Una Vida de Oportunidades 28. Pesadilla del pasado

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POV Bella:

Desesperación, quedaba corto para todos los sentimientos bullendo en mi interior, el maravilloso e idílico sueño quedo atrás, ¿Cómo es posible que se pase de la risa al llanto en cuestión de segundos, milésimas de segundos?. La seguridad en que me envolviera la vida tras la última caída me había alentando a exhalar con fuerza y relajarme. Tonta de mí. Debí haber esperado lo peor, con los años lo había aprendido y aun así permitir que el confort y la paz que Edward me brindaba me sedujera, no era su culpa, ni la de los Cullen, no, ninguno de ellos eran los responsables de las lagrimas que corrían por mis mejillas, o de la impotencia que me sobrepasaba. Ellos como siempre actuando como mi familia, tendiendo sus redes para no dejarme caer cuando la vida decidía hacer una de sus jugarretas en mi contra. Esperar, la maldita espera podía apostar se estaba haciendo a unos años de mi vida.

Un hombre de aspecto tenebroso llego a hacerme preguntas que a duras penas, respondí

_ Trata de recordar mas_ pidió con demasía condescendencia _ si queremos atraparlo necesito saber algo más que su nombre_

_Fue… fue hace mucho tiempo_ balbuce_ no le conocía mucho_ admitir a mi pesar.

Oía murmullos bajos incoherentes y sin sentidos, veía ir y venir a Alice, Carlisle, Esme y el tipo de aspecto tenebroso, pero lo único que entendía era que el pasado ahora mismo se estaba convirtiendo en mi pesadilla y que, ese mismo pasado estaba vez me estaba quitando la vida. Aparte con fuerza mis ojos apartando de golpe aquellos insidiosos recuerdos.

Alguien creyó que debía tener mi móvil a la mano, no veía la razón para ello

_Hay que avisar a Charlie_ susurro alguien. Sacudí la cabeza, no quería preocuparle, ya suficiente ha pasado para agregarle más _Piénsalo_ asentí

Alizzé, bebé. Un estrangulado sollozo bullo de mí. el sopor se adueño de mi, era como estar en esa jefatura solo de manera física, mi alma., mi pensamientos corrían lejos de aquel sitio. El móvil en mis manos vibro, rápidamente acepté la llamada

_ Amor_ murmure ronca. La abrupta risa al otro lado de la línea helo mi sangre, cuando hablo los recuerdos se hicieron de dueños de mi mente, tan nítidos y dolorosos como si hubiesen acaecido el día anterior:

_Te extraño_ oí la nostalgia en su voz. Sonreí suavemente, también lo extrañaba. Me miré al espejo y suspiré, me veía bien… Jessica me había ayudado con el maquillaje ya que yo no era la indicada para hacerlo, nunca me había maquillado, Lauren me ayudó a vestirme y bueno… definitivamente era otra Bella. No la Bella de los jeans y los converses.

_Yo también… ¿tú no harás nada hoy?_ pregunté aplicándome un poco más de labial, Jes me había enseñado cómo.

_Bueno… de hecho aquí son las siete de la mañana pequeña y anoche me acosté muy tarde terminando unos prácticos que tenía que entregar hoy_ escuché su bostezo a través del teléfono

_Mierda_ gemí pateándome mentalmente por no haber recordado ese pequeño detalle _lo siento Edward… hace dos horas que estamos hablando ¿por qué no me dijiste?_

Sentí su risa adormilada en la línea _Porque me gusta hablar contigo Swan, sabes que no importa la hora, siempre estoy para ti_

_Oh cariño…_ susurré sintiéndome peor con sus lindas palabras, él siempre tenía que decir algo bonito. _De todas maneras… ¿por qué no sales una de estas noches e ignoras mis llamadas? ¿Cuántas chicas parisinas estarás perdiéndote por eso?_ di media vuelta para mirarme en el espejo sobre mi hombros y… sí, me veía muy bien, a James le iba a gustar. Eso esperaba.

_Porque ya te dije… no me interesa ninguna de ellas ¿Qué tienes que decir tú Swan?... ¿no te quedarás en tu dormitorio estudiando? Mira que soy capaz de llamar a Charlie y contarle de tus andadas_

_ ¡Ni se te ocurra Cullen!_ grité entre risas, amaba a mi mejor amigo _llamaré a Esme y le contaré de todas las conquistas que tienes en Paris_

_Sabes que eso no es cierto, estoy más solo que monje tibetano en la cima del monte Everest._ sonreí y negué con la cabeza,

_¿Cuándo vas a sucumbir a los encantos de las hermosas niñas parisinas que te andan rondando ¿he? Alice me contó que fue a visitarte al campus cuando viajó a Paris y dijo que muchas chicas hablaban del fabuloso Edward Cullen._

_No me interesa ninguna de esas chicas…_ dijo enigmáticamente. ¡Aja! Edward Cullen mi mejor amigo ¿estaba enamorado de alguien más?

