Capitulo 1: Caminos, En el nombre del padre

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 Caminos

“Te quiero…. Hoy llueve y pienso en ti, en que estarías haciendo si estuvieras aquí. Anoche reacomodé tus cañas de pescar, Billy me las quería comprar, pero no… no puedo deshacerme de ellas, sería como si vendiera una parte de tu alma y no puedo, simplemente no puedo. Un beso y un abrazo grande como los que te daba de pequeña y recuerda que siempre estaré, no me olvido de ti… nunca, prometo papá… prometo que nada me impedirá hacer lo que debo hacer. Estas en mi corazón y en mi alma y te amo… te prometo que sabré jugar mis hilos… lo juro, como que me llamo Isabella Swan.

Descansa y deja que los ángeles te cuiden, ah… por favor Char… digo papá, me hehe traído conmigo nuestras fotos de arriba de la chimenea, te quiero sentir cerca… ¿vale?... Te quiero, 

Tu hija”

Respira Bella, respira… es solo un cóctel… solo eso. Bueno, es solo un coctel en el que al fin comienza el resto de mi vida… pero solo es eso, un cóctel.

Me miré en el espejo que me devolvió, por suerte, una imagen satisfactoria, al fin había logrado domar mi cabello y peinarlo de tal manera que suaves ondas cayeran sobre mis hombros,  mi maquillaje era sencillo y prolijo, me había colocado un poco de sombra negra y un labial rojo que contrastaba con la palidez natural de mi piel. Por supuesto, no quería parecer una zorra tampoco, bah… solo tendría que actuar como yo era, siempre fue mi mejor arma de seducción.

Llevaba una pollera tubo  en color negra ajustada, una blusa azul de seda a tono incluido que se ajustaba a mi cuerpo y mis zapatos poderosos, un par de Louboutinis de tacón aguja en color negros, con un nudo en el frente y suela roja, para los cuales había ahorrado cinco meses… los valía, eran elegantes y sensuales, ideales para lograr lo que había aprendido a hacer y a amar, impresionar a quien tuviera enfrente.

 Tomé mi bolso y mi abrigo negro y salí del departamento sin antes dejarle una nota a Alice avisándole que había pastel de verduras dentro del microondas.

Trabajé seis meses en la organización de ese evento, la biblioteca pública de la ciudad de New York había invertido miles de dólares en esta fiesta destinada a la obtención de fondos para abastecer a las pequeñas bibliotecas de las escuelas públicas de los barrios suburbanos, era muy importante la colaboración de los empresarios y políticos más prestigiosos de la ciudad y yo había tenido la responsabilidad de convocar a cada uno de esos benefactores.

Había terminado mis estudios en la Universidad de Durmonth hacía un año atrás, fue una satisfacción personal enorme cuando obtuve el título de Licenciada en Administración de empresas, mi objetivo concreto era trabajar en el mundo empresarial luego de cumplir una meta personal… una promesa, solo que para poder hacerlo necesitaba sortear mis propios caminos. Uno de esos caminos era trabajar en la biblioteca Nacional de New York para ir construyendo mi persona, mi experiencia y para satisfacer un deseo personal, a demás de que sabía que allí lo encontraría finalmente a ese que me abriera paso a mis demás caminos.  Mi segundo camino fue en concreto el coctel de esa tarde, había estado trabajando medio año organizándolo… nada podía salir mal. Y por supuesto el otro de mis caminos me llevaría a estar frente a frente con uno de los benefactores más prestigiosos que tuviera la oportunidad de conocer.

Si todo salía bien…

Llegué a la sala de actos en la Biblioteca nacional y a medida que atravesaba el gran lugar ya ambientado para el evento, iba repasando cada detalle, sala de reuniones preparada y lista, mesas de aperitivos y vinos finos preparada y lista, mesa de quesos y bocadillos con su respectivo servicio listo, música ambientada listo, escenario y palco listo. Era reconocido el prestigio de los eventos organizados por la Biblioteca Nacional en épocas anteriores, esta era el primer evento organizado por mí, por lo que los nervios estaban a flor de piel, pero sabía que podía hacerlo… había puesto todo de mí para que la excelencia se viera reflejada esta noche.

