que no había ningún sonido a mis espaldas, mire un segundo para darme cuenta de que Nate se había quedado dormido en su asiento con la cabeza algo ladeada. Su boca se abría un poco haciendo que un pequeño hilito de saliva saliera por la comisura de uno de sus labios, aun seguía siendo nuestro bebé.
Baje de mi asiento para abrí la puerta trasera y quitarle los cinturones a Nate intentando no despertarle, no me importaba nada llevarlo acostado sobre mi hombro un rato mientras seguía descansando, su cuerpo descansado cayó sobre el mío con todo su peso mientras que su cabeza quedaba ahora apoyada en mi hombro con un suspiro, supongo que por acto reflejo movió sus brazos alrededor de mi cuello sin apenas fuerzas para poder descansar mejor sobre mi; apenas me podía mover así como iba pero me las ingenie para cerrar el coche y seguir a Rosalie.
-¿Quieres que lleve yo a Nate?, para eso es mi hijo- preguntó la rubia alzando sus brazos con la intención de que le entregara a su hijo.
-No hace falta, yo lo llevo, mas tarde si sigue dormido y me duelen los brazos te lo daré-conteste sonriente, de verdad que eso haría pues yo no era muy devota a hacer pesas y no tenía ni demasiada fuerza ni demasiado aguante.
-Ok…-contestó, salimos de los estacionamientos entrando en el centro comercial, mirando directamente a la tienda que pretendíamos asaltar para comprar la mejor lencería.
-¿Qué te compraras?-le pregunté alzando una ceja.
-Pues, creo que algún tanga que me rompió…-se quedo pensativa mientras reía como una maniática sexual y después hizo un movimiento de manos como quitándole importancia al asunto- y algún pijama, no muy sexy pero tampoco de abuela- añadió andando hacia aquella tienda, el escaparate era todo una muestra de lo que encontrarías en el interior mismo, lleno de tangas, braguitas, ligeros, pijamas de noche clásicos y no tanto, y mucha lencería más.
La verdad que parecía un poco raro entrar en una tienda de lencería con un niño pequeño babeando apenas tu blusa dormido encima de ti, pero poco me importaba pues ni yo era normal ni mi situación era normal así que nunca pretendía parecer lo que no era, de hecho amaba ser diferente, distinta y resaltar entre la gente, de cualquier manera posible.
Entré en la tienda unos pasos más atrás de mi amiga que fue directa al conjunto más picante que tenían allí, posiblemente también el más bello de todos pero yo ahora no quería eso, quizás algo más suave; hermoso, sexual y encantador. Mis ideas iban más allá de encantar a un tipo o hacerle pagar por satisfacer sus necesidades biológicas, mi ideas iba casi rozando el chantaje pues mi cuerpo era el arma más potente para ello; un conjunto que les dejara sin aliento, los pusiera a mil pero que no les enseñaran mucho más de lo debido para dejarlos con las ganas, ¿quizás se le llamaba hacerlos sufrir? O se le llamaba así o chantaje emocional, uno de los dos.
Ok, mi conjunto ideal estaba frente a mí luciendo la mejor de las tonalidades azules que hubiese visto jamás, en primer lugar estaba la parte de abajo, no llegaba a tanga pero tampoco era braguita, ya me lo había comprado antes pero este con ese azul algo tranparente era muy bello, sin embargo la parte de arriba evidentemente del mismo color, no era del todo sujetador si no que tenia bajo la parte de los pechos un lazo metido entre la tela que se alargaba hasta formar una pequeña capa alrededor de todo el cuerpo. Toda una belleza, no tuve ni que probármelo, solo tome mi talla y fui hasta Rosalie para enseñarle felizmente que había encontrado precisamente lo que quería.
Ella sonrió mirando de nuevo su conjunto rojo pasión, según las muecas que hacía con su cara parecía satisfecha con mi lencería pero no del todo con la suya, así que siguió en su busca incansable por encontrar lo mejor de la tienda…no sabía si coger nada más, por ahora no encontraba nada demasiado bueno para mí, los pijamas sexys como los llamaba yo no tenían nada que se pudiera envidiar y con ese estilo yo no me sentía cómoda, o era sexy o era cómodo pero ninguna de las dos cosas no podía ser.
