Capitulo 11: Me haces sentir poderoso

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 Me haces sentir poderoso

Hay! Que me trague la tierra…

¿Bella? ¿La mujer que me había hecho lamer el piso por ella? ¿Aquí?... oh cielos.

Lo primero que hice fue apartar a Tanya de mí, su mano soltó mi semierección, que rezagadamente había reaccionado a su toque. Aunque lo que ella no sabía era que había estado pensando en la mismísima mujer que estaba frente a nosotros ahora para provocarla.

En seguida trabé mi mirada en esos grandes y hermosos ojos marrón chocolates que tanto me habían hechizado y sentí la mano de Tanya tentativamente sobre la mía… ¿cómo había caído así de fácil con ella?  Precisamente la mujer que había estado evitando con mi vida…

Sí, soy demasiado débil para mi gusto.

Esa mañana me había levantado con ganas de nada, el impacto de la noche anterior había sido demasiado duro de absorber, tan duro como mi resaca en la mañana. Literalmente salí de mi departamento con la cabeza partiéndoseme en dos, una botellita de agua en mano y analgésicos atiborrados en mi boca.

Tenía esta importante presentación para hacer. Por lo que tenía que llegar lo más fresco posible para no traicionar las expectativas de Aro, mi jefe. Tenía que hacer una buena presentación si deseaba formar parte del grupo de ejecutivos más cercanos a él, socio, por decirlo de alguna manera y lo iba a hacer. Ni Isabella ni nadie iba a interponerse en mi mañana, aunque aún los recuerdos de lo que había sucedido la noche anterior eran muy nítidos y presentes.

Su hermano… oh cielos. ¿Me había comportando como un hombre de las cavernas celoso y posesivo solo por su hermano?. ¿Pero qué clase de hermano era ese?... alguien que se permitía tocar su cuerpo como si fuese un hombre común y corriente o tal vez más, alguien que la celaba… porque sí, yo era hombre y mierda! Lo que él había hecho allí fuera de ese taxi había sido celarla. Alguien que sin duda compartía con ella mucho más que su casa y tal vez su recamara… compartía su corazón, el lugar al que al parecer me tenía denegado.

¿Cómo poder llegar al corazón de Isabella?... ¿estaba empujado a caso de pedirle consejo de conquistarla a quien mejor la conocía? ¿su hermano?... ni en broma.

Como si pudiera ir a él y presentarme con una sonrisa ganadora diciendo: Hey! Si, ¿sabes?... quiero salir con tu hermana, quiero llevarla a la cama y sacarme la duda que me carcome, teniendo sexo con ella hasta perder el sentido ¿qué hago para lograrlo? ¿Qué me recomiendas tú?...

Jah!

Conduje hasta mi edificio de oficinas y aparqué en mi lugar, pronto estaba en el ascensor con mi cabeza recostada en el espejo de la pared de fondo, mi cabeza dando vueltas y vueltas y mis ojos desenfocados debajo de mis parpados. Abrí ciegamente mi botella de agua y tomé un sorbo mientras escuchaba el “ding” del ascensor abriéndose.

Jane estaba imprimiendo las últimas notas que faltaban para la presentación y vaciló a saludarme cuando vio mi cara, ella me conocía y sabía que precisamente hoy, yo no estaba para saludos agradables.

_Quiero un café fuerte en mi escritorio ahora_ murmuré antes de cerrar la puerta de mi despacho de un solo golpe, antes de eso escuché el taconeo rápido de mi secretaria saliendo en busca de mi pedido.

Sí, mierda, era un maldito desquiciado y me fascinaba serlo.

Preparé mi presentación muy detalladamente, tal cual y la había pensado por semanas, esta iba a ser una de las importantes por lo que no debía perder mi concentración y mucho menos fallar en el intento. Aro debía quedar impresionado y yo sería capaz de hacerlo.

Veinte minutos más tarde, con el café y los analgésicos corriendo ligeramente por mi sistema, haciéndome sentir más excitado, despierto, eufórico y quién sabe qué más sobre los efectos de aquella mezcla. Estaba parado frente a la mesa de reuniones ejecutivas de la empresa con Aro en la cabecera mirándome cautelosamente y los demás ejecutivos y socios alrededor de la mesa ovalada oyendo mi presentación.

