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Gracias por tu visita, los fics que se publican aquí son salidos de mi imaginación, con los personajes prestados de la gran Meyer… te agradecería que me avisaras si ves algún fic mío publicado por la web, eso se llama plagio y hay que combatirlo. Gracias!

Te toma muchos minutos leer un capitulo? Entonces puedes tomarte un minuto para comentar, no pido nada más. Escribe que algo dejas y lee que algo llevas.


Song shoot 15: "Tu mirada en mí". Concurso "Notas de amor"



Autora: Yadira Suhey Díaz 
Canción: Tu mirada en mí de Ha- Ash
Pareja: Edward - Bella
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TU MIRADA EN MÍ

PRÓLOGO

Mi vida era un enorme desastre, que entre más quería organizar, más cabos sueltos tenía, esta experiencia de vivir sola, estudiar y trabajar no parecía el cuento de hadas que me había imaginado, sin embargo había algo de triunfo en todo este caos, el saber que podía vivir sin ti y tal vez sólo por esta ocasión no depender de nadie más para sobrevivir.

Había pasado de vivir con mis padres a depender totalmente de ti, hasta para respirar, decidir que vestir y que fragancia sería la indicada para acompañarte a salir, no era más que tu reflejo que se movía en sincronía perfecta contigo; que ahora vivir sin ti era una libertad a la que no estaba acostumbrada y me aterraba por la noches.

Cada mañana al despertar desde la separación, me reusaba a peinar mi cabello, tomaba el desayuno donde me diera la gana, en pijama si me apetecía, era dueña de mi mundo, un mundo donde ya no estabas tú, un mundo donde no sabía o no estaba segura de volver amar otra vez.

Sólo quería volver vivir, y cuando abrí los ojos... descubrí tu mirada en mí.


SONG SHOT

Al terminar la universidad pensaba que tenía un futuro prometedor, las leyes eran lo mío, me habían reclutado en uno de los mejores despachos y la oportunidad parecía caída del cielo, podría independizarme y ayudar un poco a mis padres, más de lo que hubiera deseado alguna vez; además de todo tenía al hombre perfecto a mi lado Mike Newton, su padre era empresario y nos habíamos conocido en los años de universidad cuando el estudiaba administración, todos decían que éramos la pareja perfecta y que nuestro futuro sería increíble, y vaya que lo fue.

Vamos Isabella, dame el gusto sólo serán unas horas- insistía Mike desde el sofá. Ni siquiera lo pienses, no quiero ir estoy cansada, el día estuvo muy pesado y tengo asuntos que revisar, sabes que las promociones son para mañana.

Empiezo a pensar que no soy tan importante en tu vida- dijo Mike de manera lastimera- ahora que eres una flamante abogada, tendrá cosas más importantes que hacer su señoría- se tiró en el sofá mientras sus palabras salían de forma burlona entre carcajadas.

Pues si Mike, tengo asuntos que atender, tengo que ganarme mi lugar en el despacho, debes entenderlo, además no me apetece ir con tu familia, siempre son los mismos comentarios, para cuando la boda, y la verdad no estoy para contestar preguntas esta noche.

Bueno Isabella, tú me obligaste a decírtelo, era sorpresa pero.... hoy nuestras familias celebran nuestro compromiso-dijo con aire triunfante. Que dices ¡!!! Grité, a quien le preguntaron, estoy cansada de que decidan por mí, harta de que piensen lo que es mejor, mejor para quien, no Mike no iré.

Vamos Isabella, sabes cuanto te amo y cuanto deseo compartir contigo mi vida, dime si alguna vez no he hecho lo mejor por ti- su comentario me dejo sin palabras, él siempre había sido lindo conmigo, y me había mostrado su amor de manera incondicional, y ese momento fue el inicio del fin de mi vida.

Asistimos a la cena, y fijamos la fecha de la boda, en otoño sería, había soñado con una boda donde pudiera ir con un vestido ligero, y que no hiciera tanto calor; así que era mi sueño hecho realidad, todo fue como lo soñé, flores, amigos, el baile, nuestro primer baile; me cuesta trabajo imaginar que a dos años de distancia ya no seas más que el peor de mis recuerdos.

Como podía una persona cambiar tanto, en tan sólo unos días, después de la luna de miel todo cambio para mí, pase de vivir con mis padres en mi pequeña habitación, a vivir con él en aquella casa que no era mía, que su madre había decorado para los dos, una casa que no podía llamar hogar.

Al cabo de unos meses, Mike me exigía más tiempo, decía que el trabajo me estaba cambiando, que nos veíamos más antes, que no le gustaba comer solo y no se cuantas tonterías más; en nuestro primer aniversario parecía que el cuento se acababa, cuando con su palabrería me envolvió para intentarlo otra vez, pero en esta ocasión, no sólo cedí a quedarme con él, sino también a dejar todo por lo cual había luchado, en aras de recuperar nuestra vida juntos; así que termine en casa, esperando cada día la llegada de mi esposo, y no es que eso fuera malo, pero extrañaba el despacho, litigar era mi vida, y ahora mis decisiones eran si servir o no una cena de cuatro tiempos.