Cuando comprobé el estado de las cosas me encaminé directamente buscando a Emily. Ella era mi jefa, la directora y la cabeza del lugar, nos habíamos hecho muy amigas desde que ingresé a trabajar y se podría decir que era la gran mujer que había hecho realidad mi sueño de trabajar en esa biblioteca, mi amor por la literatura era lo que tenía en común con ella y tengo que suponer que eso es lo que vio en mí para contratarme, a demás de mi crédito universitario y mis excelentes referencias.  Si bien ella sabía que mi objetivo era otro, me había  contratado por mi buen manejo y frialdad para la organización de ciertas situaciones.

La encontré cerca de la sala de proyección  hablando por teléfono, sabía que había sucedido algo en cuanto vi su semblante… 

_Hay al fin!..._ murmuró aliviada cortando la llamada al verme _Bella, dentro de media hora comienzan a llegar los invitados y el proyector esta averiado… o creo que es el programa de la computadora, le pedí a Seth que si no lo podía reparar que utilizara el mismo de siempre._ casi parecía que estaba perdiendo el control. Fruncí el seño enojada… había explicitado que dispusieran del proyector de la sala superior porque era de mejor calidad y me exasperaba que hicieran lo contrario a lo que pedía, Emily dejaba todo esos detalles en mis manos y debía hacer lo mejor posible para retribuirle su confianza. Di media vuelta y fui hasta el cuarto de proyección, la biblioteca disponía de dos salas de proyección donde también se realizaban conferencias y cátedras de literatura según el caso, esta vez un coctel a beneficio que debía salir tal cual estaba programado, no toleraría ningún percance.

_Seth, ¿este es el proyector que te pedí que usaras?, porque Emily dice que no funciona ¿qué sucede?_ mi compañero que se encargaba del audio y el video de los distintos eventos me miró alarmado,

_Bella era el programa, no lo tomaba… no sé por qué, pero ya está arreglado… o casi…_ lo miré levantando una ceja _es decir, estoy reinstalando el programa de nuevo, saldrá todo bien_

_¿Estás seguro? No quiero que cuando tengamos que arrancar con la presentación nos quedemos sin ella precisamente por tu descuido, si hubieses comprobado el programa antes no hubiese sucedido esto y podríamos haber probado…_

_Lo prometo, saldrá todo bien_ murmuró asintiendo con vehemencia. Asentí y me acerqué a mirar el monitor de la computadora, precisamente el programa se estaba instalando.

_Espero mucho más de la gente que trabaja aquí, es la maldita biblioteca de New York ¿sabes?_ murmuré irritada, él asintió bajando la mirada _debemos mantenernos a la altura de las circunstancias…_ dicho esto di vuelta sobre mis talones y salí de la sala de proyección.

Cuando salí de allí la gente había comenzado a llegar y poco a poco la sala de conferencias de la biblioteca pública de New York comenzó a llenarse, tomé una respiración profunda y  suspiré cerrando los ojos por un momento… elevé una pequeña plegaria a mi papá y caminé. Lo que tanto estaba esperando al fin se haría realidad y si todo salía bien pronto iba a poder comenzar mi nueva vida…

Tanto Emily como yo y otros dos delegados recibimos a los invitados, los saludábamos y literalmente le babeábamos en los zapatos de 800 dólares para que se sintieran a gusto, era difícil moverse en ese mundo tan frívolo y soberbio, pero debía poner lo mejor de mí misma si mis intenciones querían seguir siendo las mismas que pensé cuando comencé con todo esto…

Al recorrer el salón vi un grupo de peces gordos y caminé directamente hacia ellos, sin vacilaciones, nervios, ni timidez alguna. Había dejado todo eso atrás cuando me propuse ser una mujer que deseaba ser notada, cuando me propuse ser fuerte y digna de lo que había dejado atrás.

Eran hombres y mujeres que hablaban con Sam, uno de los asistentes, me acerqué a ellos y él me presentó a su compañía. Eran todos muy amables o eso al menos aparentaba, quería creer en su buena voluntad y darles un poco de crédito. Había un juez, un congresista,  un empresario textil y uno petrolero, todos con sus respectivas esposas.

