Título: Como la primera vez
Nick del autor: RaquelCullen, Costa rica
Resumen:
Bella pierde la memoria de corto plazo a
raíz de un accidente, conociendo después a Edward un vampiro que la enamora
cada día como si fuera la primera vez, hasta que decide lo contrario. (Basada
en: “50 First Dates”, con Adam Sandler y Drew Barrimore y desde luego en los perfectos il divo con Regresa a mí)
Personajes:
Bella&Edward
Rated: K
Número
de palabras: 5.959
Canción:
Regresa a mí
Interpretes: il Divo
...............................
Como
la primera vez
Soy Isabella Marie Swan, Bella para mis seres
queridos, tengo 23 años, amo la lectura y la música clásica. Estudio la carrera
de medicina, especializándome en cardiología en la mejor universidad Twilight.
Cuando ingresé al campus universitario compartí habitaciones con Alice Cullen,
una chica enérgica y simpática quien en poco tiempo se convirtió en mi mejor
amiga y confidente. Estos años en la facultad han sido duros, días y noches de
mucho estudio. Entre libros y clases, pero gracias a Alice siempre había espacio
para algo de distracción, tardes de compras y cine, así como una que otra
salida nocturna a un buen club de la ciudad. Siempre he sido muy independiente
y sencilla. Alice es sofisticada y moderna.
Habíamos decidido buscar un apartamento más
espacioso con el pretexto de compartir gastos, sin embargo sabía que se debía
más que todo a que deseábamos mantenernos juntas. Nos habíamos acostumbrado a
la compañía de la otra y eso era algo muy agradable ya que la consideraba mi
hermana.
Hoy era uno de esos días que tan poco me
gustaban… tras unos cuantos de sus pucheros había logrado que accediera
acompañarla al centro comercial, y allí estábamos de tienda en tienda, desde
hacía 3 horas buscábamos el atuendo apropiado para la noche. Alice y Jasper su
novio, irían a la apertura de un exclusivo club en el centro de la ciudad y
para variar Alice procuraba jugar a Cupido arreglando alguna cita para mí. Como
si no supiera que no estaba interesada en buscar pareja, sin importar cuantas
veces le diga siempre era lo mismo. Sé lo feliz y enamorados que estaban, pero
dudo que existiera alguien así para mí, todo lo que deseo en estos momentos…
solía decirle, es dedicarme a mis estudios, deseaba ser la mejor y pronto poder dedicarme de lleno a ejercer la
medicina.
-Bella, por favor-, me solía decir y tras un
poco de ruego y uno de sus infalibles pucheros… ahí estaba yo, de nuevo
accediendo.
-Alice esta es la última vez, estoy
convencida de que no va ha ser agradable, algo me lo dice.-
-De acuerdo Bella, esta será la última vez,
lo prometo.-
-Entonces esta bien,- le decía mientras me
alcanzaba faldas, blusas y vestidos para que me los probara. Me miré en el
espejo se me veía hermoso, un vestido azul tejido sin mangas y cuello en V con
escote pronunciado y con un escote aún mayor en la parte de atrás que dejaba
ver el inicio de la espalda baja, cubría un poco arriba de las rodillas y con
una abertura profunda al lado izquierdo del muslo.
-Es perfecto Bella, ahora solo nos faltan los
zapatos, y ya sé cuáles.-
Ella eligió un hermoso vestido fucsia
strapless que se ajustaba perfectamente a sus curvas y cubriendo hasta la mitad
del muslo. Ya con los vestidos en mano nos dirigimos a pagar. A los 20 minutos,
salíamos del centro comercial rumbo al apartamento. En cuanto entramos me dirigí
a la pequeña cocina para preparar algo de comer, mientras Alice tomaba una
ducha. Al poco tiempo regreso y nos reunimos para almorzar pasta y un poco de
ensalada.
Su móvil timbró, era Jasper lo sé, ya que en
el rostro de Alice se dibujó una sonrisa que la delataba. Luego de unos
instantes colgó la llamada.
-Bella, debemos darnos prisa, Jasper vendrá
por nosotras a las 8 y solo tenemos 2 horas para prepararnos. Tenemos tanto por
hacer.- El tiempo se me hizo tan corto
entre las manos de Alice y sus ritos de belleza, pronto fue hora y se escuchó
que llamaban a la puerta.
-Llegaron!- grito Alice saliendo del baño,-
abre Bella, abre por favor…- Eso si era extraño, Alice nunca hubiera permitido
privarse de correr a recibir a Jasper, algo no estaba bien. Baje las gradas
apresurándome lo más seguro posible hasta llegar al pomo de la puerta, no
pregunté de quien se trataba, simplemente abrí.
Un hermoso joven estaba allí, al cruzarse
nuestras miradas, mi cuerpo se congeló absurdamente al igual como sus ojos y en
los míos, nos conectamos instantáneamente y de manera increíblemente intensa e
insoportable. Era tan hermoso, su mirada era tan profunda, sentí como si
estuviera reconociéndome, aunque sé que jamás nos habíamos encontrado, lo
recordaría.
