Capitulo 48: Frente a frente

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Frente a frente

Cientos de veces había visto su manera de presentarse en algún lugar, había visto sus rostros, imperturbables y fríos, había visto su imponencia y el miedo que causaban ante quienes los veían. Lo había visto personalmente en Volterra, sagaces e intimidantes… aunque aquella vez yo no le tenía miedo a nada, porque creía que mi mayor miedo se había hecho realidad. Aún así pude leer sus mentes, sus intenciones y sus astutos artilugios para que algo se vuelque a favor a ellos. Pero los había visto sobretodo, a través de la mente de Carlisle.

Es su mente había podido ver sus fortalezas tanto como sus temores. En su mente reconocí la avaricia y egoísmo propio de vampiros asqueados del mundo, hastiados de existir, había visto dolor y traición y había visto debilidad.

Pero a pesar de haber visto en mis cien años, distintas caras de los Vulturis… nunca había visto la arrogancia y crueldad con la que ahora se presentaban.

Era un autentico ejercito de vampiros, cada uno de ellos dotados de dones que los hacían resistir y adiestrados para matar. Si Bella había supuesto que iba a poder luchar contra Alec y Jane, nunca hubiera podido caber en su cabeza que una trintena de vampiros, que componían la guardia Vulturi, habían venido a esperar que ella se les fuera encima.

Los malditos estaban sumamente adiestrados para venir a hacer lo que querían hacer. Mi mente estaba en cada uno de ellos y era increíble, a pesar de lo trágico, la manera en que funcionaban…  y a pesar de las voces que se levantaban como susurros a mis espaldas, que ignoré para poder concentrarme.

Muy pocas veces ellos habían tenido un enfrentamiento de tales características, ellos habían formado ejércitos, se habían levantado contra manadas y manadas de hijos de la luna, habían sobrevivido a los niños inmortales y nunca, en ninguna de esas ocasiones se habían armado de tal manera como lo habían echo ahora. Y no éramos amenaza alguna… aún solo con Jane, Alec, Dimitri, Félix y un puñado de soldados de su guardia ellos eran capaces de detener cualquier tipo de defensa que nosotros hiciéremos.

Pero ellos aparecieron, no solo con toda la guardia, sino también con las esposas… algo que era totalmente inusual de ellos. Con mirada imperturbable vi como detrás de ellos, lentamente avanzaban los testigos… como títeres, como seres sin voluntad llevados por el falso deseo que infligía Chelsea.

“Esto es un disparate… ¿cómo osaron hacer algo así?” pensó Aro antes de trabar mi mirada con la suya unos segundos, esos ojos fríos y febriles de un rojo carmín  “Niño, admito que tienen valentía… pero no sabía que eran suicidas… sin embargo, gracias por la fanfarria y la bienvenida… esto no detendrá nada de lo que vinimos a hacer”

Aro abrió imperceptiblemente sus fosas nasales, entonces se dio cuenta de la presencia de otos efluvios… la imagen de mi niña jugando con Jacob en el prado nevado fue lo primero que vi en su cabeza, la imagen que seguramente había visto Irina.

Un gruñido involuntario surgió de mi garganta, por ella… por esa egoísta vampira, mi familia estaba en peligro. Estaba furioso con su presencia, pero pude ver que Aro tampoco estaba muy complacido.

“Oh… eso es… interesante” el comentario mental de Aro me sacó de mi distracción. Él rebuscó con su mirada la procedencia del efluvio y sus ojos se posaron en Bella y en su bulto en la espalda. Su mente era curiosa y él se preguntaba si ella podía ser el punto de negociación, si es que la hubiera. “Es ella… no hay duda, pero… ¿por qué ese efluvio? ¿la vampira mintió? Eso desbarataría todo el plan… ¿cómo puedo llegar a ella?”... sus ojos recorrieron el campo descaradamente, analizando atentamente la ofensiva y las oportunidades de pasar.

