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Gracias por tu visita, los fics que se publican aquí son salidos de mi imaginación, con los personajes prestados de la gran Meyer… te agradecería que me avisaras si ves algún fic mío publicado por la web, eso se llama plagio y hay que combatirlo. Gracias!

Te toma muchos minutos leer un capitulo? Entonces puedes tomarte un minuto para comentar, no pido nada más. Escribe que algo dejas y lee que algo llevas.


Song shoot 26: "La mia poccola farfalla" Concurso "Notas de amor"


Autor: Leymi
Pareja: Edward / Bella
Raiting: M
Canción: De que me sirve la vida (Camila)


LA MIA POCCOLA FARFALLA

Estaba perdido en mis pensamientos, no la podía sacar de mi cabeza aunque quisiera ella ocupaba cada rincón de ella, en estos días la veía más frágil, pálida y podría hasta jurar que sus ganas de salir de la cama se reducían a cero. Esto era algo raro en ella, cada fibra de su ser antes de darnos cuenta de su embarazo gritaba hiperactividad y esta mañana cuando me marche para la oficina ni se despertó como de costumbre para darme el beso de despedida, esta incertidumbre me estaba matando los análisis de los exámenes que le ordeno su ginecóloga no estarían listos hasta mañana temprano hasta ese momento tendríamos que esperar para saber que le pasaba y por qué se le dificultaba tanto estar en constante actividad.

— Edward, ¿podrías prestar atención a lo que se está diciendo? — me dijo en un susurro Carlisle. Él era el fundador de COMPANY DREAM CAR y por lo consiguiente mi jefe y padre.

Carlisle fue el que me enseño lo que se y era el causante de que yo fuera el gerente de COMPANY DREAM CAR. Pero yo si sabía el significado de la palabra comenzar desde abajo, desde que estaba en la universidad comencé en el negocio de mi padre como mensajero, necesitaba tener algo de efectivo para poder resolver mis inconvenientes personales sin tener que recurrir a pedir prestado o regalado a mis padres, me gustaba tener mi independencia, sobre todo la que se relacionaba con dinero. Desde ese punto fui escalando hasta convertirme en lo que soy hoy en día el gerente.

Estando en la universidad conocía a “La Mia Piccola Farfalla”, como le decía desde el primer momento en que la vi, era un hermoso ángel todo a su alrededor desprendía paz y tranquilidad sus pasos eran seguros, pero su mirada siempre estaba perdida… se veía tan soñadora como si estuviera envuelta en una gran burbuja donde no había espacio para nadie, solo para sus sueños. No me di cuenta cuando cambio de dirección viniendo directamente hacia mí y tropezamos sus mejillas se sonrojaron violentamente cuando todos mis libros quedaron esparcidos a sus pies, torpemente los recogí pero no podía despegar mis ojos de ella era hermosa.

— Señor Cullen — la secretaria de presidencia reclamo mi atención volviéndome al presente.
— Perdón Anita, ¿me decías? — me disculpe con la mirada

— Señor, después del señor Ben le toca su exposición — en ese momento una ráfaga de viento llego a mi cara trayendo consigo el aroma dulzón de la loción de Anita, no me di cuenta en que momento me levante apresuradamente.

Lo único en lo que pensaba era en llegar rápido al baño para devolver lo que no pude comer en el desayuno, cuando las arcadas cesaron me encamine de nuevo a la sala para continuar en la reunión. Esto era algo que me pasaba a menudo, igual que los mareos y desmayos que había experimentado hace algunos días atrás, por este motivo no estaba asistiendo a la oficina, solo venia para cosas importantes como la reunión que se llevaba a cabo en este momento y de la cual no había prestado atención en lo más mínimo.

Mi semana no podía estar peor, era un manojo de nervios. esta situación ya me estaba sobrepasando.

— Edward, hijo ¿te pasa algo? — mi padre por enésima vez, reclamaba mi atención.

— Eh…. Si, solo creo que no me siento bien — no era capaz de contarle lo que me estaba abrumando de esta manera, él le contaría a mi madre y con lo que querían a mi Bella los asustaría sin razón aparente, no quería que la debilidad se volviera motivo para que la hicieran sentir como si su embarazo fuera una enfermedad y no la experiencia más hermosa que puede tener una mujer en ese estado.

— ¿Te parece bien lo que Ben nos propone para el segundo trimestre de este año?, ¿o tienes un mejor aporte que hacer?, ¿si las acciones suben como lo tenemos proyectado crees que COMPANY DREAM CAR tiene posibilidades de entrar a competir en Italia contra la Ferrari? — abrí desmesuradamente mis ojos en ningún momento escuche que se hablara de eso. En realidad mi padre me tenía atrapado, por primera vez no sabía que responder a ese bombardeo de preguntas.