_¿A no? ¿A caso te estás guardando para alguien más?_ reí ajustándome las botas que Jesica me había prestado.

_Algo así…_ murmuró misteriosamente, él siempre fue bueno para ocultar sus sentimientos.

_Oh… así que ¿estás preparándote profesionalmente para enamorarla o para impresionarla? ¿Cuánto llevas en Paris? ¿Dos años? ¡Wow!… pensando en que aún te quedan varios más, creo que esta chica es especial, espero que te merezca_ advertí.

_Ella se merece el mundo_ dijo antes de suspirar, _a demás para eso me estoy preparando, acepté esta beca solo para ser mejor hombre para ella, hacerla feliz, darle la luna, el mundo… lo que me pida…_ caminé hasta mi tocador y tomé el cepillo para peinar mi cabello una vez más. Wow, nunca había oído hablar a Edward de esa forma sobre alguien, menos sobre una mujer… ¿quién sería?

_ Wauu Edward, me haces querer envidiarla… ¿No me dirás quién es?_ pregunté sentándome en la orilla de la cama, conocía a mi amigo tan bien como la palma de mi mano, aunque nunca me había querido mostrar su corazón y lo que esconde dentro de él.

_Eso lo sabrás cuando vuelva a Forks_ dijo tajantemente, rodé los ojos.

_¿Y cuándo será eso?... nunca vienes_

_Pronto nena…_

Sentí unos golpes inquietos en la puerta y me paré para ir a abrirla, Jesica y Lauren estaban detrás de ella y parecían ya algo… alegres, sus vestidos revelaban más que el mío y por un minuto me pregunté si estaba haciendo bien en ir con ellas a esta fiesta de fraternidades.

_Humm… Edward, me tengo que ir_ gemí al teléfono.

_¿Ya están tus amigas allí?_ preguntó con preocupación.

_Sí, nos hablamos en unas horas_

_Bella…_ tomé mi chaqueta y mi pequeño bolso y me detuve antes de tomar el pomo de la puerta

_¿Qué?_

No habló por varios segundos, cuando lo hizo exhaló las palabras con resignación _Cuídate Bella, por favor, estas fiestas… no me gustan, cuídate nena, te quiero mucho_

_Edward_ susurré sonriendo, allí estaba mi amigo excesivamente protector _te quiero también, no te preocupes, vendré sana y salva a mi habitación, te lo prometo_

Corté luego el teléfono sin saber que esa noche sería la primera vez que rompería mi promesa a mi mejor amigo.

James estaba allí. Oh cielos… James estaba a metros de mí! Él le había pedido a Jesica que yo asistiera y aquí estaba, por él. Mierda, yo tenía algo con ese chico, lo tenía desde la primera vez que lo había visto, cruzando el campus con su porte seguro y apuesto, un poco arrogante, pero sabía que debajo de toda esa fachada podía haber un chico sensible y hermoso. Por supuesto, yo no sabía mucho de chicos, había salido de Forks sin haber besado a nadie y había llegado a la universidad teniendo mi primer caída amorosa con un chico al que nunca había hablado, pero con el que había cierta química, esperaba esta noche acercarme mucho más a él y no solo quedarme en el coqueteo.

Por supuesto Edward me había advertido lo suficiente sobre el comportamiento de los chicos universitarios, junto con mi padre, el último año antes de que saliera de Forks, Edward ya estaba en parís hacía ya dos años cumpliendo su sueño, luego de que le dieran una beca allí y yo iba a hacer lo mejor que podía en la universidad de Alaska estudiando literatura. O eso esperaba al menos hacer, ya que salir de Forks fue como si se hubiera abierto un mundo llenos de oportunidades.

Entramos a esta casa de fraternidad cercana a la universidad. La música sonaba alta en los altoparlantes, había chicas sentadas en el jardín delantero de la casa tomando cervezas o jugando a alguna especie de juego donde una se paró en su lugar y se quitó la camiseta quedando solo en sostén, mientras se reía junto a todos los demás.

_Wooou… ¡esto está muy bueno!_ gritó Jesica adentrándose en la casa con los brazos en alto y moviendo las caderas al compas de la música. Lauren pasó a mi lado hacia el improvisado bar sobre una mesa de pool solo para tomar un par de cervezas para nosotras. Las personas apabullaban el lugar y mis ojos barrieron a través de la sala buscando la hermosa cabellera rubia peinada en una cola en la nuca.