Todo se fue desvaneciendo y yo quede olvidada entre las compras y las cenas de navidad, después de nuestro segundo aniversario, miraba mi vida pasar como una simple espectadora, donde la dirección de la obra corría a cargo de Mike Newton; justo antes de año nuevo le pedí a Mike, que no hiciéramos cena, que nos fuéramos de viaje algún lugar solos, para compartir nuestros proyectos, yo quería volver a trabajar y necesitábamos hablar, tener un tiempo para nosotros, y las cenas no eran la mejor opción para solucionar nuestros problemas.

Mike se negó rotundamente, ya invité a mi jefe y a su esposa, además de algunos amigos de la compañía- me dijo entre gritos, tú no entiendes debemos de afianzar nuestra sociedad con los nuevos accionistas, si tan sólo pensaras un poco.

Últimamente era imposible hablar con él, así que no insistí no estaba de humor para discutir y terminar cediendo, buscaría la mejor ocasión para plantear de nuevo mis planes.

Pero tal ocasión no llegó, una noche antes fin de año le insistí en el viaje y la respuesta fue la misma, sólo que esta vez me apretó con fuerza los brazos y me aventó sobre la cama, me miraba con tanta ira, era alguien a quien desconocía y no podía amar más; la noche de año nuevo organice la cena, la decoración y me puse linda como la muñeca que él necesitaba, cuando todos se fueron, yo estaba tan cansada, que no recogí nada, tome lo que quedaba de mi cuerpo y lo lleve a la cama.

Al cabo de unos minutos llego Mike, besándome, tocándome, muy cortante le dije que me dejara que estaba muy cansada y molesta con él, pero mis súplicas no fueron suficientes, me jaló y me apretó contra su cuerpo, sentí como sus manos hacían pedazos mis bragas; me forzó de tal manera que no podía quitármelo de encima, las lágrimas corrían por mis mejillas y el dolor se apoderaba de mi cuerpo, mientras que el sudor de su frente caía sobre mi piel.

Se quedó dormido al cabo de unos minutos, me levanté como pude y me fui a la ducha, quería quitarme la sensación de sus manos, su olor, quería quitármelo de la piel; cuando termine me prepare un café, era de madrugada todo estaba tan apacible, y todo fue tan claro para mí, ese ya no era mi mundo, ni él el hombre de mis sueños, yo no tenía lugar en esa casa.

Tome un poco de ropa, algunos efectos personales y mi pasaporte, llamé un taxi y le dejé una nota:

Mike de verdad luche por lograr ofrecerte y ser lo que tú querías, pero sabes tienes razón no soy lo suficiente para ti, así que me marcho y te dejo en libertad de hacer y buscar la perfección que necesitas; yo he descubierto que solo soy suficiente para mí misma, y ahora  voy en busca de la felicidad, mi felicidad no la de nadie más.
                              Bella.

Ahora podía ser yo, Bella no Isabella era gracioso escucharme y repetir mi nombre Bella, soy simplemente Bella, camino al aeropuerto pensaba en el destino, y como no lograba organizar mis ideas decidí que iría al país de la primera persona que encontrará en el aeropuerto; así que me baje del taxi a la expectativa de las personas que se acercaban a mí, de pronto escuche a un par de jóvenes hablando portugués, así que ahí se decidió mi destino viajaría a Brasil, a Río de Janeiro, ahí empezaría mi aventura, mi libertad.

Después de varias horas de viaje, todas mis ideas de agolparon en mi cabeza, había dejado a Mike, había dejado atrás a mis padres, la vida que me había secado por dentro; ahora tenía la oportunidad de vivir, pero tenía que avisarle a mis padres llegando a mi destino, sólo para que no estuvieran preocupados más de la cuenta, de Mike no quería volver a saber nunca más, no después de lo que me había hecho.

Tenía algo de dinero que me permitiría estar algún tiempo sin preocupaciones; todavía no sabía si mi estancia en Río sería definitiva, pero era un buen comienzo, para una chica como yo, sin planes por ahora.
Cuando arribó el avión y pude ver lo hermosa que era la ciudad, quería que el aire llenara mis pulmones de esperanza, de vida; busque un hotel que no fuera costoso total no pensaba quedarme mucho tiempo, buscaría un departamento en cuanto fuera posible si deseaba quedarme ahí.

