Capitulo 46: Perverso

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 Perverso

 (contiene lemmon fuerte)

_Bienvenida a casa_ dije mientras ella cerraba la puerta de la casa, Nessie dormía en sus brazos tranquilamente y aún continuaba evocando las imágenes de las distintas edades de mi Bella como si eso le hubiese interesado en demasía. _¿la has pasado bien en la casa de Charlie hoy?_

_Si. Siento haber tardado tanto. Salí a comprar algunos regalos de Navidad para Renesmee. No sé si será una celebración que merezca la pena, pero… _ su voz vaciló por un instante y se encogió de hombros.

Dejé en seguida de tocar el piano y volteé el banquillo en el que estaba sentado hacia ella, puse una mano en su cintura y la acerqué a mí. Ese mínimo acercamiento fue suficiente para confirmar que ella olía distinto, era en esencia su fragancia, fresas y ese tinte floral… pero había una nota discordante, una fragancia distinta que traté de ignorar, aunque en el fondo de mi mente sabía a ciencia cierta que no pertenecía al efluvio de Charlie, ni de Jacob, ni de ningún otro hombre que yo conociera… porque ciertamente era la nota aromática de un hombre. Y maldita sea! Yo conocía en demasía la fragancia de mi Bella como para no reconocer algo así, podía olerla a kilómetros.

_No he pensando mucho en eso. Si de verdad deseas qe lo celebremos…_ ella me interrumpió antes de que pudiera terminar,

_No_ murmuró estremeciéndose ligeramente _Pero tampoco me gustaba que se pasase sin darle algo_

Su mirada vacilaba, el brillo de sus ojos oscilaba como si sus pupilas temblaran imperceptiblemente al fijarse en mis ojos… como si estuviera luchando con la intención de apartar su mirada… Bella… mi amor… ¿por qué?

_¿Me dejas verlo?_ le pedí tratando de contener mi preocupación.

_Si quieres, es una pequeñez sin importancia_ ella acomodó a mi Renesmee en sus brazos y abrió un poco su pequeño bolso para sacar una bolsita de terciopelo de su interior, una vez más cuando la alzó y la puso en mi mano… sentí ese olor venir de su piel, apreté los dientes… era el olor de un hombre, lo sabía!. La impronta de testosterona mezclada con adrenalina llegó directamente a mi nariz, ella había tocado a alguien… ¿a quién?

A medida que iba abriendo la pequeña bolsita de terciopelo repasé en mi mente la cantidad de hombres, de rostros en Forks, alguien que podía haberse encontrado con Bella, con mí esposa y estrechado su mano… alguien, pero no podía hacer coincidir ese efluvio con nadie. Conocía cada uno de ellos, el de los hombres más cercanos hasta los más lejanos, Mike, Taylor, Eric… ninguno de ellos había tocado a Bella hoy… había sido alguien más, alguien sudoroso y adicto al cigarrillo.

_Lo encontré por casualidad en el escaparate de una tienda de antigüedades mientras conducía por ahí_ dijo ella cuando dejé caer el pequeño artilugio dorado en la palma de mi mano. El pequeño relicario dorado tenía una pequeña traba que permitía abrirse en dos y poner una pequeña foto dentro, del lado opuesto una inscripción en francés; “plus que ma propre vie”…  Recordé las decenas de veces que acompañé a Esme a recorrer los distintos anticuarios de Forks, solo había uno y Dios sabía que no habían cosas tan delicadas y exquisitas como esta que ahora tenía en mis manos… esta cosa era de Port Ángeles. 

_¿Sabes lo que dice?_ pregunté con voz contenida, no quería darle vueltas al asunto, pero no podía evitar oler ese rastro de olor de su mano y mucho menos ignorar el detalle que ella había andado por Port Ángeles.

_El dependiente me explicó que decía algo así como: Más que mi propia vida. ¿Es correcto?_ preguntó mirándome a los ojos.

_Si, tiene razón_ murmuré mirando el fondo de sus pupilas del color del amanecer, sus ojos brillaron y su pupila tembló y antes de que pudiera apartar mi mirada, ella apartó la suya hacia el televisor.

_Espero que le guste_ murmuró indiferente.

Ella ocultaba algo… maldición!

_Claro que si_ respondí a mi propia confirmación y a su anhelo al mismo tiempo. ¿En qué momento ella había dejado de confiar en mí? ¿por qué no solo me decía con quién se había topado? ¿Había sostenido la mano de un extraño? ¿en qué circunstancias?... oh Bella. _Vamos a llevarla a casa_ murmuré señalando a mi hija, me puse de pié y pasé mi brazo por sus hombros.  La sentí vacilar ligeramente con mi acto y la miré con el ceño fruncido, el monstruo en mi interior rugió y deseaba tanto como yo salir a buscar el rastro de ese efluvio, encontrarlo y tomarlo del cuello para obligarlo a confesar que había tratado de hacer con Bella, ¿por qué diablos la había tocado?... ¿por qué ella se había dejado tocar cuando era consciente de lo que significaba la piel de un vampiro para un humano… mierda! Ella era más inteligente que eso…

_¿Qué?_ murmuré al ver la duda en sus ojos,

_Quería practicar un poco con Emmett…_ murmuró ella mirando a mi hermano que estaba en el sofá con Rosalie mirando la televisión,

“Jah! Te lo dije iluso, ella quiere practicar con papá!”  pensó él dando vuelta su cabeza para sonreír como un idiota.

Excelente, el bosque necesita una buena tala_  dijo en voz alta.

Miré a Emmett trasmitiéndole toda mi aberración y luego volteé a Bella, de ninguna manera iba a dejar que sucediera eso hoy… no cuando mi mujer apestaba a otra persona, debía hacer un cambio con eso.

