Capitulo 9: Hasta las venas de tí

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Hasta las venas de ti

_Edward… Edward, ¿me escuchas?_ la voz de Emmett estaba del otro lado del teléfono, pero no lograba prestarle atención, cerré los ojos y sacudí levemente la cabeza, 

_Si, aquí estoy Emmett, ¿qué?_

_¿Estas idiota o tu cerebro se quemó con la esperma que estas acumulando?_ preguntó el idiota para luego largar una carcajada festejando su idiotez.

_Estoy… aquí Em_ dije largando un suspiro _y mi cerebro está bien, estoy manejando el problema con mi esperma acumulada, no te preocupes_

Su risa resonó en el teléfono y rodé los ojos, ponerme a su altura era mi pasatiempo favorito, sin embargo también él se ponía a la mía cuando lo necesitaba, era increíble cómo nos entendíamos con mi hermano.

_Mira, te estaba diciendo, voy a salir con algunos amigos ¿quieres acompañarnos? Será una noche de hombres, iremos a Sammys y Sam a tomar unos tragos, será divertido y te vendrá bien emborracharte un rato, déjate de pensar en vaginas_

Me reí lánguidamente mientras aflojaba el nudo de mi corbata. Había llegado a mi departamento no hacía ni un par de minutos cuando el celular me alertó de una llamada de mi hermano. Fruncí el ceño y caminé hasta mi cocina a buscar un poco de jugo, no tenía ganas de salir esta noche, salir a emborracharme con mi hermano era lo menos atractivo ahora que tenía un mejor pasatiempo, sonreí al recordarlo…

_No lo creo, estoy cansado_ puse como excusa _mañana será un día atareado, hoy estuve en reunión para organizar la presentación de mañana, es importante, Aro tal vez me ascienda como su socio si todo sale bien… ya sabes_

_Oh bro!... te felicito, pero… vamos hombre, no te arrepentirás, emborracharte un poco no te hará daño, dejar de pensar una noche en vaginas no te dañará… dejar de pensar en ella, solo por hoy… no te hará daño_

Sonreí volviendo a entrar a mi dormitorio y dejándome caer sobre la cama, mierda!... ¿tan transparente era?

_Que bien que te diste cuenta que solo una está en mi mente_ murmuré ahogando un bostezo, _no sabía que podía ser un jodido patético_

_Para nada, del modo en cómo la veías en casa de nuestros padres fue suficiente para que todos se dieran cuenta, ella te tiene enroscado en su dedo meñique ¿he?_ murmuró largando una risa final,

_Si… supongo_ murmuré volteando sobre mi estómago para arrastrarme hasta las almohadas de mi cama

_Que bárbaro hermano_ dijo con tono exasperado _ nunca creí que por desear sacarte a Tanya de encima, alguien más te podría de esta manera. Eras mi modelo a seguir bro, las mujeres siempre fueron las que lamían el lugar por donde pisabas, sabes manejarlas… sabes cómo volverlas locas, por años he visto cómo una a una iban cayendo, ¿qué carajos te sucedió ahora? ¿Cómo es que esta put-

_He! No, no lo hagas… no te lo voy a permitir_ le corté hartándome, que dijera lo que quisiera pero no iba a permitir eso _es mejor que cierres tu boca Em_

_Lo siento_ dijo luego de un suspiro _pero mira, esto me encabrona. Tengo un hermano que es Edward Cullen, uno de los solteros más codiciados de Seattle…

_No seas exagerado_ murmuré reprimiendo una carcajada,

_Cómo sea… no niegues lo que eres_  murmuró con convicción.

Ciertamente había sido un hombre con suerte a la hora de ligar, las mujeres no me faltaban, yo obtenía lo que deseaba de ellas y ellas me daban lo que pedía. Era un amante gentil sin embargo, siempre me había considerado así, no había placer más grande para mí que observar la cara de placer de la mujer que me acompañara, fuera quien fuera, si veía esa cara… mi ego salía aireado, no había nada que pudiera conmigo, porque confirmaba lo jodidamente bueno que era en la cama.

