Capitulo 38, Dulce sufrimiento.

Tweet

Dulce sufrimiento

Mis pasos no fueron lo suficientemente rápidos cuando corrí a sostenerla. Verla doblarse en dos por el dolor fue de la peor manera que la pude ver. Mis manos no lo fueron tampoco para tomar mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y llamar al 911, tuve que respirar varias veces y acudir a mi autocontrol para poder decir las palabras que eran necesarias, tenía que mantenerme frío por ella… pero era tan difícil, ella sufría. Las palabras para contenerla no eran lo suficientemente alentadoras, porque yo mismo moría de miedo allí mismo mientras ella respiraba agitadamente y yo la sostenía en mi regazo en el suelo, viendo totalmente impotente cómo la sangre drenaba entre sus piernas…

¡¿Qué mierda estaba sucediendo?!...

Llamé a Carlisle vociferando, pidiéndole encarecidamente que me dijera que hacer. La ambulancia ya venía en camino y yo necesitaba hacer algo… me sentía tan inútil. La mantuve inmóvil como él había pedido, le hablé para mantenerla despierta y le tomé el pulso… dios, era tan rápido, como si su corazón estuviera a punto de salir disparado de su pecho.

La ambulancia llegó en pocos minutos, todo sucedía tan rápido… como si un soplo de aliento saliera como un silbido entre los dientes. Mi mirada estaba puesta en ella, que increíblemente parecía tan… serena. Mi Bella estaba entre los límites de la conciencia y la inconsciencia, gracias al dolor. Podía ver sus ojos nublados mirándome y al mismo tiempo no, sus pupilas desenfocadas, tan pálida como la luna. Su mano entre las mías, tan liviana y flácida.

Los paramédicos se apresuraron a acomodarla en la camilla mientras le suministraban oxígeno y le inyectaban un suero, me negué rotundamente a soltarle la mano… me negué a irme en el Volvo. Por dios… tenía que estar con ella en todo momento. Ella me necesitaba…

Me arrodillé junto a ella en la ambulancia, murmurando palabras que eran incoherentes hasta para mí, palabras de amor y promesas que parecían tan imposibles y fuera de contexto en ese momento, jadeé de miedo absoluto mientras tomaba su mano, mi aliento jadeante chocando en su frente, porque no estaba decidido a dejar mi lado junto a ella.

_Resiste bebé, resiste… el niño… oh cielos, resiste, respira amor_ palabras y más palabras que salían de mis labios desesperadamente y sin coherencia alguna.

Mierda! ¿Dónde estaba el control y la claridad de la mente para manejar ciertas circunstancias con frialdad y firmeza que tanto me habían enseñado en el ejército? ¿Dónde mierda estaban?... cielos, se habían ido a la basura en cuanto vi a la mujer que amaba doblarse del dolor y sangrar tan intensamente.

Los paramédicos hablaban a mi alrededor con rapidez mientras ponían otras cosas en su cuerpo y descubrían su vientre hinchado, la sirena dejaba un eco en mi mente nublada y el movimiento de la ambulancia por la velocidad que llevaba eran lo único que podía percibir a demás de mi mujer sufriendo.

“Preparen el quirófano urgente, trasladamos una mujer en trabajo de parto con complicaciones graves, hemorragia intensa y posible desprendimiento de placenta… hay sufrimiento  fetal, el ritmo cardiaco es bajo… tanto del feto como de la madre, ella está en shock.”

Gemí cuando oí esas palabras… sabía lo que significaban, ella y mi hijo estaban sufriendo, cerré los ojos y recosté mi frente en el costado de su cabeza, mis labios acariciando su oído mientras trataba imposiblemente de mantener la poca fortaleza que me quedaba.

_Por favor, no permitas que le suceda nada ni a ella ni a mi hijo… no lo permitas._ susurré con un nudo en la garganta. Alguien tenía que escuchar…

Ella continuaba con una máscara de oxigeno cuando llegamos al hospital, los paramédicos la bajaron rápidamente y corrí junto a ellos hacia las puertas del hospital tomando la mano de mi mujer. Carlisle estaba allí…aún estaba en su turno y pidió a los paramédicos información de su estado mientras revisaba a Bella el pulso y palpaba el bajo vientre. Todos corríamos junto a la camilla.