-Buenas noches, soy Edward Masen.- En ese momento un carraspeo a sus espaldas me
hizo despertar del transe en que me encontraba perdida.
-Hola Bella,- me dijo Jasper un poco risueño,
-te quiero presentar a mi primo Edward, le he pedido que nos acompañe, espero
estés de acuerdo, él es como mi hermano.-
-Hola, Edward, un gusto en conocerle- le dije
extendiendo mi mano hacia la suya, al estrecharla sentí como mi ser reaccionó
violentamente, pero agradable a su saludo, como si fuera alguien conocido e
importante, sentí su mano tan familiar.
Las risas y saltitos de Alice corriendo al
encuentro de su Jasper me sacaron de nuevo de mi ensimismamiento. ¿Cómo podía
ser posible? ¿Quién es este hermoso chico de rebeldes cabellos, atractivas
facciones e imponente cuerpo? ¿Y esos ojos esmeraldas que me deslumbran? Es
como si gritaran verdades en medio del perturbador silencio.
-Nos vamos,- la voz cantarina y alegre de mi amiga, se
acercó a mí entre prisas.
…
La noche transcurrió de manera fugaz, una
noche de ensueño, con un Edward tan gentil y atento, tan caballeroso.
Sospechosamente Alice y Jasper desaparecieron del mapa poco tiempo después de
llegar al club. Dejándonos a Edward y a mí solos durante toda la noche. Me
resultó tan agradable su compañía.
Ya de regreso, por el camino a casa en su
auto, el silencio resultó tan cómodo, acogedoramente cómodo. Se detuvo, abrió
la puerta, bajó y rodeó el vehículo para abrirme la puerta y ayudarme a salir
de él. Nos miramos y me deje llevar a la profundidad de su alma, pude sentir su
candor… Me mantenía tomada de las manos y no nos movíamos. Sentí como se
aproximaba lentamente, hasta que advertí su respiración en mi oído…
-Buenas noches Isabella- Al oír mi nombre reaccioné, cómo me dejé
vencer de esa manera por su mirada. Era perturbador.
-Buenas noches, Edward que descanses.- Caminé
hacia la entrada de acceso de la vivienda, tomé las llaves y entré. Fue hasta
ese momento que el vehículo se puso en marcha y partió.
Edward
POV:
Me encontraba conduciendo como si compitiera
con el viento para demostrar quien es el más veloz. Los árboles pasaban como
manchas deformes dibujadas en un túnel sin fin. Me sentía perdido, ¿cómo un
vampiro con más de cien años de antigüedad puede verse tan perdido como yo?
Pues si, así es, así me encuentro, tan desolado como jamás pude haber soñado.
Bien les contaré. Me sentía solo y no
encontraba motivos para no hacerlo, una noche me presenté ante Carlisle Cullen
mi padre para informarle mi decisión de irme por una temporada a viajar por el
mundo, ya que me sentía más solo al verme rodeado de mi familia; Carlisle y
Esme, mis padres; Rosalie y Emmett; Alice y Jasper. En la casa los pensamientos
románticos y eróticos flotan sin importar la hora del día o la noche; y es que
para un lector de mentes como yo es una situación insostenible. Así que
partiría.
Viaje por cada continente durante largos
años, hasta que un buen día decidí regresar. Ese sentimiento de soledad no lo
podía llenar.
Al volver, encontré que mi padre por fin se
había decidido por crear un centro médico tal y como había deseado, y se
establecieron en la ciudad de Chicago. Entonces, lo primero que hice fue ir a
visitarlo, y conocer así las instalaciones y poder apreciar el desarrollo que
le procuraba a su proyecto. En él se daba atención a personas con escasos recursos
había realizado grandes logros en la investigación e implementación de nuevos
procedimientos. Adicionalmente se estaba enfocando en la formación de nuevos
jóvenes médicos especialistas. Fue allí cuando la vi por primera vez. Bajo esa
bata blanca encontré a la criatura más hermosa que hubiese visto jamás. Me
llamaba con la fuerza de un imán, una piel casi tan clara como la mía, su
cabello recogido en una coleta y tras unas gafas los ojos más bellos y
expresivos que he visto. La miré largo rato, observando cada uno de sus
movimientos y escuchando cada palabra desde lejos. No se percató de mi
presencia, pero no importaba, no importaba nada.
Escuché los pensamientos de mi padre y de
Alice, solamente ellos notaron mis actos. Alice festejaba, celebraba por su
amiga Bella… ese es su nombre… Bella!, y mi padre, él se miraba sereno y era
feliz por mí. Cuando busqué nuevamente su figura no la encontré. En ese
momento, Alice me hizo saber que por la noche, podía conocerla, ya que saldría
junto con Jasper y ella a la apertura de un Club de la ciudad.
