Capitulo 22: Dueños del mundo, Una vida de Oportunidades.

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Dueños del mundo

Cuando dicen que Paris es la cuidad del amor, debo decir sin temor a equivocarme que lo es, todo en aquella cuidad indica romance, amor puro y sincero, estaba tan contenta con las personas que quería, mi preciosa hija rebozaba en felicidad, verla disfrutando de este viaje, corriendo, tomando fotografías, sonriendo, jugando. Amaba a la sonrisa de mi bebé.

Gracias, Dios por mi pequeño pedacito de Cielo

El paseo por la cuidad no podía ser menos bella que lo que fue la estancia en España, sonreí. Yo misma me sentía como una chiquilla admirando los sitios a los que Edward nos llevaba y… también disfrutando de nuestros besos.

Mis ojos estaban atentos en las vitrinas, los diseños expuestos gritaban Elegancia y Glamour, un pequeño dolor en el pecho se formo cuando asocie aquellos trajes con Alice, mordí la parte interna de mi labio, ella no tenía cabida en mis… nuestras vacaciones, ella había decidido traicionarme, me recordé

Y también la extrañas

Maldita conciencia. Sacudí la cabeza, mis ojos se fijaron en unos imponentes zapatos de tacón, sonreí, el color, el diseño, todo me urgían a cómpralos, pero siendo sincera de comprarlos terminarían en el fondo de mi armario, si no fuera tan torpe podría comprarlos para una ocasión especial. Me llevó la mano al cabello cepillándolo con ansiedad, resopló al ver el precio de los zapatos.

Vaya suerte si fuera rica, no lo dudaría, sería un buen capricho, pero ahora mismo todo lo que obtengo es para mi bebé. Continué caminando mordía mi labio impaciente, como si algo fuera a suceder, lo que sucedió, por andar distraída choque contra alguien.

Sacudí la cabeza, y me retire de la persona con la que choque, iba a discúlpame cuando la vi, un grito ahogado se formo en mi boca, todo mi cuerpo se puso rígido, y que la sangre dejaba mi rostro.

No pensaba en encontrarme con ella, no aquí, no es mis vacaciones, no ahora. La rabia, el dolor, la ira por su traición florecieron en mi, le mire fija y duramente

_¡¿Alice?!_ le grite con rabia, sus ojos me miraban incrédulos_ ¿qué haces aquí?_ pregunte alejándome de ella, me dolía verla, ver que nuestra amistad, que la relación de tantos años, que aquella hermandad fuera traicionada

_Bella_ la voz de Edward hizo que girara mi rostro hacia él, su mirada bajo y la seguí, había olvidado que Alizzé nos acompañaba, trate de sonreírle a mi bebé que me miraba con los ojos abiertos de par en par

_Tía_ exclamó mi bebé corriendo a donde Alice, quien se inclino envolviéndola en sus brazos y tapándole con las bolsas que llevaba en mano.

_¿Sabías que ella estaba aquí?_ pregunte girándome a Edward

_No pensé que no la encontraríamos_ algo en su voz decía lo contrario, como si en realidad pensara en que nos encontraríamos

_¿No me estas mintiendo?_ cuestione mirándole como hacía con Ali cuando ocultaba un dulce en sus muñecas para comerlo cuando no era hora

_Han sido amigas por toda la vida_ balbuceo_ no me parece que por culpa del p… del innombrable su amistad se pierda _murmuro_ ¿No extrañas tener a tú amiga y hermana?_

_No_ mentí_ No le extraño para nada, nadie es indispensable en la vida. Puedes quedarte con ellas, yo voy al hotel_

_Estamos a varias calles_

_Voy en taxi_

Su mano sujeto con fuerza mi cintura, atrayéndome a él _Cariño, no seas testaruda, además Ali quiere a su tía_ sus labios asaltaron mis labios, por dos nanosegundos me negué a responder, solo basto sentir su lengua delineando mis labios para responder.