_Hijo debes quedarte afuera_

La voz de mi padre fue inaudible para mí, simplemente seguí corriendo a lado de la mujer que amaba, nada me detendría. Ella apartó ligeramente mi mano al escuchar a mi padre y supe, que a pesar de su casi inconsciencia, ella me quería a su lado.

_No, Carlisle, haré lo que tú me pidas padre, pero no me obligues a alejarme de ella… no otra vez, por favor_ imploré lastimosamente pero con una dejo de seguridad.

Él me dio una de sus miradas, una que me decía que me dejaba estar a su lado, pero que no se me ocurra molestar porque me sacaría a patadas. Me importaba una mierda… yo estaría a lado de ella aunque fuera lo último que hiciera.

Mi padre dio ciertas órdenes, él estaba de jefe de guardia hoy por lo que los paramédicos solo se limitaron a dejar en mano de su equipo, lo que había recibido en nuestro departamento.

_Prepárenla para cirugía, solo anestesia local, tendremos una cesárea urgente y adminístrenle 200 ml de epinefrína, hay que detener el sangrado… Edward_ ladró dirigiéndose a mí, me resigné a ver cómo los camilleros se llevaron a mi Bella dentro de la sala de cirugía. _Tienes que ponerte el equipo quirúrgico, no expongas a tu hijo y a tu mujer si quieres estar con ella…_ con esas palabras me lazó un paquete de ropa quirúrgica esterilizada y en seguida me despojé de mi saco y zapatos, para ponerme lo que él me dio. Cuando terminé por colocarme el barbijo entré junto a él que estaba del mismo modo vestido.

Directamente camine hacia Bella que estaba preparada, sus ojos bien abierto me dijeron que había recibido algún calmante para aplacar y sobrellevar el estado de shock en el que se encontraba.

_Bebé, estoy aquí mi amor…_ murmuré tomando su mano a mi lado, ella sonrió débilmente y gimió… _no trates de hablar, se fuerte mi amor… pronto estará con nosotros_ traté de sonreírle para darle ánimos, pero solo salió de mí una mueca, sabía sobre todas las cosas… que mas allá que pronto tendríamos a nuestro hijo con nosotros, ella estaba grave… por nada era la intensa hemorragia.

Vi casi hipnotizado cómo las enfermeras, con suma rapidez, cortaban las ropas de mi mujer y la dejaban desnuda sobre la camilla, su vientre estaba expuesto y aún sin tocarlo podía saber que estaba muy tenso. Me estremecí…

Una de las enfermeras cubrió su piel con un liquido oscuro que deduje que era iodo, Bella apretó mi mano y me hizo mirarla en el momento en que mi padre tomaba su lugar con un escarpelo en la mano… oh por dios…

_¿Frecuencia cardiaca?_ demandó con voz fuerte, una de las enfermeras que estaba a un lado del monitor conectado al dedo medio de la mano de Bella, respondió rápidamente…

_Para la madre subiendo y estabilizándose a 70, para el niño… 120, aún bajo…_

_¿Pulso arterial?_ preguntó de nuevo. No me había sonado bien eso de que mi niño tenía su frecuencia baja. Sin embargo el rostro de mi padre prosiguió imperturbable.

_Para la madre 120 sobre 85, para el niño… 110 sobre 60… demasiado bajo_

En ese momento mi padre no necesitó más verificación, su rostro de preocupación se hizo visible antes de gritar “Procedo”. Miré a mi Bella que oía claramente todo lo que estaban diciendo del otro lado del protector visual que habían puesto por debajo de su pecho.

_Edward…_ susurró casi inaudiblemente, la tensión petrificaba sus facciones y podía jurar que ella temía más d lo que yo temía por su vida y la de mi hijo. Me acerqué a tocar su frente con mis labios, besé su piel cubierta por una fina capa de sudor y sostuve su mano más fuertemente como era posible. _Tengo miedo…_ dijo suavemente, como si su voz se fuera apagando.

Levanté la mirada y la vi parpadear rezagadamente, su piel se había tornado pálida nuevamente y oí una alarma aguda, al mirar el monitor cardiaco la enfermera estaba buscando lo que lo provocaba. Vi la alarma en sus ojos cuando volteó hacia mi padre,

_La frecuencia cardiaca de la madre bajando rápidamente…_

_Mierda!_ oí a mi padre maldecir. Oh por dios, era la primera vez que lo oía decir un insulto…

Dios.. dios… no permitas que nada suceda…

Vi a mi padre forcejear sobre el vientre de Bella, cuando miré hacia ella solo ví su mirada de pánico a pesar de que casi estaba inconsciente. Sentí que alguien me tomó de los hombros empujándome lejos de ella, pero me aferré a sus manos como si fuera mi último pilar.

