Capitulo 4: Esa fina línea. En el nombre del padre.

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 Esa fina línea…

Hoy estaba nerviosa, mi labio inferior me dolía de tanto morderlo y mis pobres dedos habían sido torturados toda la mañana. Perla me veía desde una esquina de mi habitación moviendo la cola lentamente y con los ojos fijos en mi, casi como si sitiera mi nerviosismo y mi ansiedad.

Hoy conocería a uno de los hijos de Carlisle.

Él me había llamado la noche anterior diciéndome que no iba a poder pasar a buscarme él mismo para ir al juego, ya que tenía asuntos que atender antes de dirigirse al estadio, por lo que su hijo pasaría por mí.

Respiré profundo por enésima vez y exhalé fuerte sacudiendo mis manos, Alice estaba haciendo algo delicioso en la cocina y el olor se impregnaba por toda la casa, seguramente era su especialidad, brounies de chocolate y fresa. 

_No me mires así_ dije apuntando mi dedo índice a Perla, tenía sus ojos entrecerrados como si estuviera estudiándome y seguía moviendo la cola con desinterés. A veces creía que mi gata era inteligente. _él… envía a su hijo, no es nada del otro mundo. Bueno… un hombre casi de mi misma edad que viene a buscar a la mujer que flirtea con su padre… ja!_

En ese momento tocaron la puerta y Alice asomó su cabeza por la abertura,

_Hu… alguien vino, Brian me dijo que es un tal Jasper y que te busca a ti, le dije que subiera_  murmuró con un leve levantamiento de hombros.

_Es el hijo de Carlisle_ susurré, di media vuelta y me enfrenté al espejo de mi tocador, alisé mi camiseta sin mangas  y mi jean gastado pegado al cuerpo. _¿Converse Alice?_ pregunté sin estar segura de su elección, ella sonrió y guiñó un ojo.

_Es béisbol Bella, ¿quieres ir con alguno de tus poderosos?._ preguntó rodando los ojos _ creo que no… eres lo suficientemente alta y tienes suficiente personalidad como para estar a la altura de Carlisle en todo sentido, así que… prepárate, vienen por ti_

Y como si tuviera la facultad de saber el futuro, el timbre de la puerta de entrada resonó en el departamento, Alice alzó una ceja como diciendo “te lo dije” y salió del cuarto hacia la cocina.

_Mierda_ gemí caminando hasta mi armario y sacando mi abrigo, me miré por última vez en el espejo, porque sí… el espejo se había convertido en mi mejor amigo últimamente y luego de peinar mi cabello ondulado con mis dedos, salí de mi cuarto dejando la puerta abierta para no dejar encerrada a Perla. Cuando llegué a la sala me detuve en seco. Alice estaba sentada en uno de los sofás frente a un hombre rubio que comía uno de sus braunies, ella sonreía… y yo conocía esa sonrisa. Alice estaba deslumbrada.

Carraspeé caminando hacia ellos y el hombre rubio alzó la mirada, dejó el plato con el braunie en la mesa de café y se levantó lentamente sin dejar de mirarme. Lo vi tragar y limpiarse ligeramente las manos en sus jeans oscuros, luego de unos momentos carraspeó esbozando una sonrisa torcida.

Era el hijo de Carlisle Cullen, no había duda… no hacía falta una prueba de ADN maldito porque se veía a leguas la impronta de su padre en él. El cabello rubio, los ojos verdes y atrapantes y la piel pálida como la de su padre. Sabía entonces cómo se veía Carlisle de joven y podía asumir que siempre fue tan atractivo como lo era actualmente.

_Isabella, supongo_ dijo levantando una mano, sonreí asintiendo y levanté la mía. Por alguna razón no me sorprendió cuando plantó un beso suavemente en el dorso… después de todo era hijo de Carlisle Cullen.

_Si, y tu eres Jasper… ¿no?_ pregunté con una sonrisa.

_Si. El mismo…_ pasó su mano por el pelo y sonrió negando con la cabeza _ mi padre me habló de ti… pero no te hizo justicia, eres Isabella ¿no?_

Alcé las cejas y sentí el calor en mis mejillas… todo un donjuán como su padre.

_Solo Bella, si. Gracias por tu cumplido…_ Miré detrás de él y vi a Alice haciéndome señas con su mano, su dedo iba y venía entre Jasper y ella.