_Por el mismo motivo, la tasa anual de inversiones se ha visto reducida. Esas simples opciones nos dan un efectivo control de las divisas sin tener que recurrir a la opción más agresiva, como la de recortar fondos._ murmuré señalando en la pantalla de power point el valor de los precios del mercado en el mismo periodo en el año pasado.

Aro asintió y yo conseguí pasar a la diapositiva siguiente, Tanya, que estaba a su lado con su laptop tomando notas me sonrió sutilmente.

_Sin embargo… sería muy riesgoso para nosotros hacerlo. Las opciones del mercado son muchas y muy variadas, los clientes pueden ver eso, por lo que mi propuesta sería abarcar lo que los clientes esperan de nosotros, no podemos ponernos en riesgo de perderlos ante otros competidores y disminuir nuestros ingresos, eso sería un suicidio empresarial…

_Si, pero si lo hacemos, estaríamos invirtiendo más de lo que podemos conseguir…_ me cortó James analizando mi exposición,

_No en un largo plazo_ murmuré seguro de mí mismo _eso sería en un principio por supuesto, como toda inversión, pero en un año se duplicará la recuperación._

Luego de media hora más de argumentación y exposición de ideas, al fin Aro se levantó de su lugar y aplaudió asintiendo con la cabeza, Tanya llevó su dedo índice a su boca y lo mordió antes de lamerlo casi imperceptiblemente, al parecer ese era su modo de dar su aprobación.

_Muchas gracias Edward, ha sido una reunión informativa por demás  muy prospera, espero ver estas ideas en marcha muy pronto._

_Gracias Aro, verás que es lo que la empresa necesita_

Entonces ante un asentimiento de él, todo el mundo se paró de sus asientos y me relajé por completo. Cerré mis archivos en mi laptop y Jane comenzó a juntar las carpetas de la presentación y otros documentos adjuntos, estaba pararme de mi asiento cuando sentí una mano deslizándose por encima de mi hombro hasta mi pecho.

_Edward… excelente presentación_ susurró la voz cuasi erótica de Tanya, de lejos, un tormento para mis sentidos.

_Gracias Tanya, pero si me permites, tengo una mañana ajetreada_ murmuré indicándole a Jane que se adelante y llevé los archivos a mi oficina,

_Oh vamos Eddy, ¿no quieres festejar? Es increíble cómo te has impuesto a estos gusanos inservibles_ murmuró despectivamente,

_Tanya, mi objetivo no era precisamente imponerme, era mostrar un punto y ser considerado entre las mejores opciones, no estoy interesado en caer tan bajo como imponerme si no soy líder de nada aquí._ dije antes de tomar la mano que acariciaba mi pecho y apartarla.

_Oh… vamos Eddy, fue algo sumamente caliente verte parado allí imponiendo tu idea, ¿sabes que ideas se me vinieron a la cabeza?..._ susurró cerca de mi oído aún lo demasiado cerca de mí como para sentir su dulce y repugnante perfume, _látigos, ojos vendados, muñequeras, esposas y fustas rozando mi piel y tu sobre mí haciéndome tantas cosas_

Oh mierda…

Mi respiración se trabó y me imaginé esas cosas tan jodidamente calientes, mi pene tembló… oh si, lo deseaba, pero no con ella… solo con una persona que ahora era casi imposible para mí. Alguien que había estrujado mi corazón y mi ego y lo había tirado a la basura justo la noche anterior…

_¿Quieres ir a tomar algo esta noche? ¿Tal vez a cenar?_ dijo de repente caminando delante de mí y mirándome a los ojos. Estaba a punto de negarme cuando oí una voz,

_Oh! Allí esta mi hombre!_ Aro apareció detrás de Tanya, que a penas lo oyó sonrió y envolvió uno de sus brazos en los de su padre, _muy buenas ideas Edward, te felicito…_ él extendió su otra mano y yo tendí la mía para darnos un saludo cordial.

_Papi, justamente le decía eso a Edward…_ dijo Tanya remilgadamente _¿no es así Eddy? Oh… por cierto, ¿Qué dices de mi invitación? Solo para festejar este éxito_ sonrió satisfecha.

Mierda!... la perra sabía muy bien lo que hacía, ella estaba haciéndome comprometer con algo frente a su padre, mi jefe y sabía que no me podía negar, por más que quisiera.