“No nos tardaremos mucho” el pensamiento esta vez provino de Cayo, que miraba la escena como si estuviera desinteresado de lo que ocurría delante de sus ojos  “… solo unas cuantas adquisiciones al menos, no soporto esta charada… esos desvergonzados  rumanos ¿cómo tienen las agallas?… ¿son esos licántropos? ” su mirada cautelosa se cernió sobre Jacob y Sam que flanqueaban la filas de testigos.

_Alistir estaba en lo cierto_ susurré a Carlisle en un tono suficientemente bajo solo para que quienes tenía cercanos lo escucharan, mi padre volteó aturdido…

“¿Cómo que tenía razón?...” pensó él en tono apresurado.

_Cayo y Aro vienen a destruir y adquirir_ contesté sofocando el terror de mis palabras. La esperanza, la ínfima esperanza que había conservado hasta el momento, se esfumó como evaporado por las lenguas de fuego. Estábamos perdidos.  _Ellos ya tienen varias estrategias en juego. Si la acusación de Irina resulta ser falsa, ellos buscarán otra razón para tomar la ofensiva. Pero ellos pueden ver a Renesmee ahora, por eso están bastante optimistas. Podemos seguir intentando defendernos de sus falsas acusaciones, pero ellos deben parar primero, para oír la verdad sobre Renesmee_ bajé aún más mi tono de voz _Cosa que ellos no tienen intención de hacer

“No, no puedo dejar que eso suceda…” por alguna razón, los pensamientos de Jacob sonaron como gritos desesperados en mi mente.

Entonces, como si una inmensa pared se alzara detrás de nosotros y asustara a los vampiros, se detuvieron al borde del claro… en sus mentes una sola imagen en común, algo que atemorizaba y amedrentaba e hizo detener la marcha de Aro a unos cincuenta metros de nosotros… lobos.

Hijos de la luna, asesinos sin compasión y el peor enemigo de un vampiro,  pero nuestros aliados. Sam avanzó acercándose a nuestras filas por una orden de Jacob, sus mentes intrincadas en esa red de pensamientos tenían un estratagema en común, un objetivo que valía sus propias vidas… Renesmee.

“No puede ser… ¿cómo es que…?” los pensamientos erráticos de Aro al ver los colmillos, los ojos agudos y feroces, las garras listas para destrozar y matar y la dimensión de los animales, que en comparación a los que un día él había exterminado casi de la faz de la tierra, estos eran el doble y hasta el triple de tamaño. Irina siseó al ver la columna de licántropos de manera protectora cerca de sus hermanas y no pudo más retorcerse incomoda entre los brazos que la mantenían capturada.  Su mente, en concordancia con la de Aro, repetía la escena en la que había visto a mi niña con uno de ellos hacía un mes, jugando sobre la nieve… pero ella veía alguien más en su mente, un recuerdo fugaz… su pareja asesinada por uno de ellos, Laurent.

Detrás de mí lo sentí provenir, un grueso y profundo gruñido a penas retenido en la garganta de mi esposa, ella estaba irascible, ella los odiaba, ella estaba furiosa e internamente agradecía por ella, esa ira sería suficiente para activar su escudo con fuerza. Apreté su mano cuando dos o tres gruñidos más acompañaron al de ella…

“Mira sus caras desconcertadas… no lo esperaban, no esperaban esta bienvenida… ya no veo la hora de comenzar con esto de una vez sacando ventaja de su sorpresa” dijo Zafrina en su mente, Senna acompañaba sus sentimientos, al igual que Emmett, Rosalie, Eleazar… Tanya, todos ellos compartiendo el mismo sentimiento, la misma abrumadora sensación de lucha.

