EVADIENDO EL AMOR Capitulo 24

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Estar lejos de la gente y la vida que conoce puede a su vez tener dos caras, la primera la añoranza de todo aquello; la segunda poder dejar atrás los pequeños baches para cubrirlos con mucha grava y hacer como que nunca existieron y que lentamente te vayas a acostumbrando a las nuevas situaciones.

Con los días se podía corroborar aquello que el tiempo pasa volando, la tranquilidad del pequeño y húmedo Forks no era ajeno a ello, en los días lluviosos y solos, cuando Edward a pesar de la inclemencia del clima salía a cumplir con su tarea, corría una de los pequeños sofás hasta la venta, con una taza de chocolate y nubecitas en mis manos , procedía a acomodarme y ver como la lluvia caía, dejando vagar mis pensamientos, sonriendo al reflejo empañado por la lluvia, suspirando por las cosas vividas por aquellas vendrían y por las que en el momento acontecían, en muchas de esos solitarios días podía darme cuenta de lo afortunada que era.

La emoción embargaba mi vida, ver como la relación con Edward por fin dejaba de ser tirante y se volvía más relajada, mas una relación verdadera y solida ayudaba mucho. Sentirle más fresco, por así decirlo a mi derredor contribuía un montón. Hablar, bromear e incluso fastidiarnos solo porque si, con los días se convirtió en uno de los planes favoritos, claro, también juagar ajedrez, intentar una que otra escaramuza con las cartas, el monopoly, las tardes y noches que no recurríamos a uno de los juegos, intentábamos con algo de cine clásico y contemporáneo, cuando aquello no era suficiente, terminábamos agotándonos en la cama, riendo al tiempo que nuestros cuerpos se acoplaban entre caricias y pequeños besos que erizaban la piel, no todas las noches hacíamos el amor, pero aquellas noches en las que solo nos abrazábamos hasta dormirnos eran tan gratificantes y llenas de pasión como aquellas en las que dormir no importaba.

Los dos primeros meses se pasaron como un suspiro. El siguiente mes pareció ir un poco más lento, mi rutina parecía estar establecida de manera implícita, dormía por lo general hasta pasada las once, me hubiese preocupado de no saber que era por el embarazo, una vez despertaba me dedicaba a arreglar la casa y preparar algo de almorzar, esperaba haber si Edward llamaba, si no podía acercarse a la hora del almuerzo, diligentemente llamaba a un taxi y le hacía llevarme al lugar de trabajo. a la tarde si llovía corría a mi lugar en la ventana, si hacia buen clima paseaba por el pueblo o me concentraba en tenderme en el césped junto al pequeño riachuelo y leer algún viejo libro comprado por Edward enviado por mi madre.

Tendía en la manta mirando al cielo y con el libro abierto sobre mi barriga, sonrió al ver como de un plano vientre he pasado a una pequeña montaña templada, y que con cada cambio físico, mi espíritu cambia.

El móvil a mi lado comenzó a vibra, no me molesto en revisar quien es solo hay pocas posibilidades de que sea o equivocado o alguien indeseado.

_Si_ mi voz sonó perezosa

_¡Cariño!_ exclamo mi madre jovial y podía apostarme a que sostenía una taza de té con limón y miel _ me tienes abandonada, ¿Cómo van las cosas por Forks?¿vendrán este fin de semana?¿ya hablaste con Alice?_ abrí la boca para responderle pero ella continuo hablando con rapidez, contado los últimos sucesos en la familias Swan y Cullen ya que según ella una vez Edward y yo nos unimos, también lo hicieron las familias, como si antes no fueran unidas. Hablo, hablo, hablo_ pero por qué tan callada_

Reí por lo bajo_ estaba quedándome dormida_ repuse a modo de disculpa_ no sé si esta fin de semana vayamos a Seattle¬¬, intentare convencer a Edward¬_
prometí¬_ todo depende de cómo vaya el trabajo, ha habido demoras con algunos materiales y el clima_ bufe_ no ha sido un gran aliado_