 

_Cariño cálmate… hazlo por el bebé_ ella me miró con sus ojos llenos de miedo, las lagrimas caían en sus mejillas y yo no podía encontrar la manera de hacerla sentir mejor. Las palabras no eran suficientes, las caricias y mis manos apretando las suyas no lo eran. Ella había resistido demasiado.

 

Entonces lo oí…

 

Un llanto suave y casi inexistente fue el sonido diferente que embargó el lugar, un llanto que se hizo más fuerte con el paso de los segundos y que parecía tener algún efecto en la frecuencia cardiaca de Bella, que iba ascendiendo por el sonido del monitor. Alce la mirada despegándola a regañadientes de sus ojos marrones y espié por encima del protector visual, mi padre tenía en sus manos un pequeño bulto que a simple vista era solo una masa sanguinolenta y blanca, pero que tenía manos que se agitaban en el aire y pies pequeños. Carlisle me miró por un segundo y asintió,

 

_Felicidades hijo_ murmuró con reverencia. _Eres padre…_

 

Oh dios…

 

Sentí que mi mano era apretada con un poco de fuerza, miré a Bella que lloraba y parecía haber salido de la crisis, ambos oíamos llorar a nuestro hijo al ver la luz por primera vez y mis lagrimas se reflejaron en sus ojos…

 

_¿Qué es?_ preguntó con voz apretada. Miré nuevamente a Carlisle, él le estaba entregando a una de las enfermeras a nuestro bebé. Cuando volteó a mirarme parecía sonreír por debajo del barbijo y juro por Dios, que vi sus ojos brillantes.

 

_Es una niña…_ murmuró entusiasmado.

 

Oh cielos…

 

_Bella… oh mi amor_ susurré sin poder separar la mirada de mi hija que estaba siendo limpiada y revisada en una pequeña mesa de observación. Pestañeé dejando caer unas lágrimas a pesar de que no podía ser más grande mi sonrisa y volteé a Bella… ella miraba hacia donde yo había estado mirando y sonreía débilmente,

 

_Tenemos una niña, amor_ murmuré inclinándome para besar su frente, ella asintió eclipsada por ese pequeño bulto que no dejaba de llorar _gracias bebé…_ susurré respirando agitadamente para controlarme, _te amo tanto_

 

_Y yo a ti… ¿amor?_ ella enfocó su mirada en la mía y vi las lágrimas correr por sus mejillas _ve a verla… ve a ver a tu pequeña_

 

Sonreí ante esas palabras, hacían que sonara tan real y verdadero… mi niña, mi pequeña. Una perfecta combinación de Bella y yo, una hermosa oda a nuestro amor… tenía que verla, a pesar de que deseaba quedarme a lado de mi mujer y continuar sosteniéndole la mano, besarla y decirle lo terriblemente que la amaba. Quería ver a mi hija y en serio saber que todo esto que me estaba pasando era real…

 

_Ve mi amor_ susurró Bella entre lágrimas y con voz ahogada _ve a decirle a tu hija que la amas… que la esperábamos con tanto amor… ve bebé_

 

Oh por dios…

 

Respiré profundo y besé su frente para soltarle las manos y caminar hacia la otra pequeña mujer que haría mi vida feliz. Las enfermeras la estaban pesando y midiendo. Me acerqué a ella y tragué saliva, ella era tan pequeñita… tanto.

 

_Oh Señor Cullen… felicidades, es una niña hermosa y sana_ dijo la enfermera al verme cerca de ellas, asentí sin prestarle mucha atención. Mi mirada estaba trabada en esa pequeña personita que abría sus ojitos por primera vez con dificultad, había dejado de llorar. A una distancia prudencial y para no entorpecer a las enfermeras, vi cómo la vistieron y luego la arroparon con una manta color rosada, cubrieron su cabecita con una pequeña gorra blanca y luego la alzaron. Jadeé cuando se acercaron con ella en sus brazos y me la tendieron a mí _¿Desea sostenerla?_

 

_Claro_ susurré con cuidado mientras ella me la ponía en mis brazos temblorosos.