_Oh!... ¿conociste a mi amiga Alice? Estoy segura que si, también conociste sus braunies_

Jasper volteó a ver a mi amiga y sonrió asintiendo con la cabeza,

_Por supuesto, tuve el agrado…_ luego me miró nuevamente y frunció el seño, una de las esquinas de su boca se curvó hacia arriba y volvió a mirar a Al _Oye… ¿te gusta el beisbol?._ Alice abrió la boca y los ojos al mismo tiempo y desvió la mirada hacia mí. Alcé los hombros con una sonrisa y ella dio un pequeño saltito en su lugar provocando una suave risa en Jasper. _Ya sabes… será divertido y no estaré destinado a hacer mal tercio toda la tarde_

Instintivamente me sonrojé y me mordí el labio…

_Oh! Bueno… me tendría que cambiar de ropa_ miró hacia abajo a sus jeans salpicados de harina _ y por supuesto, si a Bella no le importa…_

_Vamos Alice_ dije apresuradamente, en compañía de ella la tarde sería aun más interesante _ te esperamos aquí, Jasper ¿quieres tomar algo?_ él asintió con una sonrisa.

Con eso Alice salió corriendo hacia su habitación y yo hacia la cocina seguida por Jasper, le serví lo único decente que tenía en mi frigo, una cerveza Corona, que le serví en un vaso con un poco de jugo de limón. Él me miró alzando sus cejas y yo alcé los hombros,

_Aligera la cerveza y le da un toque… pruébala, te gustará_

Él alzó el vaso a modo de brindis y tomó un sorbo, luego otro y otro más…

_Humm… no conocía este truco, queda bien_ comentó terminando su vaso _así que… dime Isabella, ¿cómo se conocieron tú y mi padre? Él me habló de ti por supuesto… y mucho, algo desconcertante. Sé que trabajas en una biblioteca y que eres titulada de la universidad, se que te gusta la opera y que te cautivó llevándote a Daniel… ah! Y que te gusta el vino gratis_

Jadeé abriendo los ojos y reí junto con él…

_Fue un período de mi vida y no se trata de cualquier vino, solo aquel que no pueda pagar_ murmuré algo avergonzada, no podía creer que Carlisle le hubiera contado esas cosas de mí a su hijo, _trabajo en la biblioteca nacional y me gusta, amo los libros y soy la típica nerd bibliotecaria, tu padre se topó conmigo en el coctel de caridad que la biblioteca organizó hace unas semanas, creo que le cautivó mi degustación del champagne_ reí sirviéndole el resto de la cerveza con otro poco de limón _ y la verdad… es qué no sé qué esperar de hoy Jasper, no sé nada de beisbol_

Él tomó un sorbo de su cerveza y negó con la cabeza, _es fácil, ni siquiera le prestaras atención a las reglas, te dejarás llevar por la euforia y la diversión. De hecho, mi padre no es un fanático, ese soy yo… pero él te hará disfrutar del momento_

Alice salió minutos después preparada con unos jeans negros y camiseta sin mangas gris, un par de ballerinas de charol negro y un saco de lana grueso en color crudo. Salimos a la calle y nos miramos con complicidad entre las dos cuando Jasper nos llevó hasta su BMW plata, sabía que a Alice este hombre la había cautivado, con solo decir “Hola”.

Mi adrenalina fue en aumento cuando nos fuimos acercando al estadio de beisbol. Nunca había entrado a uno pero era excitante saber que iba a ver a uno de los grandes equipos de New York jugar en vivo y más desde un palco privado. Jasper nos comenzó a hablar un poco sobre los equipos mientras buscaba un lugar para estacionarse, parecía que el hasta los lugares del parquing eran exclusivos, porque no tardó en encontrar un lugar junto a un Mercedes negro,

_Mi padre ya está aquí_ murmuró apagando su BMW. _ tío Peter y Charlote parece que también_ me tensé cuando mencionó a su familia. No me esperaba eso, Carlisle no me lo había comentado cuando me invitó y tampoco en sus diferentes llamadas que hizo durante la semana. Definitivamente no sabía de ellos, por lo que me maldije a mi misma por ser tan inepta con mi investigación. Sabía por supuesto que Carlisle tenía una hermana que vivía en alguna parte de Europa, pero no se me había ocurrido que los conocería tan pronto, es que… ni siquiera era más que una amiga para Carlisle.

No sabía con qué me iba a encontrar y Jasper vio mi cambio de actitud, él se me acercó mientras íbamos caminando hacia uno de los ascensores del ala vip y tomó mi cintura acercándose a mí,

_Relájate Bella, solo son mis tíos, son agradables. A demás no conoces aún a mi padre, créeme… si le interesas, será protector y jodidamente posesivo, solo relájate y disfruta la terde._

Ok, eso me asustó un poco, había experimentado muchos momentos con Carlilse y definitivamente no me había mostrado esa parte suya, me gustaría verla.

Alice y Jasper entablaron una charla en el elevador, indiferentes a mi nerviosismo, bueno… Jasper me miraba de vez en cuando y me sonreía amistosamente. Cuando se abrieron las puertas salimos y nos encontramos con un corredor iluminado con gente yendo y viniendo, había varias puertas de dos hojas en una de las paredes y ventanales enormes en la pared contraria. Jasper nos llevó a una de las puertas y cuando la abrió lo primero que vi fue una pared de vidrio enorme enmarcando una sala desde el techo hasta el suelo y el estadio de los Yanquis del otro lado.

