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Gracias por tu visita, los fics que se publican aquí son salidos de mi imaginación, con los personajes prestados de la gran Meyer… te agradecería que me avisaras si ves algún fic mío publicado por la web, eso se llama plagio y hay que combatirlo. Gracias!

Te toma muchos minutos leer un capitulo? Entonces puedes tomarte un minuto para comentar, no pido nada más. Escribe que algo dejas y lee que algo llevas.


One Shoot, Seda. Regalo de Leymi

Gracias Leymi!!!! Este es el sueño de toda mujer... uff


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SEDA

Estaba perdido mirando el horizonte y apreciando el inusual sol tan brillante que se levantaba en este medio día en Seattle, era algo que se podía decir nunca se veía, en este estado tan lluvioso este clima era nulo, pero especialmente hoy cuando mi mente estaba más confusa y me sentía tan devastado, una luz brillaba para mí.

Porque yo Edward Cullen a mis 34 años, me sentía como un adolescente comenzando a enamorarse, todo lo que pensé que era mi vida se veía en juego por ella, todo lo que pensé perfecto hasta hace ocho meses ya no lo era me faltaba algo y en este momento sabia muy bien que era.

Tenía todo lo que siempre quise, lo que soñé, todas mis metas estaban cumplidas a cabalidad, nunca necesite de nadie para sentirme pleno. No, eso no entraba en mis metas. Cuando a lo largo de mi carrera obtuve un logro me fue más que suficiente celebrarlo con mi única familia, mis padres siempre estaban conmigo, a ellos les debía todo lo que era y lo que soy.

Pero esa perfección se acabó cuando llego ella y me hizo ver con esa mirada de ángel y cuerpo de demonio todas las imperfecciones que me rodeaban, todo lo que no anhele y desee lo quería en este momento que no lo podía tener.

Porque maldita sea era mi alumna y una niña, aun que tus gestos me griten lo contrario, no la podía poseer; era como ese fruto prohibido del que no se puede comer, pero del que más ansias tienes de probar, para mi era mi demonio personal.

Esta mañana no asistió a clase y me carcomía la cabeza pensando el porqué, se por información del director que era un poco mayor para estar aun en secundaria, y que unos años atrás tuvo que interrumpir los estudios por problemas de salud, pero también sé que ya esta completamente recuperada y que ningún mal la aqueja. ¿Pero si recayó?, no quería pensar lo que sentiría si no la volviera a ver, porque de seguro que se ausentaría. ¿Y si no fue ese el motivo, cual seria la verdadera razón?, ¿lograría contratar ese tutor que necesitabas para avanzar en mis clases de Francés?
— ¡No! — rugí en la soledad de mi departamento, era solo mía y nadie tenía ese derecho de enseñarte algo que solo yo podría.

Me pase con fuerza las manos por el cabello, esto me está sobrepasando; no podía ser que una alumna me estuviera haciendo sentir de esta forma, si mi tío Aro se diera cuenta que había quebrantado una de las principales normas que me impuso en el momento de darme este puesto estaría indignado.

Lo único que me reconfortaba eran las sabias palabras de mi mejor amigo Emmet, él al ver mi desesperación cuando le confié mi secreto me dijo que aguantara un poco más que ya pronto se acabaría este año escolar y se graduaría de la secundaria para ir a la universidad; eso pasaría exactamente en dos meses, los cuales yo no quería que pasaran, no quería tenerla lejos de mi, sabia que todo esto era algo loco de escuchar y aunque me resistiera a tenerla cerca tampoco quería que se alejara.

En clase la observaba en todo momento y con eso me conformaba, amaba sus gestos cuando estabas concentrada o su cara de frustración cuando no era capaz de pronunciar las tildes en las oraciones correctamente, sus sonrojos cuando la corregía, lo vulnerable que se veía cuando tenia que  exponer delante de todo el salón de clase y que sus compañeras se rieran, en realidad amaba todo de ella.

En ese momento el timbre de mi departamento me trajo a la realidad y me di cuenta que en mi entorno nunca existiría, porque esto no podía ser, era un absurdo, la seguiría viendo como lo que era un imposible. El timbre volvió a retumbar y me apresure a abrir porque sabía que si dejaba mucho tiempo a Emmet parado allí me lo dañaría, él era el único que se presentaba acá sin tener que ser anunciado por el conserje, por el motivo de vivir en el mismo edificio que yo.