Por lo que al ser las 8 me encontraba frente
a la puerta del apartamento que compartían Bella y mi hermana, me debatía
internamente dudando entre tocar el timbre o desistir a conocerla. ¿Cómo podría
darse una oportunidad para el amor entre un vampiro como yo y una humana como
ella? Hazlo, me decía
autoritariamente la vocecilla cantarina de mi hermana, y me vi haciendo
funcionar el timbre. Sentí sus pasos y su aroma acercarse a la puerta. Mi Bella
por fin la tendría frente a mí. La soledad y sufrimiento de mi pasado ya no
valía, ahora todo se resumía en ella. La escuché tomar el pomo de la puerta y
empezar a girarlo, todo se movía en cámara lenta. Y de repente apareció, ella
estaba allí tan sorprendida como yo, me dejé llevar por su mirada explorando su
alma, tan pura y perfecta. Me había quedado petrificado ante ella, no lograba
articular palabra alguna y al parecer sucedió lo mismo con ella, pero lo más
intrigante es que no logré escuchar sus pensamientos y eso me enmudeció aún
más.
Los pensamientos y risitas de Alice y Jasper
me hicieron reaccionar. -Buenas noches, soy Edward Masen. –para todo efecto
ante los humanos: Rosalie y Jasper eran los gemelos Hale y yo mantenía el
apellido Masen. A lo que ella se
apresuro a responder a mi saludo. Su voz era como el cántico de los ángeles o
el cantar de sirenas para mis oídos, y al estrechar su mano sentí como mi ser
reaccionó violentamente, pero agradable a su saludo, como si fuera alguien
conocido e importante, sentí su mano tan familiar. Y de nuevo mi hermana con su
voz cantarina informando que era hora de marcharnos me extrajo del estado de
shock en el que había sucumbido.
La noche transcurrió de manera fugaz, una
noche de ensueño, en la que disfruté en admirarla e idolatrarla, con una Bella
tan hermosa y su esencia tan embriagadora se impregnaba en mis prendas, en mi
dura piel y en cada rincón de mi ser a través de cada inspiración.
Sospechosamente Alice y Jasper desaparecieron del mapa poco tiempo después de
llegar al club. Dejándonos a Bella y a mí solos durante toda la noche. Me
resultó una compañía maravillosa.
Ya de regreso, por el camino a su casa en mi Aston Martin, el silencio resultó tan
cómodo, acogedoramente cómodo. Estacioné, bajé y rodee el vehículo para abrirle
la puerta y ayudarla a salir de él. Nos miramos y me dejé llevar a la
profundidad de su alma, pude sentir como su cuerpo me invitaba a besarla… Me
mantenía tomando sus manos y no nos movíamos. Sentí como me aproximaba
lentamente debatiéndome, una parte de mí me rogaba atendiera su invitación, la
otra me recordaba al monstruo que soy y en lo que podría concluir todo esto si
no me lograba contener, seguí avanzando, permitiendo llegar tan peligrosamente
cerca y respirando en su oído, dejándome seducir por su efluvio, tragando
fuertemente la ponzoña que amenazaba con atentar contra mi cordura, logré convencerme y optar por decir:
-Buenas noches, Isabella. -
A lo que ella, tartamudeando se limitó a
contestar un “Buenas noches, Edward que descanses”. La vi caminar hacia la
entrada de acceso de la vivienda, y mientras subía de regreso a la seguridad de
mi auto, la escuché tomar las llaves y entrar. Fue hasta ese momento en que
puse en marcha el vehículo y partí de ese lugar a toda velocidad, poniendo toda
la distancia posible entre ambos, por el bien de su seguridad y mi inestable
cordura. Me limité a conducir a toda velocidad, reprochándome por no haber sido
más fuerte y haber probado sus labios, por haberme negado la oportunidad de
sentirla entre mis brazos como tanto lo desee desde que la miré en el hospital,
y así me fui a cazar con urgencia.
Corría por el bosque rastreando mi cena
cuando el celular vibró en el bolsillo de mi pantalón, no queriendo hablar con
nadie en ese momento lo dejé sonar. Corrí tras un apetitoso puma y rápidamente
le di fin. Dejé caer el cadáver del animal cuando el teléfono volvió a vibrar,
disgustado y sin fijarme en la pantalla contesté. Al otro lado, Alice histérica
me reclamaba porque no le había atendido con anterioridad… - bufe, y cuando me
disponía a contestarle, me interrumpió diciendo:
-Es Bella. –Al escuchar su nombre todos mis
sentidos se activaron en modo de alerta. -Edward…- continúo diciendo, -es Bella
algo terrible a sucedido… -y ya no pude escuchar más. Corté la llamada y empecé
a correr de regreso al auto. ¿Por qué vine tan lejos a cazar? ¿Por qué la dejé
sola? Si me hubiera dado el tiempo de quedarme un poco más con ella, ahora
estaría bien. Llegué al auto y conduje a lo que el motor permitía y el camino
se me hizo interminable. Para cuando logré llegar a su apartamento la subían a
una ambulancia, y partían con las luces encendidas y el timbre de la sirena
advirtiendo al tránsito nocturno de la prisa que llevaban. Alice desde su
Porsche, me indicaba que Carlisle estaba esperando la llegada de la Ambulancia,
y no me permitió indagar nada más, bloqueó sus pensamientos. Me sentí tan
impotente, era como volver a morir.