Al llegar al hotel telefoneé a mis padres, que no paraban de decirme que volviera, que estaba equivocando todo, ¿cómo decirles lo que me había hecho Mike, si yo misma no podía ni siquiera pensar en el asunto?, por el momento no estaba preparada, no en este momento; así que solo me limite a decirles que estaba bien.
Tome un baño y fui a comer, el idioma no sería un obstáculo mi inglés era bueno, así que pude comer y pedir algunas cosas, recorrer plazas, hacer algunas compras, y pensarme en libertad, era tan mágico pensar en mí, solo en mí, hacia mucho tiempo que no vivía para mí, y ahora era mi momento.

Al cabo del primer mes ya había recorrido toda la ciudad, hablaba algo en portugués y había encontrado un departamento, pequeño pero mío, cada cosa que había en ese espacio la había elegido yo, a mi gusto y por eso lo sentía como mi hogar.

Mis padres me enviaron mis documentos, título y cédula, parecía que Río me tendía sus brazos y yo me dejaba abrazar, era mi posibilidad y la estaba aceptando; busque empleo y encontré una oportunidad en un despacho, aunque por lo pronto sólo sería la recepcionista era un buen comienzo, en el día todo era hermoso, pero por la noche el recuerdo el ataque de Mike, no me dejaba dormir, despertaba entre llanto y gritos, ¿nunca podría olvidarlo? Era una pregunta que me hacía frecuentemente.

Al cabo de algunas semanas en el despacho, me sentía más cómoda y mi portugués iba de maravilla, había hecho algunos amigos y me había inscrito en una escuela para aprender el idioma, aún así mi vida no estaba organizada del todo, pero funcionaba.

Una mañana con el tráfico en mi contra, llegue retrasada al despacho, rápidamente me ubique en mi lugar, cuando una de mis compañeras me dijo que el jefe me estaba buscando, que necesitaba que le sirviera de traductora con un nuevo socio del bufete, así que me arregle el cabello y toque para entrar.

Bella que bueno que llega usted- dijo mi jefe entusiasmado, creo que estaba mas alegre que de costumbre, porque no noto mi retraso.

Señor Buenaventura buenos días, en que puedo servirle, agregue tratando de que no notara que me faltaba el aire.

Venga necesito una buena traductora, le presento al señor Edward Cullen socio de nuestro despacho de ahora en adelante, el hombre se dio la vuelta y me extendió la mano, era alto, de cuerpo atlético y tenía una mirada, que Dios no pude articular palabra hasta que mi jefe me dijo, vamos niña di algo.

Lo salude y el sonrió, nos sentamos en la sala de reuniones y traducía para el señor Cullen, cada palabra y a su vez a mi jefe, así estuvimos por dos largas horas donde trate de no mirarlo, sentía que me ruborizaba cada que nuestra miradas se encontraban por alguna razón.

Cuando terminamos la reunión, mi jefe y él salieron a comer y festejar la nueva sociedad, los mire pasar y él volteo para dirigirme una última mirada y las más hermosas de las sonrisas.

Mi corazón latía de una manera desconocida para mí, y mis labios sonreían sin ninguna razón, vaya con este cuerpo que apenas empezaba a conocer, que otras cosas podía hacer que yo no conocía, no quería ni imaginármelo.

Ese día llegue a casa, y salí al balcón a tomarme una cerveza y contemplar la playa, vaya que era hermosa, por alguna razón me sentía feliz, algo no muy común en mi vida, que era un caos desde mi llegada.

A veces se tiene la libertad y no se sabe que hacer con ella, estaba tan acostumbrada al orden que Mike me ponía, que al principio revelarme era una manera de irme liberando de  a poco de la prisión en la que había vivido los últimos dos años.

Pero ese día en particular, todo parecía perfecto aún el crepúsculo era el más hermoso que hubiera visto jamás, y esas cervezas vaya me volvían a la vida, no podía esperar a que amaneciera, me sentía feliz, optimista y con ánimos de seguir con mis planes y poder por fin liberarme de mi vida anterior.

Al día siguiente llegué temprano y preparé el café, cuando el jefe llego me llamó a su oficina y me pidió que le ayudará con el señor Cullen, mientras que este se adaptaba al idioma, yo estaba confundida por tener que mirarlo otra vez, pero al mismo tiempo mi cuerpo y mi corazón ansiaban su presencia.

Me fui a mi lugar, al poco rato llego enfundado en un hermoso traje azul, que hacía que sus ojos color almendra se vieran más lindos, de lo que Dios debía permitir. Me llamaron a la sala de juntas y comencé mi trabajo de traductora entre uno y otro, limitándome a comunicar a estos dos hombres; cuando terminaron de hablar el señor Cullen, me llamó a su oficina para preguntarme otras cosas sobre el bufete, yo le indique las actividades y casos que se llevaban, los clientes fuertes y algunas cosas del personal, cuando estaba por salir me dijo que él necesitaba de un asistente y que hablaría con mi jefe, ya que era la única que hablaba inglés.

