Capitulo 11: Perfectos

Tweet

Capitulo 11:Perfectos

_Mita_ las suaves manos de mi pequeña acariciaban mi rostro con suma ternura_ Mita ¿te caíste?_ pregunto preocupada mi bebe, perezosamente abrí los ojos para encontrarme con sus grandes y hermosos ojos preocupados, a veces mi hija demostraba más madurez que su misma madre

_Me torcí el tobillo_ le dije. La verdad es que cuando levante la manta vi el pie desastroso, completamente inflamado y dolía como el demonio, dolía mas que horas antes, cerré los ojos y maldije mi torpeza, maldije mi estúpido destino, mis decisiones, todo...

Nunca harás nada bien

Sentí su mirada evaluando atentamente _ Daddy te curara_ dijo con sonrisa muy amplia_ él siempre me cura cuando me duele la barriguita y cuando me pone las inyecciones usa una bandita de flores_ se retiro un poco para con sus manos sobar la zona afectada.

Cuando mi mente despertó por completo sentí caer el peso de lo sucedido en la madrugada, sus manos tocando mis pechos, su respiración agitada chocando contra mi cuerpo, mis reacciones y su… si… erección, un grito se ahogo en mi garganta, había estado al borde de echar a perder una amistad de toda una vida, por unos minutos de debilidad, por…

¡Oh Dios!

Gemí, haciendo que mi bebe se sobresaltara

_ ¿Te lastime?_ pregunto mi bebe con culpa

_No, Ali, tú nunca podrás lastimarte, es solo que… tu mami es tan torpe_

Ella rio dulcemente_ Mita, no eres torpe_

Como contradecirle, cuando no me refería a mi habitual torpeza.

Rose entro pronto uniéndose a nostras, y sin darle tregua a mi pobre mente y cuerpo preguntó:_ ¿Y Edward?_ mire hacia todos lados, sintiendo que mis mejillas comenzaban a tornarse rojas_ ¿Sucedió algo?_

Mi reacción fue de alarma, completa y aguda alarma, abrí los ojos de par en par, sintiéndome descubierta

_No_ casi grite haciendo que las dos rieran_ Él … estaba cansado… necesitaba dormir bien_ solté sin meditar las palabras

La cara de mi amiga me mostro su incredulidad_ Que raro, insistió en que durmiera con Ali, y que el cuidaría de ti_ hablo como quien contaba una noticia poco novedosa_ Y tu señorita, te busque por toda la casa, creía que te habías escapado_

_Tía_ respondió mi bebe con su tono de niña grande_ ocupaste la cama y roncas_ confeso riendo_ así, tía_ comenzó a hacer ruidos de ronquidos, haciendo que nosotras riéramos_ no dejabas dormir a Emmy_ se excuso mi bebe_ dormí con mi mita_

_No ronco_ se quejo mi amiga, quien sujeto a mi niña por la cintura y le hizo muchas cosquillas

_Me gustaría ver quién gana esta disputa_ murmure_ pero tengo que bañarme, llamar al trabajo e ir a la clínica a hacerme las placas_

Intente desplazarme por mis propios medios, pero recargar el pie en el suelo se resintió haciendo que se me escapara un grito, los brazos de Rose se asieron a mi cadera ayudándome en mi desplazamiento. La ducha fue lo más lento y tortuoso que haya imaginado, demore años tratando de mantenerme erguida, Ali me vigilaba desde la puerta, cumpliendo la orden explicita de Rose de avisarle cuando sucediera algo.