_Habrá tiempo de sobra mañana_ dije con firmeza.  Ella frunció el ceño… terca como siempre,

_No seas ridículo_ se quejó _precisamente lo que no tenemos es tiempo. Ese concepto ya no existe. Tengo un montón que aprender y…-

_Mañana_ corté radicalmente. Apreté los dientes y fruncí el ceño, consciente de la cantidad de presión que estaba haciendo con mis dedos clavados literalmente en su hombro, ella iba a venir conmigo a la cabaña porque bien sabía que era capaz de dejar a la niña con Rose y tirar a mí mujer sobre mis hombros para dedicarme a barrer ese olor de ella. Necesitaba hacerlo con urgencia y eso me desesperaba…

“No te exasperes ¿qué sucede contigo?” pensó Emmett en algún lugar de la casa, ni siquiera me molesté de dirigirle una mirada. Mis ojos fijos en los desafiantes de Bella, iría o iría… no había una tercera opción.

_Bien_ dijo simplemente antes de apartarse de mí y voltear hacia la salida con la niña en brazos. Ella sabía… ella sabía que a mí no podía mentirme, ni aún con los privilegios que obtenía siendo vampiro. Ella siempre fue y será para mí un libro abierto.

Sin decir una palabra más caminamos una a lado del otro a través de la puerta  de la casa Cullen, ella sosteniendo a nuestra niña en brazos y yo sosteniendo su cintura posesivamente… oh cielos…

Posesión…

Que tan grande y oscuro sentimiento que había nacido en mi interior con tan solo haber olido una pizca de el olor de otro hombre en la mano de mi mujer, mía!... solo una pizca, casi imperceptible que había despertado lo peor de mí.

Corrimos antes de llegar a la orilla del río para tomar el impulso y saltar, siempre acordes uno con el otro. Con la punta de nuestros pies caímos con un suave susurro en la orilla contraria, Nessie no tenía ni un cabello fuera de lugar y el rostro de Bella era críptico.

Me maldije a mí mismo a medida que nos acercábamos a nuestra casa, justo cuando más necesitaba utilizar mis poderes con ella, no podía… no podía saber qué era lo que tanto guardaba con recelo en su cabeza, lo que había hecho que vacilara ante mí y lo más importante, a quién había conocido recientemente. Pero un destello… una imagen cruzo por la mente de mi niña dormida y decidí prestarle atención a ella.

Nessie miraba fotos… una tras otra, fotos de su madre cuando era pequeña, cuando tenía la edad que ella tenía ahora, fotos de Bella con Charlie de pesca en lo que parecía ser una playa, fotos que no había visto nunca, pero que ahora sabía de su existencia. Pero ella no estaba sola mirando esas fotos que cruzaban en su mente, ella estaba en brazos de Jacob en el sofá de la sala de Charlie, ella alzaba la mirada en contadas ocasiones solo para ver a su abuelo que le sonreía atento y a Jacob que la animaba a seguir mirando fotos… pero, ¿dónde estaba Bella?

¿Era un truco de la inconsciencia de mi niña suprimir a su madre de sus sueños? O la sencilla explicación a todo esto era que Bella en realidad no había estado con ellos allí?

Llegamos a casa en completo silencio, abrí la puerta y lo único que se escuchó en el bosque cercano era el eco de las llaves resonando en  la puerta al abrir. Bella entró con la niña en brazos y caminó por la sala,

_Estaré en un minuto Edward_ dijo ella con voz firme, sin duda esforzándose por lograr que su tono sea mesurado y sin emociones…

Oh pero yo te conozco Bella… te conozco lo suficiente y más que a ti misma tal vez… sé que te cuidas de vacilar, sé que no quieres que yo lo note… pero noté el olor intruso mi amor y aunque me cueste hacerlo, lo borraré de tu cuerpo, de tu piel…

Caminé hasta nuestra habitación, la luna brillaba en el cielo límpido y despejado y se reflejaba en las aguas del estanque del patio trasero, me paré frente a la puerta de vidrio que me dejaba ver la oscuridad de los árboles del linde del bosque y esperé allí a mi esposa, que según los imperceptibles movimientos de la casa, ella colocaba mantas sobre el cuerpo de mi hija profundamente dormida.

Llevé mi mano hasta los primeros botones de mi camisa y uno a uno fui desabrochando, luego hice lo mismo con los puños de la camisa y luego dejé caer la tela a mis pies. Mis manos viajaron hasta la prestilla de mis pantalones caqui y bajé el cierre lentamente, mi erección ya palpitaba debajo de la tela de mis bóxers. De un solo movimiento dejé caer la prenda al suelo y salí de él, Bella venía por el corredor con pasos vacilantes y cautelosos… oh si mi amor… sabes que sé.

Saqué mis bóxers para hacerlo mismo que con mis pantalones y los dejé caer en el suelo junto con la ropa, mi erección saltó al aire ansiosa por cobijarse en algún lugar caliente y húmedo, Bella se encargaría de eso.

Caminé hacia el pequeño equipo de música que había en una de las paredes de la habitación y rebusqué algo apropiado para relajarme, debía calmar de alguna manera o al menos intentarlo, al monstruo que habitaba en mi interior y que esta noche pugnaba por salir…

Sentí como Bella se detuvo en la puerta y abruptamente y enganchó su respiración. No la miré, solo me dispuse a colocar el cd en la ranura del equipo.