Me concentré en Aro que de pronto atinó a sostener la mano de Cayus, ambos comunicándose, sus ojos ávidos recorriendo todo el lugar y el frente fuerte que armábamos, entretejiendo estrategias y posibilidades, planeando…

“Fíjate en sus posiciones, no conozco quienes están detrás, pero… es evidente que los que flanquean a la… criatura, están allí para protegerla, ellos deben ser puntos claves… los que están detrás deben ser la retaguardia, tal vez más vulnerables, pero peligrosos si no sabemos sus puntos débiles” pensó Cayius, Aro estuvo de acuerdo. Sus ojos venían de mí a Kate, luego Zafrina y Senna que estaba a un lado de mi esposa, sabía que ella tenía un don aunque no supiera cual sería, él pensaba que debía ser importante por sus posiciones. Buscó a Jassper… y al no verlo se apresuró a barrer con su mirada las posiciones…

“¿Y la vidente?... se ha ido, está ausente… la deben estar protegiendo!” pensó  frustrado e iracundo, sus ojos se estrecharon y volvieron a mí formando una fina línea con sus labios… “¿protegiendo tu aberración joven? ¿Quiénes son ellos? ¿Son igual de especiales que tú?..” su mirada pasó a Tanya y a Eleazar, lo reconoció al instante… “oh claro… Eleazar, me hace falta en este mismo momento, pero… nadie es imprescindible, sin embargo… los demás, que hermosa colección de armas de ataque”

“Ellos parecen estar ligados, su presencia es fuerte… casi irrompible, me preocupa que este lazo no se pueda romper” pensó Marcus lacónicamente. Él era un gran lector de grupos al parecer. Sin embargo la guardia pensaba lo contrario… la mayoría de ellos no los veía como un impedimento, ni una amenaza.

_¿Qué opinas Edward?_ murmuró Carlisle con tono ansioso. Cuidé que mi voz fuera solo un susurro aunque sabía de igual manera que ellos me escucharían.

_Ellos no están seguros de cómo proceder. Están sopesando sus opciones, eligiendo los blancos claves… yo, por supuesto, tú, Eleazar, Tanya. Marcus está leyendo la fuerza de nuestros vínculos, buscando puntos débiles. La presencia de Los Rumanos los irrita. Están preocupados por los rostros que no reconocen, en particular por Senna y Zafrina y los lobos, naturalmente. Ellos nunca habían estado en desventaja numérica. Eso es lo que los detuvo._

_¿En desventaja?_ susurró Tanya incrédula.

_Ellos no cuentan con los testigos_ susurré casi imperceptiblemente. Aro no oyó… _son insignificantes para la guardia, Aro solo disfruta de la audiencia”

_¿Debería hablar con él?_ preguntó mi padre, en su mente, a pesar de las evidentes ansias de matar de los Vulturis, él veía aún la posibilidad de argumentar. Aro escucharía, él no considera una verdadera amenaza la presencia de Carlisle, sin embargo conocía su manera de llevar las cosas… su intento de pacificar el inminente enfrentamiento. Asentí.

_Esta es la única chance que vas a conseguir_  apremié.

Carlisle encuadró sus hombros adquiriendo compostura y tratando de bajar su nivel de ansiedad y avanzó varios pasos lejos de nuestra línea defensiva. Aro trabó su mirada calculadora sobre él, metódicamente alzó una ceja y sonrió levemente.

_Aro, mi viejo amigo. Han pasado siglos!_ dijo Carlisle alzando las manos en señal de paz. Miré los ojos de Aro, que brillaron a un rojo vivo al escuchar las palabras de Carlisle, mi cuerpo entero se tensó, listo para correr si algo sucedía… mis hermanos y familia lo hacían al igual que yo.

“¿Amigo?... no tendría que molestarme que recibiéndome de esta manera, se atreviera a llamarme amigo, después de todo, yo vine a terminar con todo” Aro dejó sus pensamientos de lado y salió de la línea en la que se mantenía para avanzar unos pasos hacia Carlisle, Renata siguiéndolo de cerca, sus ojos llenos de miedo, ella era el escudo… pero era vulnerable a los poderes de la mente a pesar de eso.