A pesar del sonido del agua cayendo, oí cuando tocaron a la puerta y mi corazón se acelero, había dos opciones, que Jacob volviese a atormentarme una vez más, o que Edward hubiese llegado, y bueno ninguna de las dos opciones se me hacia placentera por diversas razones

_ ¡Bella!_ llamo Rose_ muévete que tienes cita dentro de una hora. Y Edward ha llegado para llevarte, Emm y yo llevaremos a Alizzé a la escuela_

¡No, por favor! no, no, no

_Príncipe _exclamo mi hija_ ven a saludarme_

_Ven princesita_ respondió Edward

_No puedo, Tía Rose dijo: vigila a mami_ hablo en el tono condescendiente que Rose usaba para que ella cediera en algo_ ¡ven príncipe!_

Él no respondió, pero podía jurar que podía sentir sus pasos. Rápidamente cerré la llave y me puse el albornoz sujetándolo fuertemente, el pie dolió, pero no me queje, no podía ver a Edward, no en ese momento, no como estaba, sentía como la ansiedad, los nervios y la confusión se elevaban, llegue a la puerta casi gritando mi triunfo, Ali se había movido seguramente para su encuentro con Edward, así que eso facilitaba mi huida, pero mi mala suerte jugó nuevamente en mi contra, solo dar dos paso fuera del baño y…

_ ¿Qué crees que haces?_ pregunto mi amigo junto a mi

Hice mueca de enfado, y apreté los puños sobre el cinturón del albornoz_ ir a arreglarme_ conteste distante

_ Yo te llevo_

_¡No!_ grite_ yo puedo sola_ susurré sin verle

Que tonta había sido

_Terca_ susurro antes de alzarme entre sus brazos_ déjate ayudar_ musito cerca de mi oído haciendo que todo el cuerpo se crispara

Párala ya, Isabella es tu amigo, Tú mejor amigo… no lo arruines, no lo arruines…

Dejé que me llevara, siempre esquivando su mirada y sin contestar a nada de lo que decía, una vez me dejo en la cama, sus manos sujetaron mi rostro haciendo que le mirara fijamente, mordí mi labio inferior fuertemente, solo ver aquellos dulces y hermosos ojos hacia que la respiración fallara

_ Isabella…_ musito, oírle llamándome por mi nombre de pila provoco estragos en mi, mis ojos viajaron a sus labios, dulces, sexys….

_ No ha sucedido nada_ me apresure a decir_ nada pasó, fue todo… un error, un momento de debilidad, de cansancio, Tú…. tú tienes una muy perfecta vida, yo….. tengo la mía, eres mi mejor amigo casi mi hermano, lo de anoche… lo de anoche no debió pasar, lo siento, olvidemos todo y sigamos adelante_ mis palabras eran torpes y enredadas

Mordí mi labio fuertemente y aun contenía la respiración, como en cámara lenta vi cómo se trasformaba su cara…

_¡Un maldito error!... ¡un momento de debilidad!_ dijo alzando la voz, y haciendo que me sobresaltara por el tono que usaba, agresivo… no… no, Edward no podía estar dolido, nosotros somos solo amigos… mis pensamientos fueron cortados cuando me sujeto fuertemente los brazos para sacudir mi cuerpo_ Eso… eso fue para ti ¿un error, un momento de debilidad? Yo…_ cayó su frase por varios segundos_ Lo amas, ¿verdad? le perdonaras todo lo que te ha hecho, cada lagrima, cada segundo de dolor, se lo perdonaras, ¿es eso Isabela, verdad?_ quería refutar aquella estupidez, prefería tirarme a un carro antes de dejar que Jacob volviera a reírse en mis narices, aunque sería bueno por su patética excusa ¿por qué se marcho? Y mejor ¿Por qué regreso?_ Mas silencio_ le vi negar fuertemente la cabeza, sus manos soltaron mis brazos, hasta de eso me había olvidado_ Arréglate o llegaremos tarde a lo de las placas_ le vi salir de mi habitación completamente serio.

Sola, deje que mi cuerpo se desmadejara sobre el colchón, pase mis brazos sobre mis ojos, y resoplé

¡Mierda! Estaba confundida, y a gran escala, confundida de cabo a rabo. ¿Edward tendría razón en el fondo querría perdonar a Jake? ¿Me estaba enamorado de mi amigo?, ¡No! Isabella Swan no se vuelve a enamorar, en realidad creo que nunca se ha enamorado, si se ha ilusionado, pero enamorarse….