— Eh... yo… no… — gemí por mi falta de tacto en cuanto a una situación como esta. — No estaba prestando atención — lo último fue solo un susurro.

— Edward puedes acompañarme a mi oficina — el que me hablo en ese momento no fue mi padre, sino el dueño de esta compañía un tanto irritado por mi comportamiento tan fuera de lugar.

— Si señor, lo sigo — dije con un asentimiento de cabeza, me levante de la mesa para seguirlo a su despacho, cuando la puerta se cerró tras de mí, el miraba fijamente por la ventana a las concurridas calles de Seattle cuando me hablo con una profunda calma.

— No sé qué te pasa Edward te veo distraído, distante, como si algo muy grave estuviera pasando, se sinceró conmigo hijo ¿pasa algo malo con Bella y él bebe? — me pase la mano por el cabello con desesperación antes de contestar.

— Es que ni yo mismo sé que es lo que está pasando papá, eso me tiene al límite de mi cordura ella se ve pálida, cansada y creo que no es normal en una mujer embarazada la ginecóloga le mando muchos estudios y eso me descoloca — dije con toda la sinceridad que se podía, la realidad me abrumo… esto no era normal.

— Lo mejor que puedes hacer es irte y estar a su lado, ve hijo no la descuides yo te excusare por lo que falta de la reunión — asentí con una profunda gratitud hacia ese hombre que tanto respetaba. Le marque rápidamente a Marx mi conductor para cuando llegara a la planta baja él ya me estuviera esperando y no perdiéramos mucho tiempo.
— A casa Marx — el abrió la puerta del coche para mí. — Si señor — y tan pronto como estuve en el interior del coche lo puso en marcha en eso momento el recuerdo más hermoso de mi vida inundo mis pensamientos.

— Edward, te invito esta noche a una cena en el Hotel Double Tree, te espero a las 8 en punto — mi mandíbula se cayó al suelo en ese instante y solo pude emitir un simple gemido, en ese instante la llamada se cortó dejándome perplejo por la brevedad de La Mia Piccola Farfalla.

Después de adelantar todo lo que tenía planeado en mi agenda para esa tarde, me encamine para el encuentro con Mi Bella “un caballero nunca hacia esperar a una hermosa dama”, eso siempre me lo decía mi padre y yo tenía la firme convicción que eso era verdad. A la hora acordada estuve en el restaurante del hotel, el maitre un hombre entrado en años formalmente me indico la mesa que Bella había reservado me senté allí a esperar a que llegara la razón de mi vida. A los 10 minutos dentro ella con una radiante sonrisa, para mí era desconocido el motivo de su alegría pero como siempre yo hacía lo mismo que ella su felicidad era igualmente la mía.

— Hola, La Mia Piccola Farfalla — la salude como de costumbre, lo que no me esperaba era su reacción se abrazó tan ferozmente a mí que todo el aire abandono mis pulmones, se lo devolví como si en ese abrazo le demostrara todo lo que sentía por ella.

– Edward, estoy tan feliz de que ya estés acá, te amo nunca lo olvides – su última frase me descoloco un poco pero me recupero pronto y la mire arqueando una ceja.

— Y eso señora Cullen ¿piensa abandonarme? — se sonrojo violentamente y yo la mire divertido, no era ese el motivo de su entusiasmo sino el que yo me imagine desde que recibí esa llamada tan inesperada. Toda la tarde me la pase pensando que se me había pasado una fecha especial pero no me coincidían ninguna con este día solo había una opción que ella quisiera compartir una noche poco tradicional en nuestra calendario, que tanto habíamos compartido antes de nuestro matrimonio. — Nop… solo cállate y siéntate que nadie te dio autorización para que hablaras — me miro divertidamente, le separe la silla para que se sentara y luego yo hice lo mismo.

La cena transcurrió en relativa calma, tratamos temas triviales de nuestras vidas y lo que queríamos para el futuro, yo no podía visualizar uno donde ella no estuviera en mi vida simplemente era imposible. Mis sueños, mi futuro y mi vida eran ella nadie más solo ella, la amaba más que a mi propia vida y de esa ecuación ella nunca salía era la primera. En ese momento note que se ruborizaba tan adorablemente que me provocó una erección que dolía por todo mi cuerpo.

— ¿Quieres que nos vayamos? — fue la pregunta más coherente que logre articular en ese momento mirando su angelical rostro.