_lo sé, puedes creer que Charlie quería que viviéramos allí_ le imagine arrugando la nariz, a duras penas René soportaba Seattle, por ella viviría en una cálida playa_ Jacksonville, deberíamos haber seguido viviendo allá _
le oí hablar por media hora de lo que extrañaba de la cálida cuidad, de cómo mi padre prácticamente le chantajeo para ir con él al otro lado del país y como lo llevaba. mientras la oía, sobaba mi tripita_ bueno cariño_ hablo un poco más pausado_ quería hablar contigo, ahora_ se produjo un largo silencio al otro lado de la línea_ Esme quiere hablar contigo_

¬_Te quiero mamá_ balbucee en modo de despedida_ saluda a Ethan y a papá_

no tardo mucho en ponerse Esme al teléfono y usar eso tono rencoroso, mordí con fuerza el carrillo, ella seguía siendo la resistencia de estar en guerra ella seria parte de los rebeldes y no dudaría en bombardearme. Mi trato para con ella siempre iba a ser de lo más cordial e incluso condescendiente

_ …espero que estés cuidando bien de Edward, no quiere verle tan demacrado como la última vez que les vi, ¡Dios! estaba en los huesos, imagino que con tus caprichos y esa forma tan altanera el pobre no tiene un respiro_ puse los ojos en blanco y me permití sacarle la lengua cual chiquilla_ también espero que mi nieto u nieta este bien cuidado, ya sé como …._ decidí dejar a un lado el teléfono, tomar el libro y permitirme leer al menos una página, no quería responderle de mala gana a la mujer que trajo al mundo al hombre que me desespera, exaspera y me tiene loca.

me olvide por completo del pequeño artilugio negro hasta que volvió a sonar y me hizo dar un alarido, un pequeño quejido se escapo de mi antes de oprimir el botón indicado

_¿Si?_

La estruendosa risa de mi madre me tranquilizo_ a ese paso nunca le agradaras_ logro mascullar entre risas

_ antes le agradaba_ no quería que sonara a queja o a que me importara como me tratara Esme Cullen, solo decía la verdad_ y antes no le daba besos a su hijo, ni lo tenía en mi cama todos los días_ aporte con malicia_ entonces ¿Por qué me trata así?_

mi madre, intento darme consuelo, decirme que era algo normal que era típico de los padres reaccionar así cuando sus hijos ya dejaban de ser los pequeños y pasaban a ser los adultos.
_Ningún padre desea que sus bebés crezcan. No te preocupes ya se le pasara _

¿Sí? Cuando tenga cien años o así. Pensé socarrona

en esta ocasión no demoramos más de diez minutos, ya sin ganas de continuar con mi meditación recogí todo y camine a la casa, pase las siguientes horas cocinando, si Esme quería que alimentara a su pequeño mejor así seria, me importaba cinco que la mitad de todo lo que preparaba se perdiera, con tal de hacerle comer las palabras a esa bruja
Trate de no inmutarme cuando la sentí el movimiento en la puerta principal, me concentre en lo mío y solo en lo mío, aun no terminaba de preparar el postre

_Deberías estar descansado_ hablo, por encima del hombre le vi recargado en el umbral_ Esme llamo_ asevero sin dudar_ siempre que llama cocinas como para un cuartel_ intento bromear si éxito_ y siempre te digo que no le prestes atención_ se acerco hasta que sus brazos se ciñeron como esposas alrededor de mi abdomen, seguido de un beso en la mejilla_ vamos a relajarnos ¿Qué tal una película?_

_ Primero, terminamos la cena y luego vamos a por la película_ respondí sintiéndome más calmada y serena_ en cuanto a Esme hace tiempo dejo de importarme lo que piense_ mentí desastrosamente

Otra cosa que cambio en estos meses fue la habilidad culinaria de Edward, si bien no tenía el estilo cocina gourmet se defendía, sin más palabras me ayudo a terminar. Comimos en un silencio agradable, él se encargo de arreglar la cocina, tras una larga espera –sí, porque mi adorable marido decidió que película sin palomitas no era película-

_No olvides la mantequilla_ le recordé cuando vertía las recién y muy olorosa palomitas en el respectivo bol_ ¿puedes vertí unas pocas en otro bol?_ pedí desde mi silla. Me reí ante la enmarcación de sus ceja_ échale limón_ ordene_ este bebé tuyo está dándome mucho antojos_

Refunfuño algo, pero al final hizo lo que pedí, reí mientras avanzábamos a la sala.