La risa de Ali, y el carraspeo de Alice provocaron que frunciera el ceño y me separara algo más que sonrojada

_Vamos por un helado_ dijo Ali

_ No, ya has comido_ fue rotunda mi respuesta_ vamos a ir al hotel, cenaras, veremos una película, te doy un pequeño baño y luego a la cama_

Los labios contraídos de mi bebé , junto a los temblores en ellos me hicieron sentir culpable, me puse en cuclillas y acaricie su cabello_ Lo siento, bebé_ ella como la buena hija que es, tan solo asintió, una pequeña y redondeada lagrima se le escapo_ vamos a por ese helado_ ofrecí mas por culpabilidad

Alce a mi niña en mis brazos, Edward tan solicito ayudo a ponerme de pie

_Es hora que hables con Alice, yo iré con Alizzé por el helado_ mi niña extendió los brazos a Edward quien le sujeto, quito las bolsas de mi mano, y pidió a Alice que le diera la de ella, luego se marcho con mi niña en sentido opuesto al que estábamos

Por varios minutos nos quedamos allí paradas, sin decir nada_ Vamos a el café de la esquina_ caminamos en silencio unas calles hasta dar con el café Les Deux Magols, estaba ubicado en la esquina cerca de una plaza, el edificio se veía tan antiguo y a su vez conservado. Los tres pisos llamaban la atención sobre todos por las jardineras llena de flores rojas brillante, entre el primer y segundo piso, las sillas en la calle estaban a salvo de la lluvia o el sol por el toldo verde, el café estaba concurrido, dentro no había espacio, por lo que optamos por sentarnos en la parte de afuera.

Un mesero alto y vestido de traje negro, camisa blanca, chaleco en ve, y corbatín, y el infaltable delantal blanco desde las caderas hasta el borde de lo pantalón, esgrimió una amplia sonrisa y ofreció la carta. Dos segundos más tarde hicimos el pedido. Mientras que esperamos el regreso del mesero deje que mi mente viajara por todo el café. Sonreí al mesero

_¿No piensas decir nada?_ susurro ella, jugueteando con el borde de su taza

_ Que quieres que te diga, estoy dolida porque me traicionaste_ respondí mordaz_ No tuviste confianza en mí, eso es lo que me duele Alice que yo a ti te lo hubiese dicho aunque no me creyera que hubiese esperado que me dijeras algo a mantenerme engañada_

_Creía que obraba bien_

Me reí sarcástica_ y hubiese sido perfecto si él no lo hubiese confesado, si no se hubiese reído de mi amor y de mi amistad por ti. Olvidaste la lealtad_

_No, la olvide_ respondió ella mirándome a los ojos

_¿Alguna vez en todos estos años pensaste en Al? nunca te pusiste a pensar que mientras ella lo abrazaba y quería que fuera su papá, él venía de afuera con el aroma extraño de otra mujer en su cuerpo? ¿Nunca te pusiste a pensar en eso?... él por supuesto nunca lo hizo, pero tú eres su madrina, tú la veías... ella lo quería y él nos estaba engañando a las dos, no solo a mí Alice, no solo a mi_

Ella suspiró pestañeando sus lágrimas y tomé una servilleta de la mesa para dársela, la extrañaba... extrañaba ser su amiga y mi hija la extrañaba horrores, pero tenía que saber, Dios.... necesitaba tanto saber, no porque me importara Jacob, él ya era un capítulo cerrado de mi vida, sino porque quería saber si había alguna posibilidad de recuperar a mi mejor amiga.

_Él me dijo que iba a terminar con ella, me lo juró y me lo volvió a jurar, que solo necesitaba tiempo... y yo tuve fe en eso que me dijo. Bella por supuesto que pensaba en su relación con la otra mujer cuando llegaba a casa y te abrazaba... o besaba a la niña, sentía asco de él y vergüenza en saber que él venía de acostarse con esa... cualquiera. Pero te veía tan enamorada y tenía aún fe en que él terminaría todo._

_Lo cual hizo cuando me prepuso matrimonio ¿no?_ murmuré yo. Recordaba a Jacob, cuando lo hizo se veía tan tranquilo, se veía tan imperturbable, como si no se le hubiese movido un pelo de culpa al pedirme que me casara con él sabiendo que para lograr eso había tenido que alejarse de... Vanessa

_Terminaron porque él le dijo que pensaba pedirte matrimonio... entonces ella se fue y le exigió que la siguiera si en verdad haber estado con ella durante tanto tiempo había significado algo para él... pero él no la siguió, él se quedó... y nunca más supe de ella. Él nunca más me dijo algo acerca de ella y entonces pensé que había hecho bien al no decirte, porque al final todo había salido bien_

