Robsten Moment: Londres dulce Londres.

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Londres dulce Londres

De: RobStu

A: KikiPatt

A penas bajé del avión, ya estoy en la camioneta camino a casa. Tom nos  espera en su casa más tarde… ¿saldrás a tiempo? Te amo nena, no puedo esperar a verte.

De: KikiPatt

A: RobStu

En cuanto terminemos de grabar salgo hacia casa… espérame allí bebe, me vestiré allí y nos vamos. Te amo también, necesito verte… ¿cómo esperas que me concentre ahora sabiendo que estamos en la misma ciudad y quiero besarte tan mal?

Pasé mi mano por mi cabello y gemí cerrando los ojos dejando caer la cabeza en el apoya cabezas de la camioneta que me llevaba a casa de mis padres. Aun faltaban unas cuantas horas, un par de horas más para volver a tocarla, a olerla, a sentir su lengua contra la mía… dios! La necesitaba.

Había soportado casi un mes sin verla pero ya era hora de tirar a la mierda las recomendaciones de nuestras agentes y vernos, que se fuera a la mierda los acuerdos que habíamos hecho con la productora que llevaba adelante el proyecto de Kris, quería ver a mi novia… ¿tan jodido era eso?. Iba a hacer lo posible por quedar al margen de la filmación de la película y de ser lo menos mediático posible, necesitaba verla. Y el bautismo del pequeño Rudy  era la excusa perfecta para hacerlo.

Matilda, la hermana de Tom, nos había invitado a ambos, no podía no hacerlo… él mismo decía que éramos como un par de siameses malditos pegados por la cadera cada vez que estábamos juntos Kris y yo… pues esta vez no deseaba separarme de ella ni por un minuto al menos el tiempo que su trabajo me lo permitiera.

Llegué a casa en Righman, donde la tranquilidad me absorbía. Era increíble cuanta paz sentía cada vez que llegaba aquí. La calma y la paz solo se igualaban con dormir abrazado a mi mujer luego de hacer el amor.

La camioneta se detuvo en la entrada de autos y bajé enseguida despidiendo al chofer que Grace había contratado para mí, ella estaba en Londres desde hace un par de día trabajando y era reconfortante saber que estaba pendiente de mí, aún en viajes de placer y no de trabajo, aunque supongo que estar pendiente de su cliente era la misión de un agente… ella había hecho buenas migas con Tom y su familia y supuse que estaría invitada también al bautismo.

 Lo bueno que siempre tenía Londres era que al menos podía andar por la calle sin ser apabullado continuamente por paps o fans, ellos me conocían, conocían a mi familia y tenían piedad de no disturbar mi único lugar de paz y tranquilidad que me quedaba.

Fui recibido por Adam, uno de los dogos de Bourdeos de mamá, aún tenía pasión por los cachorros, tal vez si hubiese traído a Bear ella se lo iba a querer quedar para ella y Kris me iba a matar, el perro era su debilidad. Ahora había quedado en buenas manos, con mi suegra.

_Ahh Rob! Hijo… pensé que Kris vendría contigo!_ mi madre salió de la puerta delantera directo a abrazarme. Dejé de jugar con Adam y le devolví el abrazo alzándola un par de centímetros del suelo _déjame abajo!_ rió en mi oído.

_Si tan solo querías ver a Kris me hubieses dicho y me quedaba en L.A._ bromeé.

Era increíble como mi amor se llevaba tan bien con mi familia, todo el tiempo que ella estuvo aquí en Londres venía a visitar asiduamente a mi madre cada vez que su horario se lo permitía. Mis hermanas la adoraban y mi madre pedía que la trajera cuando estábamos en L.A, mi padre la trataba como una hija más y no podía ser más feliz por ellos. Kris estaba destinada a quedarse en mi familia, no hay otro lugar para ella más que estar a mi lado y no hay otro lugar para mi que quedarme en el suyo.

_Sabes que los amo a los dos, tonto_ palmeó mi brazo y me llevó jalando de mi abrigo al interior de la casa. _Solo que estaba haciendo mi chutney especial para el cordero de mañana y quería que Kris lo viera, ella me había pedido la receta y deseaba ver como lo hacía…_

_Mmm… chutney con cordero_ gemí sintiendo cómo se me hacía agua la boca. _Solo dale la receta mamá, no sabes las maravillas que Kris hace con esas manos… en la cocina claro está_ me apresuré a decir.

_Si, lo sé… no quiero saber otros detalles pero ella me ha contado que le gusta mucho cocinar y más si lo hace para ti_

Dejé mis maleta de cuero marrón a un lado de las escaleras para subirla cuando yo lo hiciera y mi mochila junto a ella para luego seguir a mi madre hasta la cocina. el aroma a chutney cocinándose inundó mis fosas nasales, mi madre destapó una olla de bronces y removió lo que contenía dentro. No me pude resistir y con una cuchara de madera tomé un poco y lo probé.