_¿Y la película?_ pregunto mirándome con cautela. Esboce una sonrisa más que amplia, su rostro vacilo un poco, perspicaz, mi hermoso esposo y su perspicacia _¡NO! ¡NO!_

_claro que si_ hable con calma_ adoraras esta película_ le asegure sabiendo que lo más seguro era que durante una semana me echara bronca por hacerle ver algo tan rosa.

antes que pudiera reaccionar empuje su blanco trasero al sofá y en seguida encendí el DVD y la tele, suspire con la primera imagen de Gerard Butler con esa cara de adonis, esos ojos claro , su descarada e incitadora sonrisa- eso sin contar el cuerpazo de infarto-. Edward resoplo y gruño varias cosas feas, si, para él todo actor por el que suspirara o era gay o era muy feo. Reí

_ estas ciego, ese hombre está para comérselo lentamente_ el asegure prestándole atención al dialogo/ pela entre Gerry y Holly Kennedy_ ves, los hombres son insensibles_ le cuchichee, una pequeña risa se me escapo por la reacción en la pantalla de Gerard y en casa de Edward, la risa no duro mucho rápidamente paso al llanto cuando la felicidad de este matrimonio se convierte en perdida. de ahí en mas no deje de llorar y sorber por la nariz, podía decir que sentía la pena de Holly como mía, además a mi parecer es una injusticia que ella se quede así de desolada y sin el amor de su vida

Así es la vida. Pensé, mirando de soslayo a un Edward algo compungido Si le perdiera actuaria igual, quizás peor, podría dejarme morir. Me dije

_ No_ susurro Edward, como leyéndome la mente_ tendrías a nuestro hijo o hija_ balbuceo sin quitar la vista de la pantalla_ por ese pequeño tendrías que sobrevivir_

Asentí, sin ser capaz de pronunciar palabra alguna, el nudo que presionaba en mi garganta era más fuerte con cada segundo, toda la película llore por ella, por él , por el amor que la vida se ensaño en terminar. Llore tanto que al final mis hipidos terminaron por hacer eco, Edward me abraza con fuerza y en silencio, sosteniéndome hasta que me calme

_ eres toda una dulzura_ aseguro con un tono rasposo_ Bella_ levante mi cara y busque su hermosos ojos_ cariño, yo…_

_ no me digas que tienes un tumor, o que no cumplirá las promesas_ solloce

Negó varias veces, antes de devolverme una sonrisa_ quédate aquí, pequeña dramática. No te muevas_

Como niña buena me quede esperándole, mirando la pantalla azul, preguntándome que tramaría, llevaba días dando vueltas como perrito. así como se fue, llego, arrodillándose frente a mí, sonriéndome y depositando un beso en mi muy roja nariz, no había necesidad de verme a un espejo, sabía que tenía esa nariz roja por llorar

_hace unos meses… yo…fui un estúpido, creí que actuaba bien y… yo me case contigo sabiendo que no estabas en tus cinco sentidos_ abrí la boca para protestar decirle que aquello ya no importaba que no podía perderle, simplemente no pude decir nada, volví a cerrar la boca_ estos son los mejores meses de mi vida, si, un poco locos, puedes hacer que el infierno sea un paraíso_ fruncí el ceño_ pero no me importa, porque al final del día puedo abrazarte y pode gozar de este regalo_ inclino su rostro hasta dar con mi abultado abdomen y besarlo, luego hizo lo mismo con mis labios_ te he dicho que ante Dios somos y seremos marido y mujer porque lo sucedido aquella noche en Canadá fue de corazón, algo puro y sincero… casi¬_ murmuro más bajo_ pero ha llegado de enderezar aquello_ sus manos acunaron mi rostro, nuestros ojos se encontraron_ Isabella Marie Swan ¿quieres ser mi esposa nuevamente? esta vez de verdad ante los ojos de los hombres_