— Si, pero no será para nuestra casa, te tengo una sorpresa ven — me extendió su pequeña mano que no dude en tomar. Nos dirigió por el lobby del hotel hacia los elevadores, cuando subimos señalo uno de los últimos pisos del lugar lo cual me indicaba que era una de las suite.

Cuando llegamos me llevo con ella hacia la puerta que estaba a unos pasos del elevador, paso la tarjeta por la puerta y cuando la puerta se abrió jadeé, ella había organizado toda la habitación desde la entrada con pequeños velones flotantes que le daban una aire romántico al lugar, cuando dimos unos pasos y la puerta se cerró me percate de las frutas y la champan que había en la mesa de centro de la habitación, la cama estaba cubierta con pétalos de rosas rojas formando un corazón t en la mitad de este decía “Te Amo E”. Mi corazón comenzó una carrera en mi pecho que se sentía en mis oídos dejándome sordo, no podía creer que esta hermosa mujer hiciera algo tan condenadamente bello para mí.

— ¿No te gusta lo que ves? — me dijo con sincera preocupación en sus palabras para luego morderse furiosamente su labio inferior, eso me hizo reaccionar en ese momento. Estaba tan anonadado con lo que veía que se me había olvidado hacer alguna clase de alago por su bella sorpresa.

Le sonreí para tranquilizarla antes de hablar. — Todo esto… — hice una señal con la mano. — Es como una fantasía para mí, pequeña no tengo palabras para expresar lo que significa. Yo también Te Amo La Mia Piccola Farfalla — con esas palabras me incline y deje un casto beso en sus labios, el cual ella no profundizo, pero no pude pasar por alto sus nervios y no comprendía la razón de ellos.

— Espérame tengo que ir al baño, no me demoro ponte cómodo — sus palabras fueron directo a mi dolorosa erección. Sin decir más se perdió en el interior de este, me quede paralizado en la mitad de la habitación, mirando el lugar por donde hacía unos minutos mi esposa desapareció, no podía creer que lleváramos tres años de casados y que en ocasiones reaccionáramos como si fuera nuestra primera vez.

Lentamente me fui aflojando la corbata, luego seguí con las mancornas para poder quedar solo en la camisa y mi pantalón, en ese momento la puerta del baño se abrió dejando ver a una mujer que no era la mía, su mirada estaba llena de lujuria pura y su cuerpo era una ilusión de mi retorcida mente, estaba en un conjunto de ropa interior roja de encaje descaradamente pequeña y un ligero a juego, los tacones todavía en su sitio, haciendo la ver como una diosa, su piel se veía más blanca y daba la sensación que era ligeramente satinada.

Lentamente comenzó avanzar en mi dirección sin abandonar mi mirada me tenía hechizado, envuelto en su dedo meñique todo lo que me pidiera que hiciera lo haría por ella. Sus pasos eran como los de un felino a punto de atacar, cuando estaba a pocos pasos de mi levanto su mano pasándola por toda mi mejilla, sus ojos tenían un brillo que no podía descifrar en ese momento, era como deseo, adoración y amor, el inmenso amor que ella me profesaba. Su mano fue descendiendo hasta mi pecho en para comenzar a deshacer los botones de mi camisa cuando llego al último no me la retiro en cambio comenzó atrasar los músculos de mi abdomen.
— Te necesito esta noche, no sabes cuánto — sus palabras fueron un susurro.

— Yo también te necesito — dije abrumado por todas las cosas que los dedos de ella hacían sentir a mi cuerpo.

Tome sus manos y la guie a la cama para poder recostarla, estaba consciente de que ella era la que había planeado esta noche, pero yo era egoísta y quería que fuera ella la que sintiera, que fuera solo para ella.

Comencé a darle besos por todo el rostro sin dejar de besar cada parte de él, luego pase a su cuello, su clavícula, sus pechos, su abdomen lo bese con adoración este sería el lugar donde algún día estarían nuestros hijos, lentamente avance hacia su centro que esta reclamando mi atención, pero no me detuve allí lentamente fui bajando por sus piernas besándolas a quitando el liguero y las medias a medida que bajaba, cuando llegue a su pie le quite los tacones que aún llevaba puestos, luego siguieron las medias. Me dedique a darle besos a cada uno de los dedos de sus pies ella se retorcía desesperada, cuando llegue al meñique lo chupe con fuerza para luego morder y lamer ese lugar con mi lengua, emitió un fuerte jadeo.

— Edward… por favor… no… — su voz estaba ronca por el deseo, sus ojos oscuros que no salían de los míos todo el tiempo manteníamos contacto con ellos como para saber que todo esto era real.