_Waau_ dijo en voz baja, Alice a mi lado. Jasper rió y negó con la cabeza sin dejar de caminar hasta llegar a la gran pared de vidrio.

Pude distinguir que estábamos en una de las tribunas más altas y con una vista privilegiada, debajo de nosotros la gente en las tribunas bullía y una voz gruesa resonaba en los altoparlantes, los equipos estaban aún en la banca haciendo ejercicios de calentamiento y bateo y el cuadro donde sucedía todo estaba vacío, pero algunas personas que supuse eran los árbitros estaban recorriendo las bases.

No sé cuánto tiempo estuve admirando todo desde allí, pero en un momento dado  sentí los cabellos de mi nuca erizarse y una caliente respiración detrás de mí.

_Las gente pulula allí abajo, admirando a sus equipos de beisbol y jugadores favoritos, gritan por sus preferidos y sacan fotos como si este suceso fuera el partido final del campeonato. La mayor parte de las personas que está en esta habitación no puede dejar de mirarlos tampoco, pero… increíblemente, mis ojos están siendo atraídos por algo mucho más hermoso y admirable._

Sus manos rodearon mi cintura y sentí su pecho en mi espalda, sus labios en mi oído,

_Bella…_ murmuró suavemente _qué bueno que hayas venido. Perdóname no haberte podido pasar a buscar yo mismo, pero… mi hermana nos está visitando y tuve que traerlos yo mismo luego de salir de la compañía._

_Está bien_ recosté mi espalda en su pecho y él apretó mi cintura con sus brazos, _Jasper fue simpático, espero que no te importe, pero trajimos a mi amiga Alice_

_De ninguna manera,  es bienvenida… ¿quieres tomar algún aperitivo? ¿Quieres algún bocadillo? Por favor, no dudes en sentirte libre de servirte de la mesa de lunch_

_Gracias, tomaré lo que tú estés tomando_

Entonces se separó de mi y volteé a enfrentarme a él, tomó mi mano y sonrió,

_Ven… te voy a preparar algo o mismo_

No pude evitar mirarlo de arriba abajo mientras caminaba delante de mí, llevaba el pantalón de vestir que usaba para trabajar y una camisa blanca sin corbata, con los dos primeros botones desabrochados y los brazos arremangados hasta debajo del codo, parecía muy informal.

Había muchas personas en ese cuarto, pero no pude dejar de mirarlo a él. Me llevó a una mesa donde se disponían distintas bandejas de bocadillos y botellas de toda clase, desde champagne hasta whisky y cerveza. Él tomó una de un líquido blanco cremoso y solo vertió un poco en un vaso largo, lo mezcló con un jugo natural que parecía ananá y puso un puñado de hielo en él, colocó una pajilla en el vaso entregándomelo luego,

_Es piña colada estilo Cullen, te gustará, lo hice suave para ti… es temprano aún para las bebidas fuertes_ alzó un ceja y tomé un sorbo de lo que me pareció lo mas delicioso que había probado y que incluía alcohol. 

_Mhmm_ gemí saboreándome _exquisito, gracias_

Él asintió con una sonrisa bailando en las comisuras de sus labios y volteó para tomar algo de unas sillas cercanas, luego se acercó a mí y alzó su mano para esconder un mechón de mi cabello detrás de la oreja y me puso una gorra en la cabeza,

_Te declaro aficionada oficial de los Yanquis de Nueva York_ murmuró antes de cepillar mi mejilla con su pulgar, sus ojos como dardos en mis labios. Tragué saliva y no pude evitar mirar su boca, estaba tan cerca…

_Carlisle… ¿no nos vas a presentar a tu Isabella?_

Abrí los ojos con sorpresa y él miró sobre mi hombro riendo y negando con la cabeza, tomó mi cintura y me volteó hacia la mujer que había hablado. Me encontré con la versión femenina de Carlisle, solo que su cabello rubio era ondulado y caía en capas sobre sus hombros y era muy hermosa.