_La mentiras tienen patas cortas Al_

_Lo sé_ sollozó _ahora me doy cuanta Bella, nunca tendría que habértelo ocultado, nunca. Fui una estúpida... Edward estaba lejos, cuando llamé para pedirle consejo me atendió una mujer, no supe quién era porque le corté, me dio bronca que él no estuviera allí para ti... lo siento... lo siento tanto Bella. Tendría que haberle dicho, Edward hubiese tomado el primer vuelo a Estados Unidos para romperle la cara a Jacob..._

_Eso no iba a solucionar nada_

_No, pero al menos tú lo hubieras sabido y yo hubiera tomado coraje para decírtelo. Tú, siempre escuchabas mas a Edward que a mí de todas maneras, date cuenta Bella... siempre estuviste enamorada de él, si él te lo decía seguramente le hubieses creído en el mismo segundo_

_Seguramente_ sonreí mirando mis manos. Traté de borrar de mi mente él con otras mujeres y ver lo que hubiese hecho, sí... seguramente él hubiese venido en el primer vuelo.

_¿Me dejas ser parte de mi Ali nuevamente? no me la niegues... si tú no puedes perdonarme aún, lo entenderé, pero no me apartes de mi Ali... esto de venir fue mi idea, no lo culpes a Edward, yo quería estar con ella mientras ustedes disfrutaban, Esme quería venir también, pero esto iba a tornarse una reunión familiar más que un viaje solo de ustedes_ sonrió _déjame estar con ella Bella, disfruta de la Costa azul y nosotras estaremos cerca, solo déjame recuperar mi tiempo con mi sobrina, con mi ahijada_

_ No lo sé_ respondí distraída_ Espera ¿qué costa Azul?_

_¡Ups!_ se tapó la boca con su mano, reímos escandalosamente_ ¿Qué dices?_

Pensé mirando la servilleta que destrozaba con mis dedos, dios… la extrañaba, quería que este inicio de mi nueva vida con Edward no tuviera una nube negra sobre nuestras cabezas, no quería un distanciamiento de él con su hermana por mi culpa… quería a mi familia unida y feliz, tenía que hacerlo por Edward y por Alizzé, ellas la amaban, no podía dejar que mi pasada pesara más.

_Ali, te extraña, estuvo triste por no haberte visto antes de viajar_ le dije tomando su mano_ yo también te extraño, Al. Extraño a mi amiga, a mi confidente a mi hermana, pero me siento herida_

_Lo entiendo, Bella_ su voz sonó muy triste y sus ojos brillaron a la luz del sol de Paris.

_ Pero no te perderé por él, Jacob no puede ganar, y yo no puedo permitir que nos aleje,_ resople_ tuviste una buena razón, no comparto que me hallas ocultado la verdad pero sé que no querías herirme_

_¿Puedes darme un abrazo?_ pidió mi amiga, vacilante e insegura… no, definitivamente no quería mi familia separada.

Asentí, nos levantamos y nos dimos aquel abrazo. Por dos horas seguidas continuamos hablando y riendo de cosas vánales, en verdad extrañaba a Alice y su sonrisa contagiosa

_ ¿En verdad iremos a Costa Azul?_ pregunte a mi amiga quien comía un croissant

_Si_ enarco la ceja_ ¿no vienes preparada?_

_Claro que vengo preparada, solo que_ me removí en mi asintiendo_ me da nervios_ susurre

_¿Por qué?_

_ Cuando Edward me toca todo mi cuerpo vibra, si me besa hace que tiemble, si… me… toca… donde… tu sabes, mi mente se ciega y lo único que deseo es terminar, poderlo tener completamente_ mordí mi labio, baje la vista y sentí mis mejillas arder_ me siento como una virgen_ le confesé_ quiero… pero tengo miedo, sé que no me dañara pero… ¿ y si no estoy a la altura?_

_ De eso nada Isabella Swan, vamos_ saco unos billetes y los dejo sobre la mesa.

La muy pilla me arrastro a la boutique donde nos habíamos encontrado, a pesar de las protestas me hizo medir cantidad de vestidos, hasta que por fin dio un veredicto, el vestido negro, que resaltaba mi figura.