Pero cuando abrí allí como un ángel estaba ella aun vestida con su uniforme, me sonreía tímidamente y un furioso rubor cubría toda su cara, y sus ojos tenían un brillo de travieso.

— Srta Swan —  murmure, tratando de esconder mi nerviosismo, al tenerla acá en mi departamento sabia que estaba a su merced.

— Buenas tardes Profesor Cullen — balbuceo rápidamente y una sonrisa tímida se instalo en sus carnosos labios. — Perdone que lo moleste, pero no pude asistir a clase, sé que no quiere ser mi tutor porque su tiempo no le da profesor Cullen, pero por favor, por hoy ayúdeme a entender lo que explico esta mañana en clase — dijo rápidamente en un susurro.

Una sonrisa se instalo en mis labios se veía tan hermosa así nerviosa. — Claro Srta Swan, entre — dije, haciéndote un ademan para que pasaras a mi departamento.

Sus ojos divagaron por toda la estancia rápidamente, se dio la vuelta y quedo enfrente mio, en ese momento me di cuenta de un detalle que me llenaba de curiosidad y mira confundido su vestimenta, ella tímidamente bajo la mirada y con nerviosismo aliso su falda.

— No fui a clase hoy porque cuando estaba en camino al instituto me encontré a Alice muy enferma y la acompañe de vuelta a su hogar, pero como estaba sola no quise dejarla allí así y por eso no asistí en el día de hoy, espere hasta que su hermano Emmet llegara. Luego me dirigí acá y por eso no me he cambiado — dijo levantando sus hombros con indiferencia, en ese momento nuestras miradas se cruzaron y la de ella tenia algo especial era como si la inseguridad que la acompañaba cuando llego la hubiera perdido.

— Es una razón justificable Srta Swan — dije con indiferencia. — Vamos a mi oficina — susurre dando la vuelta y dirigiéndome a la parte trasera de mi departamento. Cuando llegue abrí la puerta y deje que pasara, le indique que entrara y se sentara en el extremo contrario de la mesa.

— Bueno Srta Swan, la pondré al corriente del tema que se trato hoy en clase — le dije y luego le entregue los documentos. Ella los recibió y me sonrió.

— Gracias profesor y una cosa, dígame Bella por favor — sonrió con inocencia, le devolví la sonrisa y negué con la cabeza.

— Eso no podrá ser, sabes que las formalidades en el instituto no están permitidas y aunque estés en mi casa sigues siendo mi alumna — dije sintiéndome el hombre más miserable en ese momento

— ¿Tampoco Isabella?, es que no me gusta que me llames de esa forma Edward — susurro y se quedo mirándome entre sus gruesas pestañas. Trague audiblemente porque mi nombre en sus labios se escucho malditamente bien. Me aclare la garganta.

— Esta bien, Isabella — le sonreía para luego seguir. — Primero te leeré el documento y luego tú lo harás, para que contestes las preguntas que aparecen en este otro documento — dije entregándole un nuevo documento.

Comencé a leerle Absence de Alfredo Gangotena era uno de mis poetas favoritos. Isabella me observaba concentrada sus ojos no abandonaban mis labios como si estuviera grabando en su memoria cada forma en la que yo pronunciaba las palabras en francés. Cuando termine nuestros ojos se encontraron y los tuyos tenían un millón de emociones reflejadas en ellos.

— Hermoso — susurro sin aliento, te hice una señal para que comenzara a leerlo ahora ella.

Enderezo su postura y tomo con firmeza el documento, aunque trataba de mostrar seguridad un leve temblor se notaba en sus manos, tomo una respiración profunda y un coro de ángeles inundo mis oídos, yo la miraba embelesado su lectura era impecable, sabia leer perfectamente el francés, la pronunciación era correcta en ningún momento de la lectura erro todo fue acertado, de la alumna insegura que se mostraba en clase a la que tenia en frente mio no había similitud, era como si nunca hubiera tenido problemas con el idioma, como si fuera algo natural para ella, lo hablaba con fluidez y seguridad.