Al llegar al hospital Carlisle la ingresó a
toda prisa a la sala de emergencias, y me reuní con los demás en la sala de
espera. Alice huyendo de mí, salió del edificio para llamar a los padres de
Isabella. Según lo que me platicó Bella horas atrás, su padre vive en un
pueblito de Washington llamado Forks, y su madre en Jacksonville, Florida, lo
que no les permitirá estar aquí antes de mañana.
Pasaron más de 2 horas sin tener noticias del
estado de mi Bella, y aún no lograba enterarme de lo que había sucedido con
ella. Procuré leer las mentes de cuantos pudiera para tratar de obtener un poco
de información, pero me fue imposible.
Pronto amanecería, me encontraba desesperado,
y Jasper no sabía qué hacer conmigo, en mi estado enloquecería a toda mi
familia si no tengo noticias pronto, en esos momentos las puertas del fondo del
pasillo se abrieron dando paso a la figura de mi padre que se dirigía a
nosotros con semblante triste y paso lento.
Al verlo llegar todos nos adelantamos a su
encuentro, ninguno se atrevió a plantear la pregunta, pero en nuestros rostros
estaban enmarcadas esas palabras.
-Sigue inconsciente, sufrió un trauma contundente en el
cráneo, se dislocó el hombro derecho, un par de costillas fracturadas,
múltiples escoriaciones, su cuerpo recibió severos golpes. Hicimos rayos x, e
increíblemente tubo mucha suerte, ya que no encontramos otros huesos rotos,
sino
hubiera sido Sam el portero del edificio de apartamentos quizá no estaría
luchando todavía por su vida. Él escuchó el chirrido de los neumáticos y salió
al portón cuando se asomó presenció el atropello y llamó la ambulancia. Ahora
solo hay que esperar que reaccione… -
-¿Podemos verla, Carlisle?
–la voz de Alice se abrió paso entre el silencio que nos embargó por unos
instantes, miré atento a mi padre, quien nos dirigió una fugaz mirada, se giro
y empezó a caminar por el pasillo, abriendo la puerta por la que había salido
minutos atrás, y agregó -se encuentra en el área de cuidados intensivos y la
mantendremos allí hasta que su condición mejore, las primeras 72 horas son
cruciales… la UCI (Unidad de Cuidados
Intensivos), es un área restringida, por lo que tenemos que limitarnos con el
tiempo de visita, y se detuvo junto a una pared de cristal, por la que se podía
observar el cuerpo inmóvil de mi Bella. Alice se apresuró a su lado, tomó una
de sus manos y la acarició mientras sollozaba; yo solo miraba la escena desde
fuera, me había quedado paralizado como clavado al piso. Media docena de cables
salían del cuerpo de mi amada, el sonido de las máquinas, su respiración era
dificultosa, con su piel más pálida de lo que la recordaba y su cabeza vendada…
La mano de mi padre palmeó mi hombro, -solo podemos esperar -agregó y luego se
marchó.
No se
cuánto permanecí en aquel lugar, era como si el mundo se hubiera detenido, como
si la gente hubiera desaparecido, nada a mi alrededor importaba solo Bella…
Horas después, entrada la tarde, llegaron sus padres, mi padre los recibió y
explicó todo lo necesario… Se notaba que amaban a su hija.
Uno a
uno los días fueron transcurriendo, e Isabella no despertaba. Durante el día
Charlie, Renée o Alice permanecían a su lado, y yo siempre estaba cerca, en
realidad solo me alejaba para cambiar la ropa y cazar, Aunque por las noches
nadie podía alejarme de su lado. Carlisle había logrado disuadir a los padres
de Bella, que dejaran el hospital por las noches, y yo lo agradecí.
A los 6
meses de permanecer en coma, una noche, como cada noche, sostenía la mano de
Bella entre las mías, al terminar de cantar la melodía que había compuesto para
ella, sentí como apretaba mi agarre… no lo podía creer… poco a poco mi Isabella
abrió los ojos -¡Despertaste, Bienvenida!- Dije en voz alta. Las máquinas se
enloquecieron mientras nuestras miradas se perdían la una en la otra… Mi padre
llegó, se presentó y empezó a examinarla. Mi celular vibró y salí a contestar,
era Alice –Si Alice despertó! Carlisle esta atendiéndola. -Mi hermana la vio
despertar, y estaba feliz. Al poco tiempo llegaron sus padres, Alice les había
avisado, y ambos lloraban mientras abrazaban a Bella. Ella estaba cansada y
débil, por lo que mi padre pronto pidió que la dejáramos sola para que pudiera
descansar. Todos estábamos felices.
Regresé
por la noche y me quedé a su lado. Cuando despertó, lo hizo lentamente, y yo le
sonreí con un buenos días, que fue interrumpido por la llegada de Renée y
Charlie que entraban por la puerta, seguidos de un Carlisle dispuesto ha hacer
su visita de rutina… Ese día Carlisle descubrió que Isabella sufría de un caso
de amnesia llamado “anterograda”, nos explico que es producto del daño
ocasionado en el área del cerebro llamado hipocampo.