_Si, estamos esperando que esta colaboración ayude a los niños que concurren a escuelas periféricas a también tener acceso a la literatura, es decir tener la misma posibilidad que los niños de mayores recursos y que tienen fácil acceso a ella. En pocas palabras ayudar a difundir la lectura…_ la esposa del juez Volturi asintió complacida con mi opinión, por lo que pude suponer que quizá estaba dispuesta a hacer una pequeña donación.

_Es en realidad lo que pienso, ¿por qué destinar todos los fondos fiduciarios a las grandes escuelas públicas cuando también hay muchas que sobreviven con escasos fondos del estado, la redistribución de la riqueza es un tema tan divergente y a veces tan desigual…_ murmuró ella con devoción…

Valla… esta mujer me caía bien….

_Eso es lo que digo…_ sonreí levantando mi copa hacia ella.

Los demás continuaron hablando y yo tomé unos segundos para darle un sorbo a mi Champagne, no puede evitar cerrar los ojos degustando el ligero sabor a limón,  mis papilas gustativas estaban dichosas de disfrutar de tan sabrosos taninos. Abrí mis ojos y me fijé en la copa, pude distinguir el leve tinte amarillo lima del líquido en mi copa, lo acerqué a mi nariz y las distintas fragancias sutiles de los ingredientes fueron captados por mi sentido del olfato… limón sobre todo, luego un toque de vainilla y almizcle… mmmm… con un leve sabor amaderado… sabroso… Había sido una muy buena elección el Cuveé Don Perignon Vintage, sin duda debía recordar llevar una botella a casa para alguna noche especial, si es que algún día la tenía.

_Es tan satisfactorio observar a una mujer tan hermosa catar un buen vino…_ la voz masculina a mi lado me tomó desprevenida, levanté la mirada y me petrifiqué en mi lugar _... en este caso un champagne que por cierto fue una buena elección…_ levantó levemente su copa y asintió con una sonrisa en los labios, luego tomó un sorbo…

Y aquí estaba, parada frente a uno de los empresarios más impactantes de New York, uno de los más prestigiosos, al que yo quería llegar.  Sus ojos verdes impactantes me quitaron el aliento, Dios… lo había visto en fotos de revistas  y en imágenes de algunos noticieros nocturnos y shows de la farándula, lo había estudiado muy bien, sabía todo lo publico de él y mucho de lo privado, pero ni siquiera eso me había preparado para lo que esa noche me iba a encontrar.

Finalmente puse toda mi voluntad para encontrar mi voz, donde fuera que se había ido y tratar de armar una oración razonablemente coherente, asentí mirando mi copa y luego sonreí…

_Si, al igual que es tan satisfactorio para mi dar con tan excelente buqué…_ levanté la mirada haciendo uso de mi coraje y enfoqué mi mirada en esos intensos ojos verdes, él asintió sonriente… _Amm… permítame presentarme, soy Isabella… Swan, soy parte de la organización de este evento_ extendí mi mano dudando sobre haber dicho mi apellido, pero en todo caso no tenía otra alternativa _... bienvenido Sr…_

_Cullen, Carlisle Cullen_ se apresuró a decir, entonces toda la resolución de estos siete años resurgió con más fuerza con tan solo escuchar ese apellido _ es un placer Isabella, solo llámame Carlisle…_ su mano extrañamente cálida estrechó la mía suavemente y el hecho de haberlo visto inclinarse sin apartar su mirada de mis ojos, acercando mi mano a su boca para besar el dorso pálido y tembloroso, me recordó lo que muchas mujeres decían de él y me hicieron darles la razón… estar ante el impactante Carlisle Cullen era como para ponerse a temblar y aunque muchas veces no lo había querido creer… ahora lo hacía.

_Solo Bella entonces…_  repliqué yo levantando la copa, _salud Carlisle…_ él chocó suavemente su copa contra la mía… el sonido del cristal me indicó que ya estaba en juego lo que había deseado tanto, indicándome que todos los caminos que me habían llevado hasta ese momento fueron exitosamente recorridos.