El tono frustrado de mi bebe, me trajo al mundo real, ella quería que Edward riera, pero él parecía andar absorto porque Ali le regaño varias veces, a regañadientes me obligue a tomar el teléfono y avisar a mi jefe de mi accidente

_Solo será un día_ argumente cuando comenzó a decir que estaba cansado de mi incompetencia e ineficiencia, ¿Qué estaba loco?¿se había olvidado de todos los días que me tenia trabajando turno doble y con paga mísera?

_Tendrás que trabajar los domingos, por lo menos medio tiempo, me estás haciendo perder dinero_

_No _ chillé_ es el único día que tengo para dedicarle a mi hija_

_Entonces debiste dejar las piernas cerradas y así no tendrías ese problema_ sus palabras fueron una daga, como se atrevía ese viejo a decir algo tan atroz, no importa como quede embarazada mi hija era, es y será lo mejor de mi vida, la única persona que incondicionalmente estará a mi lado_ tómalo o déjalo_ amenazó

_ Hay leyes, no puede ir atropellando a cada trabajador porque ¡sí!_ grité ya cansada de tanta estupidez _Si me quiere echar, ¡perfecto! Hágalo es su maldito negocio, pero le anuncio que se las verá con la ley_

_No me amenaces desagradecida, con razón te dejaron plantada, con tanto pero y pretextos, me sorprendes que tengas amigos. Si quieres el día, trabajas el domingo y punto_

Respire varias veces, tratando de serenar mi mente, por mas negrero que fuera mi jefe, no podía darme el lujo de perder mi único ingreso

_De acuerdo_ masculle entre dientes

_Hasta mañana_ de despidió diplomáticamente_ Espero que venga preparada para mañana doble turno y el domingo , bueno veremos si trabajas la jornada completa_ comencé a protestar, maldito hijo de su…. Donde quedaba la palabra.

Me cambié, no sin antes derramar unas lagrimas, me sentía usada, cansada, a veces creía que era la mujer más fuerte del mundo, pero con una leve brisa me daba cuenta que era la más débil.

Por mi demora Rose fue en mi busca, cuando me vio hizo un ademan, creo que interpretando lo que no era, pero no me moleste en aclarar nada

_ Vamos a desayunar_ susurro ayudándome a caminar

_No, vamos a la clínica_ ordene

_ Edward, nos vamos_ anuncio Rose, Edward traía de la mano a Ali quien blandía las llaves en sus deditos

_No, Rose tu y yo_ no sé porque dije eso, pero lo dije

_Yo no podría contigo, además quede de encontrarme con Alice y mamá_

_¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!_ comenzó a gritar Alizzé_ Yo quiero ir ¡compras!_ vi sus ojitos iluminarse, gemí
¡Por el amor a Cristo! Era hija mía o de Alice Cullen, no podía creer lo parecidas que eran

Así fue Ali y Rose se marcharon dejándome a mí con Edward, en silencio nos dirigimos a la clínica, la incomodidad reino durante todo el trayecto, yo sumida en todos mis demonios y él ignorándome, varias veces intente hablar pero al final cerraba la boca fuertemente, era mejor dejar las cosas así.



Edward POV:

Bajé del auto frenando mis ganas de azotar la puerta, la asustaría… acentuaría más su inseguridad, más de lo que ya estaba. En ese momento lo único que quería era estar solo y maldecir gritando a los cuatro vientos a todos aquellos que hicieron que esta maravillosa mujer no creyera en ella misma y se considerara tan poca cosa.

Maldito y mal nacido James, maldito Jacob… maldito yo por haberla dejado sola cuando más me necesitaba, maldito su estúpido jefe que la sobreexplotaba, en cuanto oí su conversación con él mi instinto inicial fue ir al supermercado y enseñarle un poco de caballerosidad y buen trato a las mujeres y si no aprendía con palabras, siempre me quedaba mi buen puño, que al fin y al cavo había roto la nariz del desgraciado de Jacob.