Esa
noche mientras dormía, tomé su mano y depositando un frío beso en ella, me hice
la promesa de vivir para amarla y protegerla toda la vida… Regresa a mí, Bella,
regresa a mí. Al hacerse presente un nuevo día solo quería volver a ver sus
bellos ojitos, y así cada mañana despertaba, conmigo a su lado.
…
Bella POV
Es octubre, 13 de octubre, hace un mes de mi
cumpleaños, miraba por la ventana aquella mañana, la lluvia humedecía todo allá
afuera. Como un día común de Forks en Washington. Hacia frío, aun no lograba
sentirme a gusto con este clima. El día anterior había llegado a casa de
Charlie, trato de visitarle tanto como pueda y las circunstancias me lo
permitan.
-¡Buenos días papá! – dije alegremente
mientras entraba a la cocina. Esa mañana de sábado, encontré a Charlie
preparando un poco de café.
-¡Buenos días Bells! ¿Dormiste bien?-
-Si papá – dije rápidamente. Charlie me
conocía bien, él sabía que temía a las tormentas, y la lluvia no había dado
tregua en toda la noche.
Se miraba tranquilo, pero sabía que en el fondo
sucedía algo, algo que no se atrevía a comentar ni yo no deseaba presionar para
que lo contase. Aunque suponía que tendría algo que ver con Sue Clearwater. Mi
padre y Harry siempre fueron muy unidos casi como hermanos. Desde la muerte de
su amigo, Charlie ha velado en la medida de lo posible por el bienestar de
Sue. Ella es una buena mujer y amó
profundamente a su esposo. Charlie, es un hombre responsable, serio y
trabajador.
Amo a mi padre y si en algún momento decide
rehacer su vida, yo estaré feliz al saber que podría llegar a formar una
familia nuevamente, tal y como lo hizo Renée, mi madre.
Mientras desayunamos cruzamos pocas palabras.
El día transcurrió en calma, Charlie partió
hacia la comisaría y yo me dispuse a visitar a algunos amigos. Tenía que
ponerme al día con Ángela y Jake. Tenía tanto que contarles… Tomé mi abrigo y
las llaves de mi Chevy y salí en su busca.
De camino a La Push, mientras conducía
observaba los verdes árboles imponerse a lo largo del paisaje y de toda la
ruta. El cielo era gris y la lluvia continuaba incesante, fue cuando me
sorprendí tarareando aquella melodía que no supe de donde la conocía, que me
resultaba tan familiar y que me hacía respirar con melancolía.
No me abandones así, hablando solo de ti,
ven y devuélveme al fin la sonrisa que se fue.
Una vez más tocar tu piel y hondo suspirar,
recuperemos lo que se ha perdido
Regresa a mí, otra vez,
borra el dolor que al irte me dio cuando te separaste de mí,
dime que si, yo no quiero llorar, regresa a mí…
Extraño el amor que se fue, extraño la dicha también,
quiero que vuelvas a mi y me vuelvas a querer.
No puedo más si tú no estas, tienes que llegar,
mi vida se apaga sin ti a mi lado…
Regresa a mí, quiéreme otra vez,
borra el dolor que al irte me dio cuando te separaste de mí,
dime que si, yo no quiero llorar, regresa a mí…
No me abandones así, hablando solo de ti,
devuélveme la pasión de tus brazos
Regresa a mí, quiéreme otra vez,
borra el dolor que al irte me dio cuando te separaste de mí,
dime que si, yo no quiero llorar,
borra el dolor que al irte me dio cuando te separaste de mí
dime que si, dime que si regresa a mí, regresa a mí (nota: pongan play a la canción)
Mi corazón sufrió un sobresalto y no me fue
posible continuar conduciendo, sin explicarme en qué momento, me vi estacionada
a la orilla de la carretera, mi corazón parecía que se saldría de mi pecho y mi
respiración era tan acelerada y superficial, que por unos instantes creí que
iba a desfallecer. Regresa a mí, repetía
esa aterciopelada voz. Mis ojos estaban
tan húmedos que las lágrimas empañaban mi vista, sollozaba y no entendí el por
qué. Los minutos pasaron y deje caer mi rostro sobre mis manos que aferraban
fuertemente el volante. Mi respiración poco a poco se empezó a normalizar al
igual que las lágrimas y los sollozos. Respiré profundamente y levante mi
rostro para contemplar la lluvia. Giré la llave del encendido poniendo el auto
en movimiento retomé mi camino, pronto estaría con mi amigo, extrañaba a Jake,
con él podía conversarlo todo. Necesitaba hablar con alguien sobre esto que me
perseguía día y noche, y que me resultaba más y más intenso y perturbador.
Sabía que Jacob me escucharía y me ayudaría a comprender… luchaba tanto por
comprender por qué motivo este “sueño” se repite más vivido cada vez.