_Bella, supongo que no te hablé de mi hermana entrometida, Charlotte ¿no?..._

_¿Entrometida?_ preguntó la mujer frente a mi alzando sus cejas perfectas, rió y me miró antes de levantar su mano _mucho gusto Isabella, soy la entrometida hermana de Carlisle, ya veo que estuvo tan ocupado contigo que no te habló de mí…_ desvió los ojos a su hermano y hizo un pequeño puchero con sus labios _hieres mi ego Carlisle_

_Lo siento hermana_  él acercó sus labios a mi oído _ aquí conocerás la parte siniestra de mí_

_Hey! Escuché eso! Que haya nacido el mismo día, a la misma hora que tú, pero un minuto después, no me hace la melliza malvada_  ella rió y volvió a mirarme _Puedes decirme solo Charly_ murmuró para mí _ mi esposo Peter, esta por allí en algún lugar, ya lo conocerás._

_Un gusto conocerte Charly…_ murmuré sintiéndome extraña al decir el nombre de mi padre para nombrar a una mujer _... puedes decirme Bella. Hum… ¿ustedes son mellizos?_ pregunté intrigada…

_Desgraciadamente si_ replicó Carlisle detrás de mí, Charly le dio una palmadita no tan suave en el brazo y rió.

_Si, lo somos… pero no nos vemos tan seguido, no me gusta la vida acelerada  que mi hermano lleva, soy de alma más tranquila por lo que vivo en un pequeño pueblo en el sur de Francia. Oh por cierto! _ pareció recordar algo y miró a Carlisle _Rosy sacó muchas fotos cuando nos visitó este verano, las tengo en un cd en algún lado de mi maleta… recuérdame buscarlo._

Carlisle rió asintiendo, Charly estaba por decir algo pero la oz gruesa que resonaba en el estadio nos distrajo, la gente comenzó a gritar aún más fuerte y todos los que estaban presentes allí miraron hacia la pared de vidrio,

_Oh, está por comenzar_ susurró Carlisle a mi oído, sus manos tomaron mi cintura y me hizo caminar hasta los ventanales. Nos sentamos en unos sofás que habían allí y mientras tomaba mi trago de Piña colada, podía sentir sus dedos acariciar mi cintura mientras me tenía cerca de él.

El juego comenzó y traté de prestar atención al juego, de reojo podía ver a Alice mirando igualmente el campo de juego, Jasper estaba a su lado y se inclinaba a ella esporádicamente para susurrarle cosas al oído.

Podía sentir a Carlisle hablar con otras personas a nuestro alrededor, algunos hombres de mediana edad que parecían ser miembros de su compañía. Me estremecí con la mirada de unos cuantos de ellos, pero como había dicho Jasper, Carlisle mantuvo su mano en mí todo el tiempo y de vez en cuando se inclinaba para decirme algo. A veces festejaron cuando los Yanquis cubrían todas las bases o cuando bateaban la pelota fuera del campo.

_Recuerdas que cenaremos en casa ¿no?_ preguntó en un momento dado _mi hermana y su esposo saldrán a cenar afuera, podríamos acompañarlos si lo deseas, pero… prometí cocinar para ti, haremos lo que tu decidas._

Pensé por un minuto, realmente, realmente quería estar a solas con él.

Volteé a mirarlo y me sorprendió tenerlo tan cerca, nuestras narices casi se rozaban y podía ver claramente su iris, casi gris en el centro y volviéndose de un verde vibrante hacia afuera, las pequeñas arrugas en las esquinas de sus ojos, su maxilar fuerte y su nariz angular, sus labios llenos y perfectos.

Quería tocarlo…

_Solo… quiero ir donde tu estés_  susurré obligándome a hablar.

Él sonrió suavemente inclinándose más hacia mí, me petrifiqué en mi lugar. Alzó su mano y tazó mi mejilla desviando sus ojos a mis labios y con un movimiento mas, su boca rozó la mía tan suave como alas de mariposas. 

_¿Puedo besarte Isabella?_ sus labios se movieron sobre los míos, su aliento caliente y con gusto a una mezcla de menta y alcohol se impregnó en mi boca. Asentí suavemente y entonces sus labios se acoplaron a los míos. Suave al principio, como si tuviera miedo a romperme… y luego, cuando me animé a cepillar la punta de mi lengua con la suya, él exhaló y sacudió su lengua con la mía.

Su beso fue febril, suave y pasional. Una combinación que me derritió. Su lengua suave bailaba con la mía y me hizo de repente olvidarme de lo que nos rodeaba, su mano acarició mi mejilla bajando por mi cuello hasta quedarse en el hombro, pastoreando con su dedo pulgar mi clavícula.

Sentí un cosquilleo en mi bajo vientre y traté de ignorarlo, al igual que la sensación en mi pecho… quería estar lejos de esa fina línea y ser consciente de que esto no era más que un objetivo, atractivo, seductor y peligroso objetivo. No más que un hombre, el hombre que debía pagar.

Luego de unos minutos u horas besándonos, me sobresalté con el rugido de los espectadores, entonces me ubiqué en el espacio y tiempo. Dios… estaba en un juego de beisbol y en una sala llena de gente, su hermana estaba aquí… oh cielos.

Me separé de él jadeando y me enfoqué en sus ojos, brillantes y de un tono verdoso más oscuros, no me atrevía a mirar a ningún otro lado porque sentía los ojos en mí. No pude evitar sonrojarme, su mirada era penetrante y parecía que podía sentirme desnuda frente a él.