 

_Solo… sostenga su cabecita, ella no se moverá_ murmuró antes de alejarse.

 

_O… key_ dije mirando a la hermosura en mis brazos. _Oh bebé… que hermosa eres_

 

Mi hija alzó sus ojitos y pareció mirarme entre sus parpados hinchados, podía ver con incredulidad un tenue tinte marrón verdoso en sus ojos. Su piel era blanca como el alabastro y suave cuando rosé mis nudillos en sus mejillas infladas, su pequeña boca era un corazón regordete color rosa pálido y tenía un pequeño hoyuelo en el mentón. Sonriendo sin poder contenerme, alcé delicadamente una orilla de su gorrito… solo movido por la curiosidad.

 

_¿Castaño?..._ susurré al ver la pelusa que cubría su cabecita, ella era el reflejo de su madre a excepción de sus ojos, que se debatían entre el verde y el marrón. _Dios… eres tan hermosa_

 

Incliné mi cabeza hacia abajo y dejé un suave beso en su frente mientras ella lanzaba un quejido y arrugaba su seño.

 

_¿Quieres conocer a mamá?_ miré hacia atrás y Bella estaba atenta mirándonos  mientras mi padre trabajaba con otro cirujano sobre su incisión. Caminé hacia ella sonriendo como un tonto… dios, había asumido en esos pocos minutos que no iba a poder sacarme la sonrisa en largo tiempo, tal vez nunca. Y que andaría como un maldito guasón por las oficinas del FBI tan solo por saber que dos hermosas mujeres me esperarían al final del día.

 

No podía ser más feliz por eso.

 

Acerqué a mi niña cerca de su mamá, Bella miró pasmada a nuestra hija y traté de acomodarla en el hueco de su brazo para que pudiera acunarla mientras yo ayudaba a sostenerla. Bella se veía tan radiante… tan hermosa, ella era la madre más hermosa del mundo. Sonrió al ver a nuestra hija y con esfuerzo inclinó su cabeza para besar la suave piel de su mejilla. 

 

_Tú eres mi pequeña pateadora_ murmuró entre sollozos _te esperaba tanto pequeña…_

 

_Tiene tu cabello… un poco rizado en las puntas y color castaño. Es hermosa_ dije acariciando la mejilla de mi mujer.

 

_Tiene tu mentón_ dijo ella mirándome con el amor reflejado en sus ojos llorosos. _tus ojos…_

 

_Son marrones…_

 

_Serán verdes_ dijo con toda seguridad. Decidí creerle, la verdad no me importaba, si por mí fuera, contemplar dos Bellas… un pequeña y otra grande era mi idea perfecta de vivir el resto de mis días.

 

_Edward_ llamó mi padre, él estaba a un lado de Bella mirando con cariño a la pequeña familia que estaba frente a él _Bella será llevada a cuidado intensivos, tuvo mucha hemorragia y veremos cómo evoluciona, si no lo hace favorablemente tendremos que hacer una transfusión._ dijo mirando a Bella que lo veía aturdida, la veía débil y pálida… rogué al cielo que pudiera hacerlo por ella misma. 

 

_¿Mi niña?_ pregunté parándome y acunando a mi pequeña en brazos, sin querer separarme de ella. Mi padre sonrió y negó con la cabeza…

 

_Esme es testigo de mi mismo comportamiento cuando Alice nació…_ Bella y él rieron. Era increíble cómo en tan poco tiempo me sentía tan protector y posesivo con el mi niña… Bella sonrió débilmente.

 

_Ella irá a cuidados prenatales hasta que Bella sea capaz de tenerla en sus brazos… recuerda que la bebé sufrió estrés pre natal, por eso debe ser monitoreada, puedes estar con ella si lo deseas sin embargo_

 

Miré a Bella y me debatí internamente, ¿Con cuál de las dos debía ir primero?... Bella estaba delicada y necesitaba mi presencia, pero mi niña… cielos, ella era pequeña… ¿y si tenía hambre? ¿y si lloraba?. Bella pareció ver mi batalla interior…

 

_Ve amor, quédate con ella. Llama a Rosalie y que venga con Emmett_ vi la sobra que cruzó por sus ojos _hum… cuídala. Yo estaré bien_

 

Asentí sin darle muchas vueltas al asunto y fui a dejar a mi hija donde las enfermeras la esperaban para colocarla dentro de una incubadora. Cuando tuve los brazos libres volví a mi Bella y tomé su mano entre las mías inclinándome hacia ella,

 

_Te amo_ murmuré con efusividad. No había palabra que expresara lo que sentía mi corazón por ella, parecía que podía llegar a estallar de felicidad, de pura satisfacción y alivio. Ella sonrió levemente y observé cómo sus ojos se cerraban… ella estaba tan cansada _duerme mi amor, estaré contigo cuando despiertes_

 

_Te amo Edward_ dijo en un hilo de voz. Cerré los centímetros que nos separaban y besé suavemente sus labios.