En ese instante comprendí que ella no tenia problemas con el idioma, que todo era una mentira, que ella fingía no saberlo por eso era que cuando hablaba en publico todas sus compañeras se reían. ¡Dios que estúpido fui!

Deje que terminara la lectura y cuando lo hizo comenzó a  contestar las preguntas que le entregue y no falló, contestaba correctamente cada pregunta no tenia ni una tilde fuera de lugar todo era correcto, se le notaba el conocimiento del francés y no pude más, mi temperamento me sobrepaso y en ese momento le arrebate el documento.

— No creo que esto lo hayas aprendido con solo verme leer una vez Isabella — rugí señalándola con las hojas.

— Edward — sus ojos se ampliaron en confusión, pero cuando vio lo que le señalaba si rostro cambio a claridad y culpa. — Yo…. solo… — balbuceo rápidamente, pero no la deje continuar.

— Con esto me queda claro, que fui un estúpido para ti. Dime una cosa Isabella, ¿Era muy emocionante hacerme ver como un estúpido ante tus compañeras? — dije con toda la furia saliendo de mi, en ese instante mire sus ojos, estos solo demostraban culpa pero nada más, su postura me dejaba ver que no tenia miedo de que la hubiera descubierto, el miedo de hace un instante se había evaporado. Tenia los labios apretados como conteniendo una carcajada y solo la miraba con recelo y confusión. Ella se paro y me miro fijamente.

— Edward, si te hubieras dado cuenta que yo sabia bien el idioma no estaría en este momento acá, sentada en tu casa — dijo señalando todo lo que nos rodeaba, y peligrosamente se inclino sobre la mesa para quedar más cerca de mi. — ¿No te has dado cuenta que desde que llegaste solo he tratado de hacer todo para estar cerca de ti?, ¿Qué cada vez que me ignoras muero lentamente?, ¿Qué cuando te negaste hacer mi tutor yo no quería otra persona que no fueras tu? — susurro cerca de mi rostro, en ese momento me di cuenta lo cerca que estábamos, rápidamente retire mi silla de la mesa y me pare necesitaba claridad en mi mente para contestarle mayor blasfemia que había dicho en mi vida.

— Nunca te he dado a entender nada de eso Isabella porque tú no me importas, tienes que entender eso, entre nosotros solo habrá una relación formal por lo que se confiere al estudio, pero en lo personal no hay un nosotros. Tienes que comprender eso — dije y levante la mirada para verla acercándose a mi decididamente.

— Eso es una mentira Edward o dime ¿Porqué no eres capaz de decírmelo mirándome directamente a los ojos?, ¿A que le tienes miedo?, ¿Al que dirán los demás de ti, por estar con la personas que amas? Porque aunque lo niegos yo sé que me amas, lo veo en tus ojos cuando me miras, cuando me acerco a ti tus manos tiemblan y tu respiración se acelera igual que la mía, nunca en mi vida había estado tan segura de algo como el amor que siento por ti — dijo y en ese momento ataco mis labios con los suyos, era un beso desesperado, necesitado y lleno de amor.

Mis manos acunaron su hermoso rostro, su piel era suave y sus labios sabían a gloria, toda ella era perfecta. Su aroma envolvía mis sentidos haciendo que no pensara en lo que estaba haciendo, solo deseaba tocarla y que esto nunca terminara, ella era todo lo que necesitaba para que mi mundo estuviera completo. Sus piernas se envolvieron entorno a mi cadera y no puede evitar el gemido que se escapo de mi garganta, ella tenia razón la amaba más que a mi vida y no podía negarle nada, aunque mi carrera se viera comprometida, por ella seria capaz de dejarlo todo.

Camine con ella en mis brazos hasta mi cuarto, todo la lucha interna que tenia esta mañana por lo que sentía por ella se evaporo no podía para con este frenesí que nos envolvía, con cuidado la deposite en el centro de mi cama y sin que mi peso callera sobre ella me ubique encima, bese cada parte de su rostro con devoción, contemple todo su cuerpo con mis ojos su piel era como la de un melocotón suave y tersa, mis labios recorrieron cada longitud de su cuerpo no queriendo dejar ni una pulgada de él sin que mis labios lo tocaran a medida que la ropa abandonaba nuestros cuerpos, sus manos con nerviosismo me ayudaban a quitarme la ropa y sus ojos cafés me gritaban todas las cosas que su boca no era capaz de pronunciar.