Me mordí el labio…

_Si haces esto… no creo poder parar_ murmuró moviendo su mano que reposaba en mi hombro hasta mi mejilla, su pulgar acarició mi labio inferior sacándolo de entre mis dientes, _eres muy tentadora para tu propio bien Isabella_

Bajé la mirada a sus labios que estaban aún húmedos por el beso y sonreí suavemente, el orgullo y la satisfacción burbujeaban dentro de mí. Un fugaz pensamiento cruzó por mi mente, una certeza de que quizá no iba a ser tan difícil tener atrapado a este hombre en la palma de mi mano, enroscado en mi dedo. El famoso y seductor Carlisle Cullen enamorado de la tímida y misteriosa Isabella Swan… era un final que no parecía tan lejano.

Suspiré y volteé a mirar el juego… esta era yo, no tenía por qué tener vergüenza de los que nos miraban allí, al fin y al cavo… más de una mujer hubiese querido estar en mi posición y tal vez mas de un hombre de esta sala querían estar en la suya… y su hermana, bueno, parecía agradable, parecía ser consciente de lo que su hermano era. Tal vez yo podría demostrarle que Carlisle también podía caer enamorado por segunda vez… toda situación frustrada en la vida tiene una revancha, la de él podía ser yo.

Sonreí para mis adentros y me recosté en el sofá apoyando mi cabeza en su hombro, su brazo aún me rodeaba por la cintura y puse la mía sobre su regazo. Parecíamos una verdadera pareja y a él parecía no importarle mostrase en público conmigo. Sentí un suave beso en mi frente, su pechó subió y bajó con un suspiro.

_No sabes de la manera en que te estás metiendo en mis venas Bella…_ susurró contra mi cabello.

Nos quedamos allí indiferentes de los demás, su mano acariciaba mi cintura y mi mano jugueteaba con los botones de su camisa, podía sentir su pecho tonificado debajo de mis dedos, el asomo de su escaso pelo en pecho y a veces los latidos de su corazón.

_Espero que no te arrepientas dejarme entrar_ murmuré alzando un poco mi cabeza para que me pudiera escuchar _ porque no quiero alejarme_

Él sonrió sin dejar de mirarme a los ojos y bajó la cabeza para dejar un beso más en mis labios. Suave… tan suave que podía sentir cada onza del aire que entraba por su boca, cada pulso de su corazón en mi mano mientras lo hacía, cada vello de mis brazos erizarse…

Perdimos de foco por lo que estábamos allí, hablábamos en susurros entre nosotros y el continuó acariciándome sin poder dejar de tocarme, mis mejillas, mi cintura, mi cabello, mis brazos desnudos. Me habló de muchas cosas mientras los demás seguían inmersos en el juego, de sus viajes, sus proyectos, su familia, su hermana especialmente y la profunda conexión que tenía con ella, sus hijos.

_¿Estarás en Washington pronto?_ preguntó en un momento dado _tengo que viajar el lunes y si quieres puedo llevarte, viajo con mis socios en el jet de la compañía pero puedo hacer algún lugar para ti_

_No me sentiría bien usando ese jet, a demás no me quedo en Washington, debo seguir hacia Seattle y siempre tomo vuelos directos_ él asintió _ ¿estarás muchos días fuera?_

_Solo una semana, hay un congreso y de paso aprovecharé para ver que todo ande bien en las empresas que tengo allí, me gustaría llevarte sin embargo… puedo acompañarte a Seattle si quieres_

Sonreí y negué con la cabeza, _No, pero gracias… esta semana me es imposible viajar, tengo que hacer algunas cosas en la biblioteca, tengo pensado viajar el lunes próximo_ mentí. Mi vuelo habitual era hasta Port Ángeles, de ninguna manera me podía llevar ni acompañar.

_Ok… pero acepta cenar conmigo el domingo por la noche, antes de mi vuelo_

_Acepto_ reí, parecía un niño pidiendo limosna, sus ojos brillaban de expectación y no pude más que sentirme derretir.

El juego terminó y todos comenzaron a despejar la sala. Jasper se ofreció llevar a Alice al departamento porque yo me iba a ir con Carlisle a su casa. Mi amiga por supuesto parecía más que feliz. Solo esperaba que Jasper no tuviera la misma cualidad de su padre, el de atrapar corazón para luego destrozarlos. El chico me caía bastante bien.

Al salir del estadio saludamos a Charly y conocí finalmente a Peter, que era uno de los hombres que me miraba con recelo en el palco anteriormente. Me saludó con simpatía pero podía ver la desconfianza en sus ojos. Seguramente me veía como una atrapa millonarios, no lo culpaba.