_¿Así que organizadora?... pues te felicito, he de reconocer que es una de mis mejores tardes…_ murmuró para luego beber otro sorbo de su copa, sonreí agradecida… _si todos los cocteles que planeas son tan satisfactorios tendré que asistir a ellos más seguido…_

_Oh… no, en realidad trabajo aquí, yo… en conjunto con todo el personal organizamos este evento…_ musité notando el leve temblor en mi voz, él alzó las cejas como sorprendido,

_Oh ¿eres bibliotecaria?,_ inquirió,

_No… bueno si, pero solo temporalmente. En realidad acabo de obtener mi título de Licenciatura en administración de empresas y este solo es un empleo temporal hasta obtener mi licencia. Siempre me gustaron los libros, por lo que me siento como en mi paraíso personal_ murmuré algo avergonzada, supongo que era irónico que una Licenciada estuviera trabajando de bibliotecaria…

_ Bueno, te felicito, es bueno saberlo…_ murmuró él con una leve sonrisa, _Bella, ya tienes mi cheque en tu bolsillo y con cinco estupendos ceros, la causa benéfica en la que han trabajado es muy conmovedora y necesaria… espero que la ayuda que propiné sea suficiente, aunque te voy a pedir que si necesitan algo más me lo hagas saber_ una de sus manos rebuscó en el interior de su chaqueta para luego extenderme una pequeña tarjeta de presentación, _allí está mi número privado… para lo que desees_ una sonrisa bailaba en sus comisuras.

_Gracias Carlisle, eres muy generoso y  es un agrado saber que contamos contigo_ murmuré sinceramente agradecida aunque supuse que una cifra tan generosa no era en absoluto una perdida para él. Entonces haciendo acopio del valor que parecía acompañarme esa tarde fui más osada, _no dudes en que llamaré si te necesito…_

Él sonrió satisfecho y bebió nuevamente de su copa. Por un momento el silencio nos envolvió cuando sorbimos cada uno, la suave música de piano flotaba en el ambiente haciéndolo sumamente agradable, el mormullo de la gente era suave y ameno y mi compañía sonreía saludando con una inclinación de su cabeza a la gente a la distancia,

_Bella, ¿te gusta trabajar aquí en la biblioteca?_  preguntó luego de unos minutos _ es decir, cuando recibas la titulación ¿presentaras tu legajo a distintas compañías o continuaras aquí?_

Agache la cabeza enfocando mi mirada en la punta de mis zapatos, realmente estaba cómoda trabajando en la biblioteca, con mis compañeros y mi jefa, que más que eso era mi amiga. Pero si quería llevar a cabo mi meta, iba a tener que hacer lo que él me estaba sugiriendo…

_Presentaré mi currículo ciertas compañías en la que estoy interesada, especialmente a aquellas con orientación filantrópica y social, me gusta mucho ayudar en lo que pueda desde mi lugar de trabajo… aunque sea indirectamente_

_Bueno… ¿te interesaría una empresa multinacional orientada al sector primario, con múltiples comodidades y opciones para sus socios y empleados?_ lo miré alzando una ceja ¿a caso estaba proponiendo algo? Él sonreía y asintió cuando vio mi mirada de incredulidad…

_Mira Bella, esto…_ alzó su manos señalando todo el salón _ habla de ti, tu nivel de responsabilidad y seguridad para hacer las cosas es lo que yo tengo en cuenta para tomar a mis empleados y tú…_

_¿Qué es lo que quiere decir Carlisle? Yo no tengo experiencia… solo supongo un poco de osadía… nada más_  murmuré probando su insistencia, si realmente me estaba proponiendo algo, podía muy bien hacerme rogar,

_Mira Bella, sé que no estás segura ahora, pero… en serio me gustaría ver tu currículo, saber de ti, cuáles son tus expectativas, tus objetivos… quisiera hacerte una entrevista de trabajo, si tú quieres tienes a tu disposición un puesto en Cullen´s & cia, solo llámame…_  

Oh cielos…

Sonreí complacida aunque por dentro quería saltar de alegría o a la mucho pararme de puntillas y colgarme de su cuello para darle un beso de agradecimiento. Elevé internamente una plegaria de agradecimiento al cielo a mi papá y miré al hombre que de repente me abría las puertas de su mundo, algo con lo que tanto había soñado,

_Gracias Carlisle, con gusto accederé a una entrevista si así lo ves conveniente… solo ten en cuenta que tal vez mi manera de ver las cosas sea un poco diferente a  cómo lo ven tus socios y competidores… yo me gradué de la nueva escuela Carlisle_ dije un poco en broma y otro poco en serio, él sin embargo sonrió alzando una perfecta ceja rubia,

_¿Tan viejo nos crees?... _

Bueno, sinceramente era más joven de lo que me imaginaba, en todos los lugares donde lo había visto, en las fotos, en las revistas, en la televisión, siempre lo envolvía un aura de seriedad y experiencia sin decir que jamás lo había visto sonreír, tan solo en aquella imagen que guardaba muy en el fondo de mi cajón. 