_ Lo matarás_ anuncio, el vestido consistía en una vestido justo de color crema y sobre este velo negro, el estraple me hacía sentir expuesta, pero he de admitir me encanto_ ahora los zapatos_ hizo que la dependienta trajera unos zapatos de tacón de aguja, una aguja que extrapolaba la teoría de los zapatos cómodos, según mis cuentas debían de medir más de veinte centímetros, tanto que desde la mitad del todo parecía invisible_ No, te matarías _ camino por la tienda buscando, regreso con unos zapatos, los que había visto en la vitrina, los zapatos rojos con motas negras, extremadamente altos_ no protestes_ atajo cualquier protesta. Ordeno a la mujer conseguir un juego de lencería “sexy”

_ Esto es demasiado_ murmure

_ Mira_ dijo poniéndome un collar con una piedra roja_ los pendientes están de muerte_ mostro la pequeña joya_ me gusta, nos llevamos todo_

_¡No!_ chille

_ Tómalo como regalo de reconciliación y adelanto de regalo de boda_

_ No, nos casaremos_ refute enérgica, tratando de mantenerme de pie

_Lo harán, créeme_

Mientras me cambiaba, ella se hizo cargo de pagar.

Cuando regresamos al hotel Edward ya había arreglado a mi bebé quien saltaba de un lado a otro, y le contaba a su tía todo sobre España y la comida, sobre la torre Eiffel , sobre la fuente y como su mami besaba a su príncipe

_Mucha baba_ dijo en risas _ así tía, así_ tomaba su manita y simulaba y la besaba haciendo ruidos_ me ignoran_ afirmo.

Tanto Edward como yo estábamos rojos como tomates _tienes prohibido besarme delante de Ali, si esto es con Alice no imagino que dirá a tus padres, a Emmett y demás_ murmure con voz quebrada. Él rio, beso mi cabeza

***

_No quiero dejarle_

_ Ellas estarán en una playa cerca_ trataba de convencerme Edward, habíamos viajado temprano a Costa Azul, específicamente a San Tropez donde se quedarían Alice y Al, el viaje al sur de Francia fue cómodo, en un pequeño avión_ La rivera Francesa se caracteriza por sus hermosas playas_

_¿Habías venido antes?_ sonreí, Edward había alquilado un auto rojo descapotable y la brisa alborotaba mi cabello, para dirigirnos a Marsella, no importaba cuando durara aquel viaje lo importante era disfrutar del paisaje, el sol Francés, el olor a sal y la majestuosidad del mar

La opulencia del sitio me hacían jadear, Costa Azul es una de las costas más largas del mundo inicia desde Marsella , o que el sitio fuera descubierto por monarcas y zares hace mas de 120 años, donde los monarcas veraneaban. Lujo, diversión, yates, muchos yates, sobre todo en San Tropez, en el azul del mar pululaban yates de todos los colores y tamaños. El pequeño pueblo de pescadores se convirtió en el centro vacacional del Jet Set internacional, cuando se rodo en el pueblo, Cuando Dios creó a la mujer

_Si quieres podemos ir a Monte Carlo, está cerca_ respondió él desviando mi pregunta

_Puede ser, entonces ¿habías venido aquí antes?_ hable casual

_ No a esta playa, además es cosa del pasado lo importante es el presente_ respondió el sujetando mi mano fuertemente_ Mónaco, Niza, hay muchas playas cerca cariño, nunca vine a San tropez. Pero estuve en Niza hace muchos años, con unos amigos_

Mire la imponencia de los Alpes, la casa a lado y lado de la rivera, la playa más abajo y el azul de aquel mar, un azul único e intenso Costa Azul hacia honor a su nombre.

***

Ya en Marsella llevo al palacio del faro que fue construido por Napoleón III para su esposa_ Aquí comienza Costa Azul_ anuncio abrazo mi cintura y besando mi cuello. El sitio estaba tan cerca al mar, una gran edificación de colores arenoso y tejas naranjas. Hicimos el recorrido en él no deje de vocalizar ¡Oh! Con cada paso.