Hasta que le encontré… James estaba cerca del chico que se encargaba de la música con dos chicas a su lado, ambas le hablaban pero él no parecía prestarles atención.

_¡Oh, Bella!_ sentí la voz de Jesica a mi lado _sácate el abrigo tonta, así él te verá… _

No me parecía bien acaparar su atención solo mostrando mi piel… pero bueno, si funcionaba... después de todo decían que a los chicos hay que entrarle por los ojos primeros para luego llegar a su corazón.

Mi abrigo despareció y sentí el aire frio rosando mi piel, mi cuerpo estaba cubierto solo con un ligero vestido de gasa celeste, con breteles, que cubría lo suficiente de mi busto pequeño y terminaba por debajo de mi trasero… oh cielo, no sabía cómo había estado de acuerdo de llevar ese trozo de tela, pero lo había estado… mi conjunto terminaba con mi cabello suelo y un par de botitas negras cortas hasta mi tobillo con un tacón de doce centímetros.

Literalmente me sentía desnuda…

Si Edward me viera ahora… sabía que iría por el resto de la noche cubierta con su enorme abrigo y su mano protectora en mi baja espalda. Aún recordaba cuando a los quince años quise seducir a Tayler Brawn, fue una tarde memorable…

Salí de mis pensamientos cuando vi a James con sus ojos clavados en mí…

Cielos…

Mierda, estaba funcionando…

Aunque Jesica estaba a su lado señalándome y susurrándole cosas al oído, podía ver la sonrisa maliciosa en la cara de mi amiga. Entonces ella alzó la mano y me llamó para ir hacia ellos…

_Vamos Bella… no seas cobarde._ me dije a mi misma mientras cruzaba la habitación, tratando de mantenerme en equilibrio sobre mis tacones. Podía sentir mi rostro en llamas, cielos…

_¡Disfruta James! Bella… nos vemos luego, búscame si quieres que te lleve de vuelta al departamento_ dijo Jesica antes de irse y perderse en la multitud. Entonces me quedé sola frente a frente con el objeto de mi deseo durante esos últimos meses. Lo miré para saludarlo pero me detuve cuando vi que miraba mi cuerpo de arriba abajo con ojo sagaz y luego se relamía los labios. Tragué saliva.

_Así que… ¿cómo te llamas? Bella no es un nombre común…_

_Isabella_ dije con la timidez tiñendo mi voz, mierda. Tenía que hacer algo… o sino él pensaría que era débil y estúpida, tonta y retrasada. _Muy buen juego el del fin de semana... ganaron con ventaja_

_¿Fuiste a verlo?_ él arqueó la ceja derecha antes de tomar un trago de su cerveza. Cuando la bajó la botella estaba vacía así que la tiró en el suelo cerca de los sofás y silbó a alguien detrás de mí, uno de sus amigos se acercó con dos vasos grandes de más cerveza, le guiñó un ojo al dárselas y James me dio una a mí,

_Brindemos preciosa… por el próximo partido y por esta noche_ alzó su vaso a modo de brindis e hice lo mismo antes de tomar un trago. No me gustaba la cerveza, sabía a orín y algo más, pero la tomé de todos modos, no quería que él creyera que era delicada y sin gracia.

Él comenzó a hablarme de sus jugadas y de cosas sin importancia, me hacía reír a veces y él reía conmigo, no podía creer que después de tanto coqueteo él estuviera finalmente aquí conmigo. A veces hablaba con algunas personas, que se acercaban a saludarlo, él era muy popular. Me terminé mi cerveza más rápido de lo que en realidad hubiese querido, porque comencé a sentirme algo mareada, entonces él me dio otra.

_Vamos a bailar_ gritó de pronto tomando mi mano y empujándome hacia la pista de baile improvisada entre los sofás. Habían varias personas que se estaban comiendo a besos allí, cielos… habían más por todos lados, pero antes de que pudiera comprender el hecho que todos ellos estaban embriagados, sentí un par de manos en trasero, cuando miré, James me sonreía con esa sonrisa torcida que a tantas chicas volvía locas. Y a mí también.

_James…_ susurré tratando de empujar su pecho para que me soltara,

_Oh vamos nena, no te hagas la dura, te ves increíblemente sexy, no puedo evitarlo_

Y sus palabras me pudieron, juro que me pudieron, porque al segundo siguiente él tenía su lengua envistiendo mi boca. Él era rudo y salvaje, no pensé nunca que mi primer beso fuera así, cielos… mi primer beso, que me hizo olvidar todo, incluso a Edward.