Encontré a mi amigo en su taller vistiendo un
overol azul, al escuchar el estruendo que causó mi viejo auto, salió
rápidamente a mi encuentro limpiando la grasa de sus manos con una toalla, y
con su bella sonrisa entreabrió sus brazos para darme la bienvenida, haciéndome
girar en el aire. Luego de saludos y tras una extensa plática tomé valor para
iniciar con mi declaratoria. Detalladamente le transmití a Jake como esa voz
llegaba noche a noche a mis sueños y dejaba grabada imagen tras imagen que no
tenía sentido alguno para mí, mas sin embargo me resultaban tan reales. Eran
como piezas de una vida no vivida, con imágenes de un rostro nunca visto, pero
sentía que todo aquello me pertenecía.
El semblante de mi amigo se fue tornando
serio a medida que profundizaba en la historia y le exponía mi corazón, su
mirada era perdida, sus párpados no se movían y por un instante tuve la
sensación que incluso había suspendido su respiración… Un largo e incómodo
silencio se mecía entre nosotros… No comprendí qué le ocurría a Jacob. El haber
charlado, en lugar de llenarme de paz al dejar libres las frases dichas me
inquietó pues me habían robado el bienestar de nuestro reencuentro… El resto de
la tarde fue llena de temas triviales y falsas alegrías y no se volvió a
retomar el tema… aún no comprendo cómo un simple sueño me ha producido esta
sensación de ausencia y vacío. Me despedí de Jake y regresaba a Forks con la
sensación de que Jake me ocultaba algo que era vital para mí… con aquello en
mente llegué a casa de Charlie, al parecer aún no regresaba, había dejado de
llover.
Entré a la casa, subí dispuesta en tomar una
larga ducha caliente que relajara mis músculos, para posteriormente dirigirme a
preparar la cena, realmente me encontraba agotada. Pronto llegó Charlie,
cenamos y con beso en la frente me despedí de mi padre, subí a mi recamara y me
deje vencer por el sueño, y esa como tantas noches, aquella hermosa voz velaba
mis sueños.
…
Cada noche para Edward era una lucha entre
sus sentimientos y pensamientos, la ambivalencia de sentimientos lo
confrontaba, sentía que debía dejarla ir, pero a la vez se sentía egoísta.
Había decidido que la amaría siendo humana y que haría lo imposible por evitar
que Bella perdiera su alma. El hecho que cada mañana no le recordara ponía en sus
manos la oportunidad de cumplir ese propósito, sin embargo, era un ser
sumamente egoísta, y cada día se presentaba ante ella.
Desde que despertó del coma, cada día era 13
de octubre en su calendario, y tanto sus padres como sus amigos estuvieron a su
lado, tal cual actores en un acto de teatro, pero era necesario.
Edward sabía muy en el fondo que no podía
vivir sin ella, cuando se dio cuenta que estaba en coma él se prometió que
haría todo cuanto fuera porque ella estuviera a su lado cada día, él se prometió
que en cuanto despertara le pediría que fuera su novia, por eso, cada día le
confesaba sus más grandes y oscuros secretos, sus sueños, anhelos y los planes
que hacia para ellos, se evocaba a enamorarla cada día hasta el momento más
profundo de la noche, y aún después se
mantenía junto a ella para amarla en penumbras y en silencio. Velaba su sueño
cada noche y la dejaba antes de despuntar el alba. Y cada noche, negándose a si
mismo le decía: “Regresa a mí”, le susurraba al oído, “regresa a mí… no me dejes
sin ti, sin ti voy a morir…”
…
A la mañana siguiente Edward llegó a casa de
Charlie como cada día, había preparado pasar con Bella un día especial. Charlie
abrió la puerta. –con el pasar del tiempo Edward se había ganado la confianza y
aceptación del Jefe Swan, y aunque Charlie era muy sobreprotector con su hija,
accedió con mucho esfuerzo, todo por la felicidad de Isabella, y Edward
aprovechaba cada oportunidad, la amaba, la amaba tanto y cuidaba de ella de
todo y de todos, y en ocasiones incluso de él mismo.-
Ese día Bella y Edward pasaron juntos, fueron
al prado que tanto amaban ambos, él le contó todo con puntos y comas, ella
lloró en sus brazos, pero luego se recuperó, levantó la mirada dejándose perder
en sus ojos, se acercaron lentamente hasta que sus alientos se mezclaron… Te
amo, le susurro Edward en los labios y ella borró toda distancia hasta los
suyos y se embarcaron en el deleite de las caricias, disfrutándose el uno al
otro, sin prisas. El día fue maravilloso, él conducía de regreso con la mano de
su Bella entre la suya. El camino se hizo corto entre miradas furtivas que se
dedicaban el uno al otro constantemente; y la llevó sana y salva a su casa como
lo había prometido a Charlie. Bella era feliz y eso hacia feliz tanto al Jefe
Swan como a él. Era el propósito de su vida: “Amar y proteger a Isabella Marie
Swan”.
Esa noche hacía frío, cosa normal de las
noches en Forks.