Miré a Aro que esperaba mi respuesta al igual que Tanya y las palabras que había estado evitando decir por largos, largos meses de mierda, salieron de mi boca..

_Sí, por supuesto Tanya… ¿a qué hora te recojo?_

~Ѽ~

Había optado por el restaurante más coqueto de la ciudad, si Tanya quería una maldita cita… la tendría. ¿Quería la mejor de las citas? Pues desde luego se la daría, con obsequio y todo. Había tenido que invertir un poco en eso pero bueno, esperaba que con eso fuera suficiente para colmar su interés.

Caí en la cuenta de que ella esperaba algo más que solo una simple cita esta noche, ella por supuesto era de las mujeres que no importaba llegar a conocer a la persona, solo se acostaba con ella y juzgaba de allí en más. Obviamente ella era como yo había sido alguna vez, porque de alguna manera misteriosa yo lo había dejado de ser. Es decir… ¿cómo terminar en la cama con una mujer diferente cada noche si mi pene solo tenía interés en una.?

Perdiste Tanya… no esperes que esta noche mi amigo reaccione contigo, a no ser que en la misma cama también este Bella.

Oh cielos… Bella…

¿Qué estaría haciendo ella mientras yo estaba aquí llevando a esta mujer a cenar cuando en realidad la quería a ella en su lugar?

_ Entonces… ¿has terminado con… Valery? O ¿cómo era que se llamaba? ¿Beatrice?_

_Bella_ gruñí _ “Hermosa” en italiano… Bella_ su sonrisa se esfumó de la cara. _No… nos estamos dando un espacio, supongo que no quiero ahogar nuestra relación, no quiero perderla_

Toma esa perra…

Tania bufó mirando la ventanilla del auto mientras me aparcaba frente al Sunset Boulevard, un restaurante exclusivo en el centro de Seattle.

_Te dije que no iban a durar mucho_ dijo ella con suficiencia, volteé a mirarla con el seño fruncido. _ella parecía de esas mujeres que andan con uno y otro viendo qué pueden sacar de cada uno de ellos_

Oh si idiota… lo que tú acostumbras hacer…

_Déjame aclararte algo Tanya, si estamos aquí fue porque tu lo propusiste. No hables de Bella, no esta noche, no en mi presencia y no despectivamente porque no sabes lo que soy capaz de hacer, olvídate de ella mientras estemos de aquí, aún cuando yo no pueda olvidarla… ¿puedes hacerme ese favor?_ dije bruscamente.  

Ella se quedó sin palabras y pestañeó varias veces antes de que yo saltara fuera del auto y diera la vuelta, ella tendría que entender, aunque fuera por las malas, que no iba a aceptar que dijera una sola palabra de Bella. El maître abrió su puerta y ella bajó queriendo tomar mi mano, pero no se la dí… en cambió le di la llave de mi Aston Martin para que el acomodador lo guardara,

_Cuídalo muchacho, es mi mayor tesoro_ dije enfatizando la palabra “mayor”… toma otra Tanya!. Jah!...

Entramos al restaurant y dejé que Tanya enredara su brazo en el mío solo por ser un caballero, aunque hice el débil intento de sonreír y aparentar que la estaba pasando bien. Tanya parecía feliz, era como esas princesas de los cuentos de hadas que cumplían su sueño realidad, nada más que una pesadilla para mí.

El mesero nos llevó a una mesa en un ambiente íntimo y acogedor, ni siquiera me preocupé en ver a mi alrededor, suficiente era con que ella lo hiciera.

_Creo que cuando era niña vine a este lugar con mis padres una dos veces o tres_ dijo Tanya luego de sentarnos en la mesa, ella miraba la decoración del lugar con entusiasmo _siempre creía que era una especie de castillo o algo así, pero tú sabes… cuando eres niño las cosas se ven más grandes de lo que realmente son y eres más soñador… me creía una princesa o algo así_

Reí junto a ella, imaginarme a una Tanya niña era difícil sin embargo imaginármela en familia cenando en este lugar era algo… tierno, supongo.

_Eso sí… no imaginaba príncipes tan guapos como tú_ una de sus manos se alzó y peinó mi cabello rastrillando a través de ellos con sus dedos.