Siempre me consideré un hombre cauto y tranquilo, pero por ella… ¡oh mierda!... por ella era capaz de levantar a los muertos.

Respiré profundo con el claro mantra en la cabeza que decía “Dale tiempo Edward… acaba de salir de una nueva decepción… dale tiempo”, estaba decidido a dárselo, pero… costaba tanto tenerla ahora al fin frente a mí, después de años de verla lejos, de oírla del otro lado del océano y soñarla cada noche… costaba tanto tenerla tan cerca y sin embargo tan lejos.

Abrí la puerta y me incliné para alzarla entre mis brazos, amaba eso… tocarla era como estar en casa, pero ella se rehusó

_Yo puedo Edward, gracias_ dijo apartando mis manos de su cuerpo y haciendo malabarismos para levantarse del asiento, podía ver que le dolía hacerlo, su mueca de dolor me lo decía, pero ella no era un hueso fácil de roer y seguramente era lo más impresionante que me atraía a ella… entre otras miles de cosas que significaba el universo Isabella Swan, su templanza y perseverancia era lo que hacía a esta mujer, una perla en el océano… una de las grandes.

_Bella, te duele… no seas terca, ¿crees que no lo sé? Solo deja de ser tan terca… no te tocaré más de lo necesario_ dije fríamente.

La manera en que la había tocado la noche anterior fue algo que me sobrepasó, no me lo esperaba… al menos no tan pronto. Sentir con mis propias manos su piel caliente, suave… sentir el perfume de sus cabellos, tan intoxicante, directamente en mi nariz, sentir con mis dedos esas curvas que tanto había imaginado debajo de esas remeras holgadas y pantalones de jean.

Dios…

Eso había sido suficiente para borrar de mi mente esa mala noche dentro de esa celda que olía a orín y podrido, aunque sí tendría que estar allí por defenderla, lo estaría con gusto.

Tomé uno de sus brazos y la ayudé a dar unos cuantos pasos, ella dio pequeños saltitos con un pie… apenas podía apoyar sobre el suelo el lesionado. Miré hacia la entrada de la clínica y suspiré frustrado… me importaba un comino, me agaché y la alcé entre mis brazos, ella dio un pequeño grito y se sostuvo luego de mis hombros.

_Eres increíblemente terca_ dije mientras cruzábamos el umbral de las puertas automáticas. La llevé a la mesa de entrada y pedí por Carlisle Cullen diciéndole que era su hijo, aún con Bella en mis brazos la enfermera me miró como si estuviera solo y sonrió lascivamente.

_Claro… dame un momento_ tomó el teléfono y sin dejar de mirarme llamó al interno de mi padre, sentí los brazos de Bella ceñirse más alrededor de mi cuello. _Señor Cullen, Edward está aquí buscándolo… sí Señor, de inmediato_

_Qué confianza…_ dijo Bella mientras la enfermera colgaba el teléfono.

_Puedes pasar Edward, tu padre te espera…_ dijo la mujer sonriendo, asentí seriamente y caminé con mi Bella en brazos hacia el ascensor.

_Era bonita… estaría encantada si le dieras tu número de teléfono_ murmuró burlonamente.

_Tal vez se lo de_ dije más en broma que en serio, no estaba interesado más que en la mujer que tenía en mis brazos. Solo tenía ojos para ella, aunque a ella le costara creerlo.

Ella no dijo nada, simplemente se limitó a mirar el tablero del ascensor pensativamente. Aún no sentía su peso en mis brazos, por mí podía tenerla así por el resto del día que sería feliz. Cuando el ascensor se detuvo en el piso del consultorio de mi padre.

Cuando llegamos al consultorio, Carlisle nos esperaba afuera, no tenía pacientes a esta hora y por eso citó a Bella, para que ella estuviera más cómoda. Ella era paciente asidua a mi padre, por lo que era también especial para él.

_Dady… _ dijo Bella sonriendo cuando vio a mi padre.