Mi padre y Aro se reunieron en el centro del claro… detrás de él, los miembros de su guardia se preparaban para atacar, sacaron sus colmillos y gruñeron, algunos se acuclillaron listos para correr, crispé mis dedos presionando la planta de mi pie sobre la nieve para correr, pero Aro levantó su mano para contener las reacciones.

_Paz_ dijo Aro con voz simpática. Anduvo unos pasos y ladeó la cabeza con curiosidad en sus ojos,

_Hermosas palabras, Carlisle _ dijo exponiendo sus pensamientos _Parece fuera de lugar, considerando el ejercito que has montado para matarme y matar a los que quiero._

Mi padre, en un gesto de confianza, alzó su mano derecha para que Aro proceda con su toque,

_Basta que toques mi palma para saber que jamás ha sido mi intención_ dijo mi padre con total verdad. Aro estrechó sus ojos incrédulamente y analizó sus palabras.

_¿Pero cómo puede tu intención importar, querido Carlisle, en vista de lo que has hecho?_ frunció el ceño, y una sombra de tristeza cruzó sus rasgos, pero sus pensamientos no demostraron el mismo sentimiento. Él sentía respeto y cariño por mi padre, pero se sentía defraudado…

_No he cometido el crimen por el cual tú estás aquí para castigarme_ dijo Carlisle.

_Entonces apártate y déjanos castigar a los responsables. Verdaderamente,

Carlisle, nada me agradaría más que preservar tu vida el día de hoy_ la voz de Aro sonaba segura al igual que sus pensamientos, él solo quería adquirir lo que mi padre un día fue capaz de dar, el don de la mediación y la diplomacia.

_ Nadie ha quebrado la ley, Aro. Déjame explicarte._ Carlisle confiaba en la curiosidad de Aro, si solo él le concediera ese instante, cambiarían las cosas. Pronto oí la efervescencia e impaciencia de una corriente de pensamientos, un vampiro arrastró su capa por el suelo detrás de Aro, Caius no estaba dispuesto a escuchar.

_Tantas reglas sin sentido, tantas leyes innecesarias que has creado para ti,

Carlisle_ bufó él llegado a un lado del líder _¿Cómo es posible que defiendas el incumplimiento de una de las que verdaderamente importa?

_La ley no ha sido infringida, si tú estuvieras dispuesto a escuchar_ murmuró mi padre, su voz era firme y concisa, no estaba dispuesto a renunciar _

_Vemos al niño Carlisle_ Caius fijó sus ojos en Renesmee a la distancia, mi niña ocultó su rostro detrás del cabello de Bella. _No nos trates de tonto_

A pesar de que todos ellos había olido el efluvio particular de su naturaleza única, continuaban negando la posibilidad de conocer…

_Ella no es un inmortal. Ella no es vampiro. Puedo probarte esto en sólo un momento…_ Caius estaba dispuesto a rechazar lo que viniera de Carlisle,

_Si ella no es un vampiro, ¿por qué concentraste un batallón para defenderla?_ pidió el desconfiadamente,

_Testigos, Caius, igual a los que ustedes han traído_ mi padre señaló a la concentración que en pocas semanas habíamos juntado, algunos gruñeron para enfatizar su unidad con la causa, _cualquiera de estos amigos pueden decirte la verdad sobre esta niña. O sólo podrías verla a ella, Caius. Ver el rubor de sangre humana en sus mejillas._

Los pensamientos arbitrarios de Caius se agitaron en su mente, no estaba dispuesto a ver, oír ni oler nada que no haya ido a buscar,

_¡Artificios!_ rugió _¿Dónde está la informante? ¡Déjenla acercarse!_ él rebuscó con su mirada a Irina que estaba detrás de la guardia junto a las esposas, _¡Tú! ¡Ven!_ gruñó cuando la encontró.