Creo que alguien se está esforzando por ser agradable aquí…

_Supongo que cuando eres niño te imaginas miles de cosas que en realidad no son ni cercanas a la realidad_ dije mirando mi carta, elegí mi menú y esperé a que ella también lo hiciera para ordenar al mesero.

Luego de pedir un bouquet de salmón y alcaparras y langosta marinada a la crema, decidí darle el obsequio que había adquirido para ella como una especie de ofrenda de paz. No la soportaba… pero tal vez eran las vías que el amor había elegido para mí, ya que la mujer que me interesaba realmente no tenía ni el más mínimo interés en mí… ¿y si probaba? Tal vez conociendo a Tanya a fondo, no fuera tan… tan como parecía que era. Caprichosa, histérica, inquietante, sarcástica, superficial, vanidosa… etc etc…

Oh cielos. Parecía casi imposible que detrás de todo eso descubriera algo más.

_Quería darte algo Tanya._ dije simplemente _es solo un pequeño obsequio para pedirte disculpas_ saqué el estuche largo y lo puse frente a ella. Ella no cabía en sí, parecía que no podía creer que yo le había llevado algo…

Vamos! Que no soy tan insensible…

Ella sonrió dando un chillido de emoción y sacó la pulsera del estuche,

_Oh Edward!... qué bonito detalle_ gritó casi sin detenerse a pensar que estábamos en público.

_Siento todo lo que pasó_ murmuré pidiendo disculpas patéticamente, ella rebotó en su asiento colocándose la pulsera y sonrió negando con la cabeza,

_Gracias, ya no importa…lo sabes_

Asentí y vi en cámara lenta cómo ella se acercaba a mí y alzaba sus labios a los míos, desvié mi rostro unos milímetros y besó mi mejilla.

_Oh no seas tímido…_ susurró mordisqueando el lóbulo de mi oreja. Entonces sentí su mano apretando mi pierna, el muslo más precisamente… debajo de la mesa.

¿Era esto lo que yo quería?... ¿Y si lo intentaba?... tal vez solo así pudiera sacar a Bella de mi cabeza y de mis pantalones aunque nunca hubiese estado allí. No me alejé… solo dejé que Tanya continuara besando mi piel por debajo de mi oído y su mano correr más cerca de mi entrepierna, gemí imperceptiblemente.

_Tanya…_ susurré reprimiendo un gemido _estamos en un restaurant_

_Nadie verá_ murmuró cuando su mano apretó de lleno mi pene sobre mis pantalones.

Oh mierda…

Lo único que atiné a hacer fue cerrar mis ojos y dejarme llevar lo más posible, tenía que hacerlo, tenía que lograr una erección, una liberación sin la necesidad de pensar en ella… pero mierda… sus ojos color chocolate, sus piernas, sus pechos, todo!.... hasta su voz estaba en mi mente.

_ Hola Edward, me alegro volver a verte_

Su voz…

Salté cuando reconocí esa voz y alcé la vista, Bella estaba allí, parada frente a nosotros mirando nuestro espectáculo. Rápidamente alejé a Tanya de un manotazo y me quedé mirando tratando de saber si era real, si estaba allí realmente o solo era la maldita imagen en mi mente…

_Bella_ susurré mientras su mirada iba y venía entre Tanya y yo.

_Si, la misma… siento lo de ayer_ dijo ella fijando al fin sus ojos en los míos.

Realmente estaba allí… que mundo tan pequeño!...

_No… no hay problema_ murmuré carraspeando. Mi voz me había defraudado o mi corazón, que saltaba vertiginosamente en mi pecho, pero sin duda mi cuerpo entero había reaccionado a su presencia. Ella era como una chispa electrizante que colmaba mi piel cada vez que estaba cerca. Y me gustaba... solo me sentía vivo y vibrante cuando ella estaba junto a mí.

_No Edward, fui… muy dura contigo, no quise decir las cosas que dije_

_Está bien Bella, no te preocupes._ sonreí amigablemente. Ella sonrió y asintió echando una mirada detrás de su hombro. Justo en ese momento un hombre se acercaba a nosotros…

Oh mierda… ese maldito de… Alec, ese pendejo.