Ellos finalmente partieron a cenar a algún restaurant en la ciudad y Carlisle me llevó de la mano a su Mercedes, nos besamos cuando me abrió la puerta del acompañante y esta vez fue mucho más intenso, tazó mi rostro con ambas manos y su besó combinó delicadeza con pasión.

Le hablé de mi trabajo en el trayecto a casa y de algunas anécdotas universitarias, de Alice y hasta de Perla. Admitió que no amaba los gatos pero si le gustaban mucho los perros, en especial los Dogos de Bourdeos. Incluso tenía uno y lo trataba como a un miembro más de su familia, por un momento temí que el perro olfateara mis verdaderas intenciones y me mordiera en cuanto cruzara la puerta, pero al parecer era inofensivo.

La confianza en mí misma crecía más y más a medida que llegábamos a su casa, en una zona exclusiva de Manhattan, una zona residencial donde los arboles prevalecían y las casas enormes de dos o tres plantas estaban coronadas por ellos.

Quedé petrificada en mi asiento cuando su casa salió a la vista, era de arquitectura moderna y muy iluminada. Las ventas eran enormes paredes de vidrios y los marcos de madera junto con la iluminación le daban un toque sofisticado. Cuando estacionamos no se oía ningún ruido, parecía estar alejada de la ciudad y el suave viento movía las palmeras que flanqueaban la casa, habían varios autos estacionados bajo techo en un garaje cercano, pero Carlisle dejó su Mercedes en la entrada. Cuando subimos los escalones del porche me maravillé con la piscina iluminada que había desde las escaleras hasta uno de los laterales de la casa. Era hermosa e increíble.

_Tienes una hermosa casa_ dije tratando de mantener mi compostura.

_Si, gracias_ me encaminó hasta la entrada con una mano en mi baja espalda _es una buena noche para nadar, si te apetece más tarde… eres mi invitada_

_Oh, no lo sé… mañana tengo una reunión importante en la biblioteca, pero me gustaría alguna vez... hum por cierto, ¿Dónde esta tu dogo?_ miré por todos lados temerosa de encontrarme con el perro.

Él rió _Oh! Está en la parte posterior de la casa, no se aparecerá por aquí, a demás es inofensivo Bella_

Rodé los ojos…_

Me pidió que me acomodara cuando llegamos a su sala mientras él se iba a cambiar de ropa. Una mezcla de arte europeo con moderno como el exterior de la casa me deslumbró. Cuadros enormes enmarcando las paredes de la sala y sofás de cuero blanco con mantas tejidas artesanalmente, era una mezcla exquisita de todo, lo nuevo, lo viejo, lo manufacturado y lo artesanal… muy hermoso. Un estilo único.

Mis pies me llevaron a la cocina, era enorme y luminosa, aún de noche. Una suave música sonaba desde algún lado, como música clásica. Recorrí el mármol blanco y limpio con mis dedos y admiré la colección de cacerolas de bronces que colgaban de la isla central. Allí había varias pequeñas canastas con frascos de condimentos y frutas envasadas. Parecía todo muy casero y hogareño a pesar de que no había una mujer en esta casa.

_Pasta Alfredo con camarones… ¿te apetece?_ preguntó Carlisle cuando llegó a la cocina. Me quedé mirándolo con la boca abierta mientras caminaba por allí como si fuera muy aficionado a ese lugar. Vestía un par de jeans sueltos y su camisa blanca fuera del pantalón y arremangada hasta los codos, su pecho descubierto y sus pies enfundados con un par de zapatillas bajas.

Alzó una ceja mientras sacaba una sartén de la isla central, una sonrisa asomando en sus labios.

_Eh… si, por supuesto, me encanta la pasta_ murmuré caminando hacia él. _Te ayudo en algo?_

_ Bien, ¿quieres abrir una botella de vino? Tengo una pequeña colección debajo de las escaleras, a un lado de la puerta de la cocina… tú eres la experta_

_Ok_ dije caminando hacia la pequeña puerta a un lado de la cocina, aún podía verlo desde allí y sonreí cuando tomó una cebolla y comenzó a picarla como todo un chef.

Elegí un borgoña suave, iba a ir bien con la pasta. Cuando volví él estaba salteando algunas cosas sobre el fuego. Distinguí cebolla, ajo y lo que podría ser albahaca.

_¿Quieres limpiar los langostinos?_ preguntó sacando un pequeño plato de la heladera. Asentí y me puse en eso mientras él preparaba la otra sartén para saltearlos. Él parecía tan a gusto en la cocina que me hizo tener que preguntar.