 

~Ѽ~

 

_Debes ponerte nueva ropa esteril_ dijo una de las enfermeras, mientras ella iba vestida de celeste… como todos los habían estado en cirugía. Las enfermeras del área de neonatología vestían conjunto blanco con pequeños animalitos estampados en la tela.

 

_¿Tengo que ponerme eso?_ murmuré señalando a una de ellas, que estaba recibiendo la incubadora donde iba mi hija. La mujer que la había traído rió y negó con la cabeza,

 

_Es parecido al que traes puesto, pero en blanco… es especial para los padres que vienen a acompañar a sus hijos aquí…_

 

Luego que me vestí con uno que ellas me habían entregado, me apresuré a entrar a una gran habitación donde se disponían muchas incubadoras señaladas con el nombre de los padres y del bebé…

 

Entonces caí en la cuenta de nuestra hija no tenía nombre aún, Bella no había dicho nada y yo no era total responsable para nombrarla. Iba a tener que preguntarle lo antes posible.

 

_Pronto sabremos cómo te llamarás…_ murmuré a mi niña mientras tomaba su manito a través de una abertura que había a través del plástico de la incubadora. Ella tenía sus ojos abiertos y parecía mirar todo, aunque sabía que era prácticamente imposible… aún. Parecía prestar atención a mi voz o eso era lo que mi mente patética y necesitada de su amor pensaba. _Te amo tanto cariño… desde que supe que existías. Bebé… si tu tío no me hubiese ido a buscar, seguramente hubiese vuelto por mis propios medios, no iba a soportar tanto tiempo lejos de mis dos mujeres_

 

Recordar ese tiempo que había estado privado de Bella, era tan duro, que el recordar traía casi un sabor amargo a mi paladar, dolía hasta en el pecho… y si me hubiese perdido este momento en que acompañé a mi amor a dar a luz a nuestra hija y verla por primera vez, no me lo iba a perdonar nunca.

 

Una médica llegó quince minutos después portando un delantal blanco y guantes de látex, llevaba una carpeta de revisión en sus manos y me sonrió al verme,

 

_Hey, felicidades papá…_ murmuró alzando la cubierta de la incubadora. _Vamos a revisar a la pequeña, si está todo bien y no hay señales de que necesites cuidados prenatales, la llevarás con su mamá así comienza a alimentarse._

 

_¿Qué es lo que exactamente tiene que estar bien?_ pregunté algo preocupado… mi hija parecía gozar de buena salud, sin embargo me preocupaba que algo estuviera  mal.

 

Ella alzó a mi hija de su lugar y la llevó a un lado de la incubadora donde había una pequeña mesa para examinarla, encendió unas luces y sacó su estetoscopio del bolsillo.

 

_Tenemos que asegurarnos que su ritmo cardiaco sea estable y normal, al igual que su pulso arterial y nivel de glucosa en sangre, hay que ver que sus pulmones funcionen perfectamente… no olvides que sufrió estrés fetal, no es probable… pero ese síndrome puede haber dejado una secuela. Siempre hay que asegurarnos que el niño este bien antes de sacarlo de cuidado prenatal, pero por lo que veo…_ canturreó mientras apoyaba el extremos de su estetoscopio en la espaldita de mi niña. _esta bebé esta en perfecta condiciones…_

 

_Gracias al cielo_ susurré respirando tranquilo. 

 

_Puedes volver con mamá cariño_ dijo la doctora acariciando el pecho de mi niña. Luego volteó hacia mí y sonrió _una enfermera llevará la cuna a la habitación, tienen una hermosa hija… felicitaciones_

 

_Gracias_ murmuré dándole toda la razón.