Él se acercó a ella y pasó un brazo posesivo por su cintura y la empujó hacia atrás, de manera que su espalda quedo recostada en su pecho y su culo delicioso sobre la entrepierna del hijo de puta.

_Estoy en una cita… Edward ¿recuerdas a Alec?_

Asentí brevemente mientras miraba al tipo fijamente con los dientes apretados y el entrecejo fruncido.

_Espero que pases muy buena noche_ dije acentuando el sarcasmo…

Aprovéchala hijo de puta…

_Claro que lo hará, me encargaré de eso_ dijo él apretando su brazo en la cintura de MI Bella…

Mía…

Sentí una mano sobre mis hombros acariciando el cabello de mi nuca y una voz a mi lado,

_Un gusto verte Bella, Edward y yo también la estábamos pasando muy bien ¿no es cierto querido?_

¿Querido?...

Lo único que hice fue voltear a Tanya y mirarla inquisidoramente ella adelantó su rostro unos centímetros a mi cara y estiró los labios para besar la comisura de los míos…

_Ok… ¿Alec?_ murmuró Bella, volteé a verla y ella sostenía ya la mano del tipo entrelazando sus dedos con los de él. _Hora de divertirnos nosotros también… Adiós Edward!... Tanya_ asintió antes de voltear e irse a su mesa.

Cruelmente vi como un maldito hipnotizado cómo ese tal Alec bajó su mano de la de ella, acabando en su cadera y allí bajar hasta tazar uno de sus glúteos y al mismo tiempo besaba un lado de su cuello.

Agghh maldito idiota mal nacido!

_Bueno, al parecer ella no pierde el tiempo_ murmuró Tanya a mi lado, ella hizo un nuevo intento de pasar su mano por mi muslo pero antes de que tocara algo tomé su mano y la llevé encima de la mesa para dejarla ahí,

_No quiero que me toques por el resto de la noche_ murmuré hirviendo de la ira.

De allí en más mis ojos ya no tenían otra dirección que ella… Bella. Bella… Bella y solo Bella. No tenía intención de desviar mi mirada ni siquiera para entablar una conversación con Tanya, que seguramente estaría frustrada, pero no tanto como lo estaba yo.

¿Qué mierda se creía ese pendejo con acné? ¿Qué pretendía? ¿Acostarse con ella que era toda una mujer, caería ella tan bajo?

Él la acariciaba, el vestido de ella tenía un profundo escote en la espalda y él posaba un brazo en su respaldo arremolinando su dedo en su hermosa y pálida espalda y ella se dejaba tocar. Él le sonreía… y ella le devolvía la sonrisa sin detenimientos, él besaba su cuello suavemente y ella levantaba su mano para acariciar su pecho endeble, él le daba de comer en la maldita boca y ella recibía el alimento gustosamente.

Ella entonces miró hacia atrás… miró directamente a mis ojos y sonrió con satisfacción al ver mi cara enfurecida seguramente… maldita perra!

Apreté los puños y miré sobre mi mesa, Tanya estaba hablándome sobre unos bolsos de cuero de cocodrilo que estaba pensando comprar, pero ciertamente sin darse cuenta que no me interesaba en lo más mínimo. Nuevamente, como un maldito masoquista alcé la mirada solo para ver cómo ella se levantaba de la silla y caminaba entre las mesas hasta desaparecer por la sección de baños…

Ok Cullen… este es tu momento…

Me levanté de mi silla como si tuviera un resorte y luego de decirle a Tanya que iba al baño pero sin esperar respuesta, comencé a caminar hacia donde Bella había desaparecido. El baño de mujeres…

Entré a la sección de baños que estaba apartado por una puerta del restaurant y busqué el de mujeres, caminé unos pasos y allí estaba, solo esperaba que no hubiera nadie más que ella dentro. Apoyé mi oído en la puerta y ciertamente no oí nada. Entonces entré.

Ella estaba frente al espejo aplicando algo a sus labios, que los hacía ver carnosos y jodidamente tentadores y no se percató de mi presencia. Yo estaba jodido… sumamente jodido y dominado por el hombre de las cavernas… por la parte de mí que me gritaba a ciento de voces en mi cabeza que ella era mí, tan mía… que podía hacer lo que deseaba con ella y exigir que nadie más lo hiciera… jodido y enfermo, así me ponía ella.