Sin embargo, aquí estaba yo… que todo lo obtenía. Anhelando con toda mi alma a una mujer que no notaba lo mucho que la deseaba o tal vez lo notaba y lo ignoraba olímpicamente. ¿Sería el karma?... había rechazado a Tanya, por varias razones lo había hecho, entre ellas, porque su personalidad que me  exasperaba, era hija de mi jefe y ella no era mi tipo, ni siquiera en la cama, porque me imaginaba a Tanya cacareando frenéticamente mientras trataba de llegar a mi orgasmo… y no era lo que me agradaba. El placer mutuo… ¿lo recuerdan?, no era lo que veía probable con Tanya, sin embargo con Bella… oh si, todo era posible con ella.

Lo sabía… aún podía sentirla en mi lengua, aún podía sentir su dulce coño en mis labios, su olor intoxicante y el calor de su boca que envolvía mi lengua, oh cielos… no, no,  otra erección no por favor.

_Mierda!... bien, dime donde Emmett y voy_ murmuré llevando una mano a mi  pene y frotándolo sobre mis pantalones, iba a tener que deshacerme de ese problema antes de salir.

Emmett me indicó donde se ubicaba Sammys y Sam y colgué el teléfono para prepararme. Pero deslicé mi mano por debajo de mi almohada y encontré el pequeño pero preciado tesoro que había adquirido de Bella, sus bragas. El trozo de tela blanca se enredó en mis dedos y exhalé un suspiro, era como un animal, un maldito y desquiciado animal… porque empuñé sus bragas deliciosas en mi puño y llevé la tela a mi nariz…

Oh mierda…

Bella tenía la ambrosía más deliciosa de este jodido mundo. Respiré profundo hundiendo mi nariz en la tela y exhalé el aire por mi nariz con un gemido que tiró de mi pene, llevé mi mano rápidamente a mis pantalones y deshice el cierre y la prestilla para liberar mi eje duro como una roca…

_Oh Bella…_ murmuré cerrando los ojos, tomando una respiración profunda sobre la tela y aforrándome a mi erección con mi mano, comencé a deslizar mi mano mojando mi pene con el líquido preseminal que salía de la punta y me puse en la tediosa tarea de tirarme a mí mismo. Bombeé fuertemente a lo largo de mi miembro y jadeé sin separé mi nariz de la tela… aún persistía la deliciosa humedad y habían pasado ya tres días, no estaba dispuesto a lavarlas ni nada de eso, mientras su olor resistiera en la prenda, sería mi instrumento que me excitara a mi propia masturbación. _Mierda! Bella..._

Tiré aún más fuerte cerrando mis ojos, en el silencio de mi departamento lo único que lograba escuchar eran los golpes que le daba a mi eje una y otra vez, mis gruñidos ocasionales y gemidos llamándola, llamando a la mujer que estaba logrando volverme loco.

_Ohh… mierda!_ gemí sintiendo cómo se hinchaba más y más mi erección, mi bajo vientre comenzó a presionar y tiré la cabeza hacia atrás sintiendo el flujo  de mi sangre viajar hacia el sur _agghh Bella, quiero golpear contra ti, tan mal… quiero enterrarme en tí Bella_ grité como si pudiera verla allí conmigo, como si ella fuera una testigo silenciosa de mi debilidad.

Entonces inspiré una vez más sobre la tela que tres días atrás había recubierto su centro mojado y caliente y mi pene estalló, el líquido caliente saliendo con chorros largos directo en mi camisa… mierda! Gemí… sin importarme eso siquiera y me lamenté lánguidamente de cada sacudida al liberarse.

_Bella…_ susurré como un loco obsesionado.

No supe la cantidad de minutos que habían transcurrido, pero finalmente dejé caer mi mano de mi nariz con la braga envuelta en mi puño y la deposité en su lugar, debajo de mi almohada. Me senté lentamente sobre la cama y miré el desastre que había hecho sobre mi camisa…

_Maldición, definitivamente debo dejar de hacer esto_

Vamos, como si fuera tan fácil… con esa jodida mujer metida en tu mente hasta los tuétanos!