Logro distraerme al punto de llevarme a un pequeño barco que nos condujo a una isla cercana, la Isla de If la cual es mencionada por Alejandro Dumas en el conde de Montecristo. La isla era preciosa.

_Una isla situada a dos mil leguas de aquí, más allá del Ecuador _ recito Edward una línea de aquella obra literaria_ Gran locura era en verdad, como dice Villefort, dejar a semejante hombre entre Córcega, donde ha nacido, entre Nápoles, donde aún reina su cuñado, y enfrente de Italia, de la que iba a formar un reino para su hijo_

Cerré mis ojos y disfrute de su voz, amaba a Edward Cullen, y estar viviendo esta experiencia con él solo hacía que ese amor incrementara

También nos enseñaron el hospital carolina el cual está construido en una isla. Sonreí al imagina a mi bebe disfrutando de este sitio, Alice prometió que la traería luego que nos marcháramos a Italia

***

En la tarde me llevo a la iglesia de Notre-Dame de la Garde en el siglo XIX, la cual esta coronada por una estatua dorada de la Virgen María, que ordenó edificar San Eugenio de Mazenod, obispo de la ciudad y fundador de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Bueno eso había dicho Edward quien confesó haber estado obsesionado con el arte cristiano que se expone en aquella iglesia, como buen profesional de la historia antigua… lo admiraba tanto cuando se ponía en modo profesor… sentía un suave y excitante cosquilleo al escucharlo hablar de tantas cosas… caballeros, príncipes, princesas, reinos…

_Además me gusta el jorobado de Noter-Dame_ dijo riendo_ que el jorobado se enamore de aquella gitana_ me encanto_ creo que todos deberíamos ser un poco como él, sacrificarnos si en verdad queremos a alguien_ murmuro besando mis labios con ahínco.

El paseo por la cuidad más vieja de Francia nos permitió ver la influencia greco-romana en algunas construcciones antiguas, además de que el sol en esta parte del mundo parecía querer quedarse todo el día

Esa noche cenamos en un pequeño restaurante que daba al mar, me puse el vestido que Alice me ayudara a escoger, y los zapatos de tacón, use un tenue maquillaje, sombras rosas suaves, rubor durazno y brillo rojo, use el collar de fina coquetería y los pendientes ostentosos, al salir del baño del hotel quise correr nuevamente dentro mis mejillas

_Divina_ susurro Edward exhalando suavemente su aliento_ Dios, Bella te ves hermosa_

_Gracias__ murmure mordiendo mi labio

_ Cariño, ven aquí_

_No creo _respondí juguetona_ me han dicho que muerdes_ ronroneé.

_ Si, te mordería lentamente_ admitió él, avanzando a mí para encerrarme entre la pared y su duro cuerpo _con este vestido despiertas mis más bajos instintos y esos tacones…_ mordió su labio inferior mirando hacia mis pies, una de sus manos estaba firme en la pared, mientras la otra viajaba por el largo de mi pierna enroscándola en su cadera_ Oh, cariño_ sus labios besaron la curvatura de mi cuello_ quiero tenerte toda Bella, toda_ jadee emocionada, estaba preparada, quería, deseaba poder tenerlo dentro de mí, sentir todo su calor y su cuerpo sin restricción _Podría hacerlo ahora mismo_ sus labios buscaron los míos y besaron con pasión desmedida_ pero… nos, espera una cena_ el calor en la habitación y los estragos en nuestros cuerpos eran evidentes los dos estamos más que excitados, nos necesitábamos… tanto_ más tarde serás toda mía, ahora deja que te mime un poco más_ pidió atento, ayudando a reincorporarme mientras yo resoplaba tratando de hacer reacci0nar a mi cuerpo.

Quince minutos más tarde me llevaba sujeta de la mano , caminando por un sendero que llevaba a una pequeña sala veraniega, la brisa nocturna y el cielo azul daban un toque de misterio y seducción, la luz de la velas agregaba el romance a la velada, la suave música instrumental hacia que aquella noche presagiara lo mejor.

Como tontos enamorados nos dimos de comer uno al otro, un poco de salmón ahumado, ensalada, un arroz especial, un brindis con vino tinto. A la hora del postre la música había cambiado y ahora se oía la voz de la barítono Edith Piaf evocando Les amants d'un jour. Las sonrisas delicadas, aumentaron mis expectativas de la noche.