_¿Qué putas estás haciendo con ese pendejo?_ gruñí temblando de la ira, mi voz destilaba odio… un odio tan tremendo por ese maldito que podía volver al comedor y cortarle la garganta con el tenedor. Bella volteó a verme al principio sorprendida, pero luego sus ojos se oscurecieron y sonrió

_Estoy haciendo lo que tú Cullen no eres capaz de hacer conmigo._ dijo volteando nuevamente al espejo y continuando con su labial en sus labios, su culo sobresalía  y se veía tan jodidamente bien en esos tacones.

_¿Qué es? ¿tú crees que ese endeble es capaz de hacerte gemir y gritar como yo puedo hacerlo? ¿Crees que no lo he deseado? ¿Crees que hundir mi lengua en tu estrecho coñito dulce es lo único que deseaba?... oh cielos Bella…_ gemí pasando mi mano por mis cabellos _no preciosa, no es lo único que deseo…_ dije antes de caminar hacia ella y tomar la mano que sostenía su labial y hacer que lo tirara al lavabo.

_Edward_ gimió ella cuando tomé su pequeña cintura y la hice estrellarse contra mi dura erección. _Ah!..._ sus enormes ojos estaba revestidos de pura lujuria y excitación.

_Eso es lo que me haces Bella, toda la maldita noche estuve duro por ti…_ acerqué mi rostro al suyo hipnotizado por sus labios, comencé a caminar hacia adelante llevándola a uno de los cubículos del baño. Abrí una de las puertas de acero inoxidable y la metí dentro, ella jadeó en cuanto su espalda chocó contra la pared de azulejos, _me tientas… me llamas… eres mi puta adicción Bella, nunca voy a tener suficiente de ti_

_Te conformaras cuando tengas sexo conmigo… eso es lo que estas buscando_

_Eso lo veremos_ murmuré antes de hacer que mis labios cayeran sobre los suyos para besarla duro y fuerte.

Oh cielos… había extrañado sus labios.

Mi lengua se hundió en su carne caliente y suave y gemí de satisfacción cuando ella llevó sus manos a enredarse al cabello de mi nuca. Envestí en sus caderas con la mía y clavé mi erección palpitante en su centro cubierto… oh mierda necesitaba sentirla. Rompí el beso y bajé una de mis manos entre nuestros cuerpos.

_Quiero saber qué tan mojada estas_ murmuré sin separar mi boca de la suya… era tan jodidamente excitante. Ella respiró jadeante sobre mi boca y gimió mordiéndose el labio cuando mi mano subió por debajo de su falda, ella separó sus piernas e hice a un lado la tela de sus bragas… mi dedo tentativamente rozó su centro y ella alzó las caderas desafiante,

_Vamos Edward, tócame… mira lo mojada que estoy por ti_ jadeó. Entonces sin ningún preámbulo encontré el camino entre sus pliegues y enterré mis dos dedos mayores en ella _ah! Mierda_ arqueó su espalda.

_¿Te gusta eso nena?_ murmuré sobre sus labios tentadores mientras mis dedos comenzaron con la tarea de entrar y salir de sus paredes resbaladizas _oh bebé… estas tan jodidamente mojada, se me hace agua la boca_

_¿Y tú?_ murmuró ella soltando una de sus manos de mi cabello para bajarla hasta mis pantalones, ella tragó cuando sintió mi erección dura y lista para ella debajo de mis pantalones _oh… quiero verlo_

Entonces con ambas manos en mi pecho me empujó contra la pared detrás de mí y tuve que sacar mis manos de ella para desabrochar frenéticamente mis pantalones, ella respiraba jadeante aún contra la pared contraria y sus ojos fijos en mi entrepierna,

_Muéstrame_ murmuró llevando una mano lentamente a su centro, sus dedos se perdieron debajo de la tela de su falda y comenzaron un movimiento de ida y venida.

_Mierda_ gemí. Mis manos bajaron la tela de mi bóxer y liberé mi palpitante erección. Sus ojos… oh sí, sus ojos se agrandaron cuando mi pene se mantuvo en alto hacia ella y lloraba por enterrarse en su carne.  Literalmente lloraba…

_Acaríciate_ gimió arqueando su espalda, sus movimientos se fueron tornando  aún más rápidos y fuertes en su entrepierna.