_Ven aquí Bella_ dije volteando a verla. Sonreí de satisfacción cuando noté como se oscurecieron sus ojos al recorrer mi cuerpo con su mirada, ella avanzó vacilante los pasos que faltaban para llegar a mí, extendí una mano hacia ella y traté de reprimir el impulso de dar rienda suelta a lo que bullía en mi interior, tenía que retener al monstruo lo más que pudiera. _Ven a mí esposa mía, no tienes una idea de cuanto te necesito_

_Creo que si la tengo_ susurró despacio trabando sus ojos en mi erección, la punta de su lengua se asomó entre sus carnosos labios y juro que llegó hasta mi ingle. Me obligué a apartar mi mirada de su boca y llevar mi mano a poner play en el reproductor.

Acordes de guitarras eléctricas resonaron en la habitación, tenaz pero suave… erótico, que reflejaba a la refección como me sentía. Volví a mirar a mi esposa y ella inocentemente retenía su labio inferior entre sus dientes, me acerqué a ella lentamente y con mi pulgar liberé su labio, tomé sus mejillas con ambas manos e hice chocar nuestras bocas en un beso salvaje y furioso… ella me correspondió.

Oh cielos…

Caminé llevándola hacia atrás y maniobrando para que cayéramos en la cama, ella era frenética, ella era salvaje y me besaba sin contemplaciones. Nuestras lenguas juntas eran como jugar con fuego, llamas y llamas de calor abrasador golpeando nuestros sentidos.

El mundo arde, nadie puede salvarme excepto tu.

Es extraño lo que el deseo hace hacer a la gente tonta.

Nunca hubiera soñado que necesitaría a alguien como tu…

 Sus manos tomaron mis cabellos de la nuca y empujaron fervientemente mi boca a la suya, como si no estuviese lo suficientemente cerca de ella, aún así… deseaba borrar todo rastro que hubiera de ella de alguien más. Me obligué a separarme de su boca y besar su cuello, mis manos rebuscaron debajo mío la abertura de su blusa y de un solo tirón la arranqué de su cuerpo, ella gimió. Mis manos no daban abasto… frenéticas destruyeron todo trozo de tela que se interpusiera entre mi cuerpo y el de ella,

_Oh diablos Bella!_ dije mirando con adoración cada uno de sus pezones que se alzaban llamándome, tan erectos y deliciosos. Aún así… con todo su cuerpo quemando contra el mío, me obligué a verla, simplemente verla y comerla con los ojos. Su cintura estrecha, sus caderas angostas, el filo de su hueso púbico, tan erótico en ella…

Oh dios… su sexo caliente y fragante… ese aroma tan avasallador que invadía mi nariz, sexo… puro sexo, lujuria y deseo. Cerré los ojos fuertemente y un gruñido salvaje renació en mi pecho,

_Edward_ gimió ella notando la manera en que me hacía reaccionar, su cuerpo retorciéndose debajo del mío. Ella era la maldita culpable de que todo mi mundo se diera vueltas de cabeza, un mundo sin el que no podría vivir, un mundo donde ella era el sol alrededor del cual orbitaba.

Y el monstruo, golpeando las puertas del infierno… al fin pudo salir.

Qué juego tan perverso por jugar

Para hacerme sentir de esta manera

Qué cosa tan perversa por hacer

Para dejarme soñar contigo

 Mis demonios interiores se apoderaron de mi conciencia, haciéndome caer en espiral y como un loco y más que loco, un perverso… tomé la mano que aún tenía rastros de ese olor y la llevé a mi nariz, aspiré fuerte, fuerte mientras daba estocadas con mi cadera hacia la de ella, mi pene duro chocando tentativamente en la entrada de su sexo.

Marcarla… marcarla… mía, como solo mía.

Alcé la mano de mi nariz y la lamí hasta que solo allí quedara mi marca, mi gusto. Lamí hasta que mi lengua ya no captaba el gusto del extraño…

Mía!

Bufé cuando bajé la mano y lo que pude captar después de ese acto de inmundicia y posesión, fue el olor concentrado de su sexo… lujuria. Oh Bella… ella estaba tan excitada, cada poro de su cuerpo alzándose al placer, cada pequeña célula atenta a recibir lo que yo esperaba darle.

_Bella_ gemí hundiendo mi cara en su estómago, mi lengua profundamente sometida a mis deseos, lamieron cada centímetro de su piel caliente mientras a mis oídos llegaban sus gemidos de placer y necesidad… ¡hermosa conjugación!. _Mía mi amor… mía… eres mía_ decía frenéticamente mientras me sumergía en el parche delicado de vellos y alcanzaba su clítoris. Un alivio inconmensurable llenó mi pecho al no oler nada fuera de lo común allí… solo el producto de su lujuria. Abrí sus piernas ante mí, una a cada lado de mi cuerpo, sujetándolas con mis manos para tratar de tomar cada gota de lo que por ley me pertenecía.

Oh maldición…

Con cada gota de su deliciosa ambrosía que corría por mi barbilla, la necesidad era cada vez peor, por lo que llevé mis dedos frenéticos a su hendidura y la penetré con ellos, ella alzó su espalda de la cama…

Si, así…

Qué cosa tan perversa que decir

Que nunca te sentiste de esta manera

Qué cosa tan perversa que haces

Para hacerme soñar contigo…

_Oh Edward! Ah…_ gimió abriendo imposiblemente más las piernas, _soy tuya mi amor_ sus palabras me golpearon y alcé la vista…

¿Estaba segura?... oh diablos, tenía que asegurarme que lo decía porque era cierto y no por decir algo caliente en pleno acto. Yo hablaba jodidamente en serio… nadie la tocaría a menos que fuera absolutamente necesario,

_Dilo_ dije con voz gruesa, la miré directamente a los ojos mientras mis dedos entraban y salían frenéticamente de sus paredes mojadas y dulces _¡Dime! Quiero saber maldita sea Bella… ¿de quién eres?_  mis estocadas aumentaron al ver ese maldito labio apretado entre sus dientes.