_Bella querida, ¿cómo te has sentido?_ dijo él besándola en la mejilla, la dejé en el suelo y entre mi padre y yo la ayudamos a entrar al consultorio _Emmett me dijo que te recordara que las escaleras no son un ideales para hacer salto de caída libre…_ dijo él ahogando una risa.

Bella se sonrojó y contuve las ganas de reír para no incomodarla más.

_Dile a Emmett que mientras haya un Cullen para sostenerme…_ se detuvo a mirarme y se sonrojó.

Si cariño… yo estaría primero en la fila para sostenerte, siempre…

_¡Oh hija!… para ti y la princesa te aseguro que siempre habrá un Cullen._ contestó acertadamente mi padre.

Luego de esas palabras se dispuso a revisar el pie, se veía inflamado y Bella hacia muecas de dolor cuando mi padre tocaba algún punto de su tobillo.

_Ordenaré las placas ahora, no creo que haya fractura… pero si un esguince, te haré un certificado laboral por cuatro días inicialmente, me verás de nuevo para entonces y luego de las placas veremos si tenemos que enyesar o solo con un vendaje bastará… conociéndote creo que un yeso será lo ideal, sé que no te estarás quieta._

_No puedo Carlisle, solo véndalo… tengo que ir a trabajar mañana y hacer un turno el domingo, no puedo tomarme cuatro días... me despedirán_ sonaba asustada y algo desesperada

_Bella, tienes que hacer reposo, al menos por cuatro días_ replicó mi padre, pero Bella seguía cerrada en sí misma y negaba con la cabeza.

_Bella, escúchame_ murmuré tomándola de los brazos, ella me miró fijamente como esperando mi respuesta _hablaré con tu jefe, él te tiene que dar días por enfermedad, hay leyes… confía en mí y yo hablaré con él_

Ella miró a Carlisle y luego nuevamente a mí, sus ojos brillantes por lágrimas de miedo, ella sabía bien lo que implicaba quedar sin trabajo, Alizzé dependía de ella y necesitaba ese sustento.

_No puedo, él lo dijo bien claro… no más que un día. Edward… me despedirá_ dijo suave y en voz baja como si al decirlo en voz alta fuera a cumplirse.

_Eso lo veremos, te dije Bella, hay leyes que te protegen. A demás, irás a casa a quedarte, Alice y Esme te ayudarán con Ali y yo iré a hablar con tu jefe_

_No tienes por qué hacer eso…_

_Soy tu mejor amigo ¿no?_ dije recordando sus palabras de la mañana, las que tanto habían dolido después de haberme hecho ilusión durante toda la noche _eso es lo que hacen los mejores amigos, cuidarse unos a otros y ayudarse_

Ella bajó la mirada y luego de unos segundos asintió sin mucha convicción.

Una silla de ruedas la vino a buscar al consultorio con un enfermero al mando, la tuve entre mis brazos un instante antes de que él se le acercara para hacer lo mismo y la coloqué sobre la silla. Ningún otro hombre que no fuera yo la volvería a tocar, sí… algo o muy posesivo, no me importaba, no dejaría que nadie más la lastimara, nadie, yo me encargaría de ello.

La acompañé a la sala de rayos x y luego de unas cuantas placas en el tobillo, volví a ponerla en la silla y le dije al enfermero luego de que el radiólogo nos entregara las placas, que yo la llevarías de vuelta al consultorio de mi padre. Bella me miró con mala cara pero lo ignoré… ella no sentía lo que yo sentía cuando un hombre que no era yo se le aproximaba. Era un sentimiento abrumador, ella no era mía, no aún… pero tampoco deseaba que fuera de nadie más y verla hace tan solo dos meses a punto de entregarse a alguien y perder la posibilidad por siempre fue lo más duro por lo que tuve que atravesar.