Una oleada de risa histérica e incontenible reverberó en el cuarto, las lágrimas saltaron de mis ojos y la débil respuesta ahogada. En medio del estallido de emociones Edward deslizo el pequeño solitario junto al anillo de boda

_hacemos las cosas al revés_ balbucee_ el solitario debe ir antes del anillo de boda

_ También encargamos antes y no hubo problema_ dijo riendo él, uniendo con rapidez nuestros labios en un fiero y hambriento beso, enredando nuestras lenguas, mordiendo nuestros labios.

La celebración se veía más que satisfactoria, más que explosiva, sus manos no tan suaves pero tampoco tan callosas acariciaban mi cuello con esa lentitud que solo hace que tu cuerpo se excite de anticipación, mi cuello temblaba de hito a hito, el calor creció como bola de fuego. mis dedos rastillaban con desespero sobre su cabello, pidiéndole más, mas de sus besos, de su cuerpo, de él.

_No podemos_ susurro contra mis labios, sin dejarles por completo. Gruñí en protesta

_Si_ respondí tirando de su labio y a la vez de su cabello _si podemos, antes de esta n noche hemos podido_ le recordé

_ no es por eso_ murmuro devolviendo el tirón de labios_ tene... tenemos visitas_

con eso se separo de mi para rápidamente alisar mi ropa y acomodarse la suya, le fulmine con la mirada, creyendo que aquello solo era otra de sus tretas para negarse a tener relaciones.

El sonido de una bocina provoco que él me dedicara una sonrisa presumida y un pequeño arqueo de ceja.

Antes que llamaran a la puerta, él tenía la puerta abierta, desapareció por ella, oí las voces con cautela, estando lejos del pueblo, no acostumbrábamos a tener visitas, menos cerca de media noche. Las puertas del vehículo se cerraron, seguidas de varios pasos y un cuchicheo. Me levante del sofá yendo a ver quienes nos visitaban

_A la próxima deben avisar_ gruñí antes de poder evitarlo

René, Charlie con Ethan en brazos, Esme y Carlisle me miraron sorprendidos
_Lo hicimos_ aseguro mi madre¬¬_ por eso llamamos a la tarde, ¿Esme no te lo dijo?_ fulmine a mi adorada suegra_ nos tomamos unos días y que mejor que pasarlo con ustedes lejos de tanta contaminación, además queremos ver como se gesta nuestro primer nieto_ dijo orgullosa_ ¬ahora deja que te abrace pequeña_

Con renuencia acepte el abrazo de ella, el de Charlie, el beso de Carlisle

_ Muero de sueño_ dije cuando tocaba el turno de Esme, si no era de su cariños, ella tampoco seria de los míos_ Edward les ayudara a ubicarse, buenas noches_

Este juego podemos jugar las dos.

Esa noche se noto el frio de pequeño Forks, eso y que Edward durmiera alejado de mi.

La mañana siguiente no mejoro mucho, me sentía indispuesta –si, Esme estaba en mi casa, cualquiera se enferma- aun asi puse mi mejor cara y desayune con ellos

_ Renovaremos votos_ anuncio Edward

Todos comenzaron a opinar, a meter sus narices en nuestro asuntos, vinieron los porque, exigían las explicaciones , oírles debatir como si fuéramos niños colmo mi paciencia

_No estamos casados_ hable alto, provocando que todos en el comedor se callaran_ no es de su incumbencia_ dije al cabo de unos minutos viendo la cara, en especial viendo a mi padre ponerse rojo como tomate¬

_ solo no estamos casados_ balbuceo mi padre_ solo eso, nos mantuvieron engañados todo este tiempo_

_ Si, lo que pase entre él_ señale a Edward_ y yo solo nos incumbe a nosotros, a nadie más, si no pueden soportarlo pueden dejar esta casa_ señale hacia una de las puertas

Las protestas y un nuevo estallido de argumentos se hicieron oír. Edward con ánimo de apaciguar el ambiente se atrevió a contar lo sucedido, me sentía humillada. No pude aguantarme, deje el comedor con los ojos llenos de lagrimas, por más que quisiera no podía evitar llorar. Me sentía rasgada y desconsolada. Nadie iba a entrar, me asegure de pasarle el seguro a la puerta y atravesar un mueble en el cual me acurruque.