— Te amo Isabella, no sabes cuanto — susurre después de un tiempo de estar acariciándonos y besando cada parte de nuestros cuerpos, para luego con cuidado alinearme en su entrada para penetrarla lentamente.

Sus ojos se cerraron con fuerza pensando que no me daría cuenta en el momento que atravesaría esa barrera que la convertiría en mujer y al darme cuenta de eso avance con mas lentitud no quería hacerle daño y sabia que esto era una experiencia única en la vida de una mujer y que según como se sintieran en ese instante quedaría grabado a fuego en su memoria, y quería que eso nunca se le olvidara que supiera que era mía para siempre.

Esa tarde podía decir que había conocido el cielo habíamos hecho el amor y luego de esa experiencia Bella se quedo dormida en mi pecho, yo la observaba se veía como un ángel, al cual nunca quisiera dañar, pero en realidad ella era mi demonio el que llego a tentarme y a ofrecerme un fruto prohibido que jamás debí haber probado pero era masilla en sus manos y no sabia como iba a para todo esto sin hacernos daño.

Lentamente me pare de su lado cuidando no despertarla, le había dado dos calmantes para que cuando se despertara no sintiera dolor. Me puse mis bóxer y me dirigí a la cocina para servirme jugo de naranja sentía que mi garganta seca, ya estaba de noche y como el clima de Seattle era impredecible, en este momento caía una tormenta eléctrica. Mi departamento se sentía frio me dirigí a la chimenea para encenderla cuando lo hice me acomode frente de ella en los almohadones que la rodeaban, necesitaba despejar mi mete pensar que haría ahora, de lo único que estaba seguro era de que no podría vivir sin ella, pero no podía arruinar su vida, todas la señalarían y eso nunca me lo perdonaría.

Tenia la vista perdida en el fuego cuando unos húmedos labios besaron mi barbilla y unas cálidas y pequeñas manos rodearon mi cuello, estaba de arrodillas a mi lado solo llevaba puesta mi camisa y su cabello caía en cascada por sus hombros, sus labios eran adornados por una hermosa sonrisa que hacia tartamudear mi decisión.

— Bella — dije para que viera que lo que le iba a decir era enserio, su vista se poso en su regazo y negó con la cabeza furiosamente.

— No, Edward lo que vivimos esta tarde fue muy hermoso como para que me hagas creer que fue un error, si para ti lo fue para mi no y nunca, escúchame bien ¡nuca me arrepentiré de lo que paso! —

— Yo tampoco me arrepiento Bella, solo tienes que entender que no esta bien, tu eres mi alumna y si la gente se dad cuenta pensara que me aproveche de eso, a demás de que solo tienes 18 años demonios ¿Que más quieres para que digan que me aproveche de ti?, ¿O es que eres tan ingenua como para que todos piensen que estuviste conmigo por que me amabas?, No, Bella todos nos juzgaran y señalaran por lo que somos alumna y maestro eso es lo que somos para los ojos de los demás — detuviste mi perorata cuando delicadamente posaste tus dedos en mis labios.

— No Edward, no creo que nos miran así pero por mi estaría bien que lo mantengamos en secreto mientras se termina este año en el instituto, para eso solo faltan dos meses — sus palabras eran de esperanza como si en realidad ella creyera que nadie nos iba a mirar mal por lo que éramos. — Cuando me gradué técnicamente dejare de ser tu alumna y así podríamos hacer oficial lo nuestro, y no me digas que es por lo de la edad que eso si no te lo perdonaría yo te amo como eres y nada de eso me importa y lo que piensen los demás sobra — dijo mirándome a los ojos en los de ella solo veía honestidad, me amaba sin impedimentos.

¿Seriamos capaces de guardar lo nuestro?, ¿Me concentraría teniéndola cerca con todo lo que ella influencia en mí?, y lo mas importante ¿Seria capaz de disimular lo mucho que la amaba?, en ese momento busque sus labios como un mendigo pidiendo una limosna. Sí, yo será capaz con esto por un tiempo no tenia duda de ello, porque la necesitaba como el oxigeno en mi vida.