Mi amiga dejo de mirar la lencería después de un rato y con su conjunto rojo, mi conjunto azul y un par de cosas más fuimos a la caja para pagar, no sé porque pero en algún segundo de ese momento comencé a sentirme vigilada, no quería darle ninguna importancia pero era inevitable sentirme extraña por ello.
Después de pagar salimos a fuera del establecimiento con la intención de ir a la próxima tienda de lencería a seguir con las compras pero el pequeño que tenia sobre mí y que ahora si había comenzado a pesarme, se estaba desperezando vagamente, su respiración era menos acompasadas y hacia esos pequeños ruiditos de los niños al despertarse; tras pensar que se volvería a acostar sobre mi hombro le escuche bostezar y por fin se puso recto sobre mis brazos, sus ojos risueños miraron mi cara seguramente preguntándose quién era el que le llevaba a cuestas mientras dormía.
-Tengo hambre-murmuro rascándose un ojo con su pequeña manita, bien había pensado mal, el no quería saber quien le llevaba si no quien le podría dar de comer algo.
Rosalie rio suavemente y me ayudo a bajar a Nate al suelo para sacar de su bolso un pañuelo con la intención de quitarle de su carita algunas babas que quedaban por el sueñecito que había echado.
-Ahora vamos a una tienda pero después vamos a comer algo ¿vale?, pórtate bien y te compraremos algo-le contesto a su hijo con un aire maternal.
-Si mami pero esta vez no quiero de premio ningún estuche con colores… quiero de esos folios grandotes, esos que tía Leah llamo A…A3?-hizo una mueca parecida a la de su madre cuando no estaba muy convencida de algo.
-Si cariño lo que quieras-dije yo riendo, tomando una de sus mejilla entre mis dedos.
Aun con ellos y riendo esa sensación de ser vigilada no salía de mi cuerpo, era asfixiante pues además de eso no sabía de dónde me venía esa sensación, ¿me estaría volviendo loca después de todo?, no sabía pero no podía seguir pensando en eso u obsesionarme ahora mismo en cosas que de verdad no tenían importancia pues podía ser al fin y al cabo fruto de mi propia imaginación.
-Mmm… ¿me puedes alzar otra vez?-pregunto de pronto Nate agitando las manos.
-No cariño, me duele los brazos…-le conteste, era pura verdad, como se me ocurriese volver a cargarlo acabaría con agujetas de el sobreesfuerzo.
-¿Quieres que te cargue mama?-le pregunto Rosalie con una media sonrisa.
-No, mejor me das la mano, no quiero que se cansen-respondió con como un sabelotodo el pequeño, sonreí por ello y seguimos caminando por el pasillo que comenzaba a llenarse de gente en sus compras habituales, nosotras íbamos derechas hacia “Woman’s secret”, la famosa tienda de lencería femenina que arrasaba allá por donde fuese; mi siguiente intención era comprar lencería cómoda, nada de vieja como decía Rose pero tampoco de citas, ni trabajos.
En el camino que nos llevaría hacia la tienda pasamos por una floristería, y en la entrada se amontonaban grandes y ostentosos ramos de flores que dejaban un fragancia dulzona en el ambiente, las que llamaron mi atención fueron las orquídeas blancas…que solamente con eso me hicieron recordar a alguien, un muchacho de mi edad con el cual había pasado una única noche, una noche de trabajo que ciertamente había sido divertida y peculiar a su manera.
-Vamos Bella, no te entretengas-grito Rosalie a unos metros alejada de mi, sin darme ni siquiera cuenta había soltado la mano de Nate y me había parado en mitad del pasillo.
Así que corrí hacia ella dejando de lado esos pensamientos, no me gustaba recordar citas pasadas, era como si me deprimiera saber que a lo largo de mi vida conocería a millones de hombres y no me quedaría con ninguno cuando acabase todo, era difícil asimilar eso…ninguno de los que conocieran me querrían para otra cosa que no fuera mi empleo y ninguno me querría como a mí me gustaría ser querida.