Bella, se sentía cansada, pero no quería
dormir, cambió sus Jeans por unas cómodas pijamas y se deslizó entre las
sábanas. Tomando la foto del buró entre sus manos, se recostó en la cama y con lágrimas humedeciendo su
rostro se dejo llevar por el sueño… justo antes de dormir, cerró fuertemente
sus ojos rogando al cielo realice su deseo… si tan solo al despertar esa mañana
fuera para ella otro día, uno en el que, el hoy estuviera allí recordándole el
pasado. Si tan solo al despertar todo fuera normal y su vida siguiera adelante
como la de los demás, si tan solo despertara y recordara a su amado… y se dejo
llevar por sus anhelos que continuaron en sus sueños.
Regresa
a mí, le susurraba aquella noche como cada noche
a su oído, regresa a mí… no me dejes sin
ti, sin ti voy a morir… aspiró profundo con desesperación, como queriendo
recoger cada una de sus palabras que hubiera pronunciado y acompañarlas de toda
la esencia de Bella que pudiera llevarse consigo… ya no pudo más, sintió un
fuerte dolor en su pecho como si su corazón fuera a morir de nuevo… y no pudo
más, bajó la mirada, cerró sus ojos con agonía y se dispuso a marcharse… al
llegar a la ventana se detuvo, y tembló de tristeza no volvería se dijo. La
noche estaba tan oscura y la comparó con el dolor que experimentaba… Edward,
regresa a mí… la voz de Bella tan clara y suplicante lo hizo mirar atrás, no
deseaba otra cosa que volver a escuchar aquellas palabras otra vez, mas ella
dormía. Sintió un vuelco en su estómago, era como si Bella le suplicara que no
se diera por vencido, que tan siquiera esa mañana regresara y volviera a
conquistarla, y se prometió que así lo haría, lo había intentado todo en los
últimos 2 años, había sido tan paciente y cariñoso, y lo sería aún más. Todo
por ella, por su Bella, ella lo merecía, merecía todo el amor que le pudiera
dar y mucho más. Se le quedo mirando por unos breves instantes, respiró de
nuevo como si le fuera necesario y se marchó.
El canto de las aves la despertó muy de
mañana, los primeros rayos de sol se filtraban por su ventana, un día soleado,
un hermoso y cálido despertar. Miró a su alrededor y sintió paz… su cuarto se
llenaba de luz y la brisa del viento que entraba por la ventana le traía el
arrullo de las aves del campo. Se sentía feliz. Tan feliz. Respiró profundo y
se dispuso a ponerse sobre sus pies… cuando sintió sobre la cama el marco de un
retrato lo tomó entre sus manos y lo miró por largos instantes. Regresa a mí
susurró, las lágrimas regresaron a bañar sus mejillas, “regresa a mí… quiéreme
otra vez” Atrajo con fuerza la imagen de aquella pareja contra su pecho. Lo
recordaba, reconoció esos hermosos ojos verdes.
Edward la amaba tanto y ella lo recordaba,
recordó como llegaba a ella con tal dulzura, amor, dedicación y pasión a llenar
su corazón. “Te amaré como si fuera la primera vez”.
Bella saltó de la cama, muy deprisa cambió
sus pijamas por unos Jeans y un suéter, calzó sus pies y bajó por las gradas en
busca de su padre. Al llegar a la cocina Charlie miraba a lo lejos por la
ventana, al notar a su hija se giró lentamente y procuró sonreírle con poco
esfuerzo.
-Papá! –gritó Bella, instantes en que saltaba
sobre su padre, rodeando el cuello de éste con sus brazos. -¿Por qué? ¿Por qué?
-Lloraba ella en el hombro de su padre, haciéndose acompañar inmediatamente por
los sollozos y lágrimas del Jefe Swan, así transcurrieron largos minutos…
Reconfortándose mutuamente entre abrazos e hipidos. Con grandes esfuerzos
Charlie se apartó de su querida hija, y manteniéndole las manos sobre los
hombros le decía:
-Bells, amor, lo siento tanto, muchas veces
te lo dije, te explicaba punto a punto cada hecho, y otras tantas ocasiones…
simplemente no pude. Los médicos realizaron cuanto estudio era necesario, las
heridas sanaban, pero tú no recordabas. Los daños fueron severos… Tu caso fue
visto por los mejores especialistas, nunca nos dimos por vencidos. Ellos nos
decían y repetían que era cuestión de tiempo…
y procurábamos no perder las esperanzas y desfallecer, fue muy difícil
para todos, lo intentamos todo…- Las lágrimas continuaban su curso. La voz del
Jefe Swan se había quebrado tiempo atrás, e Isabella no dejaba de sollozar.
-Papá, te quiero, te quiero tanto… Gracias…
Gracias Papá.-
-Y yo a ti Bells… y yo a ti.- Bella no pudo
más y se volvieron a fundir en abrazos, en interminables abrazos.
-Papá, cuánto tiempo hace ya? – preguntó
Bella con temor a la respuesta.