Los atormentados pensamientos de Irina me aturdieron, era como si no pensara con coherencia, como si todo esto la hubiese sobrepasado… su mirada había estado la mayor parte con sus hermanas, sin embargo ahora, miraba frenéticamente ante la mención de su nombre sin comprender mucho. Cuando alguien la golpeó de atrás para que despertara de esa especie de transe en la que se había sumergido, ella parpadeó varias veces y caminó flanqueada por los guardianes de las esposas, hasta que se situó detrás de Caius.

Su mirada fija en la de sus hermanas…

“Perdón… no, no hubiesen venido, no pensé que lo harían, no saldrán de aquí… ellos son crueles!” reprimió las palabras en su mente, palabras que a gritos quería hacerles escuchar a Kate y a Tanya que veían atentamente lo que hacían con su hermana.

Caius acortó la distancia con Irina y llegó hasta ella, levantó su mano y la bajó con fuerza golpeando duramente a la prisionera en una mejilla.

“Oh hermana!...” lloró Tanya en su mente “debemos tratar de hacer algo, ella está mal… ella no actúa así”

Irina se sobresaltó, pero inmediatamente recuperó su compostura. La mirada de pánico y miedo desapareció de su cara y fijó sus ojos en Nessie, su dedo se alzó apuntándola como si fuera una rueda de reconocimiento, rebusqué a Chelsea entre las esposas, ella estaba allí y estaba seguro que tenía algo que ver con ese comportamiento con Irina.

_¿Esta es la niña que viste?_ demandó Caius. _¿La que era obviamente más que

Humana_

Irina miró nuevamente a Renesmee, esta vez detenidamente. Su mente llena de miedo se confundió aún más cuando vio a mi niña en su actual estado de maduración.

_¿Y bien?_ apremió el antiguo.

“Es ella, puedo jurar que es ella… sin embargo, no estoy segura… oh cielos! Es ella, lo es… pero…”

_Yo... Yo no estoy segura_ murmuró finalmente.

_¿Qué quieres decir?_ preguntó Caius con mal humor.

_Ella no es la misma, pero creo que es la misma niña. Lo que quiero decir es, que ella está cambiada. Esta niña es más grande de la que yo vi, pero…_

Una furia repentina se apoderó de Caius, oprimió sus puños con dureza y miró con odio verdadero a Irina, que aún miraba confundida. Aro se apresuró a tocar a Caius aplacando su furia repentina.

_Serénate, hermano. Tenemos tiempo para resolver esto. No hay necesidad de precipitarse_

Una extraña calma atravesó a Caius, como si el toque de su hermano fuera el remedio para su ira. Lentamente volteó dándole la espalda a Irina.

_ Ahora,_ dijo Aro en un cálido y dulce murmullo_ muéstrame qué estás tratando de decir dulzura…_  remilgadamente acercó su mano a la vampira que lo veía con un palpable miedo en la mirada. Insegura, Irina tomó su mano. _¿Ves Caius? Dijo luego de tocar su mano solo por cinco segundos _Es simple obtener lo que necesitamos._

La imagen que Irina le había mostrado fue solo la de un niño inmortal a la distancia con lo que parecía ser un lobo, la niña que ella había visto era una Nessie de solo un par de meses, tal vez cuatro y no había nada en ella que a Irina le hubiese dicho que se trataba de algo humano. A esa distancia no pudo ver sus mejillas sonrojadas, no pudo escuchar el latido de su corazón, no pudo sentir su calor… ni visto el color de sus ojos. Irina había asumido que ella era inmortal por su interacción con bella, que visiblemente era un vampiro, pero el gran interrogante de Aro era el lobo… ¿qué hacía con la niña?

_Ahora parece que tenemos un misterio en nuestras manos. Pareciera que la niña ha crecido. Y aún así Irina primera memoria de Irina era la de un niño inmortal. Curioso_ dilucidó Aro finalmente. Tanto mi padre como yo emitimos un inadvertido suspiro de alivio, era justo esa pequeña brecha la que deseaba lograr para tener una leve ventaja.