Edward…

¿Por qué no dejé que Edward me diera mi primer beso cuando me lo propuso? Ambos no habíamos dado ese paso y queríamos hacerlo antes de asistir a la universidad, él me dijo: “Bella… quiero ser tu primer beso”, pero yo no pude, porque pensé que sería como besar a un hermano. Tonta, tan tonta. Y ahora estaba aquí, tratando de hacer que sabía besar para no desilusionar a James, que seguía buscando mi lengua y tocando mi cuerpo con sus manos grandes.

_James…_ logré decir apartándome un poco. Abrí los ojos y vi todo borroso. Estaba mareada a demás y me tambaleé ligeramente sintiendo las manos de James en mi cintura y su lengua húmeda y caliente recorriendo el filo de mi mandíbula.

_James_ gemí cerrando los ojos y sacudiendo la cabeza para despejarme, pero hasta en mi voz pude sentir que algo andaba mal, muy mal. _Para… yo, no creo…_

_¿No crees qué?_ dijo en mi oído causándome un estremecimiento. De pronto todos los cabellos de mi nuca se erizaron, en estado de alerta… como si algo malo estuviera por suceder. _Vamos Bella… tú sabes que es lo que quieres y es casualmente, lo mismo que quiero yo…_ él se alejó y me guiñó un ojo.

Me sentí tan pequeña, tan… fuera de su liga, tan inferior a él que me quedé petrificada en mi lugar mirándolo, como si fuera algo inalcanzable. Mis ojos se llenaron de lágrimas y traté de ocultarlas bajando la mirada,

_Oh vamos nena…_ él alzó mi mentón con su mano e hizo un puchero frunciendo el ceño con ternura cuando vio mis ojos _creo que estaríamos más tranquilos en un lugar más privado, déjame hacerte sentir mejor_ susurró besando tiernamente mis labios.

Asentí… porque realmente creí en sus palabras. Él se iba a hacer cargo de mí y me iba a hacer sentir mejor. Solo quería sacarme de encima esta inseguridad abrumadora que tenía aún, los tacones, la falda liviana y el peinado no hicieron nada para hacerlo. Me sentía en el borde de algo y recordé las palabras de Edward… “Cuídate Bella, por favor, estas fiestas… no me gustan, cuídate nena” pero simplemente decidí pensar que mi mejor amigo era un exagerado.

James tomó mi mano y caminó sacándome de ese lugar, yo lo seguía tratando de mantener mi equilibrio sobre los tacones, mi vista estaba nublada, no solo por las lágrimas, sino por el alcohol que había consumido, no estaba acostumbrada y me sentía como si caminara sobre nubes.

James, no dijo palabras cuando abrió la puerta de una habitación y nos metió entro, estaba oscuro, pero de ultimas no importaba porque yo tampoco lograba ver mucho tampoco.

_¿James? ¿Dónde me trajiste?_ susurré con voz temblorosa.

_En un lugar donde podremos estar más tranquilos nena_ sentí en medio de la oscuridad como él tomaba mi rostro entre sus manos y me besaba nuevamente. Traté de dar lo mejor de mí en ese beso, juro que traté… pero aún parecía insuficiente para él, porque me tomó de la cintura y caminó conmigo hacia atrás hasta que mis rodillas dieron contra el filo de algo y caí hacia atrás, ahogué mi grito en su boca que no me soltaba y cuando me di cuenta, estaba acostada sobre una cama con James sobre mí.

Oh dios mío…

“Ten cuidado Bella… no me gustan estas fiestas…”

Las palabras de Edward revoloteaban en mi mente una y otra vez, en otra ocasión hubiese escuchado, pero en esta, quería a James tan mal… que sus palabras no tuvieron peso sobre mí.

Hasta que sentí una mano brusca tazar mi pecho dolorosamente,

_Ahh…James…_ gemí separando mi boca de la suya, cielos… me sentía muy mareada y ahora el dolor en mi pecho… _me duele_

_¿No te gusta rudo nena?... oh lo que te pierdes, ¿sabes qué?_ sentí que sus dientes se cerraban sobre mi pezón adolorido a través de la tela de mi vestido, cerré los ojos fuertemente mordiéndome el labio gruñendo de dolor _te haré amar el dolor_

Entonces cuando quise sacar mis manos de debajo de su cuerpo para apartarlo, no solo no pude empujar su pecho, sino que él las atrapó antes de siquiera tocarlo y las empujó sobre mi cabeza sosteniéndolas allí con una sola de sus manos.