Me mantuve en silencio cuando Edward, se acerco. Al igual que cuando todos los demás hicieron lo suyo

_ Todos pueden marcharse, no les quiero en mi casa_

_ Echaremos la puerta abajo_ gruñía Charlie

_ No pueden hacerlo, me lastimarían_

_Nena, sal_

_¿Para qué? quiero estar sola_ ya no había lagrimas_ quiero descansar y que dejen de entrometerse en mi vida_

Tras la misma respuesta y tónica optaron por no insistir más, agotada fisca y emocionalmente opte por dejar la seguridad del sofá y trasladarme a la cama donde no tarde en dormirme.

En el sueño suaves palabras eran susurradas y confortables caricias embriagaban no solo mi cuerpo, de compararse con algo seria estar volando, sentirse pleno, esa sensación que surge cuando las cosas sale como deseas. las cálidas palabras y tiernas caricias fueron constantes, aun así no veía nada, ni la misteriosa mano, ni el rostro del ángel que me consolara

_ déjala descansar_ reprendió una voz conocida_ quien inventara la palabra impulsiva no conocía a esta mujer_ dijo burlona la voz_ es igual a su madre, apasionadas en todo sentido_

No es un sueño. Me dije obligando a mis pesados parpados a moverse con cautela

_No debí haber dicho nada_ susurro dolido Edward_ las cosas marchaban bien, más que bien, lo estropeé contando nuestro pequeño secreto_ se quejo, tuve que morder mi carrillo para no reír, ya veía el fruncido ceño mirándome severo y sus hermosos labios con una molesta mueca

Charlie, rio estruendosamente por unos cuantos segundos antes de modular el volumen de su descarada carcajada_ si ninguno lo decía pronto, yo mismo me encargaría de que confesaran, mis métodos creo están pulidos_ se jacto en vaticinar_ ¿recuerdas?_

Edward se burlo por lo bajo, claro que lo recordaba, al igual que yo, en una ocasión de castigo al no enterarse de quien era el responsable de mensajes subidos de tonos nos envió a un campamento militar por todo un verano, mientras el resto de nuestros amigos vacacionaban en Australia , desde ese verano a la edad de dieciocho aprendimos a ser mas meticulosos con nuestras vendettas

_¿Como…?_

No termino Edward de formular la pregunta cuando Charlie respondiera con notoria satisfacción_ Si las todo hubiese sido como debía ser_ implícito tono de desagrado y reprensión_ ella se hubiese marchado contigo una vez llegaron de Vancouver en cambio corrió a esconderse como ratoncito asustado. Conozco a Bella, aunque no lo parezca _ se produjo un largo silencio, antes que retomara su discurso analítico-deductivo_ Nunca registraron su vinculo legal, ni validaron dicho vinculo ante la respectiva autoridad, y en tu oficina hay un sobre membreteado por esa amiga tuya… si la abogada, y no, no se requiere ser genio para saber que es la anulación del “matrimonio”. Al menos en esta ocasión están haciendo las cosas como se deben_

_ Eso, si no me tira el anillo a la cara_ mordí de nuevo mi carillo. No haría semejante cosa, no soy tan cruel y perversa como para burla lo que hemos vivido en los últimos meses _Charlie…_ hablo con cierto temor_ Bella… ella… yo… nosotros_ notaba su nerviosismo_ quiero decir_ se aclaro la garganta_ está de más tiempo del que creen_

_lo sabemos_ rio_ Esme y René han estado embarazadas. Carlisle y yo hemos tenido que llevar cuentas en unas cuantas ocasiones, y Isabella tiene una barriga delatora. Carlisle tendrá que pagarme_ volvió a reír_ él se la jugó a que harían pasar al niño por prematuro. Debió confiar un poco. Ahora, vamos dejémosla descansar_

Con más cuidado del debido se marcharon de la habitación dejándome sola, los sonidos de la casa no tardaron en cesar. Sobe mi estomago y susurre lo tonta e impulsiva que era, auto recrimine mi forma de actuar. Cuando mi estomago produjo más de un ruido, me obligo a levantarme e ir en busca de comida. No me extraño el silencio reinante, ni la ausencia de mi familia. Prepare algo liviano, en vista de que estaría sola tome mi manta y uno de los libros. Tras ocultarse el sol volví dentro de la casa, prepare comida para todos. Nadie llamo.