Verla así, hermosa, vestida de novia, resplandeciente y nerviosa alisando las arrugas inexistentes de su falda, mordiéndose el labio, pestañando para retener las lágrimas, con su pequeña mano en la mía tratando de contenerla, haciendo frente a toda esa gente que esperaba en la recepción me dieron la certeza de que en verdad, en verdad adoraba a esta mujer… no, no era solo adoración, era devoción absoluta.

Yo la amaba…

Amaba a mi mejor amiga…

Y eso fue un peso que tuve que cargar por años desde que la dejé a los 17 para ir a Europa a tratar de ser una mejor persona para merecerla, ella fue mi todo durante años, ella fue mi mejor incentivo y lo hice todo para darle todo. Cada día llegaba de la universidad solo con la esperanza de oír su voz por teléfono o hablar por el correo electrónico. Nunca renuncié a ella, incluso no lo hice cuando me enteré de James… ese maldito perro… dañó a mi tesoro y lo único que quería hacer a la distancia era arrancarle la cabeza luego de torturarlo una y otra vez. Y como había visto Alice, que fue la que me lo dijo, sí… lo primero que hice fue tirar contra la pared una vasija de cristal que Esme me había regalado, eso antes de pasar una noche entera emborrachándome en un bar.

No era su virginidad lo que me importaba, aunque siempre soñé con ser su primera vez, no… lo que me importaba era su dolor. Conociéndola sabía que ella debió haber pasado el mayor de sus suplicios, pero ella era mi valiente Bella y sorprendentemente salió adelante y ahora esa pequeña princesa era la luz de sus ojos y de los míos. Luego vino Jacob… al principio me alegré que tuviera un amigo mientras transcurría su embarazo, pero luego… cuando me dijo que era su novia, fue como comenzar a ver el borde del precipicio.

Fue allí cuando las mujeres francesas comenzaron a desfilar por mi departamento. Insulsas, insípidas… sin gracia. Ninguna me pudo jamás hacer olvidar ni por un segundo a mi Bella, aquella pequeña mujer combativa que era dueña de mi corazón, aún al otro lado del océano. Aquella que obtenía cada uno de mis pensamientos aún en la cama mientras besaba a otras, con la esperanza de besarla a ella algún día.

Ella solo habitaba en mi corazón… aunque otras tuvieran mi cuerpo. Aunque confieso que muchas veces traté de iniciar una relación cuando ya no tenía esperanzas con mi único amor, Jacob la iba a tener por completo, la iba a llevar al altar y eso fue hacer más profunda la herida en mi corazón.

Finalmente mi padre enyesó el pie de Bella y le extendió el certificado médico por cuatro días y eso fue aún poco, porque Carlisle especificó que iba a tener que realizar trabajos livianos cuando ingresara al trabajo.

Tomé el certificado antes de que ella lo tomara, conociéndola, sabía que ella rompería el papel e iría a trabajar.

_Le diré a Alice que te ayude a empacar algunas cosas, pasarás los próximos cuatro días en casa. Ella no replicó y simplemente asintió con la cabeza, su silencio mientras recorríamos la entrada del hospital me decía todo.

Ella ya se creía una desocupada más, yo trataría por todos los medios que eso no sucediera y si llegaba a suceder, siempre estaría yo para ayudar a mis dos princesas.

_¡Edward!_ oí mi nombre detrás de mí, al mirar vi a la enfermera que nos había recibido caminando o casi corriendo detrás de mí _¿tienes un momento?_

Miré a Bella, ella parecía sorprendida y me miró de inmediato, volteé a ver a… Kathy, según su credencial.

_Claro_ murmuré volteando a Bella que parecía que tenía su voz atascada en la garganta, tal vez un poco de celos le haría bien después de todo. Dejé a Bella en el vestíbulo de la clínica y caminé detrás de la enfermera.

_Solo, bueno… deseaba darte mi número de teléfono._ dijo ella sonrojándose, asentí con una sonrisa _pensé que podíamos salir a tomar un café o algo… no lo sé_

_Bien, dámelo… es una buena idea_ dije, ella tomó una pluma de su delantal y escribió su número en una hoja de su libreta, miré a Bella y quise reía… ella miraba con una cara de furia que volaba.