_¿Eres el chef de esta familia?_ pregunté escurriendo los langostinos. Él rió y negó con la cabeza,

_No… Renata es nuestra chef, ella está con nosotros hace años. Solo… cuando ella no está me gusta hacerme algún bocadillo, me gusta mucho la pasta sin embargo, por lo que es mi punto débil… ¿a ti te gusta cocinar?_

_Alice por lo general es la chef en casa, ella es una especie de Martha Stewart, hace postres, todo tipo de platos y le gusta hacer artes manuales, también diseña y es muy buena personal shoper si alguna vez se te antoja alguna._

Él rió y dejó lo que estaba haciendo para atraerme entre sus brazos, sus manos fuertes me apretaron contra su cuerpo y su frente se recostó en la mía.

_Si alguna vez necesito a alguna mujer para elegir mi ropa, será la mujer con la que comparta mi vida…_ besó mis labios rápidamente y nos quedamos allí abrazados por un momento, su cuerpo se movía sutilmente llevados por las notas de la música clásica que resonaba muy sutilmente. _ Así que  ¿eres paciente Bella para ir conmigo de compras alguna vez?_

_Sí, muy paciente_ susurré envolviendo su cuello con mis brazos, mis manos enseguida recorriendo las hebras rubias de su cabello en la nuca, se sentía tan suave. _Vivir con Alice me hizo experta en moda… en realidad ella me enseñó a ser mujer_ reí.

_Oh Bella, eres tan hermosa y tan… increíble_ dijo dejando un suave beso en mis labios _que estoy seguro que no necesitaste ninguna indicación para ser lo que eres, eres joven y bella… muchas mujeres de mi edad les gustaría tener todo lo que tú tienes, eres única._

_¿No te importa?_ me atreví a preguntar, él arrugó el entrecejo con preocupación _es decir, a mi no me importa tu edad Carlisle, me pereces un hombre sumamente encantador y atractivo… me gustas mucho y ya te lo dije cuando almorzamos el otro día, pero… ¿a ti te importa que mi edad sea casi la misma que las de tus hijos? ¿No te importa lo que los demás puedan decir?_

Él me miró por un minuto y detuvo todos sus movimientos,

_Eres más mujer de lo que cualquiera podría ser a tu edad Bella, en todo sentido… eres tan valiosa que mi visión sobrepasa lo que la edad pueda decir en ti. Yo veo a la mujer en ti, no tus primaveras…yo veo tu belleza, no tu experiencia, yo veo tu alma Bella, la que me atrapó tan rápidamente… yo te veo a ti Bella._

Oh cielos…

Sonreí suavemente y nos fundimos en un beso lleno de intensidad, nuestras lenguas se fusionaron perfectamente, caliente y húmedo a la vez… sabroso. Él tazó mi rostro con sus manos y no dejó de besarme hasta que algo llamó nuestra atención,

_Oh! La salsa!_ dije alejándome y mirando las sartenes sobre el fuego. Carlisle rió y agregó un poco mas de nata a una de ellas y agregó los langostinos que esperaban a ser salteados junto con la cebolla y los ajíes. Sacó la pasta del fuego y escurrió y luego de remover un poco los camarones ya estaba listo para servir los platos.

_Eres increíble_ dije retorciendo el tenedor en la pasta antes de llevarlos a mi boca. Él rió suavemente mientras servía las copas de vino, se sentó a mi lado y pinchó un langostino con su tenedor para subirlo hasta mi boca,

_Abre_ ordenó.

Tragué y di un sorbo de mi vino, abrí la boca y él me alimentó sin apartar la vista de mis labios.

Cenamos entre risas y una amena conversación, Carlisle era muy interesante. Hablamos de nuestros libros favoritos y de arte, música y política. Me pidió que eligiera el postre por los dos y luego de revolver en su frigo, abrí un frasco de duraznos en conserva y utilicé un poco de la nata sin usar de la cena, lo conviné con un poco de caramelo líquido y fuimos a comer el postre en los sofás de la sala.

Por los grandes ventanales se podían ver las luces nocturnas del patio y la piscina iluminada, mientras que la sala estaba en penumbras ambientada solo con la suave luz de una lámpara de pie en una esquina. La música cambió en algún momento por la hermosa voz de Sarah Brigthman.

Cuando terminamos el postre él me ofreció su mano y me llevó a un lado del ventanal de vidrio que daba al patio, tomó mi cintura y nos comenzamos a balancear al ritmo de la música de This love.

_Deseo que te quedes hoy Isabella_ susurró en mi oído _mañana Felix te puede llevar a la biblioteca o a donde tú quieras… pero quédate._

Me mordí el labio divagando entre lo que tenía que hacer y lo que quería. Era muy pronto… muy. ¿Pero a caso eso importaba? ¿Y si eso era lo que él quería? ¿Y si el quedarme o no definía qué clase de mujer era yo para él? No… tenía que asegurarme tener su corazón al menos antes de entregar mi cuerpo… con un hombre como él tenía que tener todas mis cartas claras y definidas, no podía dejar llevarme solo por la pasión o por la atracción.