_Oh cielos Edward_ gemía ella sobre la cama, miré sus labios que engullían mis dedos y los ví brillar por su excitación, hinchados y hambrientos de engullir algo mucho más grande que mis dedos… oh dios.  _Ahh… Edward, no pares…_

Oh sí lo haré…

Llevé mi mano a mi pene y encerré mis dedos a su alrededor, comencé a bombear… estaba tan duro.  Oh cielos… parecía que iba a poder resistir hacer esto. Deseaba estar dentro de ella ya y enterrarme hasta el fondo, pero al mismo tiempo deseaba hacerla rogar por mí… que comprendiese que ella era mía y nada más que mía.

_Bella dilo_ dije entre dientes bombeando aún más difícil, no solo mi eje sino también mis dedos dentro de ella. Me arrodillé sobre el colchón y le mostré lo que estaba haciendo, ella abrió sus ojos bien grandes y sorprendidos y llevó su mano a su clítoris, su dedo mayor comenzó a masajear su botón hinchado frenéticamente…

_No!_ gruñí apartando su mano de su clítoris, _es mío y yo seré el responsable de hacerlo sentir bien_ dije bajando la velocidad de mis bombeos, el sonido de mi mano friccionando contra el líquido preseminal que bañaba mi miembro inundó la habitación, los jadeos calientes de Bella y pequeños gemidos.

_Date vuelta_ dije entre dientes sacando mis dedos de ella, gimió de necesidad pero no, ahora mis intenciones eran otras. Ella me obedeció y volteó sobre la cama  mientras me mostraba su hermoso culo al aire, llevé los dedos que habían estado dentro de ella a mi boca y los saboreé como si fuera la última gota de sangre del maldito mundo. Mis ojos se clavaron en sus pálidas nalgas… oh cielos, con lo que me daban ganas de hacerle por haberme ocultado cosas.

_Ábrete_ le pedí, le exigí… ella lo hizo, con sus rodillas a cada lado de mi cuerpo alzó la cadera y quedó expuesta ante mí, realmente expuesta. Oh cielos… ella estaba tan mojada. _Bella, si tuvieras una idea de las cosas que quiero hacerte_ dije con voz áspera, mis ojos fijos en sus pliegues hinchados y mojados,

_¿Qué esperas?_ dijo con voz contenida… oh cielos.

Sin poder contenerme más tomé su cadera con ambas manos y la atraje a mi boca, un gruñido surgió de mi pecho cuando mi lengua comenzó a lamer todo lo que ella me ofrecía, no había nada, nada en este maldito mundo que fuera más delicioso. Mi lengua se arremolinó de lleno sobre sus pliegues y contra su clítoris hinchado, con hambre, saña… con ferocidad, sin hacer ni el mínimo intento de controlar mis modales, estaba jodiendo a mi esposa… esta vez no era hacer el amor, esta vez estaba reclamando lo que era mío, mi cuerpo, mi dulce manjar y mi propia vida…

_Oh cielos, eres jodidamente deliciosa_ gemí antes de envestirla con mi lengua, sus paredes estrechas me apretaron haciéndome sentir que tan cerca estaba de alcanzar su orgasmo _eres mi esposa… esto es mío ¿entiendes?_

_Oh si Edward_ gimió contorneando su cintura para llegar más a mí _tuyo… todo tuyo_ sus gemidos comenzaron a resonar en la habitación acallando la música que sonaba. _Edwa…rd, oh dios, me voy a venir… ahh_  burlé un poco más con mi lengua entre sus pliegues sin llegar a envestirla, oh cielos… me gustaba mi nombre entre sus gemidos. Cuando sentí que estaba a punto de estallar en mi boca me salí de ella, que se quejó… pero no sería por mucho tiempo… su respiración errática fue lo único que se oyó en la habitación a parte de la canción que aún sonaba.

Es extraño lo que el deseo hace hacer a la gente tonta…

Nunca soñé que amaría a alguien como tú.

Y nunca soñé que me perdería por  alguien como tú, no

Me arrodillé nuevamente detrás de ella y con mis dedos entreabrí sus labios para ubicar la punta de mi pene en su entrada, remojé mi dedo pulgar con un poco de sus jugos y lo llevé a la otra entrada… nunca habíamos probado eso, no es que me importara hacerlo, puesto que estábamos aprendiendo esto juntos poco a poco, pero ahora estaba tan obsesionado en marcarla como mía, que ella lo sería de todas las formas posible, esta noche no quedaría nada por tomar de ella.

_Quiero tomarte aquí Bella, quiero que todo tu cuerpo sea mío están noche, todo… quiero que grites mi nombre, a quién le perteneces ¿lo harás?_ dije haciendo presión sobre el anillo oscuro de piel arrugada,

_Oh si_ dijo con voz gruesa. La punta de mi pene estaba ya contra su entrada y mi dedo hizo presión contra su entrada trasera y cuando la cabeza se sumergió entre sus paredes, mi dedo pulgar también lo hizo… era aun más estrecho. _Ah Edward… por favor_ entonces ante su pedido, la envestí duramente.

_Oh mierda_ gemí al sentir su calor finalmente abrazando mi erección, mi dedo de hundió en ella también y sin preámbulos comencé a embestirla duramente. Tomé con mi mano libre un costado de su cadera e hice que la mía chocara contra la de ella con toda mi fuerza, mi dedo entraba y salía de su hendidura y mi pene de su entrada

_Edward! Oh… me siento tan… llena_ gruñó azotando su cadera contra la mía, oh… a ella le gustaba esto. Saqué mi dedo de ella y tomé fuertemente su cadera, sus manos se aferraban a la sábana desgarrándola y reduciéndola solo a hilos sueltos, sus gemidos llenando la habitación y sus pechos debajo de ella azotándose sobre la cama.