Ok… lo haría… pero el mismísimo cielo sabía que no iba a pasar de esta noche para estar dentro de ella, si esto la excitaba… mierda! Solo hazlo y ya.

Alcé mi mano aún mojada por ella y rocé con mi pulgar la pequeña hendidura que derramaba líquido pre seminal y lo extendí sobre mi erección, abarqué mi carne con todos mis dedos rodeándolo, sin tocar sus puntas entre ellos… sí… yo era grande. Comencé a tirarme a mí mismo mientras sus ojos estaban fijos en mi erección, dios… no es que no lo hubiera hecho antes, de hecho estaba acostumbrado a ello, pero… ¿con público?... oh sí, me gustaba tener a Bella mirando.

_Estoy tan duro_ murmuré bombeando una y otra vez, mis ojos fijos en su mano entrando y saliendo de su centro.

_Edward…_ gimió temblando con sus ojos fijos en mi pene.

_Oh sí preciosa… ¿te vas a venir?_ murmuré al verla jadear mientras le di un tirón fuerte a mi erección, su mano moviéndose más frenéticamente y un hermosos sonrojo extendiéndose desde su cuello a sus hombros y mejillas… oh mierda, ella estaba tan caliente.

_Edward!_ mordió su labio y apresuré mis envestidas con mi propia mano. Ella miró embelesada y cuando rodó los ojos hacia atrás arqueando su espalda, oí un portazo y unas risas dentro del baño, tacones chocando sobre el suelo aproximándose al área de los cubículos.

Todo se detuvo, el bombeo de mi mano… el movimiento de la suya. Sus ojos enormes abiertos y su respiración errática y la mía tratando de restablecerse.

Solté mi pene y aún en su punto máximo de erección maniobré para meterlo dentro de mi pantalón, ella hizo un mohín y sacó su mano empapada de su centro.

Oh cielos… no podía perderme eso…

Di un pequeño paso hacia ella y tomé su mano con la mía mientras hacíamos el mayor silencio posible, ella observó simplemente cómo llevé su mano a mi boca y lamí engullendo cada uno de los dedos que habían estado dentro de ella sin sacar mis ojos de los suyos.

_Oh dios_ susurró hipnotizada.

Dejé escapar sus dedos de mi boca y me acerqué unos centímetros, la besé fuerte, hundí mi lengua en ella… su sabor haciéndola gemir mientras chupaba mi lengua y se deleitaba, tomó mi cabello con sus manos y tiró hacia ella, estábamos fundidos los  dos, sintiéndonos, calientes, sudorosos y con el olor a sexo rodeándonos… aún sentía las voces femeninas afuera. Tuve que terminar el beso que me estaba consumiendo, si no lo hacía la cogería allí mismo.

Nos miramos a los ojos jadeando los dos… dios! Nunca había estado tan seguro de lo que quería, de lo que deseaba… la deseaba, la quería solo para mí, me veía en sus propios y brillantes ojos, era yo… mi reflejo, mi puto reflejo y la deseaba, podía llorar por tenerla, pedirle de rodillas por favor. Recosté mi frente en la suya y gemí, parecía que dolía ese nuevo sentimiento en mí…

_Termina con ese tonto y ven a mi departamento, Avenida Madisson 3224. Te estaré esperando Bella… no soy de dejar las cosas a medio hacer_ susurré sobre sus labios.. Me acerqué unos centímetros más y besé su boca tiernamente, al alejarme y tomar el pomo de la puerta ella detuvo mi mano,

_Deja a Tanya e iré… no la quiero cerca de ti_ dijo con firmeza.

Eso era exactamente lo que quería!...

Sonreí lánguidamente y la miré para guiñarle un ojo y segundos más tarde salí del cubículo. Al salir de allí las mujeres que estaban hablando entre sí como una típica escena de Sex on the city, detuvieron su maquillaje frente al espejo y quedaron sorprendidas, algunas hasta ahogaron un gritito…

_Señoras… que tengan una buena noche_ dije antes de desaparecer por la puerta que me llevaba al comedor.

Caminé hasta la mesa y vi a Tanya comiendo su cena ya, lanzando miradas furtivas hacia el tocador, cuando me vio aparecer por allí, ella se puso alerta como un gato.