Cuando Edith comenzó a cantar La valse de Paris, Edward me invito a bailar llevándome a un balcón empedrado que estaba al descubierto de la noche cálida, el fresco viento que provenía del mar Mediterráneo enredaba mis cabellos como hilos finos que querían atraparlo. Una de sus manos envolvió mi cintura y la otra tomó mi mano envolviéndola cerca de nuestros pechos juntos, mi cabeza reposó a la altura de su corazón y el tarareaba cerca de mi oído. Lentamente nuestros cuerpos se acoplaron a la lenta melodía, el silencio codiciosos me permitía ser consciente de su alterada respiración , alcé la cabeza y por picardía bese la parte baja de su oído descendiendo hasta la vena que pulsaba rabiosa.

_Cariño _ su voz sonó áspera_ estamos en público_ reí soñadora. Su mano se pego mas a mi cadera permitiéndome sentir su erección._ La vie en rose_ susurro él, besando mi oído. Mis manos en su cuello, las suyas en mi cintura, moviéndonos atemporales en nuestro propio mundo, conquistando nuestros sentidos en un lento beso, aunado al ritmo de tan romántica canción_ J t’aime_ aunque no pidió decir aquella respuesta en voz alta, lo hice besándole desaforadamente, comiéndonos vivos en aquel restaurante frente a los ojos d extraños.

_ Vamos_ solicité entrelazando nuestras manos y tirando de él.

Rápidamente cancelo la cena, condujo aquel auto descapotable sobre el límite permitido, pero no importo la noche era de las dos y para los dos y parecía que no iba a terminar jamás… teníamos el tiempo del mundo para nosotros, éramos dueños de la eternidad. Los besos en el ascensor, las manos yendo y viniendo de un lugar a otro, la reparación alterada, los ojos cerrados, mis jadeos, solo aumentaban el frenesí. Salimos del pequeño ascensor a tropezones, la llave parecía no encajar, los dos reímos nerviosos. Travesura, la palabra podría aplicarse a la situación, los dos estimábamos tan ansiosos que sentíamos que esto era una travesura, una muy bella.

Cuando la puerta cerro nuestros cuerpos volvieron a unirse en un prolongado besos, me deshice de mis zapatos quedando un poco más baja que él. Los botones de su camisa azul claro, fueron a parar al suelo. Acaricie su pecho, suaves vellos rubios cobrizos adornaban su pecho.

Sus manos acariciaban la parte desnuda y expuesta de mis hombros y espalda

_Pareces una diosa_ rumoreo_ toda para mi_ termino de sacarse la camisa quedando desnudo de la cintura para arriba

_ Y tu un completo adonis, todo para mi_ afirme.

_ Me siento en desventaja_ musito fingiendo enojo e inclinándose frente a mi_ levanta la pierna_ pidió. Obedecí sin protestar, sus masculinas manos acariciaron lenta y tortuosamente mis muslos, hasta llegar a mi intimidad. Una sonrisa de medio lado, se formo en su rostro, los manos acunaron mi caliente zona, sus dedos delinearon la pequeña braga, y con el mismo esmero de las caricias anteriores las retiro de mi cuerpo_ sigo sintiéndome en desventaja_ ronroneo, levantándose y llevando la prenda a su nariz_ tan suave y pecaminosa_ aquello nunca antes me había parecido erótico o sexual, pero en esta ocasión hasta salvajemente lujurioso me pareció, y sí… agregó excitación al momento.

Sujete sus manos con las mías para pasarlas sobre mis erguidos senos _toca_ gemí_ besa_ ayude a que sus manos se cerraran sobre mis dolidos pechos_ quiero…. Quiero que los beses_

_Mejor que eso_ aseguro bajando el vestido hasta mi estomago_ morderé. Me alimentare de ellos_ dicho y hecho sus labios se ciñeron en uno de los duros pezones, la calidez y humedad de su boca, el toque de su mano en el seno libre, me llevaron a un punto más alto de éxtasis, esta era una experiencia nueva, esta vez no tendría sexo, haría el amor con el hombre que amo. Este era el verdadero hombre que toda mi vida amé… cuántos años desperdiciados.