_Así quiero que te sientas, llena solo por mí… solo mi cuerpo chocando contra el tuyo_ dije con cada embestida _tu piel contra la mía, solo yo… tocándote Bella!_  

_Si… oh sí Edward_  gimió alzando su cabeza, su columna perfectamente arqueada _soy tuya mi amor_

Entonces cuando nuevamente sentí que sus paredes empezaban a contraerse, me detuve abruptamente saqué mi pene empapado de ella para ubicar la punta en su parte trasera, ella se estremeció por un instante refunfuñando por su orgasmo negado, pero pronto se lo daría…

_Respira Bella, quiero que me digas si esto es incomodo_ esperé que ella asintiera y al segundo después metí la punta un poco, deslizándome con facilidad dentro de ella… oh mierda… era tan estrecha, más apretada de lo que pensaba.

_Oh cielos Bella…_ gemí deteniéndome, no podía avanzar… o sí podía, pero me correría al segundo de hacerlo. Respiré innecesariamente unas cuantas veces antes de concentrarme al máximo y distraerme con otras cosas que ella me ofrecía, su piel de alabastro, sus curvas suaves y hermosas, sus contornos tan femeninos y bellos… entonces estaba preparado o más o menos preparado para envestirla.

_Edward…_ susurró ella sabiendo que el momento para mí era tan abrumador, intenso y jodidamente difícil. Pero lo hice… a su pedido y respondiendo a mi urgencia de tenerla de todas las maneras posibles, tomé una respiración profunda y empujé un poco mi cadera hacia ella, que se quejó… pero de placer, un lamento suave y sexy. _Oh mi amor, sigue…_

Empujé un poco más contra ella mirando perversamente como su hendidura se iba ensanchando a  medida que mi pene la iba penetrando, oh cielos… lo hice, sin detenerme, me hundí hasta la base.

Dejé caer mi frente sobre su espalda y respiré jadeante contra su piel, _Bella…  Estas tan apretada_ me quejé, ella se contorneó en respuesta, quería volverme más loco de lo que ya estaba. Llevé mis manos a cada lado de su cuerpo y recorrí su piel hasta llegar a sus pechos, los cuales cubrí con mis palmas y masajeé suavemente. Ella gimió empujando su cadera contra la mía y entonces tuve la fuerza de incorporarme y llevarla conmigo, su espalda pegada en mi pecho, mis manos atrapando los suyos, sus piernas a cada lado de las mías y sentada literalmente sobre mí… toda mía.

Ahora me quiero enamorar

Este mundo siempre va a frenar tu corazón

Ahora quiero sentir lujuria

_Oh mierda… es tan… intenso_ dijo ella recostando su nuca en mi hombro. No pude hablar… estaba total y netamente concentrado en no correrme antes de tiempo. Quería darle un poco de placer también, obvio que si, ella era mi todo… y ciertamente nunca fui un esposo egoísta, deseaba darle el mundo a sus pies. Sin embargo lo único que yo quería esta noche era que ella fuera la fuente de mi placer, quería tomarla para mí y gozar de ella como el más egoísta de los amantes y marcar como mía hasta el último centímetro de su cuerpo.

A ella sin embargo no le importó mi urgencia, mi espera… ella comenzó a moverse sobre mí lentamente ayudándose con sus piernas sobre la cama, envolví su cintura con mis manos y la ayudé… apreté los dientes y cerré los ojos recostando mi frente en su hombro. Ella pronto comenzó a gemir, mi erección palpitaba dentro de ella y sentía que podía venirme en cualquier momento, por lo que aceleré sus movimientos con la ayuda de mis manos en su cintura… ella comenzó a cabalgarme sin sentido.

_Oh dios… Bella_ gemí sobre su hombro,

_Vente mi amor, vente conmigo… ¿esto necesitabas hacer para saber que soy… tuya?... lo soy, siempre lo fui, lo… seré_ murmuró moviéndose más rápidamente. Entonces llevé una mano por el frente de su vientre hasta alcanzar su clítoris, masajeé suavemente y continué mi recorrido hasta meter mi dedo mayor dentro de ella, sus paredes mojadas… oh cielos…

Con el talón de mi palma estimulé su clítoris y con mis dedos envestí su entrada delantera mientras mi pene entraba y salía de ella.

_Bella_ advertí, aunque estaba seguro de que ella podía sentir mi erección  palpitando y creciendo aún más. _Bella… no puedo retenerlo… más_ escondí mi cabeza en su cuello y gruñí mientras sus paredes comenzaban a ordeñarme.

_Ah Edward!...  soy tuya amor_ se lamentó, entonces no pude más, sentí el bombeo de mi miembro dentro de ella, marcándola...

Gruñí antes ese intercambio de sensaciones, ella gimiendo por su orgasmo y yo por el mío… tan jodidamente intenso.