_Eso es exactamente lo que estoy tratando de explicar_ Carlisle levantó su mano entonces para ofrecer la verdad, pero las ideas de Aro eran otras… el me quería a mí. Desde un principio.

_Preferiría recibir explicaciones de alguien más central en la historia, mi amigo. ¿Estoy equivocado en asumir que esta trasgresión no fue hecha por ti?_ dijo a sabiendas de quien era el responsable.

_No hay ninguna trasgresión_ volvió a acentuar mi padre.

_Déjalo ser como tenga que ser, yo tendré todas las facetas de la verdad_ La suave voz de Aro se endureció _Y la mejor manera de tener esto, es teniendo la evidencia directamente de tu talentoso hijo_ señaló hacia mi dirección con una leve inclinación de su cabeza _Así como la niña se sujeta a la espalda de su neófita compañera, asumo que Edward está envuelto_

Apreté mis dientes, sus ojos avariciosos estaban fijos por un momento en Bella y en Nessie. Tragando en seco volteé a ella con decisión, dolía como el infierno mismo alejarme de ellas, pero debía hacerlo y no dejaría que fuera para siempre. Sin mirarlas besé la frente de Bella y luego la de mi hija,

“Te amo papi… no te preocupes por mi, Jake me cuidará” pensó cuando caminé fuera de ellas. Estaba seguro que el lobo daría su vida por ella, no me sorprendería que él intentara algo estúpido, aunque estaba consciente de las consecuencias si lo hacía. Tenía fe en él… se quedaba junto a ambas partes de mi corazón.

Palmeé la espalda de mi padre al pasar a su lado, él había logrado con éxito lo que tanto esperábamos.

“Este es el momento hijo” dijo él en su mente. “no dejes de decirle la verdad… solo eso nos salvará”

Como si pudiera evitarlo…

A medida que me acercaba a los Vulturis repasé mis posibilidades. Capté la frecuencia de pensamientos de Jane y Alec, ellos estaban ansiosos de poder castigar… ellos se regodeaban. Jane sonreía esperando su momento de tortúrame… ella disfrutaba de eso realmente.

Mientras me acercaba a ellos, por alguna razón sentí algunos pensamientos encontrados, de curiosidad e incredulidad, solo una pequeña molestia dentro de la guardia de los Vulturis, me concentré sin embargo en Aro, pero sabía que esos pensamientos de contrariedad venían de Chelsea. Ella estaba luchando internamente para poder mantener mi sumisión a su disposición, algo que no sucedió. Sin embargo ella lo intentaba continuamente.

Nada me detendría si tenía que poner la cara ante mi familia, siempre fui el responsable… nunca lo negué ni traté de eludir mi responsabilidad, por lo que estaba dispuesto a pelear por revertir me dulce error. Alcé mi mentón hacia Aro para demostrar mi punto y expuse mi palma ante él, había llegado la hora de exponer toda la verdad.

“Espero que esta muestra de seguridad querido mío te ayude aquí, en serio estoy triste de acabar con esta pequeña unidad, pero las leyes son las leyes. Muéstrame lo que escondes en tu mente” pensó tan arrogantemente como yo pretendía ser.

Atento a él pude también ver los pensamientos socarrones de Jane, la calma fingida de Alec mirándome debajo de sus gruesas pestañas castañas con suma concentración, la tensión en Demitri y Félix y los nervios palpables de su propio escudo, su inseguridad ante mí.

Entonces él avanzó hacia mí, alzó su mano y al instante que tocó mi piel… viajé a través de sus ojos exponiendo mi mente, desnudando todo.

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Al fin!!! Bueno, no alcancé a terminarlo, pero la próxima creo que va completa, son capis re largos y son los últimos! Comenten mis niñas, por favor... gracias!