_Llámame cualquier noche, estoy libre toda esta semana_ dijo con voz sugestiva.

_Claro_ la saludé con un asentimiento de cabeza y volví a Bella guardando el papel que ni siquiera miré, en el bolsillo.

Bella estaba mirando al Volvo que estaba estacionado a unos metros de allí, su rostro no me decía nada más que indiferencia. Puede que mi intento desesperado no haya salido tan bien como esperaba…

_¿Preparada para irnos?_ pregunté llegando a ella, ella solo asintió y empujé la silla de ruedas hacia el auto.

_Iremos a casa, te quedarás allí y yo iré a hablar con tu jefe ¿sí?_ ella asintió y cuando llegamos a la puerta del auto la ayudé a subir sosteniéndola de la cintura. Ella no me apartó, simplemente me ignoró… y no hay nada peor que ser ignorado por la mujer que amas.

Conduje a casa entusiasmado porque mi Bella iba a dormir a unos metros de mí. Pero también conduje preocupado, ella solo miraba por la ventanilla y parecía ensimismada en ella misma. La miraba varias veces y me di cuenta que era un tremendo inconsciente, en lugar de tener los ojos puestos en la carretera, los tenía puestos en ella.

Minutos después ya no podía soportar su silencio y rastrillé mi cabello con mi mano, estaba nervioso por haber echado las cosas a perder con mi intento de darle celos.

_Bella… cariño, háblame_ supliqué. Ella ni se perturbó… _Isabella, tu sabes que no soporto esto… háblame_ mi voz era casi desesperante. Esta mujer me hacía ver el infierno.

Ella solo suspiró sin dejar de mirar su ventanilla. Apreté los dientes y respiré profundo…

Paciencia Edward, ella es terca y tú fuiste a hacer eso tan infantil… ella no se merece eso… ¡mierda!

Justo cuando iba a pedirle perdón por mi actitud ella habló

_Solo… no cargues conmigo por lástima_ murmuró despacio, su voz estaba al borde de las lágrimas, solo pude verla con los ojos bien abiertos _te estas perdiendo tantas posibilidades de conocer a tantas mujeres, solo por cargar conmigo…_

¡Oh mierda, mierda!… ¡mierda!

Pisé el freno abruptamente poniendo un brazo sosteniendo su torso a pesar de que tenía colocado el cinturón de seguridad, su vida era más valiosa que la mía misma. Ella se sobresaltó y me miró con sus ojos bien abiertos y me orillé en la carretera. Rápidamente bajé del auto y di la vuelta a paso seguro, cuando llegué a su lado abrí la puerta me incliné a sacarle su cinturón y la tomé de la cintura para voltear su cuerpo hacia mí… necesitaba que viera mis ojos frente a frente…

_Edward ¿qué…?_

Me arrodillé frente a ella, entre su pierna sana tocando el suelo y su pierna enferma dentro del auto

_Escúchame_ dije fuerte y claro _ ¿cómo puedes pensar qué todo lo que hago… ¡Todo!, lo hago por lastima? Dime… ¿de dónde mierda sacaste esa bendita idea?_

Ella me miró con asombro inicial pero luego bajó la mirada, no dijo nada.

_Eres tan terca Isabella, tan ciega, tan… tan… ¡mierda!_ bajé la cabeza frustrado y respiré varias veces rastrillando mi cabello con ambas manos _no puedo creer que te consideres tan poca cosa, que te subestimes tanto, que no pienses siquiera por un segundo, que alguien está dispuesto a todo, absolutamente todo por ti… te juro que eres tan valiosa para mí… tan valiosa…_

_Edward-

_No, déjame hablar_ murmuré sabiendo que ella sabría lo que vendría, ella parpadeó reteniendo las lágrimas _Bella… ya… no sé qué hacer, tal vez no hice lo suficiente, tal vez no hice lo que necesitabas realmente. Anoche, para ti no fue nada… fue un error, pero para mí fue tocar el cielo con las manos… tú eres mi cielo Bella_

_No digas más Edward por favor…_ ella cerró los ojos y se tapó la cara con las manos _te perderé… también te perderé, como pierdo todo… y si te pierdo a ti será como la muerte para mí, por favor… no me hagas esto, somos perfectos así como estamos_ dijo entre sus manos ahogando un sollozo.