 

Minutos después estábamos camino a ver a su mamá, ya me había despojado de mis ropas estériles y tomé mi celular mientras iba caminando a lado de la pequeña cuna de mi niña. Había olvidado llamar a Emmett y a mi familia… bueno, nadie podía culparme, había cruzado por la experiencia más traumática de mi vida, ver a mi Bella y a mi niña tratando de salir adelante durante un parto difícil… fue lo peor que pude haber vivido, aunque hacía competencia con mi reciente exilio en Londres_

 

Marqué el número de Emmett que contestó al segundo timbrazo,

 

_¿Emmett?_  

 

_Si idiota, el mismo..._ contestó con burla, bueno... ya lo sabía _ eres increíble… ¿por qué no me llamaste en el primer minuto?_

 

_Bueno… ¿Porque estaba ocupado llamando a la ambulancia? ¿y luego tratando de contener a Bella?_ dije en el mismo tono.

 

_Ok… supongo que estas perdonado, Carlisle avisó a Esme… ella nos llamó a nosotros. ¿Estás en neonatología aún?_

 

_No, llevo a mi niña con Bella ¿la has visto?_ pregunté esperanzado. Quería saber cómo estaba ella, cómo lo estaba haciendo…

 

_Ella está recibiendo una transfusión de sangre, Rose y Alice se ofrecieron a donársela… Esme y yo estamos en la sala de espera, estará bien Edward, es una mujer fuerte a pesar de todo lo que le sucedió…_

 

_¿Has hecho el interrogatorio?_ pregunté recordando la última vez que lo había visto en las oficinas de Plath.

 

_Estaba abriendo el caso para que Plath sea procesado, Victoria admitió al igual que Taylor, ambos serán procesados también… pronto habrá más noticias, ahora… disfruta de tu familia amigo, déjame a mí a los malos_ podía oír en su voz cómo disfrutaba de lo que hacía. Emmett era un buen agente y más aún… un buen amigo.

 

_Seguro… no me separaré de ellas. Emmett…_ recordé lo que la había puesto a mi Bella al borde del peligro, tenía que hacer algo… _ debes ayudarme a encontrar a Charly Swan, el padre de Bella. Hay un contrato… es similar al mío con Benjamin, te explicaré todo luego, pero debes encontrarlo… Bella lo necesita_

 

_Muy bien, déjamelo a mí… finalmente hay muchas pruebas a nuestro favor, quédate tranquilo, Bella estará bien_

 

_Gracias_ murmuré mientras bajábamos del ascensor, estábamos en el área de maternidad, suponía que Bella estaría allí pronto _estamos llegando a maternidad, esperaré a Bella en la habitación_

 

_Oh! Yo voy hijo…_ escuché a mi madre gritar de fondo, seguramente estaba oyendo la conversación con Emmett. Reí junto con mi amigo. 

 

Me despedí de él cuando estábamos llegando a la habitación designada a mi mujer y mi hija, era de paredes color rosa pastel y ya tenía un enorme ramo de lilas en un extremo… me aproximé a ver la tarjeta y Alice había dejado un “Felicitaciones” escrito en ella con letra grande. A demás había un oso blanco y grande de felpa y un globo en forma de corazón flotando y con el hilo que lo sostenía, amarrado en un extremos de la pata del oso. También estaban los dos bolsos que había preparado Bella para este momento, uno para ella y otro para el bebé.

 

_Prepararé un suplemento para que se alimente_ murmuró la enfermera cobijando a mi niña, _no será lo mismo que lo que puede ofrecerle su mamá, pero estará bien hasta cuando ella misma pueda hacerlo…_

 

La enfermera se retiró y quedé solo con mi hija que se había dormido gracias al paseo, me senté a su lado en un sofá de cuero y suspiré a fondo… el día había sido un tormento total. Estaba cayendo el sol ya por la ventana y solo esperaba que Bella estuviera conmigo pronto, la necesitaba junto a mí… deseaba tanto decirle que la amaba, deseaba tanto verla con su bebé en brazos. Su hija y yo la necesitábamos tanto.

 

La enfermera volvió con un pequeño biberón en la mano, yo tenía cargada a mi hija porque… bueno, simplemente había abierto los ojos, eso había sido señal suficiente para mí, para justificar mi necesidad de sentirla cerca y saber que era real.

 

_Acomódese en el sofá Señor Cullen y podrá alimentarla_ murmuró la mujer mientras me ofrecía el biberón. Lo tomé con mi mano algo temblorosa y respiré profundo, _solo… deje que ella note el chupón, ella sola sabrá qué hacer.