Avancé hasta el baño, me cambié la ropa y me lavé un poco la zona del desastre y media hora más tarde estaba caminando por la ciudad en busca de un taxi para salir a emborracharme con suerte y olvidarme de ella, por una noche… solo por una noche.

_________

_A la cuenta de tres!_

Tomé el pequeño baso de vidrio entre mis dedos y me concentré a llevar la cuenta que Emmett iba a hacer,

_Uno, dos, tres_ golpeé el baso al mismo tiempo que los números salían de su boca y al tercer golpe me llevé el baso lleno de tequila a mi boca, tragué rápidamente y cerré los ojos con fuerza cuando el líquido atravesó quemando mi garganta,

_AAgggg mierda!_ murmuré dejando el vaso en la mesa, _me quieres matar Emmett!_

_Quiero que te olvides y disfrutes esta noche idiota!_ gritó de vuelta para luego voltear a la barra y pedir una ronda de más de tequila. Dan y Evan, los amigos igual de idiotas que mi hermano, batían sus puños cuando el mesero comenzó a servir el tequila en los vasos.

Bajé la cabeza y la sostuve con mi mano apoyada en la barra, gemí cuando el mareo parecía que podía tumbarme, me había emborrachado otras veces y lo hacía con entusiasmo, sin embargo siempre odiaba esta parte, cuando mis ojos comenzaban a nublarse y las personas se hacían dobles y el mareo sacudía mi cabeza…

Maldito Emmett.

_Hey!_ le grité parándome de la silla, me tambaleé un poco pero logré sostenerme de la barra _voy al baño, luego vuelvo_ dije antes de voltear y enfocar mi mirada hacia las puertas del baño que estaban unos metros más allá.

_Eh! Muy temprano para dejar tu estómago en el inodoro hermano, que blando eres!_

Comencé a caminar murmurando un “idiota” por lo bajo y a duras penas logré entrar al baño, me di cuenta algo tarde que había tenido que empujar a varias personas para llegar a él.

Caminé hasta uno de los compartimientos vacíos y vacié mi vejiga llena de alcohol mientras mi cabeza me daba vueltas, salí del baño y caminé hasta el lavabo, el agua fría sobre mi cara me despejaría un poco por lo que salí del baño  con mi cuello, rostro, cabello y parte de mi ropa, mojados… era un desastre.

_Hey guapo! ¿Bailas conmigo?_ oí la voz de una mujer a mi lado sosteniendo mi brazo cuando había comenzaba a volver a la barra, traté de enfocar mi mirada en la mujer parpadeando a causa de las luces del lugar y lo único que pude ver fue una abundante cabellera castaña,

_Hey no… gracias_ murmuré con voz pastosa, me odiaba a mí mismo estando borracho. Me quedé mirándola para verla mejor, pero luego sacudí la cabeza cuando no pude verla bien y comencé a caminar a la barra pero no alcancé ni a dar dos pasos cuando la misma mano me detuvo, esta vez deslizándose debajo de mi camiseta, miré a la mujer aturdido y fruncí el seño,

_¿Qué mierd-

No alcancé a decir nada que ella me había tomado del cabello de mi nuca y me había empujado hasta la pared, mi espalda chocó contra la piedra y su boca contra la mía, ella me besó duro.

Su lengua sabía a alcohol, o era la mía… no importaba. Sus manos se aferraron a mi cabello y antes de que pudiera pensar que rápida había sido esa mujer por tomar a cualquier hombre fuera de los baños, ella llevó sus manos a mis pantalones y se aferró a mi pene que tardaba en reaccionar seguramente por mi cerebro embebido en alcohol.

_Hey… yo no-

_Cállate y aprovecha esto, quiero que me jodas sobre esta misma pared_  murmuró ella aún sobre mi boca.