Al salir no lo podía creer, tenía cerca la posibilidad de una ascenso y estar cerca del hombre más guapo de todo el bufete, mi suerte empezaba a cambiar y parecía que todo a mi favor, en la puerta solo volteé para decirle gracias, él me sonrió y yo me ruborice toda, él debió darse cuenta porque sonrío más; eso sería un problema, mi cuerpo me traicionaba cuando menos lo necesitaba.

Por la tarde el señor Cullen necesitó de nueva cuenta mis servicios, así que estuve con él toda la tarde, cuando era casi la hora de salir, le informe que debía retirarme, y el me dijo sólo quiero darte la noticia que desde mañana serás mi asistente personal y su lugar será cerca de mi oficina, así que nos vemos mañana señorita Swan.
No sabía que decir, así que solo asentí con la cabeza y salí de la oficina tan pronto pude mover los pies, vaya con este hombre, me inquieta y ahora me ayuda con un ascenso, sentía temor de que la ayuda tuviera un trasfondo, no dejaría que me pasara lo de Mike otra vez, ya no más, así que andaría con cautela.

Las siguientes semanas transcurrieron sin sorpresa alguna, yo trataba de no estar a solas con él mucho tiempo, y limitar mi trato al ámbito profesional, mi vida si bien no era perfecta, estaba tratando de que fuera normal, tan normal como fuera posible; de la casa al trabajo, y del trabajo a la escuela, de la escuela a la casa; no era tan excitante, pero era mi vida.

Cerca de cumplir un año en Río, el señor Cullen me dijo que viajaríamos a México para hablar con unos clientes, la sola idea de volver me paralizo, yo le dije que no podía y le di mil excusas, él me dijo pensé que le agradaría volver a su país, tal vez ver a su familia, no pensé que le incomodaría tanto; cuando escuche sus palabras caí en la cuenta de que estaba exagerando y que de verdad era una oportunidad de ver a mis padres, no era necesario ver a Mike, sólo era un viaje de negocios y regresaría pronto a mi nuevo hogar.

Acepté y organizamos el viaje, estaríamos en Nuevo Vallarta, así que podría ver a mis padres algunas horas, si mi jefe me lo permitía; el día llegó y regresé a México después de un año, tiempo en el que había tratado de liberarme de todos los recuerdos y del fantasma de aquella noche con Mike.

Arribamos a Guadalajara, y de ahí a Nuevo Vallarta, el lugar era hermoso y el señor Cullen siempre muy atento, no dejaba de ayudarme a entrar y salir de los autos, me sentía tan preocupada por la situación; el estar en México tan cerca de mi hogar, tan cerca de Mike me ponía ansiosa, temerosa, pero al fin estaba en casa.

Al día siguiente el señor Cullen asistió a varias reuniones con compañías transnacionales con base en Río, así que discutían sobre convenios y tratados la información iba y venía, por la tarde me dijo que podía tomarme la tarde libre; le avise que iría a ver a mi familia y que estaría de vuelta por si necesitaba algo.

La llegada a casa fue difícil, pero me sentí tan feliz de poder abrazar a mis padres  y decirles cuanto los había extrañado; hablamos toda la tarde de mi departamento en Río, de mi trabajo y mi nueva vida, mis padres no preguntaron por el asunto de Mike, supongo que intuían que algo muy doloroso me había impulsado y no querían presionarme, agradecí mucho su prudencia.

Mi padre me dijo que en su despacho había un lugar para mí, que el pronto se jubilaría y que podía interceder con sus socios, le agradecí el gesto pero mi decisión estaba tomada, y yo estaba bien en Río, tal vez ellos podrían visitarme y conocer ese hermoso lugar, a mi madre le emociono la idea de viajar.

La visita que me había angustiado tanto había pasado sin problema alguno, les dije a mis padres que tenía que volver por si mi jefe necesitaba algo, pero vendría a despedirme antes de regresar a Brasil.

Ya en el hotel me sentía aliviada, había visto a mis padres y estaba feliz además Vallarta seguía siendo mi playa favorita desde pequeña, le llame al señor Cullen para avisar de mi llegada sólo me dijo que descansara, que el día siguiente teníamos otras reuniones pendientes.

Cuando colgué, no pude evitar la tentación de salir a caminar a la playa, tome un chal ligero y me encamine a la playa, me senté en la orilla a contemplar el crepúsculo, eran tan intensos los colores que se fundían unos con otros, me levanté y seguí caminando sintiendo la brisa en mi piel, la arena en mis pies era una sensación tan familiar, sin querer termine pensado en las playas de Río, mi hogar ahora.

Al regresar al hotel, me encontré en el vestíbulo al señor Cullen que se dirigía a cenar; señorita Swan me acompaña a cenar-me dijo cortésmente, yo acepte la invitación pero le dije que me refrescaría un poco y bajaría en seguida.