Sus dientes tiraron suavemente del pezón robándome un gemido alto. El proceso fue aplicado al otro seno_ los pechos de mi mujer_ aseveró besando cada punta_ redondos, suaves y tersos… únicos_ una cadenita de besos fue depositando desde el valle de los senos hasta la garganta y luego hasta hallar mis labios_ J t’aime Isabella Swan, J t’aime_

En silencio , nos terminamos de desnudar, el tan perfecto, y yo tan normal, mi cuerpo no era el de alguna súper modelo, u otra mujer con la que pudiese salir, mi cuerpo era el cuerpo de una mujer con un hijo, un cuerpo con algunas estrías, con un poco de carne sobrando, con…

_Eres perfecta_ su halagadora palabra me hizo sonreír_ tan bella_ sus dedos acariciaron mi estomago_ besare cada rincón de tu cuerpo antes de tomarte, adorare el cuerpo de dio a luz a mi pequeño tesoro_ mis ojos se aguaron, mi hija, mi bebé, mi ángel, él lo consideraba su tesoro.

_E-edward_ solloce emocionada_ J t’aime_ tomé sus cabellos con ambas manos como si fuera lo último que me aferraba a esta tierra, estaba por darle todo… todo a este hombre que era mi destino, mi nuevo rumbo. _Te amo!.... dios… tanto, te amo tanto_

_ J t’aime_ susurró él con cierto alivio.

Cumplió su palabra, beso cada parte visible e invisible de mi cuerpo y de mi alma, me hizo sentir con sus besos y sus caricias la mujer más hermosa del mundo, la mujer perfecta y única para él. Mis labios también le besaron, mis uñas lo arañaron.

Tomé su erección en mi mano, sus ojos estaban apretados y sus jadeos salían con más rapidez de su boca_ Bella, cariño_ su trémula voz me excitaba, mi cuerpo ya estaba bañado por una fina capa de sudor_ necesito tenerte_

_Y yo a ti_ dije entrecortadamente. _Te necesito mi amor_

Entonces él me besó los labios una vez más, sosteniendo mi rostro con ambas manos dejándome inmovilizada, su lengua exploró mi boca ansiosa y febril y mis manos no dejaron de moverse en su cuerpo, una recorriendo la longitud de su erección y la otra sintiendo la piel de su pecho y abdomen. Él era un ícono de perfección.

Gimió en mi boca cuando moví mi mano más osadamente, él desataba mis deseos más oscuros de mujer… nada se comparaba a él, nunca me había sentido tan encendida y excitada, nunca había pensado que hacer el amor era también un acto de tal entrega que podías hasta llegar a desinhibir todas tus fantasías sexuales. Quería hacer todo con él… él me daba tanta seguridad, que no podía sentirme mejor en otras manos, nunca más Bella… me reprendí, nunca más otras manos te volverán a tocar más que estas.

Era suya… para siempre.

_Aah… Edward_ gemí cuando rompimos el beso, él se acomodó sobre sus rodillas mirándome desde arriba entre mis piernas, me avergoncé durante un instante pero recordé que era Edward, mi mejor amigo, mi confidente… mi todo.

_Dios santo Bella… eres tan hermosa_ dijo casi desesperadamente. Movió una de sus manos, la que tenía sobre mi muslo y fue bajando hasta deslizar su palma desde mi clítoris hasta mi entrada… _ estas tan preparada para mí…_ me miró a los ojos _¿quieres recibirme?_

No tuve coherencia suficiente más que para asentir.

Él sonrió suavemente, pude ver el amor en sus ojos. Se inclinó hacia mí y sentí la cabeza de su pene en mi entrada, se detuvo un momento para ver mi rostro, no vió dudas en él, solo deseo y más amor y luego de besar mis labios, entró en mí lentamente.

El aire abandonó mis pulmones en forma de gemido, él… se sentía tan bien… cielos. Parecíamos hecho el uno para el otro, encajábamos a la perfección, como dos piezas de rompecabezas, como almas gemelas.

_Dios… Bella… eres… increíble_ gimió dejando caer su frente contra mi hombro. Sentí sus jadeos en mi piel y mi cuerpo se estremeció.