De esto estábamos hablando, Cullen no había perdido su toque señores y señoras. Las neuronas que habían sobrevivido a esta noche hicieron sinapsis y tomé a la mujer de la cintura para rápidamente voltearla hacia la pared, ahora… yo estaba contra ella. Mi lengua se hundió en su boca, casi juraba que hasta podía tocar la campanilla, la de ella hizo lo mismo y gruñí cuando el beso se puso demasiado muy caliente…

Mierda…

Empujé mis caderas contra las suyas para demostrarle lo encendido que me había puesto y la oí gemir cuando sintió mi longitud contra su ropa,

_Oh cielos… te quiero dentro mío, traigo condón_ gimió empujándome el pecho para apartarse y rebuscar en un bolsillo de su vestido,

La miré bien y las luces que salían del baño me dejaron ver su cara, ella era rubia, su cabello liso aunque algo despeinado llegaba a la altura de sus hombros, su boca entreabierta jadeando y manchada con labial rojo y sus manos frenéticas buscando en su bolsillo, ella sonrió cuando encontró algo y en seguida sus dedos rápidos desabrocharon mi cinturón para correr el sierre de mis vaqueros, su mano se metió dentro de mi pantalón y se aferró a mi pene por encima de la tela de mi boxer, pero entonces ella me miró… sus ojos azules se fijaron en los míos.

Mi mente nublada reaccionó y parpadeé varias veces, sus ojos eran jodidamente azules, ¿qué mierda?... ¿rubia?

_Azules?_ murmuré tomando su mano que se aferraba a mi erección que lentamente se desinflaba, ella parpadeó y sonrió,

_Hum… no, no tengo condones de colores, ¿es algún fetiche o algo?_ rió…

_No eres lo que pensaba…_ dije apartándome de ella rápidamente, sacudí la cabeza y me apresuré a acomodar mi ropa.

_Hey! No puedes dejarme así_ murmuró ella con indignación, la miré cuando terminé de abrochar mi cinturón y sonreí,

_Obsérvame_

Con eso salí de allí algo aturdido, pero misteriosamente mi mente más clara. Sacudí la cabeza, podría haber jurado que su cabello era castaño, ¿ahora veía cosas dónde no había?...

_Al fin! Ya te iba a ir a buscar tu tequila te espera_ dijo Emmett cuando volví con ellos. Negué con la cabeza mientras me sentaba,

_No, el alcohol me hace alucinar_ murmuré sacando mi billetera del bolsillo interior de mi saco, busqué un billete de cincuenta dólares y lo dejé sobre la barra.

_Me voy a casa_ dije con un suspiro. Por suerte mi Aston había quedado guardado en casa, volvería en taxi como había venido.

_Pero la noche todavía no termina_ dijo Emmett con exasperación _mierda, que patético y aguafiestas eres hermano_

No lo oí, o al menos fingí no hacerlo. Caminé por el bar hasta la salida y abrí la puerta de un solo golpe, el aire frío chocó en mi rostro y me estremecí ligeramente. Me recosté en la pared a un lado del bar y tomé varias respiraciones profundas…

_Mierda… ¿por qué tomé tanto?_ gemí. Cerré los ojos y apreté mis sienes con mis dedos, me tenía que preparar para la resaca del siglo.

Finalmente luego de unos minutos en los que mi mente se despejó un poco decidí ir en busca de un taxi para ir a casa, no necesitaba estar lamentándome por mis propias debilidades en medio de la calle y borracho.

Hice el esfuerzo de caminar por la vereda mirando mis pies, tratando de coordinar mis pasos y no hacer tanto el ridículo. La gente iba y venía por la calle, las luces parecían más intensas de lo habitual y los ruidos más apabulladores. Rompían mi cabeza…

Continué caminando por la vereda hasta que llegué al cruce de calle, a unos veinte metros más allá había un puesto de taxis por lo que esperé a que el semáforo se pusiera en rojo para poder pasar. Mientras esperaba miré al frente, había salas de cine y restaurants a lo largo de toda la calle y las personas entraban y salían.

Miré el semáforo y aún estaba en verde, mierda… quería llegar pronto a un taxi. Volví a mirar al otro lado de la calle y entonces lo vi.  Una cabellera castaña que caía en suaves ondas por la espalda.