Subí a la habitación y me limpie los pies deprisa, refresque mi cuerpo con una toalla y busque un vestido, algo ligero, cepille mi cabello y lo acomode en una coleta, el chal seguía estando bien, un poco de labial y lista; me mire al espejo y pensé: vaya me estoy poniendo mucho empeño y es una simple cena, además es sólo mi jefe, aún así me revise varias veces en el espejo antes de bajar, durante la cena todo era calma, hablamos sobre los negocios y yo le hice algunas precisiones, me dijo que le alegraba tener a una colega como yo, me sonrojé con su comentario y él sólo sonrío.

Me preguntó sobre la visita con mis padres, le dije que todo bien, que estaban felices por mí y por mi nuevo ascenso, los dos reímos; empezaba a sentirme cada vez más cómoda con Edward, parecía que todo era tan normal entre nosotros, tan natural como respirar, cuando terminamos me acompaño a mi habitación y me beso la mano al despedirse; hasta mañana Bella, me permite que la llame así- me dijo con un tono tan cálido, yo sonreí y le dije sí señor Cullen.

Bueno si usted es Bella para mí, yo seré sólo Edward para usted, de acuerdo- me dijo con su enorme sonrisa, esta bien Edward hasta mañana, sonreímos como dos adolescentes y cada quien entró en su habitación.

Esa noche soñé con Edward y Río  era una mezcla casi mágica para la felicidad, cuando desperté tenía un sentimiento de felicidad, pero al mismo tiempo tenía un miedo a enfrentar mis sentimientos.

Acompañe al Edward a las entrevistas y reuniones, terminamos pasado el medio día, me dijo que habíamos terminado antes de lo que había pensado y que regresaríamos a Río antes de tiempo, le pedí la tarde para despedirme de mis padres y me dijo que si no había inconveniente podía acompañarme, yo le dije que no había problema.

Llegamos a casa de mis padres, ellos estaban felices de recibirnos, papá platicaba amenamente con Edward sobre situaciones de contratos, entre abogados el trabajo nunca termina; cenamos con ellos y disfrutamos una linda tarde, mi padre le agradeció que me permitiera ir a verlos, sabiendo que era un viaje de negocios, Edward sólo les decía que era lo menos que merecía, por la ayuda que siempre le había prestado.

Nos despedimos de mis padres entre las lágrimas de mi madre y sus bendiciones y las sugerencias de mi padre sobre regresar a México, camino al hotel Edward me pregunto por que no quería regresar a México, si extrañaba tanto a mis padres; un nudo se me hizo en la garganta, preferiría no hablar de eso.

Tan doloroso es lo que viviste aquí- me dijo un poco intrigado.

 Al llegar al hotel me pidió que si podíamos ir a caminar, la noche era cálida y había una luna preciosa, accedí y nos descalzamos la arena se sentía húmeda, caminamos por largo rato, cuando él me volvió a preguntar sobre mi pasado, ante él no podía decir mentiras, ese hombre me inspiraba tal confianza que podría dejar mi vida en sus manos sin temor alguno.

Empecé por contarle de mi vida perfecta al lado de Mike, la desilusión de nuestro matrimonio, lo demás no pude decirlo porque las lágrimas corrían por mis mejillas, él se acerco a mi lado y me tomo de la mano, limpio mis lágrimas y me dijo: Lo siento no quería mover algo tan doloroso, lo siento mucho.

Sentir sus manos en mi rostro, me hizo estremecer, él rápidamente se quito el saco y lo puso sobre mis hombros al mismo tiempo que me abrazaba, no dejaba de repetir que lo sentía mucho, su voz sonaba cada vez más preocupada.

No te preocupes Edward, sólo que no había hablado con nadie sobre esto y es difícil hacerlo, aún tenía sus brazos a mí alrededor y eso me daba seguridad, para seguir hablando de la noche de año nuevo.

Cuando termine Edward estaba furioso, sus ojos estaban llenos de ira, empezó a maldecir a Mike; te juro que si lo tuviera enfrente le rompía el alma-dijo lleno de ira, como nunca lo había visto.

Edward él ya es parte del pasado; -No! No es parte del pasado, mírate estas llorando, no puedo soportar que sufras por su causa- dijo él lleno de ira.

 Edward, tomé su rostro entre mis manos y le dije, él ya no está en mi vida, desde hoy ya no esta en mi vida, hoy pude enfrentar al fantasma de su recuerdo y ya no le tengo miedo, nunca más.

Cuando su mirada se detuvo en mis ojos, se tranquilizó y retomamos nuestro camino de regreso al hotel, le dije que le agradecía mucho su comprensión y que estuviera conmigo, era importante regresar a México y cerrar parte del pasado, que aún tenía pendiente.

Me acompaño a la habitación y me beso en la mano; Hasta mañana Bella, y otra vez discúlpame.