Colapsamos sobre la cama sin fuerzas, sin una pizca de ganas de separarnos. Yo aferrándome a ella con amabas manos y ella entrelazando sus dedos con los míos, sin querer soltarme. En la noche solo resonaban nuestras fuertes respiraciones jadeantes y los lamentos del orgasmo rezagante de mi esposa… lamentos de amor y pasión.  Me alcé con un codo y llegué hasta su oído,

_Te amo tanto que cuando creo que no puedo amarte más, logras que piense lo contrario…_ murmuré antes de besar la piel de su cuello, ella gimió volteando a ver mis ojos,

_Edward, ¿qué otra demostración quieres?_ dijo alzando una mano para acariciar mi mejilla _te di todo, tienes mi cuerpo, mi alma, mi identidad… mi vida entera, pídemelo y te lo daré_

_Tus pensamientos_ dije simplemente tocando su sien con mi índice. Ella en cambio sonrió…

_Quién dice que algún día también eso pueda darte, no hay nada imposible en este mundo para ti mi amor_

Nada imposible… nada excepto proteger a mi familia, nada excepto eso.  Al recordar lo único que pude hacer fue acurrucarme contra mi esposa y dejar de lado las insatisfacciones, las frustraciones y enfados y tenerla… simplemente tenerla, maldición!... no era mucho tiempo el que nos quedaba y yo actuando como un perverso idiota.

El resto de la noche solo me dediqué a reverenciar su cuerpo y a demostrar mi amor, hacerle el amor… como había planeado hacerlo por el resto de mi eternidad con ella aplacando al monstruo en su lugar y sujetándolo con los grilletes como debía ser. Solo Edward y Bella…

Siempre sería así… tenía que ser así, éramos un par inseparables. Si ella resultaba herida yo también resultaría, si ella huía yo iría tras ella, no había nada en este mundo que me haga pensar lo contrario, ni siquiera la amenaza que se cernía sobre nosotros, ni siquiera los Vulturis. Ella era mi otra mitad, la otra mitad de mi corazón y de mi alma, no había otra… si ella faltaba, faltaba todo en mí y era algo que no tenía discusión. Ella y yo éramos uno, estuviera donde estuviéramos, porque no iba a dejar que sucediera una nueva separación, aunque me arrastrara detrás de ella, siempre la alcanzaría.

 _________

Navidad vino muy pronto, más pronto de lo que me esperaba. Esta vez era muy diferente a las navidades en familia de años anteriores. Para esta altura, el año anterior había estado solo en mi cuarto componiendo canciones mientras los demás festejaban en parejas, algo que prefería no ver. Ahora yo tenía, no solo una pareja, sino también una pequeña familia, mi hija… a demás pir supuesto de una hija que acarreaba con una familia extra, la manada.

Con Bella fuimos a ver a Charlie para navidad, el cual estaba muy feliz de vernos a todos reunidos allí en su pequeña casa. Mi hija fue el centro de atención esa noche y estaba feliz, había recibido regalos de Charlie, Sue y Jacob, a demás de los míos y el de Bella. Tenía que admitir que había hecho chasquear mis dientes cuando Jacob puso en su mano una pequeña pulsera de promesa, es decir… por dios santo! Era solo una niña y no le estaba dejando elegir, pero como dijo Bella… Nessie ya lo había elegido, por lo que tuve que retener mis mendigos reclamos para mí mismo.

Me di la libertad de obsequiarle a Charlie algo en nombre de toda la familia, algo que le gustó mucho, por lo que me gané un poco más de su corazón. Un nuevo sistema automático para pescar… creo que eso lo llevaría a estar más entretenido en lugar de preocuparse por su hija y nieta, en caso de que algo pudiera suceder.

Cenamos… sí, cenamos literalmente. Nessie fue la que más refunfuñó, pero sabía que debíamos ser cautelosos y aparentar algo que no éramos por el bien de su abuelo. Compartimos la mesa con los quileutes, algo que jamás pensé que podría suceder y nos deseamos felicidades entre todos. Personalmente estreché la mano con cada uno de los miembros de la manada, pero enfaticé el saludo a Jacob… mi antiguo némesis… y ahora futuro yerno supongo, pequeñas peculiaridades de la vida.

Luego de la cena llevé a mi familia feliz y algo asqueada a casa nuevamente, mi hija dormía en brazos de Bella y Jacob venía en el asiento trasero bromeando sobre la cara de Charlie al recibir a la manada y a los Cullen en su casa. Había sido una experiencia abrumadora para él, pero lo podía sobrellevar mejor de lo que había pensado.

Entramos en el camino de entrada de la casa cuando comencé a percibir los sonidos provenientes de ella. Habían murmullos exacerbados y algunos gritos incluso. Discutían…

Aceleré al Volvo hasta que entramos en el prado cercano y estacioné justo en la puerta, los vampiros estaban deliberando. Miré a Bella antes de salir del auto y recibí los impacientes y preocupados pensamientos de Jacob,

“¿Será que se adelantaron? ¿Será que vinieron mientras nosotros no estábamos?”…

Ante esa posibilidad salí del auto y olisqueé el aire, Alice nos había advertido en la época que llegarían, había nieve… algo que faltaba en Forks en estos momentos, por lo que no podía ser eso. Entonces me apresuré a husmear en los pensamientos de los demás, mi padre estaba tranquilo, pero discutía con Amun.

“No nos queda otra posibilidad, mantenernos unidos… si alguien más desea irse entonces lo tendrá que hacer ahora” pensó Garret mientras veía la discusión.

“ Alistir no estaba del todo seguro de estar aquí, Amun tampoco lo está… solo vino porque Benjamin lo deseaba… también se irá, pero no dejará a Benjamin” pensó Carlisle. Entonces lo comprendía… alguien nos había abandonado.

_Alistir se fue_ dije para Bella y Jacob que me seguían impacientes escaleras arriba. Abrí la puerta rápidamente y me apresuré a cruzar el salón llevando de la mano a mi esposa. Ella traía a Nessie sujeta a su pecho.

_Amun, si te quieres ir, hazlo, nadie te obliga a quedarte_ murmuró mi padre con calma, Amún lo miró colérico y por su mente cruzaron imágenes de su partida, pero estaba reacio a hacerlo sin embargo.