_James! Por favor…_ lloré ahogando mis gritos con su boca sobre la mía. Oh cielos, oh cielos, oh dios…

_¡Oh, sí nena! Pide más…_

Sentí sus piernas separando las mías, él era fuerte, era muy fuerte… mis manos estaban sujetas sobre mi cabeza con mucha fuerza y sus besos eran frenéticos, sentí la protuberancia de su entrepierna sobre mi cadera, empujando, lastimándome…

_Por favor…_ rogué una vez más, sentía mis lágrimas saladas en mis labios, pero él no se detuvo. Parecía que mis ruegos lo hacían perderse más en lo que me estaba haciendo, así que solo decidí a mantener mi boca callada, a excepción de los lamentos y sollozos que salían de vez en cuando. Grité cuando sentí su dedo invasor dentro de mí, no…. No por favor, no estaba preparada, no aún.

Edward!

_Oh sí, mierda… tan estrecha_ dijo en mi oído. Cerré los ojos sollozando y doblé la cara hacia un lado cuando sentí su aliento sobre mí boca, era un error, esto era un error…

Edward…

Sentí sus manos rudas, su boca fiera y el salvajismo de sus acciones, pero mi mente estaba puesta solo en una persona, la persona que me había advertido de esto. “Cuídate Bella… por favor”…

Tan ingenua, ilusa y tan… inocente, hasta este momento, hasta que James me penetró fuerte y parecí rasgarme en dos. Solo recordé mi grito y todo lo demás desapareció.

Perdóname Edward… no pude luchar… no soy tan fuerte.

Sentí dolor, solo dolor… en cada minúsculo trozo de mi cuerpo, pero me moví sobre esa cama tratando de recordar algo de lo que había sucedido. Por alguna razón me sentía sucia, sentía asco de mí misma y entonces me percate que estaba desnuda envuelta en sábanas. Con el dolor entre mis piernas me senté sobre la cama y el horror inundó mi cerebro cuando vi la escena delante de mí.

James. Durmiendo a mi lado desnudo, Dios… ya no parecía tan guapo, ya no parecía el ángel que creí que era tan inocentemente. Las lágrimas volvieron a mis ojos y mi cuerpo comenzó a temblar, Tenía que salir de allí

Tropecé con mis movimientos y destapé a James, entonces descubrí dos cosas más: la sangre en la sábana blanca, mi virginidad pérdida y James despertándose, él me miró por un momento con sus ojos entrecerrados y luego gruñó fijando sus ojos en la sábana y me sentí aún más sucia cuando oí sus palabras,

_Aahg… sucia virgen, vete de aquí…_ dio vuelta su cabeza y siguió durmiendo, dios… tenía que salir de allí.

Con mi cuerpo adolorido tomé mi poca ropa y cubrí mi cuerpo, sequé mis lágrimas y con los tacones en la mano salí de allí. La vergüenza que sentía mientras caminaba hacia mi departamento, no era nada comparada con lo sucia que me sentía. Y entonces comprendí algo que era tan cierto y tan estúpido a la vez… no todo lo que brilla es oro. El oro te puede cegar y deslumbrar… pero también puedes salir herida por alcanzarlo. Y si duda todo eso me lo merecía por no haber escuchado y haberlo comprendido antes.

-o-

_ Estas escuchando_ mascullo con rudeza, haciéndome centrar en el ahora_ Nada de policía, Bella_ odie la forma en la que pronuncio mi nombre_ no querrás que nuestra hija sufra_ solloce_ aun eres esa mocosa asustada_ se regocijo_ como esa noche_ el asco, luchaba con el desprecio y las ganas de gritarle, pegarle y decirle lo que valía en el mundo, a cambio respire profundamente

_Quiero hablar con mi hija_ susurre con voz temblorosa

Por unos segundos la línea se quedo en completo silencio

_Mita_ el sollozo de mi niña hizo que las lágrimas volvieran con fuerza _Mita_ el miedo en su voz era más que palpable

_Ali, bebé ¿estás bien?_

_Quiero ir a casa mita ese señor no me gusta_ A mí tampoco cielo. Pensé _¡Quiero ir con mi papi!_ exclamo lagrimosa

Oí a James contradecirle con rudeza_ Yo soy tu papá_

_¿Mita?_

_Tranquila cielo, pronto iremos a por ti_ no alcanzo a despedirse cuando James ya estaba al teléfono

_Nunca le has hablado de su verdadero papá_ hablo burlón

_¡Nunca lo has sido, nunca lo será!_

Se rio con amplitud _Nada de policía, cuando decidas actuar a favor de nuestra hija devuelve la llamada _

No tarde mucho en llamar a Edward y ponerle al tanto de la conversación con James. Él prometió que la recuperaríamos y conociéndole lo haría, la traería de nuevo a nuestro lado.

En mi espera a por Edward me dirigí al baño, al verme al espejo quede con la boca abierta mis ojos estaban llorosos e hinchados, y mi nariz tan roja como la de Rodolfo el reno de Santa. Lave mi cara tratando de darme mejor aspecto.