_No, por supuesto que no, mucho menos tú…_ murmuré bajando la mirada, sus ojos verdes tan profundos y penetrantes lograban intimidarme, como si pudieran leer lo que por mi mente pasaba _es solo que eres un magnate, alguien que tiene tanto poder en sus manos y lucen como si todo lo pudieran hacer, como si el mundo no bastara para ustedes… y eso me intimida_ confesé….

_Tienes una idea errónea de mí Isabella Swan, solo soy un hombre de negocios que lleva una vida lo más normal posible… no soy joven como tú, pero tampoco estoy pasado en años y mi experiencia, se debe a mi temprana admisión en el mundo de los negocios… mi padre fundó la empresa y murió muy joven, fue allí donde tuve que hacerme cargo de mis responsabilidades como hijo…_ sostuve su mirada sonrojándome furiosamente, tenía que recordar lo vehemente que era con ciertos temas.

_Yo no quise decir eso…_

_Lo sé Bella, solo quisiera… en serio desearía que una mujer como tú no tenga tal prejuicio sobre mí… no tú_ su mirada estaba cargada de determinación _solo supe hacer las cosas bien… no me creas poderoso o magnate… solo espero que algún día me conozcas lo suficiente como para comprender que el dinero hace el poder, no a la persona…_

Ok, eso era lo que no pensaba escuchar de él, era suficiente la información que tenía como para saber que en su caso, el poder y el dinero estaba en pleno equilibrio con la persona, claro que no tenía muchas fuentes en las que basarme, tal vez algunas ex amantes… 

_¿Conocerte mejor Carlisle?... apenas nos vimos hace_ miré mi reloj de pulsera _unos diez minutos…_

Él me miró con una sonrisa en los labios, parecía tan pacifico, tan sereno que aturdía al mismo tiempo.

_De eso estoy hablando Bella… conocernos mejor que esto_ su mano hizo un ademán entre los dos y yo tragué en seco. Asentí con una sutil sonrisa, no quería dar a conocer mi entusiasmo. _Hace mucho que no tengo una cita real… ¿te gustaría tener una cita conmigo?... que dure por supuesto más de diez minutos._

Abrí los ojos sorprendida ¿en serio el magnate y poderoso Carlisle Cullen me estaba pidiendo una cita? Bueno... a demás de sorprendida estaba complacida, ese había sido mi deseo desde un principio…

 _Bueno ¿y cuál es tu idea para una cita?_ pregunté tratando de demostrar indiferencia, él rió levemente y levantó su mano hacia mí,

_Bueno, tal vez podamos comenzar con un baile…_ murmuró sugerente _luego tal vez… no lo sé,  ¿la ópera?... ¿el museo?, no lo sé… para saber y organizar una cita agradable para ambos debo conocerte mejor… por ahora ¿me permites esta canción?_

¿Bailar? ¿En un coctel?... bueno por qué negarme cuando de fondo sonaba la suave música de Cartel Burbell…

_Si claro… un baile no estaría mal_ tomé su mano y dejamos las copas ya vacías en la mesa de aperitivos. Me dejé llevar por él hasta el centro del salón donde nos comenzamos a mover con suavidad. Bailar con Carlisle Cullen no era difícil… nada difícil, debía admitir que sus brazos podían hacer sentir segura a toda mujer y eso era lo que esperaba. Su mano en mi cintura y la otra sosteniendo mi mano era una manera nueva de bailar para mí… más sofisticado y elegante acorde al hombre que estaba frente a mí. Iba a tener que ponerme a su altura si quería ser una mujer con todas las letras para él, merecedora de él… Carlisle Cullen era un difícil reto pero para mí no imposible… solo me quedaba poner todo de mí sobre la mesa.