Me lo merezco. Me regañe. Cene en solitario, y del mismo modo fui a la cama, sola y sintiéndome la peor persona del mundo.

Volví a despertarme a la madrugada, Edward dormía junto a mí, me atreví a tocar su mejilla con reverencia y besar sus labios casi fugazmente

_ Lo siento tanto_ dije con voz ronca.

Me acomode a su lado pasándole uno de mis brazos por la cadera.

A la mañana me obligue a hablar con claridad con el padre de mi hijo y el hombre que amo, él aseguro no era necesario
_ No debí incomodarte_ repuso restando importancia a mi explicación y disculpa_ hoy es hoy, el ayer no me importa_

Allí quedo la maldita reacción inmadura de una mujer embarazada y casada
Durante las dos semanas siguientes nuestros padres se mantuvieron “profundizando el vinculo filial” limando asperezas, renovando amistades, lástima que Esme parecía no querer ni una ni otra cosa conmigo. Si bien, no me trataba mal, tampoco muy bien.

_ Es tu hijo, no un prospecto de novio u esposo_ farfullaba iracunda René en la cocina una tarde en la que las dos “preparaban pasteles”_ deja de tratarla como si fuera tu enemiga, ¡Por Dios! la viste crecer, es la mejor amiga de tu hija_

_ ¿No lo entiendes?_ se quejo Esme

¬_ ¿No? ¿acaso Isabella, no está casada?¿cómo reaccionarias si la situación fuera al contrario, si fuera Edward al que le hiciera los desplantes?_

_Madre, no es necesario que defiendas lo indefendible, me da igual como Esme quera tratarme, puedo vivir con su palpable aversión, además estoy y estaré casada con Edward no con ella o Carlisle, o con papa y tu_ sonreí_ venia a ayudarle, si no es molestia_

Desde esa tarde de pasteles poco o nada nos determinamos hasta su partida.

Con Edward las cosas volvieron a lo que eran un pequeño paraíso, tanto así que termine asesorándole en algunas cosas sobre el proyecto de Forks y un misterioso proyecto para un potencial e importante cliente el cual tendría que supervisar una vez volviéramos a Seattle.

_ Me dejaras acompañarte a ver ese misterioso proyecto_ pedí por millonésima vez la semana previa a nuestro regreso_ estoy intrigada_

_ No, tienes que verte con las demás_ fingía estremecerse_ para terminar de coordinar los detalles de nuestra boda. El próximo fin de semana serás mi mujer ante los ojos de todos_ se inclinaba a mi lado y besaba mis labios. _Puede que tras la boda y unos días de descanso te lleve_ prometía

_ ya he descansado mucho_ hacia un puchero_ llévame_
¬_ Te tengo malcriada, señora Isabella_

_ Pues no quiero ir, no me lleves_ refunfuñaba

_ La psicología inversa no va conmigo_

Y no fue, ni iba con él, solo fue llegar a Seattle para corroborar que no me dejaría ver el maldito proyecto secreto, ni siquiera Charlie daba explicación, por más que intente sonsacarle la información en la reunión de celebración por el ascenso de mi esposo.

_ No se dé que proyecto me hablas. No lo conozco_ respondió a lo largo de la noche

Tampoco pude insistir mucho ya que Rose, Alice, mi madre se aseguraron de mantenerme en el centro del huracán, el estomago se me revolvía con todo lo que tenía que soportar, ninguna parecía entender que nuestra unión seria “ sencilla”, se aseguraron de hacerse aun vestido con escote tipo corazón que resaltaba los ya de por si henchidos senos, lo suficientemente ancho para que mi abdomen no se viera estrujado, y lo suficiente largo y de color perla con un cinto ancho de color burdeos, aunque insistieron en blanco no cedí en ello.