_¿Dónde estabas? El mesero trajo todo… me avergonzaste al no estar aquí… como si toda esta comida fuera para mí ¿qué pensaría la gente?_

_Y una mierda lo que piensen…_ dije sentándome a su lado y tomando todo el contenido de mi copa de vino de una sola vez. Por primera vez en mucho tiempo me sentía el rey del mundo. Una hora más al menos y Bella estaría calentando mi cama… _Tanya, algo surgió_ murmuré sacando mi celular de mi bolsillo _algo familiar, así que por favor disfruta de la cena… va por mi cuenta_ me levanté de mi asiento y saqué mi billetera, dejé trescientos dólares sobre la mesa y miré a Tanya que me miraba con sus ojos casi fuera de sus cuencas.

_¿Te irás?_ dijo en un hilo de voz. Sinceramente no me gustaba dejar a una mujer así, de repente sin ninguna satisfacción… pero, de ninguna manera me perdería a Bella.

_Sí, como te dije, algo que tengo que atender… espero que comprendas_ dije alzando la mirada y viendo salir a Bella de la zona de los tocadores, ella fijó sus ojos en mí y sonrió de la manera que amaba… toda inocente y mordiéndose el labio. Ella caminó hasta su mesa y se sentó, comenzó a hablarle a un Alec que fruncía cada vez más y más el entrecejo…

Oh sí pendejo!... te dije que ella era mía…

Di media vuelta y caminé hacia la salida del restaurante. Le di el boleto de mi auto al maître y esperé pacientemente a que él lo trajera, cuando lo hizo me apresuré a meterme dentro y arrancar rápidamente hacia mi departamento.

Recorrí las calles a velocidad extrema, maldije ante los semáforos en rojo, mirando la hora cada cinco minutos y frenado abruptamente cuando llegue a mi calle, aparqué mi auto y subí casi corriendo las escaleras de la entrada de mi edificio hasta el ascensor. Abrí la puerta de mi penthouse y encendí las luces rápidamente, coloqué música suave… luego de decidirme entre Chris Issac y Maroon five, puse uno de los últimos, Makes me wonder comenzó a sonar…

Coloqué en la nevera una botella de champagne de la marca más preciada para mí, un Pernod-Ricard Perrier-Jouet, algo de mi pequeña bodega y preparé unas copas en la mesada del desayunador. Fui hasta mi habitación y me saqué el traje, me coloqué una camisa blanca simple y un par de jeans gastados y lavé mis dientes.

Justo cuando estaba caminando de vuelta a la cocina el timbre del portero tocó, mi respiración se enganchó y mis manos automáticamente fueron a mi cabello…

Jah!... ¿nervioso Cullen?

Fui hasta el pequeño tablero del portero eléctrico de la cocina y oprimí el botón para abrir la puerta.

Suspiré profundo y di una vuelta completa sobre mis talones para ver el departamento, la primera impresión era un ambiente cálido, íntimo y tranquilo. Verifiqué la botella de champagne y me di cuenta de unas fresas que casualmente tenía allí, humm… podían servir, las saqué y las dejé a un lado de las copas. Entonces como si no hubiese pasado el tiempo, el timbre de mi departamento sonó, tomé una nueva respiración profunda y caminé hasta la puerta con paso controlado, luego de sonreír para mí mismo… sí, era un jodido suertudo, tenía a la mujer más hermosa y sexy del otro lado de la puerta, iba a hacerla mía esta noche y mierda! Iba a dejar entrar a mi refugio, iba a dejarla entrar a mi mundo. Abrí la puerta  y mi respiración se trabó…

_Hola Edward…_ dijo esa voz que colisionaba mi sistema.

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Y? Se la esperaban? Bueno... Twilightmaníaca no pudo mandar el capi de hoy y puse este así no las hacemos esperar tanto hasta el viernes. Que desde ya anuncio no habrá actualizaciones, será un día ajetreado. Besotes y nos vemos mañana!!

Ah! No se olviden a pasar a votar al blog de Coka, el prólogo que más les guste: AQUI 

el que gane será fic, estamos Ada y yo participando, besoooo!

Makes me wonder. Maroon 5
Este video inspiró el OS La Sobrecargo, que por cierto estará en breve, pero no pude evitarlo ponerlo aquí, es demasiado bueno.