_Estas robando la mitad de mi grupo, Carlisle!_ dijo este apuntando con el dedo a  Benjamin, su tesoro más preciado. _¿Para eso me llamaste? ¿Para robarme?_ Carlisle bufó y Benjamin rodó los ojos,

_Si, Carlisle involucro a toda su familia a una batalla contra los Volturis, simplemente para que yo también muriera aquí_ dijo con sarcasmo Benjamin._Se razonable, Amun, yo me comprometí a hacer lo correcto aquí, no me estoy uniendo a ningún otro grupo. Puedes hacer lo que quieras, claro, como Carlisle te dijo_

_Esto no acabara bien_ Amun gruñó _Alistair era el único cuerdo aquí. Deberíamos estar huyendo_

“No hay posibilidad en esta tierra que los Vulturis nos perdonen la vida después de este fiasco” pensó luego.

_Mira a quien estas llamando cuerdo_ Tia murmuro silenciosamente… “justo el loco que cree usar como arma a quien es como su propio hijo”

_Todos seremos descuartizados!_ gritó con efervescencia Amun,

_No vendrá una batalla_ Dijo Carlisle con una voz firme.

_Eso dices!_

_Y si pasa, siempre puedes cambiar de bando Amun, estoy seguro de que los

Volturis apreciaran tu ayuda._ correspondió mi padre. Amun lo consideró por unos segundos y resopló,

_Quizás esa es la respuesta_

_Nunca tomaría eso en tu contra, Amun. Hemos sido amigos desde hace mucho, pero nunca te pediría que murieses por mi_ la voz de mi padre como siempre era controlada y sincera, no había modo de engaños aquí y menos de parte de él.

_Pero harás que mi Benjamín se vaya abajo contigo_ dijo en voz baja Amun, esa era toda su preocupación, ni siquiera le importaba su propia vida. Carlisle puso una mano amistosa en su hombro, pero éste se la quitó.

_Me quedaré, Carlisle, pero es posible que te abandone, me uniré a ellos si es necesario para sobrevivir, todos ustedes son unos ilusos si creen que pueden vencer a los Volturi_ mi padre por supuesto estaba de acuerdo, pero la mayoría de los vampiros en la sala no. Amun miró a Bella y a mi niña en sus brazos protegida por el brazo e su madre y suspiró,

_Seré testigo de que la niña ha crecido, Esa es la verdad. Cualquiera se daría cuenta_

_Eso es todo lo que hemos pedido_ dijo con firmeza mi padre.

_Pero no todo lo que has obtenido, al parecer_ Volteo hacia Benjamín con cara adusta _Te di vida y la estas gastando_ reprochó a un Benjamín a punto de perder los estribos. Ya no vi al niño que había visto a su llega, ahora era un vampiro feroz y resentido por cientos de años bajo la sombra y protección exagerada de su creador,

_Es una lástima que no pudieses reemplazar mi voluntad con la tuya en el proceso, Quizás así estarías complacido conmigo_

Amun pareció ofendido con las palabras lúgubres de Benjamin, ofendido y rechazado…

“Esto no tiene salida alguna, si él se queda tendré que quedarme, después de todo, los Vulturis se enteraran de su don y lo querrán tal vez, yo me uniré a ellos si ese es el caso… veremos lo que sucede”  pensó antes de hacer una señal a su compañera Kebi y marchar hacia la salida,

_No se va a marchar_ dije a Bella al oído _pero mantendrá su distancia inclusive mas a partir de ahora. No estaba mintiendo cuando hablo de unirse a los Volturi_ lo haría incluso si eso significaba salvar su pellejo y el de su protegido.

_¿Por qué Alistir se fue?_ preguntó ella de vuelta. Miré la mente de mi padre, estaba ensimismado en los sucesos que habían ocurrido,

_Ninguno es optimista; no dejo ni una nota. Desde su punto es obvio que la pelea es inevitable. A pesar de su actitud, él realmente aprecia a Carlisle para ir hacia los Volturi. Pero supongo que decidió que el riesgo era demasiado_ dije meditando en las razones de Alistir, él simplemente había decidido no morir, algo que estaba muy seguro que sucedería… pero nunca se lo diría a Bella.

Una respuesta mucho más compleja pude oír de quien había estado tan preocupado como mi padre, por lo acaecido… Eleazar, él dijo lo que quería acallar.

_Por el sonido de sus quejidos, era más que eso. No habíamos hablado mucho de la agenda de los Volturi, pero Alistair se preocupo de que a pesar de lo mucho que podamos probar tu inocencia, los Volturi no escucharan, El cree que solo están usando una excusa para lograr sus objetivos aquí_

“Eso es precisamente lo que son capaces de hacer… matarnos a todos a pesar de que prueben la inocencia de la niña” pensó uno de los rumanos satisfechos con la respuesta de Eleazar.

Los rumanos se quedaron ensimismados hablando uno con el otro, yo prestaba atención a los pensamientos de Eleazar, él creía que si lo Vulturis veían estas vulnerabilidades en el grupo sería fácil vencernos, si es que existía la posibilidad de estar en una lucha, verán que habían muchos puntos débiles en los Cullen entre ellos el hecho de la huída de Alice y Jassper, alguien clave para nosotros, ahora la huída de Alistir, que si bien no era tan importante en cuanto a sus atributos, él era alguien cercano a Carlisle y para los Vulturis eso se reducía solo a traición. Por supuesto algo que mi padre estaba lejos de pensar… era llana y pura supervivencia. Eleazar pensó en las posibles reacciones del grupo si alguien más llegaba a desertar y seguí prestando atención, hasta que la palabra “neófita” entró en mi campo de atención… y era la voz de Vladimir que tenía su mirada fija en la de mi esposa.