 

Y así lo hizo…

 

Ella notó el extremo del chupón en sus labios y abrió su pequeña boquita para atraparlo entero, succionó en seguida y comenzó a alimentarse. Sonreí maravillado la manera en que ella había respondido, era instinto puro… era increíble. Su pequeña manito se aferró a mi dedo meñique y tan pronto como lo hizo tuve claras todas las cosas, ella me pertenecía… ella era parte de mí, parte de la mujer que amaba. Ella había venido para enredarme en su dedo meñique y yo estaba orgulloso y más que dispuesto que lo hiciera, daría mi vida por ella después de todo y no dejaría que jamás nada la dañara. Ella era mi principio y mi final y volvería a recorrer todo lo que recorrí solo para llegar a este momento.

 

Finalmente la puerta se abrió y una camilla llevada por dos enfermeros se dio paso en la habitación, Bella estaba en ella y me buscaba con la mirada por toda la habitación… cuando dieron sus ojos con los míos, supe que al fin mi familia estaba a salvo.

 

_Mi amor_ susurré mientras mi niña continuaba alimentándose, Bella sonrió y vi el brillo en sus ojos. Los enfermeros la trasladaron de la camilla a la cama y mi padre apareció por la puerta junto con Esme… y muchos más atrás.

 

_Oh dios, mira qué bonita!_ murmuró mi madre llegando a mi lado y acuclillándose frente a la bebé _Carlisle, cariño…  me recuerda tanto a cuando Alice nació_ la nostalgia estaba escrita en su voz. _Edward, hijo… felicidades amor, eres papá_

 

_Gracias_ dije sin apartar la mirada de mi niña, que ya había terminado su alimento.

 

_Oh Bella, se parece tanto a tí…_ dijo con entusiasmo Rose acuclillándose también _oh… quiero sostenerla_

 

Miré a Bella que nos miraba con ansiedad y me paré con mi niña en brazos, caminé hacia ella y le sonreí…

 

_No… no hasta después que mi Bella y su hija se reencuentren_

 

Ella sonrió con lágrimas en los ojos mientras yo depositaba a mi bebé en sus brazos, me senté a su lado y no pude apartar mis ojos de esa hermosa postal que tenía frente a mí. Bella sonreía mientras lágrimas de felicidad caían por sus mejillas, acunaba a su hija como perfectamente, como si hubiese estado hecha para eso. Tocó una de las manitos de mi niña y acarició su mejilla,

 

_Hola mi amor…_ susurró mientras el silencio flotaba en la habitación, solo sentía sollozos a mi espalda, cuando volteé Esme sollozaba y mi padre la sostenía acariciándole la espalda. Alice y Rose sonreían con lagrimas en los ojos y Emmett asintió mostrándome el pulgar con una sonrisa.

 

_¿Cómo se llamará?_ preguntó Alice secándose una lágrima. Miré a Bella y ella me miró…

 

_Piensa un nombre_ murmuró recostando su cabeza en la almohada. Miré a mi niña que se había quedado dormida y satisfecha. Ella era tan hermosa… ella era el reflejo de su madre, como una pequeña estrella que iluminaba mi vida y que parecía iluminar la de los demás. Por ella habíamos luchado tanto, yo con mis fantasmas interiores y Bella con todo lo que tenía y creía que era su vida, por ella habíamos pasado tanto tormento que sin siquiera pestañear los volvería a vivir solo para tenerla. Ella había sido el eje de todo… y ahora era el eje que sostenía nuestras vidas.

 

_Helena_ murmuré recordando algunas leyendas. Después de todo, por mi hija moriría. Bella me sonrió y asintió…

 

_Helena Madeleine Cullen será_ murmuró mirando a nuestra hija.

 

Besé la frente de mi niña rebozando de felicidad absoluta y atraído como un imán, besé los labios de mi mujer…

“Pronto mi amor… pronto llevarás mi apellido también”… prometí en silencio frente a mi pequeña familia. 

 ___________________________

Hayyy... bien, gracias a Roxana Fiorio por darme el segundo nombre de tu bebé, besotes a ese hermoso niño por nacer y felicidades Roxana, ser madre es lo mas hermoso. Sinf... ahora sí, definitivamente solo un capi más y el prólogo. Este capi tenía que ser único, espero que les haya gustado... besotes!!