_No Carlisle._ murmuré finalmente _ Alice me espera y debo levantarme temprano, sé que no es excusa suficiente… pero básicamente lo que te estoy pidiendo es que vallamos despacio, paso a paso… no nos apresuremos._

_Claro_ murmuró antes de besar mi templo. _Perdóname… es que esta noche fue tan perfecta…_

_Lo sé_ le corté _mantengámosla así, tenemos un montón de noches por delante_ me aparté de él para mirarlo a los ojos _las tenemos ¿no?_

Él sonrió suavemente antes de asentir, _Todas las que tú estés dispuesta a darme… todas mis noches son tuyas_

_Ok…_ susurré acercándome a sus labios. _Porque yo también te deseo…_

Besé sus labios suavemente al principio hasta que fue cobrando intensidad. Una de sus manos tomaron mi nuca acercándome a él y la otra se aferró a mi cintura haciendo que nuestros cuerpos se acoplen perfectamente. Oh cielos…

Jadeé en su boca y él me soltó dejando suaves besos en mis labios,

_Te llevaré a casa_ dijo después de un momento, la canción había terminado y no me había dado cuenta de que había sido como una danza erótica para nosotros. Sentía mi cuerpo vibrar.

Asentí y me separé de él que me miraba con sus ojos verdes oscuros y brillantes.

_Buscaré mis llaves que las dejé en el otro pantalón ¿me esperas?_

Asentí y lo vi alejarse una vez más hacia la escalera, subió un momento y aproveché su ausencia para tomar una respiración profunda.

_Dios…_ jadeé antes de buscar mi abrigo que estaba en uno de los sofás. Observé la sala y vi el piano de cola a un lado de la chimenea. Caminé hasta allí porque me pareció sumamente intrigante, Carlisle no me había dicho que tocaba el piano. Toqué algunas notas agudas y me detuve a ver las fotografías que se posaban en portarretratos sobre el piano.

Allí estaba Carlisle con tres pequeños, el mayor de no más de diez años. Todos rubios a excepción del niño de cabello cobrizo, parecían estar de campamento o algo así, porque Carlisle sostenía una gran mochila de viaje y los niños también pero más pequeñas. En otra fotografía había una mujer sola, ella era hermosa… el cabello del mismo color del niño de la foto anterior y ojos azules muy profundos, la niña de la foto anterior se parecía mucho a ella excepción del color del cabello… supuse que era Elizabeth. Las demás fotografías eran de lo que parecían ser festejos familiares, una navidad… un acto escolar, una graduación, etc. En todas se veían a los mismo niños en crecimiento, todos eran muy hermosos y pude distinguir a Jasper en seguida, supuse que los otros dos eran el par de mellizos, a pesar de que no se parecían en nada.

_¿Estas lista?_ la voz de Carlisle me sobresaltó.

_He… sí…claro, vamos_

Sentía que esa fina línea que estaba tratando de evitar acortar estaba desapareciendo. Me había involucrado demasiado pronto y muy intensamente con Carlisle. No me arrepentía, porque en definitiva esa era mi meta, pero no me estaba gustando nada las reacciones de mi cuerpo y de mi corazón cada vez que me besaba o me miraba de la forma que me miraba. Carlisle Cullen se me estaba metiendo en las venas como él afirmaba yo me estaba metiendo en las suyas… eso era lo que se suponía debía suceder, sin embargo…

Nos besamos en la entrada de mi edificio, como dos adolescentes luego de la primera cita. Me deseó buenas noches y prometió llamarme para vernos antes de su partida y por alguna razón, no veía la hora de volver a verlo.

Oh cielos…

Necesitaba despejar mi mente, necesitaba hacer algo para que Carlisle Cullen no llegara hasta mis huesos o más bien, hasta mi corazón… y necesitaba hacerlo urgente.

Cuando llegué al departamento fui directamente a buscar a Alice, mi pecho parecía querer explotar, mi respiración estaba errática y mis piernas débiles. Todo en él, su presencia, su aroma, su imagen, su piel… sus labios, todo, había chocado contra mí como una tonelada de ladrillos. Y eso no era bueno… no era nada bueno.

_Alice_ dije en la entrada de su habitación cuando abrí la puerta, ella estaba leyendo algún libro pero al oírme alzó los ojos _necesito sacármelo de la cabeza, dios… tenías razón_

Y vi la comprensión en sus ojos, pero también vi la aprensión.. 

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This love

Amores!!! auuu... si, capi nuevo. Al fin dirán, con toda razón. Espero les haya gustado, ¿Qué hará Bella para sacarselo de la cabeza? chan!... nos vemos el sábado o antes con UVO, besotes y sí, les confirmo que La Chica Compañía sigue, veremos si alcanzo a escribirlo para este fin de semana, nos vemos!!!