— Cierra tus ojos Mia farfalla, siente lo que te hago — en ese momento dejo escapar un largo suspiro y los cerro.

Tome un pétalo de los que estaban en la cama y se lo pose en su abdomen, luego muy suavemente comencé a soplar para que el pétalo se moviera por su sedosa piel, su respiración se aceleró y no podía dejar de mover sus manos en la sabana como si con ese gesto se sintiera más segura. Continúe con lo que estaba haciendo, el pétalo se movía hacia sus pechos, su abdomen se movía rápidamente al igual a como estaba respirando, enganche mis dedos en sus bragas y las deslice por sus piernas para sacarlas luego hice lo mismo con el sujetador, cuando estaba totalmente expuesta para mi seguí con el pétalo solo que esta vez lleve mi mano a su centro tocando lo húmeda que estaba, ella se abrió para mí la acaricie y luego introduje dos de mis dedos en su interior moviéndolos lentamente, cambie de posición en la cama para hacer que el pétalo bajara de sus pecho hacia su abdomen nuevamente sin dejar de moverme en su interior, sentí que sus paredes me estrechaban y me estremecí , estaba a punto de perder el control en este juego que me tenía tan excitado, bombeé más rápidamente para que lograra su liberación, en ese momento note que abría sus ojos y los posaba en lo que estaba haciendo con el pétalo fue como un detonante para que su liberación llegara con tanta fuerza que ella emitió un gemido gatural que llego directo a mi dolorosa erección.

Rápidamente salí de su interior, deje un casto beso en su centro y me despoje de mi ropa cuando toda estuvo fuera me incline nuevamente sobre ella y me alinee en su entrada, ella envolvió sus piernas en mi cintura haciendo que entrara de golpe los dos jadeamos por lo bien que se sentía su humedad me envolvió y comenzamos una sincronizada danza, nuestros cuerpos se entrelazaban perfectamente.

— Oh… bebe te sientes tan bien — dije con la poca coherencia que me quedaba — siempre tan estrecha y húmeda para mi farfalla — ella hizo un movimiento indicándome que quería estar encima de mí, nos gire y mi miembro entro más profundo, haciéndonos gemir de placer.

Me senté con ella en mi regazo llevando el control, no podía dejar de besar cada parte de su cuerpo que mi boca lograba alcanzar, sus movimientos se volvieron frenéticos.

— Edward nunca dejes de amarme — lo dijo en un gemido lastimero que no comprendí lo que quería decir con esto, yo nunca ni por equivocación dejaría de amarla.

— Nunca, te jure que esto sería por toda la eternidad — y nuevamente me apodere de sus labios, sus movimientos se hicieron más frenéticos llevándome al borde pero no quería terminar hasta que no sintiera que ella ya había logrado su liberación. En ese momento nuestras miradas se cruzaron.

— Tu mirada me encanta es como si nunca hubieras perdido la inocencia y esta fuera nuestra primera vez, Te Amo La Mia Piccola Farfalla — cuando termine decir aquella frase que siempre que hacíamos el amor me perseguía, ella estallo a mí alredor gritando mi nombre, no puede resistir más y mi potente orgasmo la lleno por completo. Nos desplomamos en la cama aun en su interior no quería salir de ella tan rápido era como si me faltara la mitad de mi vida. Se quedó quieta en mí pecho trazando perezosamente patrones en mi piel, giro su cabeza para que nuestros rostros quedaran a pocos centímetros y el brillo de su mirada seguía allí pero más intenso que antes. En ese momento hablo.

— En ese cajón hay un regalo que te espera — me dijo señalando el lugar con su mentón. Lentamente salí de su interior y lleve mi mano al lugar que me indico, cuando lo abrí mis ojos no podían registrar lo que estaban viendo en el interior de este, habían un nos pequeños escarpines blancos con una nota encima que decía “Felicidades Papá”, gire rápidamente mi cabeza mara mirarla y que confirmara lo que mi cerebro se negaba a asimilar. Ella asintió con la cabeza para confirmar mi pregunta no formulada y mis ojos se llenaron de lágrimas, era la noticia más hermosa que me pudiera haber dado. En ese momento la tome entre mis brazos y la bese como si mi nada más importara.

— Señor Cullen hemos llegado desde hace cinco minutos — Marx me trajo a la realidad en ese instante, tenía una tímida sonrisa en su rostro como si supiera que había reventado mi burbuja.

Le devolví la sonrisa y me baje del coche para encaminarme a la casa donde estaba la mujer que me hacía suspirar. Cuando me dirigía a las escaleras que llegaban a la segunda planta Charlotte salió en mi encuentro llamando mi atención por lo apresurado de sus pasos.