La bese con desesperación, euforia por la adrenalina de saber lo que haríamos, mi lengua invadió su boca y mis manos avariciaban tocar todo su cuerpo, la coloque a ahorcadas encima de mi sus manos se sujetaban fuertemente de mi cabello creando un frenesí en mi interior por poseerla, la despoje rápidamente de mi camisa haciendo que todos los botones salieran volando por la habitación, su piel brillaba con la luz del fuego y sus ojos me mostraban el deseo que la invadía, y me di cuenta de que con ella quería hacerlo todo. Rápidamente me levante de mi lugar dejando a Bella de rodillas enfrente de donde hace un instante yo están, me incline hasta que mis labios estaban en su oído.

— ¿Confías en mí? — le susurre, sus labios esbozaron una enorme sonrisa y con entusiasmo asintió con la cabeza. — Bueno no te muevas que no tardo, si te quitas de esta posición no te hare nada Bella, ¿Te quedo claro? — susurre de nuevo, ella solo se estremeció y asintió.

Apresuradamente me dirigí a mi habitación de nuevo y saque la seda que una vez un amigo me regalo, nunca había tenido el deseo de estrenarla y tampoco pensé que una persona me haría desearlo tanto como ella. Cuando volví a la sala de estar ella estaba quieta en su sitio como una estatua dándole la espalda a la chimenea.

Lentamente me acerque y le di dos vueltas a la seda por su alargado cuello dejando las dos puntas iguales de largas, me enderece y pase los extremos de la seda por un soporte que estaba encima de la chimenea creando como dos lazos que pasaban por su cuello y descansaban en mis manos me hinque  frente a ella y con cuidado la ayude a que estuviera a ahorcados sobre mi, sus manos se aferraron de mi cabello y comenzamos a besarnos, una de sus manos viajo al centro de nuestros cuerpos y me ayudo a penetrarla, de un solo embiste la llene por completo sus manos se aferraron de mis hombros para recuperar su estabilidad, comencé una danza entre nuestros cuerpos y la seda se iba apretando en torno a cuello cada que la penetraba nuestros cuerpos tenían una danza sincronizada y sus manos cada vez que se hacia más excitante el momento se aferraban a la seda en su cuello, sus paredes se apretaban en torno a mi y me hacían perder el control, pero rápidamente lo recuperaba por que si apretaba muy fuerte podría cortarle el paso de oxigeno a su cuerpo. Con mi boca atrape uno de sus senos y su agarre creció sobre mi, sus uñas se enterraban en mis omoplatos y sentía que perdería el control, en ese instante solté la seda nos gire para quedar sobre ella.

Sus piernas envolvieron mis caderas y la penetración se hizo más profunda, los dos jadeábamos y murmurábamos nuestros nombres, mi boca recorrió su cuello, sus senos, sus plano abdomen hasta llegar a su centro, mi lengua se arremolino en su clítoris y dos de mis dedos la penetraron, sus manos se aferraron de mi cabello tirando de el hacia su centro, mi lengua se movía con urgencia y desesperación sobre sobre ella, mis dedos bombeaban ligeramente su entrada.

— Más rápido Edward…. hummm por favor — me susurro con desesperación, sus jadeos llenaban toda la estancia y el agarre de sus manos se volvía más férreo en mí.

Continúe atacando su centro sin piedad cuando sentí que sus paredes se estrechaban en mi entorno y su orgasmo llenaba mi boca, lo bebí como si lo necesitara para vivir, como si fuera la cosa más majestuosa que su cuerpo me pudo haber regalado.

Cuando se relajo me aparte de ella y la puse de espaldas a mi la penetre con fuerza  y mordí su hombro no duraría mucho tiempo la deseaba como un poseso y si ella seguía gimiendo de la forma como lo estaba haciendo mi orgasmos llegaría en cuestión de segundos, ella inclino su cabeza y la poso sobre sus manos que se sostenían de uno de los almohadones y esa posición hizo que llegara más profundo.

— Bell…….. no durare… mucho tiempo más — jadee, sentía que todo mi cuerpo combustionaría en cualquier momento.