Edward quiero dejar todo eso atrás, y tú me ayudaste mucho y eso no lo olvidaré nunca, gracias.

Cuando cerré la puerta sentí que me había liberado de un gran peso, aliviada del recuerdo de Mike, por fin tenía el control de mi propia vida, gracias a Edward Cullen, salí al balcón buscando llenarme del aire de mi Vallarta, de mi tierra; quería llevarme esa imagen de la playa a mi nuevo hogar, a Río.

A la mañana siguiente desayunamos, y arreglamos todo para nuestro regreso a Río, estaba feliz; no podía esperar regresar a mi departamento y ver mi playa, porque era “mí playa” y de nadie más.
El regreso fue sin problemas, y las siguientes semanas muy productivas todo iba de maravilla, Edward y yo hacíamos buena pareja en el trabajo, el señor Buenaventura estaba muy contento, los contratos y convenios caían como la lluvia.

El trato con Edward era genial, me había transformado desde nuestra visita a Vallarta, había logrado romper las barreras que tenía en mi corazón, no sé de qué manera se había metido en mis pensamientos y en mi corazón, se había convertido en parte de mi vida, y aunque no lo quisiera también lo llevaba metido en la piel.

A finales de octubre, Edward y yo teníamos que regresar a Vallarta por asuntos de trabajo, mis padres se pusieron felices al saber que volvería a visitarlos, organice con mayor entusiasmo el viaje que la vez anterior, ahora me encontraba en mejores condiciones, libre de todo lo que me ataba a mi pasado, le pedí a mi padre que hiciera los trámites para entablar el divorcio, en mi próxima visita quería dejar firmada mi carta de libertad definitiva.

Nuestra llegada a México fue sin problemas, llegamos al hotel de la primera visita, Edward me dijo: escuche que te gustaba Nuevo Vallarta así que sugerí que fuera en este lugar nuestra reunión con los canadienses; ¡gracias! le contesté, era un detalle lindo de su parte, como siempre atento al mínimo detalle conmigo.

Ese mismo día visitamos a mis padres, insistieron en que nos quedáramos en la casa, pero Edward les dijo que por tiempo era mejor estar en el mismo lugar de las reuniones, así que no insistieron más, él y yo regresamos al hotel, así pasaron tres días entre reuniones, acuerdos y cenas divertidas, por fin el viernes después de cerrar un contrato muy importante para el bufete Edward me invito a bailar, yo dude un momento pero acepte al final, era después de todo una grandiosa idea, el sólo pensar que tendría su cuerpo tan cerca me hacía estremecer, se despertaban en mí pensamientos que erizaban mi piel.

Esa noche, me puse un vestido de gasa azul, arregle mi cabello con sumo cuidado, cuide hasta el mínimo detalle, quería que fuera perfecto. Edward pasó por mi a las 8, muy puntual con su traje gris plata hermoso como siempre, limpio y con su perfume, que Dios no podía ser más perfecto.

Llegamos al salón del baile, todo era perfecto la música, las flores en las mesas y la playa tan cerca que se podía sentir la brisa; nos sentamos en una mesa cercana a la ventana desde donde se veía el mar perdiéndose en la arena.

Cuando Edward me invitó a bailar, mi cuerpo temblaba, era una sensación tan ajena a mí, que no podía controlarla, cuando sus manos estuvieron sobre mi cuerpo, sentía su corazón latir con fuerza, la tibieza de sus manos, su aliento, que era imposible encontrar el ritmo de la melodía, estaba tan ocupada en disfrutar de su presencia, que el baile no se me estaba dando de lo mejor.

Él lo notó y me abrazo un poco más, y me dijo: Bella, si quieres podemos sentarnos, de inmediato le dije que no, sólo que hacía mucho que no bailaba, él sonrío y me dijo: entonces señorita Swan, permítame y me tomo de la mano y me indico el ritmo, yo sonreí sonrojada, pero disfrutando del hombre que había cambiado mi vida.

Así transcurrió la noche, nuestra noche bailamos y estuvimos cerca, brindamos por nuestros logros como dos cómplices, salimos antes de que se terminará el baile, queríamos caminar por la playa, sin saber como nuestras manos no se soltaron desde la salida del baile, me ayudo a bajar a la playa y ya no me soltó; ni yo quería que lo hiciera.

Platicamos de la noche, de la brisa y de lo hermoso que era todo en ese momento, el sólo me miraba mientras yo hablaba, me escuchaba con tanta atención que me ponía nerviosa, señor Cullen no piensa decir nada, le dije un tanto coqueta.

Él lanzó un suspiro tan profundo, y me dijo: no encuentro las palabras que quisiera decirte esta noche, no quisiera equivocarme, todo es tan perfecto-dijo él con un tono muy pensativo.