-Fue un mes después de tu cumpleaños,
estuviste en coma durante seis meses, de eso se cumplieron ya 2 años… -continúo
Charlie en un susurro y con la voz quebrada… Al parecer, saliste un momento al
supermercado… el conductor estaba ebrio, perdió el control del vehículo se
subió a la acera (se salió del camino) y te atropelló… -la voz del Jefe Swan se endureció y recalcó- un
auto con exceso de velocidad te atropelló mientras caminaba sobre la acera, luego se
dio a la fuga… Ninguno de nosotros podía creer que el conductor se fugase… sin
importarle si estabas herida… o muerta… Luego de salir del hospital quise que
te vinieras a vivir conmigo.-
-Dos años…- repitió ella sin poderlo creer… -2
años viviendo otra vida, con recuerdos que nunca recordaré-… y lloró de nuevo.
Su padre la acurrucó entre sus brazos en tanto decía:
-Pero ahora todo esta bien, todo estará bien.-
Mientras desde la habitación del segundo
piso, Edward escuchaba con agonizante atención todo lo sucedido. Su Bella había
regresado… había regresado!
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Pov
Bella
Ha pasado el tiempo, hace unas pocas semanas
concluí mis estudios universitarios, graduándome con honores. Realicé la
pasantía en el Centro Clínico Cullen de Chicago, hospital donde estuve esos
largos meses en coma, y gracias a mi excelente desempeño, Carlisle me ofreció
un contrato laboral el cual acepté gustosa, es por eso que vine a Forks, y
lograr aprovechar estos días libres, pues inicio mis labores en el hospital a
partir del jueves, luego no estoy segura cuando tendré oportunidad de tomarme
unas vacaciones.
Edward y yo nos hemos comprometido, el día que recobré la memoria me
propuso matrimonio, y desde luego le dije que si, sé que los Cullen son
vampiros, y aunque Edward me lo repitió mucho durante aquellos 2 años ahora lo
recuerdo, y añoro ser pronto una inmortal como él.
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Gracias Raquel!!! Mucha suerte.
N/A: Si, Edward vampiro con ojos verdes... todo es posible.
12 comentarios:
Muy bonito Raquel, sencillamente muy bonito. Y el que Edward vampiro tenga los ojos verdes pues que quieres que te diga, le da un toque personal ja,j,aja
Madre mía que reñidas van a estar las votaciones hay mucho talento suelto por aquí.
Te deseo mucha suerte y un beso.
OH ES MUY LINDO!!!!AH QUE DULCE TE DESEO SUERTE.
Lu gracias por publicarlo, me siento muy emocionada de estar participando... Todas las historias están muy buenas… y otra vez, Gracias Lu, por esta oportunidad, por el blog y por motivarme a escribir, como bien me dijiste una vez Twilight ha inspirado a otras personas a escribir hoy lo hago con estas pocas palabras, y a Johanna por suministrarme los términos médicos. A ambas Muchas Gracias… Att. Marta Salazar
Que decir que no te haya dicho?... fue muy lindo leerlo, en serio. Muy bien enfocado y escrito, tienes la pluma... ya lo sabes. Besotes y mucha suerte!!
Me encanto, sabes amo esta pelicula me fasina la manera en que el lucha dia a dia por enamorarla como si fuera el primer dia, cualquiera quisieramos un hombre dispuesto a hacer eso por ti, y me encanto un vampiro de ojos verdes lindo!!!!!!!!!!!
Suerte y besos para ti.
Me encanto!!!! fue muy tierno y fue lindo el toque del vampiro de ojos verdes digo si existen los vampiros por que no pueden tener ojos verdes?
El capi estuvo hermosisimo. Me encantó, de verdad que fue super romántico y tierno. Me fasino que fuera vampiro!!!! Te deseo mucho éxito!!!! Saludos!!!!
Ahhhhh que lindo!!!
edward ha estado con ella 2 años y 6 meses todos los dias aunque ella no lo recordara!!! hermoso!!! si ojala me encontrara con alguien como el (suspiro)
jeje la historia me gusto mucho!
Suerte!
Saludos desde Colombia
Cris =)
Hubo partes en que me senti perdida, pero me encantoo ya luego lo lei y entendi mas me gustoo... ademas la cancion es Dios la amo!!
Que bello Carmen, Edward dos años estando allí cada día, como si fuera la primera vez. Que duro para el, tener que empezar cada día, sin que ella sepa, y el si.
Duro, para Edward, para su padre y todos sus conocidos y amigos.
Y cuando Edward casi tira la toalla, ella despierta...
El final muy bonito y romántico.
Suerte y felicidades.
o k tierna historia, un eddy realmente enamorado, nos desmuestra hast dond podemos llegar por ese ser especial, nuestra otra mitad, nuestra alma gemela, dios amo a ese hombre.. felicidades.
Muchas felicidades cariñoo estubo muy bueno hubo una parte que me perdi y lo tube que leer otra vez pero fuera de eso me encanto tu idea, muy original, por un lado triste y por otro muy tierna...
Este edward que la abanco durante dos añoos...woow, o sea dos añoos!!
es muucho tiempo...
mucha suerte!! ♥♥♥
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