— Hummm…..— fue el único sonido que salió de sus labios cuando sentí que sus paredes nuevamente estrechaban a mi alrededor y su gemido me llevo al limite, mi orgasmos me golpeo fuerte y la llene por completo.

Nos tumbamos en la alfombra jadeando sus manos envolvieron mi cintura y la estreche más fuerte contra mi cuerpo, besando el tope de su cabeza.

— Gracias por hacer de este mi mejor día — le dije, sin dejar de sonreír sus hermosos ojos me contemplaron.

— No, gracias a ti por creer en lo nuestro y darnos una oportunidad, te amo Edward — dijo besando la punta de mi nariz. — Y no creas que se me olvido Feliz Cumpleaños Vous Aimer Pour Toujours Et Toujours —

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Queria mostrar este regalo precioso antes de seguir, Leymi me lo envió para mi cumple que casualmente fue también el de ella, por eso digo que ella es mi gemela perdida en colombia. Te amo nena, no sabes cuanto, muchas gracias por este regalo y disculpa que no te hice nada, sabes lo que es mi vida... i love you

  

17 comentarios:

Marga dijo... [Responder]

Que lindo regalo!!! te lo mereces claro que si.

Besitos preciosa

Andy dijo... [Responder]

divino!!!!!!!!!!! que super regalo!!!

Aliena Cullen dijo... [Responder]

Hola ¿como estás? Leymi por dios que bonito y lindo OS, felicidades.
Me parece un regalo muy lindo para Lu. De verdad que me ha gustado mucho.

Un beso

valeria dijo... [Responder]

q lindo regalo , quien no a fantaseado con un profe, jejejej en mi caso mi amor platonico era uno de filosofia jejej:)bueno q estes bien :) y reitero hermoso regalo que te han dado:)

nydia dijo... [Responder]

dios que regalo Leymi es fantastico y unico en su especie ,afortunada Lullaby que lo recibio.....A mi me encanto....Besos....

usagui dijo... [Responder]

Lu pero que buen regalo por lo menos a mi me encanto y Felicidades otra vez.

Lumy Cullen dijo... [Responder]

Leimy ese regalo fue super divino y hermoso!!! Me encantó, esta parejita es fabulosa!! Deseo hayan disfrutado mucho ese día tan especial para ambas!!! Saludos!!!

Bell.mary dijo... [Responder]

Hola Lu hermoso el regalo de Leimy, me encanto estuvo genial y te lo mereces en serio,,,,Felicidades nuevamente asi como tambien para Leimy......BEsos

Bell.mary dijo... [Responder]

Hola Lu hermoso el regalo de Leimy, me encanto estuvo genial y te lo mereces en serio,,,,Felicidades nuevamente asi como tambien para Leimy......BEsos

paty dijo... [Responder]

hola maravilloso el os que bonito regalo de cumpleaños y gracias por compartirlo y felicidades a las dos
saludos y abrazos desde México

ERIN dijo... [Responder]

Wooww me encantó el regalo!!! Felicidades a la escritora, por el shoot y también por su cumpleaños!!!
Besos

Leticia dijo... [Responder]

Leymi Wuou, que intenso!!! Esta increible, felicidades tambien por tu cumple!!!!
Que lindo regalo Lu, espero que hayan pasado un hermoso dia!!!!

DiAnA dijo... [Responder]

qye relagoo ufff q poder de verdad me alegra mucho y me algra q sea de colombia q orgullo patrio jj ..comentario jj yo quiero ese profesor pero asi igualito y de neuvo feliz cumple jj de verdad q regalo tan hermoso felicidades besos

sony dijo... [Responder]

Eso fue un Regalorgasmico. uff
Felicidades a las dos.
Besos

Haruka Akatsuki dijo... [Responder]

Esta muy hermoso me encanto.

Pamhdz dijo... [Responder]

Precioso,tiernos,divinos y suremamente sensuales.gracias por compartir tu regalo.

Ada Parthenopaeus dijo... [Responder]

e que soy la peor y que ando retresada con todo... per aqui esoty he de decirle ami Ley a mi hermanita que le quedo maravillosfantastibuloso este Os majestuosoo bebé... como me encanta poder leerte y pos Lu que regalo tan hermoso un beso las amo hermanitas de mi alma. mis gemelas mafiosas