Contratar con la casa de banquetes, decoradores, floristería, la iglesia, el curso prematrimonial, los respectivos ensayos, todo ello me consumió las dos semanas que restaban para la boda. Al llegar a casa caía como roca, Edward se aseguraba de llevar comida y preparar agua tibia para que mis pies y luego un masaje.

_ no tenemos tiempo ni para tontear_ me queje la noche anterior a la boda_ debimos irnos a Vancouver y casarnos a escondidas de esa familia de locos que te gastas_

_ La tuya_

_ La misma_ gemí placentera_ tienes unas manos prodigiosas_

_ Una boca y otras cosas también_ me embromo

_Vancouver, James, Laurent aun tenemos tiempo_ rio ronco antes de besar la punta de mi redondeado y tenso estomago
_ Tienes una madre terca, espero que no seas como ella_ susurraba como si no me enterara.

Por decisión unánime decidimos no saber el sexo del bebé, si el embarazo y el verdadero tiempo de gestación meses atrás fue sorpresa, también lo sería el sexo. Teníamos una habitación con cuna, ropa y juguetes lo mas neutros que pudimos , luego del parto y según el sexo del bebé decoraríamos.

_ Pero que a tu hermana no se le ocurra hacerme dormir lejos de ti. La mato_ le asegure

****

El día de la boda llego inminentemente y totalmente soleado, el encapotado cielo de Seattle parecía alegre. Temprano me traslade a la casa de los Cullen para arreglarme, todo un día separada de Edward, sin una llamada, sin una palabra que alejara mis estúpidos temores a quedarme plantada en el altar. Un día siendo tratada como una muñeca.

A la tarde, con la puesta del sol un viejo Collins blanco con adornos de color perla me recogió, dentro mi padre aguadaba con una sonrisa de orgullo, mi madre apretó mi mano durante todo el camino a la iglesia.

Ethan, mi pajecito fue encargado a Alice y Rose, mis damas de honor. Frente a la pequeña capilla y antes de dejar el calor del vehículo beso mis mejillas y dejo escapar varias lagrimitas perdiendo la batalla para enjugarlas y ocultarles de mi.

Charlie, no dejaba de mirarme como si fuera una princesa, la más hermosa princesa del mundo. Susurraba enriquecido varios halagos, sujeto con orgullo mi mano y me condujo dentro donde un Edward de traje y pajarita esperaba , acompañado por Emmett,. Jasper James y Laurent. James seria nuestro padrino.
No sino la marcha nupcial, como debería ser, a cambio la potente y romántica voz de una mujer se hizo oír cuando pise dentro de la capilla, m cada palabra de aquella delicada y amorosa canción provoco que mis ojos se llenaran de lagrimas y mis labios temblaran. Alice me reprendió con la mirada exigiéndome entereza, podía oír le decir

_ El maquillaje Bella, el maquillaje_
a duras penas logre llegar al altar, donde Edward envolvió sus brazos alrededor de mi, y susurraba

_ Contigo, Bella, contigo, todo contigo_ beso mi desnudo hombro, volviéndose hacia el cura.

La solemnidad y la pulcritud de la ceremonia solo corroboro que nuestra unión seria ante los ojos de Dios para siempre, y ante los ojos humanos hasta que nuestro amor aguantara

Para toda la vida. Me prometí

Los votos fueron pronunciados casi al tiempo, mientras Edward los decir yo los susurraba, cuando yo los declare en alto, él los susurro. No esperamos a que nos permitieran darnos el beso. Nuestros labios se unieron como dos imanes, en una profunda y larga caricia

Ni la risa, ni las bromas, ni el carraspeo de nuestra audiencia hicieron que el beso se cortara, tampoco lo logro la hermosa canción que la mujer oculta entonaba, una canción que describía la magia de nuestro amor, la pureza y lo hermoso que es la vida

_ Te amo_ susurre cuando nos separamos

_ te amo mucho mas_ aseguro, sonriendo.