Esa era un tipo de Bella que no me gustaba dejar aflorar, era dulce y romántica, y supongo que en ese aspecto muy emocional, nada que no pudiera controlar en mi trabajo…
Ahora se me habían quitado las ganas de comprar nada, quería sentarme en algún lado y comer algo tal y como quería Nate en estos momentos, pero ya que estábamos entrando por la puerta de la tienda creo que no había marcha atrás, tome varias cosas sin apenas mirar y no espere mas para comprarlas, mi amiga aun seguía enfrascadas en sus cosas con su hijo de la mano pero yo no prestaba atención a eso, iba a salir de allí y sentarme en un banco tan pronto como pagaras las cosas.
Fui a la caja y entregue mi tarjeta de crédito para pagar la ropa, después tome la bolsa y respire profundamente en cuanto salí de allí, frente a mí a unos pasos un banco blanco estaba vacío allí pensaba sentarme, tenía la cabeza gacha por mi falta de interés en todo pero la alcé para ver si me chocaría con alguien en el camino, y así fue como lo vi, como si fuera casi una aparición.
Estaba casi medio escondido entre una planta, pero era él y lo sabía, llevaba puesto un traje y su cara seguía siendo como la recordaba, sus mejillas se había tornado algo coloradas, casi como si le hubiera descubierto haciendo algo malo; sus ojos verdes estaban fijos en mi y parecía una estatua pues no se movía en absoluto; ¿Edward Cullen era esa sensación de vigilancia que me había seguido por todo el camino.?
Me acerque a él cuando lo vi dudar entre sí irse o venir hacia mí y saludarme, pero yo sí que iría para darle las gracias por las flores con dedicatoria incluida, sus ojos verdes me observaron atentamente hasta llegar a él.
-Hola, Edward…encantada de volver a verte; muchas gracias por las flores-le dije sonriendo.
-De…de nada- podía decir que casi parecía embobado por mi vista pero no quería ser cruel.
-¿Cómo sigues?-le pregunte amablemente.
-Bien, venía a tomar mi comida por la hora de descanso en la oficina… ¿ y tú?-había vuelto a la realidad para tomar una postura de hombre fuerte y seguro, con una sonrisa seductora y encantadora que seguramente le serviría con casi todas las chicas pero no conmigo pues esas eran mis artimañas.
-Todo bien, haciendo compras como ves-alce un poco la mano con la bolsa.
-Sí, seguro_ dijo arrugando el entrecejo levemente, luego carraspeó y suavizó la mirada _Bella...en unos días te llamaré, ¿podría ser?... creo que te necesitaré- su pregunta fue sinceramente rara, el sabia que me podía llamar pero si yo le contestaba era otra cosa.
-Podría ser…-fue lo único que le conteste, no podía arriesgarme a más, pues ¿y si me buscaba un sábado y el no era el mejor candidato? No podía elegirlo, tenía que hacer lo mejor por mi familia.
El asintió sin saber que decir, era un momento incomodo que fue interrumpido por la suave música de mi móvil que estaba sonando en alguna parte de mi bolso, lo bajé e introduje la mano en el buscando a tientas el aparato, lo tome rápido y al ver el numero me puse nerviosa de inmediato.
-Lo siento debo contestar-le murmure a Edward, abriendo el móvil.
-Dígame-suspire intentando tranquilizarme y escuche atentamente.
-Hola Bella, te llame para recordarte la cita del lunes-la voz femenina de la doctora ya me era familiar.
-Si…iré con Jasper a las 11 de la mañana, no se preocupe, estaremos allí puntuales-dije mordiéndome un labio.
-Bien, eso era todo…que pase una buena semana, adiós- su voz seguía siendo estable, ¿eran o no eran malas noticias?
-Gracias y adiós-conteste apartando el auricular de mi oreja para finalizar la llamada; Edward seguía frente a mi mirándome en silencio, yo sabía muy bien que acababa de enterarse de todo lo que yo había dicho, menos mal que no había dicho nada importante.