_Mmmm… mierd… lo siento, wuau… esto está muy bueno._ dije robándome un trozo de manzana acaramelada de la olla y llevándomela a la boca _no olvides darle la receta a Kris_

Mamá rió y negó con la cabeza, ella sabía muy bien lo que hacía. Ella me conocía muy bien. Hacer comida no era lo mío… a penas si podía cocinar un huevo revuelto sin quemarlo o pasarlo de sal, por eso Kris había tomado las riendas de la nutrición en casa… si ella no lo hacía literalmente moriríamos de inanición o en el peor de los escenarios nos quedaríamos sin trabajo por haber ganado muchos kilos de más gracias a las pizas y la comida china en abundancia…

_Lizzy dejó algo para ti en tu habitación_ dijo entonces mi madre. Rodé los ojos,,, conocía muy bien los dotes de personal shoper de mi hermana.

_Traje mi propia ropa_ dije sacando el jugo del frigo, me tomé un trago de la botella y sentí un golpe en el brazo,

_Tienes vasos en el primer gabinete Robert Thomas Pattinson_ regañó entre risas.

_Uuh…_ mascullé dejando la botella en el frigo y saliendo de la cocina.

_Dale la oportunidad, eres el padrino no un invitado más! Y no estás en L.A… donde todos imponen una moda, estarás en un bautismo!_ oí la voz de mi madre mientras subía con mis maletas a cuestas por la escalera.

_Genial_ mascullé llegando a mi habitación. Aún después de dejar Londres tenía el mismo aspecto de cuando vivía en esta casa y solo me importaba tocar música y actuar por diversión. Hoy era mi sustento de vida… y me había permitido conocer el amor de mi vida, si hubiese renunciado a la actuación por seguir el sueño de ser cantante, tal vez ahora no estaría con Kris.

Y eso me revolvía el estómago.

Me saqué mi gorra de beisbol y mi abrigo de jean, dejé caer mi remera y mi par de jeans al suelo y busqué toallas en el placar para irme directamente al baño, podría haber preparado un baño de burbujas para disfrutarla con mi Kris pero no había tiempo, Tom nos esperaba a mi y a Kris y a penas si ella tendría tiempo de vestirse para salir al bautismo, si es que yo no la retrasaba mientras me daba la bienvenida.

Disfrutaríamos ese baño relajante de burbujas otro día con más calma y en el hotel, sabía que ella lo necesitaba y yo también. Además a Kris aún le incomodaba hacer “cosas” en la casa de mis padres. Yo al menos no me quejaba… y no me importaba, mi cama de la infancia había dejado de ser inocente hace un tiempo cuando la traje por primer a vez.

Salí de mi ducha y me vestí con lo que Lizzy había preparado para mí. Un pantalón de vestir azul oscuro, una camisa celeste y un saco azul con pequeñas líneas del mismo color que los zapatos.

Me afeité prolijamente y me peiné el cabello con mis dedos mojados, justo cuando estaba poniéndome la colonia que a Kris le gustaba, sentí los pasos rápidos en la escalera y sonreí. Podía llegar a reconocer sus pisadas en un estudio lleno de actores.

La puerta se abrió chocando con la pared y solo alcancé a ver su mirada ansiosa antes de que su pequeño cuerpo chocara con el mío.

_Oh bebe!_ gimió aferrándose con ambos brazos a mi cuello, mis manos sostuvieron su cintura y la alcé para que sus piernas envolvieran la mía. _Te extrañé…_ masculló antes de que sus labios estuvieran sobre los míos.

Caminé hasta que su espalda chocó contra la pared y la solté presionando mi cadera a la de ella, tomé su pequeño rostro entre mis manos y la besé como si se me fuera la vida. Degustando su sabor dulce y embriagador, jadeando en su boca mientras nuestras lenguas luchaban frenéticamente.

Oh mierda, cómo la amaba!

Ella agarró con fuerza mi cabello de la nuca y molió sus caderas contra la mía, necesitaba atención tanto como yo la necesitaba.

_Hazme el amor, Rob… antes de irnos, no aguantaré, te necesito ahora._ gimió en mi boca _necesito sentirte._

Y como sus pedidos eran ordenes para mi.

Puse ambas manos en su culo y la llevé hasta la puerta, con mi pie la cerré sin dejar de besarla y caminé hasta la cama, cuando sentí el filo del colchón en el pliegue de mis rodillas me senté con ella a horcajadas conmigo.

Bajé mis manos recorriendo su cuerpo hasta tazar sus pechos, ella dejó de besarme y se apresuró a sacarse la camiseta de tela fina, gemí al ver lo hermosa que se veía su piel pálida y brillante en contraste de su cabello largo y negro azabache… ella era tan hermosa.