Reí y le dije, vamos Edward que puede ser tan grave, cuando busque mojar mis pies en el mar, él me detuvo y me envolvió entre sus brazos y quedamos tan cerca que nuestra respiración iba y venía de su boca a la mía, me acaricio suavemente y acerco sus labios, fue como tener azúcar en la boca, tan dulce y suave que todo quedo detenido, no había nada aparte de nosotros.

Te amo Bella, eres lo único que he necesitado desde que llegue a Río, eres lo que mas he deseado, y ahora tenerte aquí es como tener el cielo entre mis manos, te había esperado tanto tiempo, que ahora siento que mi corazón comienza a vivir, ahora que estoy junto a ti.

Escuchar esas palabras, dejaron en libertad a mi cuerpo para salir de este silencio en el que había vivido, ahora estaba en libertad de amarlo y dejar salir todo lo que sentía; de que mis labios hablaran por mí, me acerque a sus labios lentamente, ese beso tan suave, profundo, tan anhelado; cuantas veces había soñado tenerlo así.

 Mis manos acariciando su cabello, lo había imaginado tantas ocasiones que ahora que era una realidad, mi cuerpo se fundía en el suyo, simplemente estaba en el cielo.

Terminamos nuestro baile en la playa, con las notas que se escuchaban a lo lejos, de regreso al hotel, su brazo rodeaba mi espalda y mi brazo su cintura; era una sensación de complicidad, de amor y de un deseo incontenible de estar a su lado.

No estaba segura del siguiente paso, todo había sido tan perfecto, que no quería echarlo a perder; no sabía como reaccionaría a estar en la intimidad después de todo lo que había vivido.

Edward pareció entender eso, se limitó a llevarme a mi habitación, me dio un beso largo y suave y me dijo: hasta mañana, espero que amanezca pronto, no quiero estar lejos de ti mucho tiempo.

Yo reí y le dije no tienes que hacerlo, digo si hablamos sólo de dormir podrías pasar aquí la noche; él me miro con sus ojos pícaros y la más bella de las sonrisas me tomó de la cara, me beso tiernamente, será no quiero presionarte-dijo con su voz tan tierna y dulce.

Fue un alivio para mí, aunque también deseaba estar en sus brazos, esto de amar así de manera total, era nueva para mí, así que debía ir paso a paso, aunque en estos momentos quería correr.

El regreso a Río fue de lo mejor, regresábamos como una pareja, fortalecidos por lo que sentíamos, así que pronto en mi baño había más de un cepillo de dientes, Edward se quedaba de vez en cuando a dormir, y yo adoraba amanecer entre sus brazos; así que era un trato justo, él me prestaba su pecho y brazos como almohada para dormir y yo le permitía usar mi baño por las mañanas.

Los meses siguientes las visitas eran casi a diario, terminamos por vivir juntos más pronto de lo que creíamos, aunque en las noches solo eran caricias, no habíamos logrado saber que pasaría más allá.

La noche de mi cumpleaños fuimos a cenar y bailar, y terminamos caminando en la playa, nuestro sitio favorito, nuestro mundo; era perfecto sentir la arena, sus brazos, sus besos y escuchar el latido de su corazón.

Esa noche mi cuerpo deseaba al suyo, deseaba sentir su contacto, no había otra manera de amarlo más, era posible sentir más, mi cuerpo estaba dispuesto a encontrar las respuestas.
Llegamos a mi casa, las caricias iban y venían, su aliento, su boca, sus manos deslizando mi ropa, él era mi universo, y hoy lo descubriría; nuestros labios no podían alejarse, tan sólo para respirar un poco, no hacia falta tanto aire, cuando se tiene el corazón en la boca.

La ropa cayó de apoco en el piso, nuestros cuerpos deseaban este momento, nos entregamos sin reservas, a plenitud, disfrutando de cada centímetro de nuestros cuerpos, era como tocar el cielo y creer que todavía había aún más.

Pasamos la noche entera entre caricias y besos, creo que hasta que nuestros cuerpos terminaron por rendirse ante el cansancio, en la madrugada sentí una opresión en el pecho, cuando desperté Edward estaba sobre él, me tenía abrazada por la cintura, parecía un bebé aferrándose a su madre.

Lo abrace y acaricie su cabello, ahora era todo mío, sólo para mí y ya no había más fantasmas en mi vida; él había cambiado todo, había logrado darle voz a mis silencios y me había dado con su presencia la libertad que tanto añoraba.

Pronto me quede dormida, con el amor de mi vida entre mis brazos, por la mañana cuando logre abrir los ojos, él estaba ahí mirándome, me acaricio suavemente el cabello, se acercó y me beso casi rosando mis labios.

Eres tan dulce, sabes que podría acostumbrarme a esto, él sonrío y me dijo: -pues espero que si, porque no habrá poder humano que haga que me separe un momento de ti, nos besamos y me abrazo muy fuerte.