Emmett toco su hombro y con un casi imperceptible movimiento le largo un micrófono. Oír a Edward terminar de cantar aquella canción desato mis lagrimas, su mano sosteniendo la mía mientras sus ojos fijos en mi aseguraban que lo nuestro era y sería algo más que amor. Al terminar me lance a sus brazos abrazándole con fuerza, diciéndole lo mucho que le amaba.

Salimos de la capilla, tras el estallido de granos sobre nosotros y unas cuantas fotografías. En Collins debía conducirnos a la casa Swan, no dije anda cuando el vehículo tomo otra vía. Mi protesta fue silenciada por uno de sus dedos.

_ es mi regalo de boda_ susurro apodándose del lóbulo de mi oído, y provocando que todo mi cuerpo despertar a su toque_ ahora se buena niña y cierra los ojos_

Intente mantenerlo cerrado pero, la curiosidad me hacia entreabrirlos. Hasta que la oscuridad se apodero de ellos, una suave y fría seda fue puesta sobre ellos

_ eres una tramposa, y quiero que sea sorpresa_

El coche se detuvo lentamente, los sonidos se hacían más potentes. El frio golpe con fuerza cuando la puerta se abrió y su suave mano tomo de la mía, indicándome lo que tenía que hacer. Los pasos a dar, o la fuerza ejercida a su mano

_ aquí, quédate aquí_

Su cuerpo se acomodo tras de mí, sus manos desataron la tela de mis ojos, parpadee varias veces hasta ver frente a mí una gran casa de color terracota y un pórtico de madera estilo rustico, sin vallas blancas, pero con un hermoso jardín

_ Nuestra nueva casa_

Una exclamación algo alta dejo mi garganta, sacudí la cabeza, negando su detalle, ahogando las lágrimas de felicidad. Tiro de mi dentro de la opulenta casa, mostro rincón a rincón el sitio que sería nuestro nido de amor

_ Faltan algunos detalles, pedí que trabajaran más tiempo para este día_

_Yo… no puedo…_ susurre _ no tengo nada para ti, nada_

¬_Si que lo tienes, tienes tu amor y nuestro hijo, tienes todo_ jalo de mi mano para que sus labios pudieran colapsar contra los míos_ no te evadirás ahora, Isabella. Ya es tarde. Demasiado tarde para huir de esto_

Correspondí a su beso con la misma pasión, dándole lo único que podía en el momento, sinceridad, respeto, lealtad, mi corazón y alma completos e irrevocables. Hasta nuestro pequeño retoño estuvo de acuerdo cuando pateo suavemente mi abdomen.

Los días de evadir a mi amor terminaron, ahora vendrían los días de proteger y alimentar ese amor.

¡Hola! ¡hola!
Mis niñas hermosas aquí estoy con el último capítulo de esta historia, quise y dese poder culminarle antes pero varias cosillas se interpusieron falta de tiempo, enfermedad, vacaciones, una pequeña baja de inspiración, y hasta una persona que altera mi loco corazón*suspiro* pero aquí estamos. Sí, estamos, Rosana y mi loca mente me acompañan, las canciones que dice el capitulo son Contigo y Magia de esta gran cantautora . Si me da tiempo el epilogo lo subo el domingo, si no, el lunes. Solo me resta agradecerles a todas por su paciencia, por sus comentarios y por seguirnos. GRACIAS SON USTEDES MARAVILLOSAS.

Mi anuncio parroquial, haz el bien y no mires a quien. Suena lindo ¿verdad? Hacerlo se siente igual de bien—muchas veces las cosas se salen de nuestras manos y pueden llegar a ser menospreciadas pero si lo haces con sinceridad vale la pena—dirán que me termine de enloquecer, pero, tengan en cuenta que lo que hoy siembras mañana se recoge, así que piénselo.

Les dejo mi cariño, un abrazo fuerte y una gran sonrisa para que esta semana las cosas les salgan como desean y quieren.

Ada