-¿Todo bien?-pregunto suspirando.
-Sí, claro, cosas personales-conteste rodeando los ojos.
-Cosas del trabajo-dijo él como si rectificase mi propia frase.
Me disponía a corregirle pero me pare pues yo no debía de darle ningunas explicaciones a nadie y menos a él. Entonces escuche la voz de mi pequeño llamándome tras de mí, con su típico tono gritando “voy” sin parar, me di la vueltas para esperarle y me agaché para abrazarlo en su llegada; se abalanzó contra mí y espero a que le alzase.
-Mami te estaba llamando-murmuro en mi oído con un susurro.
-Pues ahora iré- le contesté, me di la vuelta hacia Edward quien nos miraba totalmente sorprendido y me puse recta para despedirme de él hasta la próxima porque sabía que habría una próxima con total seguridad.
-Me ha encantado verte Edward, pero tengo que volver…-no sé porque pero me acerque a él para despedirlo con dos besos como harían dos adultos normales.
Mi mejilla choco con la suya para darle un beso mudo y después lo mismo con la otra, para rozar con un pequeña atisbo de su barba, Nate se alejaba de eso en mis brazos y cuando nos separamos el fue corriendo a acariciar su mejilla con la mía con posesividad mirando e Edward con odio, así se le veía tan cómico.
-Ella es mía-soltó de repente haciéndome reír.
-Si, claro pequeño-me miro y sonrió- bonito hijo- murmuró antes de darse la vuelta y salir casi corriendo de mi lado.
Creo que debería de haberle gritado que no era mi hijo pero no veía el porqué, así que decidí que mejor sería volver junto a mi amiga, la que aun seguía en la tienda buscando lencería ¿Por qué tardaba tanto?, al llegar a la puerta de la tienda supe el porqué, con un montón de lencería en la mano iba de un lugar a otro, así que cuando llegue se acercó a mí con rapidez y pregunto.
-¿Cuál es mejor?-esta chica hacia de un grano de arena todo un monte.
-Exagerada…obviamente el blanco-le conteste cogiendo uno de los primeros, no tenía ganas de tomarme cosas como esta en serio, hoy no era el día más indicado para ello. De verdad que no.
-Anda y vamos mejor a tomar un helado-le dije tomándola de la mano para sacarla a rastras si hacía falta de la tienda.
-Siiii!!!, yo lo quiero de chocolate-grito Nate agarrado a mi cuello.
-Lo que tú quieras, yo tomare uno bien grande de fresa, porque me lo merezco-grite junto a él saliendo del que ahora me parecía el infierno.
_______________________-
Ok, Gracias Kassi por este capi!!! Lo amé, lo sabes.... nos vemos mañana niñas, besotes y dejen sus comentarios por fa! Ah! fíjense debajo de la portada de la barra del costado, está lo que Bella usa en este capi.
15 comentarios:
ayyyyyyyyyyy pobre edward que mala bella le hubiera dicho que no era su hijooo! =( me encanto esperare al prox cap
soy la primeraaaa siiiiiii!!!! bueno el capi estubo buenisimo pobre edward obsesivo acosador pero q va el siempre es asi ahora piensa q nate es el hijo de bella y na q ver y despues jasper? me quede intrigada con ese temaaa hay esta muy bueno segui asiii por fiss!!!
hola lu y kassi muy buen capi solo estoy un poko intrigada kon lo de jasper ke tiene ke ver kon bella y ke mala onda se porto bella kon edward si el es tan lindo y no pedo kreer ke edward piense ke nate es hijo de bella pero buenoo sigan escribiendo asi y lu espero kon ansias el capi de manana de cuidando tu vidabueno les dejo besos y abrazos
Esto se pone interesante, por fin se han vuelto a ver, lo que pasa es que me ha parecido muy muy cortito, ya quiero que salgan de nuevo, y quien sabe , quizas esa segunda vez contrate otros servicios mas completos, jajajajaj
unbeso chicas que esta quedando esta historia genial
irene comendador
Popbrecito Edwad le tenia que haber dicho9 que si saldría con él y que no era su hijo, pero esta Bella es malvada je, je, je, bueno me parece a mi que no tanto, no se porque pero no se por que me da que hay cosas de Bella que nos van a sorprender espero que a Edward también je, je,.