Mis ojos se quedaron trabados en esa espalda como si pudiera traspasar su cuerpo y saber quien podía ser, de hecho lo sabía… al menos estaba casi seguro. Ella había salido de uno de los cines de la calle, ella iba tomada del brazo de un hombre a su lado, un hombre alto y de cabello rubio hasta la altura de los hombros. Tenía que ser ella… era su cabello, pero no podía ver su perfil, solo su espalda.

Desvié la mirada para rápidamente ver a un lado de la calle, el semáforo había cambiado a rojo, por lo que comencé a caminar al otro lado de la calle. Ella caminaba hacia el puesto de taxi, pero aún no le podía ver la cara.

_Bella…_ susurré. Me tambaleé un poco cuando pisé la orilla del cordón sin fijarme dónde caminaba y me sostuve de la pared del edificio de la esquina, esperé allí. El hombre rubio la sostenía de la cintura ya que habían  alcanzaron el taxi estacionado allí, él reía por algo. Ella recostó su frente sobre su pecho y supuse que también reía… y cuando se separó fue cuando la ví… era Bella.

Y ella reía aforrándose al hombro de este hombre, recostando su frente en su pecho, el entonces besó el tope de su cabeza y se apresuró a abrir la puerta del taxi para ella.

_Oh dios…_

Caminé hacia el taxi ciegamente, lo único que veía era a ella a punto de entrar en el auto, me sentía como si mi vida dependiera de alcanzarla,

_Hey! Edward_ sentí una voz que me llamaba de algún lugar detrás de mí… pero no volteé, mis ojos estaban fijos en ella, ella… solo ella.

Los pocos metros que me separaban de ella se me hacían infinitos y parecía que el camino se alargaba a medida que iba avanzando, de repente mi mente estaba despejada y alerta, pero el alcohol aún nublaba mis pensamientos… solo deseaba llegar a ella y golpear sin sentido al tipo que la acompañaba… ¿quién era? ¿un cliente? ¿sería el tal… Jassper?

_Bella!_ las palabras salieron de mi boca y era conciente de que la estaba llamando en plena calle y que sonaba como un pobre infeliz sin hogar… ella no volteó, ni siquiera creo que me escuchó. _¡Bella!_ grité más fuerte mientras que mi nombre venía detrás de mí, tal vez alguien que me había reconocido, tal vez era Emmett… no volteé a cerciorarme.

Ella seguí sin escucharme y casi estaba dentro del taxi dejándole lugar al tipo ese, mierda!

_Carajo Bella, escúchame!_ grité con todo de mí. Entonces ella volteó…

Estaba a unos metros, tal solo a unos cuantos metros de ella… su rostro se paralizó en cuanto me vió, sus ojos grandes y brillantes me miraron como si hubiese visto un fantasma, su boca en una perfecta O…

_Bella, por favor… quiero hablar contigo_ murmuré llegando a unos pasos del taxi. Oí un bufido a mi lado y alcé los ojos de ella, el tipo rubio me miraba con furia en los ojos, me miraba como si quisiera arrancarme la cabeza… ¿a si?

_¿Quién es él Bella?_ preguntó él mirándola con el seño fruncido, ella desvió los ojos hacia él por un segundo y luego volvió a los míos..

_Bella… necesito por favor-

_Ella no está disponible esta noche amigo, déjala en paz_ murmuró el tipo cortándome,

_Jass… cálmate_ dijo ella con tono ansioso.

¿Así que este era el tal Jassper? ¿Qué mierda hacía con ella? ¿él era el padre de su hijo? ¿Él era el que la tenía todas las noches luego de revolcarse con cada cliente?... 

Toma idiota, chupé y lamí su dulce coñito, ¿qué te parece eso? ¿he?...

_No me iré hasta hablar con ella_ murmuré aún con mi voz pastosa, luego me fijé en ella _Bella… por favor preciosa_

_No la llames así! Te dije que ella no está disponible esta noche pedazo de idiota_  dijo él con voz fuerte.

Apreté mis manos en  puños y mis dientes… ¿quién carajo se creía? Me adelanté un paso para llegar hasta él pero en un segundo Bella estaba fuera del taxi delante de él con la mano extendida, su cara de pánico me desconcertó un poco,

_Detente ya Edward, no te atrevas a tocarlo!_ gritó con sus ojos destellando furia… oh cielos, en ese momento la posibilidad de acercarme a ella, de tenerla de alguna manera se esfumó por los aires.