Fiel a su palabra Edward no tardo en llegar junto con Emmett. Corrí a él, no demoro en envolverme en sus brazos y susurrarme palabras de aliento

_Jacob, le vendió la autorización que le diste_ conto Edward. La poca fe y confianza que tenía en Jacob se estropeo, el que lo nuestro no funcionara no le daba derecho para hacer lo que hizo. Amangualarse con James solo por egoísmo_ Pronto él tendrá su merecido_ prometió Edward_ ya ha sido suficiente de ese perro_

_Déjalo estar_ pedí derrotada

_No, Isabella, esta vez no lo dejare pasar, primero te hirió, luego te secuestra y ahora ayuda a ese… para llevarse a Alizzé, eso aquí y en la China se llama secuestro_ gruño_ Ya hemos tenido suficiente de ese par_

_¿Qué vamos a hacer?_ pregunte, Edward tenía razón

_ Aro, ya ha movido algunos hilos para evitar que salga de la cuidad_ pero algo en su tono me hizo pensar que no me decía todo _Ahora le llamaremos y fingiremos seguir sus reglas, pero, bajo ningún contexto iras sola_

Tuve que hacer de tripa corazón para poder hacer la llamada, con cada pitido mi corazón se aceleraba y mi garganta se secaba

_ ¿Dónde?_ pregunte sin dejarle tiempo para sus juegos _Dime, James ¿Dónde y a qué horas?_

_¿Por qué tan arisca, mi hermosa a virgen? Esa noche no tenías mucho afán _ mordí mi labio con fuerza, y me negué a buscar la mirada de Edward, esa noche no solo había perdido mi virtud, también había traicionado sin querer a alguien más _Vendrás sola_

_Iré con mí prometido _ corte de plano

_Sola , Bella, no querrás que tu noviecito oiga lo mucho que gemías por mi esa noche, y lo mucho que deseas volver a sentirlo_ trague las arcadas que se formaron_ No quiero que esto se complique _ gruño

_Iré sola_

_Al menor atisbo que me engañas, tu hija pagara las consecuencias_

_Lo prometo, iré sola_ podía sentir sobre mí la mirada de Edward, reprobando mi decisión

_Nos encontraremos en la biblioteca pública, en el cruce de la quinta venida con Spring St, llámame cuando estés allí_ con ello colgó

_No digas nada_ suplique a Edward_ Primero esta Alizzé. No puedo permitir que le haga daño_

Sujeto mi brazo con poca fuerza_ No hagas esto_ su voz sonaba tan cansada y preocupada, levante mi rostro para ver sus hermosos ojos nublados_ Bella…_

_Por favor Edward, confía en mi_ pedí _Nada sucederá_ poniéndome de puntilla bese sus labios_ sé que no me dejaras sola_ susurre _Iré en Taxi_

Podía estar aturdida pero no demente para ceder por completo a las demandas de James.

No tarde mucho en embarcarme en un taxi e indicarle el punto exacto donde debía dejarme, cada dos minutos giraba mi rostro para ver si Edward me seguía, no me preocupaba que él lo hiciera, me preocupaba que la policía apareciera y estropeara todo.

Cálmate Bella, todo saldrá bien.

El frio de la cuidad me hizo tiritar, mis nervios estando a flor de piel no ayudaban mucho, sentía que me observaban.

Esta paranoica

Mis manos temblaban mientras le llamaba e informaba mi posición, tenía que esperar unos minutos y luego tomar otro taxi que me llevaría al parque japonés al otro extremo de la cuidad. El taxista se empecino en hacerme charla que de manera brusca corte

_Necesito estar allí ahora mismo_ dije simplemente, volviendo mi rostro hacia la ventanilla El sector del parque Japonés, ubicado cerca del barrio Japonés y unos cuanto hoteles de poco costo.

El sol ya había caído, pague al taxista y camine hacia una de las bancas, siguiendo las indicaciones de James. Todo mi cuerpo estaba tan tenso como la cuerda de una guitarra. mi cabeza parecía ventilador, yendo de lado a lado, buscando entre las sombras, deteniéndome en los grandes árboles.

Acariciando mi brazo buscando consuelo.

Todo parecía sospechoso e inquietante.