Sabes Bella, descubrí tantas cosas de ti, que pensé ya te conocía del todo; pero ayer pude comprobar que eres un mundo desconocido, que me muero por descubrir, eres como mi selva del Amazonas, los dos reímos.

Se levantó de la cama, y regresó con dos tazas de café, espero que le guste, es la especialidad de la casa- dijo con su enorme sonrisa.

Gracias, sabes que te has vuelto tan necesario para mí en las mañanas como un buen café, él rió a carcajadas, es un buen comienzo agregó. Se recostó a mi lado y acariciaba mi cabello, entonces usted sólo necesita a su café y a mí para vivir, señorita Swan.

Sonreí ante tal afirmación, digamos señor Cullen que la vida me ha dado tanto y de todo, y que me he dado cuenta que necesito de tanto y tan poco para vivir, así como una taza de café; en mi vida sólo necesito de usted para seguir viviendo.

Sólo necesito tenerlo a mi lado, cerca de mi corazón... sólo necesito mirar sus ojos y no necesito nada más.
Cuando nos levantamos de la cama, me invito para darnos un baño, le dije que lo alcanzaba en un momento; tomé mi taza de café y fui a la ventana a contemplar mi playa; Río me había dado tanto que miraba agradecida el horizonte, y pensaba que todo era tan cierto, el amor, la felicidad, la pasión, sentimientos que había enterrado y que ahora disfrutaba con todos mis sentidos, pero de lo que estaba más segura, era que sólo necesitaba la mirada de Edward Cullen, para saber que seguía viva y que merecía ser feliz.
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Gracias Yadira!! y buena suerte!
                                                

14 comentarios:

Rios de Tinta dijo... [Responder]

Hola. Magnifica historia, me ha gustado mucho de verdad.
un beso y suerte

Mistiks dijo... [Responder]

hermoso muy lindo mcuhas suerte con tu os su seguro y el gustara a mucha gente :D

Camilaloto dijo... [Responder]

Su!! Me encanto, escribes hermoso y con mucho cuidado y corazón. Maestra nos enseñas a mar!! awwwwwwwww Besos reina!

johanna dijo... [Responder]

MI REINA QUE HERMOSA HISTORIA, TRANSMITISTE TANTOS SENTIMIENTOS....NO SE NECESITA UN LEMON PARA QUE UNA HISTORIA TENGA EXITO....TE QUIERO...

And dijo... [Responder]

me enamoro es toda una dulzura esta historia....muchos suspiros te deseo suerte eres mi favorita hasta ahora.

K dijo... [Responder]

Gracias Su!! que lindo que fue, me imaginaba a los dos caminando por las playas de Rio... auuu, felicidades y mucha suerte!

Anónimo dijo... [Responder]

cryss cullen
Qwe historia mas linda nunca te puedes rendir pues el amor lo puedes tener detras de cualqwier esqwina, SU este corto seguro qwe gana suerte Reyna

Anónimo dijo... [Responder]

cryss cullen
Qwe historia mas linda nunca te puedes rendir pues el amor lo puedes tener detras de cualqwier esqwina, SU este corto seguro qwe gana suerte Reyna

Ada Parthenopaeus dijo... [Responder]

Oh Panquesito con sirope de fresa como ame este escrito, bravo mi Su bella me encantoo mi amor lo ame... maldito Mike, pero Bella siguio adelante no se dejo bravoooo ... un abrazoo mi panquesito con sirope de cereza

Bell.mary dijo... [Responder]

Me gusto mucho tu historia, esta muy bonita, me encanto imaginarmelos agarrados de la mano en la playa de Rio, fue genial y es cierto no se necesita de un lemmon para ser una linda historia.
Suerte, por lo que veo eres de Mexico asi que doblemente suerte paisana.
Besos

Lumy Cullen dijo... [Responder]

Chica simplemente hermoso!!! Me encantó muchísimo. El amor es lo mejor que puede haber, me fasino el capí. El amor es el aliciente para seguir hacia delante!!!! Te deseo muchó éxito, Saludos!!!

Diana Caro dijo... [Responder]

Que bien Su, me encantó como manejaste la historia, el tiempo que le tomó a Bella sanar y estar lista, y el amor que surgió lento y seguro... Se ve y siente real, cómo si pudiera suceder cualquier día en cualquier parte.
Muy buena historia, dulce, suave, bonita.
Que bien, te auguro muchos éxitos!
Un fuerte abrazo!

SUHEY dijo... [Responder]

Jajajaja toy roja como tomate, mil gracias a todas por leer, estar aqui y ver sus comentarios ya es un triunfo para mi, las quiero niñas.

Gracias Lu por esta oportunidad, y de verdad es muy creativo motivar a otras personas, eres grande Lu.

Las quiero !!!!

Leticia dijo... [Responder]

Muy buena!