Luego de un momento en que él se adaptó a mi cuerpo, comenzó a moverse… suave, como si tuviera miedo a romperme, apretando los dientes y besándome en cada momento que no necesitábamos desesperadamente un respiro.

_Oh bebé… esto borra todo mi pasado_ dijo penetrándome una y otra vez más aumentando su velocidad a medida que se iba moviendo sobre mí, abracé su espalda baja con mis piernas y arremetí contra él haciéndole saber que quería más _toda… mi vida comienza el día que volví a ti_

_La mía igual_ gemí cerrando los ojos. _Oh Edward, la mía igual mi amor_

Alzó una mano contra la cama y separó su torso del mío mientras seguía envistiendo contra mi cadera, puso la otra mano sobre el cabecero sosteniéndose de él y sentí sus caderas excavando más intensamente contra las mías. Pegando justo allí, en ese punto dulce que a veces tanto me había costado encontrar en el pasado.

Pero Edward lo encontró tan rápido, entre jadeos y gemidos, comencé a sentir la sensación de abrumación y peligrosa adrenalina corriendo por mis venas y mi mente dejó de gobernar mi cuerpo, grité como nunca había gritado antes y di gracias a Dios que Alice se había llevado a Alizzé. Iba a tener que aprender a controlar mi boca.

_Aag… Bella, eres mi mujer!_ dijo él penetrándome _mía… marcaste mi cuerpo Bella, mi… corazón… mi alma!... y soy tuyo también! Siempre lo fui…_

Oh Dios, nunca había visto a Edward tan exaltado… y eso me excitó aún más.

_Sii… _ gemí incoherentemente. _Nos pertenecemos… siempre_

_Oh sí_ gruñó él impactando aún más fuerte contra mí, una lívida sensación de placer se acrecentó en mi bajo vientre y supe que estaba cerca. Lo sentí crecer dentro mío… _Esta es… la primera de muchas amor…_ gimió con su rostro retorcido de placer, tratando de mantener sus ojos abiertos mirándome _no puedo soportar por más tiempo_

_Márcame_ gemí empujando en su encuentro, yo tampoco podía soportar más _Edward!... Oh… aagh_

Arqueé mi espalda y mi último ápice de conciencia salió disparado al cielo cuando sentí el placer arrollador venir, como oleadas, arrasando a través de mi cuerpo. Solo… como si fuera debajo del agua, lo oí gritar y gemir mi nombre mientras sentía su huella caliente disparándose en mi interior, derramándose en mis entrañas.

Edward me había marcado. Era suya… para siempre.

_Oh Bella…_ sentí que susurró cuando colapsó sobre mí, jadeante, sin aire… susurrando mi nombre una y otra vez, como un delicioso mantra sobre mi piel… adorándome.

Respiré y luché por contener las palabras que querían salir de mi boca, no quería decirlas… Lo amaba, lo amaba en serio, con todo mi corazón, pero no quería que creyera que lo decía solo por la intensidad del momento. Lo diría una y otra vez hasta que me creyera, no tenía miedo en decirlas ni sentirlas… él había sacado el miedo de mí.

Me quedé respirando aún con dificultad, mirando el tope de su cabeza, que descansaba placenteramente sobre mi estómago, sus cabellos cobrizos se enredaban entre mis dedos mientras acariciaba y podía sentir como el ronroneo de un gato salía de su pecho.

_Siento que puedo ir a la luna y volver_ dijo entonces _soy… me haces tan feliz_

Oh…

_Me haces feliz también mi amor_ correspondí sonriendo. Sentí su sonrisa en mi estómago y besó mi ombligo antes de levantarla para mirarme, entonces vi su brillo pícaro en esos enormes ojos verdes… me mordí el labio.

_No creas que esto terminó Señorita Swan…_ murmuró con voz perversa. Me sentí estremecer y jadeé cuando su boca se lanzó a la mía.

Con Edward a mi lado… podía decir que a los 25 años de vida, era mi verdadero despertar sexual.

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Auuuu... bonito!!! El despertar sexual de Isabella, sería lindo un libro con ese nombre ¿he? jajaja... Gracias Ada por este Capi bebé!!! te amo, te quedó genialisimo! Conste que el lemmon traté de hacerlo tan fogoso como tú lo estabas haciendo ;) Besotes a todas y gracias por la espera