El suave crujido me hizo ponerme alerta, saltando de inmediato de la banca

_¿Ja- James?_ vacile un poco

_Tan perceptiva como siempre_ se jacto él sin dar la cara_ ¿Has cumplido?_

_Claro que he cumplido_ repuse enfadada _nunca pondría en peligro a mi hija_

_Nuestra_

_Mi hija_ recalque_ nunca fuiste su padre, no lo eres y no lo será_ declare con vehemencia_ solo fuiste un donante de genes_ y gracias a Dios mi pequeña tenia la mayor parte de esos genes de mi familia, solo sus ojos parecían ser la herencia de él

_Nunca me diste la oportunidad de ser su padre_

Reí escandalosamente, llena de rabia, y dolor. Como se atrevía a decir semejante cosa cuando él mismo dejo claro que no era el padre _Que poca memoria tienes. Creo recordar que dijiste: No ser el padre de esa cosa, no querer tener que cargar con el hijo de una furcia y menos aun no ibas a romper con tu novia Victoria_ claro esa noche no sabía que él tuviera novia en casa

_Pues ahora lo quiero y exijo_

Volví a reírme con desprecio _Sal de una vez, deja de esconderte como la rata que eres_ grazne_ ¡Da la cara!_

Con una parsimonia inusual, dio un paso, luego otro, traía las manos metidas dentro de los bolsillo de sus pantalones, una chaqueta oscura y algo andrajosa y su cabello como siempre recogido como una vaca lo hubiese lamido. Mantuve mi mirada fija en la persona que más daño y a su vez mas alegría había traído a mi vida.

_¿Dónde está mi hija?_

_Nuestra hija nos espera en el hotel_

Apreté mis labios y sacudí la cabeza _ ¿a qué juegas?_

_Yo, a nada, solo quiero recuperar lo que por derecho me pertenece_ hablo tan sedoso y dócil, ocultando su verdadera naturaleza _Quiero a mi familia de vuelta; eso es todo_ sus ojos se veían inyectados de sangre, su barbilla con rastros de algo de barba.

Avanzo, sacando una de sus manos y alargándola hacia mí, reaccione dando un brinco hacia atrás , tropezando con algo, cayendo.

_No… no te acerques_ murmure _ ¿Que quieres?_ exigí saber, sin dejar de mirarlo, fui levantándome y limpiándome la suciedad

James, exhalo un dolido suspiro _Ya te lo dije quiero a mi familia, a mi hija, deja que reconozca a la niña como mía_

_La niña tiene nombre_ escupí _Se llama Alizzé Elizabeth Swan, y es mía, solo mía_

_La cosa es sencilla, necesito de la mocosa y de ti, si la quieres de vuelta tendrás que compartir la custodia conmigo dejar que la reconozca como su padre_ pero la forma en que hablaba solo acrecentaba la desconfianza­

_La secuestraste_ le recordé_ de quererla como dices no lo hubieses hecho_ trate de alejar las lagrimas de mi, tenía que estar atenta, no podía dejarle ver mi miedo_ le causas daño a mi hija, pero me pregunto ¿qué hay tras ese repentino deseo de ser su padre? ¿Por qué ahora, James?_

Tan enfática y concretada estaba que no note el momento en que corto todo espacio entre nosotros, sus manos se asieron a mi cadera con fuerza _No estoy para juegos estúpidos_ gruño _ el tiempo es oro, y en estos momentos se me acaba. Vamos acompáñame_

Claro, podía haber optado por no hacerlo, sobre todo porque tiraba de mi como si fuera un saco de papas.

Edward...

Le llame con mi mente. Mirando por encima de mi hombro con la esperanza de que llegara a rescatarme como siempre lo hacía.

Caminamos unos cuantos metros antes de entrar por una destartalada puerta a un edificio con menos decoro que un burdel, en silencio camine sintiendo el corazón latiendo con fuerza. Una vez abierta la puerta, la vi, sobre la cama.

Corrí a ella abrazándola con fuerza, _Ali, Ali, mi Ali_ solloce sin contenerme_ cielo, perdóname_ sus bracitos se engancharon con fuerza a mi cuello, llorando con el mismo sentimiento que yo_ Te amo, princesa_

_Mita_ su sollozo venia cargada con un hipido

Sin apartarme me levante caminando lo más lejos de James que pudiera. Susurrándole palabras de cariño y recordándole a su príncipe

_Ese señor dice que es mi papi_ susurro a mi oído sin levantar su carita de la curvatura de mi cuello_ no quiero que sea mi papi_

¿Cómo decirle que muy a nuestro pesar lo era?