_No… no me perderás cariño, tú… me tienes hace mucho, te pertenezco_ murmuré apartando sus manos de su rostro y acercándome a ella. _Soy tuyo… y podemos ser aún más perfectos Bella…_ dije antes de acercarme a sus labios lentamente, ella no se apartó. Acuné sus mejillas con mis manos y cerré los últimos centímetros a sus labios. La besé suavemente, por primera vez… sus labios eran cálidos, suculentos y dulces como me lo había imaginado por años… aún mejor. Pero justo cuando estaba por delinear su labio con mi lengua y tratar de profundizar mi beso mostrándole la intensidad de mis sentimientos, el celular sonó en mi bolsillo.

_Oh cielos_ murmuré recostando mi frente en la suya, ella acarició mi mejilla con sus finos y pequeños dedos

_Atiende, puede ser… importante_ dijo ella con voz cansada. Entonces recordé el teléfono de la tal Kathy en el bolsillo de mi abrigo… ¿por qué no lo había tirado aún?

Lo saqué y se lo tendí

_Rómpelo, no me interesa… tengo todo lo que quiero frente a mí_ dije mientras ella trataba de esconder una hermosa sonrisa, tomó el papel cautelosamente y lo arrugó en su puño y lo tiró detrás de mí. Sonreí…

Saqué mi celular que seguía sonando y atendí…

_Más vale que sea importante_ dije a modo de saludo, sin dejar de mirar a mi amor, que reprimía una risita.

_Tienes que venir de inmediato_ dijo Alice del otro lado _¡YA!_ me alarmé…

_¿Qué es Alice?_

_No es nada malo, o… no sé… pero tienes que venir en seguida, mamá está que te quiere matar… y ni hablar de Rose_

_¿Por qué?_

_Solo ven, ahora_ con eso cortó.

Bella me miraba expectante y negué con la cabeza calmándola, suspiré y me resigné a dejar las confesiones para después. Me paré y ella se acomodó sobre el asiento y la ayudé a ponerse el cinturón.

_Vamos a casa, Alice está histérica y no sé por qué_

Llegamos a casa en cinco minutos, estábamos cerca. Esta vez conduje con un sentimiento nuevo, de alivio y esperanza… tal vez todo podría suceder y pronto.

Me detuve frente al porche de entrada y me apresuré a ayudar a Bella a salir del auto, justo cuando ella apoyaba sus pies en la tierra, con nuestras manos unidas y mi otra mano libre en su cintura, Alice salió de la puerta casi corriendo…

_Edward…oh… ¡Bella!_ Alice paró en seco y me miró con reproche _hum... Edward, tenemos visitas_

Luego de decir eso sentí el sonido de la puerta y alcé la mirada,

_Mon chéri!_ mi cuerpo se paralizó al verla _¡oh Edwarg! pensé que te habías olvidado de mí, amog_

Oh Dios…

_¡Irina!_ murmuré completamente en shock. Antes de que pudiera detenerla, tenía los labios de Irina en los míos y al mismo tiempo había perdido la mano de Bella.

Bueno y que no digan que no les queremos... he aquí Siiii UVO, eso fue ..... ya esta en proceso el siguiente que puedo decir Lu me la ha dejado mas que servida.... asi que perdonaran si alguien sufre de un paro.... niñas con mucho desde Colmbia y en algun lugar de Chile desde donde Lu nos escribio.... nos veremos el sabado y he de decir actualizo a la tarde, porque antes Lu debe leer el capitulo, no siendo mas Ada fuera