_Solo… solo quería hablar contigo_ susurré para ella, mi voz un poco rota. Ella parpadeó a mi petición y miró sobre mis hombros, volteé a ver qué miraba y me encontré a Emmett a unos metros de distancia observando lo sucedido… ¿él era el que me llamaba? No me importaba, no me iría sin hablar con ella. Volteé a Bella.

Ella suspiró y pensó mirando al suelo por un minuto, su labio inferior entre sus dientes y su ceño fruncido, el tipo rubio me miraba receloso detrás de ella. Cuando di un paso hacia ella para rogarle una vez más si fuera necesario él rodeó su cintura con un brazo y se acercó a su oído,

_¿Estas bien Bella? _ le preguntó, ella asintió y lo miró con una sonrisa tranquilizante.

_Dame un minuto Jass, hablaré con él_ dijo finalmente, me contuve de mostrarle el dedo del medio al tal Jasper. Él en cambio frunció el seño y la miró inquieto,

_Dijiste que esta era tu noche libre_ le reclamó el estúpido _que era exclusiva mía Bella… ya sabes que no me gusta esto,  odio esto Bella_

_Lo sé_ dijo ella alzando su mano para acariciar su mejilla _lo siento Jass, pero debo hablar con él, será solo un minuto cariño_

Él hundió sus hombros y luego de echarme otro vistazo cerró los ojos con un suspiro profundo, asintió y vi su nuez de Adán moverse de arriba abajo cuando tragó de resignación,

_Estaré dentro del taxi_ dijo antes de dar un paso atrás y meterse en el auto. Entonces ella era toda para mí…

Ella caminó delante de mí y volteé para seguirla, por primera vez la observé como vestía desde que la había visto. Ella… oh cielos, nunca la había visto con zapatillas… y aún así era la cosa más sexy que había visto jamás. Solo unos jeans desteñidos y un abrigo de algodón, su cabello ondulado cayendo sobre sus hombros. No había ningún rastro de la mujer sumamente erótica y sexual, no había rastros de la chica de compañía que hacía que mi pene palpitara, pero aún así… aún sin toda esa cubierta de mujer fatal, mi pene seguía palpitando.

La seguí hasta una de las paredes del edificio del que ellos habían salido, ella se detuvo bruscamente y volteó a mirarme,

_¿Quién te crees que eres Edward Cullen? ¿Ahora estas siguiéndome? ¿Quién mierda te crees?... _

_Déjame hablar Bella por favor, yo… te vi de casualidad_ murmuré dando un paso hacia ella, apoyé una mano contra la pared y ella no le quedó más remedio de recostar su espalda allí… nuestros cuerpos no se tocaban pero podía mierda!... podía sentir el calor de su cuerpo, su olor…

_Claro, me encontraste de casualidad mientras te emborrachabas y a punto de follarte a una mujer ¿no?_ dijo señalando mi cuello _¿dónde está? ¿la dejaste plantada por correr detrás de mí?_ miró hacia ambos lados de la calle y luego rió.

_Yo no… yo no me follé a nadie ¿qué mierda me hiciste Bella?_ gemí patéticamente. Ella me miró con el seño fruncido _vamos preciosa, no te hagas la desentendida… ¡Díme qué mierda me hiciste!_ le exigí.

Ella se sobresaltó y al segundo siguiente puso sus manos en mi pecho con la intención de empujarme,

_Eres una maldita bruja!... ¿qué me hiciste que no puedo dejar de pensar en ti maldita sea!_

_¿Esto es para ti hablar? Yo no te hice nada!... te calentaste conmigo eso es todo y lo único que buscas es acostarte conmigo para sacarte las ganas ¿no?_ me gritó de vuelta. Su pecho subía y bajaba debajo de su abrigo y sus ojos brillaban de cólera, _ yo no te debo nada… olvídate de mí y búscate a otra para hacer de tu compañía_

_¿Y me lo dices ahora? ¿he? Ahora ya es tarde Bella… porque no te voy a dejar de pensar, no puedo ni cogerme a otra mujer porque tu te me apareces como un fantasma… y tu muy feliz paseándote con otro tipo mientras yo me quemo por ti!_ rugí, podía sentir la vena de mi cuello palpitando eufóricamente, el alcohol engullí mi sistema y me daba el valor de decirle lo que sobrio no iba a ser capaz, admitir que me tenía enroscado en su pulgar.