_¿Este es el momento en que comenzamos a jugar a las veinte preguntas?_ murmuró en mi oído con una sonrisa.

_Oh Carlisle, ese era un juego muy esclarecedor aunque no lo creas… ¿comienzo yo?_ lo miré y él reía suavemente, asintió con la cabeza una sola vez indicándome comenzar.

Ok, aquí vamos…

_¿Color favorito?_ él me miró alzando las cejas y sonrió negando con la cabeza,

_Oh vamos Bella, puedes hacerlo mejor que eso… pero bien, es el marrón_ su mano vino entre nuestros rostros y llevó un mechón de cabello perdido detrás de mi oreja, me estremecí y miré el nudo de su corbata de seda azul marino. _mi turno… ¿obra literaria favorita?_

Oh, esa era fácil…

_Muchas!... pero los clásicos como Romeo y Julieta, Cumbres borrascosas, Orgullo y prejuicio…_

_Ah, pero eres una chica de novelas románticas entonces_ dijo mientras nos movíamos al compás de la música. Había perdido la noción del tiempo y de los demás invitados mientras este hombre me tenía en sus brazos.

_Si… aunque no estoy en contra de la ciencia ficción tampoco. Los clásicos de ficción como Crónicas marcianas o Encuentros cercanos del tercer tipo son increíbles._ sonreí sintiéndome cada vez más cómoda, de pronto no estaba hablando con el grandioso empresario, sino con la persona.

_Te gustará entonces El fantasma de la ópera… ¿no? Es un clásico._ su sonrisa era increíblemente hermosa.

_Si, un hermoso y clásico drama, aunque no lo he leído, lo he visto en la televisión en mis noches de sábado_ admití, no estaba cómoda contando lo que hacía las noches de sábado, pero con él tenía que jugarme todas las cartas.

Carlisle me apretó la cintura antes de reír y hacerme girar alrededor de su cuerpo sosteniendo mi cintura con ambos brazos,. Me sorprendí y mis cables de alerta hicieron sinapsis cuando se detuvo y su boca se ubicó solo a centímetros de la mía.

_Entonces este sábado será._ su mirada hipnótica me sobrecogió y literalmente quedé sin palabras. _ En Brodway se está estrenando la obra del Fantasma de la Opera. Este sábado… dime que sí Bella_ mordiéndome el labio miré esos profundos ojos verdes y no pude más que asentir.

Sus manos apretaron mi cintura sutilmente y una hermosa sonrisa seductora me deslumbró.

Alguien me sacó de mi aturdimiento cuando mi celular comenzó a sonar en mi bolsillo. Me aparté un poco de él y sin dejar de mirarlo a los ojos, tomé mi celular y atendí,

_Bella! ¿Dónde te has metido?_ la voz de Emily me hizo saltar y Carlisle me miró preocupado _la proyección está a punto de  comenzar y te necesitamos aquí arriba!_

_¿En la sala de proyección? Ok… voy en seguida_ corté cuando Emily seguía ladrando por teléfono y miré al hombre frente a mí. _lo siento mucho, tengo que irme… la proyección está por comenzar así que ponte cómodo y… disfrútala_

Él hizo una mueca y asintió con entendimiento, _Te veré el sábado entonces ¿no?_ asentí rápidamente _te llamaré durante la semana para pedir tu dirección, que tengas una buena noche Isabella_

Carraspeé cuando me quedé mirando sus labios que habían acabado de pronunciar mi nombre de la manera más sensual… dios.

Concéntrate!

_Nos vemos Carlisle_

_Nos vemos pronto Bella_

Y así fue como al fin conocí al maduro hombre de negocios, dueño absoluto de su propia compañía y forjador de su propio imperio, dueño de mis más frustrantes noches, de mis desvelos y mis deseos más oscuros. Al fin mi vida enfilaba hacia un solo objetivo… Carlisle Cullen. 

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Hola hermosas!!! Primer capi de esta historia.  A ver cuales son sus conclusiones de esto... espero verlas comentando. Estoy haciendo dos fics, sabrán de uno de ellos esta semana, lo amarán o lo odiarán, yo creo y espero que sea lo primero. Besotes y nos vemos pronto....
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