Era mi diosa personal sacada de mis sueños más perversos y sucios, ella cumplía todas mis fantasías y las hacía realidad más de lo que yo esperaba. Ella quedó con el torso desnudo y me apresuré a subir las tasas de su sostén para devorar sus pezones, mis manos no perdieron el tiempo y pelearon con la presilla de sus pantalones, ella se levantó de mis rodillas y tiré sus pantalones hacia abajo junto con sus bragas, ella se sacó el pantalón mientras yo desabrochaba los míos para liberar mi pene erecto erguido para ella.

Cuando estuvo fuera de su ropa la atrapé por la cintura y la hice sentarse nuevamente a horcajadas en mí, acerqué lo más que pude sus caderas a las mías y gemimos en las bocas de cada uno cuando la penetré. Profundo y duro como a ella le gustaba.

_Oh Rob… aahh_ suspiró con alivio y una sonrisa bailando en sus labios _mierda bebé, te extrañé_

_Yo también cariño_ dije alzando su cintura y dejándola caer nuevamente.

Ella comenzó a moverse suave al principio, disfrutando de la intimidad y lo intenso de nuestra unión, pero sabía que había sido demasiado tiempo desde la última vez y que ella me necesitaba tanto como yo a ella. Así que la tomé firmemente de las caderas con ambas manos y me recosté sobre la cama sin dejar de mirarla, mi diosa hermosa de cabellos negros… mi bruja, mi hechicera, mi princesa… mi todo.

Se movía arriba y abajo sobre mi eje sosteniéndose con ambas manos en mi abdomen…

_¿Me extrañaste?_ pregunté jadeando, se sentía tan bien alrededor mío, caliente, húmeda… exquisita. Ella cerró los ojos frunciendo el ceño, sintiendo la profundidad a la que yo llegaba dentro de su vientre.

Agité mi cadera hacia arriba haciéndola gritar, ella se tapó en seguida la boca y abriendo grande los ojos. Sonreí…

_¿No era que no sexo en casa de mis padres?_ nuevamente empujé contra ella penetrándola más profundo.

_Esto… ahh… es distinto, te extrañé demasiado!_

_Así es bebé… yo también._ me senté para atrapar sus pezones en mi boca, mierda!... ella se veía tan hermosa con ese cabello oscuro y largo.

_Ahh… tan dulces, las extrañé_ mi parloteo iba dirigido para los pechos de Kris pero ella fue la que gimió, dulcemente en mi oído mientras se aferraba a mis hombros y comenzaba a cabalgarme más rápido.

Coloqué mi mano de lleno en su baja espalda guiando sus movimientos, haciendo que me sienta más dentro de su vientre. Con la otra mano la empujé en su hombro con cada estocaba mía.

_Mierda_ gemí sintiendo que no iba a aguantar mucho tiempo. Definitivamente mi mano no se sentía tan bien como su dulce y apretado coño. _Kris…_ gemí cerrando fuerte los ojos y escondiendo mi rostro en el hueco de su cuello.

_Ahh… bebe, por favor… me voy a venir!... oh cielos, te extrañé tanto_ su voz temblaba, contenida y llena de placer…

Me separé de ella cuando sabía que no íbamos a soportar y la besé duro mientras con un último empujón de mis caderas ella se vino sobre mí gimiendo en mi boca, sentí cada una de sus contracciones y fue suficiente para apretarla contra mí en la prisión de mis brazos y terminar dentro de ella… fuerte, profundo y en largos chorros calientes.

_Aah cielos_ gimió separándose por aire y dejando caer luego su frente sobre mi hombro.

Entonces… porque era Kris comenzó a reír. Y yo reí con ella tratando de adivinar que era lo que cruzaba por su deliciosa mente. Ella siempre me sorprendía.

Pero ella solo negó con la cabeza y acaricié sus mejillas sonrojadas besando sus labios,

_Creo que a veces solo me dejo llevar… sin importar nada_ dijo recostando su frente en la mía _tu me dejas opción, haces que mis pensamientos no sean tan coherentes_

_Y tú logras lo mismo… será porque te amo_

Ella asintió mordiéndose el labio _Será porque te amo_ dijo antes de besarme nuevamente.

Luego de eso…

El viaje a casa de Tom con Kris de la mano, la llegada a la iglesia, el ministro nombrando los dotes sagrados para el bautizado, el bebé Rudy en mis brazos mientras ella me miraba con una sonrisa en el rostro, ella con el bebé en brazos mientras yo la miraba embobado, la recepción, la vuelta a casa y luego al hotel… era nada comparado con la satisfacción enorme que sentía al tenerla a mi lado.

Diez días que duraba mi estadía no serían suficientes… pero pasaría cada segundo a su lado. Definitivamente Londres olía más dulce con Kris en ella.

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Bueno... no estoy del mejor ánimo pero aquí está, gracias a todas las que me leen y dejan sus comentarios, ese es mi verdadero premio. Besotes.