Y la otra tiene una cita con Royce King nada más y nada menos, a ver como acaba la cosa, me parece que nos vas a hacer llorar un pelin ¿No es así Lu?
Bueno esperartemos al proximo capi, besos y hasta mañana.
heeelllooo!
wiii ,ia se vieron por segunda vez!
quiero ver que piensa edwwarddd(babas)!
aaaww le hubiera dicho que no es su hijo ,aunque ps no era su obligacion!
gracias por el cap!
nos leemos luego!
heeelllooo!
wiii ,ia se vieron por segunda vez!
quiero ver que piensa edwwarddd(babas)!
aaaww le hubiera dicho que no es su hijo ,aunque ps no era su obligacion!
gracias por el cap!
nos leemos luego!
Total que a Edward se le da lo de acechador muy bien. Y ahora, despuès de tan entusiasmado que estaba ya se desanimo pensando que el niño es hijo de Bella.Buuuu!!
Pobre, a ver si todavìa se anima a llamarla de nuevo. Me gusto el capi, pero ¿quièn es la autora del fic en realidad? Ya me revolvì.
Saludos
nunc a habia visto aun Ed asi de mmm nervioso e inseguro... dios enserio la estab siguiendooo wow !! y cree que Nate es su hijo.. bueno yo tambn crei que era hiji d ebella por como se tratan asi que quede OH al saber que era de Rose... ¿quien es el papa?¿que es Jasper?¿y alice?....Dios esto cada dia se pne mejooor...abrazoas a las dos
Que real parece todo cuando lo cuentas tú.
Es como si estuviese delante de ellos viendo como ocurre cada momento.
Me imagino la cara que le quedaría a Edward al enconrtrarla y pensar que tiene un hijo? como se quedaría
En el próximo capi nos lo explica rás Lu? seguro que si.
Besos.
me encantopoo mmm pero q le pasa esta enferma?
diosssssssssss!
jejej edward...un acosador! jejej kien lo diria de el ke simpre s el acosado??
jejej sta bueno...y rosalie s muy "reveladora" jajajja y ps edward y sus suposiciones mariguanas!
jajaj pero ya se dara ccuenta, ademas, a bella le "encantaron y alegraron" las flores ke le mando asi ke.....ste arroz ya sta n la oya jajajaj yy ps bella kiere enamorarse y todo eso asi ke...waaaaaaaaaaaa! jajaj gracias por el cap tan bueno, eres GRANDE chao
Mi Lu y Kassi fabuloso, me encantó. De verdad que no esperaba esa reacción de Edward. Estoy sumamente intrigada, estoy en ascuas total!!! Deseo conocer como continúa. Exquisites total, lo AME!!!! Estoy feliz porque se hayan encontrado, veremos a ver que sucede mañana!!! LQM!!! Que descansen!!!
hola siiiiiiiiii me gusto pobre edward parece un adolecente me gusta su estilo y el de bella estoy en suspenso a ver que pasa gracias....jennileone
Que sorpresa... me imaginaba que a Bella no le iba a gustar que le llegaran flores, es mas... pense que estaria demasiado acostumbrada a eso y no les daria la menor importancia, jaja
Parece que Edward tiene mas posibilidades de las que pensaba con Bella... solo que como tienen ideas equivocadas uno del otro van a tardar bastante en darse cuenta....
Bella en el fondo le gustaria estar con alguien que la quiera realmente y la haga feliz, incluso formar una familia imagino....
Edward.... bueno, Edward quedo embobado con ella y no creo que sea solo lujuria, jaja.... Claro que ahora, al asumir que Nate era su hijo va a quedar muy desalentado...
Me pregunto que sera el tema ese con Jasper....
Dany
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