_No te metas en mi vida_ dijo despacio con su mirada fija en la mía

_Me meteré si tú te metiste en mis venas_ dije tan suavemente como ella, _¿quién es Bella? ¿quién es él? ¿por qué estas con él?... dime por favor ¿es el padre de tu hijo? Si es así… ¿por qué te vendes?_

_No te interesa_ dijo mirando hacia el suelo entre nosotros. Suspiré frustrado, no me lo diría, no tenía por qué en realidad… yo no era nadie… no era nadie para ella.

Mierda!

_Bella_

_Edward, basta…_

Con mi dedo índice alcé su mentón y sus ojos brillantes me miraron,

_No… basta no_ murmuré acercándome a ella como si tuviese imanes que me atraían, su boca era mi manjar _tu no sabes nada, tú no te imaginas… no entiendo lo que me hiciste Bella, es… algo inexplicable. Por alguna razón irracional no quiero saber qué haces con ese tipo porque me dan nauseas, pero irracionalmente también… siento celos Bella. Sé que es tu trabajo preciosa… sé que no soy nadie…_

_Exactamente, no eres nadie_

_Pero me gustaría serlo_ dije suavemente. _déjame serlo_

_Edward yo…_ ella miró detrás de mi hombro, seguramente buscando al tal Jassper y lo único que atiné a hacer fue acercarme los últimos centímetros que había entre ella y yo y hacer chocar mis labios con los suyos…

Oh si…

Los había extrañado.

Ella se tensó por un segundo pero yo fui gentil, lo más gentil que podía ser sabiendo que tal vez su novio estaba detrás nuestro observándonos, estaba preparado para un puñetazo en los riñones. Algo que no sucedió, entonces me atrevía a profundizar mi beso y mi lengua se sacudió entre sus labios hasta inundarse en su calidez… no pude evitar gemir, oh cielos… había extrañado realmente esto.

Nos besamos sin privarnos de nada, ella mantenía sus manos en mi pecho pero ya no para empujarme, sus dedos rastrillaban mi camisa lánguidamente mientras su lengua acariciaba la mía. Logré pararme por mí mismo y utilicé mis manos para tazar sus mejillas… ella era tan delicada, ella era un diamante hermoso que me daban ganas de cuidar con mis propias manos…

_Bella_ murmuré suavemente sobre sus labios, arrastré la punta de mi lengua por su labio inferior y ella gimió,

_Edward… por favor_ dijo con una imploración implícita, besé sus labios castamente una vez más y ella respiró sobre mi boca… _por favor_

_¿Por favor qué Bella?…_

_No puedo_ dijo simplemente.

No, No, No….

_Bella escúchame… si puedes, eres una mujer libre ¿no?_ murmuré en mis últimos arañazos de histeria, la necesitaba… pagaría lo que me pidiera por ello, quería saber si tenerla era solo un capricho insatisfecho de mi cuerpo o una necesidad irremplazable…  _Bella ¿quién es él? Dime por favor… ¿quién es él?_

La miré a los ojos separándome levemente de ella y ella alzó la mirada hacia la mía… y luego de un suspiro resignado los cerró.

Dímelo Bella… por favor… dime si en tu cuerpo y en tu corazón queda chance para mí… dímelo.

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Ok... aqui el capi de esta historia que esta por llegar a su punto más febril. Recuerden que este fic lo escribo junto a Kassi, autora de la viñeta que trajo la idea original. Besotes y nos vemos mañana! Ah! a las que lees Robsten Moments, el jueves que viene habrá doble capi, ayer no lo pude escribir, nos vemos!