_No puedes retractarte Isabella, permitirá que la reconozca como hija, permitirás que viaje conmigo a Nueva York_

_Solo reconocerla_ hable alarmada, con el nuevo rumbo _ nunca dijiste que querías llevártela_

_Para mí sería más fácil llevarlas a las dos, así ese estúpido abogado no tendrá que objetar nada y poder hacerme a mi herencia_

Lo sabía. Grito mi mente. James Connor no daba punta sin dedal, por eso su afán de encontrarme, de exigir se parte de mi pequeño pedazo de cielo. Trague todo lo que quería decirle, mas valía hacerle creer que cedería a sus demandas

_Esta noche no podemos hacer nada_ hable con aparente calma_ Puedes verte con nosotras mañana, así iremos a un juzgado para iniciar el debido proceso_ propuse, no sabía cuánto podía durar aquello pero, mientras pudiera dilatar el proceso lo haría

_De eso nada, cariñito. Tu y ella se quedan donde las pueda ver, no puedo darme el lujo de perderlas y dejar escapar de paso mi herencia_

Iba a replicar, cuando note el objeto en su mano apuntando a nosotras. Solo faltaba esto, a la guinda que daría la perfección al pastel. apreté el pequeño cuerpo de mi pequeña a mí, poniendo una brazo sobre su cabecita, protegiéndola de mirar el arma o la cara del hombre frente a nosotras

_Como digas_ susurre_ no hay necesidad de que uses eso_ mi voz tembló_ Ali y yo con gusto nos quedamos_ mi pequeña protesto, trate de controlarla_ guarda eso James_ ordene decidida _Si se te llega a disparar, no podrás llevar a cabo tu plan, en caso que algo me falta, Edward y mi padre quedaran a cargo de la custodia legal de m… nuestra hija; y de nada serviría tanto esfuerzo_

_Me parece que ya estamos hablando en la misma frecuencia_ dijo petulante_ En breve traerán comida para nosotros, _ hablo seguro, solo me limite a asentir_ ahora entrégame el móvil_ obedecí

La pequeña habitación parecía cerrase a nuestro alrededor, Alizzé, tenía sus ojos inflamaditos y su nariz tan roja como la mía, no recibió alimento alguno, tampoco se quiso alejar de mi, sus manitas se aferraban con fuerza a mi

_Nunca te dejare, bebé_ no parecía escucharme. Maldije a James una vez más.

No importaba cuánto daño me hiciera a mí, pero a mi pequeña. Tarde mucho tiempo en lograr que mi pequeña durmiera.

James reposaba en un pequeño sofá, mientras yo miraba la pared sin conciliar el sueño, sin sentirme segura, sin saber cómo salir de esta.

Edward, estamos bien. Podía ser tonto, sabiendo que Edward no tiene poderes, no lee mentes, pero queriendo de algún modo hacerle y hacerme sentir bien. Te amo, perdóname por no permitirte cuidar de nosotras una vez más.

Las horas pasaban con demasiada lentitud, la noche parecía no terminar, y por mas cansada que estuviera no conciliaba el sueño. la madrugada comenzó a llegar , lo supe por la forma en que la tenue luz daba en las transparentes cortinas,.

Eso y que mi pequeña despertar con muchas horas de antelación, agitada y desorientada

_Todo está bien_ le asegure acariciando su espalda

_Mita, tengo sed_ dijo al cabo de unos minutos

_Espera aquí_ pedí_ no hagas ruido, ¿entiendes?_ tras su asentimiento, fui al pequeño baño por un poco de agua.

En cuestión de segundo se desato el infierno, el fuerte golpe en la puerta, deje que el vaso cayera y corrí a por mi hija, la adrenalina corría por mi cuerpo , Alizzé aun estaba en la cama, pero entonces salto de ella y corrió, mis ojos se pegaron a la pequeña figura de mi hija corriendo a… levante los ojos para ver la cara de preocupación de Edward

_ ¡Príncipe!_ grito mi pequeña abrazándose a sus piernas, Edward no tardo en alzarla en sus brazos

_¡No te muevas, Isabella!_ no hacía falta mirar para saber que el arma de james apuntaba a mi cuerpo, quizás a mi cabeza_ Un movimiento y la mato_ prometió

¡AAaaaaaahhhh! sí, yo también quede gritando. Que puedo decir, Lullaby ha sabido poner el listón en lo más alto, y para dar la talla tenía que hacer algo ¿verdad?, este capítulo, gritos, juramentos, lagrimas y demás son cortesía de Lullaby y Ada, si, señoritas, nosotras también sufrimos. Puedo decir que este capítulo ha sido uno de los más difíciles de plasmar y que va con todo nuestro ánimo para todas ustedes. Esperamos os guste.

ahora me cuelo un anuncio parroquial: participo en el concurso Tu secreto, en Leda luna de invierno, vengo a pedirles por favor, su voto, mi lindo secreto es el número 4, ahí abajito dice concursa para Ada, si gano— y no es soborno— escribo una historia sobre lo que ustedes deseen y como lo deseen.

Feliz fin de semana, Ada