_… y apenas comienza a describir su don. Y el movedor de tierra_ señaló esta vez a Benjamín, que se tensó al oír lo mismo que yo había oído. _Con sus brujas gemelas no necesitan a la ilusionista o la de manos de fuego_ miraron al unísono a Zafrina y luego a Kathe, que también escuchaban atentas, y luego me miraron a mí _ No es como si el leedor de mentes es necesario. Pero veo tu punto, realmente, ganaran mucho si llegan a triunfar_ murmuró Stefan. _Más de lo que nos podemos dar el lujo a que ellos ganen, ¿No estás de acuerdo?_

Veía en su mente lo que se estaba gestando… lo que habían pensado al unirse a nosotros, no era para ser testigos realmente, ellos iban como luchadores, ellos no deseaban darle qué ganar a los Vulturis y harían lo necesario para no dejar que ellos se salieran con la suya… ellos solamente nos veían como herramientas que los Vulturis podían utilizar, algo que seguramente los haría más fuertes, ellos no deseaban eso para nada y era lo que los mantenía atados aquí…

_Creo que debo coincidir. Y eso significa… Que nos tenemos que unir contra ellos mientras tengamos esperanza_ murmuró uno…

_Si pudiéramos detenerlos o por lo menos exponerlos_ concluyó el otro.

_ Entonces, en otro momento, alguien más terminara el trabajo_

_ Y nuestra vendetta llegará_

Ambos se miraron a los ojos y tanto en mente como en palabras coincidieron,

_ Parece la única opción_

_Entonces peleamos_ dijo Stefan. Ambos mirando nuevamente las herramientas que tenían que alejar de las manos de los Vulturis, sonriendo los dos llenos de satisfacción al hacerlo…

_Peleamos_ coincidió Vladimir.

“No hay otra salida… si para eso vinimos aquí, será lo que tenga que ser” coincidió Tía en su mente, para luego hacerlo verbal.

_Nosotros también lucharemos_ su usual voz grave era más solemne que lo habitual _Creemos que los Volturi traspasaran su autoridad. No tenemos deseo de ser de su propiedad_ miró a Benjamín que sonrió y de manera automática miró a los rumanos, a quienes tampoco pensaba dejar en manos su dominación.

_Aparentemente, solo soy una comodidad, Parece que tengo que ganarme mi libertad_

Y como un reguero de pólvora, uno a uno de los que habitaban la sala dejó en claro su posición, declarando en voz alta sus decisiones, Garret saltó hacia Benjamin apoyando sus palabras,

_Esta no será la primera vez que me oponga a las decisiones de un rey_ murmuró mientras le golpeaba la espalda, _Aquí está la libertad, el fin de la opresión_

_ Nos mantenemos con Carlisle_ dijo Tanya afirmando la que había sido su posición desde un principio _Y pelearemos con el_

_No hemos decidido_ declaró Peter mirando cabizbajo a Charlotte, que le devolví la mirada resignada,

“Donde estés tú yo estaré… como siempre lo estuve” pensó ella mientras que por su cabeza cruzaba la posibilidad de un Peter muerto en el campo de batalla y ella a su lado en iguales condiciones, no pude más que apretar la mano de mi Bella, al saber que podíamos estar pronto en la misma posición.

_Lo mismo va conmigo_ dijo Randall

_Y conmigo_ añadió Mary acordando con su compañero,

_La manada peleara con los Cullen_ dijo Jacob de manera repentina, sin medir las consecuencias, él iría donde fuera Nessie, eso era otro punto de coincidencia entre Bella y yo _No le tememos a vampiros_ sonrió arrogantemente.

_Niños_ bufó Peter,

_Infantes_ enfatizó Randall.

Rápidamente Maggie dio a conocer también su posición, a lado de Carlisle por supuesto, aún ignorando la sujeción de Shioban en su brazo. Sus pensamientos de preocupación y su mirada fija en Maggie, el miembro más joven de su aquelarre,

_Carlisle_ dijo atenta a la joven _No quiero que esto termine en una batalla_

Mi padre le enfatizó que esos eran sus mismos deseos y que lo único que debería importarle a Shioban en esos momentos era mantener la paz,

_Sabes que eso no servirá_ dijo ella desalentada, su don era muy persuasivo, ella tenía el poder de hacer que las cosas salieran como ella lo deseaba. Algo en lo que difícilmente ella misma creía que fuera útil en estos momentos.

_No lastimara a nadie_ replicó mi padre. Shioban rodó los ojos

_¿Debería visualizar lo que deseo?_ dijo ella a modo de broma, por supuesto visualizar no era su don, pero si desearlo, desearlo tan fervientemente que no hubiera otra salida que cumplirse.

_Si no te importa_ dijo Carlisle siguiéndole el juego. Ya podía ver lo que su mente demandaba y lo que esperaba que su poder hiciera…

_De ese modo, no hay necesidad de que mi grupo se declare ¿verdad?_ dijo poniendo la mano sobre el hombro de Maggie, ella puso todo su fervor en el comando que le otorgaba su poder, todo el énfasis y la fe… _ya que no habrá una pelea_

Y solo pude creer en ella…creer como si tuviera su mismo poder y como si pudiera hacer que ese comando se hiciera realidad, que no habría una pelea, no la habría!. 

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Ok... sí! Temprano y super largo, mañana no estaré en casa así que no iba a poder publicar, ya me quedo tranquila al haberlo hecho hoy. Espero que les haya gustado. Creo que faltan solo cuatro o cinco capitulos para terminar, hayyy dios... 

 Amores ¿creen que me merezco algún comentario?...  gracias!

Canción que pone Edward en la habitación... (gracias Ice, autora de MOTU, que me inspiró con esta canción)