— Señor, la Señora aún está dormida — me dijo con una nerviosa sonrisa bailando en sus labios. — Yo fui hace una hora a mirar si quería desayunar y aún no se había movido de su cama, no la quise molestar, como usted lo pidió antes de marcharse esta mañana — sus dedos se retorcían en su regazo no comprendía el nerviosismo de esta mujer. — Señor sé que no me corresponde decirle esto, pero la Señora se ve muy pálida, estoy de acuerdo que en muchas ocasiones las mujeres embarazadas se debilitan pero ¿no le parece que la señora se ve extremadamente demacrada? — me dijo con recelo a una mala reacción mía, en ese momento fue mi turno de sonreír nerviosamente, porque yo lo sabía, esto no era normal.

— Gracias por su preocupación Charlotte, en este mismo instante la llevare donde la ginecóloga, por favor hágale el desayuno a la Señora y se lo sube a la habitación — dije asintiendo con la cabeza y encaminándome a mi habitación.

Cuando abrí la puerta mi vista escaneo todo el lugar, las sabanas estaban revueltas y Bella no estaba en la cama, me fije que en el suelo habían varios kleenes esparcidos y la puerta del baño estaba entre abierta, mis pasos se dirigieron así ese lugar cuando mis pies se negaron avanzar con lo que estaba delante de mis ojos, todo el aire abandono mis pulmones y mi corazón se paró en ese instante, para luego comenzar un atronador bombeo en mi pecho dejándome sordo. En el suelo del baño estaba Bella, Mi Bella inconsciente me apresure torpemente hasta quedar de rodillas a su lado le cogí a cabeza cuando mis manos entraron en contacto con su piel me sorprendió lo fría que estaba y mi coherencia me abandono, los nervios no estaban de mi lado no encontraba sus signos vitales y el peor miedo que pude haber experimentado en mi vida me invadió todo mi cuerpo.

— No… Mia Piccola Farfalla, no me asbandones — le suplique desesperado, su cuerpo no me respondía.
— Charlotte llama una ambulancia — fue lo único que pude decir entre jadeos antes de romper en llanto.

De que servía mi vida si ella no estaría  a mi lado para compartirla conmigo, no solo podría vivir de recuerdos si en este momento estaba muerta yo me iría con ella y mi pequeño hijo que nunca podría ver lo feliz que hizo a sus padres desde antes de nacer.

Ya nada tenia sentido…
..................................
Gracias mi Leymi!! mucha suerte!

9 comentarios:

K dijo... [Responder]

aauuu nooo!! lo dejaste ahi!! que pasó???... Leymi!!...

Ya te voy a agarrar yo a tí...

Te amo, gracias por este Song shoot tan lindo y triste! auuu mas la canción, me hizo llorar. Suerte!!

johanna dijo... [Responder]

LEIMY HUBO NEGLIGENCIA MEDICA.....PERO POR FAVOR CONTINUA LA HISTORIA, HAZ UN FIC....NO ME QUIERO QUEDAR CON LA INCERTIDUMBRE.....BESOS

Anónimo dijo... [Responder]

x favor!!!!!!!!!!!!....leimy continualo!!!!!!!!! ....yo kiero saber k paso!!!!

Anónimo dijo... [Responder]

me encanto!!!!!!!!!!!!!!!! k mas puedo decir?????.....x fa continualo!!!!! llore, me encato!!!

Angie Cullen Black dijo... [Responder]

Amoooooooooooo esa cancion!!!

Bell.mary dijo... [Responder]

Hay no por favor como me haces esto, me dejaste tan emocionada queriendo saber que pasa luego, igual que las demas opino que lo continues, en verdad me gusto iba de maravilla y zaz que me lo cortas....... y esa cancion me encanta....... Suerte

SUHEY dijo... [Responder]

Leymi me dejas a la mitad, recordando el libro de Cumbres Borrascosas, cuando decía ¿cómo vivir sin tí? ¿cómo poder vivir sin mi alma?.

Me encantó, lo acepto soy mazoquista y me gusta llorar, cuando algo mueve tantas emociones es hermoso leer.

Anónimo dijo... [Responder]

Ahhhhh!!!! xfavor continualo! me dejaste ful emocionada y con ganas de ver como sigue esta historia xfavor te lo ruego!
Saludos desde Colombia
Cris =)
PD: me encanta la cancion =P

Lumy Cullen dijo... [Responder]

NOOOO Leimy porque lo dejas así, por favor continualo!!!! Lo dejaste en el momento cumbre, estuvo fabuloso. De verdad la historia estuvo hermosa, te envío muchos saludos y éxito!!!!